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"La vida es en su totalidad una gran broma cósmica.

No es algo serio, tómala


seriamente y la perderás. Compréndela únicamente a través de la Risa". OSHO.
La risa es uno de los dones más especiales con los que cuenta el ser humano ; no es
solo una cuestión divertida , es un modo diferente de conocer la realidad ,de entender
el mundo y las relaciones, tiende puentes hacia los otros y a través de ella se crea
complicidad y la comunicación con los demás se distiende. Compartir la RISA puede
ser una excelente forma de suavizar aristas, mejorar las relaciones y descubrir el
aspecto lúdico de la vida.
El "sentido del humor", junto con el "sentido común", son dos los aliados básicos del
crecimiento interior, eliminan la rigidez y devuelven la alegría de vivir.
Enfrentarse con humor a un asunto serio, no significa tratarlo a la ligera , el sentido
del humor y la capacidad de reírse , descubre nuevas perspectivas sobre cualquier
situación por muy difícil que esta nos parezca. Mantenerse serios y envarados equivale
a construir un laberinto de puertas cerradas que dificultan la comunicación.
Ningún otro ser vivo tiene la facultad de reírse y de hacer reír. Aprender a reírse de
uno mismo descubriendo y amando su parte estúpida vulnerable, ingenua así como la
mas ácida o cínica ayuda a conocerse y a aceptarse ; hacer reír a los otros es un acto
de generosidad que gratifica como ninguna otra cosa. Reírse, en definitiva , es un
signo de salud mental y de sabiduría..
La RISA, además es curativa, sanadora y ha demostrado ser una de las
autoterapias más eficaces y baratas que existen. Tiene efectos liberadores y descargan
las emociones largo tiempo reprimidas; desarrollar el sentido del humor propicia y
alimenta la curiosidad por experimentar y nos ayuda a no ser conformistas, a no dar
por buenas todas las pautas educacionales que nos inculcan, nos ayuda a ser nosotros
mismos. No olvidemos que la RISA tiene un valor subversivo y hasta catártico, pone
las cosas en su sitio sin emplear la autoridad, ni la violencia, desarma la pomposidad y
neutraliza al miedo.
Si el "AMOR" es lo que hace rodar el mundo, sin duda el "HUMOR" lo conserva sobre
su eje.
La risa es un regalo para el ser humano.

La Dinámica de la Risa es una técnica psicoterapeútica que produce beneficios


mentales, emocionales y psicosomáticos utilizando la risa como medio. Tiene
como objetivo crear un espacio teórico-lúdico de experimentación consciente y
aprendizaje a través de diferentes técnicas y juegos que ayudan al desarrollo
personal y que nos disponen física y emocionalmente para la risa
La Risoterapia es una hermosa puerta para lograr la relajación, abrir nuestra
capacidad de sentir, de amar, de potenciar la creatividad. Lo lúdico no inspira temor y
el juego facilita contactar con miedos, inhibiciones, timideces, tensiones, bloqueos en
formas de comunicación, etc., y poder abordarlos y encauzarlos con más facilidad ,
utilizando, sencillamente la risa como camino
Según el psiquiatra Josef Toro, del Hospital Clínico de Barcelona, las
expresiones corporales, entre ellas la risa, son uno de los factores que intervienen en
las manifestaciones emocionales. "Así, un depresivo que consiga reírse, comenzará a
ver la vida con un mayor optimismo”

El principio básico de esta técnica reside en la estimulación a través de la risa entre


otros, del sistema nervioso y como respuesta la liberación de una de una serie de
sustancias, entre las que se encuentran unas neurohormonas llamadas endorfinas,
que contienen una sustancia semejante a la morfina que atenúa la sensación de dolor.
Las endorfinas actúan sobre nuestro sistema inmunologico y el endocrino, mejorando
nuestra calidad de vida y acelerando la recuperación en procesos patológicos..
Recientemente, los medios de comunicación nos informaban de que un grupo de
investigadores españoles habían localizado la parte del cerebro responsable del humor.
La parte prefrontal, que es precisamente la más evolucionada de la especie humana.
Los neuroquímicos, ya habían definido el papel de las endorfinas y encefalinas
durante el acto de reír. Son estos, precisamente, los mismos neurotransmisores que
intervienen en todas las sensaciones y emociones placenteras. Paralelamente, se ha
descrito la liberación de indolaminas, concretamente de serotonina, molécula muy
utilizada como antidepresivo en trastornos severos.

La risa ahuyenta las enfermedades y prolonga la vida, mientras que la tristeza y la


