Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Todos los seres humanos, debido a que tienen la capacidad de pensar, reflexionar y deliberar,
experimentan el diálogo interno. Esto le ayuda a emprender un camino de autoconocimiento, con
el fin de mejorar las características de su personalidad. Este significa uno de los precedentes a la
introspección, aquella práctica en la que una persona se dedica a poner en práctica tanto el
diálogo interior, como otras actitudes que e pueda ayudar a dar con esas cualidades y defectos
que posee. Cabe destacar, esto puede ser tanto positivo como negativo para su ser. En caso de ser
positivo, es posible que esto le motive a empezar nuevos proyectos o se interese por añadir
nuevas aventuras a su lista.
Cuando un sujeto presenta un diálogo interno negativo, es posible que esto baje su autoestima y
le produzca inseguridades sobre temas irreales o que son poco probables a ocurrir. Por ello, se
recomienda que el diálogo se realice de forma consciente, de forma que los comentarios negativos
sean eliminados inmediatamente.
El diálogo interno tomando como centro de referencia al ego, que no puede evitar vivir
preocupado, temeroso, inseguro y condicionado por el pasado, produce constante conflicto y no
permite conectarse con el verdadero ser interior.
Deepak Chopra afirma que si se logra dominar esa forma de diálogo interno se puede transformar
la realidad y crear abundancia.
El diálogo interno
Desde esta perspectiva, el verdadero Ser de cada uno, lo sabe todo, está libre de toda limitación,
desea la felicidad, es pura creatividad, posee la posibilidad de la realización personal absoluta, y de
brindar amor y compasión.
El diálogo interno con el ego, es un hábito de pensamiento producto de la memoria, que mediatiza
la realidad y entorpece el flujo del Ser.
Cada percepción que recibe el ego es modificada por los prejuicios y genera un juicio, al evaluar las
situaciones, las personas y las cosas y formarse una idea de la realidad; distingue lo que cree que
es bueno o malo para él, y lo compara con sus experiencias del pasado.
Esta actividad mental puede ser útil para la supervivencia, pero se corre el peligro de creer que la
voz del pensamiento, que es fruto de las experiencias vividas, sea lo único que tenemos en esta
vida.
En el interior de cada uno de nosotros se encuentra el observador, el testigo silencioso que está en
contacto con el espíritu; y a este espacio personal se puede acceder por medio de la meditación.
La posibilidad de este contacto proporciona equilibrio físico, emocional y espiritual, nos da las
fuerzas que necesitamos y nos permite mantenernos flexibles para resolver los problemas y para
aprender de ellos.
Esta forma elevada de diálogo interior, es diferente, porque no se basa en nuestras experiencias
previas limitantes, ni tiene como centro de referencia al ego, que con todas sus apetencias y
apegos no puede discernir lo falso de lo verdadero, sino en el conocimiento verdadero que es el
que nos da poder sobre todas las cosas.
Chopra nos dice que el verdadero Ser nos da dos formas de poder, uno para obtener cosas
materiales, que son efímeras, y un poder espiritual que es eterno.
Cuando comenzamos a actuar, tomando como base nuestra referencia interna espiritual y no
movidos por factores externos, se incrementa nuestro poder personal, nos volvemos inmunes a
las críticas y a la adulación y nace en nosotros una nueva forma de ver la realidad que hace que
ésta se transforme.
Ya no tenemos que buscar porque encontramos todo lo que necesitamos, el amor y la compasión
inunda nuestros actos y ya no tenemos necesidad de esforzarnos en convencer a nadie de nada.
Parece fácil y sería maravilloso, pero pocos alcanzan este grado de conciencia, porque el Ego se
interpone y desvía las mejores intenciones.
La meditación y el ejercicio del diálogo con el espíritu, son las formas más efectivas para vencer al
ego.
Las causas de nuestros fracasos y de nuestros éxitos no están afuera sino adentro de nosotros,
porque lo que sentimos dentro se refleja en nuestras actitudes, nuestros pensamientos y en
nuestro cuerpo y el diálogo interno con el ego interfiere y no permite la conexión con nuestro Ser
trascendente.
Sustento teórico - científico
EDUCACIÓN
Etimológicamente el término educación proviene del latín educare, que quiere decir criar,
alimentar, nutrir y exducere que significa llevar a , sacar afuera. Inicialmente estas
definiciones fueron aplicadas al cuidado y pastoreo de animales para luego llevar a la
crianza y cuidado de los niños.
Solo sé que no sé nada, es una frase muy citada del filósofo ateniense Sócrates. El ser
humano voluntaria o involuntariamente está inmerso en el proceso de educación, que se
va desarrollando a lo largo de nuestras vidas desde el momento de la concepción y
hasta la muerte. Al nacer el individuo es como un cuaderno vacío que se va llenando
conforme a las experiencias que vive, este es el proceso de aprendizaje, el que se da en
todos los aspectos de nuestras vidas, abarcando la cotidianidad, los establecimientos
escolares, así como el ambiente y las personas que nos rodean.
