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Los viajes de Francisco Pizarro (1524-1533)

 Primer Viaje (1524-1525)

Pizarro zarpó de Panamá y pasó por las islas Perlas, puerto Piñas, pueblo de
Hambre (aquí murieron 20 españoles por falta de alimentos) y Pueblo
Quemado (aquí Diego de Almagro quedó tuerto por un flechazo).

 Segundo Viaje (1526-1528)

De Panamá enrumbaron al río San Juan. De aquí avanzó el piloto Bartolomé


Ruiz, quien frente a Ecuador encontró una balsa de indígenas del
Tahuantinsuyo. Pizarro y sus hombres continuaron explorando las costas de
Colombia, donde pasaron penurias. En la isla del Gallo solo trece cristianos
decidieron continuar en la expedición. Con algunos refuerzos, Pizarro exploró
más al sur llegando a conocer las ciudades de Tumbes y Chan Chan en la costa
norte del Imperio de los Incas. Al llegar al río Santa dio media vuelta, regresó a
Panamá y viajó a España para firmar un contrato con el emperador Carlos V.

 Tercer Viaje (1531-1533)

Pizarro zarpó de Panamá, desembarcó en Puerto Viejo (Ecuador), cruzó Coaque


y llegó al golfo de Guayaquil. Pasó por la isla Puná, y luego desembarcó en
Tumbes. Con ayuda de los indios tallanes avanzó al valle del río Chira donde
fundó San Miguel de Tangarará (hoy Piura). Aquí supo que el Sapa Inca
Atahualpa estaba en Cajamarca y marchó a su encuentro. Llegó el 15 de
noviembre de 1532. Al día siguiente emboscó y capturó al Sapa Inca en la Plaza
de Cajamarca. Después de obtener un fabuloso rescate en oro y plata, lo
mandó matar e inició la marcha al Cusco. Lo acompañó el “Inca títere”, Túpac
Huallpa, pero éste murió en Jauja, y fue reemplazado por Manco Inca. Con su
ayuda los españoles derrotaron al atahualpista Quizquiz e ingresaron al Cusco
el 15 de noviembre de 1533.
CAPITULACIÓN DE TOLEDO

La Capitulación de Toledo de 1529 es un decreto real emitido el 26 de julio de 1529


en Toledo por la Corona de Castilla, por medio del cual se otorgaba un adelantamiento al
conquistador Francisco Pizarro, en el marco de la conquista y colonización española de
América. Firmaron este documento la reina consorte Isabel de Portugal (con poderes
delegados por mandato de su esposo, el rey Carlos I de España, que se hallaba ausente en
Cortes), el conde de Osorno, García Fernández Manrique(presidente del Consejo de Indias) y el
doctor Diego Beltrán.
Por esta Capitulación, Pizarro recibió la autorización para la conquista y población de la
provincia del Perú o Nueva Castilla, desde el pueblo de Tempulla o Santiago (costa del actual
Ecuador) hasta el pueblo de Chincha (costa del actual Perú); entre ambos puntos mediaba una
distancia de 200 leguas. Gran parte de esta área, que se extendía por la costa del entonces
llamado mar del Sur, había sido ya descubierta y explorada por Pizarro y su socio, el
capitán Diego de Almagro, en los cinco años anteriores a la firma de la capitulación.
Este acuerdo significó el triunfo personal de Pizarro en desmedro de sus socios (Almagro
y Luque), debido a las enormes ventajas y beneficios que sacó de él. De este modo quedó
legalizada y legitimada por la misma Corona española la conquista del Perú o
del Tahuantinsuyo.

Acuerdos de la Capitulación

 Se autorizó a Francisco Pizarro el descubrimiento y conquista de toda la provincia del


