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Brigadas Rojas
Las Brigadas Rojas (en italiano Brigate Rosse) fueron una organización de lucha armada revolucionaria italiana fundada en
1969, que fue paulatinamente convirtiéndose en un grupo terrorista. Partiendo de una formación teórica marxista-leninista,
tenía como objetivo atraerse a una parte del proletariado hacia sus posturas insurreccionales frente a las políticas reformistas
del PCI. Uno de sus objetivos fundacionales era retirar a Italia del Tratado del Atlántico Norte, que influía la politica italiana a
través de la denominada Operación Gladio. Su símbolo es una estrella asimétrica de cinco puntas.
La historia de las BR comienza con algunos estudiantes de la Universidad de Trento, que durante las revueltas estudiantiles de
1968 forman parte de los CUB (Comites Unitarios de Base), grupos mixtos de estudiantes y trabajadores que organizan las
revueltas, huelgas y mitines de aquel año. En estos grupos sobresalen las personalidades de Marco Boato, Mauro Rostagno y
sobre todo de Renato Curcio y su futura esposa Margherita "Mara" Cagol. Curcio es redactor de la revista "Lavoro Politico" de
inspiración marxista-leninista, critica en un principio con la lucha armada, pero que poco a poco va cambiando de postura
influido por la represión de la policía en la manifestación de Avola (Siracusa) donde mueren 2 braceros y hay 50 heridos, así
como por el aumento de la violencia neofascista de grupos como Ordine Nuovo. Curcio y Cagol se casan en agosto de 1969 y
se trasladan a Milán junto a Giorgio Semeria y Paola Besuschio, futuros miembros fundadores de las BR.
La experiencia de Izquierda Proletaria continua paralelamente a las primeras acciones brigadistas, anunciando el 20 de
septiembre de 1970 con un boletín titulado L'autunno rosso è già cominciato (El otoño rojo a comenzado), el final de la SP y el
nacimiento de la revista "Nuova Resistenzia" portavoz del neonato grupo Brigadas Rojas. El nombre fue elegido tras largas
discusiones entre Curcio, Cagol y Franceschini en referencia a la Brigada Garibaldi y el Ejercito Rojo. La estrella de cinco
puntas se relacionaba con la bandera del Vietcong y al grupo guerrillero Tupamaros de Uruguay, la verdadera referencia de la
banda armada.
La primera acción de las BR fue el incendio del coche de Giuseppe Leoni, dirigente de la empresa Sit-Siemens enMilán el 17 de
Septiembre de 1970 dentro de las luchas obreras dentro de la fábrica. Esa misma tarde aparece en la ventanilla del Ferrari de
otro jefe de la empresa (el ingeniero Giorgio Villa) aparece un pasquín con el mensaje: ¿Hasta cuando durara tu Ferrari? Hasta
que nosotros decidamos que es hora de acabar con ella y con los esquiroles. BRIGADAS ROJAS. El 20 de octubre en el boletín
de Sinistra Proletaria saludan el nacimiento de las BR: Las apariciones de organizaciones obreras autónomas (Brigadas Rojas)
indican los primeros momentos de autorganización proletaria para combatir a los patrones y a sus siervos en su mismo
terreno y con los mismos medios que ellos utilizan contra la clase obrera.
Actúan basándose en las decisiones de una Dirección estratégica que establece campañas destinadas a la desarticulación de
su adversario: el poder político estatal. La dirección se expresa por medio de resoluciones estratégicas, consistentes en
documentos de análisis político que a intervalos indican los objetivos primarios a lograr y el modo (acciones armadas) a través
de las cuales se deben alcanzar. En la historia de las brigadas rojas se distinguen principalmente tres fases:
Mientras que en las dos primeras fases las BR operan como una única entidad, tanto ideológicamente como militarmente, la
tercera lleva a l grupo armado a dividirse tanto en el ámbito del análisis político, como en el de las tácticas militares.
Entre el otoño de 1980 y la primavera de 1981, dentro del cuerpo de las Brigadas Rojas se destacan:
Lo que queda de las Brigadas Rojas toma el nombre de BR –para la construcción del Partido Comunista Combativo (BR-PCC)
que - después haber sufrido la separación de la columna veneta (la "2 de agosto" – sufrirá también una división
debido a la acción de la Unión de los Comunistas Combativos.