Son muchos los autores que han tratado de definir la educación, y que en estos intentos
han surgido muchas definiciones, formas y tipos de educación, a continuación se presenta
un resumen con las definiciones que dan algunos autores:
"La educación es la formación del hombre por medio de una influencia exterior
consciente o inconsciente, o por un estímulo que si bien proviene de algo que no
es el individuo mismo, suscita en él una voluntad de desarrollo autónomo
conforme a su propia ley.
Gastón Mialaret, en su obra Ciencias de la Educación, señala tres sentidos
como parte del proceso educativo; siendo el primero los llamados mass media o la
denominada educación francesa (andragogía, educación religiosa, animación
cultural, etc). El segundo sentido es el de la educación como resultado de
una acción que prepara a los jóvenes adaptándolos a la vida, más que a la
preparación intelectual que reciben en las instituciones escolares formales. El
tercer sentido al que hace referencia el autor se refiere a la retroalimentación que
se da entre al menos dos individuos inmersos en el proceso educativo.
Pero EDUCACIÓN es mucho más de lo que se ha escrito en este pequeño intento por
definirla, porque creo que la educación formal o informal, cósmica o sistemática,
intencionada o no, debe preocuparse por la formación de individuos integrales, capaces
de desarrollar una carrera profesional , así como de vivir en una sociedad dentro de sus
valores éticos y normas morales.
Aprender a hacer, a fin de adquirir no solo una calificación profesional sino, más
generalmente, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran
número de situaciones y a trabajar en equipo...
Esto es educación, formar, desarrollar y capacitar todos y cada uno de los aspectos de la
personalidad del individuo, para hacerlo productivo a nivel personal como profesional;
individual o en conjuntos, como hombre/mujer o como ciudadano.
PEDAGOGÍA
Algunos autores la definen como ciencia, arte, saber o disciplina, pero todos están de
acuerdo en que se encarga de la educación, es decir, tiene por objeto el planteo, estudio y
solución del problema educativo; o también puede decirse que la pedagogía es un
conjunto de normas, leyes o principios que se encargan de regular el proceso educativo.
El término "pedagogía" se origina en la antigua Grecia, al igual que todas las ciencias
primero se realizó la acción educativa y después nació la pedagogía para tratar de
recopilar datos sobre el hecho educativo, clasificarlos, estudiarlos, sistematizarlos y
concluir una serie de principios normativos.
Etimológicamente, la palabra pedagogía deriva del griego paidos que significa niño
y agein que significa guiar, conducir. Se llama pedagogo a todo aquel que se encarga de
instruir a los niños. Inicialmente en Roma y Grecia, se le llamó Pedagogo a aquellos que
se encargaban de llevar a pacer a los animales, luego se le llamó asó al que sacaba a
pasear a los niños al campo y por ende se encargaba de educarlos.
Ricardo Nassif habla de dos aspectos en los que la pedagogía busca ocuparse del
proceso educativo; el primero es como un cuerpo de doctrinas o de normas capaces de
explicar el fenómeno de la educación en tanto realidad y el segundo busca conducir el
proceso educativo en tanto actividad.
Otros autores como Ortega y Gasset, ven la pedagogía como una corriente filosófica que
llega a ser la aplicación de los problemas referidos a la educación, de una manera de
sentir y pensar sobre el mundo. La Pedagogía como ciencia no puede consistir
únicamente en un amontonamiento arbitrario de reivindicaciones, convicciones y
experiencia relativas a la educación. La pedagogía en su total sentido ha de abarcar la
totalidad de los conocimientos educativos y adquirirlos en fuentes examinada con rigor
crítico y exponerlos del modo más perfecto posible, fundándolos en bases objetiva e
infiriéndolos, siempre que se pueda en un orden lógico.
Se presenta un conflicto al momento de definir Pedagogía: ¿Es una ciencia, un arte, una
técnica, o qué? Algunos, para evitar problemas hablan de un "saber" que se ocupa de la
educación, otros como Luis Arturo lemus )Pedagogía. Temas Fundamentales), en
búsqueda de esa respuesta exploran varias posibilidades:
1.- La pedagogía como arte: este autor niega que la pedagogía sea un arte pero confirma
que la educación si lo es. Arte: "modo en que se hace o debe hacerse una cosa. Actividad
mediante la cual el hombre expresa estéticamente algo, valiéndose, por ejemplo, de la
materia, de la imagen o todo. Cada una de las ramas en que se divide una actividad".
