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R E S Z R V A
ÍNDICE D E M ATERIAS
Págs
Introducción ]
A. Relaciones generales del ílúido en la bomba.............................................
1. Altura de elevación H ......................................................................
2. El trabajo específico de aumento de presión hp (altura de presión)
en los líquidos ....................................................................................
3. El trabajo específico de aumento de presión hp en los gases___ 12
a) Fundamentos de la Termodinámica, 13. — b) Los ciclos más
importantes en el .cqpipreSor sin pérdidas internas, 14.
4. Pérdidas y rendimientos.................................................................... 18
a) Rendimiento man'ométrico, 21. — b) Rendimiento volumétrico,
21. — c) Rendimiento interno, 21. — d) Rendimiento mecánico, 21.
e) Rendimiento total, 21.
5. Rendimiento adiabático e isotérmico del compresor..................... 22
6. El verdadero proceso de compresión en ausencia de refrigeración.
El rendimiento politrópico ............................................................... 23
27
27
30
31
a). Chorro libre sobre una superficie, 31. — b) Ensanchamiento
brtisco de la sección (pérdida de Borda Carnot), 31. — c) Ensan
chamiento brusco de sección y cambio de dirección, 33. — d) Chorro
plano cortado, 34. — e) Corriente guiada por un haz de álabes, 35.
/) Corriente regularizada, 37.
9. La circulación...................................................................................... 38
a) Torbellino, 39. — b) Torbellino potencial, ley de las áreas, 39.
c) Ejemplo de un torbellino, 42. — d) Potencial y circulación, 43.
e) Origen de la presión de álabe, 45.
10. El principio de Kutta-Joukowsky.................................................... 48
11. Diagrama de la corriente de un líquido ideal sin rozamiento.. . . 50
a) Corriente plana, 51. — b) Algunos ejemplos notables de dia
gramas de corriente plana, 56. — c) Corriente en un volumen de
revolución, 58.
12. Propiedades de los líquidos reales ................................................... 61
a) Viscosidad de los líquidos y gases, 62. — b) Ley de semejanza
de Reynolds, 64.
13. Ejemplos de corrientes reales............................................................ 65
a) Corriente en tubos rectos, 65. — b) Canales convergentes y di
vergentes, 73. — c) Canales curvos, 76. — d) Espacio hueco de re
volución. Modificación de la ley de las áreas a causa del rozamiento,
79. — e) Corrientes que envuelven cuerpos situados en su seno, 82.
14. Corrientes de gas con variaciones considerables .de densidad........ 86
a) Condiciones de semejanza. Número de Mach, 86. — b) Ángulo
de divergencia admisible en las corrientes de gas de gran velocidad,
89. — c) La fuerza de álabe en las corrientes de gas de gran veloci
dad (Regla de Prandtl), 90.— d) Velocidad supersónica, 91.—
e) Corriente de gas en un tubo impermeable al calor, con roza
miento. Línea de Fanno, 92. — /) Cálculo aproximado de la dis
minución de presión en las tuberías para gases, 93.
VIII índice de materias
Págs.
15. Pérdidas por fugas............................................................................. 94
a) Variación de volumen despreciable, 95. — b) Consideración sobre
la expansión de los gases en las juntas de cierre, 101. — c) Rodetes
sin pared lateral, 103.
15 a. Rozamiento de un disco que gira dentro de un flúido .............. 104
C. Teoría elemental de los rodetes centrífugos ........................................ 109
16. Movimiento absoluto y relativo : entrada sin choque.................. 109
17. Trabajo transmitido por los á la b e s............................................ . 112
a) Deducción mediante el principio de la impulsión, válida también
para un número finito de álabes, 112. — b) Deducción especial
para el caso de número infinito de álabes, basada en el análisis de
la corriente, 115. — c) Bomba sin directrices a la entrada, 118.
18. Desacuerdo entre los resultados de la teoría elemental y la rea
lidad ..................................................................................................... Í49
19. Influencia del número finito de álabes............................................. 120
a) Ejemplo del haz de álabes rectos, 120. — b) Ecuación de la ener
gía para la corriente relativa, 123. — c) Distribución de presiones
y velocidades en el canal móvil de una bomba radial, 123.
20. Causas de la disminución de potencia cuando disminuye el nú
mero de á la b e s.......................................................................... . 127
a) Sin tener en cuenta el rozamiento, 127. — b) Influencia del
rozamiento, 129.— c) Modificación de la ecuación fundamen
ta], 133. , ,
21. Cálculo aproximado para determinar la disminución de potencia
de la bomba, debida al número finito de álabes...................••• 135
22. Discusión de la fórmula aproximada. Valores empíricos de y' • 141
23. Bombas de reacción y de acción............................................... 144
24. Elección del ángulo pt del álabe a la salida............................ 145
25. El coeficiente de presión y • fórmula aproximada para la altura
de elevación........................................................................................ 150
D. Características de las distintas formas de rodete ................................... 153
26. Desarrollo de las formas de rodete ................................................. 153
27. Número de vueltas especifico............................................................ 155
a) Influencia de /?„ e = ctm/)/2gH, ctm¡com y del número de
álabe, 158. — b) Expresión sin dimensiones del número de vueltas ^
especifico, 158.
28. Elección del número de álabes........ .. .......................................... 159
29. El coeficiente de entrada e = e0w /|2 g H .................................... 161
30. Rendimiento y rapidez de marcha. Límite de aplicación de las
bombas centrífugas ............................................................ . 164
* 31. Consideraciones sobre las bombas de varias fases en serie y de
varias fases en paralelo ........................... ....................................... 167
32. Leyes de modelos y fórmulas de conversión............................... 169
a) Conversión de los rendimientos, 171. — b) Conversión de II, N,
V, 174. —rc) Semejanza desde el punto de vista de la resistencia
mecánica, 175.
33. Adaptación del rodete.................................................................. 176
E. Límites de las alteraciones de lorma por cavitación y ultrasonido.... 178-
34. Generalidades sobre la cavitación (formación de bolsas de vapor). 178
35. Altura de aspiración máxima adm isiblé.................................. 180
r*onenr rí n » n r c n c lo ^ icm ln n ri^ n Hp n r o c ? A n o lo P n t r o H o finí r o -
_J dete, o sea, de la formación de la presión crítica A h ................. 182
a) La presión del álabe, 182. — b) El espesor finito del extremo del
álabe, 183.— c) Curvatura de las paredes laterales antes de la
entrada del álabe, 185. — d) Resistencias, 186. — e) Cavitación de ~
junta, 186. , . .
37. | índice de aspiración, S (Coeficiente de susceptibilidad de cavita-
ción, a), y el ángulo relativo más favorable para la corriente de
paso, fto a ...............................................................................................
38. Cálculo de la máxima altura de aspiración admisible - .................. 193
a) Entrada en el rodete sin giro, o0 = 90°, 194. — b) Entrada en
el rodete con giro de la corriente, 195.
índice def materias ix
Págs.
39. Influencia del número de Reynolds y, en especial, del tamaño de
la máquina en el Límite de cavitación............................................ 196
40. Medidas a adoptar para pbtener alturas de aspiración grandes... 197
a) Medidas exteriores a la bomba, 197. — b) Medidas a adoptar
en la bomba, 199.
41. Cavitación en el caso de entrada con choque ............................. 200
42. Formación de espacios muertos por desprendimiento de gases.. . . 203
43. Límite de ultrasonido en los compresores........................................ 204
a) Entrada perpendicular al rodete, a 0 = 90®, ¿, = 1, 208.—
b) Entrada en el rodete con giro (<5, 4= 1), 212.
44. Relación entre el índice de sonido S0 y el número de Mach woa/a .. 215
45. Confrontación de las magnitudes características en el caso de cavi
tación y de ultrasonido ................................................................... 217
F. Álabe radJal de curvatura simple .............................................................. 218
46. Marcha general para el cálculo del rodete de una bomba, tomando
como base un rodete lento ............................................................ 218
a) Extremo del álabe en la-entrada, 220. — b) Borde del álabe a
la salida, 222. — c) Consideración de la variación de volumen en
los gases, 225.
47. Trazado de los álabes radiales de simple curvatura................... 227
a) Álabe en arco de círculo, 228. — b) Trazado del álabe por pun
tos, 230.
48. Alabes radiales de simple curvatura con el borde de entrada en
la zona de curvatura de la boca del ro d e te ................................. 232
49. Álabes radiales de pequeña longitud radial................................... 234
a) Disposición centrífuga, 234. — b) Disposición centrípeta, 237.
50. Ejemplos de cálculo de bombas centrífugas con álabes de simple
cu rv a tu ra.......................................... . . ’............................. 238
I. Bomba multicelular con álabes-diTespesor constante.............. 238
a) Extremo del álabe en Ih entrada, .239. — b) El extremo del
álabe a la salida, 239;:— c) Consideraciones complementarias, 243.
II. Ventilador de una sola-fase........................................................ 243
a) Marcha normal de..cálculo, 244. — b) Disposición constructiva
de los álabes, 246.'— c) Consideración dq la-yáríación del volumen
en el rodete, 247.— d) Curva itejgstáaoV'^S.
^ III. Ventiladores con difusor •aíPvoluta espiral ........................... 250
IV. Bomba para agua caliente, con álabes de espesor variable... 250
a) Entrada, 251. — b) Salida, 253.
G. Álabe radial de doble curvatura ............................................................. 255
51. Determinación delp erfil..................................................................... 255
52. Trazado de los álab es............................................................... ” .. 257
a) Desarrollo de las secciones del álabe sobre superficies cónicas,
259. — b) Determinación de las secciones del álabe por puntos,
261. — c) Representación de la superficie del álabe, 264.
53. Ejemplo numérico de cálculo de un rodete de rapidez media (ro
dete Francis).................................................................................. 265
54. Disposición inclinada de la arista de salida en la sección meridiana.
Rodete ráp id o .................................... 271
55. Consideración de las pérdidas en las distintas superficies de co
rriente ......................................................... 274
56. Ejemplo de cálculo deun rodete rápido ...................................... 275
57. Ejemplo de cálculo de una bomba con rodete semiaxial v difusor
.................................................................................................... 280
H. El álabe axial ................................................................................................ 284
58. Corrientes secundarias en el rodete ax ia l...................................... 284
59. Forma del álabe y grado de reacción.................................... .. ’ , 285 t
60. Cálculo de los álabes axiales............................................ . ’ ] ''! ! ! 288
61. Relación de cubo, coeficientes de presión de gasto.......... 293
a) Relación de cubo máxima admisible, 293. — b) El coeficiente
de presión, 296. — c) El coeficiente de entrada r, 297.
62. Proyecto y perfilado del á la b e ........................................................ 297
índice de materias índice de materias
P¿gs. P¿
63.
Ejemplo numérico de cálculo de una máquina soplante................ 300 a) Efecto de péndulo debido a la cooperación de un acumulador
63 a.
Consideración de la variación de volumen..................................... 304 de energía, 425í — b) Desprendimiento del caudal, 433.
92. Procedimiento de obtención de curvas caudal-altura estab les.... 4
64.
Limitación inclinada del cubo del rodete axial............................. 306 93.
64 a.
Empuje axial y resistencia del rodete axial................................... 308 Influencia del número de Reynolds y, en especial, de la viscosidad
a) Empuje axial, 308. — b) Resistencia, 309. sobre la forma de las curvas características................................. 4
65. Medidas para disminuir las grandes diferencias de ángulo entre las 94. Representaciones especiales de las curvas características............ 4
. secciones del álabe y el número de M ach..................................... 311 a) Coordenadas sin dimensiones, 439. — b) Escalas logarítmicas,
a) Corriente de contenido uniforme de energía, 311. — b) Corrientes 440. — c) Líneas de igual velocidad específica formando un haz
de contenido energético desigual, relaciones entre las velocidades radial, 441. — d) Líneas de igual estado de choque como haces
a ambos lados del rodete axial (condición general de equilibrio), 313. radiales (representación circular), 441.— e) Representaciones es
66 . Rodete axial lento para bombas .................................................... 318 peciales para los tubocompresores, 441.
67. Cálculo de los álabes axiales como alas portantes........................ 319 K. Regulación..................................................................................................... 4
a) Ala portante situada en un espacio sin límites. 319. — b) Haz
de álabes, 329. — c) Aplicación al rodete axial, 332. — d) Cavita 95. Regulación con número de vueltas invariable y álabes fijos........ 4
ción y ultrasonido, 334. — e) Consideración de la comprensibilidad, o) Estrangulación en la tubería, 444. — b) Apertura de una salida
337.— /) Rendimiento del rodete axial, 337. secundaria, de descarga, 446. — c) Introducción de pequeñas can
68. El difusor de la bomba a x ia l.......................................................... 340 tidades de aire en el tubo de aspiración de las bombas para líqui
69. Ejemplo numérico de cálculo del alabe axial como ala portante.. 344 dos, 446. — d) Cierre de escalones dispuestos en paralelo o paso
a) Rodete, 344. — b) Difusor, 347. de la disposición en paralelo a la serie, 446. — e) El funcionamiento
en circuito cerrado de algunos escalones o el paro de una má
I. Difusores..................................................................................................... 350 quina, 447.
96. Regulación mediante, aletas onentables........................................... 4
_?0. Objeto de los difusores...................................................................... 350*^ a) Aletas directrices; cíe entrada orientables (regulación del giro
~t T. Difusor de aletas.................................................................................. 3 5 1 ^ de entrada), 447. — b) Aletas orientables en el difusor de salida,
71 a. Ejemplo numérico dedifusor de aletas ............................................ 357 448. — c) Cierre por pantalla desplazable, 450.
a) Difusor de aletas correspondiente a la bomba tratada en el
ik id y y y y y k A
capítulo 50, IV, 357. — b) Difusor de una máquina soplante, 358. 97. Regulación mediante modificaciones en los canales del ro d ete ... 4
72. Corrección de las aletas del difusor................................................ 359 a) Variación de posición de los ájabes, 450. — b) Admisión par
cial, 451. ___
73. Cálculo por puntos de las aletas del difusor................................. 361 98. Regulación por variación de velocidad........................................... 4
74. Difusores de aletas para bombas multicelulares........................... 362 98 a. Regulación automática. ........................................................... 4
a) Aletas del difusor de salida unidas a las directrices de entrada,
364. — b) Espacio anular sin álabes entre las aletas del difusor y L. El empuje axial y su equilibrado.............................................................. 4
\ V
los álabes de retorno, 365. — c) Retomo rápido, 367.
"p. Difusor anular liso................................................................................. 367 99. El empuje del rodete axial y d^J $ethfnxial ................................. 4
Difusor de caja e sp ira l...................................................................... 372 1 00. Equilibrado mediante la fqrm hy lá disposición de los rodetes... 4
a) Cálculo despreciando el rozamiento en la caja espiral, 374. — 101. Equilibrado mediant#¿urf dispositivo único para el conjunto de
b) Consideración del rozamiento en la cámara espiral, 378. . _----- todos los rodetes de una bomba hidráulica de varias fases.......... 4
77. Cámara espiral de sección circular.................................................... 380 102. Cálculo de un dispositivo de equilibrado............................. : . . . . 4
a) Cálculo para la corriente sin rozamiento, 381. — b) Considera 103. Equilibrado de las bombas de eje vertical ................................... 4
ción del rozamiento en la cámara espiral, 383._^ y M. Disposiciones constructivas de bombas y turbocompresores.................. 4
77 a. Consideración de una variación de densidad"én la caja espiral . 384
78. Dispositivo de guia a la entrada de los rodetes ......................... 385 104. Bombas y máquinas soplantes multicelulares............................... 4
105. Bombas y compresores radiales de una sola fase......................... 4
J. Curvas características.................................................................................... 387 a) Con difusor de aletas a la salida, 475. — ó) Sin difusor de aletas
de salida, 478.
A
79. Formación de la curva caudal-altura ............................................. 387 106. Bombas y compresores semiaxiales y axiales................................. 4
80. Trabajo de álabe f/tlix para corriente variable............................... 387 107. Bombas con rodetes en paralelo ..................................................... 4
a) Número infinito de álabes, 388.—b) Número de álabes finito, 389.
A A
£ 3 ^ * 5 » . £ T Ú tS 589 - / ) Numero'de
B- a)
613 __b) Datos para el proyecw.
624
C.
autoaspirante . ■• • ........• *; ‘ *‘««7
Observación com plem entaria, 0 / / .
iíMJILt
Introducción
Las bombas son aparatos destinados a desplazar líquidos y gases.
En este último caso se denominan: compresores, turbocomprcsores
y ventiladores. Su manera de actuar se basa en que la forma más
económica de transportar fluidos es mediante tuberías. Intercaladas
en la tubería por la que tiene que circular el fluido, le proporcionan
la energía necesaria para su desplazamiento, aspirando por un lado
e impulsando por el otro. Crean, por tanto, una sobrepresión en la
tubería a la salida de la bomba y una depresión a la entrada. Dejando
aparte el efecto de la tubería, puede decirse, en su más amplio sen
tido, que el objeto de una bomba es transportar un fluido, liquido o ga
seoso. de un minio a baia presión. a mro en el rual la presión es más
elevada.
Estamos, pues, en presencia- de un fenómeno inverso al de las
máquinas,motrices, con das cuales las bombas tienen grandes analo
gías, incluso en su construcción. Se dividen también en dos grupos
principales: ,
1. ° Bombasi’ de pistón q corupreserrés, de efecto inverso al de las
máquinas de columna de aguaique ya no se utilizan) y al de las má
quinas de vapor. La característica de estas máquinas reside en el
pistón, el -.cual, al moverse alternativamente dentro del cilindro, pro
duce la presión necesaria para el desplazamiento del fluido.
2. ° Bombas centrifugas n Inrlmmmprpsnrrs. de efecto inverso al
de las turbinas hidráulicas y de vapor, respectivamente.
Fuera de estas dos grandes categorías de máquinas, existen otras
de menor importancia, y que no tienen su correspondencia con máqui
nas motrices, debido a que reúnen en ellas la acción motriz y la de
elevación; como, por ejemplo, los aparatos de chorro, los arietes, las
bombas de emulsión de aire y agua, etc.
La presente obra trata de las bombas centrífugas para líquidos
y de los turbocompresores para gases. Salvo en los casos que ce ir.q¡
cará tnHnc inc estudia y razonamientos se refieren al agua en el
de líquidos y al aire en el de gases.
u n las Dombas centrífugas y en los turbocompresores. la energía
es proporcionada al fluido por la rotación ~
provista de álabes. Por efecto de la acción
sufre simultáneamente un aumento de presión y de velocidad. Para
que este aumento de velocidad sirva también para aumentar la pre
sión. ,sfr rodea el rodete móvil con uno o varios canales fijos, de sec-
1. P fleiderer : Bombas centrífugas.
\
Introducción . Introducción
2
clon creciente. y que, por tanto, transforman la velocidad en pre fijada; pero sus proporciones pueden ser desfavorables y su rendi
sión. El conjunto de estos canales, que forman parte del cuerpo de miento malo. Para evitar estos inconvenientes, se obtiene la altura dt
la bomba, ha recibida elevación deseada acoqlando varios rodetes en .e/»ry| de manera que dis
el nombre de difusor. minuya la altura de elevación'eme debe proporcionar cada rnde.t,f .
Cuando el canal es úni este caso se acostumbra montar los rodetes en nn árbol único ffin
co, puede tener forma de Del mismo modo que es útil subdividir la altura cuando es muj
caía espiral y se desig elevada, se puede también subdividir el caudal cuando es muy im
na generalmente con el porta rpte. Nos vemos
nombre de voluta. obligados entonces al
Las figuras 1 a 4 acoplamiento en para-
dan una idea esquemá reto de varios rodetes,
tica de las disposiciones que totalizan el cau
posibles de los órganos dal (fig. 6). En este
de una bomba. El reco- caso, los rodetes ge
F ig. 2. Bomba con en
rrido del flúidcT en el neralmente son de do
F ig . 1 rodete puede ser radial
Bomba rudial con difusor trada axial y salida radial ble entrada. Esta for
sin difusor
centrifugo,! como eñ"Ta ma de construcción
figura 1. En este caso, las proyecciones de las trayectorias sobre un está siendo despla
plano meridiano son simplemente radios dirigidos del interior al ex zada, hoy en dia, por
terior. Esta disposición es la nor los rodetes rápidos,
mal, puesto que la fuerza centri- según figuras 2 y 3. F ig . 5. Acoplamiento de varios rodetes en serie
fuga tiene el mismo sentido “que Todas las consi-
fa trayectoria riel finido v cnntrL- deraciones anteriores son aplicables por igual a los desplazamientos
•' iir _
huve a aumentar la nresiói^iLa dis de agua y a los de aire. Ambas aplicaciones se tratarán simultánea
posición inversa—circulación radial mente, puesto que ello no ofrece la menor- dificultad, siempre que
centrípeta — es teóricamente posi se tengan en cuenta
ble, pero apenas se emplea, por los las siguientes obser
inconvenientes de su construcción y_j i vaciones :
para mayores caudales encontra- 1.a Siendo los
de su funcionamiento inestable. * P
mos corrientemente la disposición de la figura 2, en la que la entrada gases inásligeros que
al rodete es axial, y la salida radial, centrí el agua, para obtener
fuga, forma que corresponde a las turbinas con ellos una presión
Francis. Para los cases de gran caudal y determinada se pre
n p rjiip n n a l t u r a rl7 n tp p rn v g ñ t a í a s cisa mayor velocidad
el recorrido axial (fig. 3). Esta disposición que con aauéll^ vTen
ha atraído la”atención de los técnicos, par consecuencia, mayor
ticularmente en los últimos años. velocidad tangencial
El fluido llega, generalmente, al rodete del rodete. Debido a F ig. 6. Acoplamiento de varios rodetes en paralelo
sin guia especial en el tubo de aspiración. las mayores tensiones
pero a veces es guiado en determinada di * • que sufrirá el material del rodete, no es posible obtenerlo por fusión,
rección mediante directrices situadas ante»; : ‘i como es corriente en las bombas hidráulicas. Ello obliga al empleo
de la entrada del rodete (fi^. 4). de materiales forjados o laminados, como primera materia para la
F ig. 4. Bomba radial con
Aumentando la altura de éIevacjóiL_Bara construcción de los rodetes. Esta limitación hace difícil o imposible
directrices a In entrada y un caudal determinado, se alcanza un limite• el empleo de rodetes de la forma de la figura 2. Todo el campo
difusor a la salida
por encima del cual no es conveniente nt.£ de aplicación debe ceñirse, pues, a 'rodetes de forma según las fi
solo rodete. No obstante, es siempre posible calcular un guras 1 y 3, los cuales tienen buen rendimiento en el campo de los
lizar un caudales medios.
^ detT ’capaFde- dar un caudal y una altura dados, a una velocidad
Introducción
H = hp -\- e Z (3)
La pérdida de carga Z comprende todas las pérdidas debidas al
rozamiento y a cambios de sección y de dirección, cuya determinación
se detalla en los capítulos 13 y 14, f). Su valor apropiado para las con
ducciones técnicas de gas, puede calcularse, a partir de la pérdida de
presión, mediante la ecuación (67) del capitulo 14, f). Corresponden a
las pérdidas por cambio de sección, entre otras, las producidas en la
aspiración del depósito inferior y las ocasionadas al desembocar el
íinal de la conducción en el depósito superior, en todos aquellos casos
en que no existan conos de unión adecuados. El cono de unión en la
impulsión se recomienda especialmente en los casos de gran caudal
con pequeña altura de elevación.
La influencia de cada uno de los tres sumandos de la ecuación (3)
es muy distinta, según las aplicaciones. En la alimentación de calderas
o en el suministro de aire a presión a una red de ventilación, el tér
mino más importante es el primero." Si el depósito de aspiración y el
de impulsión están a la pYesión atmosférica, como ocurre en los abas
tecimientos de agua, este primer término es igual a la diferencia nega
tiva de la presiónatmosférica entre el principio y el final de la conduc
ción, y, por tanto, despreciable-ya .consecuencia,
H = e Z (4)
En las bombas que aspiran de los canales de riego, si la diferencia
de nivel e entre el canal y el depósito colector es muy pequeña, se
puede tomar Z como altura de elevación.
En el suministro de aire a la presión atmosférica — por ejemplo,
en los ventiladores—, el término e se compensa por la variación en
senLido inverso del primer término h'p, puesto que disminuye la pre
sión barométrica en la aspiración. Por tanto, e + tí = 0, y en con
secuencia, p
H = Z (4 a)
de forma que sólo hay que tener en cuenta la pérdida de carga en la
conducción.
En los suministros de aire a la presión atmosférica sólo hay que
tener en cuenta la diferencia 'de nivel e, entre los puntos de medición
de la aspiración y de la impulsión, cuando dicha diferencia sea consi
derable.
En el suministro de aire (u otra clase de gas) a presión, a gran
diferencia de nivel — por ejemplo, en las minas—, se'recomienda tener
'si
Relaciones generales del fluido en la bomba
H man (5)
1000
Solamente para el agua suficientemente fría es Hmau, = II.
ha = 104
(7)
n . ,A (7 a)
Desde luego, las variaciones del Z s o « ~ ? ^ nA e.^ 0,umen a' rebasar los
mperatura son más importantes. pecifico debidas a las variaciones de
naciones ^el ^w T ^ sj^d fk o 0 deWda^sinfuUáí" tenerse e" consideración las va.
