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[Publicado previamente en: Archivo Español de Arqueología 26, n.º 87, 1953, 189-192.

Versión
digital por cortesía del editor (Servicio de Publicaciones del Consejo Superior de Investigacio-
nes Científicas. Madrid) y de los herederos del autor, con la paginación original].
© Antonio García y Bellido
© De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia

Vaciados de los vasos de Vicarello en Madrid


Antonio García y Bellido

[-189→]
Durante mi estancia el pasado año en Italia, y con ocasión de estudiar directamente
y fotografiar los vasos de Vicarello, documento tan importante —como es sabido—
para la geografía antigua de España, el Sur de las Gallias y la mitad septentrional de
Italia, hasta Roma, me enteré que un experto y hábil orfebre había hecho unas
reproducciones de los vasos tan exactas que eran difícilmente discernibles de los
originales. El mismo Director del Museo de las Termas, donde dichos vasos se guardan
hoy, señor S. Aurigemma, me confirmó la referencia, dándome además la noticia de que
tal vaciado había sido hecho para una exposición postal que había de tener lugar en
París, y que su autor, el Sr. Guido Granata, tenía aún un ejemplar que no había podido
adquirir el Museo del Vaticano. Pensé comprarlo al punto con el fin de ceder luego su
adquisición a cualquiera de las instituciones españolas que se ocupan de arqueología o
historia antigua. Mas cuando logré ponerme en contacto con el Sr. Guido Granata, el
Museo del Vaticano, haciendo un esfuerzo, se había llevado ya para sus colecciones el
ejemplar disponible. Afortunadamente, el Sr. Granata tenía aún los moldes y todo era
esperar a que hiciera un nuevo ejemplar. Entre tanto, ya en España, expuse en la Real
Academia de la Historia lo antedicho, brindándole la ocasión de incorporar a su
colección una réplica fiel de documentos tan valiosos para la España Antigua. La
Academia aceptó mi propuesta y me encargó diese los pasos oportunos en Roma, que
fueron secundados eficacísimamente por el Sr. Álvarez de Miranda, Director del Ins-
tituto Español en la Ciudad Eterna. Gracias a sus gestiones los vasos fueron terminados
pronto y enviados a Madrid, a donde llegaron en 7 de abril de este año. Hoy se exponen
en el Museo de la Real Academia de la Historia, su propietaria. Están vaciados en metal
y van patinados imitando la plata oxidada, casi negra, de los originales. Tan sólo una
diferencia que conviene advertir a aquellos que no conozcan los auténticos, y es que
mientras éstos son de una lámina fina, los vaciados resultan sumamente [-189→190-]

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2 Antonio García y Bellido: Vaciados de los vasos de Vicarello en Madrid

Fig. 1.- Vasos de Vicarello. Museo de las Termas.

[-190→191-]

Fig. 2.- Los dos vasos mayores de Vicarello. Roma. Termas.

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Antonio García y Bellido: Vaciados de los vasos de Vicarello en Madrid 3

gruesos. Pero en su exterior, donde van grabadas las mansiones del itinerario, que es la
parte que importa, son absolutamente idénticos a sus modelos 1.
Los vasos conocidos como de Vicarello se llaman así por haber sido [-191→192-]
hallados en la localidad de este nombre, sita a orillas del lago Sabatini (o Bracciano), al
Norte de Roma, en el recinto de ciertas ruinas pertenecientes a unas antiguas termas
medicinales, probablemente las conocidas por los documentos como Aquae Apolinares.
Su descubrimiento fue fortuito y tuvo lugar en el mes de enero de 1852, al reformar el
antiguo depósito de agua caliente de la parte aun en uso. Aparecieron entonces ciertos
objetos arqueológicos de sumo interés; pero muy principalmente varios vasos de plata y
de oro. Estos hallazgos fueron dados a conocer por el Padre G. Marchi en el periódico
romano Civittà Cattolica del 21 de febrero de 1852, y luego en un folleto titulado La
stipe tributata, alle divinità della Acque Apollinari scoperta al cominciare del 1852 di
G. M., Roma 1852, 32 páginas y cuatro láminas en cuarto. Siguieron otros comentarios
y publicaciones y luego su incorporación al Corpus Inscriptionum Latinarum XI 3.281-
84. Las piezas más importantes son los cuatro vasos argénteos conocidos por su origen
como vasos de Vicarello, o también Vascala Apollinaria o Vasos Apollimares por razón
del supuesto nombre de las antiguas termas. Estos cuatro vasos se conservan hoy día en
Roma, en el Museo Nazionale Romano, o de las Termas. Tienen la forma (figs. 1-2) 2
de un miliario, hito en piedra, que señalaba las distancias en las vías o caminos, y se
cree son exvotos arrojados a las fuentes termales y salutíferas por algún viajero que iba
de Gades (Cádiz) a las Aquae Apollinares en busca de una (entonces) lograda curación.
En sus cilíndricas paredes están grabados los nombres y las distancias de las estaciones
que iban de Gades a Roma por Córdoba (Corduba), Lezuza (Libisosa), Játiva (Saetabi),
Valencia (Valentia), Tarragona (Tarracone), Gerona (Gerunda) y el paso de los Pirineos
por La Junquera (Iuncaria) para entrar en Francia y luego en Italia; en total, 1.841
millas romanas. Salvo pequeñas variantes en las distancias y en la ortografía, los cuatro
vasos tienen el mismo itinerario con las mismas mansiones. Es el primer testimonio
escrito de documentos de este tipo (Itineraria) referentes a España, pues su data, calcu-
lada primeramente hacia el tránsito de los siglos I a II de la Era, se ha rebajado recien-
temente, hacia el cambio de Era, sin que, no obstante, se pueda dar como solucionado el
problema 3.

1 En esta ocasión, y junto al encargo de los citados vasos, se encargó también el vaciado del bronce de
Ascoli con el mismo destino. Con ello la Real Academia de la Historia tendrá exacta reproducción de los
dos documentos epigráficos más importantes que hay en Roma relativos a la España Antigua.
Oportunamente daremos cuenta de su llegada.
2 Nuestras figuras están tomadas directamente de los originales. Damos de nuevo las gracias al Director
del Museo de las Termas, S. Aurigemma, y a la Conservadora del mismo, Sra. Felletti Mai, por las
facilidades de todo género con que procuraron auxiliarme.
3 Véase a este respecto la nota precedente.
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