depresión atraen los virus, creando enfermedades. Esta es la conclusión más
importante a la que ha llegado la novísima ciencia dentro del campo de la medicina, la
PSICONEUROINMUNOLOGIA, cuyo lema es "Evita la tristeza y la depresión,
puede ser la escotilla moral por donde se deslice un maremoto de virus y
bacterias".
La risa aún creada artificialmente, es capaz de generar estados de ánimos diferentes,
que influyen no sólo en el mantenimiento del cuerpo sano, sino que también ayuda a
una mejor recuperación de la salud . Se está hablando de beneficios incluso en el caso
de dolencias graves como el cáncer. Sin embargo nadie pretende que el humor es la
panacea que lo cura todo por sí solo. Lo que se afirma es que el humor, como parte
complementaria de un tratamiento, y como estilo de vida, es una ayuda poderosa. No
se presta la debida atención a los trastornos psíquicos y emocionales que condicionan
o favorecen una enfermedad grave. Trastornos que, aun cuando esta enfermedad no
aparezca, son por sí solos una calamidad. Por ejemplo, el estrés. Una vida de estrés es
una vida desdichada. La persona carece de paz y plenitud, y a menudo trastorna a
quienes le rodean.
Es cierto que un estado de ánimo alegre, no elimina el problema que tenemos, pero si
nos hace verlo desde otra perspectiva, que redunda en un mejor estado de ánimo
cuando vamos a intentar solucionarlo. Esta teoría hace cierto el hecho constatado
estadísticamente, de que las personas con muy poca vida social, y los que están
privados de cariño, normalmente son personas poco sanas, siendo propensos a
desarrollar enfermedades, sobre todo de tipo mental, teniendo además una vida más
corta.
Según el investigador Edward Bovard: "El ser humano cuando es receptor de una
caricia verbal o física, su hipotálamo, órgano que se encuentra en el cerebro, paraliza
la liberación de una hormona específica, que está siempre presente en niveles muy
altos, en aquellas personas, que son propensas a sufrir infartos o derrames
cerebrales".
Científicamente, se ha comprobado que la risa franca sin fatiga, la carcajada, aporta
múltiples beneficios: la risa beneficia a muchos sistemas orgánicos. De entrada,
estimula las funciones respiratoria y circulatoria . El diafragma se contrae
violentamente , provocando una inspiración profunda, que va seguida de una serie de
espiraciones cortas y rápidas . Y así, de forma convulsa, los pulmones se inflan y
desinflan, expulsando el aire en salvas que rozan los 100 kilómetros por hora. La
sangre oxigenada llega más rápidamente, la tensión sanguínea aumenta y finalmente
baja. Al mismo tiempo, las paredes abdominales se tensan y destensan
espasmódicamente masajeando el vientre y de la vías digestivas, y sus sacudidas, se
propagan en oleadas hacia el interior. Las vísceras reciben así un reconfortante
masaje.
Algunos de los hallazgos más interesantes encuentran que la risa estimula el sistema
inmunitario y reduce los niveles de una hormona del estrés, el cortisol, en la sangre,
rejuvenece, disminuye : tensiones, ansiedad, depresión, colesterol, adelgaza,
dolores, insomnio, problemas cardiovasculares, respiratorios, cualquier enfermedad.
Nos aporta aceptación, comprensión, alegría, relajación, abre nuestros sentidos, ayuda
a transformar nuestros pautas mentales.
Otros estudios han encontrado que la risa relaja la musculatura esquelética de brazos
y piernas, contracta los músculos de la cara, aumenta la frecuencia cardíaca, libera de
sentimientos negativos como frustración e ira, alivia el dolor y facilita la respiración .
Además la risa produce una hormona llamada catecolamina, que es la responsable del
ingenio y la agudeza mental.
Porque favorece la producción y la liberación de varias sustancias
bioquímicas como:
• La Dopamina: Neurotransmisor que nos eleva el estado de ánimo.
• La Serotomina: Un tipo de endorfinas con efectos calmantes y analgésicos.
• La Adrenalina: Que nos permite estar mas despiertos y receptivos..

• Refuerza el Sistema Inmunológico.


• Alivia las digestiones.
• Fortalece el corazón.
• Mejora la respiración.
• Aumenta la Actividad Vital.
• Contrae el diafragma masajeando a los órganos internos.
Ese gran músculo llamado diafragma que separa las cavidades abdominal y
pectoral y tiene una importante misión en la función respiratoria, se ve
implicado activamente cuando reímos..
• Se fortalece el corazón . Dilata el sistema cardiovascular.
• Se Oxigena el cuerpo.
• Se facilita la digestión al hacer vibrar el hígado .
• Se evita el estreñimiento.
• Mejora la eliminación de la bilis .
• Se estimula el bazo.
• Genera endorfinas. Reduce el dolor.
• Obliga a las glándulas a producir cortisol, un anti inflamatorio natural.
• Baja la hipertensión aumentando el riego sanguíneo, ya que se relajan los
músculos lisos de las arterias con lo que se reduce la presión arterial.
• Se tonifican los músculos que hay en el rostro, porque una carcajada
continuada activa casi la totalidad de ellos.
• Relaja los músculos . Además, las carcajadas generan una sana fatiga que
elimina el insomnio.

Los beneficios mentales que obtenemos con la práctica habitual de la risa son
muchos, entre ellos: Nos hace ver las situaciones desde un punto de vista más
optimista, eliminamos el grado de angustia y depresión, nos hace propensos a los
cambios emocionales positivos, en casos de insomnio, provoca una fatiga sana, que
el sueño repara con naturalidad, aumenta automáticamente una subida del tono de
ánimo, nos hace más creativos, nos comunicamos más y mejor, etc.
También se utiliza la risa con el fin de eliminar bloqueos emocionales, físicos,
mentales, sexuales, liberarse de inhibiciones , sanar nuestra infancia, como proceso de
crecimiento personal. Se crea un espacio para estar con uno mismo, vivir el aquí y
ahora, estar en el presente, ya que cuando reímos es imposible pensar, nos ayuda a
descubrir nuestros dones, abrirnos horizontes, vencer los miedos, llenarnos de luz, de
fuerza, de ilusión, de sentido del humor, de gozo y aprender a vivir una vida positiva,
intensa, sincera y total, como los niños.

• Baja autoestima.
• Depresión.
• Tristeza.
• Enfermedades psicosomáticas.
• Evita pensamientos y emociones negativas.
• Alivia el insomnio.
• La hipertensión.
• Combate miedos y fobias.
• Timidez.
• Ayuda a expresar emociones.
• Fortalece los lazos afectivos.
• Alivia el sufrimiento.
• Descarga las tensiones.
• Potencia la creatividad y la imaginación.
• Genera un proceso de regresión que actúa como un mecanismo para aliviar una
realidad que se percibe como dolorosa o negativa.
• Genera un mecanismo de expresión, ya que a través de la risa las personas
exteriorizan emociones y sentimientos.
• Es contagiosa, lo que facilita la comunicación interpersonal. del humor.