^ n p e r a t u r a , especialmente en la a lim e n ta c ió n T ía W e r ^ E n l^ g u ía F s? ? "
I '
i1
Fio. 8. Variación del peso específico del agua con ^ presión según
de v* 4- A : v
El trabajo específico de aumento de presión hp en los líquidos 11
(12)
í* — ir r r ^ lft)
o relacionándola con la ecuación (íJ), y designando por p las presiones
expresadas en kg/cm2 :
X - 1 X - 1
^ad — R T , (— ) ’ - Pu_
_ CP 'V
— 1 (12 a)
a— 1 Pj ' ~~Ah Pl
siendo A — 1/42/ el equivalent^mecánico del calor. Para aire a la
temperatura normal (con cp = 0,242 kcal/grado • kg) tenemos:
— — f « = 4 L = 103.
x—1 A ,.--*'
El diagrama P v, empleado has^.ahora, nos sirve para conocer
el trabajo necesario para una ,compresión. Si se quiere tener una idea
sobre las temperaturas..que se alcanzan #.
y sobre las cantidades de calor in ^ r o o ^ f f 7"
transformadas, hay que utilizab$H3iagra-
ma T S, en el cual las ordenadas repre
sentan temperaturas absolutas y las abs
cisas entropías (*), y en el cual deben
dibujarse también, según M o llie r , las
líneas de igual presión p (isóbaras) (fi-
^gura 10). La adiabájúca es una paralela al
eje de las T, por ser uña línea de entropía
constante, y va desde el punto A j (corres
pondiente al estado inicial de presión p1 y
temperatura absoluta T j) hasta la linea
isóbara del estado final pJIt es decir, hasta Fio. 10. Compresión adiabá
el punto A}j, obteniéndose la temperatura tica en el diagrama TS
final correspondiente T'n = 273 -f t'u .
[ En el caso presente, sin refrigeración, o 0, reduciéndose la
Vecuación (10) a v
tomando para c el valor medio. Para el aire resulta: A fad — /ía<a; 103.
Igualando las expresiones (12a) y (13) resulta:
U = T; !i Bll- — 1; (15 a)
A /ac rí/
Pi
8) Compresor con refrigeración total. En este caso, la tempera
tura del gas Tj es constante. La compresión se produce según una
isotérmica que se representa en el diagrama T S por la línea Aj/,
paralela al eje de las S (fig. 10), y en el diagrama P v (fig. 9), al ser
L . i„ / m r > .,_____________________ _ D „ n n r nnn hm p rh n ln e n tu m
en_________________ - ------- i i- í
tera A j A"n . La expresión (10) se reduce a
AhlÍ A h i s = q O6)
¡Todo el trabajo de compresión se va en calentamiento del agua de
[refrigeración. Esta cantidad de calor aparece representada en e la-
gram a-TS (fig. 10), en kcal/kg, por el rectángulo A j A j/C C ; en
El trabajo específico de aumento de presión hp en los gases 17
W =- P , o, !n £ ü - = R T¡ In £ u . (V)
Pr Pj
Esta es la altura de presión isotérmica. El trabajo de compresión
ahorrado por la refrigeración es igual, en ambos diagramas, a la super
ficie A j A " u A ' } j . 1
Pilipi 1 1,4 2 3 4 6 8 10 . 25
Óad = 0 3050 6530
0
Ó
8 1001 45 500' m
= 1 1,055 1,095 1,149 ; 1,232 1,31 1,372 1 1,42 ; 1,649 i —
t¡¡ -■ lj == 0 29,6 63,4 ,-105-y 142,2 195,5 237,5 1 273 442 : grado
Las alturas de presión hp = Aad que se tienen que alcanzar son
considerablemente mayores que en las bombas hidráulicas. Los valo
res had¡his muestran que el
ahorro obtenido con la re
frigeración completa e s'
perceptible ya para pe7„,
quenas relaciones^4e- pre
sión y crece rápidamente
al aumentar dicha relación.
y) Compresor refrige
rado parcialmente. En es
te caso, que es el corriente,
supondremos que las pér
didas de calor por refri
geración son uniformes a A u m en to
lo largo de la línea de com del calor
Cufor d
d el aíre
presión A j A jj . Esta con COmpri- ,por el y t
dición es la que encaja me mido; Úna v ,
de rey
,
trapezoidal A ,.4 ,j
dos sumados de,(10) e„ {a
CC representa incremento del calor in-
s r “ ™ ¡ " s e « • " , *
3 13 ¿S,°“ ' r A X e s ^ V , íi p r e s ta n
de r : x " s t0(12) r a “ ¡¿ ad.ábátid' sustituyendo en
ellas x por n, resultando:
n —t n—1
Pn ( 18)
Pj í -11 = R T¡
V i - „ _ i ?1 l’J [l Pj n — 1 Pi
ii-i
Pu (19)
1u i, = T,
L\ Pi
Al utilizar el diagrama i S de Mollier, no hay que olvidar el calor
absorbido por el agua de refrigeración, siendo, según (10).
i ,. (20).
^Ipol ^ W 9)
Pad
con lo que podemos conocer A /ad por medio de (15). i/, o/0 hasta p„lpj = 1.4,
Los erfores. con x = 1,4, alcanzan como máximo
y para PjjIPi «= 1,5, el -r 1 /o-
Pérdidas y rendimientos jg.
« * p J,ta ™ 7 ° c o r ^ nuevamente ta
Pérdidas y "rendimientos
a íif c lp s j S S S s
' f h H a.'tuPr 7 tr c ea,adeb0e ^ :
,a b» ¿ » -¡siiese ninguna Pr°dUCÍrfa
7/
r/r = *JL
^ : Ni
F , . . ...... • - - <29)
•ste rendimiento tiene en'Vnpnf-o i i
decir, todas lasque-* transform anen^,aA M - P érdid“ internas, es
. d) Kendimiento m e c á n ic o s ^ ',? i f ’T ?? comunica al flúido.
mternq A 1,y |a potencia en e U j f w rc,aci0n entre <a Potencia
l¡m Nj __ N { - N
y N; (30)
N¡ y VH__
-V«. y (v Kp)/^th + (-Vr y . m) *ó
1
f (31)
I
1 4 - C&p (33)
rlh
1 — (Cr + ím )
n = yJIm _ *rr
GSH
>/ad k ~ 7^ ^ (34)
Siendo H, según la expresión (1), en la que y = 0, como puede admi
tirse para todos los compresores,
H = *ad + — ~9 ' 1 (34 a)
tít
fv
.
|
V í / 1-
del gas por las pérdidas. La adición de calor actúa inversamente a la
refrigeración, explicada en la página 17. El trabajo efectivo de com-
(») H. WiLLMEn: Estudios termodinámicos sobre bombas centrifugas. Diser
tación de la Escuela Técnica Superior de Brunswick,1931. K. J .
t ^ Procedimiento calorimétrico para determinar el rendimiento de las turbinas de
£j_yagua. Disertación en la Escuela Técnica Superior de Berlín, íyo/.
El verdadero proceso de compresión 25
OiiV. =
y/
„ u _
o, puesto que fí, = Á97 r (T
cp U u,, — T t), siendo 427 cf, =
1 V* ¿ — 1^ •
_f
' , _ _ [L _ Ü Z ll . (38>
(^i)poi _ n — 1 X
F.l expolíente n puede ser determinado a partir de las tempera^
turas medidas, pues7 H_ 1
T /j = f Pn ^
T, 1 Pi
de donde: , tv ir \
n—1 log (T// T^j)
log (P/i /Pí )
Introduciendo este valor en la ecuación (38) se tiene_ finalmente.
1 log (PulPl) (39)
(*Ji)pol log (T nlT j)
Este valor aplicable al compresor, es mayor que el del •
internóle la°ecuación (37). referido a la
aplica el valor recíproco de la ecuación (39), menor enion 4
correspondiente a ecuación (39) sirve
Por otra narte. ha de tenerse en cuenta que la ecuación ;
sólo ‘para gases permanentes v que aplicada a vapores.
fiCarE nTsTurunmsmc ^ derac,ones sobre compresores y turbinas de
gas no haremos uso alguno del concepto de re n d ^ ie n to ^ itró p ic o .
Éste es, sin embargo, citado con frecuencia en las no^efri-
S S S ta, —
e„
: - K = constante 0)
2
Esta igualdad expresa la importante ecuación de Bernoulli, según
la cual en una corriente permanente, sin rozamientos, de líquido o de
gas, la suma de las alturas de posición, presión y dinámica permanece
invariable.
El valor de las constantes se refiere a un punto determinado de
la corriente. Señalando los valores correspondientes con el subíndice I,
podemos escribir (1) en la form a:
c2 c!
'/ ~ h}>1 — (2)
2ff 2ff
Si se traía de una corriente paralela al plano horizontal, 2 per
manece constante, y la expresión (2) se reduce a
^ . 4 = ^ 4 (3)
A toda disminución de la altura de presión hp corresponderá un
aumento de la altura dinámica c2/2 g, y viceversa; es decir, la veloci
dad será mayor en los puntos de presión menor, que en los puntos de
presión mayor.
En los líquidos se calcula hp mediante la expresión (6) del capí
tulo 2. Escogiendo la presión de comparación igual a cero, si la pre-^
sión de la partícula considerada es igual a P kg/m2, hp = Pjy. En taf^
caso, la ecuación de Bernoulli toma, para el caso general, la forma;
(2 a)
'' T ' 27 “ ■ 7 ! 2g
y para el caso de corriente horizontal:
P _ _ Pj_ _£j_ (3 a)
y ■ 2g y ' 2y
En los gases, hp es la altura de presión absoluta j dPjy ~ \dPv,
que se ha determinado en el capitulo 3, para algunos casos particula
res (es decir, en el caso de falta de refrigeración ha<i)> y se puede calcu
la.' nivúiu ut alguna ue Jüa expiesiulies a ^17^ y altura
de posición z puede, en general, despreciarse en los gases, siendo,
por ta n to :
¡ (3 b)
fo[\dI """
2g 2g
Para las corrientes completamente refrigeradas hay que poner ñis
en sustitución de hÍU].
licuación de Bernouilli para líquidos y gases 29 \
K = '& = 2h (6«)
si w es la velocidad relativa de salida, f la sección del chorro v q=yuP¡r>a
la presión - de estaciona- J
miento o remanso, corres
pondiente a la veloci
dad w.
La fuerza de empuje
de un chorro corresponde,
pues, al doble de la presión
de estacionamiento sobre
toda la sección del chorro.
b) Ensanchamiento
brusco de la sección (pér Fig. 17. Ensanchamiento brusco en un canal (nér-
dida de Borda Carnot). El flidn de Carnot)
a * - - *
o por ser V//2 = q, tomando como unidad de presión el metro de co
lumna de liquido (en vez del kg/cm2), tendremos:
P* — /l2 hx ( q — c2).
9
En el retardamiento sin pérdidas, el aumento de presión sería,
según la ecuación de Bernouilli:
(/j.> ^i)th — f? ~ i (7)
- g
siendo, pues, la pérdida:
c¡ — r; — 2 c2 q + 2 c\
K = ~ *i)th — (h, — hx) —
2g
K = k ' 2 -c‘)5
K i cos^ + P i k = K2 + P;, l 2
y como, nuevamente, V//2 = c¡>:
P, — P, c
~ h 2 — h1 = - (Cj eos (5- c2).
, vf-'
A
Fio. 18. Corriente en un codo
FAG‘ ,18, a' Representa
ción de la componente de
choque cs de la figura 18
el cuadrado del tercer lado c, del triángulo ABC (fig. 18 a), formado
nnr lo e m 'irrrM 'tn rIne n
- _ 0 '1 J *í» ““ “ w “ i * V ^ i o j u íu i la u iiC J .c m .id v e c t u n a i
_ 3 2 -
h„ = (^ -^ )2
2g 2 9 (9)
>,
•;1, Fio. 19. Chorro plano cortado
(V,/Vj = 0,6 a = 55°)
minará para el caso de que el chorro sea
plano, es decir, que esté guiado lateral
mente mediante dos planos paralelos
(página 46).
2. aJr B= 180°. En este caso, la ^expresión (10) da con V?= V— V1:
V,'
~y~
1
eos a) (10 b)
Eligiendo la superficie de compro Con a = 45° se tiene \ \ = 0,854 V^,vcon i- a = 90 Vj = V/2 ; con
bación, que se dibuja de punto y raya, atravesamos la superficie a = 135a, V, = 0,146 V. ív íí - Í *
cortante. En consecuencia, deberán considerarse las fuerzas que i&- Para obtener el desvío a + /3 = 180 representado en la figura
presentan las tensiones que aparecen en la sección de corte. (Este 19 a para 135°, se precisa, pues,
cálculo es oportuno para generalizar la demostración, a pesar de desviar una parte de la corriente, tanto
que también ha de evitarse el corte, según veremos más adelante.) menor cuanto mayor se hace a.
Despreciando el rozamiento de la corriente con la superficie plana, Las consideraciones anteriores no dan
solamente tendremos en dicha sección la resultante Tt^le aquellas i ninguna referencia respecto a la situación
tensiones, que actúa perpendicularmente a la superficie, y que se de la arista cortante. Sobre ello se puede
guiremos considerando como desconocidas. Mientras los filetes de co decir, sin embargo, que el punto de re-
rriente sean cortados por la superficie de comprobación a suficiente manso se encuentra todavía sobre la su
distancia del filo cortante, se puede admitir que la velocidad del perficie cortante y no en la arista, la cual
chorro iv es invariable, a pesar del cambio de dirección. puede así absorber la fuerza de impulsión
Escribiendo la condición de constancia de fuerzas en dirección de V2. En consecuencia, la arista deberá Fig. 19 a. Chorro desviado por
paralela y perpendicular a la dirección del chorro antes del desvío, introducirse más de lo que es necesario un plano inclinado
se tiene, siendo V1 el caudal del chorro desviado por la superficie para dividir el chorro en las partes Vj y V2.
afilada y V2 = V — V1 el resto del mismo, a el ángulo de ataque de Las experiencias muestran que un alabe que choque con la co
1
la superficie : rriente, por ejemplo, en una bomba centrifuga, engendra desviaciones
v Vw = —
y Vi w eos a — y en direcciones opuestas (pág. 393).
— — V, w eos B 4- X sen a,
9 9 9 e) Corriente guiada por un haz de alabes. Un haz de álabes
i rectos, como se representa en la figura 20, dispuestos en forma alineada
I y
X eos a = — V. w sen a — y
— V, w sen B. y formando un ángulo /?2 con la dirección de esta alineación, es atra
9 9 2 vesado por una corriente de manera que inmediatamente antes de
Principios de Hidrodinámica
36
la salida de cada canal la corriente es paralela y homogénea. En el J
extremo del alabe cesa, repentinamente, la mfluencia del espesor
mUmo • es decir el ancho de la corriente, medido en la dirección
del haz, es para cada canal y después de la salida, igual al paso com
pleto 1, mientras que en el interior de los canales es solo 1 - o (fi-
pura 20) Los espacios muertos A que se forman a pa
extremos de los alabes desaparecen paulatinamente. En conse™ ^
se produce una variación de la velocidad al desaparecer la influe
cia del estrechamiento provocado por el espesor de los alabes. Desi0
mi
l-ios. 20 y 20 a. Dcsvinción de la corriente después de un lmz de Alabes
de tie r n a ?
ÍmPU,^ al de la « la dirección
Corrie,M,e regularizada. Si una corriente de sección cons-
nte tiene en el comienzo una distribución irregular de la velocidad
paulatinamente se efectúa una regularización hasta que todos los
e " s e T n T día *: Aunque esta reg'ularizadón "
¿ t u a .s e g ú n las leyes del choque inelástico—es decir, con pérdi
das , interviene aquí un aumento de presiónt/jue debe tenerse en
cuenta en muchos casos prácticos importantes, especialmente para
la elección del punto de medición de la presión. Este aumento de
presión se determinará como sigue :
inín,-I?ÍrP01fdreni0*í la superficie de comprobación cortando la sección
inicial / y la sección II, en la cual la velocidad e« ívniíc^ - - ’ -
i ^ teF“mlcuLe* a 10 Jargo de las paredes del canal situadas en
tre ambas secciones. El impulso sobre un elemento de sección será
« l i dsera
saima > cl í y2 - T(ylg)
? r ° W- 2a Debido
fe 2. n Ch ?n /a' íflal =circulación
W , ; ' í ‘:S<í/- E1 ¡mpulso
paralela a la
nodemns
t0mar la presión sobre toda la sección de entrada
^ --p ;= 2
h2 hx — — 2 :]_hd_L h\ (10 c)
\ í
Ejemplo. En un tubo se unen dos corrientes de liquido de 2 y
5 m/s de velocidad, que abarcan dos tercios y un tercio de la sección^
del tubo, respectivamente. Aplicando la expresión (10 c):
2 * 2 + 1-5
= 3,
3
y el aumento de presión: h2— /q — 2 (11/2 g 3- 2 g) — 0,2 m de co
lumna de liquido.
En los capítulos 10, 17 y 99 se expondrán más ejemplos de apli
cación del principio de la impulsión.
9. La circulación
¿De qué forma se transmite el fluido la energía de los álabes del
rodete? Esta pregunta se nos presenta al pensar que, según un princi
pio de Hidrodinámica, una corriente de líquido sin rozamientos no
ejerce ninguna resistencia sobre un cuerpo sumergido; pero en los
líquidos reales, a consecuencia de la viscosidad, se presentan fuerzas
de resistencia, como nos lo demuestra la experiencia diaria. Ad^nt^s
podríamos creer que si en el álabe ap alee una fuerza, ésta fuese sólo
una resistencia que absorbiese trabajo^En la realidad, no es así, como
se demuestra en el subcapítulo e) siguiente, y ello resulta de conside-
La circulación 39
i l + Ü = o. (12 b)
o C
Integrado, y suponiendo que c = c¡, para g = g ¡:
ln — = ln —
g¡ c
o sea,
QC = p/ c7 = K (13)
siendo K una constante.
La magnitud oc es el momento de la cantidad de movimiento
de una masa igual a la unidad. La ley representada por la ecuación (13)
es designada también como ley de las áreas, por la que el radio $ec£or
de cualquier partícula líquida 1)2 re superficies iguales en tiempos igua
les (como en el movimiento de los planetas). Por consiguiente, nos
La circulación 41
Roo — P 1 K-
(15)
29
como se representa en la figura 23.
Supongamos ahora que la corriente considerada tiene la superficie superior
libre y, por tanto, a lo largo de ésta, la presión constante. Debido a ello, esta
superficie no será plana, porque, evidentemente, en la ecuación de Rernoulli,
!a altura de posición z se compensa con la altura de presión P/y. La ecuación (15) se
mantiene en vigor si h representa la diferencia de nivel con relación al punto de la
superficie situado en el infinito. Obtenemos, pues, nuevamente la forma A BC de
la superficie, representada en la figura 23, y que se observa en los desagües de ba
ñeras y lavabos. En estos casos se produce" el giro por la posición disimétrica del
orificio de desagüe.
El siguiente razonamiento nos demuestra que, a pesar de que la corriente es
circular, en su movimiento no existe torbellino.
La velocidad del agua en el lado A B del elemento (fig. 24) es, según la ecua
ción (12 b), menor en — d c c d q/q a la del lado interior CD. Por tanto, los
lados AD y BC efectúan un giro relativo en sentido rontrorín »i £¡-o /j« »_
iiiculc, con una veiociuaa angular — d c/d o = c/o, es decir, igual, pero de sentido
contrario a la velocidad angular de los otros dos lados A B y CD, siendo, por
tanto, la media aritmética de la velocidad de dos lados no paralelos, es decir, la velo
cidad de giro de todo el elemento, igual a cero. La curvatura de las trayectorias se
compensa por un giro en sentido de las agujas del reloj, tal como se indica en las
figuras 21 y 24 a, es decir, el cuadrado se transforma en paralelogramo.
Considerando el líquido ideal, sin formación de vapor v sin vis
cosidad, y no formándose espacios huecos, la partícula situada en el
eje de rotación, efectuará un movimiento de giro con velocidad angu-
42 Principios de Hidrodinámica La circulación 43
lar infinita— es decir, el eje constituirá una línea de torbellino—, por dP = L ¿ dr;
lo que esta corriente se designa como torbellino potencial, a pesar de que, 9 r
excepto en este punto singular, está libre de torbellino. El diagrama
de la corriente se representa en la figura 24, según ¡las reglas que se pero siendo ahora la velocidad c igual a la velocidad tangencial u = roo,
m será:
indicarán más adelante (págs. 52 ss.). /
c) Ejemplo de un torbellino. Si hacemos girar sobre su eje un d P = -- reo2dr.
recipiente cilindrico lleno de agua, el líquido que está cerca de la
Integrando entre el radio interior r¡ y el radio elegido r, resulta:
j r ; (16)
i
44 Principios de Hidrodinámica
A 0 = \ c¡dl (18)
con el mismo sentido de rotación) aparecen en la integral curvilínea dos veces los
sumandos correspondientes a las lineas que separan las partículas, pero con signos
contrarios, a consecuencia del sentido opuesto de la integración, por lo que sola
mente queda la integral a lo largo de la línea de cierre exterior. De esto se de
duce : r
1. La circulación es igual a la suma de las magnitudes de los torbellinos que
quedan completamente cerrados por el camino de integración.
2. En consecuencia, es independiente del camino de integración, siempre
y cuando éste rodee los mismos núcleos de torbellino.
3. Para todas las líneas que no circundan ningún torbellino, es igual a cero.
4. Sólo tienen potencial las corrientes sin torbellino, puesto que la diferencia
de potencial entre dos puntos del espacio es independiente del camino de integra
ción, cuando entre los caminos de integración no exis
ten núcleos de torbellino ; en la figura 28 a se tiene:
.f = 0 = zl + ( — A 0 :), o sea, A 0 , = /I 0 ,
En cierto modo, la circulación asume las particulari
dades de la región rodeada. La simplificación que se
obtiene al introducir este concepto, queda demostrada
si nos fijamos en que la segunda conclusión ante
rior encierra, como caso particular, la ley de las áreas,
deducida en la página 40, puesto que la circulación
a lo largo de un círculo paralelo del torbellino po
tencial es igual al giro multiplicado por 2 tz, y sólo
puede ser constante cuando tam biépjo^s "el giro.
La corriente sin torbellino correspondiente a un
núcleo de torbellino, es decir, su torbellino potencial,
es la corriente de circulación subordinada a la misma,
o sea, su campo de torbellino. Si existen varios nú
cleos de torbellino, como antes indicábamos, se ob¿ie<-
ne la correspondiente corriente de circulaciónrqirésu-
poniendo los diferentes torbellinos potenciales, con lo cual se suman sus veloci
dades geométricamente. A excepción de sus--núcleos de torbellino, está libre de
giro. Su signo característico es, además de las líneas de corriente cerradas, que su
velocidad va de infinito a cero.Las'relaciones son evidetv:.
temente similares a las.dritrampo magnético, que.jsg.cáJ'
racteriza por el número y situaciónn de lqs«,«j&W
los*,«óuductores
de corriente. ‘
Entre un hilo de torbellino en un líquido libre de tor
bellino, y un conductor de corriente, existe una completa
analogía. Para el hilo de torbellino rige también la ley de
Biot-Savart, de la electrodinámica. La intensidad de co
rriente del conductor corresponde a la magnitud de tor F ig. 28 a
bellino o a la circulación ; la fuerza del campo magnético,
a la velocidad de la corriente.
Los hilos de torbellino pueden curvarse de cualquier forma en las corrientes
cerradas. Sin embargo, la magnitud de torbellino es constante a lo largo de toda
la longitud del hilo. No pueden terminar en el líquido y sí sólo en sus límites, es de
cir, deben retroceder sobre si mismos (anillos de torbellino). Es posible la bifurcación
de los hilos, puesto que con ello no se modifica el valor total de la circulación.
Juntando una gran cantidad de hilos de torbellino de diferente magnitud en
un haz, resultan núcleos de sección determinada de extensión finita, cuya circula
ción total es, según (19):
r =2¡ wdl ( 20)
rirru ln rló n - ni fíu jc U fbelH lkO S cukcij.
Esta corriente puede ser una" corriente de paso (fig. 29), una corriente
de circulación pura (fig. 30) o una composición de ambas (fig. 31).
La corriente de paso se caracteriza por el transporte de líquido al no
existir circulación; la corriente de circulación, porque todas las líneas
de corriente son líneas cerradas que rodean al cuerpo en cuestión, es
decir, se distingue por la falta de transporte de líquido y por perma
necer constante la circulación en todo su campo de acción, siempre
que el camino de integración rodee al cuerpo. Evidentemente, tiende
a cero en el infinito. Se puede imaginar la corriente de paso pura
como la que resulta al sumergir los álabes en una corriente paralela.
(*) Esta formación de la sección de álabe por la unión de dos clases de corriente
puede compararse con la creación de nuevos seres por la unión de dos sexos dis
tintos.
La circulación 47
= ^ - b i w m (w0u — w3 m) = ~ b w mr s (21) •
9 9 Ji
y en dirección perpendicular al mismo :
F ig. 34,•
rju.
Complemento de la
*^m (w3m wom) "P b t • (P3— P 0). figura 33
fK u wz u) {^ 0% - ^ u)-
•dicularmente al plano del dibujo. Como sea que por cada tubo de
corriente pasa el mismo caudal A V, su anchura A y debe cumplir
la ecuación de continuidad, de modo que
(25)
!; ¡
d C = £ d f ^ = 2- dpdy c %
!/ t V
y para la diferencia de presión a lo largo de d y de la línea ortogonal,
creada por esta fuerza centrífuga:
= J L = i L = i i ¿ j ,
d x -1 gd(p g q
que deberá ponerse con signo negativo en el caso de que los valores de y
60 Principios de Hidrodinámica
y 9
se obtiene, finalmente, la ecuación diferencial:
_ - í i + i*fE. = 0,
6 cm
que concuerda completamente con la ecuación (24), obtenida para la
J00 XO
Temperalura
w \ 4Á \ „visc°!,idad clneniát ica (O del agua en ebulUción, (»")del vapor de agua saturado
. (*■) de» vapor de agua recalentado, a diferentes presiones, en función de la temperatura
(la escala de valores de * es logarítmica)
\ ° i. 4, pag. 2H2^1952).; Sdent pap Bur of stand., vol. 2, pág.' 5.; Phü. Trans.
Roy. Soc. (Lond.), vol. 174, pág. 935 (1883); vol. 186, pág. 123 (1895).
Ejemplos de corrientes reales 65
janle en todas sus partes. Hay que señalar que la clase del liquido
no interviene para nada. Cuanto mayor es Re, tanto menos importancia
tiene la fuerza de viscosidad con relación a las fuerzas de inercia. Nó se
puede prescindir por completo de las fuerzas de viscosidad cuando el
número de Reynolds es muy elevado, debido a la adherencia del líquido
a las paredes, lo cual ocurre especialmente en las corrientes lentas
(pagina 74).
