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INDICE

I. INTRODUCCIÓN
II. OBJETIVOS
2.1. General
Investigar los aspectos generales de la contaminación del suelo.

2.2. Específicos
 Definir la contaminación de suelos.
 Conocer los factores que inciden en la contaminación del suelo.
 Saber cuáles son las principales fuentes de contaminación
 Explicar acerca de la trayectoria de la contaminación del suelo
 Conocer los efectos de la contaminación del suelo.
 Conocer los Límites máximos permisibles y su descontaminación.

III. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL


3.1. Concepto de suelo contaminado
3.2. Causas y efectos de la contaminación del suelo

3.3. Trayectoria de la contaminación de un suelo


En el suelo, la presencia de sustancias contaminantes genera procesos de
degradación, ya que en muchas ocasiones éstas tienden a acumularse hasta
llegar a concentraciones tóxicas para los organismos que lo habitan, lo que
ocasiona una disminución de la productividad del suelo e incrementa los
riesgos para la seguridad de los animales y humanos que consumen en gran
medida los productos que se derivan de la actividad agrícola (García y
Dorronsoro, 2002).

En el siguiente gráfico se observa que existen contaminantes muy diversos y


en diferentes estados, estás llegan al suelo de forma antrópica o natural y la
contaminan, los seres vivos como las plantes y animales están en contacto con
los contaminantes lo acumulan en su sistema y el hombre al alimentarse de
ellas se contamina indirectamente.
Ilustración 1: Trayectoria de incorporación de los contaminantes. Fuente: García y Dorronsoro
(2002), adaptado de Mas y Azcue (1993).

Silva y Correa (2009) indican que la contaminación del suelo puede ser de dos
tipos: Local y Difusa. La contaminación local va unida generalmente a
actividades económicas como la minería, las instalaciones industriales y los
vertederos. La contaminación difusa es causada por el transporte de
sustancias contaminantes, tanto solubles como particuladas, a lo largo de
amplias zonas con frecuencia alejadas de la fuente de origen (Martínez et al.,
2005).

Ilustración 2: Tipos de contaminación del suelo. Fuente: AEMA (2002).

Contaminación natural: causada por procesos de la naturaleza. Algunos


minerales presentes en las rocas que dan origen a muchos suelos, contienen
elevados contenidos de metales que pueden llegar a causar toxicidad en las
plantas y demás organismos del suelo. Éste tipo de contaminación es de
origen natural, al igual que las partículas y cenizas emitidas por la actividad
volcánica de la región o la presencia de sustancias ácidas que se han generado
de manera natural. Un ejemplo de este tipo de contaminación, es la debida a
las altas concentraciones de ácido sulfúrico en suelos cercanos a depósitos
minerales de pirita.

Contaminación antrópica: Causadas por las actividades del hombre. La acción


antrópica es la responsable de la mayoría de vertimientos contaminantes de
los suelos. Los contaminantes del suelo más frecuentes son: sustancias de tipo
ácido, sales minerales, plaguicidas, herbicidas, metales pesados,
hidrocarburos, residuos sólidos urbanos y microorganismos patógenos.

3.4. Factores que inciden en la contaminación de suelo


a) El contaminante: Características de la sustancia u organismo nocivo, el
grado de concentración, el nivel de toxicidad o patogenicidad, el tiempo de
permanencia e interacción con el suelo y el grado de biodegradabilidad.
b) El clima: Si la llegada del contaminante al suelo se realiza en época de
verano, se incrementan los procesos de volatilización. En época invernal,
el incremento en la humedad favorece la hidrólisis y biodegradación, sin
embargo, se incrementan los riesgos de lixiviación a los mantos acuíferos.
c) El grado de vulnerabilidad y poder de amortiguación del suelo: los suelos
con mayor contenido de materia orgánica y minerales de arcilla, tienden a
ser menos vulnerables que los suelos de texturas gruesas, al presentar
propiedades coloidales que permiten la interacción con los contaminantes
como la adsorción iónica, así como albergar mayores poblaciones de
organismos que pueden biodegradar algunos compuestos tóxicos y reducir
las poblaciones de microorganismos patógenos por depredación o
competencia. De esta forma, son suelos que tienen mayor poder de
amortiguación a los impactos contaminantes.

