Sei sulla pagina 1di 3

En la ciudad castellana de Burgos, nos encontramos con dos instituciones

relevantes, con más puntos en común de lo que pudiese parecer a primera


vista respecto a los debates sobre las actuales metodologías proyectuales de
diseño y creatividad: el CENIEH (Centro Nacional de Investigación sobre
Evolución Humana) y la EASD (Escuela de Arte y Superior de Diseño).

Desde el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, se


recogen las últimas líneas científicas acerca de los diferentes procesos
evolutivos que devinieron en el ser humano actual, corrientes que apuntan e
inciden en la enorme transcendencia del comienzo de la ideación,
materialización y gestión de los progresivos usos de utensilios cotidianos, como
clave determinante, frente y por encima incluso, de la que tuvieron, en el
desarrollo neurológico del ser humano, los cambios drásticos de alimentación,
junto a otros factores externos, planteados durante mucho tiempo como claves
mucho más determinantes, considerándolos como los principales factores
evolutivos.

Esa incipiente aplicación de la tecnología en el desarrollo de los primeros


homínidos, sería esencial tanto para dominar su entorno en clave de
supervivencia de especie, como por impulsar definitivamente su evolución
biológica y desarrollo neuronal y biológico, pues vendrá generada por el
ejercicio de la creatividad como principal motor de evolución.

Cientos de miles de años después, nuestras políticas educativas parecen


cuestionar el hecho de la importancia del fomento de la creatividad en el
desarrollo psicomotriz en las primeras etapas de la infancia y la adolescencia, a
través de la educación reglada, dado el hecho incuestionable de la tendencia a
la progresiva restricción y eliminación de los currículos de asignaturas y
materias de humanidades, especialmente de la rama artística, en los primeros
niveles educativos de primaria y ESO (plástica y visual, música, lenguas
clásicas, filosofía…etc.).

Este hecho contrasta frontalmente con las corrientes que al mismo tiempo,
constatan, mediante la investigación y experimentación de campo, por un lado
los múltiples beneficios de la aplicación de las diferentes terapias artísticas
especificas, con resultados muy positivos en todo tipo de procesos cognitivos
de recuperación y normalización de diversidades funcionales,…etc., como
desde los estudios de las nuevas tendencias de diseño y producción, junto con
las nuevas teorías económicas, de innovación social, que inciden
insistentemente en el necesidad de la incorporación del concepto del “Desing
Thinking”, como filosofía transversal educativa esencial para adaptarse al
imparable cambio de modelo de ideación, diseño y productivo-comunicativo,
unido a un nuevo paradigma de progreso tecnológico sostenible y coherente,
para el que nuestros jóvenes deben salir lo mejor formados y especializados de
tanto de sus estudios básicos, como específicos.

Actualmente se imponen innovadoras formas en los procesos de ideación,


diseño, producción, distribución y comunicación, basadas en las nuevas
tecnologías aplicadas al diseño y especialmente a la proyección y fabricación
digital. (Fab Labs).
Igualmente también se implantan diversos modelos y espacios de intercambio,
comunicación, formación y educación, muy diferentes a los tradicionales con
los que acabamos en siglo XX.
El propio sistema Educativo en nuestro país, especialmente de unos años a la
actualidad, y no sin cierto retraso, se ha ido adaptando al EEES, (Espacio
Europeo de Educación Superior), con la incorporación de las Enseñanzas
Artísticas Superiores, como punta de lanza de las nuevas titulaciones de Grado
Superior.

Las Escuelas de Artes, a través de su conversión en Escuelas Superiores han


recuperado de nuevo la necesidad de rememorar las críticas que Willian Morris
y nuestros abuelos del “Arts and Crafts”, hicieron ya en esas últimas décadas
del siglo XIX, ante un imparable proceso de industrialización surgido de esa
segunda fase de Revolución industrial, que debía incorporar ineludiblemente la
fusión entre arte y artesanía, ingenierías, oficios y creatividad, conformando el
concepto de diseño que posteriormente recogerían las siguientes generaciones,
especialmente a través de las aportaciones pedagógicas desarrolladas en la
Escuela de la Bauhaus, como configuradoras de ideal de formación, practica y
aplicación del diseño moderno y la creación funcional contemporánea.

Lejos de aquella época y superada en múltiples aspectos, como es lógico, dada


la velocidad de las transformaciones históricas, tecnológicas, sociales y
culturales de nuestros tiempos, continuamos poniendo sobre la mesa esa
necesidad de plantear adaptarnos a los cambios, e intentar ir por delante de las
exigencias sociales y profesionales, respecto al diseño, que de eso se trata al
fin y al cabo nuestro cometido como formadores en este campo. Labor que
debemos realizar siempre con un pie en el pasado (para no perder las
referencias) y otro en el futuro, anticipándonos, desde este presente, a retomar
esas pedagogías que incidan en la aplicación eficaz de una metodología
proyectual basada en el pensamiento creativo, como motor de adaptación a
esas nuevas exigencias sociales con unos medios y contextos diversos e
igualmente fluidos en sus procesos de transformación permanente.

Esto en realidad no es nuevo, las enseñanzas artísticas a lo largo de su historia


han sido pioneras en la aplicación de metodologías teórico-practicas de la
aplicación transversal de múltiples conocimientos específicos de diferentes
materias en la materialización de proyectos de diseño con el arte y la
creatividad como campo de experimentación y desarrollo.

La metodología proyectual ha supuesto una constante en la docencia artística


del diseño (desde su academización e institucionalización actual, arrancada en
los años 60´s), planteando la creación como investigación y experimentación
tanto en los análisis, planteamientos–concepto (formulación de la idea
inspiración-idea reactora), como en materiales, técnicas y practicas, que
rompan y transciendan lo existente para generar ”lo nuevo”, en la que el
desarrollo del todo el proceso de materialización, sea más transcendente que el
resultado final. Así el resultado final de materialización siempre se verá
obligado a mostrar ese proceso como parte esencial de la investigación-
creación de todo proyecto artístico y/o de diseño.
Desde la EASD de Burgos, la apuesta no solo por una metodología proyectual
que valore los procesos de investigación, ideación y materialización como
creación, sino también por la capacidad de síntesis en la comunicación de la
misma, por parte del alumnado que conforman los diferentes planes de
Estudios profesionales de Diseño, es igualmente un imperativo.

La insistencia, desde la formación, por la aplicación a la práctica en los


procesos de diseño de esas nuevas tendencias en cuanto a innovación social,
comunicación, aplicación y experimentación con las nuevas tecnologías (Fab
Lab de reciente implantación en nuestra ciudad y en estrecha colaboración con
la EASD), los planteamientos de Eco-diseño, diseño sostenible, la economía
circular, el coodiseño, consumo km-0, unido al mercado sin distancias de las
redes globales digitales, el papel activo del nuevo perfil de consumidor/a, un
mercado por otro lado muy fragmentado en grupos sociales con necesidades y
exigencias muy variables, el diseño emocional y ético…etc., en definitiva los
nuevos paradigmas que inundan nuestras sociedades, son preocupaciones que
nuestro alumnado refleja en cada proyecto a desarrollar, especialmente a
través de sus Trabajos y Proyectos Finales. Representando así, el futuro de la
adaptación a estos innovadores planteamientos que fundamenten la ética del
diseño como practica real para la consecución de sociedades más equilibradas
en la superación de desigualdades y realmente avanzadas.

Susana Rioseras
Profesora y Jefa del Dpto. de Proyectos e investigación de la EASD de Burgos.

Potrebbero piacerti anche