Esta ley de semejanza nos permite deducir también importantes
reglas para la resistencia de la corriente. En los líquidos ideales nin
guna forma de cuerpo introducido en la corriente, por desfavorable
que sea, puede ocasionar pérdida de energía alguna; pero, al intervenir
la viscosidad, aparecen necesariamente resistencias, debidas, por una
parte, a la adherencia del líquido a las paredes (rozamientos de paredes)
y, por otra, por las fuerzas de presión, puesto que la recuperación cíe
la presión detrás del cuerpo no es total.
En las corrientes semejantes en todas sus partes, o sea, para nú
meros de Reynolds iguales, la pérdida de energía en mkg/kg por roza
miento hw (expresada en metros de. Qpiumna del líquido), debe ser pro
porcional a la altura de velocidad c2/2 g, por serlo las fuerzas de inercia
y de viscosidad al no variar Re. Por tanto,
- J = = 2,01og(i?e l ^ ) - 0 8 (38)
\ «liso
debiendo determinarse Ahso mediante ensayos. El logaritmo es, desde
luego, el usual de base 10.
Una pared se considerará «lisa » cuando las rugosidades no sobre
salen de la capa límite, que existe también en el caso de turbulencia,
inmediatamente junto a la pared, y cuando su espesor no llega a valer
más que una fracción muy pequeña del espesor de la capa límite tur
bulenta.
En los tubos « rugosos », el coeficiente de resistencia es tanto ma-
j u» uuiüitu m ajuu.0 ouu ida ü ic^uicuiuciuca memas k en relación con
el radio r del tubo. Para una irregularidad debida a arena (por tanto,
(**) Forsch.-Arb. Ing.-Wes., fase. 131.
(•) O. K i r s c h m e r : Kritische Betrachtungen zur Frage der Rohrreibung.
Z. VDI, vol. 94, págs. 785-791 (1952).— Véase también H. R e i c h a r d t : ZAMM
vol. 31, págs. 208-219 (1951).— H. W. H a h n e m a n n : Forschung, vol. 6, pági
nas 113-119 (1949-50).
(*) Ergebnisse der Aerodyn. Versuchsanstalt Gottingen, fase. 4.°, pág. 18
(1932). Forsch.-Arb. Ing.-Wes., fase. 356 (1932).
Ejemplos de corrientes reales 69
muy uniformemente distribuida), Nikuradse (i) encontró los valores
representados a escala logarítmica en la figura 43. Para grandes valo
res de Re, / es evidentemente, independiente de Re, por lo que hr varia
proporcionalmente al cuadrado de c.
Para valores pequeños de Re, los valores de X de los tubos no ex
cesivamente rugosos coinciden con los de los tubos lisos, incluso en
— -
° i - 15
O 99 - 30, 6
• n - 126
• 99 - 252
— • r* - 507
*
XfiOQo
* •" ‘
J
•}
£ 21 11 31 3L 7*?
K
ítjnclón' del'mímeí^'d'e6 DretaUvaU?/rU(^egünCNniu^j)S£)
— = const.
o bien
c2r k n kc
v r ~ ~ ~ = 2 Rek = const.
— „ 100 (39)
v
De este resultado se deduce que tenemos que utilizar una rugo
sidad superficial k tanto menor cuanto mayor es la velocidad, no de
sempeñando ningún papel la escala de ejecución. Vemos, por tanto,
que en muchos casos podemos evitar el pulido superfluo de ciertas
superficies.
La ley de la ecuación (39) también puede aplicarse a otras co
rrientes (por ejemplo, a los canales de los álabes de turbinas y bombas),
tomando para c la velocidad eventual del flujo í1). Entonces resultan
para las rugosidades tolerables valores de 1/5000 a 1/500, que apenas
se consiguen en los álabes salidos de fábrica. Esto puede aplicarse aun
teniendo en cuenta que las rugosidades técnicas no están tan próxi
mas unas a otras como las irregularidades debidas a la arena, y por
esto las asperezas tolerables pueden ser algo mayores.
Las curvas de Aindicadas por Nikuradse, según la figura 43, para
rugosidad de arena, tampoco son aplicables a los tubos comercia
les. En éstos generalmente disminuye A al aumentar Re hasta llegar
a un valor constante, como aparece en la figura 43 a, con d/k como
parámetro (2). El campo de los valores constantes de A, para los cuales
tiene validez la ley cuadrática de la resistencia según la ecuación (33)
(campo I), está separado por la curva limite de trazo fino del campo de
los valores decrecientes de A, para los cuales la corriente de rugosida
des no se ha formado aún por completo (campo II). Según Prandtl (8)
y Colebrook (4), las relaciones para A son :
en el campo I: J = = 2 l o g 4 + l,14
2,51 k \
en el campo II : = — 2 log (40)
R e } fJ ^ 3,72 d1
1 _ Re k
para la curva límite:
f T " W 7
F ig. 43 a. Valores del coeficiente de rozamiento para tubos técnicamente rugosos. Los
valores de la rugosidad k deben tomarse de la tabla siguiente. La linea delgada representa
el limite entre los campos / y II
I
junto a la pared y el consiguiente aumento de la velocidad en el eje,
respecto al valor medio, la resistencia es mayor en este trayecto de
arranque, siendo mayor en un 14 % al valor correspondiente a la
' l i l i
corriente regularizada.
..........
herrumbrosos. 0,1
Usado, manchas de herrumbre uniformes. 0,15
Tubo de acero soldado Después de muchos años de funcionamiento
(valor medio para conducciones de gas a dis
tancia considerable). 0,5
Ligera incrustación. 1.5
Abundante incrustación. 2 a 4
Tubo de acero remachado Vario. 1 a 10
■...... NU 1I I'»
Tubo de fundición . . . . j Nuevo, embreado.
Nuevo sin embrear.
Usado, lugares con herrumbre.
Considerable incrustación.
0,1
0,25
1
2
a
a
a
a
01,5
0,5
1,5
4
Vario. 0,2 a 1
Liso. 0,3 a 0,8
Con rugosidades. 1 a 3
Tubo de cemento amianto 0,1
(*) L. : ZAMM, vol. 1923, o Z. VDI., vol. 64, pág. 623 (1923). —
S c h il l e r
N ik u r a d s e : Forsch. - Arb. Ing.-Wes., fa s e . 281, págs. 289, 306.
Ejemplos de corrientes reales 73
y en el difusor:
(*) Aircraft Engug., vol. 10, núm. 115, pags. 267-273 (IX-38).
(*) G. H e in r ic h : Uber das Auítreten von Sprungstellen bei Flüssigkeits-
strómungen in Rohren. Aus den Sitzungsberichten der Akademie der Wissenschaf-
ten, Vlena (1938).
(*) Prllfen und Messen, Votráge auf der vom VDI aro 1 und 2. Dezember
1936 veranstalteten Tagung in Berlín. Editorial VDI (1937). Informe de G. Ru-
p p e l , p á g . 19.
(*) VDI-Durchíluss-Messregeln DIN 1952, edición 1943.
76 Principios de Hidrodinámica
\ /
78 Principios de Hidrodinámica
f
I carse por la altura de velocidad c 2/2 g para encontrar la resistencia o
i! pérdida de carga del codo o curva. Las abscisas son los números de
Reynolds correspondientes. Las representaciones anteriores (fig. 49 y
49 a) nos muestran las diferentes posibilidades de disminución de la
1 pérdida de carga. Las siguientes circunstancias son favorables con
i independencia unas de o tras:
1. Gran número de super 10 ;/
ficies directrices (formas de cons
trucción 6 y 14), caso en el cual
se obtiene una gran disminución
SD 0
de la resistencia al aumentar el 112
_____ 113 t 1U
número de Reynolds í1).
0 0 ^
rryo
-§
-10
J ■‘t -// -
t
i
*9
rrfi.,
Fig. 49 Fig. 49 a
F ig s . 49 49 a. Influencia de la forma de los codos, de su construcción y del número
y
de Reynolds, sobre el coeficiente de pérdida por rozamiento en los mismos
= V
A
(r — r2) (50)
Esta expresión sustituye a la de la espiral logarítmica de la co
rriente sin rozamiento, en la que a = a3. Las líneas de corriente son,
por tanto, espirales logarítmicas con inclinación creciente en la di
rección de la corriente. . . • ' .
En las expresiones anteriores hay que elegir el coeficiente’ de
resistencia A mayor en la corriente hacia fuera (r creciente) que en
la corriente hacia dentro, puesto que en el primer caso los canales
son divergentes, y en el último, convergentes (cap. 13, b). Ade-
0) C. P f l e i d e r e r : Untersuchungen auf dem Gebiete der Kreiselradma-
schinen. Mitt. Forschungsarb. VDI, fase. 295, págs. 84 ss. (1927), o 2.» edición de
•.Kreiselpumpen », págs. 42 ss.
6. P fleiderer : Bombas centrifugas.
a «
X l (51 a)
tg a a — tg
Esta última para el caso de canal de anchura constante. Los subíndi
ces a y e se refieren a la salida y entrada del canal, respectivamente.
En bombas multicelulares encontraremos canales del tipo del
de la figura 54, en el trozo anular situado entre los álabes difusores
y los directrices de entrada a la fase siguiente (figs. 198 a -00).
e) Corrientes que envuelven cuerpos situados en su seno.
el caso de líquidos sin rozamiento, un cuerpo de cualquier forma intl0<jn
ducido en la corriente no puede ejercer ninguna resistencia, pues nTW
existen fuerzas tangenciales, y las fuerzas normales, anterior y poste
rior, se equilibran. . , , „ „
En los líquidos con rozamiento tenemos siempre fuerzas de roza
miento que actúan tangencialmente a la pared. Su suma constituye
la resistencia de rozamiento. En este caso, los filetes de comente solo
pueden estar en concordancia con los de la corriente potencial para
pequeños valores de Re (es decir, en la corriente relativamente lami
nar, según el caso a de la página 66), aunque, debido a la escasa impor
tancia de las fuerzas de inercia, no son posibles diferencias de presión
considerables perpendicularmente a los filetes de corriente (). La
figura 55 muestra la variación de la resistencia en función de íte para
el caso de un cilindro muy largo rodeado por la corriente. En dicha
7ñ Esto se puede explicar del modo siguiente: Al disminuir las fuerzas de
inercia con relación a las fuerzas de viscosidad, la velocidad es proporcional ai la
disminución de presión : c = k d p l d s , según página 62. La presión sigue ahora
la misma lev que antes el potencial 0 en c = d 0¡d s. Tenemos, pues, en el campt
de valores de fíe pequeños, una corriente potencial en la que las líneas ortogo
nales son lineas de igual presión. En esto consiste el P.r°ce^ ‘e,íJ° e*S hÍ w
la página 51 para la obtención de una corriente potencial, según H e l e -S h a .
Ejemplos de corrientes reales 83
figura se dan los valores del coeficiente de resistencia siendo la
resistencia:
w = Cwq F (52)
con
c*
Q = y ~2 Y — presión de remanso (52 a)
Túneles d e pruebas ►-
A terrizaje k ------------ Aviones
w ’""*"*’* * orcmen >
m P d ra C i S ¿ n t 1
en ^ c a r l i n g a s d S T de
1.328 _0,455
~ rte turbulenta: fa
(log /£ ) 2,58
t í ^ S R S á í ' ■ —
■ ¿t Dau'P'turbmen-Elementen. EscherWvss
S6 Principios de Hidrodinámica
had —
9 (* — 1) 6i
En la corriente, que consideraremos retardada (pues qu > oj), sea
c¡j = 0 la velocidad en el estado II, a fin de que la variación de la
88 Principios de Hidrodinámica
Corrientes de gas con variaciones copsiderabies de densidad 89
masa específica sea la mayor posible. Según Bernoulli, la altura de cumple siempre con bastante exactitud (^),;:por lo que puede dejar
velocidad en el estado I es igual al valor anterior had, o sea; • ! de considerarse.
K-l b) Ángulo de divergencia admisible en las corrientes de gas de
Qn
— ^ad — i gran velocidad. En los canales divergentes, las disminuciones de
2g 9 ( x — 1) Qi velocidad de la corriente de gas, con un número de Mach suficiente
de donde: mente elevado, serán mayores que en el fluido incompresible, debido
1_ ; a la variación de volumen; es decir, se >
Qu y. — \ ( c i x- 1
(58) aumenta el efecto. A consecuencia de
Qi ello, deberá reducirse el aumento de sec \p*dp
Esta expresión demuestra que las variaciones de volumen y de masa ción admisible o, lo que es lo mismo, el
específica dependen solamente de la relación c[a, entre la velocidad ángulo e de divergencia (fig. 58). La si
real y la del sonido. A esta relación se la denomina número de Mach guiente consideración nos indica la cuan
y se designa por Ma. tía de esta reducción :
Puesto que queremos limitar por ahora nuestras consideraciones a Tomemos un trozo de canal, de Ion-.
valores de Cj considerablemente menores a la velocidad del sonido, gitúd d x (fig. 58), en el cual se produce Flo. & Cott|cntc ^ m en
podremos simplificar la expresión (58) desarrollando el segundo tér • una pequeña variación de velocidad ál canal divergente
mino en serie ilimitada y despreciando los términos de la serie a partir pasar de ¿ a c - f de. Hay que imaginar "
del tercero. R esulta: de negativo. En consecuencia, la..sección" pasa de F a F -f d F; la
presión, de P a P + ' dP, y el peso específico, de y a y -{- d y.
Qu = 1 + ± (-£ L
A consecuencia de la continuidad, JFcy=caudal en kg/seg=const.:
Qi T 2 U/J * r .-j• . i. •
»i ~M**.l i . ' -• ' I i'* I 7» ' * » *
d ( F c y )'= F c y = 0;
Qll ~ Ql AQ \ (cj
(59) o sea: J ,4rp].. •
Qi Qi
a¡ es la velocidad del sonido correspondiente al estado del gas
correspondiente al subíndice I. La variación relativa de densidad
A q/ qi es también igual a la variación relativa de volumen A V/Vj. fel líquido incompresible (agua) ■se^ondrá dy = 0. Por tanto, la
Según la ecuación (59), es, por ejemplo, para c7 = lOOm/seg; delación entre los aumentos de sección necesarios para agua y para
a¡ = 330 m/seg, y la variación relativa de volumen : A V/Vj = gas, o sea, entre dF'w y d Fg, si en ambos casos hay que obtener las
= 0,046, ó sea, el 4,6 % ; por tanto, todavía muy pequeña. La ecua mismas variaciones de "velocidad de, es decir, la misma transforma
ción de energía, es:1'” : 1
ción (59) se puede emplear hasta las cercanías de la velocidad del
sonido. El error es, para C;/aj = 1 , de — 5 %. P de de
La anterior consideración nos muestra que podemos tratar las d F„
'<P =
corrientes de gases igual que las de líquidos, mientras Ma sea menor _F \ ^ C [■ -d Y ) de dy cdy
que 0,3, tanto en lo que se refiere al aspecto del diagrama de la corriente ■ > ■■ ¡A c y I ~ y i +
como a sus efectos de fuerza. En consecuencia, será posible efectuar y de
ensayos con aire sobre modelos reducidos de bombas centrífugas hi Y puesto que, según Bernouilii,
dráulicas. En caso de tenerse en cuenta las variaciones de densi
dad. el número de Marh resulta tan importante como el número de - d ( y ) '= o
Reynolds. En este caso no son indiferentes la temperatura inicial y: la Si rA
clase de gas, es decir, Tlt x y R, debido a que influyen en la velocidad
del sonido. El valor de la presión carece, en cambio, de importancia. VdP --------- de,
Si el gas circulante se enfria o se calienta, para una completa 9 l ■-
Ittjll'j
¡X
semejanza debe conservarse constante el coeficiente de Prandtl, dP = ----- — cric = — —ede;
v9 g
Pr = v/a, siendo a = X¡y cp el coeficiente de transmisión de tempe -----í-----
ratura (A = coeficiente de transmisión del calor). Esta condición se (*) G eig e r -S cheel : Handbuch der P hysík., vol. 7, pág. 295, B e rlín :
Springer, 19271 - ! ’’ *• *
90 Principios de Hidrodinámica
Cuando un cuerpo cuya parte delantera del perfil está bien redon
deada se halla envuelto por una corriente supersónica, además del
retardainiento relacionado con el punto de remanso, se origina el
llamado choque de condensación (x), que acarrea muchas pérdidas; En
caso de no poderse evitar los valores Ma ^ 1, es, por tanto, reco
mendable afilar la parte delantera del cuerpo que choca con la co
rriente para eludir que existan puntos de estacionamiento. El choque
de condensación es tanto menor cuanto más pequeño es el ángulo de
choque. Tiene poca importancia el que la parte posterior sea roma,
y por ello es más favorable, en caso nresente el p m d e ! a!a per
v tante corriente, con la parte afilada
¡° / hacia delante. La dirección de la
? i* / / corriente indicada en la figura 56
hay que cambiarla de sentido.
c) Corriente de gas en un tu
bo impermeable al calor, con roza-
i miento. Línea de Fanno. Suponga
mos una corriente con mucho roza
miento, como ocurre, por ejemplo,
en los anillos de cierre (pág. 98).
A consecuencia de la disminución
• . de irpresión por -----------
rozamiento_ y«/• al
—
/ 7 l£ calentamiento producido por el
/ mismo, el gas se dilata en el tubo,
/
/ acelerándose, no siendo aplicables
entonces las consideraciones del
F ig, 59. Línea de Fanno capítulo 13, a). El aumento de la
energía cinética a partir de un punto
inicial, es, según la página 29, equivalente a la disminución del con
tenido de calor; . ■<
tinta. (En los gases perfectos, las líneas Fanno son congruentes y se
obtienen, al igual que las curvas p y v, por desplazamiento hori
zontal.)
Las líneas i = const. son, según (61), también líneas de igual
velocidad c. En el punto en que la línea de Fanno tiene una tangente
vertical existe la velocidad del sonido. Este punto es, al propio tiempo,
el punto final E de la línea de Fanno, porque, debido al rozamiento,
la variación de estado debe producirse con entropía creciente (l).
La velocidad del sonido no se podrá, pues, rebasar en el canal nr¡«-
mático onoT.o/>;0ná6 s61ú tu la sección nnal (igual que en una tobera
divergente). Con esto queda determinado el caudal máximo.
La linea de Fanno no indica, evidentemente, nada sobre el camino
recorrido, limitándose a señalar los estados posibles en el tubo. Si se
quieren localizar los puntos en que se presenta cada uno de dichos
estados, hay que recurrir al coeficiente de resistencia A, correspondiente
al tubo de que se trate. La relación entre este coeficiente y la línea
de.Fanno es evidente, por cuanto, en el diagrama T S, la super
ficie situada debajo de la línea de~Fanno representa el valor del
calor A r, correspondiente al trabajo de rozamiento hasta el punto
considerado.
f) Cálculo aproximado de la disminución jdejpjrésión en las tube
rías para gases. Si la velocidad del gas es pequeña, como es corriente
y necesario en las conducciones de gas a distancia, se puede — con
trariamente a las deducciones'anteriores, y a pesar de la velocidad
creciente— despreciar la inerciar'por ser insignificante al lado del
rozamiento en el tubo (el* error para c seg es de — 1 % ;
i^a?80 m/seg, de— 10 % del valor dfr$r?esistencia de rozamiento).
«Rlisminución de presión a lo largo de una longitud d l es, según la
expresión (33):.
dj_ c2
dP = — yA (63)
d 27
El signo negativo es necesario, porque, al aumentar el camino l, dis
minuye P. Suponiendo una expansión isotérmica, debido al calor
transmitido al ambiente, tendremos la siguiente relación entre el
estado inicial del gas y el estado en un punto dado:
P v = P x !>,,
«4 principios de Hidrodinámica Perdidas por fugas 95
Poniendo en la expresión (63) representan algunas disposiciones del cierre de estanqueidad del rodete
radial usuales en las bombas hidráulicas. En los tubocompresores son
c — F 1 Cl (64 a) más apropiados los cierres laberínticos, según la figura 61, porque, en
P caso de rozar el rodete con la superficie opuesta, se desarrollaría calor,
y hay que evitarlo. Si el rodete no está
cerrado por su parte inferior— es decir,
(64 b) si los álabes están fijados solamente al
y v P í ol 7l P x
disco opuesto a la aspiración— se pro
se obtiene, después de efectuar operaciones: duce otro proceso de pérdidas, que se
tratará en c).
p <¡P = - y 1^ ^ p í cldl, a) Variación de volumen despre
ciable. Designando las secciones de
e integrando entre l = 0 (subíndice 1) y l = l (subíndice 2): paso entre el rodete y el cuerpo de bom
ba (fig. 60), por Fa, la correspondiente
(65) ¡n
al diámetro exterior del rodete, y por '"T
Fit la correspondiente ai diámetro in Dt
Si nos referimos, como es costumbre, al estado normal del gas (subín terior ; por Hp, la diferencia de presión
dice n), tn = 15° C y 760 mm Hg (Pn = 10 332 kg/m2), y para el aire, F ig. 60. Fugas en un rodete de
entre la entrada y la salida del rodete; * bomba multicelular
yn = 1,226 kg/m3, se podrán deducir las magnitudes yx y cv para por//*, la presión en la zona compren-*
Tx = Tn, en función de y n y cn: dida entre las juntas, supuesta uniforme, se tendrá, suponiendo que
Vx = V el caudal que las atraviesa es el mismo :
Pi c, =
Vi = Yn 71<P¡4 n P j ^ éP/4 sp = M ,F ,\ 2 gH I = /ia Fa ( 68 )
Se obtiene, pues: de donde:
p 2 _p 2 _ J ^ _ A . _ L y P V2 (66 ) Hr = Hr - *
i 2 ~ ti2 g db 7n n n (69)
^ Fi '2
Introduciendo, además, P n = 10 332 kg/m2, yn = 1,226 s, siendo s la
relación entre las densidades del gas y del aire, y pasando de la unidad
_ m esta ecuación, fj,t y pasoü los coeficientes que tienen en cuenta
de presión atm. al kg/m2, se obtiene, agrupando todos los coeficientes
el rozamiento y la contracción a la entrada de cada junta. Podemos
en uno solo: calcular este coeficiente ju. Supongamos primeramente una junta lisa,
p ? - p ! = 2.09 x W d ? sV Z <67) según la figura 60 d. La caída de presión a través de la junta A h es
absorbida por las dos pérdidas siguientes:
Si se quiere calcular Vn para unos valores dados de pv p2 y una con 1. a ^Pérdida de energía cinética igual a 1,5 c?¡2 g, siendo el suple-
ducción tubular dada, se tendrá: • mentó 0,5 c2^ g, debido a la contracción a la entrada, supuesta de can
tos vivos, como en x (fig. 60 a), hay que tener, por consiguiente, parti
(10 d)2 PÍ — PÍ cularmente en cuenta la doble transformación de la velocidad.
V„ = (10 d) (67 a)
1,45 Xsl 2. a Pérdida por rozamiento sobre la longitud L de la junta
(Vn en m3/seg; d y l en m). (figura 60 d), que se calculará según las ecuaciones (33) y (41) del ca
pítulo 13. Por tanto, será:
i
7. Pfleiderer : Bombas centrifugas.
98 Principios de Hidrodinámica
tanto para agua como para aire, para juntas lisas como para laberínti
cas, siempre y cuando las juntas lisas se empleen sólo para líquidos.
Si el número de vueltas de funcionamiento es superior al crítico, es
recomendable doblar el valor mínimo de b. La disminución del juego b
reduce mucho más las pérdidas que un alargamiento de la junta, por
disminuir p y la sección de paso simultáneamente.
Efectuemos la comparación entre la eficacia de las juntas situa
das cerca de la periferia del rodete radial o junto a la entrada del
mismo, y supongamos que las juntas son lisas, como en el caso de las
bombas hidráulicas. . . . , ,.
Si se designan las dimensiones de la junta interior con el subín
dice i (fig. 60 a), y las de la exterior con el subíndice a, según la ecua
ción (70), tendremos:
ALa
2 ba
-{- í>5 4
jA
AL,
4*
2 bt
Debido al rozamiento del rodete, las juntas exteriores no pueden ser
anchas, por lo que han de tomarse los siguientes valores: Lalba « 15,
L¡lb¡ t* 200. Con A = 0,03 se tiene jx\!pl = 0,383. Puesto que se puede
tomar FafF t = 4, según la ecuación (69) tendremos:
Hr (75)
Hr = 1 + 0,383/16- = 0,976 Hr
Hpi = H p (76)
La presión Hp se calcula según las ecuaciones (30) y (30 a), cap. 20, c).
La pérdida de caudal a través de la junta considerada vale:
Vsp T S jte fflZ g H # (77)
l siendo F, = n D t b(.
En las bombas multicelulares se produce, en el lado opuesto a la
entrada, una corriente de fuga de sentjjio-contrario, debido al juego
| existente alrededor del árbol„.en sú paso a través de la pieza inter
media (fig. 60), la cuál.jdeberá calcularstTadecuadamente, pero que es
muy pequeña si las bombas*están bien construidas.
A las pérdidas p9».la§'juntas hay que jañjajSJrlas pérdidas por los
prensaestopas y la necesaria equllibraje del empuje axial
(páginas 457 ss.), en el caso de existir un dispositivo especial de equi
librado.
b) Consideración sobre la expansión de los gases en las juntas
de cierre. Para altas presiones de compresión, en los laberintos de
los pistones que se disponen para compensar el empuje axial de los
turbocompresores (fig. 322) o en los prensaestopas del eje (fig. 330),
hay que tener en cuenta la dilatación volumétrica del gas. Existe
evidentemente un camino de rozamiento del tipo tratado en el capi
tulo 14, e), el cual puede seguirse mediante la línea de Fanno, en el dia
grama i-S. Debe tomarse como sección de la junta, en el caso de juntas
laberínticas, la F correspondiente al juego, y / = a F en el caso de
anillos con cantos vivos, siendo a = f/F el coeficiente de contracción
indicado anteriormente.
