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Uno de los dilemas actuales con los que se enfrenta la bioética es la clonación, la cual
consiste en producir copias genéticamente idénticas de un individuo; este mecanismo es
un ejemplo del tipo de reproducción asexual en organismos como bacterias,
cianobacterias, algas, protozoos, hongos e inclusive algunas plantas, pero el proceso
posee una mayor complejidad si se realiza en organismos con reproducción sexual,
especialmente en los animales.
En este caso particularmente, la clonación implica un gran dilema bioético y moral, ya que
por un lado se evidencia el avance significativo en medicina, pues al descifrarse el
genoma humano, podrían hallarse las ubicaciones de las mutaciones que generan
enfermedades de carácter hereditario y, de esta forma, se obtendría la cura para
enfermedades tales como la diabetes, el Alzheimer y el Parkinson.
Con respecto a esta situación, la iglesia rechaza totalmente la clonación, pues considera
que se toma al ser humano como un objeto que “va en contra de la dignidad de las
personas porque trata a los seres humanos como productos” (O´Malley, 2018),
advirtiendo que es un proceso en contra de la naturaleza, donde el ser humano pierde su
dignidad y en cierto momento por su corrupción, terminará clonándose a sí mismo no para
un bien, sino que los clones inclusive serían usados como armas en guerras o generar la
posibilidad de crear “razas puras e impuras”, originando un racismo frente a quienes
presenten los defectos típicos de cualquier ser humano; evento semejante ocurrido en los
estudios del Doctor Mengele, quien experimentaba con judíos de manera inhumana en
condiciones miserables, tratando de originar seres puros como la raza aria para los nazi.
Aunque un clon humano pueda ser idéntico a la persona a partir de la cual se originó
presentando su mismo genoma e inclusive su fenotipo, el hecho de haber vivido ciertas
experiencias en diferentes contextos implicaría también diferencias significativas en sus
personalidades y por lo tanto, se desarrollarían contrastes entre ellas. Esta situación
podría cuestionarnos acerca de si un clon posee o no alma, creyendo que el alma es una
entidad inmaterial que existe a partir de nuestras creencias, siendo considerada por
Platón como la dimensión más importante del ser humano encarcelada en un cuerpo.
Día a día, la tecnología avanza exponencialmente, y con ella, se originan ideas futuristas
que antes eran solo un sueño y cada vez son más tangibles. Con estos avances
tecnológicos, vienen necesariamente los avances científicos, que buscan perfeccionar al
ser humano, o que tratan de solucionar problemas que están deteriorando y acabando
nuestro planeta. Es importante tener en cuenta que no todos los avances científicos y
tecnológicos han sido favorables, un ejemplo de dicha situación puede observarse en la
serie llamada Black Mirror en el episodio “El museo negro”, en donde ese sitio se
caracteriza por exhibir objetos tecnológicos que se han utilizado en crímenes, pero
realmente lo que muestran es un gran dilema moral debido a que en el momento de su
creación tenían como finalidad utilizarse para un bien pero el ser humano corrompió su
finalidad pues los utilizó en situaciones que causaban algún daño o maleficio.
En el segundo fragmento de este episodio, Jack y Carrie son una feliz pareja que junto a
su hijo Parker van al parque y al tomar una foto, la mamá es atropellada por una furgoneta
y queda en coma durante mucho tiempo. El esposo la visitaba todas las semanas, le
hablaba y le mostraba videos de su hijo, y en cierto momento, un médico llamado Rollo
Haynes, le ofreció a Jack la posibilidad de una nueva oportunidad de vida para su esposa,
donde ella conviviera dentro de él en una conciencia compartida; luego que el esposo
aceptara, se hizo el procedimiento. La pareja convivía feliz y en armonía pero después de
un tiempo empezó a ser molesto para Jack porque no tenía privacidad y se cansaba de
Carrie, entonces Rollo le dio la opción de ponerle un botón de pausa con el cual podría
“apagarla” y volverla a encender cuando quisiera. Llegaron a un acuerdo de que ella solo
podía ver al niño los fines de semana y pasado un tiempo, Jack se enamora de su vecina
Emily y Carrie furiosa se opone completamente. Después de darse cuenta que era
imposible convivir así, Rollo le muestra a Jack una posibilidad aún más inhumana, donde
se ve el dilema principal, que consiste en transferir la memoria de Carrie a un mono de
peluche que puede sentir y se expresa con dos frases “Monito te quiere” si está feliz, o
“Monito necesita un abrazo” si está triste. De esa forma, Jack pudo volver a su
cotidianeidad, aunque para Carrie fue demasiado difícil, porque después de un tiempo
Jack también se aburrió del mono y lo abandonó, a pesar de que ella seguía ahí adentro.
En este caso, vemos cómo se vulneran completamente los derechos del ser humano,
aunque se viera como una posibilidad de salvación, el hecho de que sólo pueda vivir un
ser como espectador dentro de otro ser es inhumano, ya que está ligado a las decisiones
del que maneje el cuerpo y la persona adentro no podría hacer nada, sino simplemente
quedarse mirando, sin posibilidad de comer, o hacer algo distinto, simplemente
condenado a ser un observador por el resto de la vida del poseedor del cuerpo, hasta
que este se canse como lo vimos en este programa.
Aunque hay una excepción que se presenta al final del episodio, donde se muestra cómo
la mamá de Nish, quien es la protagonista del capítulo, también se encuentra en su mente
y puede volver a estar tranquila después de ver que en ese museo, donde el alma de su
esposo era torturada y estaba en pena, finalmente logra descansar desapareciendo
completamente. El éxito de estos avances dependen de quien los manipule, ya que
vemos el ejemplo de una pareja que podría decirse que actuaba como si estuviera
divorciada, porque simplemente no pueden convivir juntos y los une su hijo, termina con la
madre enclaustrada en un mono de peluche eternamente con un sufrimiento constante; y
por otra parte, se muestra una esposa quien se alegra al ver cómo su esposo muerto,
inocente y acusado de un crimen que no cometió, finalmente podrá descansar.
Evangelion es una serie que muestra un mundo post apocalíptico donde los seres
humanos combaten enemigos alienígenas conocidos como Ángeles, con niños que
pilotean mechas llamados Evas que contienen el alma de sus madres. El personaje
principal, Shinji Ikari es un niño de 14 años con depresión y se encuentra en un Dilema
del Erizo, el cual está relacionado con algunos erizos que estaban en invierno y tenían
dos opciones, la primera era juntarse y darse calor corporal aunque haciéndose daño por
sus espinas y la segunda que sería morir solos y congelados. Por lo tanto, le es difícil
confiar en la gente y en la sociedad, aunque su depresión es alta, no es capaz de quitarse
la vida. Al final de la serie, se le da la opción a Shinji de decidir lo que ocurra con la
humanidad, si le da otra oportunidad de continuar ó si la obliga a evolucionar y convertir
toda la materia en un solo ser; ambas cosas pasaron en los dos finales y en este último
ocurre la instrumentalización humana. En el primer final, tras muchos cuestionamientos
acerca de quién es y cuál es su finalidad en el mundo, Shinji supera la depresión y niega
la instrumentalización humana, mientras que en el segundo, él continua con su depresión
y se da cuenta de que no quiere seguir con la existencia cuando ve morir a Asuka, su
compañera, por la cual experimentaba diversos sentimientos.
CÓDIGO: 15
CURSO: 11 E
ASIGNATURA: FILOSOFÍA