Cifras que dan risa


• 1 hora de angustia equivale a 5 horas de trabajo físico en cuanto a la cantidad
de energía consumida.
• 5 minutos de una buena risa a carcajadas, son equivalentes a 45 minutos de
ejercicio.
• Las risas verdaderas, explosivas, hacen mover 400 músculos en todo el cuerpo,
activan el sistema inmunológico y oxigenan los tejidos.
• Desde que nacemos y hasta los seis años reímos unas 300 veces diarias. Ya
adultos, los más risueños alcanzan 100 risas al día y los menos alegres apenas
llegan a 15.
• Los pulmones mueven 12 litros de aire, en vez de los 6 habituales, lo que
mejora la respiración.

Corresponde a una noción primordial: la dimensión lúdica del hombre -el homo
ludens-. Es decir, su natural capacidad y necesidad de jugar.
No hay que extenderse aquí sobre la conocida función de los juegos en el desarrollo
integral del niño (motricidad, coordinación, sistema muscular, sistema nervioso,
emocionalidad, sensorialidad, voluntad, intelecto, sociabilidad, etc.). Baste decir que la
atrofia de esa capacidad en el adulto, el olvido de esa dimensión, es una de las
grandes pérdidas que condicionan el deterioro de la calidad de la vida, la abrumadora
falta de plenitud que padece el adulto. Dicha pérdida acompaña invariablemente la
adultez, y se agrava en las grandes ciudades, en las altas esferas sociales y con las
funciones laborales complejas y de mucha responsabilidad. El hecho es que el adulto
no juega. Sus ocupaciones, el ritmo y estilo de su vida así lo determinan. Pero más
aun lo determina su mente, para la cual el juego es cosa de niños, no de adultos, y
menos aun de adultos importantes y respetables. Según señalan algunos estudios, los
niños ríen unas 300 veces al día, mientras que los adultos reímos mucho
menos, entre 15 y 100 veces al día, y nuestras risas tienden a ser de menor
intensidad.
Parece que con los años vamos perdiendo alegría y nos volvemos más serios, quizás
en parte porque la sociedad exige que lo seamos
No hablamos aquí por supuesto de los juegos de azar, ni de los juegos deportivos
profesionales. Hablamos del auténtico juego del homo ludens, el juego gratuito y
desinteresado del niño. Ese juego es salud. Es alegría, vitalidad. Cualquier
adulto, en condiciones favorables -y por desgracia excepcionales, ya que no las
propicia-, puede experimentarlo como un verdadero descubrimiento. Y lo que
necesita no es tan sólo el tiempo y el lugar disponibles -que pueden siempre
aparecer-, sino ante todo la actitud adecuada, la superación de la inercia, y de la
vergüenza, la inhibición que habitualmente padece. Porque el problema,
repetimos, más que en el orden práctico está en la mente y el espíritu. No es por
azar que la noción de "hacerse niños", en apariencia trivial, se encuentra siempre
de algún modo en la médula del pensamiento espiritualista, en las más diversas
culturas, con un sentido de liberación, apertura, autenticidad, plenitud,
renacimiento.

A lo largo de nuestra vida nos vamos conformando una personalidad externa que es la
que nos sirve para relacionarnos con el exterior aunque eso en muchas ocasiones
tenga poco que ver con lo que realmente somos. Sin embargo, los convencionalismos,
el miedo al dolor, la necesidad de adaptarnos a un determinado ambiente, la falta de
libertad, la necesidad de mostrar una imagen que sea aceptada por los demás, etc.,
nos ha hecho adquirir una serie de escudos que aparentemente nos protegen pero
que, al mismo tiempo, nos alejan de los demás.
Así, en muchos momentos del día en realidad estamos representando un papel como si
la vida se tratara de una obra de teatro. Sin darnos cuenta, tendemos cada vez más a
dramatizar cosas insignificantes que se convierten en problemas insolubles que nos
mantienen prisioneros de una realidad "objetiva" que sólo lo es para nosotros.
No obstante, cuando miramos hacia atrás vemos que nuestro pasado está salpicado de
problemas que, actuando como acicate, nos han hecho crecer y recordamos que quizá
en esos momentos alguien a nuestro lado nos dijo sin que le escucháramos: "Esto
también pasará".
Pero es que, además, la risa es un maravilloso mecanismo de comunicación entre los
seres humanos. Las personas que han compartido situaciones de humor, que se han
reído juntas, se sienten más cercanas, más libres, capaces de saltar los límites de los
convencionalismos sociales, creándose unos canales de comunicación difíciles de
conseguir de otro modo. Según se desprende de las mediciones realizadas por medio
de los electroencefalogramas, las ondas cerebrales del grupo se sincronizan y se
produce una armonización natural en los procesos mentales. No hay barreras o límites
que la risa no sea capaz de traspasar.
Según explica, un pionero de la "terapia de la carcajada" en Europa, "esa técnica nos
enseña a cambiar nuestra forma de percibir nuestra realidad y el mundo que nos
rodea, y se practica generalmente en grupo, porque una de las cualidades de la risa es
que es contagiosa, porque es natural en el ser humano".
Lo cierto es que cuando alguien nos sonríe -incluso si es un desconocido- y le
devolvemos la sonrisa nos sentimos mejor, cambia nuestra actitud y nos invade la
sensación de que todo va bien.
Incluso en los experimentos que se han hecho sobre la sensibilidad de las plantas en
relación con los estados anímicos de las personas con las que conviven se constató que
percibían lo que sucedía a su alrededor y reaccionaban positivamente (mayor
crecimiento y lozanía) ante los ambientes de optimismo y alegría mientras también se
"contagiaban" de la tristeza, el odio o la agresividad que sentían los que les rodeaban.
E igualmente reaccionan los animales, dando muestras bien de alegría, bien de recelo
y huida según el tipo de estímulos que perciben.
El concepto de salud, como se sabe, no se limita a lo puramente corporal -no existe lo
puramente corporal-. Es el concepto de una realidad psico-somático-espiritual que
implica la vida más interior y también el ser social de la persona, sus relaciones con los
demás. De manera que no se puede hablar de una salud verdaderamente satisfactoria
si la persona no funciona bien como individuo y como ser social. Y tanto sus relaciones
como sus momentos de soledad presentan siempre un tinte emocional, tienen lugar
dentro de cierto marco anímico o talante. Este ánimo o talante (lo que se dice estar de
buen humor o malhumorado) será favorable o desfavorable a las diversas actividades
de la vida, incluyendo el disfrute del humor.
Por su parte, la diversión, y específicamente el juego, con su capacidad de
estimulación anímica, ejerce una poderosa y positiva acción sobre ese talante. Vuelve
favorable al más adverso de los estados de ánimo.
A lo cual hay que añadir, por último, la relación que existe entre una determinada
cultura del humor, el sentido del humor que caracteriza a la persona, y el ánimo o
talante que esta presenta en cada momento o circunstancia. El cual a su vez ejerce
una influencia eventual sobre dicho sentido del humor, facilitando u obstaculizando la
captación y el disfrute de una expresión humorística determinada.
De acuerdo con todo esto, resulta clara la estrecha relación que existe entre una vida
de juego frecuente, una cierta cultura del humor, y una salud satisfactoria. Lo que se
expresaría en un ánimo o talante generalmente bueno, y un elevado sentido del
humor.
El cuadro de relaciones que acaba de exponerse constituye las vías y formas mediante
las cuales el humor interviene - como factor sobresaliente de un pensamiento positivo,
de una inteligencia emocional- en la conformación de una actitud ante la vida. De esta
actitud depende la posibilidad de cada uno para el crecimiento personal y el
enriquecimiento de su existencia mediante el humor. Y se corrobora una vez más algo
que ya sabíamos: la salud, el buen funcionamiento de la persona, en su sentido más
abarcador, corresponde a una realidad holística, multidimensional. El humor forma
parte de esta realidad, cuya plenitud lo necesita.
En los seres humanos sonreír está íntimamente ligado a la capacidad de dar y recibir.
Eso produce un trasvase de energías muy saludable que se traduce en una vida más
feliz.