Perú o Nueva Castilla, situada desde el pueblo de Tempulla o Santiago (actual Ecuador)
hasta 200 leguas al sur, terminando en el pueblo de Chincha (actual Perú).
 Se dio a Pizarro los títulos de Gobernador y Capitán General de la provincia del Perú,
así como los de Alguacil Mayor y Adelantado, todos ellos cargos de por vida. También
se le otorgó la facultad de encomendar indios y un sueldo anual de
725 000 maravedíes, a deducir de las propias rentas de las tierras conquistadas.
 A Diego de Almagro se le concedió la gobernación de la fortaleza que debía elevarse
en Tumbes, así como el título de hidalgo, con un salario de 5000 maravedíes al año y
con una ayuda de gastos de 200 000 maravedíes de las rentas de la ciudad de Tumbes,
sueldo demasiado inferior al otorgado a Pizarro.
 Hernando de Luque recibió el Obispado de Tumbes y el título de “Protector de los
Indios”, con 1000 ducados de sueldo al año.
 A los Trece de la Isla del Gallo se los elevó a la categoría de hidalgos de solar conocido,
y a los que ya lo eran, se les concedió el título de “Caballeros de la Espuela Dorada”.
 Bartolomé Ruiz fue nombrado “Piloto Mayor de la Mar del Sur”, con 75 000
maravedíes de salario anual.
 Pedro de Candía fue nombrado “Artillero Mayor del Perú” y Regidor de Tumbes.
 A los vecinos y pobladores de la tierra descubierta se les exoneró del pago
del diezmo de oro de las minas en los cinco primeros años, del almojarifazgo en los
primeros seis años, y de la alcabala u otros tributos en los primeros en diez años, entre
otros beneficios.
 Pizarro debía salir a los seis meses a partir de la fecha del documento, y desde Panamá
tenía otros seis meses para seguir a las tierras del Perú. Se le autorizaba a llevar 150
peninsulares, 100 que podían reclutar en América, llevar 50 esclavos negros, oficiales
de la Real Hacienda, así como eclesiásticos y religiosos.
 Pizarro tenía que sujetarse a todas las leyes y disposiciones que se habían dado para
las Indias (nombre que por entonces se aplicaba a las Américas), además de los que
específicamente para su empresa se dieran.
Francisco Pizarro
(Trujillo, España, 1478 - Lima, 1541) Conquistador del Perú. Las décadas posteriores
al descubrimiento de América tuvieron como grandes protagonistas a los llamados
conquistadores, militares españoles que en algunas ocasiones, con escasos recursos y
adecuadas dosis de osadía y sagacidad, lograron adueñarse de inmensos territorios. Tal fue el
caso de Hernán Cortés, el conquistador de México, y de Francisco Pizarro, conquistador del
Perú, que en apenas dos años (1531-1533) se hizo con el control del rico y poderoso Imperio
Inca.
Hijo natural del capitán Gonzalo Pizarro, desde muy joven participó en las guerras locales entre
señoríos y acompañó a su padre en las guerras de Italia. En 1502 embarcó en la flota que
llevaba a las Indias a Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Española.
Hombre inquieto y de fuerte carácter, Francisco Pizarro no logró adaptarse a la vida sedentaria
del colonizador, razón por la que decidió participar en la expedición de Alonso de Ojeda que
exploró América Central (1510) y luego en la de Vasco Núñez de Balboa que descubrió el
océano Pacífico (1513). Entre 1519 y 1523, sin embargo, se instaló en la ciudad de Panamá, de
la cual fue regidor, encomendero y alcalde, lo que le permitió enriquecerse.

La conquista del Perú


Conocedor de los rumores que hablaban de la existencia de grandes riquezas en el Imperio
de los incas, decidió unir la fortuna que había amasado con la de Diego de Almagro para
financiar dos expediciones de conquista (1524-1525 y 1526-1528), que se saldaron con sendos
fracasos. A causa de las penalidades sufridas en el segundo intento, Pizarro se retiró a la isla
del Gallo con doce hombres, mientras Almagro iba a Panamá en busca de refuerzos. Los «trece
de la fama» aprovecharon para explorar parte de la costa oeste de América del Sur, región que
denominaron Perú, tal vez por la proximidad del rio Virú, y tuvieron constancia de la existencia
de una gran civilización.
No obstante, ante la negativa del gobernador de Panamá a conceder más hombres a Almagro,
en 1529 Pizarro viajó a España a fin de exponer sus planes al rey Carlos V, quien, en las
capitulaciones de Toledo (26 de julio de 1529), lo nombró gobernador, capitán general y
adelantado de las nuevas tierras, designación real que provocó el recelo y la frustración de
Almagro.
De regreso en Panamá (1530), Pizarro preparó una nueva expedición de conquista, y en enero
de 1531 embarcó con un contingente de 180 hombres y 37 caballos hacia Perú. Informado de
la guerra que enfrentaba al emperador inca Atahualpacon su hermanastro Huáscar, el 16 de
noviembre de 1532 el conquistador español se entrevistó en la ciudad de Cajamarca con
Atahualpa y, tras exhortarle sin éxito a que abrazase el cristianismo y se sometiera a la
autoridad de Carlos V, lo capturó en un sangriento ataque por sorpresa.
El inca acordó con los extranjeros llenar de oro, plata y piedras preciosas una habitación a
cambio de su libertad, pero de nada le sirvió cumplir su parte del pacto, pues Pizarro,
reforzado por la llegada de Almagro al frente de un centenar de arcabuceros, acusó a
Atahualpa de haber ordenado el asesinato de Huáscar desde la prisión y de preparar una
revuelta contra los españoles, y ordenó su ejecución, que se cumplió el 29 de agosto de 1533.
A continuación se alió con la nobleza inca, lo cual le permitió completar sin apenas resistencia
la conquista de Perú, empezando por Cuzco, la capital del Imperio (noviembre de 1533), y
nombrar emperador a Manco Cápac II, hermano de Huáscar.
Poco después, Pizarro y Almagro se enemistaron por la posesión de Cuzco, y si bien primero
unieron sus fuerzas para sofocar la rebelión indígena dirigida por Manco Cápac II contra el
dominio español (1536), acabaron por enfrentarse abiertamente en la batalla de las Salinas, en
abril de 1538. Derrotado y prisionero, Almagro fue procesado, condenado a muerte y
ejecutado por Hernando Pizarro, hermano del conquistador (8 de julio de 1538). La venganza
de los partidarios de Almagro, liderados por su hijo Diego de Almagro el Mozo, se produjo el
26 de junio de 1541, fecha en que Pizarro murió asesinado en su palacio de Lima, ciudad que él
mismo había fundado a orillas del río Rímac seis años antes.