3.5. Principales fuentes de contaminación


Cuando en el suelo depositamos de forma voluntaria o accidental diversos
productos como papel, vidrio, plástico, materia orgánica, materia fecal,
solventes, plaguicidas, residuos peligrosos o sustancias radioactivas, etc.,
afectamos de manera directa las características físicas, químicas y de este,
desencadenando con ello innumerables efectos sobre seres vivos.

Según la FAO (2015) “los cambios en el estado de los suelos se ven impulsados
principalmente por el crecimiento demográfico y el crecimiento económico,
factores que se espera que persista en las próximas décadas. El informe señala
la necesidad de alimentar a una población mundial que ha crecido hoy en día
hasta cerca de 7 300 millones de personas (…). El resultado es que los suelos
que han sido despejados de la vegetación natural para cultivar o llevar a
pastar el ganado sufren fuertes aumentos de la erosión y grandes pérdidas de
carbono del suelo, nutrientes y biodiversidad (…).
El rápido crecimiento de las ciudades y las industrias ha degradado áreas cada
vez más amplias, con la contaminación de suelos con exceso de sal, acidez y
metales pesados; compactación con maquinaria pesada; y sellado de forma
permanente bajo el asfalto y el cemento (…)”.

3.5.1. Contaminación del suelo por plaguicidas o pesticidas


Este aumento demográfico exige al hombre un gran desafío en relación con
los recursos alimenticios, lo cual implica una utilización más intensiva de los
suelos, con el fin de obtener un mayor rendimiento agrícola. En agricultura, la
gran amenaza son las plagas, y en el intento por controlarlas se han utilizado
distintos productos químicos como los plaguicidas que sirven para combatir
los parásitos de los cultivos, del ganado, de los animales domésticos y del
hombre y su ambiente.

Según su naturaleza química, pueden clasificarse en inorgánicos y orgánicos.


Los primeros no plantean, en general, una problemática importante desde el
punto de vista de su toxicidad y evolución en el suelo. Por el contrario en lo
que se refiere a los orgánicos, se ha ido desarrollando una amplia gama de
productos que plantea problemas de evolución en el complejo sistema del
suelo (Sánchez Martín, Sánchez Camazano, 1994).

Los mecanismos que influyen en la persistencia y evolución de plaguicidas en


el suelo están esquematizados en la figura 9. Estos mecanismos pueden
actuar solos o en combinación sobre la estructura de los diferentes productos
específicos y dependen de otras variables, como humedad, temperatura,
materia orgánica, tipo de arcilla, pH, intercambio iónico del suelo, así como
de las características fisicoquímicas del compuesto de que se trate (Sánchez
Martín, Sánchez Camazano, 1994).

figura 9: Esquema de los mecanismos que influyen


en la evoluvion de plaguicidas en el suelo.
De acuerdo con su actividad biológica según Sánchez Martín y
Sánchez Camazano (1994) pueden clasificarse en insecticidas,
fungicidas, herbicidas:

a) Insecticidas
Se usan para exterminar plagas de insectos. Uno de los
insecticidas más usado es el DDT, que se caracteriza por
ser muy rápido. Trabaja por contacto y es absorbido por la
cutícula de los insectos, provocándoles la muerte. Este
insecticida puede mantenerse por 10 años o más en los
suelos y no se descompone.
Se ha demostrado que los insecticidas órgano clorados,
como es el caso del DDT, se introducen en las cadenas
alimenticias y se concentran en el tejido graso de los
animales.

b) Herbicidas
Son un tipo de compuesto químico que destruye la
vegetación, ya que impiden el crecimiento de los vegetales
en su etapa juvenil o bien ejercen una acción sobre el
metabolismo de los vegetales adultos.

