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El problema con tales tratamientos para la vaginosis bacteriana es que hay una abrumante
probabilidad del cincuenta por ciento de que la afección vuelva a aparecer después de solo
un año. La peor parte es que una vez que el problema vuelve a aparecer, tu médico volverá
recetarte los mismos tratamientos, que volverán a los mismos resultados de antes, alivio
durante un tiempo y recurrencia de la vaginosis bacteriana.
Además, es posible que debas obtener una receta para estos antibióticos y existe una buena
razón para esto, el hecho es que siempre existe el riesgo de sufrir efectos secundarios e
incluso puedes llegar ser intolerante al antibiótico.
Otro problema con tomar antibióticos para su vaginosis bacteriana es que pueden dar lugar
a infecciones por hongos y la razón de esto es simple, los antibióticos comienzan a atacar a
las bacterias malas y en el proceso acabarán destruyendo muchas de las protecciones más
saludables en su vagina. Entonces, mientras se resuelve un problema, surge uno nuevo.