Lemus dice "la pedagogía tiene por objeto el estudio de la educación, esta si puede tener
las características de una obra de arte...la educación es eminentemente activa y práctica,
se ajusta a normas y reglas que constituyen los métodos y procedimientos, y por parte de
una imagen o comprensión del mundo, de la vida y del hombre para crear o modelar una
criatura humana bella... cuando la educación es bien concebida y practicada también
constituye un arte complicado y elevado, pues se trata de una obra creadora donde el
artista, esto es, el maestro, debe hacer uso de su amor, inspiración, sabiduría y habilidad"
3.- La pedagogía como ciencia: la pedagogía cumple con las características principales
de la ciencia, es decir, tiene un objeto propio de investigación, se ciñe a un conjunto de
principios reguladores, constituye un sistema y usa métodos científicos como
la observación y experimentación.
Clases de pedagogía:
1. El objeto de la educación.
1. Enfoque humanista
La educación humanista se define como de tipo indirecto, pues en ella el docente permite
que los alumnos aprendan mientras impulsa y promueve todas las exploraciones,
experiencias y proyectos que éstos preferentemente inicien o decidan emprender a fin de
conseguir aprendizajes vivenciales con sentido.
De acuerdo con el paradigma humanista, los alumnos son entes individuales, únicos,
diferentes de los demás; personas con iniciativa, con necesidades personales de crecer,
con potencialidad para desarrollar actividades y para solucionar problemas creativamente.
En su concepción, los estudiantes no son seres que sólo participan cognitivamente sino
personas con afectos, intereses y valores particulares, a quienes debe considerarse en su
personalidad total.
Gobernar almas no es el propósito final del docente humanista, sino formar a los
estudiantes en la toma de decisiones dentro de ámbitos donde prime el respeto a los
derechos de la persona, y donde lo justo y lo injusto, como dogma, se cuestione.
Luego entonces, es posible señalar algunos de los rasgos que debe asumir el educador
humanista:
Para finalizar esta brevísima revisión, vale la pena tener presente a Carl Rogers. Como un
estudioso entre quienes más han analizado el concepto de aprendizaje, Rogers afirma
que el alumno promoverá su propio aprendizaje en cuanto éste llegue a ser significativo
para él mismo. Esto sucede cuando en la experiencia se involucra a la persona como
totalidad, cuando se incluyen sus procesos afectivos y cognitivos, y cuando, además, el
aprendizaje tiene lugar en forma experimental. En este sentido, reviste gran importancia
que el alumno considere el tema a tratar como algo relevante para sus objetivos
personales y que el aprendizaje se promueva con técnicas participativas, a través de las
cuales el alumno tome decisiones, movilice sus propios recursos y se responsabilice de lo
que va a aprender. Simultáneamente, la creación de un ambiente de respeto,
comprensión y apoyo para los alumnos es de igual manera sobresaliente. Por último, Carl
Rogers sugiere que el profesor abandone las recetas estereotipadas, y se decida a actuar
de manera innovadora, con base en su personalidad, en su auténtico modo de ser
Sócrates se esfuerza por elevarse hacia la luz y la racionalidad, liberando las mentes de
ideas preconcebidas y dogmáticas, de excesivos entusiasmos y de sentimentalismos
desatados. Para él, el principio de la filosofía está no sólo en los problemas que despierta,
sino en la superación de toda turbulencia mental. Lo primero es tomar conciencia del
problema, que abrirá el camino hacia la verdad, y que al mismo tiempo es el primer acto
de libertad del espíritu desvinculándose de impurezas reconocibles por él. El acto
cognoscitivo es eminentemente ético. El proceso de la razón es infinito, lo mismo que el
trabajo del hombre, mientras que la superación de la irracionalidad nunca es definitiva,
nunca nos rescatará por completo y para siempre de la conciencia problemática humana.
Es la mayéutica, una nueva inducción lógica, algo nuevo en el pensamiento griego, como
reconoce Aristóteles. Sócrates parte de lo particular y concreto, de la opinión personal, la
doxa, capaz de un desarrollo lógico, entre seres que tienen no sólo sensaciones, sino
opiniones completables unas con otras. La Verdad es interior y a ella se llega sólo a
través de un proceso de interiorización.
Para Sócrates la razón no es una teoría abstracta, sino una actividad que afecta a todos y
que implica voluntad. Pero no separa al racionalista del educador moral, es un
potenciamiento de la inteligencia y la voluntad, un comprender, un ver con claridad. Hay
un impulso profundo de orientación hacia el bien: nadie obra el mal voluntariamente, dice,
porque el que conoce el bien universal no va contra su propia naturaleza. El que obra el
mal es un ignorante que busca en su ignorancia una excusa para sus debilidades.
Bibliografía
LEMUS, Luis Arturo. Pedagogía. Temas fundamentales. Buenos Aires, Argentina. Editorial Kapelusz.
1969. 352 págs.
LUZURIAGA, Lorenzo. Ideas pedagógicas del siglo XX. Buenos Aires, Argentina. Biblioteca Nova de
Educación. 1954.