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Rep. De Lectura 1: El profesorado ante la enseñanza.

Didáctica general. Alumno: Rafael Vilchis Ramírez

El papel del docente como demiurgo de la sociedad del mañana.

En esta lectura se muestra el panorama profesional y social al que se enfrentan aquellos que se
proponen ser formadores de conocimiento, esto es, el ámbito de la docencia, que es de sumo
interés ya que se encargan de formar las sociedades futuras.

El papel que el docente desempeña es similar al del demiurgo que ordena y compone el mundo, ya
que el docente no solo se encarga de dar conocimiento, sino que a su vez se ocupa de la manera en
cómo se imparte este conocimiento, así como de su impacto en la vida del alumno, por lo que el
docente, debe estar atento no solo al conocimiento, sino además al comportamiento y nivel cultural
de quienes enseña, pues todo es necesario para un desarrollo completo que forme alumnos
entendidos, críticos y capaces de resolver problemas siempre con un fin ético en pos de mejorar la
calidad de vida de los individuos en una sociedad.

Por ello la meta de la docencia es “proporcionar las ideas clave sobre los procesos de enseñanza-
aprendizaje que den la base suficiente para su futuro desarrollo”. Para ello es necesario que el
docente se forme en un desarrollo intelectual no solo en un periodo de tiempo- el tiempo de la
facultad, o estudios académicos- sino durante su vida, siempre encaminado a la reflexión de su
tiempo y como influir en ella de manera positiva, haciendo que los alumnos sean capaces de
solventar las exigencias del nuevo mundo, es decir, que cumplan con los niveles básicos de
conocimiento tanto científico como cultural, además de ser entendidos de las nuevas tecnologías y
su función en la solución de problemas.

En el mundo actual se exige que los alumnos estén versados en distintas materias, aunque esto
plantea un gran inconveniente, pues en un mundo siempre en constante pelea con el tiempo,
mucho de lo que se enseña es de manera somera, además del problema en el interés que tienen las
personas por conocer, ya que en muchos casos en conocimiento no es una meta sino un fin, y por
ello el papel del docente es esencial para despertar el conocimiento a una cultura ya no del
refinamiento, sino de la apariencia en el ser. Por ello el docente debe ser capaz de motivar a sus
alumnos empleando recursos didácticos y uso de herramientas tecnológicas que fomente el interés
por el aprendizaje en el alumno, además, claro está, de sus conocimientos epistémicos en cuanto al
conocimiento de las materias que pretende impartir.

El docente debe conocer su pasado histórico, además de estar al día de las nuevas tendencias
culturales y tecnológicas, para abordar los problemas epistémicos y prácticos que la enseñanza en
la academia genera, para abordarlos y dar una visión desde la vida misma, procurando en el alumno
un interés ético su entorno.

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