c) Fungicidas
Son plaguicidas que se usan para poder combatir el
desarrollo de los hongos (fitoparásitos). Contienen los
metales azufre y cobre.

figura 10: Persistencia de los distintos plaguicidas en el suelo


3.5.2. Contaminación del suelo por la actividad minera
La minería en su conjunto produce toda una serie de contaminantes
gaseosos, líquidos y sólidos, que de una forma u otra van a parar
al suelo. Esto sucede ya sea por depósito a partir de la atmósfera
como partículas sedimentadas o traídas por las aguas de lluvia,
por el vertido directo de los productos líquidos de la actividad
minera y metalúrgica, o por la infiltración de productos de lixiviación
del entorno minero: aguas provenientes de minas a cielo abierto,
escombreras etc. o por la disposición de elementos mineros sobre
el suelo (…) (Javier Lillo, 2006).

A. Daño a la tierra

Se ha estimado que el uso de tierra para uso minero entre


1976 y 2000 es de 37.000 km2; esto es cerca del 0,2% de
toda la superficie terrestre. Los países desarrollados tienen
una mayor proporción de terrenos perturbados por la
actividad minera que los menos desarrollados. El grado de
recuperación de esos terrenos es creciente y muchos hoyos
antiguos se han utilizado para botar desperdicios de minas
antiguas o domésticos (…) (ITGE, 1995).

B. Metales pesados

Los metales pesados, se pueden encontrar en el suelo tanto


de forma natural, es decir, procedentes de la roca madre o
bien haber sido incorporados al mismo de forma
antropogénica. Sin embargo, así como hay elementos
metálicos que son componentes esenciales para los
organismos vivos, las deficiencias o excesos de ellos
pueden ser muy perjudiciales para la vida. En el medio
natural los excesos pueden generarse por drenajes de
aguas de minas, de desmontes o de relaves mineros.
Algunos metales, como cadmio y mercurio, y metaloides
como antimonio o arsénico, los cuales son muy comunes en
pequeñas cantidades en depósitos metálicos son altamente
tóxicos, aun en pequeñas cantidades, particularmente en
forma soluble, la cual puede ser absorbida por los
organismos vivos (…). Un aspecto clave sobre la
peligrosidad de metales pesados en el suelo es el hecho de
la posibilidad de que varios de esos metales tengan efectos
sinérgicos; puede ser que uno de ellos, por sí solo no sea
peligroso, pero muchos de ellos detectados en el suelo si lo
pueden ser (…). La acumulación de los metales pesados en
el suelo se reduce ligeramente por la lixiviación, absorción
por las plantas, erosión, etc. Pero sin duda, el suelo puede
convertirse en un almacén de estos contaminantes durante
cientos de miles de años, puesto que contendrá aquellos
metales que no hayan sido capaces de salir del sistema
(Carlos García, Luis Moreno, Teresa Hernández y Alfredo
Polo, 2002).

C. Desmonte y relaves

La minería frecuentemente involucra mover mucho material


estéril o de leyes no económicas y depositarlos en
desmontes en las cercanías de las minas (debido a que el
transporte es caro), asimismo el procesamiento del mineral
produce relaves que deben almacenarse en condiciones
que no afecten el drenaje local y no hayan escapes o
infiltración de sustancias perjudiciales (…) (ITGE, 1995).
3.5.3. Contaminación por residuos sólidos
El suelo es el recurso que más directamente se ve afectado por el
inadecuado manejo de los residuos sólidos, ya que el ser humano
a través de los años ha dispuesto en el suelo los residuos sólidos
que ha generado. La contaminación de los suelos ocurre a través
de diferentes elementos, como los lixiviados que se filtran a través
del suelo afectando su productividad y acabando con la microfauna
que habita en ellos (lombrices, bacterias, hongos y musgos, entre
otros). Esto cual lleva a la pérdida de productividad del suelo,
incrementando así el proceso de desertificación del suelo. La
presencia constante de basura en el suelo evita la recuperación de
la flora de la zona afectada e incrementa la presencia de plagas y
animales que causan enfermedades, como ratas, palomas,
cucarachas, moscas y zancudos.