En el caso de que las juntas laberínticas estén perfectamente
dimensionadas es decir, que en cada cámara laberíntica se anule prác
ticamente la velocidad —, podemos obtener el número de anillos nece
sarios mediante la línea de Fanno. Designando por G en kg/seg la
pérdida admitida, suponiendo / = a F, dibujemos la línea de Fanno
♦ J } ^ éase K o b e s : Studien líber den Druck auf den Spurzapfen der Reaktions-
turbinen und Kreiselpumpen. Leipzig-Viena (1906).
102 Principios de Hidrodinámica
^“ ‘ - ^ - 2 ^ 7 1 7 ^ (78)
Tracemos, desde el estado inicial A, la linea en zigzag, según la fi
gura 62, entre la línea de ij y la línea de Fanno, hasta alcanzar la línea
depresiónp2, correspondiente a la pre
sión de salida de la junta. Esta re
presentación del proceso es bastante
exacta, por cuanto la expansión en la
in n to <
*c o n r n v i n v i f l ' i m o n t n adiabática
y la velocidad en cada cámara se anu
la, con lo cual el gas vuelve en cada
cámara al contenido i-y inicial de caloi
(es decir, a la misma temperatura ini
cial). El número de adiabáticas obte
nidas indica el de anillos necesarios.
D e te r m in a c ió n d e l n ú m e ro
En caso de que el punto final E de
Fio. 62.
d e la b e r in to s la línea de Fanno (caracterizado por
tener su tangente vertical) sea reba
sado por la presión final, no obteniéndose, por tanto, ningún otro
punto de corte con la línea de Fanno, deberá interrumpirse el labe
rinto, por no ser posible rebasar la velocidad del sonido. La piolon-
gación del laberinto exigiría una disminución de la perdida G y, con
ello, la modificación de todo el supuesto.
La expansión en la junta no se efectuará exactamente según una
adiabática, pues, debido al rozamiento, con la pared opuesta de la
junta, se produce un aumento de entropía desconocido. Por otra parte,
la velocidad no se anula por completo. La última influencia puede
tenerse en cuenta, en el procedimiento descrito, sustituyendo la linea
L = const., por una línea ligeramente inclinada A G, elegida conve
nientemente. Ambas influencias dependen considerablemente del tipo
de construcción de la junta, y por ser sus efectos opuestos, se compen
san en parte. .
Stodola C) da las siguientes fórmulas para el caso de gran numero
de anillos de junta : _____
a) Para el campo infracrítico, es decir, para P2 >0,85 P x/ |L-H 1,5.
Po) (79)
G = ' y - n f c (p í -
b) Para el campo supercritico, es decir, para P 2 < 0,85 P Jl'z+ 1,5
(79 a)
G- / V f t b k
(l) A. Stodola: Dampf- und Gasturbinen. 5.* y 6.» ediciones, pág. I do. Ber
lín : Springer (1922).
Pérdidas por fugas 103
s g s a M a iiS S :
S i ^ f f ^ V ‘^ n; ¿ aSrtUrWn?i, de Vj?por’ *ue dice 5 e larXende2cU
perficie cónica c ifc u llr ^ P ^ 0 PUCde rePresentarse mediante una su
g la n S e £ F L S S S & h Ü . M e c h ^ ^ V '^ j W oa * U
í«\ p a>se ^7*' ^R ager en el Ja h rb u ch 1953 der braunschw wissensch Ges
07fi (v )Pn ? .n TKSHbra,S * a n d b u T
ch der Physik, de G eig e r -S c h eel , v o l 7, P ¿ ¿ 273 *
7 ’ y en ej db; der deutschen L uftfahrtforschung, vol. 2, pág. 281 (1940) se^encuen
tran procedim ientos aproxim ados, debidos a A. B etz y F . W e i n i o , r e spee ti v a rnerft e
104 Principios de Hidrodinámica
y K = yC
2b
La resistencia de arrastre de este anillo, cuya superficie por ambos
lados d O = 2 •2 x 7tdx, es, por tan to : e
(x (ü)2
d W = y hod O = y C ^ P - 4 x n d x ;
29
I y su momento, respecto al eje de rotación:
dM = dW x = ^ ~ n W ^ d x (81)
9
El coeficiente £ es función del número de
Reynolds del anillo. Es convenientQv^ f+ ió ’*^w
no hace variar el resultado final, considerar
t constante y tener en cuenta la influencia ‘
del número de Reynolds al final, para el .... •
conjunto de todo el disco (1). Integrando ^ ierr^ Rozamiento de
la expresión (81) ven
i-----------y v'-’V el osupuesto
u v.4 u jju c o l u yy'const."
■ consi. --
por consiguiente, tratándose/de líquidos incompresibles —, resulta:
~ ' .V
M = ¡dM = 2 2 ’
1= 0 ^ ^
Si el disco tiene un espesor e, en la superficie periférica n De apa
rece una resistencia de rozamiento :
m' = w t = 7 í ^ ( t )V
El momento total, debido al rozamiento que actúa sobre el disco
es, por tanto (suponiendo ambos valores de £ iguales) :
M ges = M + M '= Z . ÍW 0. ( ° ) ‘ (® +
1- L- P— Strómungslehre,
xyo Principios de Hidrodinámica
(88)
(89)
(
torial de w y u ; es decir, que w y u, en magnitud y dirección, forman
un paralelogramo, que se ha dibujado en la figura 65, para el punto x.
Su diagonal representa la velocidad absoluta c, y los lados, la velocidad
relativa w y la velocidad de arrastre u, en magnitud y dirección. En
^consecuencia, estas tres velocidades forman también los tres lados de
un triángulo. En la figura 65 se han dibujado estos .triángulos de velo-
í cidades para la entrada y la salida del rodete.
Primeramente supondremos que la corriente relativa se efectúa
como si existiera un número infinito de álabes de paredes muy delga
das. En este caso podemos considerar los tubos de corriente como
^congruentes, y la corriente, unidimensional. La trayectoria relativa
(‘) Según DIN 1331.
110 Teoría elemental de las ruedas centrifugas
del fluido tendrá, pues, la forma del álabe A B. El primer elemento del*
álabe está, en el caso de entrada sin choque, en la dirección de la
velocidad relativa wv que forma el ángulo ^ con la velocidad tangen
cial, y el final del álabe tiene la dirección de w2 y forma elángulo p2
con la velocidad tangencial. Con el fin de evitar pérdidas por choque
a la entrada del rodete, será preciso que la composición deJ jL M o c m d
— ------------------------ --------------------
absoluta c, a la //•» onimrln
entrada, 1u1 líl la DPIO-
velo-
__ - — -r . i 1 ---------;---------------- : __
cídad del arrastre u1t cambiada de
signo, dé una dirección para vilque
sea justamente la del primer_j£le-
u u .n iu ilt i UUWC, 1P am o se p u j '
ducirá p«rn un solo valor del cau
dal. el mal se designa con el nom-
bre de raudal normal.
La trayectoria que describe
una partícula de fluido para un
observador inmóvil -—es decir, la
trayectoria absoluta A B '—empieza
a la entrada en la dirección de la ve
locidad absoluta cx bajo el ángulo
av y termina eñ la periferia con la.'
dirección der^la velocidad'absoluta
c2 bajo el ángulo Oj. Si, pues, .una
partícula ha alcanzado en el rodete
el punto x, habrá a lc a n z a r en el
espacio fijo el punto x'. En .conse
cuencia, xx' será la trayectoria del
punto x del rodete en el tiempo t em
F ig . 65. Velocidades en el canal móvil pleado por la partícula de Jláidc
para ir de A a x, de forma que:e
ángulo central cp, correspondiente 3l arco xx', es igual a
velocidad angular constante o j . r \
La corriente, inmediatamente antes de la entrada,_posee£
cidad c0,- que, a causa de la disminución de sección d^bip%6
de los álabes, es distinta de la velocidad cv iriedida^^mea^^
después de la entrada. Por esta razón, y fundándonos en>%M
dad, las componentes radiales de la velocidad absoluta
c0m = c0sena0 = w0sen^0 y uim = h sen ax =
es decir, las componentes medidas en el plano meridiano-,peí.
lamiente a la velocidad tangencial, deberán satisfacer ¡la'
Lim = C0m
i1— ol
en donde L es la distancia entre las aristas de dos álabes consecútiyos,
medida sobre el circulo de entrada Vi(paso circunferencial*
llC lU b U L / l C v i t / U b U l U u ,
a la entrada).
. - i nX*
vo , el espesor del álabe medido a lo largo del m ism o: círculo (fig:pp a);
Movimiento absoluto y relativo: entrada sin choque 111
a-, = (3 )
sen
A-as velocidades c^y c0 se refieren al mismo punto de la entrada.
Para que el paso de una a otra se efectúe sin choque, es recomendable
esto, suponiendo que los álabes se construyan según las lineas de tra
zos de la figura 67 a. Siendo preferible que las disminuciones de velo
cidad sean progresivas, resulta más favorable terminar los álabes
con una parte afilada, según el trazado lleno de la figura 67 a. El
ángulo de aguzamiento ó2 debe escogerse todo lo pequeño que permi
*
112 Teoría elemental de las ruedas centrífugas
en la superficie cilindrica / , el im p u ls o ,^ s e g u n d o
cuya fuerza dereacción es opa c0 ^ « L - u n i a z o dfpa?
anea /0 - r, • eos a„, o sea,,,que-posee un-iñómento:
nvrfií
“ 7 C-W3 = - c3 r2 eos a3
Sobre toda la superficie de comprobación actúan fuerzas tangencia-
¿W og t u S n f St en ,as 5uperficies 1 y " P“ «' movimiento delüté -
. cambio turbulento que existe entre el canal-y el espacio exterior Este
. movimiento de intercambio se exterioriza como un esfuerzo cortante
m ? ^ u ^ T ] Un ¡n.omento En las superficies laterales actúa el roza-
deia ya Se ha tratado en el capítulo 15, a), y que se
dSn+d i d° ’ que el momento transmitido por d e j e me-
los d la b e ^ ^ e vale Pdete COrresPonde al ™ mento tran sm itid o por
ó M = M , + Af0 + M
^ ~ ~ T (r 2 f3 C0S a 3 — r i C0 C O S ( q , ) Mx (6)
Puesto que c3 coSa3 = c3„ y c0 cosc„ cou son las componentes
8. Pfleiderer : Bombas centrifugas.
114 Teoría elemental de las ruedas centrifugas
M = (rc„) (7 a) ]
J i
siendo
•d (r cu) ~ r2C3U ri c0U
Por tanto, el momento de giro transmitido por los diabes es igual }
al aumento del giro del caudal por segundo. /
De la expresión (7) resulta, además, para la corriente libre, es
decir, para M = 0 y M x = 0, la ley de la invariabilidad del giro,
puesto que se hace r2c3u — c0u = 0.
El trabajo de álabe H th, correspondiente a 1 kg de fluido, se de- *■
duce de las dos expresiones siguientes: correspondientes al trabajo de
álabe por segundo, siendo a> la velocidad angular del rodete:
M a) = GH th;
de donde
M oí
H lh =
y, según la ecuación (7),
tfth = ~ ( r 2 c3u ^1 ^Ou) (B>
H th — ~ (^2 ^3 U ^1 c0u)
Z/tii = 2 ti g (13)
circulación alrededor de cada álabe se produce al hacer girar el rodete en
a forma descrita en la página 46.
rodet^H laS ecuaciones í 11) a (13)» o ) ¡ 2 es el número de vueltas por segundo del
t i
el cálculo de los álabes, puesto que sólo entonces, como veremos en los Es de notar que las pérdidas en el rodete Z¡ no tienen ninguna influen
capítulos 19 y 20, las velocidades relativas de entrada y salida se cia, y si solamente las velocidades efectivas a la entrada y a la salida.
encuentran en la dirección del primero y último elemento del álabe, Las propiedades de los triángulos permiten escribir, en los trián-
respectivamente. ^ gulos, AA 0 BC1
n /^ — «
y Ao BC2 (fig. ------
70):
El trabajo específico del álabe, deducido de la anterior suposi u>l = + c- — 2 ux c0 eos a0 ;
ción de un número infinito de álabes, se designa por H thoo, para
w¡ = u¡ -f c¡ — 2 u2c2 eos 02
evitar confusiones, por ser netamente diferente del valor real H th.
El trabajo específico //thoo será, evidentemente, igual a la diferencia | Y la ecuación (16) se transforma en
de energía, por kg, entre la entrada y la salida del rodete, aumentada 1
en las pérdidas de presión Z/, propias del rodete, y que es una parte H th 00 ~ g (U2 c2 C0S a2 — Ul co COS a0)
07)
de la pérdida Z h total. El aumento de energía útil comprende, en pri
mer lugar, una diferencia de presión Hp y , por otra parte, una dife puesto que c2 eos ^ y c0 eos a0 son las componentes tangenciales
rencia de energía cinética, correspondiente a la variación de la velo l2u y c0u de las velocidades absolutas del agua a la salida y a la en-
cidad absoluta c0 a la entrada, a c2 a la salida, de forma que se tendrá:' •trada, respectivamente,
es — c H th 1, (O
H th Z, (14) 2u cou) = — {r2c2u — r, c0u) (18)
oo = Hp oo +
¿9 = 7 ("¡c
Para determinar H p separaremos la corriente en el canal móvil siendo a> = .t /i/30. La expresión (18^ concuerda con las (8) y (9) de
en sus dos corrientes parciales. Una es la corriente con el rodete en la página 114, si se tiene en cuentá*que allí se supone un número finito
movimiento, sin corriente de paso, y la otra, la corriente de paso con de álabes. Por ello se pone el subíndice 3, en vez del 2, puesto que sólo
concuerdan c2u y~Tfu si el número de álabes es infinito (cap. 19).
el rodete en reposo. Para número de álabes finito, se produce la pri
mera por el efecto de desplazamiento de los álabes, sin corriente de Es evidente que se puede aplicar el estudie-anterior a los canales
paso (igual que una placa, que en agua tranquila se desplaza en direc de anchura finita, considerando separadamente cada hilo de corriente.
ción normal a su plano, sólo que en el caso presente hay que añadir Las expresiones (8) y (18) ppnstituyen lita s e del cálculo de las máqui
nas centrifugas.
la rotación). Ambas corrientes parciales poseen, además, la correspon
diente corriente de circulación, que se induce debido a la corriente En las expresione&^desarrolladas para la^^tán'ción de la altura
tangencial, lo mismo que en las alas portantes (pág. 46). Al unirse 1 elevación teórica no interviene.v^j^sitfréspécífico del líquido. De
31o se deduce que la altura de
dos corrientes parciales, las presiones se suman numéricamente. 1 elevación de una bomba, ex
A consecuencia de la suposición de un número infinito de álabes, presada en metros de columna /l N
la corriente de desplazamiento indicada produce un aumento de pre del líquido (}), es indepen /i V | \
sión (u¡— Ui )/2<7, entre la entrada y la salida del rodete, según l a ^ diente de la clase de fluido, cc2m 1| \ Xw¿
expresión (17), página 43, en la que ya se consideró el caso de un rodete .es decir, es la misma, por
i®» \ n\ & \ r
girando con agua en reposo relativo í1), mientras que la corriente de ejemplo, para agua, aceite y r*r----^
paso, debida al retardamiento de w0, que se convierte en w2, crea un aire. También el caudal por • 1
aumento de presión (w l— w$)/2 g. Si, además, tenemos en cuenta.laS*se!-uní11"" p7 .cl,LdUuaj. Por ------ C2u----------- s~
pérdida de presión Z/, debida a rozamientos, cambios de dirección y® * • • a ln ePenc“ ente F ig . 70. Triángulos de velocidades
.de la clase de flúido. Sin trada y a la salida
sección, el aumento total de presión será : embargo, la potencia útil en
L //;> 00
_ u\ — u l+ U)l — U)\
Ul
— z,
h = — cos «a = c 3 *»
9 ' 3
en la que, según el capitulo 19, c3u es distinta de c2u
Normalmente no existe ningún rodete directriz^a la entrada
por ello las anteriores expresiones representan la *onn¡ain
de la ecuación fundamental de las bombas centrifuga } y.
(*) Para obtener el rendimiento r¡h, hay que aplicar la expresión (33) del
capítulo 4, en vez de sumar simplemente el tanto por ciento de pérdidas (por
fugas y rozamientos) al rendimiento total.
120 Teoría elemental de las ruedas centrífugas ' f*|
;
Influencia del número finito de álabes 121 .
Fie. 72. Distribución de la velocidad re F ig. 73. Distribución real de la velocidad
lativa. según la teoría unidimensional relativa en un líquido ideal, sin rozamiento
■ ^ ^ I D A T S s p A lT ^ VENEZUELA
1 aüU1Wa^ 1 n c S ¿ r i * Mecánica
128 Teoría elemental de las ruedas centrífugas
que la sección del canal cambia poco en esta región, la velocidad media
a lo largo de D E se diferencia poco de w2, de donde se infiere que esta
velocidad w2 es forzosamente menor que la velocidad a la salida des
pués de la igualación w'2 « wII2. De la condición w2 < w2 se deduce
la necesidad de la desviación hacia atrás. Puesto que el caudal y la
componente meridiana c2m permanecen constantes, se tendrá:
w2 sen (i2 = w2 sen 02 = c2l
luego, 02 < 03- Pero al hacer este razonamiento no hay que perder
de vista que la desviación se reparte sobre una cierta longitud del
recorrido del fluido. , ,
En la figura 76 se han representado los triángulos de velocidades,
El triángulo A z B2 C2 es el correspondiente a número de álabes infi
nito, de acuerdo con los razonamientos de los capitulos 16 y 17 b.
La velocidad relativa w2 tiene la dirección del ángulo de salida 0,
del álabe. A consecuencia de la corriente turbillonaria, esta velocidad
se desvía en sentido opuesto a la rotación, de forma que, después de
igualarse las velocidades, resulta un triángulo A'2B2 C2, en el que la
velocidad relativa es w2. La velocidad absoluta c2 = B2A 2 tiene
una componente tangencial c2u en x2 u2 = A'2A 2, de manera que
el trabajo transmitido disminuye en la misma proporción, ya que en
la ecuación (18) c2 sustituirá a c2u. Los puntos A 2 y A 2 se encuentran
situados sobre una paralela a u2, pues, como se ha dicho, la compo
nente meridiana c2m permanece invariable.
En el rodete radial, el torbellino relativo hace también visible la
desviación, a pesar de que no es la única causa de la misma (pág. 12o)
En la figura 75 se ve que la velocidad de la corriente de torbellúii
relativo está dirigida, en la periferia, en sentido contrario a la veb
cidad tangencial del rodete 0), y, por consiguiente, la corriente de paso
"pura se desvía, en dicho punto, en sentido opuesto a la rotación, dis:
minuyendo la componente tangencial c2u de la velocidad absoluta d¡
saJida#
Si la influencia del espesor de los álabes es despreciable a la salida
se podrá reemplazar en el triángulo A'2 B2 C2 (fig. 76) el subíndice
•con comilla, por el subíndice 3, por ejemplo, c2por c3. En caso contrani
se deducirá del triángulo A 2 B2 C2 el triángulo A3 B2 C2 de la maner
indicada como conclusión de la figura 67, en la página 112. Pero e
todos los casos c2u = c3u. '\
También en la entrada existe una desviación que se comprend
por la sola consideración de que el diagrama de la corriente, en (
caso de una inversión de todas las velocidades, no se modifica, y, po
tanto, deberá existir una desviación a la salida que ahora represent
desviación a la entrada. Haciendo las mismas consideraciones anti
(*) Esta explicación de la desviación a la salida tiene en cuenta sólo laparj
depresión de álabe, o bien la parte de la circulación, producida por la corriente*
desplazamiento, y no la correspondiente a la comente de paso (véase la
pie de la página 126). No puede aplicarse, pues, a los rodetes axiales.
* Causas de la disminución de potencia 129
L
130 Teoría, elemental de las ruedas centrífugas
unos a otros (por tanto, en los rodetes lentos) í1), mientras que en las
bombas aumenta la disminución de potencia. Por todo 1q dicho es •
comprensible el hecho de que en las turbinas no se precise calcular
las consecuencias del número finito de alabes en los casos corrientes
mientras que en la construcción de bombas deben tenerse en cuenta desde
un principio, si se quieren obtener resultados concordantes con el su
puesto. De un efecto análogo al del espacio muerto y espesor de los
álabes en el extremo de salida, es el espesor del perfil en la parte me
dia del álabe (2).
El mecanismo de la corriente descrito, representado en la figura 78 a, se
basa en la hipótesis de un número infinito de álabes situados unos junto a otros,
por cuanto la velocidad w, se supone tangente al álabe a la salida del canal. A con
secuencia de esta limitación, no aparece toda la influencia del espacio muerto.
Todo ello muestra, por ejemplo, que, en el caso de /?, = 90°, la representación anterior
no tiene en cuenta la contribución del espacio muerto en la disminución de la
potencia, y en el caso de ser > 90°, resulta inclusive un aumento de potencia,
cuando en realidad con estos ángulos (que sólo pueden imaginarse para bombas
v no para turbinas) se considera la disminución de potencia algo mayor que la que
serla necesaria a causa del mecanismo de
la corriente sin rozamiento. Como otra
influencia se debe considerar que el espa
cio muerto influye sobre la corriente ya
dentro del canal, en el sentido de que
disminuye el cambio de dirección, o sea,
que el ángulo de salida de la corriente es
siempre menor que el ángulo del álabe /9„
y ello también en el caso de ser p, > 90’.
Junto con el efecto de desviación debida
F ig. 78 b. Influencia de la resistencia al espacio muerto, demostrado en la fi
del álabe sobre la fuerza tangencial Au : gura 78 a, existe otro efecto cuya influen
en las bombas, (P) positiva; en las tur cia aumenta al crecer la desviación pro
binas, (T) negativa ducida por el álabe, la cual es tanto
mayor cuanto mayor es /?,. Constituye
para ángulos p t « 90° la única contribución del espacio muerto a la disminución
de potencia, que debe sumarse a la disminución de potencia tratada en a).
La viscosidad actúa, además, de forma que a la fuerza normal a cada elemento
de superficie se añade la fuerza de rozamiento, como fuerza tangencial, la cual no
produce sólo una pérdida de trabajo, sino que en las bombas contribuye algo el
trabajo de álabe, como luego se verá. Finalmente, en la periferia del rodete se produce
un movimiento de intercambio con el difusor. Una pequeñísima parte de dicho
movimiento se exterioriza en forma de trabajo útil (pág. 370).
Para juzgar de las fuerzas tangenciales citadas en primer lugar, la acción-,
de las cuales se deja sentir a lo largo de la superficie de los álabes y que, en con-
junto, ocasionan una resistencia W que se opone a la dirección (media) de la co
rriente, no ha de olvidarse que aquéllas reducen también en parte la potencia
útil, como consecuencia de los espacios muertos. La fuerza tangencial U, pro
porcional al trabajo Ntb de los álabes, está integrada por las componentes Ay
y Wu de las fuerzas de la corriente promovidas por el empuje A y por la resisten
cia citada W, de la manera siguiente (fig. 78 b):
U = A u i 4Vu
En las bombas (signo positivo), esta fuerza U, que, según la ecuación (7 a), de
la página 114, condiciona la variación útil de giro A (r cu), es aumentada por la,
resistencia IV; en la turbina (signo negativo), es disminuida. Esta influencia del
(l) Z. VDI, vol. 85, pág. 547 izq. (1941) ; véase también K orbacher, Stró-
mungs- und Druckverháltnisse hinter einen Turbinenleitrad mlt geraden und
verwundenen Schauíeln, Forschungsbericht Nr. 1816 der Deutschen Luftfahrt-
forschung ; — E ckert und K orbacher : Ausmessung del Strómung in einer
einstufigen Druckluft-Modellturbine, Forschungsbericht, n.° 2155 ibíd.
(>) P. R uden : Untersuchungen über einstufige Axialgebláse, Luftf.-Forsch.,
vol. 14 (1937), págs. 325 y 458. — N. Scholz: Forch.-Arb. VDI, fase. 14.
Causas de la disminución de potencia
U ___ n ( U2 C3 » ) 2 3u
= ^ -^ 1 % -^ 1 (29)
o bien, puesto que, según (26 a), c3u = g H thju2:
= H (l — 4 — ) = H (l - (30 a)
\ 2 Uo 1 \ 2 iñ 1
(l) Busemann : ZAMM 5 (1928) (limitado a los álabes de forma espiral loga
rítmica).— W. Spannhake : Mitt. d. Inst. f. Strómungsmaschinen, Techn. Hoch-
scliule Karlsruhe, vol. 1 (1930).
136 Teoría elemental de las ruedas centrifugas
K 2(0 2 tir dr j
menygt;
las hipótesis hechas no se f u s tá n exacta-
~""+'’-‘a la realidad, en especial la cpj
rtgpPf de la fuerza de álabe, que erTla
r practica disminuye hasta cero, por lo cual
1'dicho coeficiente será menor que 1.
La fuerza de álabe por unidad de lon-
, gitud : ________J J i -
K = y A h b = y A h 2 b2 = y A h 1 b1 (32) F ig. 83. Sección del rodete
■
138 Teoría elemental de las ruedas centrífugas
— u/2
iv0= g, H th *2 4L2 u2 O9 n
'2 ------------r
- 17T
•'t T e ------ —
; —sen p2
r2 (35)
“2 * l2
Agrupando todas las magnitudes invariables para un mismo rodete,
poniendo
r2 ío-_£2
rs i _ _ sen^ (36;
p= TnTs t :
se obtiene:
m2 — íUj, = p (37)
P= V
pudiéndose escribir X
#th OO — H th (1 + y>'
por lo que
t
#th OO— H th (1 “f* 2 —
K * ■ “ 2 1—
— (r^rj,)2
Con el valor corriente r2 = 2 rv p = 8/3 rp'/z, resulta :
Ha
co = Ha, (l + ¿
•L
Para los álabes axiales, r2 = r1 = r y S = re, si e (fig.
representa la longitud axial del álabe. Se tendrá
!
. \ z eI
o bien, siendo 2 r ti/z igual al paso de álabe /:
tg <*2 = tg a2
iciones (25), (26) y (38) podemos encontrar que
*'£íu_ _ 9 ^ th (1
í&’u 9H th +T U1 u '2 u
(««>
e resulta, para el caso de entrada radial, o sea, cou = 0:
^2u
tg «2 - Qrj- p f tg (51)
igulo de desviación de la.-.corriente absoluta de salida es
‘ ^
y 22. Discusión de la fórmüfa>'*aproximada.