En un ámbito de trabajo que lleva a vivir tan estrechamente con el dolor, tanto
personal como familiar, las situaciones a las que el personal sanitario debe
enfrentarse, no invitan precisamente al humor. Pero este dolor, acumulado y reprimido
durante mucho tiempo, conlleva a que se creen una serie de tensiones que hacen sea
necesario un cuidado y protección especiales .Esta realidad a la que el profesional
sanitario debe enfrentarse diariamente, provoca cansancio, agotamiento y renuncias
personales al seguir atendiendo problemas ajeno. Habitualmente, toda esta tensión
debe ser superada sin ayuda. El nivel de ansiedad y depresión en las llamadas
profesiones de ayuda es enormemente elevada e invalidante para quien la sufre.
Como ya hemos visto anteriormente : Reírse, divertirse, ridiculizarse a uno mismo,
ayuda, protege. Mejora, en una palabra: cura .Debería ser, pues habitual que el
colectivo que más se "quema", fuera aquel que más se riera ,ya que reír produce
alivio y distensión, y esto facilita la comunicación. Por lo tanto el profesional sanitario
necesita tener como aliado y soporte el buen humor ,tanto para sobrellevar el día a
día, como para saber transmitir al enfermo grandes dosis de vitalidad y optimismo ;la
alegría es una herramienta definitiva para ayudar a recuperar a los pacientes,
cuyas vidas deben dirigirse hacia la felicidad .
Precisamente en esto coinciden tanto los profesionales del humor como los
terapeutas. Los caminos utilizados son diferentes, pero coincidentes en un mismo
punto: ayudar a una persona. Los terapeuta, serios y distantes, creen que la
utilización del humor les rebaja del pedestal en donde sus pacientes les deberían situar
. Sin duda, el sentido del humor de los pacientes es algo que los médicos
valoran aunque sea a nivel inconsciente. Sin embargo, debido a que resulta algo
obvio el papel que juega el humor en la salud, no se suele discutir de forma explícita
en ninguna Facultad de Medicina y no existe ningún tipo de registro sanitario acerca de
si el sentido del humor de los pacientes es normal o no. Como si existiese un cierto
rechazo a aceptar aquello que no es medible con los sofisticados aparatos de que
disponen los hospitales.
También es sabido , de la influencia que un medio hospitalario puede tener en el
estado de ánimo de un niño, y de la influencia negativa para su enfermedad. El
conjunto de estímulos aversivos, coincidentes en el espacio y en el tiempo, tienen un
efecto condicionador y reforzante que ayudan poco a mejorar la evolución del niño. La
mente infantil no asocia necesariamente el instrumental médico, las batas las
mascarillas, los guantes y las inyecciones con su finalidad curativa. Las batas blancas
crean distancia, las palabras amables y las sonrisas crean cercanía
Es necesario educar al personal sanitario también, en técnicas de dinamización
y de expresión, así como a los educadores y voluntarios que se implican en estas
aventuras.
Ya existen en nuestro país experiencias a este respecto : En el Área de Psicología
de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Lleida, se ha creado la
asignatura "La risoterapia y su aplicación terapéutica", realizando las prácticas
docentes en los servicios hospitalarios de pediatría.
También en España existen varios grupos de payasos que trabajan en hospitales para
repartir alegría entre los pacientes más jóvenes y sus familiares, como Payasospital en
Valencia, Pallapupas en Barcelona, Pupaclown en Murcia y La Sonrisa Médica en Palma
de Mallorca..
Bien está también, por tanto, que algunos hospitales se hayan decidido a promocionar
la existencia de una sala especial donde el humor sea el protagonista principal y los
pacientes compartan anécdotas, se cuenten chistes y vayan a ellas a reírse