Las Brigadas Rojas surgen en un contexto muy favorable existente durante el período 1968-1969, un bienio de luchas de
trabajadores y estudiantes. En el sector milanés, al lado de aquellos que más tarde conformarán los "grupos históricos" de la
nueva izquierda se forman muchos Comités Unitarios y Colectividades Autónomas. Consisten en formaciones externas al
control parlamentario y a las organizaciones sindicales.
La coordinación de varios de esos grupos, en el otoño de 1969, toma el nombre de Colectividad Política Metropolitana (CPM),
que reúne trabajadores y técnicos presentes, particularmente, en dos establecimientos: Sit Siemens y Pirelli. A ellos se unen,
estudiantes de diversos estratos sociales: hijos de la pequeña y mediana burguesía, pero también hijos de trabajadores. Las
dos ramas principales- que en poco tiempo más formarán el grupo armado – provienen de la Universidad Libre de Trento
(Curcio, Cagol, Semeria) y de Reggio Emilia (Franceschini, Gallinari, Ognibene, Paroli, Pelli). Estos últimos - los muchachos del
departamento - son jóvenes formados en la FGCI, la organización juvenil del PCI. Posteriormente se unirán jóvenes
provenientes de otros grupos, tales como de las luchas de trabajadores del final de los años (Bassi, Bertolazzi) o de aquel
grupo que se convertirá primero en el Superclán y después – nacidos de la formación clandestina – en la escuela de Hyperion
de París (Mulinaris, Berio, Simioni) o de la inmigración de la provincia (Moretti).
Los militantes del CPM - el núcleo histórico de las Brigadas Rojas – fueron agrupados por el marxismo-leninismo en la versión
del Tercera Internacional, renovada con el análisis maoísta. Sin embargo, muchos de los militantes del CPM provienen de la
experiencia católica.
Un año después una parte del CPM da vida al grupo Izquierda Proletaria.
El debatido uso de la violencia encuentra apoyo e impulso en muchas formaciones extraparlamentarias a partir de la masacre
de la Plaza Fontana (12 de diciembre de 1969), interpretada por gran parte de los movimientos de aquel momento como
masacre de estado proyectada para disuadir las luchas de los trabajadores, mediante métodos terroristas.
En la Izquierda Proletaria dicho impulso se traduce por un lado en la opción de la creación de un periódico (Nueva
Resistencia), mientras que por el otro, se forma en la Pirelli de Milán, la primera Brigada Roja (noviembre de 1970). El pasaje al
ámbito del terrorismo ocurre en el otoño de 1970, en una convención realizada en Chiavari (Liguria), En esa sede se establecen
las bases de las Brigadas Rojas, que inicialmente tienen como objetivo la propaganda armada: con acciones manifiestas, pero
no sangrientas (atentados incendiarios, secuestros relámpago, divulgación de delitos, reivindicaciones y discursos), el grupo
armado procura sacudir las conciencias revolucionarias.
Entre noviembre de 1970 y mayo de 1972, nacen Brigadas Rojas en algunas grandes fábricas milanesas (Pirelli, Sit-Siemens) y
en algunos barrios grandes (Lorenteggio, Quarto Oggiaro).
Sus posiciones son expuestas, no sólo en volantes que acompañan sus intervenciones, sino también en documentos cortos o
en autoentrevistas.
La primera acción de las Brigadas Rojas de cierta importancia ocurre la noche del 25 de enero de 1971: son colocadas ocho
bombas incendiarias en ocho autotrenes de la pista de prueba de neumáticos de Lainate del empresa Pirelli. Tres de los
autotrenes son destruidos por las llamas.
La primera acción de las BR que tiene como objetivo una persona sucede en Milán el 3 de marzo de 1972, cuando el Ing. Idalgo
Macchiarini, dirigente de la Sit-Siemens, es capturado frente al establecimiento, fotografiado con un cartel colgado del cuello y
sometido a un interrogatorio de algunas horas sobre los procesos de reestructura puestos en marcha dentro de la fábrica.