Valores empíricos de y>’
educciones anteriores reflejan perfectamente las relaciones
curvados según una espiral logarítmica, ya que en ellos
áota 3 al pie de la página 136) la presión del álabe está en
Dartida uniformemente a lo largo del canal. Busemann ha
), mediante la figura conforme, la comente del líquido sin
! 0). Sus valores de cálculo (representados en una curva)
icarse, debiendo tenerse en cuenta que el líquido sin roza-
scomporta de forma distinta del real (cap. 20, b). Si compara-
‘ lores correspondientes a la entrada sin choque, deducidos
curva, con los resultados de la ecuación (41) se ve, como se
&s adelante (2), que la consideración aproximada refleja per-
té bien las relaciones para el liquido sin rozamiento, e incluso
í.con la ley de los senos de la ecuación (36). Los cálculos de
¡no son suficientes para formarnos un juicio a fondo sobre
de las fórmulas aproximadas deducidas anteriormente.
3arte, el álabe de forma espiral logarítmica es sólo un caso
1, vol. 8, pác. 372 (1928).
el capítulo 42, a, de la segunda edición de este libro.
142 Teoría elemental de las ruedas centrifugas
•ginas 343] puede ser incluso mayor que 1). Cuanto mayor es el grado
r a p ¡ d e z ^ S s m o ntrada perPendicular al tanío mayor es la
F ig. 84. Alabe cunado F ig. 85. Alabe radial F ig. 86. Alabe cunado
hacia atrás /?, < 90° P, - 90° hacía delante /?, > 90° •
¿labes infinito es :
(57)
'[ Puesto que, para u2 constante, ifthoo depende solamente de c2u,
f e pueden representar los valores de Hdyn y de la parte en forma de
;.energia de presión C) HPoo = H lh „ — Hdyn, en función de c2u, como
,se ha hecho en la figura 88, representando primeramente los valores
de #th 00, que, según la ecuación (25 a), dan una recta J F , y luego los
|de/7dyn, que, según la ecuación (57), dan una parábola JGF. La dife
rencia de ordenadas de las dos lineas será: Hpeo = Hthoo — Hdyn. Esta
representación se relaciona con el diagrama de velocidades de forma
que las abscisas de los plintos .4 hasta E se obtienen trazando perpen
diculares desde dichos puntos al eje c2(j,. Se ve claramente el aumento
de -^th 00 y de Hdyn al crecer ^ es decir, al crecer la curvatura hacia
delante, y la proporción mayor de la porción Hpoo cuando la curva
tura es hacia atrás.(*)
(*) -frpot es igual a //p oo Z¡, según la ecuación (20).
148 Teoría elemental de las ruedas centrifugas
F ig. 89. Dependencia entre el mejor rendimiento interno alcanzable. el níunero de Alabes:
y el ángulo de salida p, en una bomba hidráulica. (Según O. H a n s e n j
En los álabes axiales y en los radíales cortos (íig. 127) hay que adoptar la cur
vatura hacia delante, ya que de otra forma el álabe no ejerce acción alguna. Si
se conservan las anteriores suposiciones (c„ = ctm y entrada radial), despreciando
el espesor finito del álabe, podemos calcular el ángulo de salida del álabe, inactivo, j
o sea, el valor mínimo admisible para ¡3t. Según la figura 87 :
tg fftmln —
U,
Se ve que á, puede ser tanto menor, con relación a /3„ cuanto menor es fi/r,,.
o sea, cuanto mayor es el trayecto radial del álabe. El álabe curvado hacia atrás,
es decir, curvatura convexa con relación al sentido de giro, es sólo posible en la
rueda radial con suficiente trayecto radial. Para la rueda axial con r, = r» es
Simín = 5„ es decir, el álabe inactivo es rectilíneo. Por esta razón, el álabe activo
debe curvarse según el sentido de rotación, es decir, hacia delante. Lo misino
norlemns decir mira el rodete radial de álabes cortos. r,/r. 1 . oue encontramos
en los ventiladores. En el rodete radial corriente, el álabe recto A ti flig. yi) tiene
un ángulo de salida /3,x, que depende de fii, según la siguiente ecuación:
H = y$ - (6l|
2g
Esta fórmula 0 se puede deducir directamente de la ecuación funda
mental, si todas las velocidades varían proporcionalmente a u2, es
decir, si la disposición de los álabes permanece semejante y r¡h
varía. El coeficiente de presión xp constituye una representación sia
dimensiones de la altura de elevación (pág. 439). Poniendo
u2 = n D2 n/60, jja
y agrupando todas las constantes en un coeficiente k, se tiene :
H = k n2 D¿ (62)
En las ecuaciones (61) y (62), xp y k dependen de /?2 y de c2m/u se g u ir
lo dicho en el capítulo anterior. Para el caso de entrada radial, Oq = 90°^
se tendrá:
9 — u2c3u o
- 1 P ■l» QfiS
h . j,v
¥ - p ..
CjB- ¥
qss f"
*•
y --
V ■ y -i f
¥ < r- ./
¥ * T*
r fí;
Q9¡ - V ¥ W v
& &
V - 0- 0
Vh
v ? - y A2 -f 2
1+ P
siendo
A = e V" l 2 ni
ctg £
1+P
152 Teoría elemental de las ruedas centrífugas
**#
27. Número, desvueltas especIljcÁ^'
- _ , *
^ ^ p a diversidad de formas de rodeté^ÉSárrolladas en el capítulo
ajP&ior, precisa una forma sencilla de caracterizarlas. Podemos con
seguirlo basándonos en los diferentes números de revoluciones por
minuto para unos valores fijos de V y H, denominándose «número de
vueltas específico» el número de vueltas de una bomba geométricamente
semejante a la considerada, pero dimensionada para una altura de
elevación de 1 m. y un caudal de 1 m3¡seg. Este número característico
lo deducimos a base de las siguiente consideraciones :
Supongamos, primeramente, la bomba invariable, y pasemos,
variando las revoluciones por m in u tó la altura de elevación*Hl = 1 m,
•conservando el mismo estado de choque (o sea, por ejemplo, sin cho
que), con lo cual los triángulos de velocidades permanecen seme
jantes. Admitiendo un rendimiento de álabe rjh constante, obten
dremos las siguientes nuevas magnitudes de funcionamiento:
n, == nn JW
____ ii —
—= = número de vueltas relativo
\!H
V
~r= = —— = caudal relativo
]¡H }H
'f 156 Características de las distintas formas de rodete
J /h Y v [ = ^ L
111 ]¡H
r M ( /
(2)
ni = ? j p ü
Hasta hace poco en Alemania se tomaba—contrariamente a lo que
se hacía en Inglaterra (*) y Estados Unidos — el número de vueltas espe
cífico, en relación a 1 C V de potencia útil y 1 m de altura de eleva
ción, en vez de referirlo, como ahora, al caudal de 1 m3/seg y a 1 m d
altura de elevación (véanse la 1.a y 2.a edición de este libro). Tomand
1 C V de potencia útil y una altura de elevación de 1 m, con la misma
deducción anterior resulta, poniendo solamente en (1 c) N nv en vez
Hgt s •
n ]/N„
"s = //*/.
o con
y VH
*N„
* n = 75
n = ] / ^ - n f r . 1 /jL n ,
lls | 75 H'i* \ 75 1
Este número característico na(similar al de las turbinas), empleado
hasta ahora en Alemania para las bombas centrífugas, es
(l) En Gran Bretaña se tomaba como base 1 galón ( = 4,546 1) por minuto,
a la altura de elevación de 1 pie (= 0,3048 m), con lo cual riq inglés = 47,13 riq =>
13,0 n ,. En USA, el galón tiene otro valor (3,7851), de modo que riq usa = 51,64 n 9
Si se relaciona con el pie cúbico, en vez del galón, se tiene: n9 = 2,437 /iq.
Número de vueltas específico 157
n„ = 77 J l
(5)
maTua\U5oeúoqsearepo s ib 1 e 'í o ^ n .c o n d ó n .«
£comonode°urreaeneel S J ’t f S * ! » , E S * * * *5*
(fl8USi,1ecuaciones(7)a(9)sepuedenem
pleartam
biénpa
Fio. 95
laS alEnaioserodetesráxiales se vuelve a la forma de la ecua
ción (6), tomando allí C = 2,5. Entonces puede escribirse:
Tm
z = 5 ti - j - sen1
Pi + P*. (9
2
obien: 2 r 7i 0
zL 2,5 sen
Ji +
resultanforzosam
entedistanciasm
ayoresentrelosálabes.
¡ á É s i
El coeficiente de entrada e
del cubo):
r
II
r DI
Entonces,
V - * ”D?c
4
en donde :
nom (^la Cqu) &Qa
Asi resulta :
de donde:
162 Características de las distintas formas de rodete El coeficiente de entrada e 1G3
30. R e n d i m i e n t o y r a p id e z d e m a r c h a .
L ím ite d e a p l i c a c i ó n d e la s b o m b a s c e n t r í f u g a s
si k, = const. (2 g/y)'1'.
De esta expresión deducimos que el rozamiento en el rodete crece
proporcionalmente al cuadrado del diámetro del mismo, para una altura
de elevación dada H. Por ello se tomará el menor diámetro admi
sible, es decir, el número de vueltas mayor que sea factible. Los ro
Rendimiento y rapidez de marcha 165
H'¡
V ;> 100 (20 a)
(25)
con lo cual r¡{ = r¡¡r]m puede determinarse en cada caso. Estas deduc
ciones son aplicables a bombas de una sola fase. En el caso de varias
fases, la revalorización parece ser en re^fUfl mayor 0 .
Estas expresiones pueden emplearse también para la conversión
del rendimiento manométrico r¡h. Asimismo sirven para el caso de una
misma máquina, al ensayarla con otro líquido; por ejemplo, bombas
para agua caliente, ensayadas con agua a tempera^ura-ordinaria, o com
presores de avión, probados al pivel del suelo. (En^el•capítulo 117 se
encontrarán reglas de conversión* más exactas -pSra este último caso.)
También pueden seguirse las variaciones'de rendimiento de. una misma
máquina y un mismo líquido* atrasar de un númej^;d[^vueltas a otro.
JEn esüábaso, v/v0 = 1.
.■^posibilidad de aplicación de estas fórmulas de conversión para
bombas centrífugas y turbocompresores precisa todavía que sus re
sultados sean sancionados por la experiencia. Existe, en especial, el
inconveniente de no ser aplicables, desde luego, en el caso de pasar
de un campo inferior al crítico, a otro superior (por ejemplo, del estado
laminar al turbulento, o traspasando la capa límite (2), según pági
nas 83 y 84). Debido al peligro de que aparezcan estos cambios de
estado de la corriente, es conveniente la utilización de las ecuaciones
reducidas sólo mientras ReJRe no tenga un valor muy grande (por
ejemplo, como máximo igual a 20), o muy pequeño (por ejemplo,
como mínimo, 1/20).-Así, no es aconsejable el pasar de agua a aceite de
máquinas, puesto que puede aparecer la corriente laminar en lugar
de la turbulenta.
No hay que olvidar, además, que en los campos anteriormente
dichos puede tener importancia para las bombas hidráulicas el estado
de cavitación, o sea, el coeficiente S (cap. 37), y para los turbocompreso-
Tes, el número de Mach (junto con la temperatura inicial), (capitulo 43).
(‘) F. K risam : Z. VDI, vol. 95, núms. 11-12 (1953).
(*) F. Gutsche: Der Kennwerteinfluss beim Modellversuch Z. VDI, vol. 77,
ágina 1255 (1933), en especial las figuras 4 y 5.
Xá t características de las distintas íonnas de rodete
H = -(33
V = V — í— f
0 n0 \ D j
Permaneciendo constante el número de vueltas, la altura de el
vación y el caudal crecen, según las expresiones (33) y (34), con
cuadrado y el cubo del diámetro, respectivamente.
Siendo la potencia útil N n proporcional al producto V H,
tendrá de las ecuaciones anteriores:
(3
N n ~ Nn 9 \ n J \ d J
Pudiendo sustituirse la potencia útil por la potencia en el ejeN = 'Nn /
si se tiene, además, en cuenta la variación del rendimiento (x). .
Inversamente, se pueden calcular las dimensiones de la máq
definitiva y el número de vueltas necesario, si se fijan V y H. De (
y (34) se obtiene, después de eliminar n¡nu y D/Dut la escala de ej
cución:
‘- £ - K ( S Í
y el número de vueltas:
■ — . y w
o, utilizando la expresión (25):
Aqui
• ula = rlaa) = 7rDlaiu n/60,
< ' para
i la sección de flujc) '-r .F0
U es refe-
ido al lugar a que es referido <p\ por tanto, aJa-enTrada
íírada del i rodete.
)e manera que:
con rodete radial (rodete lente// figyxa419^ F0 = nD^by-,
con rodete axial, F 0 = a ^ s* ¿ r¡)/
Si i^&ejefiere a la potencia útil, N entonces, evi-
dentea*T?, la sencilla relación:
v = <PV> (r2Jrla)*
j ' Tratándose de un rodete-axial, es, naturalmente: r2a = rla.
c) Semejanza desde el punto de vista de la resistencia mecánica.
^ semejanza geométrica de dos bombas tiene como consecuencia la
ymcordancia-de las tensiones, siempre y cuando la presión y, en con-
cuencia, el producto n D concuerden también. En caso de no ser
isí, las tensiones crecen proporcionalmente a la presión, con indepen
dencia de la escala de ejecución, la cual no queda limitada por la
«sistencia del cuerpo de bomba C).
La fatiga, debida al peso propio, crece, por el contrario, propor-
tionalmente a la escala de ejecución A, o sea, con D ; la deformación
jotal, debida al peso propio, crece proporcionalmente a D2, y por esta
jazón no puede realizarse la semejanza geométrica. Con semejanza
geométrica, el número de vueltas critico del eje (cap. 121) varía en
azón inversa a A ó D.
Las tensiones debidas a la fuerza centrífuga se tratarán en el
japítulo 191.
(*) Véase J . J . H o l b a : Problemas de la tensión al planear bombas centrí-
¡ugas. Maschinenbau u. Wármewirtschaft, vol. 3, págs. 35-40 (1948).
176 Características de las distintas formas de rodete
m * .
rendimiento varía diversamente al tornear el rodete, según sea
la forma del mismo, y de acuerdo con la figura 98, aumenta al prin
cipio en los rodetes de giro lento, mientras que en caso de una mayor
rapidez disminuye desde un principio. Esta variación depende, en
alto grado, desde luego, de si, antes del torneado, el rodete y el difusor
estaban correctamente acoplados entre sí.
: Se obtiene un aumento de la altura de elevación para el caudal
orinal si variamos los extremos de los álabes del rodete en el sentido
de un aumento efectivo del ángulo de salida (*), según se indica en
la figura 99.
Torneado de los extremos de entrada de los alabes. El aumento
de caudal que esta operación hace esperar no se produce, o es escaso,
debido a la disminución de la longitud portante del álabe. El aumento
del diámetro de entrada influye en primer lugar sobre el choque de
entrada, cuyo valor es de por sí pequeño.
íl) Véase nota 2 de la página anterior.
(*) P o w e r : Marzo de 1935, pág. 139.
«(formación de. b
La posibilidad de una vaporización hace que la menor presión
posible en un líquido (prescindiendo del caso, sin importancia, del
retraso de la ebullición) no sea precisamente la presión cero, sino la
presión de vapor saturante, que corresponde a la temperatura del
líquido y que puede obtenerse de las tablas de vapor. Cualquier in
tento de rebajar nuevamente la presión origina vapor; por tanto,
da origen a la creación de
bolsas de vapor, la llamada
’ cavitación. Los puntos más
peligrosos son los de presión
mínima, y éstos, según Ber-
nouilli, son los de mayor ve
locidad. En las bombas cen
F ig. 100. Aumento de la erosión por choque trífugas, dichos puntos se en
en las ranuras
cuentran en los canales del
rodete, como ya vimos en el capítulo 20. Las consecuencias de la
formación de estas bolsas son :
a) Disminución de la corriente de paso, debido a la disminución
de la sección.
b) Desaparición brusca de dichas bolsas al aumentar la presión
produciéndose los'llamados choques de condensación, que dan origei
a fuertes ruidos. Debido al choque inelástico con la pared, el materia1
Generalidades sobre la cavitación 179
^ ¿vi'-' ''’~
(figui^tíOl y 101 a) (2). Tiene mucha influéñéiá’', por tanto, el acabado
de I^piperficies (3) trabajadas. Es importante señalar que las corrosio
---------
H b = A — H's
(3)
: Si hubiera allí la mínima presión de la corriente (por consiguiente,
a n B ~ ti,), la altura de aspiración máxima valdría
valdría-
^ i máx — A —- fí¡
inmutea uc iUJ Uivvt nVAU*
,
1
Calculando, según ello, la altura de aspiración para las circuns
tancias corrientes, se obtienen para e' valores mayores de 9 m, que ,
exceden mucho de los observados realmente.
En consecuencia, en el interior de los canales, deben existir pun
tos en que la presión es menor que en el punto B. Esto ya se ha visto j
en la página 120, al tratar del número finito de álabes. Si designamos,
esta disminución adicional de presión, existente entre el punto B y
aquel en el cual empieza la cavitación (en la que va comprendida la
pérdida de carga entre la boca de aspiración y el punto B), por A h,
tendremos en la ecuación (3): H B = H¡ + Ah, y resulta la siguiente
altura máxima total de aspiración^
.
causas diversas de la disminución de presión 183
Pto. 103. Variación de las presiones de álabe en función del radio r en un rodete radial
h¡, presión en la cara anterior; hir en el dorso del álabe ’
Presión de remanso
{del álabe /, y su espesor s,, o sea, f,/s,. Trasladando estos resultados obtenidos
: para el líquido ideal al haz de álabes radial o axial, y escribiendo la depresión
‘ en la forma:
• uñ
L <5>
siendo w0 la velocidad de la corriente relativa sin perturbación delante del álabe.
El valor numérico para el perfil dibujado en la figura 104 será, si /,/s, = 1,8, A' = 0,38,
con redondeado semielfptico, según Weinig:
/
es necesario el empleo de valores ?«¡, > 1 para llegar a valores ópí
timos conformes.
Es evidente que w0 es máximo en el punto más externo eq de la
arista de aspiración (siempre que no exista un giro de la corriente
opuesto al sentido de rotación del rodete), mientras que c0 general
mente no varia, o relativamente poco, a lo largo de la arista de aspi
ración. Por consiguiente, como la inmediación de este punto ax posee
el máximo interés, nuestras consideraciones son aplicables al propio
tiempo al rodete axial, ¿iendo entonces el diámetro Ds, en la boca de
aspiración, igual al diámetro exterior del rodete (fig. 93 a). Las mag
nitudes pertenecientes al punto ax reciben de nuevo, como en la pá
gina 151, el subíndice a.
Como variable independiente, utilizamos el ángulo relativo de
entrada de corriente /?0a en el punto ax (o sea, el ángulo comprendido
entre w0 y ula = 7iD s n¡üO), pues con éste queda determinada toda
la entrada del rodete y también A h. Para este ángulo, y, por consi
guiente, también para el diámetro Ds de la boca de aspiración, existe,
un valor óptimo, como lo demuestra la siguiente consideración. To
memos el caso a0 = 90°, para comenzar, pues asi podemos sustituir
en (7) w\ por u\\a 4- cjj. Entonces, si Ds disminuye desde el infinito
y con él también el valor de ula, c0 crece ilimitadamente y se hace,
infinito con Ds = 0. Desde luego, es evidente que el valor mínimo
de A h ha de encontrarse entre ambos límites.
Pero el diámetro Ds está unívocamente ligado con el ángulo /?oa
siendo, según la ecuación (14), página 161:
/■■■ ..
!: ;
significa un coeficiente relativo de giro. La ecuación (8) se refiere, por
tanto, al caso general en que existe un giro de corriente en la boc^
de aspiración. Entonces, según la figura 66:
(11
(12
En las ecuaciones (11) y (12) se tiene ula = (;rDs n)/60 con Ds de la
iiLCitiLiuiHiS üe lorma
índice de aspiración (*), que será constante si /?oa y ios valores de Ást
consideran invariables. En este supuesto, la invariabilidad de S coní
tituye la ley general de semejanza para la cavitación, puesto que na
depende de la forma del rodete y, por ende, del número de vueltái
específico. Los valores de S se representan en la figura 106 pan
¿i = 0,3, /g = 1,2, g — 9,81 m/s3, en función de fí0a. Su valor parí
el ángulo óptimo ( ^ a)ópí es : ;
0,96
*Sópt — (17 «j
Ál í Al Á2
Con los valores dados de Áse obtiene, nara el anemia tf. mPíUcmU
ia ecuación (lo), el valor óptimo:
tg (Poa)ópt = 0,316, (/?oa)ópt = 17" 32'.
De manera que un ángulo pequeño de entrada es conveniente pan
(19)
k VlOO/ U h /
4 magnitud que aquí aparece, AhjH> constituye el coeficiente de
invitación a, introducido por D. Thoma. Se halla con S en la relación
1
(19 o)
' 100, (A'S)V*
según, ello, varia con la forma del rodete proporcionalmente a nq'-
evidentemente, es sólo constante si nq no varia y, por consiguiente,
resulta de aplicación tan general como el índice de aspiración ;
ltodo,hasta el presente es el único coeficiente que mí hu utilizado
las obras especializadas. Lo designamos como coeficiente de sen-
192 Limites de las alteraciones de forma
J so"- C
i &V —
p 10° • a
tr.
0
‘%
T3 ) b1 •‘‘ía
&S0* -av —
* 30a-1
Ote ___ ~
2tf
Va_ I
l c I__
S =
\1 00' kAh'i*
0,09 2g
71 i . . (¿r t g í oa)S+ ( l- < 5 r ) 2
k Icos2^oa sen (ioa,
De aquí puede también calcularse la susceptibilidad de cavitación <|
por medio de la ecuación (19 a). , , ;
El óptimo de 0oa se obtiene igualando a cero la derivada de
expresión entre corchetes, considerando para ello ór como una cor
tante, y se tiene :
1 \2
Aj. + k —1
A (2i);
t g ( ^ o a ) ó p t — ( —)
K+ h
Un giro de entrada (es decir, dr * 1) exige, por tanto, un ai
del ángulo Boa en la arista de aspiración, y esto independientement
de si el giro de la corriente es del mismo sentido o de sentido contrario
Cálculo de la máxima altura de aspiración admisible 193
100 0,96
*^ópt = ( 22 )
kA h'i. + *, [ * ,« + *. O _ « * ]
Este índice de aspiración óptimo varía mucho, por tanto, con
;el valor del giro de la corriente <5r, como se desprende de la figura 107,
dibujada para Ax = 0,3, Ao = 1,2. Su valor máximo no se tiene para
una entrada sin giro, sino para un gjip»dg"Tgual sentido que el del
rodete, que se obtiene igualando a cero la derivada del valor del cor-
Schete en la ecuación anterior, siendo:
(df)ópt — (23)
l a= ir = %
•H Vh (29)
; en donde el exponente y debe de estar comprendido entre 1 y 2, acer
cándose al número 2.
ox depende solamente de la forma del rodete. Tomando n como
i característica unívoca para esto —lo que sólo es admisible dentro de
j ciertos limites —, resulta ox proporcional a n^’, e independiente del
i tamaño de ejecución, o del número de revoluciones, o de la clase de
; líquido, además de que el ángulo de entrada ha de oscilar solamente
i dentro de un escaso margen (pág. 163). Supongamos a ojo que el
- exponente y sea igual a 2 (!), entonces hay que considerar a a rftjnlj'
[ como constante. Con una misma forma de rodete, esto es, igual a nq,
| resulta que a es tanto mayor cuanto menor sea r¡h. Las bombas gran
eáis aspiran, por tanto, mejor que las pequeñas.
I Si aplicamos esta consideración al índice.de Aspiración S con el
| fundamento de la ecuación (19), resultrr'qSe S ha de variar proporcio-
rc álm ente a
De lo dicho se desprende que el tamaño de la máquina ejerce una
Igran influencia sobre S, y, por tanto, en A h, 9,.sea, éh la altura de
I aspiración admisible. Las fluctuaciones de ~S"'obseryadas en la prác-
I tica podrían tener en esto su explicación. (Pqp-otra parte, es de notar
I que en la turbina la influencia del rodamiento es de sentido contrarío;
| por consiguiente, los exponeos.permutan su signo^y^atí las turbinas
| pequeñas poseen una mayor altura de^^gjjpáflSTrt^ que las grandes.)
40. M e d id a s a a d o p ta r p a ra o b te n e r a ltu ra s
de a s p ir a c ió n g ra n d e s
, aproximadamente a la al
i tura de la sección de entrada
3
(figuras 71, 71 a y 77). Si au
i.
f V
_ ■0.70 menta el ángulo de entrada/?0,
20
el punto de remanso, que
-y — representa el punto de máxi
r : ma presión, pasa a la cara
10 de aspiración del álabe, ale
\o_.
tí \3 ■0,VO
jándose de la arista en direc
-
ción de la corriente, tanto
llteg. más cuanto más aumenta el
ángulo de entrada con rela
F ig . 111. Influencia de ln altura de aspiración en
la forma de la curva característica caudal-altura ción al de entrada sin choque.
El punto de presión mínima
pasa entonces hacia la cara de presión, con lo cual la linea de co
rriente del punto de remanso rodea la arista del álabe. El valor de la
disminución de presión aumenta para este estado de la corriente,-
debido al aumento de la velocidad de la corriente de paso, por lo
m Según DRO. 443163; véase nota 1 de la pág. 122 o de la 277.
(=) Z. VDI, pág. 398 (1938).—O. M iyagi : Technol. Rep. Túhoku Lnlv.,
volumen 9, n.° 2, pág. 290 (1930).