Diferentes corrientes filosóficas conocen desde hace siglos la importancia de la risa y el


sentido del humor y lo promueven de manera práctica.
Los primeros vestigios de su utilización los encontramos hace más de 4000 años en
la antigua China, donde los taoístas enseñaban que la sonrisa dedicada a uno mismo,
aseguraba la salud, la felicidad y la longevidad de la persona. ,que en definitiva, se
traducía en vivir en armonía consigo mismo y con el entorno. Se reunían en unos
templos donde hacían ejercicios de meditación para practicar la sonrisa interior; con
ello conseguían aumentar su salud física y mental..
En la India también se encuentran templos sagrados donde se podía practicar la risa.
En culturas ancestrales de tipo tribal, existía la figura del "doctor payaso" o
"payaso sagrado", un hechicero vestido y maquillado que ejecutaba el poder
terapéutico de la risa para curar a los guerreros enfermos
La Biblia dice: "Cuando el corazón está alegre la vida es mas larga...pues un corazón
lleno de alegría cura como medicina, por el contrario un espíritu triste lo desechan
hasta los huesos".
Marco Valerio Marcial poeta hispa-romano decía: "Reír es de sabios", es el primero
que insinúa que la risa es un acto de la inteligencia humana, en contra de la forma de
pensar posterior en la que se opinaba que reírse es de tontos.
En la Edad Media la risa estaba prohibida, por el intento de reprimir la alegría y la
libertad del hombre , sin embargo , en aquella época el profesor de cirugía Henri de
Mondeville proponía que la alegría ayudaba a la recuperación de los pacientes
quirúrgicos, cuyas vidas debían dirigirse hacia la felicidad. Para llegar a tan ambiciosa
meta, De Mondeville lo tenía claro: "Hay que permitir que sus pacientes y amigos lo
alegren ... Mantener el espíritu del paciente con música de violas y salterios de diez
cuerdas".
También en el Medievo llegó a tenerse al bufón por un auténtico sanador. La estrella
de la época era Bernardino II Matello, que vivió a finales del siglo XV al servicio de
Isabel de Este. Cuando el hermano de ésta, Alfonso--esposo de Lucrecia Borgia--
enfermó, envió a Matello. Meses después, éste regresó con una carta de un Alfonso
recuperado: "Es imposible que imagine nadie el recreo y placer que me ha
proporcionado este bufón, él ha sido la causa de que la carga de mi enfermedad
pareciese más ligera".

Muchos expertos actuales citan a Rabelais como el primer médico que, en el siglo
XVI y de forma seria, aplicó la risa como terapia . Como buen médico, decía: "La Risa
es propia del hombre", aconsejando a muchos de sus pacientes, la risa como método
de curación. Fue el pionero en "recetar" la risa como método infalible para aliviar los
sufrimientos.
Robert Burton clérigo y erudito inglés de la misma época ,propone la risa como
método terapeútico. Fue más lejos con su obra Anatomy of Melancholy: "La
compañía alegre no debe separarse de la música, ambas son necesarias: la alegría
prorroga la vida, da buen juicio, da juventud al cuerpo, le da vida... Hacer locuras no
está mal, festea a menudo y ten amigos alegres, cuyas bufonadas puedan
contentarte".
En el siglo XIX el médico inglés William Battie, realiza tratamientos a enfermos
mentales a través del sentido del humor, durante el reinado de Jorge III: "Se ha dicho
que tuvo un paciente con anginas que amenazaban con ahogarle. Battie había
intentado todos los remedios y tuvo que recurrir a las locuras. Se colocó mal la peluca,
deformó su rostro e interpretó una locura tan deliciosa que su paciente, tras mirarle,
rompió a reír de tal modo que se abrió el impóstumo y salvó al paciente de una muerte
inminente".

El filósofo Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro organismo de


energía negativa y posteriormente se ha demostrado científicamente que cuando
reímos el cortex cerebral libera impulsos eléctricos negativos, tan solo un cuarto de
segundo después de comenzar a reír. William McDougall, profesor de psicología en
Harvard, sostiene que la función biológica de la risa es para ayudar a mantener el
bienestar y la salud psicológica.
En 1928 el médico estadounidense James J. Walsh sostuvo que el efecto saludable
de la risa deriva de un efecto mecánico y estimulante sobre los órganos internos del
cuerpo , aunque hay otros factores psicológicos y de actitud de la persona que también
influyen.

Los primeros estudios del efecto del humor sobre el cuerpo, fueron realizados en los
Estados Unidos en la década de 1930. Pero no fue hasta 1964 en que la investigación
sobre el humor despegó del área de las teorías. El pionero de las investigaciones en
esta terapia fue Normand Cousins , editor de un semanario norteamericano se
enfrentó con un diagnóstico de espondilitis anquilosante, una forma de artritis dolorosa
y potencialmente limitante, con una combinación de tratamientos convencionales y
grandes dosis de humor. Cousins miró vídeos de Cámara Oculta, películas de los
Hermanos Marx y otras de humor Esto le procuraba 2 horas sin dolor.. Aunque los
médicos le habían dado pocas esperanzas de mejoría, a los 8 días su dolor empezó a
remitir y volvió al trabajo. Documentó su recuperación en el libro “Anatomía de una
enfermedad” y fundó la Humor Research Task Force. La experiencia de Cousins
estimuló la investigación sobre el humor.