El 2 de mayo de 1972, en Milano, se lanza la primera operación policial importante contra las BR. Sin embargo, la mayor parte
de los militantes perseguidos, logra evadir la detención. A partir de este momento la semiclandestinidad se transforma, para la
nueva organización, en una verdadera clandestinidad.
En agosto-septiembre de 1972 las BR, siguiendo el modelo propuesto en Uruguay por la organización guerrillera urbana de los
Tupamaros, crean en Milán y Turín dos columnas, cada de las cuales compuestas de más brigadas funcionando dentro de las
fábricas y de los barrios. Junto con la distinción entre fuerzas regulares (militantes de mayor experiencia totalmente
clandestinos) y fuerzas irregulares (militantes de todas las instancias que conforman la organización sin ser totalmente
clandestinos) se definen en forma precisa los niveles de militancia.
Mientras tanto, se van consolidando los acuerdos organizativos con grupos de Lodi y de Emilia-Romagna.
Entre 1972 y los 1974 las columnas de Milán y de Turín intentan tomar una decisión sobre la siguiente cuestión: las columnas
deben lograr afirmarse en sus respectivos polos y las brigadas en sus respectivas fábricas, o su existencia no tiene razón de
ser.
En el otoño 1973, en un encuentro entre los exponentes de la columna de Milán y Turín se decide articular el funcionamiento de
las columnas en tres sectores:
- el sector de las grandes fábricas;
- el sector de la lucha y la contra-revolución;
- el sector logístico
Brigadas Rojas
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Brigadas Rojas
Brigate Rosse
Actos criminales El secuestro y posterior asesinato del primer ministro Aldo Moro en 1978.
Las Brigadas Rojas (en italiano Brigate Rosse) fueron una organización de lucha armada
revolucionaria italiana fundada en 1969, que fue paulatinamente convirtiéndose en
un grupo terrorista (véase: estrategia de la tensión). Partiendo de una formación
teórica marxista-leninista, tenía como objetivo atraer a una parte del proletariadohacia sus
posturas insurreccionales frente a las políticas reformistas del PCI. Uno de sus objetivos
fundacionales era retirar a Italia del Tratado del Atlántico Norte, que influía la política
italiana a través de la denominada Operación Gladio. Su símbolo es una estrella asimétrica
de cinco puntas.
Índice
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Al día siguiente del secuestro es elegido por ambas Cámaras y con procedimiento de
urgencia un gobierno democristiano monocolor, presidido por Giulio Andreotti, que es
apoyado por una gran mayoría parlamentaria, incluido el PCI. Desde un primer momento el
gobierno Andreotti defiende una posición de firmeza ante la posible extorsión al estado por
parte de los secuestradores.
El 18 de marzo a las 12:00 después de los funerales de la escolta, se recibe en el diario Il
Messaggero una llamada telefónica de parte de las BR en la que se indica que en
un fotomatón dentro del pasaje subterráneo de la plaza de Torre Argentina se encontrará
una bolsa, que contenía 5 copias del primer comunicado de la banda y la foto de polaroid,
en la que se ve a Moro en mangas de camisa y que dará la vuelta al mundo. En el
comunicado las BR titulado Intentamos movilizar la más grande e unitaria iniciativa armada
para el posterior crecimiento de la guerra de clases por el comunismo y en él se decía:
Jueves 16 de Marzo, un núcleo armado de la Brigadas Rojas ha capturado y recluido en una cárcel del pueblo a ALDO MORO,
presidente de la Democracia Cristiana. Su escolta armada compuesta de cinco agentes de los cuerpos especiales ha sido
aniquilada....(Moro)ha sido el jerarca más poderoso, el "teórico" y el "estratega" indiscutible de este régimen democristiano que
desde hace treinta años oprime al pueblo italiano....Moro es el padrino político y el ejecutor mas fiel de las directivas impuestas
por las centrales imperialistas...Está claro que con la captura de Aldo Moro, y el proceso al cual será sometido ante el Tribunal
del Pueblo, no intentamos "cerrar" la partida, ni aún menos destruir un símbolo. sino desarrollar una voz de mando con la cual
todo el Movimiento de Resistencia Proletario se está uniendo para convertirse en mas fuerte, más maduro, más incisivo y
organizado... Llevar el ataque al estado imperialista de las multinacionales. Desarticular las estructuras, los proyectos de la
burguesía imperialista atacando a los personajes político-económico-militares que son su expresión...