Tabla 1: Tipos de residuos sólidos

Tipo de residuo solido Origen de generación


Descripción
Agropecuarios En el desarrollo de las
Envases de fertilizantes,
actividades agrícolas y
plaguicidas,
pecuarias agroquímicos; los cuales
son residuos peligrosos
De las actividades de en las actividades de Piedras, bloques de
construcción construcción y cemento y madera entre
demolición de obras otros mayormente
conocidos como
desmontes
De los En los hospitales, Agujas, gasas,
establecimientos de clínicas, centros y algodones, órganos
salud puestos de salud, patológicos, etc.
laboratorios clínicos,
consultorios, etc.
De instalaciones de En infraestructuras de Residuos de restos de
actividades especiales gran dimensión, plantas de tratamiento
complejidad y riesgo en
su construcción

a). Lixiviados orgánicos


La materia orgánica presente en los residuos sólidos urbanos
(RSU) se degrada formando un líquido contaminante, de color
negro y de olor muy penetrante, denominado lixiviado. Además,
este líquido arrastra todo tipo de sustancias nocivas: Se han
encontrado hasta 200 compuestos diferentes, algunos de ellas
tóxicos y hasta cancerígenos. La humedad de los residuos y la
lluvia son los dos factores principales que aceleran la generación
de lixiviados (…) (Hernando Costa, López Lafuente, 2000).

3.5.4. Contaminación automotriz e industrial

a) Emisiones de gases contaminantes


b) Hidrocarburos
3.5.5. Contaminación natural

a) Salinización del suelo


3.6. Características del suelo frente a los contaminantes
En los estudios de contaminación de suelos, no basta con detectar la presencia
de contaminantes sino que se han de definir los máximos niveles admisibles y
además se han de analizar posibles factores que puedan influir en la respuesta
del suelo a los agentes contaminantes, como son: vulnerabilidad, poder de
amortiguación, movilidad, biodisponibilidad, persistencia y carga crítica, que
pueden modificar los denominados "umbrales generales de la toxicidad" para
la estimación de los impactos potenciales y la planificación de las actividades
permitidas y prohibidas en cada tipo de medio.
 Vulnerabilidad. Representa el grado de sensibilidad del suelo frente a la
agresión de los agentes contaminantes. Se relaciona con la capacidad de
amortiguación. A mayor capacidad de amortiguación, menor
vulnerabilidad. El grado de vulnerabilidad de un suelo frente a la
contaminación depende de la intensidad de afectación, del tiempo que
debe transcurrir para que los efectos indeseables se manifiesten en las
propiedades físicas y químicas de un suelo y de la velocidad con que se
producen los cambios secuenciales en las propiedades de los suelos en
respuesta al impacto de los contaminantes.
 Poder de amortiguación. El conjunto de las propiedades físicas, químicas
y biológicas del suelo lo hacen un sistema clave, especialmente importante
en los ciclos biogeoquímicos superficiales, en los que actúa como un
reactor complejo, capaz de realizar funciones de filtración,
descomposición, neutralización, inactivación, almacenamiento, etc. Por
todo ello el suelo actúa como barrera protectora de otros medios más
sensibles, como los hidrológicos y los biológicos. La mayoría de los suelos
presentan una elevada capacidad de depuración.
 Biodisponibilidad: es la asimilación del contaminante por los organismos,
y en consecuencia la posibilidad de causar algún efecto, negativo o
positivo.
 La movilidad regulará la distribución del contaminante y por tanto su
posible transporte a otros sistemas.
 La persistencia regulará el periodo de actividad de la sustancia y por tanto
es otra medida de su peligrosidad.
 Carga crítica. Representa la cantidad máxima de un determinado
componente que puede ser aportado a un suelo sin que se produzcan
efectos nocivos.
 Capacidad de depuración: tiene un límite diferente para cada situación y
para cada suelo. Cuando se alcanza ese límite el suelo deja de ser eficaz e
incluso puede funcionar como una fuente de sustancias peligrosas para los
organismos que viven en él o de otros medios relacionados.
La capacidad depuradora depende fundamentalmente de:
- La actividad microbiológica, que facilita la descomposición e
inmovilización de los contaminantes.
- La arcilla y la material orgánica que mediante reacciones fisicoquímicas
adsorben a los contaminantes y permiten su inmovilización o liberación.
- Capacidad filtrante; regula la facilidad de penetración de los
contaminantes.
Por ello se debe de considerar:
- Textura: los suelos de textura arcillosa tienen una alta capacidad de
autodepuración.
- Estructura: los agentes contaminantes pueden provocar la destrucción de
la estructura, por dispersión, si contienen altos contenidos en sodio
- Porosidad y permeabilidad: facilitan la circulación de contaminantes en el
suelo y pueden eliminar rápidamente los contaminantes y traspasarlos a
los niveles freáticos.
- Capacidad de intercambio iónico: aumenta la capacidad de
autodepuración al fijar los contaminantes sobre la superficie de las
partículas.
- Salinidad: los contaminantes pueden aumentar la salinidad y como
consecuencia disminuir la estabilidad del suelo.
- pH: los contaminantes pueden acidificar el suelo, por vertidos o por
Oxidación de sulfuros y óxidos nitrosos, con lo que aumenta la
vulnerabilidad del suelo.
- Eh: el ambiente oxidante aumenta el poder autodepurador al facilitar la
actividad microbiana de descomposición.
- Gases del suelo: proporcionan el suficiente oxígeno para la actividad
microbiana.