En los años 70, surgió en Estados Unidos un médico sorprendente -el doctor Patch
Adams- después de una depresión padecida en su adolescencia, decide seguir la
carrera de medicina. Luego de su graduación, fundó el Instituto Gesundheit, un
hospital donde el sentido del humor y la risa eran las principales medicinas , El Doctor
Adams está convencido de que el humor puede sanar, en oposición a un sistema
conservador. La risa y el humor deben ser parte integral de la terapia de salud. Su
filosofía de vida promueve una cultura basada en la diversión y el cariño. "La
compasión, el involucrarse y la simpatía”-sostiene Patch- tienen tanto valor para el
médico como los avances tecnológicos en la medicina. “Para sanar, la risa y la
diversión son tan necesarios como los medicamentos"..
Puso en marcha unos nuevos canales de comunicación , revolucionando los conceptos
establecidos en lo concerniente a la relación médico-paciente . Patch fue un pionero en
la filosofía que se basa en tratar al paciente y no solamente a la enfermedad.
Descubrió que cuando al médico le interesa el ser humano que tiene delante como una
persona global -y no como alguien que, por ejemplo, tiene el hígado enfermo- se
acortan las distancias y se activan las capacidades curativas del paciente. El médico se
convierte así en un facilitador, en un acompañante -terapeuta- que ayuda no sólo con
sus conocimientos técnicos sino con su comprensión y cercanía.
Opina:-"Todo lo que necesita una persona sana y una persona enferma es amor. Los
valores reales de la vida son el amor, el humor, el espíritu, la curiosidad, la pasión , la
esperanza, la creatividad, la relación con la comunidad y el servirla.
Vengo de una sociedad que está deprimida y ansiosa. Las personas en Estados Unidos
-a pesar de que tienen los elementos necesarios- todavía no son saludables ni felices.
Cuando te concentras mucho en el dinero y en las cosas materiales de la vida,
entonces pierdes el verdadero sentido de ella".
El doctor Patch Adams, del que se ha hecho una película, era un convencido del
potencial del humor en la curación de las enfermedades e hizo del humor y la risa un
aliado en la cabecera de sus enfermos. Ya hay algún hospital tan convencido de esto
que facilita a sus pacientes una biblioteca de literatura de humor, hay payasos en las
salas de los hospitales y el personal sanitario lleva narices rojas como los payasos en
sus actividades diarias con los enfermos . Es un punto de referencia , no sólo para los
médicos de cualquier especialidad sino para los psicólogos y terapeutas que participan
de esa misma filosofía. A partir de su experiencia se ha comenzado a utilizar la técnica
de la terapia de la risa en hospitales de EEUU, Suiza, Alemania y Francia.

Los países que están a la cabeza en el aprovechamiento de la risa


como terapia son EEUU, Canadá y Suiza. La escuela que más se ha
dedicado al sentido del humor como instrumento de curación ha sido la
Terapia Racional Emotiva, de Albert Ellis. Éste afirma: "La
perturbación emocional suele consistir en exagerar la importancia de
las cosas"

American Association for Therapeutic Humor (AATH)


Fundada hace una década y con medio millar de miembros, entre los
que abundan los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras y
psicólogos clínicos). Los últimos presidentes de esta asociación,
“comprometida con el avance del conocimiento y la comprensión del
humor y la risa en relación con la curación y el bienestar”, según reza
en sus estatutos .Entre sus miembros cuentan con
Patty Wooten
Enfermera con 25 años de experiencia y 20 años como payasa
profesional; Ed Dunkelblau, psicólogo clínico
Steven M. Sultanoff
También psicólogo clínico además de humorista. Entre los miembros
de la AATH hay también investigadores orientados al estudio de la risa
y la risoterapia, y otros que trabaja en el campo de la
psiconeuroinmunología, como el neurólogo estadounidense Barry
Bittman, que estudia cómo las emociones afectan al sistema
inmunológico.

Los supuestos que circulan entre los miembros de la AATH giran en


torno a ideas bien sencillas e intuitivas, como que el ejercicio diario de
la risa ayuda a mantener el equilibrio psicológico, espanta el miedo y
da fuerzas y una mejor perspectiva para afrontar los problemas. La
risa es considerada como una barata y segura medicina
La Universidad de California, con el apoyo de la poderosa industria del
entretenimiento de Los Angeles, ha iniciado un estudio del efecto de la risa, de la
emoción positiva y terapéutica del humor, en la “prevención, tratamiento y curación de
enfermedades” de la población infantil. Si bien el estudio de las virtudes curativas de la
risa en los individuos no es nuevo –se vienen haciendo investigaciones sobre el tema
desde hace por lo menos cincuenta años–, los científicos del Hospital de Niños Mattel,
el Jonsson Cancer Center y el Hospital Neuropsiquiátrico de la Universidad de California
estudiarán por primera vez en niños, cuyas edades oscilan entre 7 y 17 años, las
reacciones emocionales y biológicas que desencadena la risa. En una segunda etapa
del proyecto, los investigadores piensan extender el estudio, basado en la proyección
de películas cómicas, a pacientes adultos.
La doctora Lonnie Zeltzer, directora del programa para adolescentes del hospital,
cuenta los primeros pasos del proyecto. “Por ahora, estamos trabajando con chicos
sanos, de primaria, de secundaria e inclusive con nuestros propios hijos. Estamos
viendo cuáles son los videos que más los divierten. Luego, le haremos a estos chicos
una batería de tests. Queremos saber qué pasa cuando se ríen, qué sucede con las
hormonas vinculadas al estrés, con el sistema inmunológico y el cardiovascular”, dice.
En una segunda etapa, que los investigadores calculan será dentro de seis meses, los
videos elegidos se proyectarán a niños enfermos, monitoreando también sus
reacciones biológicas. Los exámenes se harán en distintos tipos de enfermos, dice
Zeltzer. “Les mostraremos los videos a chicos con enfermedades graves, pacientes de
cáncer o sida, pero también con criaturas que sufren dolores crónicos; artritis, por
ejemplo. También nos interesa ver el uso del humor en situaciones posoperatorias o
en tratamientos dolorosos o difíciles como los de diálisis.”
Un mejor manejo del dolor y del estrés es lo más básico que el humor puede lograr,
afirma esta médica que hace varios años investiga el dolor en los chicos. “Lo que
queremos establecer es si además tiene efectos curativos que se puedan medir desde
el punto de vista fisiológico.”
La psiquiatra infantil Margaret Stuber, otra investigadora del proyecto, reconoce
que hay límites para el poder curativo de la risa. “Pero si bien puede no curar
enfermedades graves, uno de los puntos importantes de esta investigación es ver
cómo el humor facilita el proceso de curación”, subraya la especialista, quien agrega:
“sabemos que la risa es buena para tratar la ansiedad y las preocupaciones y puede
ser que el humor desencadene cambios en el nivel biológico”.
Stuber también dice que la entusiasma la inmediatez con que los resultados de esta
investigación se pueden poner en práctica. O, en otras palabras, que a diferencia de
otros tratamientos, la risa cuesta poco o nada. “Como investigadores, a veces
encontramos cosas que son útiles pero difíciles de implementar o muy costosas. El
humor es accesible, en cambio para muchísimos chicos de diversa extracción social”,
sostiene.
Los tratamientos a base de humor son democráticos desde el punto de vista económico
y, según comenta Dunay Hilber, quizá en un futuro atraviesen fronteras. “Aspiramos
a que este proyecto se internacionalice. Pero, claro, esto depende de la cantidad de
dinero que reunamos. Tenemos confianza porque contamos con el apoyo de la
industria del entretenimiento y también con estos excelentes médicos de la
Universidad de California. Creemos que en los hospitales de niños de todos los
rincones del planeta se puede usar la risa con propósitos curativos”, dice.

