Independientes: caso de Jaime Rodríguez Calderón

Fuente: Foreign Affairs Latinoamérica (revista del ITAM)

Jaime Rodríguez Calderón pasó a la historia de México al ser el primer

gobernador independiente después de que se aprobara la reforma
política que las contempla. De 1980 a 2014 estuvo afiliado al Partido
Revolucionario Institucional (PRI). Su ciclo en la vida partidista terminó
cuando se agotaron las vías para contender por su partido. A 2 años de
haber resultado electo como gobernador, anunció su intención de
contender por la Presidencia de la República. Sin embargo, una
encuesta realizada por El Financiero mostró que el 71% de los
ciudadanos del estado que gobierna no votarían por él para ocupar ese
cargo.
Oriundo del estado norteño de Nuevo León, Rodríguez Calderón es
la personificación perfecta de la masculinidad tóxica que impera en esa
región del país. Apodado por sus simpatizantes como “El Bronco”,
alguna vez declaró que su caballo comía menos que “su vieja” y que,
por lo tanto, le salía más barato. En otra ocasión, hablando de
embarazo adolescente, aconsejó a los padres de familia dejar claro a
sus hijas que “a una niña gorda nadie la quiere”. Cuando se le cuestionó
sobre el grave problema de desaparición forzada en el país, “El Bronco”
afirmó que “quizás se van con el novio”. Los señalamientos despectivos
se extienden también a la comunidad LGBTTTI. En una entrevista,
como gobernador, sostuvo que el matrimonio es entre hombre y mujer y
que lo demás son “zonceras”. Respecto al tema de la adopción entre
parejas del mismo sexo, declaró que es “antinatura”.
Con 2% de las preferencias electorales, el impacto de la
candidatura de Rodríguez Calderón se encuentra mucho más allá de su
participación e injerencia real en la contienda. La decisión del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación Electoral (TEPJF) de

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incluirlo en la boleta, se enfrentó con la que había tomado el Instituto
Nacional Electoral (INE) de excluirlo. Aun cuando el INE detectó 58%
de firmas apócrifas, 810 995 firmas no encontradas en la lista nominal,
158 532 simulaciones de firmas, el Tribunal decidió revertir la decisión,
pues consideró se violentó su derecho a audiencia. Lo anterior a pesar
de que el equipo de “El Bronco” acudió en doce ocasiones a revisar las
firmas.
El TEPJF reconoció que Rodríguez Calderón sí tuvo oportunidad de
defenderse, pero lo hizo a ciegas. La aplicación no guardaba un registro
de las firmas que le permitieran hacer un contraste de información.
Consejeros del INE, por otro lado, sostienen que actuaron respecto a la
ley, en una intención de proteger datos personales. Pero, además,
afirman que el Tribunal ya había validado el mecanismo por el cual se
dio audiencia a los independientes, al resolver anteriormente
impugnaciones de otros aspirantes. Las instituciones que fungen como
la máxima autoridad electoral en el país se enfrentan y descalifican en
pleno periodo de campañas. La confianza en las instituciones se debilita
y con ella la incipiente democracia del país.