Cavitación en el caso de entrada con choque 201 ^
oa w qs as a? o? to
c,/ckr—-
£> Fjg. 115. Relación de caudales V0,!Vg en función de cdckr. La curva x, trazada exacta-
, IWan Fjt, c- m \
mente según la ~ecuación
; .c _ / nr t t
(35). I-as It . . II,
tt '
según i .>
la ecuación __
(33), poniendo en Ja misma,
F como valor de a, la velocidad del sonido ag y la velocidad critica zkr, respectivamente
[de reposo hasta el valor c0. Según Bernoulli, a este aumento corresponde
^una disminución de la presión y, con ello, un aumento del volumen del
gasto V, medido en m3/seg, Nosotros partimos del volumen en estado
:de reposo, al que caracterizaremos mediante el subíndice g. Entonces
,el volumen junto a la arista de aspiración es, según la ecuación (59),
Ipágina 88:
i o„v¡
(33)
■En esta relación queremos aplicar a a diversos valores por las varias
razones. La ecuación (33) ya se ha obtenido, en la página 88, como
^aproximada. En la figura 115 se ve la concordancia existente en aquella
zona con la linea exacta x, cuando se elige para a:
208 Límites de las alteraciones de forma
------ r R T ,
2 g x—1
de donde:
i
'*-1 x—1 x-1
’o _ 1 — x — 1 1—
V, 1. C“crlt
240 Vf
« . = ] / 7¿kn tg0oa
V„ /n_tg£oaV 2V 0= O (37
V'o' — 2 V0
30 y kjn
Límite de ultrasonido en los compresores 209
k a3
y obtenemos
302 J0a eos2 /3'Oa (43)
ti (i + xy1' 1 + 1
-sen2 oa
2 (1 + X)
La variación de este índice de sonido Sg = (n2 Vg);(k a ),, en ÍUIlcid^ ^
la presión total, está representada asimismo en la figura 116 (ün^
de trazos) para X = 0,25. La forma de ambas curvas nos da una idea de
Límite de ultrasonido en los compresores 211
(45)
o bien :
a = ~ = 1220/seg.
dV0K = dV0 |l + l ( ^ ) ! = 2 r n d rc 0m
<5r = l c0 u _ W0
, u
(46 o)
•*1 a h a
, se llega, una vez más, a la ecuación (8), que ahora escribiremos:
í 3 ________________
240 V,0K
D ,= (47)
Ji2k n ó tg/?0o
y í1) también, de acuerdo con las ecu acio j^ # 3 f y (32):
[; ól n2VoK , 302
Aa3 n (1 -f ;.)*/• cos“¿o a sen /?0a (48)
o bien:
A = (5 4 )
K » 2
Por medio de la ecuación (52) puede calcularse el número de Mach
para cualquier índice de sonido S0, en relación con el ángulo (loa, y con
la ecuación (54), el valor de A correspondiente, para el caso del limite
del ultrasonido. Esta dependencia ha sido representada en la figura 118
de forma clara. De ella puede obtenerse, para cada número de Mach y
ángulo /30a, el índice correspondiente de sonido S0.
Observaciones complementarias. Las consideraciones preceden
tes muestran que, en el compresor, una elevada presión a la entrada
m
A/
f
so
X-tq;?
M
vg, \
—
0^
—
----- T
— T T
- ff- /-
o ¿ fe
l 1
yi Cj
20
A,a —
F ig. 118. Relación entre el coeficiente de sonido S0. el número de Mach woa¡a y 1 en.
función del ángulo Poa de entrada de la corriente
del rodete, junto con un giro de igual sentido que el del rodete, es mu
cho más ventajoso que una entrada perpendicular. De acuerdo con las
consideraciones que se harán más adelante (pág. 316), este giro de
igual sentido en el compresor axial es lo más favorable, si está asociado
a un grado de reacción del 50 %, como es lo corriente.
Con todo,tratándose de un compresor radiarse toleran solamente
desviaciones moderadas de una entrada perpendicular, a fin de que el
punto del ultrasonido no se traslade junto a la entrada del difusor
De todos modos, este punto de vista tiene sólo importancia en el caso
de situar el difusor de salida muy próximo a la periferia del rodete.*
Si hay álabes axiales largos, no es posible —según lo dicho en las
páginas 311 ss.— mantener constante un gran giro de entrada a
lo largo del borde de entrada (por tanto, la corriente no está exenta
de giro), a fin de que los álabes no sean dañados en exceso. A pesar de
Confrontación de las magnitudes características 217
I
ello, es posible servirse de la ecuación (46), si se atribuye a Kn un
¡ valor medio.
Los resultados más importantes de este capítulo son :
L Que, teniendo en cuenta el 'choque de condensación, resulta
[ °ecesap° utilizar un ángulo (loa,en la arista de aspiración del rodete,
; de casi doble magnitud que para la cavitación.
í .. 2-° Que el va]°r de 5 en el límite del ultrasonido es,según la ecua
ción (49), un número característico del que puede servirse el construc
to r para un juicio de las medidas tomadas, a fin de evitar el ultra-
f sonido 0° mismo que pasa con el índice de aspiración S, respecto a la
i cavitación). En su cuantía interviene el valor de obtenido de la fi-
^gura 118, en caso de que se haya mantenido aproximadamente el
i ángulo óptimo /90a.
Cavitación 'Ultrasonido
■Presión crítica: .Campo tolerable de altura de la
y -O
velocidad: Ah =
Susceptibilidad para la cavitación: 1^' '
SensihHAíatf para el ultrasonido:
Ah Ah
a= a=
H H H ~ 2 gHj,'ase C!
|Ambos valores de a dependen del número de vueltas especifico n0 y
.del cuidado de ejecución del constructor:
A'
‘ índice de aspiración: S = nn ^ ^
Too kAW*
índice de sonido :
75 75 1
siendo G = y V el peso del caudal en kg/seg, se obtiene el diámetro
del eje:
^ Tzul
= 71 [cm] O)
"Ñ “
Cuando tiene importancia tener en cuenta la variación de la forma
del eje, y especialmente el número de vueltas crítico, hay que repetir
el cálculo (cap. 121) y determinar con cierta precisión r ZU]. Tratán
dose de bombas, se toma, naturalmente, para N el valor máximo que
se puede alcanzar con el número de vueltas de funcionamiento. Dicho
valor máximo de N no es preciso que corresponda al mayor caudal,
de la bomba (págs. 414 ss.).
Como término medio puede elegirse : ¿
En las máquinas de un sólo rodete t zui = 210 kg/cm2, resultando’
d = 12 [cm] (2)
Tzui un poco menor, hasta 120 kg/cm2, de manera que d oscila entre
5_
[Ñ
d = 12 y 14 (3)
•f:
T' ]| tll [cm)
según el número de fases.
Es de tener en cuenta que con el mismo rodete N crece con n3;
por consiguiente, el diámetro del eje d aumenta con n'/. ó H'l>. Al
I cálculo provisional debe seguir, después de acabado el proyecto del
| rodete, la determinación de la tensión resultante para el eje, teniendo
; en cuenta la solicitación real (torsión y flexión), y debe procederse
'también a la determinación del número de vueltas crítico (cap. 121).
Los ejes largos, necesarios en el caso de muchas fases (por ejemplo,
'para bombas de alimentación de calderas, producción de presión neu-
\ mática), dan origen en este cálculo, en ciertas circunstancias, a núme-
\ ros de vueltas críticos de l.er orden, tan bajos, que han de trabajar en
t el campo supercrítico.
La resistencia del rodete no puede comprobarse hasta después
de efectuado el cálculo de los álabes según- los'datos del capí
tulo 119. ..**~*<T
Álabes. Se suponen como datos el caudal V en m3/seg, la altura
de elevación H en metros y el número de vueltas por minuto n. Primero
se determina el número de vueltas específico nq =_n y con ello
sabremos, según lo dicho en el capí-,
tulo 27, la forma que ha de tener el
rodete. Si el número de vueltas especi--'
fico resultante es menor que el^ímite
inferior, habrá que subdividir H y
■construir una bomba multicelular.
Además, en caso de una elevación
de agua, puede calcularse en seguida
(después de una estimación del es
trechamiento k debido al cubo) la al
tura máxima de aspiración, valiéndo
nos del índice de aspiración S, según
«el capitulo 38, para compararla con
i la que se pretende obtener. Si se trata
[de suministro de aire mediante el ín-
t dice de sonido S, puede comprobarse,
i según lo dicho en los capítulos 43 y 44, F ig . 119. Rodete radial (lento)
[la proximidad de la velocidad del so
faldo cuando las velocidades son de impórtancia, lo cual, sin embargo,
ocurre solamente, tratándose de compresores axiales. Estas determina
ciones iniciales son necesarias para poder acomodar oportunamente el
_número de vueltas. Hay que tener presente que en lo referente al ín-
dice de aspiración cabe emplear sin reparo los valores límite, pero que
respecto al índice de sonido (número de Mach) hay que procurar que
la distancia al valor extremo admisible sea lo mayor posible.
220 Alabe radial de curvatura simple
i = * ¿ ± í . sen A + A = k £ ± ] h sen
r2— fj 2 Dz — Di 2
En la cual elegiremos provisionalmente r2 ó D2. k es tanto menor
cuanto mayor es el espesor de pared del álabe con relación al diámetro
del rodete, y se puede escoger: J
Para rodetes fundidos con paredes relativamente gruesas, k = 6,5
o menor.
Para rodetes de plancha delgada remachados, k = 8 ó mayor.
Para turbocompresores, donde se está obligado a obtener la má
xima altura por escalón, encontramos valores de k = 11.
El espesor de pared del álabe se escogerá tan pequeño como
lo permita la ejecución, para limitar el estrechamiento en la sección
de entrada. I
b) Borde del álabe a la salida. Para la determinación de los
álabes a la salida nos serviremos primeramente de la ecuación funda
mental, en la forma de la ecuación (25), página 134. El ángulo p2 so
elegirá de acuerdo con las conclusiones del capítulo 24. Para que el
triángulo de velocidades quede determinado (fig. 67), hay que elegir-
otra magnitud. Puesto que la anchura del rodete b ha de disminuir
hacia fuera (3), el constructor efectuará las hipótesis encaminadas
a la obtención de la forma prevista. Se partirá, por ejemplo, de la'
velocidad meridiana c2m = c2-sen a2. Los rodetes se proyectan gene
ralmente de modo que su anchura vaya decreciendo hacia la salida
ti—Ol
sen ¡}l
Sustituyendo el seno por la tangente, se obtiene una ecuación cuadrática en tg /?i,.
de la que resulta directamente:
tg/?i =
-rUi +fV i- -(ti (9 a}
1+1 T
Puesto que (s,/f,)‘ es despreciable al lado de 1, la anterior expresión se reduce a
(9 b>
A2D
c2 eos a2 = BCo — DC9 = BC 0 —
l 9 Htfi oo — ^2 í
L
o bien:
u \— u2 Clr2
2 2 tg f t
de la que se obtiene :
c2m + ] / /
J
II
2 tg
t g #2
62 <“ > \ \ 2 tg /?2 gH'ho° + uiC0c° s a 0 (12)
puesto que, por una parte, existe suficiente espacio radial para alojar
los álabes, y, por otra, son aconsejables diámetros pequeños en
I atención al rozamiento del rodete [ecuación (88), capítulo 15, a)].
¡ Si resulta D2 demasiado grande, hay^ue adoptar la disposición de
. varios rodetes en paralelo (fig. 6).
En el caso de varios rodetes en serie, tomaremos en las ecuaciones
anteriores para valor de H, la parte correspondiente a cada rodete.
Para i rodetes en serie,
AH = —
i
puesto que la disposición de los álabes de cada fase es generalmente
,1a misma. En los compresores de varias fases, ésta sencilla relación
no es exacta si se toman los mismos ángulos y diámetros para todos
los rodetes y se varían las anchuras de acuerdo con la densidad. En el
capítulo 110 se detallará más esta cuestión.
c) Consideración de la variación de volumen en los gases. La
'ariación de volumen se presenta en forma d&~una 'expansión a la
entrada del rodete y una compresión en^éV^lnterior del mismo.
a) En la entrada del rodete, a consecuencia del aumento de velo
cidad hasta alcanzar c1 (a parte del rozamiento de pared que se con
sidera separadamente), se produce, de acuerdo cop^la-ecuación de
Bernoulli, una disminución de presión,^.y, -por""íanto, un aumento
de volumen A \ , que ya fue considerado en las página's 207 y siguientes,
cuya cuantía es: • "**'
: (18 a)
I de donde
fflm — (cl- e D / 2 ?
J ‘a ----------- 427 cD
•#c . AAf
podrá escribir : A . IT
\ + A tJT j------ (22 a)m
Vo = VJ 7
1+ ^ r V iA W i 1
i ’-S
#5 Esta ecuación simplificada nos da para d V Ti = {o,l • corresponJ
Í12 , , 10,7 % A
$1 diente a p,¡lp, » o" de + 12,7 % ’
Ni!
i
s s r i . ' v : 1« r j - >■ •— *» » •
Trazado de los álabes radiales de simple curvatura 227
.de donde
d r
d<p = lífi
sen B — — (25y-
rr
Vemos que también se preci^ponocer
Ja variación de cm, que se puede calcular
de la sección del rodete para cada ancho ^
b , puesto que Fig. 125
V' t
cm (= c sen a) = (26)
2 r 71b t — o
La cui^k del coeficiente de estrechamiento — se indica
! como línea de unión de los valores conocidos de la entrada y la salida
(por ejemplo, como linea recta). La influencia del afilado “de la sa- m
. lida se puede tener en cuenta haciendo que para r = rx la línea disini-
: nuya paulatinamente hasta el valor 1.
Esta apreciación de la influencia del estrechamiento se puede
soslayar si tenemos en cuenta que
t — o 2 r ti
V' = 2 r nbc. — ■— = b ------- wsenp,
sen p
o, puesto que 2 r n ¡t = z
48. Á la b e s r a d ia le s de s im p le c u r v a t u r a c o n el b o rd e de e n tra d a
e n la z o n a de c u r v a t u r a de la b o c a de l ro d e te
:Fig. 126. Corriente potencial a través de F ig. 126 a. Arista de entrada situada
rodete radial con indicación de las lineas dentro de la zona de curvatura
de igual velocidad (de trazos)
Sin embargo, se observa que el ángulo /?, varía a lo largo de la arista de entrada,!
de tal forma que la rotación rcu a lo largo de los distintos filetes de corriente, dis-J
minuye al principio, haciéndose, por tanto, negativa, por lo que el principio del]
álabe tiene efecto de turbina, lo cual es desfavorable.
La determinación del diagrama de la corriente meridiana, que]
exige este procedimiento, es muy laboriosa. En la práctica se fijaráj
por cálculo el ángulo solamente para el filete central, dibujando!
todo el álabe, como de costumbre, como álabe en arco de círculo, o]
calculándolo por puntos (véase el ejemplo IV, capitulo 50). El choque]
de entrada que se producirá en los otros filetes de corriente es de j
poca importancia. Para el cálculo por puntos se tomará para todas lasj
velocidades la componente según ei pianu pcipcauicului ai cj<_.
Se toman las componentes radiales clren vez de cv debido a que se
debe tomar como anchura efectiva del rodete en el punto *4, la suma
de las anchuras axiales entre dos líneas de corriente vecinas, en vez de
la linea normal desarrollada D C (fig. 126 a), es decir, se tomará:
b x = A b [ + A b ' ^ + A b [ " + ... (306|
Este último procedimiento posibilita el empleo de formas de
rodete, no haciendo completamente plana la limitación del rodete,
sino curvándola en el sentido de los hilos de corriente.
Los ensayos de W. Krumnow Q) en esta clase de álabes dieron los
siguientes resultados:
No quedó demostrado un aumento del rendimiento. La capacidad
de aspiración mejora considerablemente, asi como la estabilidad de
la curva caudal-altura (pág. 436). Si se disminuye tanto el número
de álabes como sea posible para mantener un funcionamiento estable,
da mejor rendimiento la arista de entrada adelantada, con álabes
cilindricos, que la arista paralela al eje.
La principal desventaja reside en el sensible estrechamiento en
las cercanías del cubo. Por ello no se alcanzan los rendimientos de
los álabes de doble curvatura (cap. 52).
['muy poco activo. Si al propio tiempo la relación b2¡ A r > 1,1, hay
i que esperar rendimientos reducidos (x), del 40 al 60 %, puesto que la
i bomba trabaja, con el caudal normal, en,el campo de desprendimientos
; (páginas 433 ss.); es decir, se forman'corrientes de retroceso proce-
: dentes del propio rodete en movimiento. El paso de la corriente de
\ desprendimiento favorable, a la desfavorable, se produce, en esta
pelase de rodetes, para caudales superiores al normal, y se mantiene
|6obre todo el campo de trabajo. In
cluso aparece antes que en los ro
detes axiales (pág. 419), a pesar de
V ~ — J . 4 . V 1 . _______i . ____
“ *** vu uv t Ul i u t U i u ,
Vemos, pues, que las formas de álabe, según la figura 127, muy
corrientes en la fabricación de ventiladores, deben considerarse como
construcciones defectuosas.
Esta condición debe tenerse en cuenta tanto para bombas como
para compresores de varias fases (fig. 129).
Por lo demás, esta forma de álabes no es adecuada para bombas
hidráulicas, debido a su gran velocidad relativa de entrada, que tiene
como consecuencia la disminución de la altura de aspiración má
xima alcanzable, y porque el gran número de álabes [ecuación (9), pá
gina 222] exige débiles espesores de pared, que no se pueden obtener
por fundición.
Es notable que, para esta forma de álabes, el valor de y)' en la
expresión de la disminución de potencia, debido al número finito de
jmbas no cabe una admisión parcial, por lo que hay que recurrir
una disposición de varias fases. Si se pretende un rodete con nq = 20,
número de fases i se obtiene de
('/«. 5,98 =*!20,
A 20 Y/.
9 aletas en eldif
' variación
lineal de ¡v
Fio. 132. (Sección me- Fio. 133. Parte superior: álabes en arco de circulo;
ridiana inferior: álabes cálculados por puntos, con variación _
de w y con variación lineal de p. El último, de punto y
-20 **
JLdo
r,.íííHL 5»gi2m
Fio. 133 a. Diagrama para el cálculo del álabe por puntos
Ejemplos de cálculo de bombas centrifugas
¿asé*.
Oí = — t >:r"— = 6,85 m:
sen 0,4384
115
= 1,06,
ti O2 108,2
modo que:
0,0168-1,06
= 0,0115 m = 11,5 mm.
2 _ 7i •0,256 • 1,92
El rodete está representado en las figuras 132 y 133. Por encima
diámetro horizontal se ha dibujado el álabe en arco de circulo
el procedimiento a), capítulo 47, y por debajo de dicha línea, los
calculados por puntos según el procedimiento b).
Ha sido utilizada la misma sección meridiana para ambas clases
álabes, como resultado de una variación lineal de la velocidad
V'
(cm)neto = TJ
~~T
2 Tiro
los valores limite dados c0 y c3m = c2m(/2— en función
r (fig. 133 a).
Caso en el cual generalmente se hace una estimación a ojo. El cálculo
se halla facilitado por la ecuación (33), página 22.
16. P flexderer : Bombas centrifugas.
242 Alabe radial de curvatura simple
Varia B = T° ='
ción 0, 1 M =
r b (Cm)otto IV t
ec. (29) r tg 0 ~ (Bn+ Bn- 1) 2 J/ n ¡
mm Grados m_l Grados
m mm m/seg. m/seg
53.8 16,3 57.3 0,0000 0,0000 0,0
0,060 21,0 2,12 9.48 0,526 30,0.
0,070 18.4 2,075 8,73 62.8 16,6 47,9 0,5260
71.8 17.2 40.3 0,441 0,967 55,5:
0,080- 16.5 2,031 7.98 1,3375 76,6
0,090 15.0 1,986 7,23 80.8 18.2 33,8 0,3705
1,941 6.48 89.7 19.5 28,2 0,310 1,6475- 94.3
0,100 13.7 23.4 0,2582 1,9055 109,0;
0,110 12.7 1,896 5,75 98.7 21,2 121,0
1,851 4.98 107,7 23.6 19,1 0,215 2,118
0,120 12.0 16,0 0,1405 2,2585 129,1
0,128 11.5 1,810 4,38 141,9 26,0
¿^Variación .
i]
i:,
20 álabes m
qij
1 ,-Í.ii
‘¿46 Alabe radial de curvatura simple
Cálculo del álabe AC, por puntos (fig■136 a). (Se supone una variación rectilh
de p, según la figura 136 c) ____________
B=
r 0 i d /= 42r (Bn+B„) 2
<r = y -180
tg0 r tg/3 j /=
m Grados m*1 Grados
Al crecer r, disminuyen b y
eos (i muy rápidamente, por
Jo que también disminuirá ab,
por lo cual tenemos que con
siderar siempre los esfuerzos
en el punto de r = rv En la
práctica, es el punto en donde
aparecen primero las grietas
en el rebelde o las roturas de
remaches. En los rodetes de
paredes paralelas pueden pre
sentarse mayores tensiones
para r = r2. Por este motivo
es recomendable curvar el per r . +*■
Fio. 138. Rodete con álabes remachndos y
fil U hacia fuera (fig. 140) y álabes pardales, antes de la colocación del cierre
tomar radios grandes
_ ^para el Jateral.-para velocidades moderaijas (Demag)
'rebordeado, a pesar de qué
ello produce formas de canal desfavorabJe^’(angulos agudos en la
unión del dorso del álabe con las paredes laterales). La ecuación (31)
nos demuestra que los álabes gruesos y una re
lación ob/y (pág. 573) grande,' es decir, metales
ligeros, disminuyen el peligro de rotura.
En el capítulo 119 se darán indicaciones
respecto a la ejecución y cálculo de las pare
des laterales de los rodetes.
* Para conseguir un aumento del coeficiente
de presión se disponen álabes parciales inter
medios, de empleo corriente en los turbocom-
.presores (fig. 138). El momento estático 5 de la
ecuación (41), página 139, se aumenta entonces Fio. 139
de modo visible, como se ve por la expresión (48),
página 141. En la práctica se ha demostrado que no aparece un em
peoramiento notable del rendimiento.
i c) Consideración de la variación del volumen en el rodete (véase
el capítulo 46, c).
a) En la entrada del rodete, el volumen aumenta a causa del au
mento de velocidad hasta c1 = 49,5 m/seg. Según la ecuación (18 a),
Alabe radial de curvatura simple
9-177,7» •0,86*-10-s
5,42 = 68,5 m.
esto resulta:
2165 + 16,8 + 68,5 = 2250,3 m
Vi/
___ H 1820
0,80. F ig. 141 a. Curva de estado
Hi ~ 2250,3
que el valor de r¡i = 0,78, adoptado para el cálculo de la variación devo-
men, tiene suficiente
su seguridad para no considerar la pérdida de intercambio Za
suponemos cque la diferencia es^debida a la pérdida de intercambios (es decir,
¡conservamos el valor de rji = 0,78), el trabajo específico interno será:
Hi = 1820/0,78 = 2330 m,
aumento de temperatura real será, tomando para el aire 247 cp = 103:
, . 2330 O0
tjj tj — iriQ = 22,8 .
103
la figura 141 a se ha dibujado la curva de estado en el diagrama i S, como
habiéndose convertido la escala de ordenadas de kcal/kg a mkg/kg
¿OU S U iW G IH U ltti UC t,U I < a i u > a
III. V e n t il a d o r e s c o n d i f u s o r d e v o l u t a e s p i r a l
A fin de que la cámara espiral tenga sección suficiente, se elig^
(refiriéndonos al cálculo de la cámara espiral que se indica en el capí*
tnln 77 v en psnprial a la ecuación (54 a). nácina 382. el radio de
sección final deí difusor (supuesta circular), obteniéndose el radio d'
punto donde empieza la espiral, es decir, un punto de partida para
determinación deLdiámetro D2. El ángulo de salida /S2 resulta, seg'
el triángulo de velocidades, de tg /?2 = c2 ~ niJ(u2 — c2J con c2u
= c3 u (1 -f p). donde c3 u = gHxh/u2. Para determinar p se fija pro
sionalmente el número z de álabes, y se obtiene con y' = 1,2 (alg;
mayor que para compresores con difusor de aletas), y se obtiene
valor de p de la ecuación (43), página 140. Si el valor de /5a obteni
no fuese utilizable, hay que modificar las suposiciones hechas o ado
tar otro sistema de construcción. El número de álabes se comprob'
mediante la expresión (9), página 160.
147
= 14,4 y = 5,2 cm.
2800
La presión mínima necesaria a la entrada—esto es, el exceso de presión
necesario en el punto más elevado de la entrada del rodete respecto
a la presión al nivel del agua en el depósito de aspiración — es, según
página 195, igual a la presión de contención Ah, e importa, por consi-
¡guiente, de acuerdo con la ecuación (27), página 194, en metros de
columna líquida:
r a á x = Ah =
[[n J
k S\
con S = 2,4 resulta, suponiendo que k » 0,7 :
0,0236o V.
- ( ^ ) m á x = 282 = 4,98-ín'W s.
0,7-2,4.4*-
La altura de afluencia respecto qjL-ceiitro del eje horizontal es,
evidentemente, mayor en D^que>eí'Valor calculado.,^ojiátra parte,
hay que tener en cuenta todavía un aume^^¿adjqi¡ífe‘al‘áe la variación
de la presión ante un cambio rápido del -estado de la corriente en los
‘conductos de entrada.
a) Entrada. Por el diámetro del eje escogido, el botón del
rodete deberá ser dn = 64 mm (fig. 142). Se supone un aumento de
caudal de 10 % para tener en cuenta las fugas de agua caliente a altas
temperaturas, por lo que V '= 1,10-0,023 65 = 0,0260 m3/seg. Con
<,= 3,75 m/seg, resulta de (4), capítulo 46, Ds = 114 mm (x). Para
disminuir 'la presión necesaria en la aspiración, se dispondrá la arista
de entrada del rodete en la zona de curvatura del mismo, según capí
tulo 48, o sea, conservando la simple curvatura del álabe (no obstante,
ás adelante veremos que los álabes de doble curvatura son más
adecuados). Para el filete medio Dx = 105 mm se escoge ahora,
c0 = cs = 3,75 m/seg. La longitud desarrollada de la línea normal
(l) El coeficiente e de entrada correspondiente se calcula después de fijar el
número de fases, resultando de e = ct¡\2 g A H = 0,1, situado, por lo tanto, en
el límite inferior de los valores indicados en la página 164. Sin embargo, puede
ser algo mayor que el valor indicado allí, a pesar de ser los álabes de simple cur
vatura, porque el ángulo j3, no es el ángulo de inclinación de la línea de corriente.
iPara las bombas de alimentación de calderas son adecuados ángulos /?, pequeños,
i.a fin de que resulten pocos álabes y se obtengan curvas caudal-altura estables
'(página 436). Por ello es correcto el pequeño valor de e. Por la misma razón se ele
girá, en este caso, lo menor posible.