En los hospitales de Europa Central es habitual tener en plantilla payasos


profesionales. La razón: los niños se recuperan antes con el humor. En España, la risa
ha conseguido resultados positivos en los hospitales del Niño Jesús (Madrid) y en el
Son Dureta (Mallorca). F.J. Rodríguez dice en Humor y medicina (Editorial Algazara):
"Las emociones negativas producen cambios químicos nocivos para el cuerpo y las
positivas demuestran unos valores que no debemos desaprovechar".
España ocupa un lugar discreto en el escalafón de esta terapia. Así lo deja entrever el
psicólogo José Elías. Su centro--en Madrid--es, junto con la Escuela de la Terapia de la
Risa (Barcelona), una de las sedes de la risa curativa en España. Su método consiste
en "usar la carcajada para liberar al paciente de las enfermedades". Se trabaja en
grupos de 4 0 5 personas, se busca la risa con vídeos, conversaciones, cosquillas... Se
imparten cursos de cuatro meses y también se aplican terapias individuales.

Existen muchos obstáculos para la risa.


Como ya hemos dicho anteriormente el ánimo relacionado específicamente con el
humor y la risa constituye una influencia muy positiva. Pero esto, que hoy resulta
evidente -al menos para muchas personas observadoras y medianamente informadas-,
no siempre lo ha sido, ni mucho menos para todo el mundo. En la historia de la cultura
occidental, desde siempre han existido posiciones hostiles a la risa .
Si los hombres, dueños del mundo antiguo, tenían restricciones para reírse, a ellas les
estaba prácticamente vedado. Unas y otros sufrieron la alta valoración de lo serio y el
desprecio por la expresión de los sentimientos, en particular de la risa. Hasta hoy se
sienten las consecuencias de esa represión. En la antigüedad, ni Pitágoras ni Platón
congeniaban con la risa. En su República, Platón la consideró un gesto cercano al
descontrol y un mal ejemplo para las generaciones jóvenes. Aristóteles, por su parte,
resaltó las bondades de la tragedia por sobre la comedia, por considerar que
engrandecía el espíritu a través de la catarsis.
La Regula Benedicti, la Regla de los Monjes benedictinos, escrita por San Benito i
Abad alrededor del año 540 de nuestra era, ha sido la norma de innumerables
comunidades monásticas durante más de 1500 años, según los estudiosos. Entre las
estrictas reglas que debía obedecer esa comunidad, se estipulaba que " En cuanto a las
bromas, las palabras ociosas y todo lo que haga reír, lo condenamos a una eterna ,
clausura en todo lugar, y no permitimos que el discípulo abra su boca para tales
expresiones ".
En su libro "La instrucción de las vírgenes ", escrito para su hermana Florentina, por su
decisión de hacerse religiosa, el obispo visigodo, Leandro de Sevilla (537¿600), le
aconseja qué hacer con la risa: " El gozo es fruto del espíritu, y no perturba el espíritu
con el denigrante espectáculo de la risa “En la risa se demuestra de ordinario lo que
es el corazón de la virgen, pues nunca reirá con descaro si tiene el corazón casto. El
rostro es el espejo del corazón: no ríe a tontas y a locas sino la que es libertina .
Huye, pues, de la risa, hermana, como de una locura, y transforma en llanto las
alegrías del siglo para que logres la justificación, llorando lo destierro en este mundo,
porque los que lloran conforme al precepto de Dios son felices y hallarán consuelo ".
En la Edad Media la risa estaba vinculada a cosas del diablo , se oían con frecuencia
risillas y carcajadas diabólicas, pero nunca sagradas. Los santos y los ángeles, cuando
más, esbozaban una leve sonrisa.
EL tema de la risa es central en el famoso libro de Umberto Eco, “El Nombre de la
Ros”a El asesino guardaba en la biblioteca del monasterio un libro, un segundo tomo,
desaparecido, de la Poética de Aristóteles, en el cual el filósofo ensalza la risa. Cuando
Guillermo le pregunta al asesino por qué le teme tanto a ese libro, aquel le responde:
"(...) La risa es la debilidad, la corrupción, la insipidez de nuestra carne. Es la
distracción del campesino, la licencia del borracho (...), la risa libera al aldeano del
miedo al diablo y este libro podría enseñar que liberarse del miedo al diablo es un acto
de sabiduría (...) ¿Y qué seríamos nosotros, criaturas pecadoras, sin el miedo (...)?".
En el siglo XVI, la Iglesia Católica puso en el Indice de libros prohibidos diversas
publicaciones satíricas y humorísticas, y en 1582, el Papa Pío V promulgó un decreto
contra la risa "sin moderación" en la iglesia.
Con todo, de acuerdo al lingüista ruso Mijail Bajtin, en la Edad Media existió una
cultura burlesca o cultura de la risa, que transcurría en un mundo paralelo al oficial, en
los carnavales populares, en las plazas y en la comunicación familiar. Un mundo
descrito por Bajtin como un lugar que ofrecía "una visión del mundo, del ser humano y
de las relaciones humanas totalmente diferente, deliberadamente no-official, exterior a
