BOLIVIA ENTRE CAMBAS, COLLAS, CHOLAS, CHOLAS

Hablar, explicar y entender las identidades existentes en Bolivia es sumamente tortuoso,

intrincado y enmarañado. Para empezar la identidad es todo aquello que compone a las personas,
dividiéndolas en grupos. Por ejemplo podemos nombrar entre las más visibles a la identidad
cultural, relacional, política, religiosa, etc. Etc.

Bajo la concepción del periodista Juan José Toro Montoya en su artículo publicado el 28 Junio,
2017 en Erbol, señala: “El derecho a la autoidentificación cultural está consagrado en el primer
parágrafo del artículo 21 de la Constitución Política del Estado. Para gozar de él, es suficiente
proclamar la pertenencia a una de las culturas, etnias, naciones o pueblos indígenas originarios
reconocidos por la legislación boliviana.”

En Bolivia –cuando se habla de “indígenas”, o cuando se hace referencia a distintas formas a la

diferencia cultural (cuando se habla de indios, birlochas, t’aras, K’aras, mozos, lloqallas, imillas,
cholas, cholos, collas, cambas, kunumis, pata amarillas, karayanas, etcétera), entra en juego la
variable étnica en una dimensión eminentemente política y relacional: “Es la sociedad la que
defiende la etnicidad del individuo, la del miembro tanto como la del extraño, y no al contrario”
(Stavenhagen 2001:29). Esto quiere decir que nadie es “en esencia” indio, blanco, t’ara o k’ara,
kunumi o karai, sino que estas son construcciones sociales que se dan en el juego político entre
grupos sociales y que en este caso apela a la dimensión cultural para construir diferencias sociales.

(Territorios Urbanos: Diversidad Cultural, Dinámica Socioeconómica y Procesos de Crecimiento

Urbano en la Zona Sur de Cochabamba. / Nelson Antequera Durán. / La Paz, 2007)