Ejemplos de cálculo de bombas centrífugas 253
ci r ~ co cos £i = 3,37 m,
/i — o,
sea, puesto que ux = 15,4 m/seg, tg ^ = c^/Uj = 0,2186, ^ = 12°20'.
ello resulta, como en la página 239, ixHJtx — crj) = 1,20, de acuerdo
n lo supuesto. Para el cálculo del álabe por puntos determinaremos
valor inicial de la curva w wlr ^r = 15,80 m/seg.
b) Salida. A causa del reducido diámetro medio de entrada y
gran número de fases que cabe esperar, se admite D2 mayor
ue 2 Dv haciéndolo igual a 2,4 D1 = 0,252 m, con lo- cual, según
‘nación (62), capitulo 25, con k = 1,4 - \0~^A TÍ^= 70 m; por lo
to, el número de fases será i = 348,5/70 = redondeando 5, y la
tura correspondiente por fase" A H ^=-.348^/5 = 69,7 m. Si to
amos r¡h = 82 %, resultará A H¡r]h = 85,0„jaj¿- Con y/ =
0,86, la ecuación (43), cáfjfoíío 21, da eM¿aJ^^?-^‘ó,347, puesto
e ri/r2 = -^1/^2 = 1/2,4. Para la continüíwra del cálculo tomaremos
mo base el caso b, del capitulo 46, para obtener con seguridad di-
ensiones de rodete utilizables, y para ello supondremos /?2 = 25°,
= 7o 10'. Con lo cual, según (18), capitulo 46:
l u2 = y 9,81 -85,0 (1 + 0,347 + 0,1248-2,145) = 36,65 m/seg,
donde:
T\ 60 Un A __
D2 = ----- - = 0,25 m = 2o0 mm,
Tin
e concuerda suficientemente con la .suposición hecha, no siendo
cesario comprobar el valor de p.
Además, según (16), capítulo 46 b :
36,65
= 1,347.7,953 + 2,145 = 2'83 m/seg'
s2 = 1,5 mm, a2 = s j sen fí2 = 3,55 mm, tzI(t2 — o2) = 1,026,
según (15), capitulo 46 b, b2 = 0,012 m = 12,0 mm ; y, finalmente :
l2m in On
El rodete se ha dibujado en las figuras 142 y 142 a, junto con e
difusor de que hablaremos en la página 364, y se ha calculado po:
puntos con arreglo a los valores del cuadro siguiente, habiéndose
supuesto la curva de los valores de w en función de r, como una línea
recta (fig. 143), y la variación del espe
ii- sor s, de acuerdo con los valores de la
línea dibujada, de forma que el espesor
en su parte media alcance unos 7 mm Q,
Se supone también una limitación late
ral de forma que la variación del valo(
J J ü h * q i de (cm) sea lineal y resulte de la unión
los valores de c0 y c3 Hara ei calcino
de la variación de P se ha utilizado la
F ig . 143. Diagrama para el expresión (29), capitulo 47. En esta ecua
cúlculo del álabe del rodete ción, debido a la simple curvatura de
álabe, sólo pueden aparecer velocidades
situadas en planos perpendiculares al eje. Por ello pondremos, en vei
de (cni)neto. la componente radial (cr)net0 = (c ;¡)neto eos e, con lo cua
resulta
sen ,3 = j + M acóse.
r s t (cm)neto w A
eos e B -rtg* d/
mm mm mm m/seg m/seg m~l Grados
tg/*i = Tr
en la cual
c, — Cu (3
U
permite calcular dicho ángulo.
Si el perfil de entrada al rodete se ha proyectado para un valo;
de cm constante, c0 será el mismo para todos los filetes de corrienx
En caso contrario, c0 resultará de la fórmula
V'
Cn = (3d
¿ r1m n bx
en donde rlm es el radio del centro de gravedad de la línea nornr
que pasa por el origen y bx la longitud desarrollada de esta linea ñor
mal. A cada línea de corriente corresponde un valor distinto de la
velocidad c0 si la arista de entrada no es una línea normal, como
ve claramente en la figura 144. Puesto que c0 no tiene que ser igu 1
y el estrechamiento de álabe varía, tendremos que para cada file
de corriente cx tendrá un valor diferente. También varia uv porque
tampoco es constante.
Para el cálculo del coeficiente de estrechamiento — ax) hayr
que considerar que el espesor del álabe que aparece en la sección
producida por la superficie de corriente, es mayor que el espeso
real slf debido a la sección inclinada; y se deduce de
s' =
sen $
(*) Se prescinde aqui de la consideración del desvío provocado a la entra '
por el número finito de álabes (pág. 129).
Trazado de los álabes . 259
o, = Ji _
(6 )
sen (¡x sen px sen Xx
expresión (ó) supone que la arista de entrada está en un plano
e pasa por el eje de rotación. El apartarse de esta condición no
erjudica mucho la exactitud del trazado.
Las ecuaciones (4) a (6) pueden reunirse, y resulta directamente
estrechamiento de álabe de
cotg2&
(7 )
El resto del trazado del álabe puede.efectuarse por uno de los dos
ocedimientos que ya se han indicado ,en el capítulo 28, de modo
rilar que en los álabes de simple curvatura, c.ouKrp'Ódrá verse en el
jemplo numérico correspondiente, al rodete 'de rapider media.
a) Desarrollo de las seccioneírflerálab.e^obfesuperücies cónicas,
'te procedimiento, que es el más^^ptíguo,. consiste en ^presentar
líneas de intersección de lffsstiperficie del ál^e^qji^as1superficies
e revolución meridianas ax a2 a ix i2, co m ogi^^aslineas estuviesen
’tuadas sobre superficies cónicas (fig. 145 a) tangentes a las superit
es de corriente. Como que los conos pueden desarrollarse, se podrán
'ujar de esta manera sobre un plano dichas líneas de intersección,
cono tangente se sitúa de tal modo que su generatriz O dx sea tan-
ente a la línea de corriente, considerada en el punto de entrada dx
*’go detrás de éste.
Se dibujará, pues, la línea de corriente .en el espacio, primera-
ente, sobre la superficie cónica Odx. Esto se efectúa de forma que un
unto m de la línea de corriente considerada (fig. 145 a) se traslada
bre el cono tangente O dx a un punto mx, situado sobre el mismo
no axial y para el cual se cumple:
dx m* = arco dx m.
Evidentemente, el ángulo de inclinación que forma la línea de
rriente correspondiente al punto m con el círculo paralelo, varía, ya
las longitudes periféricas se acortan en la relación de los radios,
sea, según r x/r, mientras que la longitud correspondiente al plano
permanece invariable.
Con los ángulos inicial y final ahora conocidos, ^ y (]£, y los ra
llos Od1 y Orf2x , dibujemos en la figura 145 b el desarrollo del álabe
|en arco de círculo, con arreglo a lo indicado en el capítulo 47 para los
labes de simple curvatura, siendo*'recomendable emplear para el
rozo de entrada, conservando el círculo sustitutivo de la espiral
je Arquímedes, a fin de compensar la desfiguración. El resto del tra
ído se efectúa como arco de círculo o con líneas curvas a voluntad,
ro de forma que se termine con el ángulo /?2X. El circulo sustitutivo
|de la espiral de Arquímedes tiene un radio gj = Odx sen
Ese trazado se traslada sobre la proyección horizontal del rodete
[(figura 145 c). Es conveniente dividir primeramente el arco d f 4 del
círculo de entrada, correspondiente al ángulo central y* del desarro
po, en cierto número de partes iguales. Las longitudes de arco desde
hasta los puntos parciales 1, 2, 3, etc., pueden trasladarse directa-
lente sobre la proyección en planta del rodete a partir del punto de
itrada d'v resultando los puntos 1', 2', etc. Asimismo los segmentos
idiales 1 — /x , 2 — m x, etc., del desarrollo en planta,‘se sitúan en
verdadera magnitud sobre la proyeccióg^yaftitál del rodete a partir
ie d1 sobre la línea dx d£ del cono, resultando sobre dicha línea los
puntos lx , mx , etc. Seguidamente se trasladan estos puntos sobre la
íea de corriente dx d2, obteniéndose los puntos l, m, etc.^A continua
ción se sitúan, en la proyección en planta deljsdeteT estos puntos,
ie los cuales tenemos sus cpordenadas-polares. Los.pufltos resultantes
r , m', n \ etc., nos determinarán e^desarroUo enllanta del álabe.
El mismo trazado se efectuará jjafa cada una de líneas de
arríente que seí considere.
A fin de que la arista de entrada esb
escoge el ángulo y* en los diferentes desarrollos, de forma que la
sta de entrada en planta resulte aproximadamente radial. Entre y'
rp existe la relación y* =-yr^/rJ, siendo r\ = Odv No es preciso
íe la arista de salida sea paralela al eje, pudiendo disponerse indi-
ida, por ejemplo, como una línea helicoidal situada sobre el cilindro
íe diámetro D2.
í¡ Nota adicional: Si los radios r2 y r2 de los puntos d2 y d2x
on muy diferentes, como ocurre en los rodetes lentos, cuya arista
entrada penetra mucho en la entrada axial, las deformaciones
pueden actuar, perjudicando la figura. El procedimiento descrito a
Dntinuación, en b), no tiene este inconveniente. Sin embargo, si,
[pesar de dicha dificultad, queremos aplicar el procedimiento del des
alo sobre superficies cónicas, deberemos limitarlo al trayecto de
atrada, dibujando separadamente la trayectoria de salida, que se
Inyecta en verdadera magnitud, en los rodetes lentos y de rapidez
¡piedia, sobre papel transparente. Esto permite, mediante un giro alre-
lor del eje, ponerlo fácilmente en la posición que nos dé la unión
nás favorable de los dos extremos del trazado.
b)- Determinación de las secciones del álabe por puntos. La
íea curva de corriente en el espacio se puede fijar también por el
262 Alabe radial de doble curvatura
dcp = (10
rtg/J
Integrando y multiplicando por 180/ n para tener <p en grados,
tendrá:
_180f‘_dx
T n ) r tg/3 • *-.»ím
o
Las magnitudes <p y x deberán medirse a partir del punto
salida, como enseña la figura.
La ecuación (11) coincide aproximadamente con la (24), página 23j
El procedimiento de trazado del álabe se efectúa, por tanto, cor
entonces, sólo que ahora se pone el valor 1/r tg p en función de la lo
gitud x, desarrollada de la línea de corriente para obtener los valor:
i razano ae ios aiaoes ¿vo
sen
Aquí el ángulo A es el que formqn la superficicilél álabe con la de
corriente y se obtiene de (*)
= 0,033 m = 33 mm.
2 c h a v e ta s 6x5 D I N 270
m ¡seg
15
-r¡ M
. •* P
i
\ .E
- .i Vs fK
30r -[¿si \
■*#- } V: . í r5 ¥ “í 2 1
J US 3 S 1 S S * 3 2 1
U i
c d t
i. 149 a-e. Proyecto del ¿labe del ejemplo numérico del capitulo 53, calculado por
puntos
ti 21 /,
Línea i , ---0, 0, de la í, — o,
de co Di Ul c, Cl c,
rriente supues según figura según
m m/seg m/seg to m/seg 149 b (7) m/seg
a, a, 0,206 15,62 4,72 1,2 5,66 20° 0' 90° 1,15 5,43 19° 10‘
ó, b, 0,156 11,81 4,72 1,2 5,66 25° 40' 55° 20' 1,18 5,58 25° 2‘
i> t* 0,120 9,11 4,65 1,2 5,58 31° 30' 70° 1,18 5,40 31° 6'
El álabe se ha calculado por puntos en la figura 149 a, con ayud
de los diagramas de las figuras 149 c a e.
í1) La repetición del cálculo se puede evitar utilizando la siguiente expresión
qué — de manera similar a (9 a), pág. 222 — se obtiene al reunir las ecuación
(2), (3) y (7). _______________________
‘^ - [ t + i V F I h S F ( t i l
Pudiendo despreciarse al lado de 1 sin gran error, con lo que
+ ¿ ¡H tl
Ejemplo numérico de cálculo de un rodete de rapidez media 269
ET A r \ . ! t • j _ J i _ - • i . f «• «
M »• í / U pUJIVIUU iUbUUUUU Ub iU UUJltt ul ¿ a n u a
U2 C2u U2 C3u (1 ~r P)
en la cual, para el caso de entrada perpendicular,
„ _ gH th
p s a S ^ a T ^ -^ - “Á -«
rt (u = u, = Cjm
2 tg¿?, + + 90 "th
^ ^ ( 2 tg /J .) 1- Hth (1
11 -f
+ p) (26 a)
valores de0,v
c ,m correspondientes al valor de r, que se
ner, > los de p correspondientes al cálculo anterior. , q ese esPera obte-
esnPnnh»
^íaíiació" del<dwque
pitulo 64). ............
Con los valores D2, b2, Ds se diseña el perfil del rodete, de forma
-*
** 446 U4U oc uvvyiuuuaf mvumiiwv *u vrtjy*vu*vn
de c3m, a lo largo
ginas 272 ss., rectificándose el diagrama de corriente dibujado. D
bido a que o¡ = oo, la expresión (23) se reduce a :
jn c3 m _ U2 (29)
^3mi ^ [I l Qa
(») Hay que comprobar si es posible obtener una caja espiral adecuad/
Puesto que c,tt = fiFJ/th/u, = 8,01 m/seg, la ecuación (54), capítulo 77, da p"
la sección final (<p = 360°) de ia espiral un radio gmáx = 0,218 m, si tomamoi;
f» r, « 0,195 m, siendo la velocidad media en esta sección final cua = V'/ti
= 4 m/seg. Esta velocidad puede considerarse escasa, debido a que a dicha s
ción debe seguir un ensanchamiento corto. Debe procurarse que cua « cs, es decir/
pmáx V» -Ds- el rodete no fuese semiaxial, debería proyectarse con un val
mayor para r,-, lo que evidentemente nos daría una caja espiral demasiado anch'
De todo ello se desprende que el número de vueltas específico del ejemplo corres
ponde al límite superior de la construcción con caja espiral. Para una mayo
rapidez deberíamos disponer aletas en el difusor (cap. 57).
hjemplo de cálculo de un rodete rápido 277
Y,VL CH7 Se t0mar = ,3 u" poco j ust0' al objeto de que salgan a relu
cir las diferencias de velocidad. En o, el radio de curvatura pasa brus-
t: • i
\\ / *->*
___ y
Vi /
** :■» ’í
— / —;-t,j tz
Cálculo de f}t
e, u' tgP,
con i ecua-.
p ecua
t, = 1,05 ción
c» m ct m S r* u, v>' ción P,
Filete i, — a, ec. (24 a ) (22 a) (22)
m/seg m/seg m* m m/seg grados
f : *‘“7
a 6,00 1,10* 6,6 0,0223 0,220 22,3 0,278 7,43 0,494 26,3
b 5,35 1,10* 5,89 0,0225 0,207 21,0 0,256 7,68 0,504 26,8
: c 4,85 1,10 5,33 0,0195 0,196 19,9 0,257 7,84 0,531 27,9
d 4,48 1,10* 4,93 0,0172 0,187 19,0 0,272 0,576 29,9 £3.5
i 4,35 1,10* 4,79 0,0147 0,180 18,3 ü ,2 8 r ’ 8,22 0,661 33,4
(•) Valor correspondiente al filete medio.
La superficie de álabe representada'en las figuras 1,51 y 152 se
¡ha proyectado mediante el .ostifiúlo*'por puntos (njopeífifñientb b, ca
pítulo 52). La representada en las figura^dt^á^loQ está proyectada
“"por el procedimiento de desarrollo sobre” superficies cónicas (procedi-
!miento a, capítulo 52). En ambos casos se ha situado la arista de salida
[sobre un plano axial. La superficie representada se ha considerado en I
gambos casos como superficie anterior del álabe.
• ; * * .r»<* *
En el cálculo por puntos se ha partido de la variación de /J, la cual se dibujó
■en los diagramas de las figuras 156 a 156 d, como una recta de unión de los valores
[iniciales y finales conocidos. A fin de obtener un trazado casi radial en planta de
la arista de entrada (fig. 151), se curvó posteriormente la línea de los filetes cy b
[ligeramente hacia arriba (para obtener un acortamiento), y la del filete a, ligera-
fmente hacia abajo (para obtener un alargamiento). Se puede obtener el mismo
[resultado desviando algo en planta la arista entrada, conforme lo dicho en la pá-
Lgina 269. Hay que hacer notar que la variación rectilínea de nos da un álabe
•ligeramente más corto que la variación rectilínea de w, lo cual debe tenerse en
¡cuenta en ciertas circunstancias en la determinación del número de álabes mediante
f]a,ecuación (7), página 160, al redondear en más o en menos el valor resultante.
\ En el desarrollo sobre superficies cónicas, figuras 157 a 159, se han elegido para
los filetes a y b los cilindros tangentes a la entrada, y superficies cónicas, para los
■.demás filetes. Dichas superficies, para los filetes c y d, son tangentes a la super
ficie de corriente en la parte media, en lugar de serlo a la entrada. Ello se ha hecho I I
[así para reducir la longitud de los radios en el desarrollo. El procedimiento no jjdíp
Vvaria, puesto que siempre en el círculo tangente las longitudes de los arcos se pro
m etan en planta en verdadera magnitud y sólo en dicho punto no hay desfigu l i
ración de ángulos.
b Ñola complementaria. Si se quiere afinar el cálculo, con arreglo a las indica-
aciones del capitulo 55, considerando la diversidad de pérdidas en las cinco super
óles de corrientes, es d_ecir, los distintos valores de jj* y se conserva el valor r t
■ 'i
280 Alabe radial de doble curvatura
fa‘*¡
Pfj
fe
282 Alabe radial de doble curvatura
expresión (53), capítulo 22, también pequeño), la ecuación (40), capítulo 21, no»;
da p = 0,268. Puesto que
c ,u = gHaJUt = 4,28 ; c ,u = 1,268-4,28 = 5,42 m/seg,
se obtiene el ángulo de salida definitivo /3t de la expresión (22), capítulo 54,
/), = 16°, que deberá conservarse para todos los filetes (a pesar de las desventajas
indicadas anteriormente).
Los ángulos de entrada se calculan para las diferentes líneas de corriente,
según el cuadro Indicado en la página 268. Con ello queda determinado el álabe.
/ 7 I ' T a, c, 3 t 7 f 5 1 J l 1 c¿ e,tf J t 7 f S f J i
F ig. 162. Variación del ángulo de Inclinación a y de la velocidad, a lo largo del canal
del difusor
f Los diagramas para el cálculo por puntos se han indicado para los tres filetes
ai. c, c„ e¡ e„ en las figuras 161 a y 161 b. Como se ve, la línea w se ha podido con
servar siempre recta, sin que la arista de entrada en planta se separe sensiblemente
i déla dirección radial. Ello se ha conseguido eligiendo convenientemente la posición
inclinada de la arista de salida, aunque con ello se tengan que soportar ángulos
bastante agudos entre los álabes y las paredes de rodete. El álabe se representa en
las figuras 160 y 160 b. En estos rodetes rápidos se puede suprimir la pared lateral
exterior, con lo cual se disminuye considerablemente el rozamiento. En tal caso es
conveniente aumentar el espesor del álabe hacia el núcleo.
El difusor se representa en las figuras 160 y 160 b, suponiendo que los álabes
del difusor se inician muy junto a la periferia del rodete. Por esto el álabe del de
fensor tiene doble curvaiura y ha de ser representado a base de las indicaciones
. que se darán en el capítulo 73.'Mediante las líneas a representadas en la figura 128 c
: se han calculado por puntos los tres filetes a4 ait c4 c„ e4 e„ empleando la expre
sión (22), capítulo 73, después de haber fiiado la limitación exterior a base de la
P variación üe Cmpara el lilete medio. La variación de c obtenida de la ecuación (22 a)
[ capítulo 73, se ha indicado también, para hacer visible la conversión de velocidad.
La arista de entrada del difusor no se ha situado, en la sección meridiana, paralela
\ a la arista de salida del rodete, para evitar ángulos laterales agudos. El ángulo de
¡ entrada a„ es decir, el valor inicial de la linea a, se obtiene con la expresión (5), ca-
¡ pltulo 71. El valor de tg a, se debe calcular con arreglo a la ley de las áreas y con-
' siderando el espacio Intermedio. El valorfinal de la línea a resulta de la ecuación (17),
| capítulo 72, habiéndose admitido el valor de \¡>'i = 1,2.
i- En la proyección en planta del difusor representada en la figura 160 b se ve
i que tampoco la arista de salida está situada exactamente -sobré un plano axial,
r La variación de a se ha tomado de forma que lospurftdé del álabe, cuyo ángulo es
! igual a 90°, están situados en una misma sección de modelista (XIII), lo que facilita
la ejecución.
Respecto al gran ángulo a3, podrían tolerarse distancias considerables entre
los álabes guías y los del rodete ; además, el aumento de presión en el canal es sólo
escaso. Por consiguiente, la construcción indicada de los álabes guías puede simpli-
i íicarse y mejorarse corriendo el canto de entrada de los álabes guías aproximada
mente hasta la sección axial 5. “"
Estos cuerpos de bomba se construyen generalmente'f>artidos, por lo que se
debe elegir el número de álabes del difusor de forma que los álabes, en planta, no
i
H. El álabe axial
El álabe axial posee, fundamentalmente, una doble curvatura,
por las mismas razones expuestas en los capítulos precedentes. En 1
cambio, tiene la particularidad de que las líneas de flujo corren para
lelas al eje. Por esto mismo podrían trazarse según lo dicho en los capí
tulos precedentes. Pero debido a que las líneas de flujo son paralelas
al eje y la forma de los álabes se asemeja corrientemente a las alas por
tantes, que se ha demostrado es la más conveniente, queda justificada
la necesidad de que nos ocupemos especialmente en ella. Por otra
parte, cada día v^ adquiriendo mayor importancia.
La bomba axial para un caudal determinado es la menor de todos
los tipos de construcción, pero sólo puede construirse para alturas de.
elevación pequeñas. En el campo de números, de Vueltas específicos
suficientemente elevados proporciona también el mejor rendimiento,
pues limita al mínimo el rozamiento en los conductos y las secciones
de los canales son particularmente holgados. Por las razones que se
dirán en el capítulo 86, un caudal inferior al normal da origen, sin em
bargo, a una rápida disminución del rendimiento.
i s s j j j í r ' - « • ¡ a
‘“alogas observacionps hi™ r rvfí a ^ ue se consigue en el canal aerodinámico.
”(•)*‘fLnFS,eb“ “ ,t"'? <M1¿t-IÍn”tEAerídyn!C^^icb?lie94e6yn.t‘riS2)ChUn^,n “
lisertación. T e c h " .'H o 'c h íS S ^ H ÍS n o ^ m í) l'P°S con,Presores axlal“ -
286 El álabe axial
Inufrad)
Directrices
Bomba
Turbina Rodete
Difusor
Difusor.
Rodete
h -* ir-
. ^ • *3 ' ' • *.
Difusor
Ce
j y
A U, f
c
1
Difusor
Directrices
Difusor
Rodete
-^thoo = #th (i + p)
bien, escrita en otra forma:
^ C U oo = A cu (1 + P)
19. Pfleiderer : Bombas centrifugas.
siendo
t¡L
P — y>' o bien = o bien = 0,16 y/ (4 b)
¿ tc e
sen Px + #2
1
Aquí e es la longitud axial del álabe (fig. 166). De acuerdo con los
datos de la pagina 142, el número empírico y' es mayor que en el
rodete radial lento. En el caso de una linea esquelética en forma de
arco de circunferencia, puede ponerse, de acuerdo con la ecuación (54),
página 142 :
...» rt 1 o\ n O\
—“ Ti/
(Otras determinaciones referentes a este punto pueden leerse en la;
página 308, del trabajo de Saalfed, antes citado). La exageración del .'
ángulo en el borde de aspiración no se toma generalmente en consi
deración, esto es, se pone ^ = /?0. En particular parece que en los com
presores de número de Mach elevado (wja > 0,7) toda exageración
de en sentido positivo o negativo es desfavorable (^.De esto resulta,
la posición contrapuesta de los ángulos d0, Pz> respecto de los ángulos.
P2 de los ¿labes, que puede verse en la figura 166 a. ¡P
La relación tjL ha de elegirse tal que quede garantizada la con-^
ducción de la corriente. Por consiguiente, t¡L, en caso de un cambio:
intenso de dirección /S2— Pv esto es, ante una acentuada con
vexidad del perfil o un coeficiente de empuje £a grande (pág.'320),.
ha de ser menor que en el caso de un cambio de dirección moderado.:
Por lo tanto, los perfiles aplanados pueden estar dispuestos más lejos
unos de otros. Los perfiles curvados con una convexidad máxima
posible, como se necesitan en los compresores de varias fases, parecen
gozar de una relación favorable entre la anchura media del. canal
« l sen (px -f- /5a)/2 y la longitud L del álabe, cuando el valor es
am¡L = 0,4. De esto se deduce, por lo tanto, la siguiente ecuación para,
determinar tjL con k = 1/0,4 :
L • Px + Pz ( 6)
7 = ífsen • 2
o el número de álabes
r sen
z = 2 nk — Px +
0 P2 (7)
o bien con:
L — e sen Pi + P2
2
2**- (8);
e 2(*)
>30
20
roo HO 20'
Fxg. 166 b. Influencia de la curvatura de Fio. 166 c. Valores recomendables díl
la línea de esqueleto y de la resistencia C® ángulo de desviación S = 0, — 0„ ea
del perfil, al crecer el número de Mach. El función del ángulo de salida 0„ para bom
coeficiente de empuje Capermanece invariable bas axiales de elevado coeficiente de pre
sión, en especial para compresores axiales
multicelulares, según H owell
í 1.09% V'- 1 |
Cr
íio. 167. Relación máxima admisible de radios ra/r¿ (coeficiente de presión ymáx má-
pmo posible) y coeficiente de entrada e en función del número de vueltas especifico n„,
con poa como parámetro v
I'
cubo puede ser tanto menor cuanto mayor es el número de vueltas
specífico. De todós modos, es fácil ver que basta una rapidez media
para que ya sean necesarios grandes diámetros del cubo. Por esto en
la bomba axial el número de vueltas especifico no puede bajar más allá
ie cierto límite (por ejemplo, nq = 80), si se quieren evitar álabes cortos,
poco ventajosos. Por otra parte, al elegir la relación de radios r jr h
£s recomendable permanecer algo por debajo de los valores de la fi
gura 167, al objeto de que no se llegue por completo al ángulo /?2 = 90°.