la Iglesia y al Estado ". Un mundo inhibido, pero vivo al fin y al cabo.
Esta idea de la risa llega hasta los tiempos modernos, aunque con matices más finos:
"La risa es satánica, luego es profundamente humana", dijo Baudelaire.
Sin embargo, los ángeles y santos medievales cedieron su lugar desde hace mucho a
otros íconos. En los tiempos actuales no presentan ya aquellas lindas alas y aureolas.
Pero conservan lo fundamental: la seriedad. Adoptaron la forma menos excelsa pero
mucho más ejecutiva de lo que se llama hombres serios, confiables, respetables. Y los
demonios, por su parte, también perdieron aquel curioso aspecto. Pero conservaron su
humor, y pasaron a ser esa clase de gente que no llegará a nada en la vida porque es
poco seria, poco confiable y respetable. (Un caso muy particular de esa gente son los
artistas, cuya dudosa fama cristalizó ya en la época medieval, en relación con los
bufones y saltimbanquis de feria.)
En realidad, el pensamiento hostil a la risa es tan antiguo y de tanto abolengo como su
contrario, el que reconoce el valor esencial de la alegría. En la propia Biblia también
encontramos que "la risa es privativa de los tontos" (Eclesiastés VIII, 6-7). Y si
observamos bien, nos damos cuenta de que toda hostilidad a la risa, al humor, oscila
siempre entre estos dos extremos: o se les ve como cosas maléficas, dañinas, o como
puras tonterías.
Pero, aún en los tiempos actuales, persisten en la vida social estos íconos adversos al
humor, con el obstinado prejuicio que implican. Cuando se habla de trabajo, de
estudio, de algún tipo de responsabilidad, el adjetivo serio tiene una elevada carga
positiva. Si en dicho contexto alguien no encaja, no funciona, puede que sea porque le
cuadra el sambenito de que no es serio. Quizás sólo lo busquen, como a los antiguos
bufones, para un momento de diversión, de relajación (en el que nadie echaría de
menos al tipo serio).
Nos han enseñado desde pequeños que no debemos reírnos en determinadas
ocasiones. Nos han inculcado la seriedad y que reír es malo y que lo serio bueno.
Hay lugares en los que está prohibido reír como por ejemplo en la Iglesia, en un
funeral, durante la clase en la escuela y otros en los que se nos sugiere no reír, por
ejemplo en situaciones laborales.
No existen lugares en los que se recomiende reír.
A lo sumo los hay en los que está permitido y no está mal visto, ni desacredita hacerlo
como en los Teatros viendo espectáculos de humor o el Cine con películas humorísticas
Uno de los frenos más importantes y con más fuerza a la hora de reír es el miedo a
parecer poco formales o ridículos, a no tener credibilidad, a que no nos consideren
personas maduras ni responsables.
Por ésta razón, las personas que dan mucha importancia a la seriedad tienen miedo al
humor porque creen que hacen peligrar ese status social o económico que tanto les ha
costado crear. Pero lo que en realidad peligra es la postura de seriedad rígida, no el
status o la posición social.

La sesiones de geloterapia consisten en causar la risa. El fin del curso de Geloterapia


consiste en aprender a generar una risa llana y franca en cualquier momento que lo
deseemos y ayudar a los demás a realizarlo de las misma forma, siempre que lo
necesitemos y estemos en el entorno adecuado .Esto se consigue mediante técnicas
practicadas colectivamente ,que ayudan a liberar las tensiones del cuerpo y
así poder llegar a la carcajada, entre ellas: la expresión corporal, el juego, la
danza, ejercicios de respiración, masajes, técnicas para reír de manera natural, sana
Y así obtener en nuestro organismo los beneficios que la risa proporciona a nivel
mental, emocional y físico. La Geloterapia nos enseña a desdramatizar las
situaciones de la vida por muy fuertes que sean las que nos ha tocado vivir y también
nos ayuda a tener un espíritu abierto y optimista.

Este curso nos ayudará a :


• Sentirnos bien aliviando el stress, la depresión y la enfermedad.
• Reforzar la confianza en uno mismo.
• Liberar el "niño divertido" que cada uno lleva dentro de si.
• Estimular la creatividad.
• Introducir el factor diversión en el trabajo.
• Disfrutar de nuestras relaciones interpersonales y de pareja.
• Vivir un "nuevo comienzo" cada día.

Para poder llegar a todo esto es necesario desbloquear las tensiones y equilibrar las
emociones y así recuperar la risa sanadora que estimula la producción de distintas
hormonas Para ello debemos restablecer diferentes aspectos como:
- Favorecer la comunicación interna y externa.
- Aumentar la sensibilidad perceptiva.
- Desarrollar la creatividad.
- Mejorar la capacidad de abstracción.
- Agudizar la motricidad gruesa y fina.
- Expresión corporal. “Sentir que siento”.
- Alcanzar estados de consciencia, relajación y armonía.
- Recuperar autoestima.
- Redescubrir la alegría. JUGAR.

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