Ese mismo día 18 son asesinados en Milán Lorenzo Ianucci y Fausto Tinelli, dos jóvenes
afines a la izquierda, el atentado es reivindicado por un desconocido Ejército Nacional
Revolucionario - Brigadas Combatientes Franco Anselmi. Este atentado llevará a
enfrentamientos entre sindicalistas en Milán, pues unos presentaban una moción de
huelga general por el caso Moro, pero otros se manifiestan en la plaza del Duomo gritando
"por Moro huelga general, por nuestros compañeros asesinados, volver a trabajar". Al final
no hay movilización unitaria de los sindicatos y en diversas ciudades se presencian
enfrentamientos entre policías y militantes.
El 21 de marzo el gobierno aprueba un decreto ley contra el terrorismo, introduciendo
normas excepcionales en el código penal. Ello no impide que el día 24 en Turín la BR
vuelvan a atentar, en este caso contra Franco Giovanni Picco, consejero regional de la DC
que resulta herido. A pesar de las continuas reuniones de un gabinete de crisis en el que
participan todas las fuerzas de defensa del estado, nada se avanza en encontrar el
paradero del secuestrado. El día 25 de marzo, las BR hacen encontrar su segundo
comunicado en Roma, Turín, Milán y Genova, en el cual se hace un repaso de la vida
política de Moro. El tercer comunicado, del 29 de marzo, va acompañado de mensajes del
propio Moro a su mujer Nora, a su colaborador Nicola Rana y al Ministro del
Interior Francesco Cossiga. En los comunicados de las BR aunque se incide
principalmente en el "juicio proletario" de Moro, se escribe abundantemente de revolución
proletaria, partido armado, y todas las inquietudes ideológicas que definen a las BR,
utilizando la publicación de estos como altavoz de su propaganda política. Es remarcable
en el número 2 la mención a Ianucci y Tinelli "asesinados por los sicarios del régimen",
señalando que:
se buscaran las directas responsabilidades de Aldo Moro por las cuales y con criterios de JUSTICIA PROLETARIA, será
juzgado...El interrogatorio, cuyos contenidos ya hemos hablado, prosigue con la completa colaboración del prisionero. Las
repuestas suministradas aclaran mucho más las líneas contrarrevolucionarias que las centrales imperialistas están usando,
delinean con claridad los contornos y el cuerpo del "nuevo" régimen que, en la reestructuración del Estado Imperialista de las
Multinacionales se está instaurando en nuestro país y que tienen como apoyo a la Democracia Cristiana...Moro es también
consciente de no ser el único, de ser, quizás, el más alto exponente del régimen; llama a los demás jerarcas a compartir con el
la responsabilidad, y envía a los mismos una apelación que suena como una explicita llamada al orden.
En la misma dirección van las peticiones de Aldo Moro a sus compañeros de partido y los
presidentes de las cámaras:
Esta solución debería ser negociada a través de la Cruz Roja de Ginebra y debería concretarse en una ley extraordinaria y
urgente del Parlamento, la cual me confiriera el "status" de detenido en condiciones del todo análogas de las de los prisioneros
políticos de las Brigada Rojas (Carta de Moro al Presidente del Parlamento Italiano)
El presidente Andreotti asegura en la Cámara: "No se puede pactar con los que tienen las
manos llenas de sangre" Benigno Zaccagnini, presidente de la DC reafirma esta posición
de no tener cualquier tipo de trato, igualmente Alessandro Natta, jefe del grupo comunista
en el parlamento apoya la línea de firmeza. Solamente desde el PSI, su presidente Bettino
Craxi aboga por abrir alguna puerta a la negociación, al menos por motivos humanitarios.