Guerra civil entre conquistadores


Almagro, considerando que el Cuzco estaba dentro de su jurisdicción destituyó a Juan Pizarro y
lo encarceló junto a su hermano Gonzalo. Francisco acudió desde Lima y firmó un acuerdo con
Almagro en Cuzco, tras lo cual Almagro partió para Chile.
A la vuelta de su infructuosa expedición, Almagro trata de ocupar de nuevo el Cuzco, el cual,
defendido por su regidor Hernando Pizarro, estaba resistiendo un largo cerco por parte de los
incas sublevados al mando de Manco Inca, que había conseguido huir de los españoles.
Mientras tanto Pizarro en Lima sufrió también el cerco de dicha ciudad por parte de Quizu
Yupanqui, general y pariente de Manco Inca, quien tras estar a punto de tomar la capital fue
muerto en batalla. La victoria de Pizarro en Lima se debió a su estratégica alianza con los
señores étnicos enemigos de los incas. En este caso en particular destacó la alianza con la
cacique de Huaylas. Estos acudieron a Lima con cinco mil hombres, quienes pelearon junto a
los españoles en la defensa de Lima frente al cerco y ataque de Quizu Yupanqui.
Tras la llegada de Almagro al Cuzco, Manco Inca levantó el cerco, lo que aprovechó Almagro
para encarcelar a Hernando y Gonzalo Pizarro. Tras derrotar al lugarteniente de Pizarro, Alonso
de Alvarado, en la Rota de Abanday, llega a un nuevo acuerdo con Pizarro en Mala (1537), por
el que Hernando es puesto en libertad.
La paz fue corta y ambos bandos vuelven a enfrentarse en la batalla de las Salinas (1538), cerca
de Cuzco. Los almagristas son derrotados y Diego de Almagro procesado, condenado a muerte
y ejecutado por Hernando Pizarro, en la Plaza Mayor de Cuzco (8 de julio de 1538).
Tras la muerte de Almagro, Pizarro se dedicó a consolidar la colonia y a fomentar las
actividades colonizadoras (envía a su hermano Gonzalo a Quito y a Pedro de Valdivia a Chile)

Muerte
Los partidarios de Almagro se agruparon en torno a su hijo Almagro el Mozo, con el fin de
acabar con el gobierno de Pizarro amenazando con matarlo. Los doce almagristas,
comandados por Juan de Rada iniciaron un complot con el que se abastecieron de armas.
El mañana del domingo 26 de junio de 1541, enterado de que su vida corría peligro, Pizarro no
salió a la misa dominical de la Catedral y la oyó en su casa. Luego de la misa, los almagristas lo
buscaron en la catedral, y después cruzaron la plaza en dirección al palacio del Marqués
Gobernador gritando: "Viva el Rey, muera el tirano". Pizarro, quien se encontraba almorzando
con un grupo de amigos, logró ser advertido con poco tiempo de que el grupo estaba a las
puertas de su residencia, por lo que dejó el comedor y pasó a armarse a su dormitorio. Cuando
regresó al comedor, sus invitados ya habían huido y solo quedaban su medio
hermano, Francisco Martín de Alcántara, Gómez de Luna y los pajes Tordoya y Vargas.

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