3.7. Límites máximos permisibles para un suelo contaminado

3.8. Descontaminación
El tratamiento y recuperación de suelos contaminados como un conjunto de
operaciones que se deben realizar con el objetivo de controlar, disminuir o
eliminar los contaminantes y sus efectos.
 No recuperación.
Cuando un suelo se determina como no recuperable, se tiene que registrar
la localización real del espacio. Esta sencilla solución evita una gama de
problemas importantes generados a posterior, por un uso del suelo para el
que ya no es adecuado (agricultura, residencial, espacios recreativos, etc.).
 Recuperación:
Se establecen medidas correctas de seguridad para controlar la situación
presente, impidiendo la progresión de la contaminación en el medio y
mitigando riesgos relacionados con esta dispersión de contaminantes.
La elaboración de un plan de saneamiento precisa una cierta delimitación
del resultado mínimo a alcanzar.
Se identifican dos tipos de tratamiento y/o recuperación del suelo:
 IN SITU: la eliminación de los contaminantes sobre el propio terreno,
sin remoción del mismo.
 EX SITU: se requiere de la movilización y traslado del suelo a
instalaciones de tratamiento o confinación.
Para evitar la contaminación del suelo agrícola debe intentarse no abusar de los
fertilizantes químicos que aportan una mayor cantidad de nitratos y fosfatos de los
que las plantas necesitan. Para eliminar los nitratos pueden utilizarse métodos
biológicos, introduciendo en el suelo un cultivo de bacterias desnitrificantes.
La otra fuente de contaminación, los pesticidas, podrían enviarse mediante
sistemas ecológicos que limitasen las plagas y así evitar la contaminación del suelo.
Una característica importante de los pesticidas, es que permanecen por mucho
tiempo en el suelo, lo que implica un alto coste de recuperación. Para este caso
también se utilizan actualmente microorganismos para acelerar la descomposición
de estas sustancias.

Se utilizan muchos métodos para la recuperación de los suelos pero ha surgido Una
técnica (fitorremediación) que emplea plantas que son capaces de estabilizar o
depurar los contaminantes en el suelo, esta nueva tecnología tiene muchos
beneficios como: bajo costo, gran aceptabilidad por el público, se aplica a grandes
áreas, no necesita de especialistas, etc.

3.9. Gestión sostenible del suelo


IV. CONCLUSIONES
V. RECOMENDACIONES
VI. BIBLIOGRAFÍA

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