Dentro de la DC un pequeño grupo encabezado por Amintore Fanfani apoya le iniciativa
socialista, y se intentó por medio de Franco Piperno, líder de POTOP, y Claudio
Signorile del PSI un posible contacto con Mario Moretti para salvar la vida de Moro. El 15
de abril las BR hacen público su sexto comunicado:
El interrogatorio al prisionero Aldo Moro ha terminado... Las responsabilidades de Aldo Moro son las mismas por las cuales
este estado está bajo proceso. Su culpabilidad es la misma para la DC y su régimen, que serán definitivamente vencido,
liquidado y dispersado por la iniciativa de las fuerzas comunistas combatientes. No hay dudas. ALDO MORO ES CULPABLE Y
ES POR TANTO CONDENADO A MUERTE
Durante su cautiverio El 20 de abril, Moro apeló directamente al Papa Pablo VI para que
interviniera, de la misma manera que Pío XII lo había hecho en el caso del
profesor Giuliano Vassalli. El Papa escribió una carta a las Brigadas Rojas:
"No tengo ningún mandato para hablar con usted, y no estoy sujeto a ningún
interés privado en lo que respecta. Pero le quiero como a un miembro de la gran
familia humana, como un amigo de la época de estudiante y -por un título muy
especial- como a un hermano en la fe y como un hijo de la Iglesia de Cristo. Hago
un llamamiento que ustedes ciertamente no ignorarán;... de rodillas se los ruego,
liberen a Aldo Moro, simplemente, sin condiciones, no tanto por mi humilde y bien
intencionada intercesión, pero debido a que comparto con usted la común dignidad
de un hermano en la humanidad... Hombres de las Brigadas Rojas, me dejan, el
intérprete de las voces de muchos de nuestros conciudadanos, la esperanza de
que en sus sentimientos de corazón, que la humanidad triunfará. En la oración, y
siempre amándolos, espero prueba de ello.'Paulus PP VI."
Actividades[editar]
El núcleo original de las Brigadas Rojas se especializó en asesinatos y secuestros de
miembros del gobierno y empresarios italianos. Su modus operandi era disparar a las
víctimas cuando abandonaban su domicilio o su trabajo. El grupo había estado
largamente inactivo desde que las autoridades italianas y francesas arrestaron a la
mayoría de sus miembros en 1989. En la actualidad cuenta con recursos y militancia
limitados. La mayoría de los terroristas no se encuentran activos.
Efectivos[editar]
Mauro Acanfora, Vincenzo Acella, Roberto Adamoli, Sergio Adamoli, Francesco
Aiosa, Walter Alassia "Luca", Vittorio Alfieri, Rita Algranati "Marzia", Corrado
Alunni "Federico", Norma Andriani, Vittorio Antonini, Gloria Argano, Renato
Arreni, Lauro Azzolini, Giorgio Baiocchi, Livio Baistrocchi, Barbara Balzerani "Sara",
Pietro Barone, Paolo Baschieri, Angelo Basone, Pietro Bassi, Enzo Bella, Cecco
Belosi, Francesco Berardi "Cesare", Susanna Berardi, Pietro Bertolazzi, Leonardo
Bertulazzi, Paola Besuschio, Lorenzo Betassa "Antonio", Elio Blasi, Stefano
Bombaci, Franco Bonisoli, Anna Laura Braghetti "Camilla", Carla Maria Brioschi,
Alfredo Bonavita, Giulo Cacciotti, Margherita Cagol "Mara", Marco Caliandro, Fabio
Caliandro, Enzo Calvitti, Roberta Cappelli, Marcello Capuano, Lorenzo Carpi, Attilio
Casaletti, Alessio Casimirri.
Zona de operaciones[editar]
Tanto sus bases como sus objetivos están en Italia. Algunos miembros viven
escondidos o refugiados en otros países europeos, especialmente en Francia donde
se encontraban protegidos por la llamada "Doctrina Mitterrand", y
en Argelia, Angola, Brasil y Nicaragua.
Apoyos internacionales[editar]
En la actualidad se desconocen. Las Brigadas Rojas de la primera etapa se
autofinanciaban, aunque probablemente recibieron apoyos de otros grupos armados
de Europa Occidental.
Prospero Gallinari, que perteneció al grupo terrorista marxista leninista de las Brigadas Rojas, murió en la mañana del lunes
14 de enero en el garaje de su casa, en Reggio Emilia. Tenía 62 años, corazón débil y manos grandes. Los problemas
cardiacos que acabaron con su existencia le permitieron salir de la cárcel en la década de los noventa y obtener la suspensión
de la pena de por vida. Sus manos de campesino y de obrero cogieron las armas a principio de los años setenta, en una
guerra al Estado organizada en varios ataques. En la primavera de 1978, formó parte del grupo que secuestró y asesinó a la
víctima más famosa del terrorismo italiano: Aldo Moro, presidente de la Democracia Cristiana.
