Ciencia: hace referencia a una pluralidad de ciencias que, consideradas en conjunto, dan cuerpo

a una realidad compleja y muchas veces también contradictoria.

La ciencia es una actividad específicamente humana vinculada a la producción de cierto tipo

de conocimiento, constituyen un sistema de conocimiento y de concreciones mentales y
prácticas.

La delicada con omnipresencia de la ciencia en nuestra realidad exige una adecuada

comprensión de complejidad, de su interrelación e integración en los múltiples aspectos de la
vida social y de la interrelación e integración conflictiva entre sus diversas dimensiones, que a
los fines de la presente exposición podemos distinguir de la siguiente manera:

a) Dimensión teórico metodológica: en la cual la ciencia se presenta como un sistema de

conocimientos sujeto en las exigencias de la coherencia racional y la contrastación empírica
obtenido mediante un conjunto de procedimientos metódicos.

b) Dimensión histórica: en la que se señala los procesos dinámicos de búsquedas y

transformación de los conocimientos, la práctica de la investigación que toma lugar en
condiciones concretas y que pone en juego una multiplicidad de factores psicológicos, sociales,
económicos, ideológicos, etc.

c) Una dimensión institucional y cultural: en la cual la ciencia puede analizar como una
actividad profesional progresivamente autonomizada de otras y hegemónica tanto desde el
punto de vista de la producción, del dominio y transformación del mundo y de la acumulación
de riqueza, como desde el punto de vista de la cultura.

Comprender la ciencia exige: comprenderla en su multilateralidad, en su complejidad, en su

contradictoriedad.

En cuanto actividad de producción de conocimiento intencional, consciente, racional y

metódica, sujeta a la exigencia expresa de la comunicabilidad de las ideas, a la crítica racional y
a la validación de sus resultados, confronta con la actividad cognoscitiva que cobra realidad en
el interior de nuestra vida y nuestras actividades cotidianas, actividad que puede ser considerada
como espontanea, co consciente, no reflexiva, tenida por intereses y afectos, no sujeta a sus
pautas racionales de comunicabilidad y critica y atenta sólo a las sanciones o legitimaciones de
la práctica, a las validaciones de la vida individual y social.
 Diversidad del campo epistemológico

El conocimiento surge del encuentro de un sujeto que conoce y un objeto a conocer.

De esa relación entre sujeto y objeto resulta un primer nivel de conocimiento animad por la
pretensión de la verdad objetiva, a una verdad que en cuanto tal trasciende el campo de las
ciencias subjetivas, revela un modo de ser de ciertos fenómenos, es comunicable y se expone a
la crítica y puede promover el consenso de todo sujeto racional que comporta las teorías, los
procedimientos y las técnicas que condujeron al mismo.

Cuando este conocimiento se convierte en objeto de conocimiento, la relación del sujeto con
su propio conocimiento se sitúa en el segundo nivel, el del conocimientos epistemológico, el del
conocimiento, animado por la pretensión de clarificar tales condiciones, reglas, limites, validez,
historicidad, del conocimiento científico, aportando así a su legitimación, a sus aceptación en el
campo de la teoría, de los valores culturales, de la credibilidad social.

La epistemología exige así un dialogo mutualmente fecundante entre la ciencia y la filosofía.

Los científicos aun cuando disponga de los mayores recursos para conocer su dominio particular
de objetos pueden no encontrarse en la misma situación para conocer su propio conocimiento y
pueden acceder al mismo con un conjunto de nociones, prejuicios, preconceptos, categorías, que
constituyen obstáculos para una justa comprensión del mismo.