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ÉPOCA DE LA EMANCIPACIÓN
Además de los próceres Juan José Crespo y Castillo y Gabriel Aguilar, que
murieron heroicamente por la causa emancipadora, han sido también patriotas
notables los coroneles Domingo y Juan Antonio Valdizán, combatientes de las
campañas de Junín y Ayacucho. Fue ilustre patricio y fundador del poder
legislativo Manuel Antonio Valdizán (hermano de los coronales mencionados),
fervoroso patriota desde sus días de estudiante carolino en Lima, quien llegó a
ser diputado por su provincia en el primer Congreso Constituyente (1823).
Estuvo entre los legisladores que no aceptaron las ambiciones dictatoriales del
presidente José de la Riva Agüero (agosto de 1823) y respaldó la política
bolivariana (1824-1925). Fue nuevamente representante de Huánuco en el
Congreso de 1826, en las legislaturas de 1829-1831, y en la Convención
Nacional de 1833-1834. Valdizán también impulsó la navegación fluvial en la
zona oriental del departamento y condujo personalmente en 1834 una
expedición que recorrió el Pachitea estudiando las condiciones de la
navegabilidad del Mayro o Sarayacu. También ha sido destacado parlamentario
huanuqueño de los primeros días de la República Gregorio Cartagena, jurista y
teólogo que fue el primer director del Colegio de Ciencias de Huánuco, luego
secretario del Congreso en 1828 y diputado en 1832 y 1839, destacando por su
férrea posición progamarrista. En las décadas siguientes Huánuco siguió
siendo pródiga en aportar caudillos parlamentarios. Tenemos entre los más
notables al coronel Mariano Ignacio Prado, constituyente (periodo 1855-1857) y
luego presidente de la Cámara de Diputados (periodo 1873-1876) antes de
erigirse en presidente de la República; a Luciano Benjamín Cisneros (elegido al
Congreso en 1858, 1873 y 1876), cuya hidalga defensa de la ley obligó a
renunciar, en 1873, al ministro de Gobierno de Manuel Pardo, Francisco Rosas,
implicado en el encubrimiento del asesinato en una cárcel de Huánuco de dos
militares insurgentes: Mariano Herencia Zevallos y Domingo Gamio; también
son importantes el coronel Federico Ríos (elegido de 1868 y 1970), José
Manuel Elguero (elegido en 1867) y Pedro Caballero (elegido en 1867) y Pedro
Cabalelro (elegido en 1879).
Al poco tiempo San Martín y sus tropas se embarcaron rumbo al norte de Lima
para instalar su nuevo cuartel general en Huaura. Es aquí que el líder patriota
promulga un reglamento provisional creando los primeros departamentos del
Perú : Lima, Trujillo, Tarma y Huaylas.
La llegada de la Corriente Libertadora del Sur al Perú fue para lograr su independencia
por ser el centro del poder realista en América del Sur y así asegurar la
independencia de los demás países. El Virrey, en cumplimiento con los dictámenes
de España, propició la conferencia de Miraflores donde se reunieron los
representantes de San Martin y Pezuela. La posición patriota era el reconocimiento
de la Independencia, mientras que la posición realista era el sometimiento al Rey y
a la Constitución Liberal de 1812 por ser posiciones antagónicas la conferencia
resultó un fracaso. Después, el 5 de octubre, San Martín ordenó realizar la campaña
a la sierra central al español Álvarez de Arenales para que insurreccionara esa
región y estableciera un cerco sobre Lima, con la ayuda de los montoneros que eran
campesinos alzados en armas. San Martín decidió trasladarse a Huaura el 26 de
octubre. Posteriormente recibió las noticias de la captura del mejor barco realista La
Esmeralda, la deserción del batallón realista Numancia al bando patriota, la victoria
de Cerro de Pasco, obtenida por el general Arenales sobre las fuerzas realistas del
brigadier O' Really, la independencia de la intendencia de Trujillo, de Guayaquil y
del partido de Jaén. Según Francisco Quiroz, San Martín confiaba en que los
criollos o españoles nacidos en América se pronunciarían de consenso por la
separación y, por ende, el problema se resolvería prontamente. Estos
acontecimientos favorables a los patriotas y las vacilaciones del virrey con respecto
a las fuerzas insurgentes, llevaron a que el bando realista cuestione su desempeño
ocasionando el motín de Aznapuquio o el golpe de estado contra Pezuela y luego se
eligió a José de la Serna como virrey.
Heraclio Bonilla sostiene que la Independencia del Perú no significó, en manera alguna,
la quiebra del ordenamiento económico y social de carácter colonial que continuó
vigente hasta el ocaso del siglo XIX probablemente porque fue conseguida por los
ejércitos aliados de fuera. Es decir, una independencia concedida más que obtenida.
Tuvo que pasar muchos años en nuestra Historia para obtener la independencia
política; sin embargo, hay otra independencia que no poseemos. Esta es la
independencia espiritual porque aún estamos bajo el dominio del pecado que es la
desobediencia a la voluntad de Dios para con mi vida. La Biblia dice al respecto:
"Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado,
esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí
queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres."
Juan 8: 34-36