En 1993, Mario Moretti contó haber apretado el gatillo. Hasta entonces los jueces habían condenado como ejecutor a
Gallinari, quien sostuvo, frente al periodista Sergio Zavoli, que la responsabilidad de aquel gesto fue compartida: “Los
militantes de las Brigadas Rojas mataron a Moro. Reivindicamos la paternidad de lo que decidimos hacer. Hemos llevado a
cabo nuestras elecciones, conscientes de lo que estábamos haciendo y de las consecuencias que provocarían”.
Gallinari creció en Reggio Emilia, ciudad rica de industrias y con pasado rural en el norte del país, galardonada con una
medalla de oro por su lucha contra el fascismo nazi: las matanzas del Ejército alemán que se retiraba, entre septiembre de
1943 y abril de 1945, allí se cuentan por docenas y fueron de una extrema crueldad. En 1960, cuando la Democracia
Cristiana (DC) formó un Gobierno con el apoyo externo de la extrema derecha del Movimiento Social, en la zona estalló la
protesta. Durante una manifestación sindical, la policía disparó y mató a cinco trabajadores, todos inscritos al Partido
Comunista (PCI), la agrupación de sobra más votada. En esta zona, entre Bolonia y Milán, los padres cogieron el fusil para
echar a los fascistas. Sus hijos crecían en el mito de aquella resistencia traicionada. Algunos de ellos —no reconociéndose
más en la política de los partidos de izquierdas— fundaron el núcleo de las Brigadas Rojas y en las colinas de Reggio, en
1970, decidieron volver a las armas. Empezó una época oscura de pistoletazos, secuestros y muertes. Empresarios, policías,
funcionarios, periodistas, magistrados, profesores, hasta un obrero, fueron víctimas del grupo armado. En el otro bando, la
extrema derecha ponía bombas en trenes, plazas y bancos.
La mañana del 16 de marzo de 1978, 10 brigadistas mataron a los agentes que escoltaban a Aldo Moro, el presidente del
primer partido italiano, y le secuestraron. Desde aquel momento, Roma escondió un agujero negro en su vientre caótico. Un
puntito invisible a centenares de investigadores, policías y carabinieri: la prisión del pueblo, en la jerga terrorista. Cuatro
hombres, entre ellos Gallinari, y una mujer mantuvieron al diputado en un pequeño piso, en una habitación tras una
estantería, interrogándole y dejándole escribir sus reflexiones y cartas. Italia, allá fuera, estaba convulsionada pero inmóvil
entre la búsqueda y la indecisión sobre si negociar. El Estado decidió que no.
Moro fue condenado a muerte. Gallinari no dejó ni un minuto el piso en los 55 días del secuestro. No salió ni la mañana del
9 de mayo, cuando Moro fue escondido en una cesta, llevado al garaje, tiroteado y dejado en el baúl de un Renault 4,
aparcado en el centro de Roma, entre la sede del PCI y la de la DC. Una tumba bien estudiada, ya que Moro, a pesar de las
presiones del Vaticano y de EE UU, imaginaba un Gobierno abierto a los comunistas.
Le preguntaba Zavoli: “Gallinari, usted se quedó en el umbral viendo aquella cesta que desaparecía por las escaleras. ¿Qué
hizo?”. “Recuerdo el telediario. Teníamos una televisión en blanco y negro, pero el color del rostro del periodista yo lo vi.
He visto su cambio de expresión. Aún no había leído la noticia, pero supe que estaba a punto de anunciar el hallazgo del
cadáver”. En aquel momento, Italia perdió la inocencia. Las Brigadas Rojas siguieron disparando, pero cada vez más
aisladas. Gallinari fue arrestado el año siguiente. Con la misma frialdad con la que contaba el evento que desvió la historia
de su país y su vida personal, decretó el fracaso de la lucha armada en 1987. Nunca se arrepintió o disoció de lo hecho.