De todos modos, basta que la diferencia respecto al valor límite de
'Jrr sea pequeña, toda vez que pequeñas disminuciones de rjr¡ dan
¡ra origen a grandes variaciones de ¡}2.
i (*) En los álabes axiales para bombas ha de procurarse que el ángulo Soa sea
incluso menor que en todas las otras clase de álabes, a fin d e evitar el desprendi
miento. Con ello se hace también más fácil conseguir números de vueltas específicos
nás pequeños (pág. 319).
296 El álabe axial
Ambos valores quedan determinados para cada nfl, una vez supuestos
'/?oay ór. En caso de una entrada sin giro, esto es, <5r = 1, es manifies
tamente cp = tg /?oa. Tratándose de una corriente de agua, tiene gene
ralmente validez el límite de cavitación correspondiente a un ángulo de
entrada óptimo /50a¡*> 17°, y tratándose de un compresor, el limite
de ultrasonido, con una dirección de entrada del flujo /?oa = 32 hasta
~Q. En ausencia tanto de cavitación como de ultrasonido, y procu
rando que sea pequeña la pérdida de álabe, es necesario asimismo
jan ángulo grande (}Qa & 35°.
Un aumento ulterior del ángulo ^oa tiene, en verdad, la ventaja
de implicar un mayor coeficiente de presjón-y-'ménores dimensiones,
pero también la desventaja de un nüfííéro de Mach más elevado (lo
cual, de todos modos, es sólo de importancia tratándose de grados de
compresión elevados).
En una máquina axial existen relaciones,.particülarmente sen
cillas, relativas a las características, .(JesproVistas de dimensión.
El coeficiente de entrada .vale :
£= (15)
-
(demás, se calcula con A = 1 — (rf/r-):
n, = ^ ( 2 ^ l / T ^ = 1 5 7 ,8 ^ g (16)
amanera que del diagrama 9?, rp, puede deducirse también el nú-
ro de vueltas específico cuando es conocido el estrechamiento A dé
lo al cubo.
.*
62. Proyecto y perfilado del álabe
Las líneas de esqueleto de la sección del álabe han de ser continuas,
wefiere un trazado en arco de circulo o de parábola cuyo extremo,
co curvado, se encuentre en la arista de salida. La unión de varios
298 El álabe axial
Q=
2 sen h
Já
O con ^2 fil
2
(17)
COS ^ — COS @2
qost
qaa
qow- qow qov J La escala de Cu,
qeu enuA— eí distinta de la de
n0" los otros dos dlalramut
W» fin
Posición Posición
de Ma . / de - / qoi\
Posición
de Ma « i
CrW
A2
Á cl
q* qs qt V Ü q¡ 43 qv V V V V 4* 45 qs 47 41
Tía. 169. Influencia de la situación del espesor máximo del perfil sobre la resistencb
del mismo, en perfiles simétricos, al crecer el número de Mach. Corriente bidimensio
(Deutsche Versuchsanstalt für Luftfahrt). Relación d¡L = 12 %. Posición del esp
máximo a 30, 40 y 50 % de la longitud del perfil, a partir de la parte anterior del i
Fio. 169 a. Dos perfiles con el espesor máximo muy retrasado (Perfiles laminares)
y y y y y
0 0 ■ 0 0 0 0
1,25 0,646 0,969 0,717 1,124 0,693
2.5 0,903 1,354 0,956 1,571 0,918
5,0 1,255 1,822 1,310 2,222 1,257
7.5 1,516 2,274 1,589 2,709 1,524
10,0 1,729 2,593 1,824 3,111 1,752
15 2,067 3,101 2,197 3,746 2,119
20 2,332 3,498 2,482 4,218 2,401
30 2,709 4,063 2,852 4,824 2,782
40 2,927 4,391 2,998 5,057 2,971
50 3,000 4,500 2,900 4,870 2,985
60 2,917 4,376 2,518 4,151 2,815
70 2,635 3,952 1,935 3,038 2,316
80 2,099 3,149 1,233 1,847 1,543
90 1,259 1,188 0,510 0,749 0,665
95 0,707 1,061 0,195 0,354 0,262
100 0,060 0,090 0 0,150 0
Radio de la parte
terior del perfil 0,176 0,396 0,240 0,666 0,223
del número Re, indicado en la página 300, por debajo del cual sonj
indicados los álabes de plancha (para el abaratamiento de la fabri
cación), hay que renunciar al perfilado. i.
Debido a la poca longitud radial de los álabes, sólo es necesario)
calcular las secciones de los mismos según los tres radios ra, rm,
Fie. 170
-4 —
S e c c ió n A -B
_______ i________
Sección CrCi
Sección br bj i
1
, A,
Sección
7?t
X 19 álabes
A—w —
Clua
s
h
— TU 1 + ¿4 t J T j
(18 a)
1 1+
para el aire, igual a 103, el cálculo de las tres lineas de corriente con-j
sideradas anteriormente nos da los valores de la siguiente tabla* • í
Tabla numérica - :•£
r m 0,0816 0.0984 0,1127 .j
---------
L ± l _ _
, Fio. 171 a. Rodete axial con Fio. 172. Máquina soplante
perfil del núcleo inclinado
t n ú c le o <
A ir e p a ra re frig e r a c ió n
d e l c o jin e te
H, ~ h (i 9 H th + 2 K0ü)
(21)
2r*a¿
donde K 0—r0c0u se deberá tomar positivo si existe un giro del mismo
mentido. La presión Hp actúa sobre la superficie de los álabes, dando
ugar al empuje axial
> r« i, .
: -' ‘ • A x = y f ir n d r H p ,
ri •
i, introduciendo el valor de Hp, según la ecuación. (21) e integrando :
dh -f — d c = 0.
' 3
h = altura de presión en mkg/kg ó m de columna líquida). Por otra
)arte, a causa del giro del líquido se originan fuerzas centrífugas de
rv Matthieu : Festlgkeitsberechnung des rotierenden Propellerblattes.
Schweiz. Arch, vol. 9, pág. 325 (1943). *
312 El álabe axial
c,,dc -y- dr = 0.
Juntándola con (27) se tiene:
ede — cu dcu = 0,
o bien: ,
¿(c2 — c2) - 0,
o bien:
= 0; . ...
por consiguiente,
cm = const M
como se había supuesta hasta aquí. Un giro uniforme exige, 1
tanto, que también cm sea invariable, si es que la corriente ha de
tenerse en equilibrio. Es de importancia que esta deducción es aplica
asimismo en los gases, puesto que no aparece y. Como este valor en 1
gases va aumentando, con r, en la junta entre las coronas de álab
del difusor y el rodete, las líneas de flujo no pueden ser aquí coaxial
sino que dentro de la corona de álabes, han de desviarse hacia el
terior (fig. 171). La invariabilidad de cm se cumple siempre solame-
para el campo en que han desaparecido estas componentes radial
No es menester que la corriente de contenido energético invar
que hemos considerado, esté necesariamente exenta de giro. Tenei
un ejemplo de ello en la corriente ordinaria de las turbinas de va-
detrás de los álabes cilindricos del difusor, que, sin embargo,
de interés en las bombas (i).
Pero, en general, la corriente desposeída de ausencia de. giro
goza de tal uniformidad energética. Por lo demás, las componentes
no son aquí necesariamente constantes sobre el radio, como en el
ideal antes considerado. Surge, por consiguiente, la cuestión d e .
(l) Véase C. P f l e id e r e r : Stróm ungsm aschlnen, pág. 249. BerKn-Gotír
H eildelberg: Springer, 1952.
Medidas para disminuir las grandes diferencias de ángulo 313
írriente.
b) Corrientes de contenido ener-
•. .
j„ , . . ,
X
rio . iK>r uia grama de la corriente
;etiCO desigual, relaciones entre las..--a través de. .uit rodete axial, con
elocidades a ambos lados del rodete' g¡r°,,a^ & d aco0n,taíateSaIida y
ial (condición general de equilibrio)#;-»^ ...
upongamos que la componente-Vadial que ^ ^ c ^ S h ^ e l rodete se
esvanece a poca distancia del mismo, d ^ ^ d o ^ q u é a llí la corriente
•anscurre de nuevo sobre cilindros de radios r0 o r3 (fig. 173).
i El trabajo de los álabes por cada kilogramo de líquido eficaz
nporta:
5;
Hth = fc3 — h0 + — (el — Cq) (28)
itambiíen
co
Hth — g (r3C3u r 0 C0 u) (29)
por consiguiente:
1 , , 1 g H th
de3u — ——(r0 d c0u 4- u u r0) 2 + rnd0v0u¡ ^ 3
'3 '3
£0 '
de modo que solamente es desconocido c3„,,y la ecuación (30) se escr ^
ordenando sus términos en forma distinta:
•d (ro c0„) ^
d (c|m) = d (cS) + 2 ^ -2 + /,<*„
(*) Esta forma d e cálculo fue adoptada por primera v e z por Bau ersfeld ,
turbinas hidráulicas y hélices (Z. VD1, 1922, pág. 461).
320 El álabe axial
lén influencia sobre el ángulo de ataque <5. Para los álabes de los
.te s de las bombas y compresores podemos adoptar las relaciones
C St:nteH Si a ra -!ai anChr de 313 ^ - t a m e n t e grande! S o a
qu en dichos alabes sólo existe una salida de corriente lateral del
fluido, en forma de perdida por fuga y, por tanto, muy reducida.
• ^ P 0 suPercrttico. Para alas portantes será Re = w Llv > 105.
rrandtl ha establecido las siguientes fórmulas de convexión f1), que
leimiten calcular los valores de £w y <3, para la relación Llb = l/o o
partiendo de los valores £'w y ó' obtenidos en el túnel aerodinámico
,con una relación LJb cualquiera. Para un coeficiente de fuerza por
tante ; a, se obtienen los valores correspondientes de'£u, y <5 (en grados)
nediante las siguientes expresiones: 6 '
7 1 0 (37)
* = d’ - - St i a T 5? A (37 a)
(38)
Ca A
denomina coeficiente de planeo. El perfil empleado es tanto mejor
anto menor es este coeficiente, es decir, cuanto más inclinado está
vector radial. El mejor rendimiento corresponde, por tanto, a los
tos de contacto de las tangentes trazadas desde el origen a las
ryas polares. Debido a la pequeñez de X, e = are X = (tt/180) ).°.
^ m^
•
SU 6¿J
/ ( « - = - w 08 = 0,109
Al aumentar, la razón de espesores d¡L y también la de la ^posición
atracada z.'L de la altara máxima de flecha ,,»«. ...........j -<j
un poco. Ésta es asimismo afectada por la viscosidad, pues se pierde,
conforme las páginas 48 y siguientes, el flujo tangencial. Según gran
número de valores experimentales, puede ponerse:
Ca = (0,092 hasta 0,1) d°0 (40
correspondiendo
Co/(Ca)id = 0.85 hasta 0,92 =
aumentando con la disminución de d/L y f¡L. Por consiguiente,
bién es Ca = 2 «sen <50. Esto explica el curso paralelo de las lineas
-X f-
iZuto
QlPu
___
Cuerda — T
TOao ---■
----
' ' i -
------------ L —
F,°- 179del CUCrdfl n£oS S v S m S X Ü Ü S !
1
Cálculo de los álabes axiales como alas portantes 327
Comparando esta expresión con las (40) a (40 b), válidas para el
campo supercrítico, vemos que, como era de esperar, el empeoramiento
de t a crece al aumentar ym&x!L* Para Zu>hay que tomar un múltiplo de.
los valores dados para el campo supercrítico. }
(') F. G utsc h e : Jahrb. schiffbautechn. Ges., vol. 37, pág. 290 (1936).
Cálculo de los álabes. axiales como alas portantes 329
-
to , pueden emplearse, según capítu
- ------ <w—
ySA v
lo 10, las ecuaciones válidas para el ala / i
/ i
: única, poniendo para w^ el valor me- V i
•? ►
; dio CD de wQy wz (figs. 34 y 180), de- E u C
■hiendo tener en cuenta que ha dejado
de considerarse el rozamiento y que -----fm--------- - -------— -
la densidad no puede variar mucho. F ig . 180. Diagrama de velocidades
Hay que esperar, además, debido de la corriente antes y después del
haz de álabes
r a la vecindad de los perfiles, una
variación de la circulación „. y, por tanto,
------, — de „U £ f con relación a los
valores determinados para el ala única. El perfil.no se encuentra
r ahora en la corriente paralela, sino -y:
[ en la corriente desviada por el ala
I vecina. Se ha conseguido la solución
i de este problema en una serie de
. 4 ■
.■.« ' h
i
JO
1 1 /A
'i 'vr
Cálculo de los álabes axiales como alas portantes 331
(‘) AI intentar obtener, mediante las ecuaciones (47) o (48 a), los valores A
de las ecuaciones anteriores (7), página 186, o (31), página 206, a base de los va-
ores de a dados, se llega a unos valores de A esencialmente superiores a los dichos
interiormente. Esto se explica con facilidad por el hecho de que allí se tuvo en cuenta
íl comienzo del descenso del rendimiento, decisivo para el constructor, descenso
fjue no se hace perceptible hasta que se produce una considerable dilatación del
ampo de despegue o del ultrasonido.
- (‘) Daily W. J ames : Cavitation charakteristics, etc. Amer. Soc. Mech.
¡ng. Hydraulic División Paper n.° 48 — SA — 30, Julio 1948.
(*) Véase también S. P. Hutton : Proc. Inst. mech. Eng. Lond., vol. 163,
inas 81-97 (1950).
336 El álabe axial
yíUr \
■ 0,6
(i
[i
V
_i____
0,6 10 " 0,2 6,6 0,6 0,6 1f i 12 \6 Vi
Ha —
Fio. 182 b. Influencia sobre el rendimiento F ig . 182 c. Influencia de la relaciá
de 1a curvatura hacia atrás de la arista de d/L de un perfil sobre la resistencia Ca
entrada de una hélice de avión en el campo de la velocidad del sor,J'
(Aerodynamische Versuchsanstalt Góttingen) (Deustche Versuchsanstalt filr L
fahrt). El trozo entre Ma = 0,85 ■
1^5 es aproximado
y se tendrá:
W/y A tg A (49
~~ t sen y t sen /?0
o bien sustituyendo A por su valor tomado de (35) (con b - 1), |
Z — (49 bj
z'u 2g t
Si en la ecuación (49) se escribe este valor, y para Hth el valor de I5
ecuación (43), poniendo al propio tiempo cm = u ^ s e n ^ , se oiniene.
tg A w (50)
Vu = 1
sen 03oo ± A) u
o bien, mientras el ángulo de resbalamiento A sea pequeño r.esp.ect
a con tg A = e:
„ = l ____ L r - 3 * (51)3
'/u sen (¡ao u.
o con sen ^ = c jw ^ y u — r a):
= 1 _ JL (51 a) C)
Vu — (o rcn
El rendimiento total r¡s del conjunto de álabes abarca tambié£
las pérdidas en el difusor, y éstas importan, en el supuesto de
(>) En la literatura sobre bombas o máquinas soplantes, el valor que a ve$
allí se encuentra t- tg A -tg ft»
^ ~ 14-tgÁ/tg^oo - :;ví _
E s a s e iS H fs s iS i#
ysaMl
• 4S
n
Cálculo de los álabes axiales como alas portantes 339
tulod 13d b ^d PUCde 6legÍrSC de conformidad con los datos del capí-
Cs“ = 9Hth/r(o -fc 0tí disminuye de dentro-a fuera, las
p idas en el difusor varían en sentido contrario a las pérdidas dpi
ro e.e y « el rcuuiinieuto aei conjunto permanezca
aproximadamente invariable en toda la extensión radial de los álabes.
Z u -\~ Z d
Vs = 1 = Vu (52 a)
H th
rjs es mayor que r¡h, porque éste no comprende el rozamiento
4 ? ' cub“’ en las paredes del cuerpo de bjB^baíéii las bocas de aspl-
iM
se m» J e V mpcomo una
manifiestan asl perdida
C O m ° l a s p e ‘ r d i d a s P°r fu«as- mientras éstas
de presión.
V t = 1— 2
sen 2 /?„ (53 a)
f e » t e t a o s j á r -
(0 Proc. Inst. mech, Engrs. Lond., vol. 153, pág. 348 (1945).
• 340 El álabe axial
tg a4 = tg a3 — —
U a4
en donde, por regla general, puede ponerse t J ( t A — o ¿ = 1. En caso
de una cur\ratura considerable de los álabes del difusor—por consi-
; guíente, de una reacción pequeña o media—convendría tomar el coe
ficiente [X > 1.
Si la corriente sale del difusor sin una componente tangencial,
como ha de procurarse ocurra siempre en los tipos de una sola fase
o en la última fase, se obtiene el
ángulo de salida a6 (fig. 194), ha
bida cuenta de la exageración de
los ángulos, necesaria según la
ecuación (15), página 360, tomán
dolo de
tg a5 = 171
con T
"& )■
P‘ Vl ZiSt
Si rt es el diámetro del centro de a —
gravedad, ezla longitud rectificada F ig .de182potencia
d. Coeficiente de disminución
y' del difusor axial
de la línea de flujo, entonces, en
la ecuación (57), S¡ = r s e¡. En el caso de una línea de flujo diri
fo t e*actamente en dirección axial, resulta rs = r5 = r2 = r, y, por
tg a 5 = — J - tg a 3 ; P i= V ¡— (57 a)
Pi ziei
La continuación del cálculo se verá en el ejemplo numérico del
capítulo siguiente.
- ido|zeaberger llevó a efecto investigaciones en la Escuela
Superior Técnica de Brunswick sobre la cuantía del coeficiente y>¡,
empleando una bomba axial, provista de difusor de salida, en la que
r dltusor también podía girar, y así fue medido el momento de giro
pe este. Se hicieron variar el número de álabes del difusor, esto es,
^ valor t¡L, asi como el número de revoluciones del rodete. En estas
condiciones obtuvo los valores de rp¡ dependientes de f/L, con las
^evoluciones del rodete como parámetro, que se expresan en la fi-
ra 182 d. De ello puede inferirse que vale para el difusor aproxi-
342 El álabe axial
viento elErcual
viento, el n íínrecibe
r S e0ntf’ aq^ tienf.
el viento eíe?,to perpendicular.
en dirección el P™ceso inverso al del molino di
o. E ckert: Ib. dtsch. Luítíahrtíorch. 1939 II, págs. 234 a 246.
344 El álabe axial
,'ts
' Sección o, - a,
Sentido de giro
P e r f i l , 490. r e g r u e í o d o
if
\»
Sección i
1/7
P e r f i l , 1490 ps
]£T S’t*
I• Sección c, • c,
P e r f il, 490, a d e l g a z a d o
\
(¡5 *
Sección di • d¡ '■
>ulí
ff'Jt
P e r f il, 490, a d e l g a z a d o
Sección e¡ - e,
d¡
Planta \T
a»;,
su
oí
’• / FiG.^aftS'aT' Seccli__
Iones
modelista 1 a 19
F jg . 1 8 3 c.
*-/ Conjunto de la
---- Fip. 183 b. Proyección circular hélice
—
183-183 c. Hélice del ejemplo numérico del capitulo 69
: •' ••, >•! . ■ ;
°ten ^ ^ resi6n 'V' - *l4 D° I1 - W > JO m cm. resultand
*'n rr» ’,,^ SC0^erem0S ~ m> y Á = 0,34 m de acuerd
DíÍP l 77 2’34» c ó n lo c u a l cm = 5,34 m/seg.
Si consideramos constante para todas las secciones cilindrica
—0,86, tendremos Hth = 4/0,86 =4,65 m. El álabe se calcular
5 .secciones cilindricas situadas a igual distancia radial de ax a
ei ez> según la figura 183 a, cuyo cálculo se efectúa disponiend
palores en forma de tabla. Al no existir directrices de entrad;
s ecuaciones (45) y (45 a), c0u = cfc
346 El álabe axial
(l) Hoy se prefieren perfiles que tengan mayor espesor (véase la nota 2’
la página 299).
1' ?.m
Ejemplo numérico de cálculo del álabe axial 347
ftecta la suposición de un valor constante para tu, no siendo necesaria la correc-
dún indicada en el capitulo 55.
i í? coeficiente de presión = 2 g.4/25, 14* = 0,124 es muy pequeño con
piación al del rodete lento axial (ejemplo del. capítulo 63) y a los valores de la
pación (14 a), página 296. '
| El empuje axial es, según la ecuación (22), puesto que A'„ = 0:
A -yxHV—
| ¡ + 4 ) ! - 1810 *«■
c®*®8 axial sobre un álabe se calcula mediante la expresión (23) con o = r¿,
Dbteméndose /I A, = 495 kg. La resultante actúa, según la ecuación (23 a), a la
distancia xsa = 130 mm del cubo. La fuerza tangencial total alcanza, según
j> ecuación (24), un valor por álabe
60
A U = 1000 5 . 3 4 . 4 f i 5 (O 4 — n 17\ - 100 V o
ouuw '
f actúa, según la expresión (25), a la distancia xsu = J/.-(400 — 170) = 115 mm
leí cubo. Se deberá calcular, pues, el álabe a la flexión. Las fuerzas centrífugas
jeneralmente son despreciables en las bombas hidráulicas.
■ El álabe se ha representado en la figura 183 a, por sus secciones de mode
stas, las cuales se determinan mediante los desarrollos de las secciones cilín-
Incas ax a, hasta ev e„ dibujadas en la figura 183, con ayuda de las secciones
niales I a v /, las cuales facilitan el trabajo en los modelos grandes. En los modelos
oqueños, la construcción se basa, con frecuencia, directamente en las secciones
b)
.-.w * •
-S10&- t? .
■mi?
4—
Difusor con 8 alabes
' 5
Y---
-fSS* I .. • ,V
-m *
—-
F igs. 184 y 185. Difusor de la hélice de la figura 183. A. Sección meridiana con
secciones de modelista de las superficies medias del álabe, B. variación de la ln
ción a del álabe para las cinco lineas
I -4 -1
(página 220), porque permanecen las pérdidas en.,
' prensaestopas y las debidas a la. compensación d
empuje axial, y también debido a ciertas inse
'V//Á % ////. ridades del cálculo, como el estrangulamiento a.
1FT
F ig. 188.
entrada del difusor, que son difíciles de consid
exactamente.
Hay que transformar, con las mínimas pérdid
Ensanchamiento ál la velocidad c3 en presión. Debe tenerse en cuen
pasar del rodete al
difusor que la componente c3m es, en general, pequeña
relación a c3 u, por lo que su transformación en p
sión no tiene apenas influencia. Se trata, por consiguiente, de tra
formar la componente tangencial c3u.
La disminución de velocidad puede producirse bien en una coro
periférica de canales fijos (es decir, en un difusor de aletas), o en
espacio anular sin álabes (o sea, en un difusor de anillo), o bien en
cámara espiral, cuya acción se puede completar por un ensan
Difusor de aletas 351
R*v / • •
La separación entre la periferia del rodete y las aletas del di
fusor se hace de distinto tamaño, según se trate de líquidos o gases,
ün las bombas radiales se proyecta dicho intersticio lo más pequeño
wsible, pero lo suficiente ancho para que los cuerpos extraños no
perjudiquen los álabes.j Esta separación influyé desfavorablemente
¡obre el rendimiento, a pesar de que representa .una zona en la cual
e uniformiza la velocidad de salida del rodete/ debido a que se alarga
il camino de rozamiento precisamente en el punto de mayor velo
cidad. Este alargamiento se hace más notable cuanto menor es el
ÍDgulo de inclinación de los filetes de corriente. En las-bombas para
agua, con difusor de aletas, el valor del á n g u lo ^ es casi siempre
pequeño. No obstante, se debe disminuir la separación al máximo
ue permita la seguridad de funcionamiento. Estas consideraciones
han confirmado en los ensayos^. >
En los turbocompresores,' en los cualc|^£rameñté se utilizan
ifusores de aletas, es corriente adoptar separaciones mayores, en
primer lugar porque los ángulos de inclinación a3 son también ma-
rores (generalmente, a3 > 15°) y, además, porque si se deja poca sjepa-
ición, se produce un silbido muy molesto durante el funcionamiento (1).
ebido a ello se deja un intersticio mayor, aproximadamente con
íma anchura radial de D¡J 10, a pesar de que con ello se aumenten
as pérdidas. Cuando.es importante conservar unas dimensiones re
lucidas para' el comprésor o bien no importan los ruidos, se utilizan
eparaciones pequeñas.
A la salida del rodete las trayectorias absolutas constituyen
espirales logarítmicas, siempre que despreciemos el rozamiento y que
las paredes laterales sean paralelas (cap. 11, b). El ángulo a3 de indi
cción de las espirales respecto a los círculos paralelos se determina de
l3 m
-tg a3 = (4 )
l3 u
■esultando c3li y c3„, de las expresiones (2) y (3), dejándo sin consi-
lerar para c3m la influencia del ensanchamento provocado por la
(l) Debe hacerse notar que al pasar los álabes del rodete rozando las aristas
Üe entrada de las aletas del difusor, se producen grandes oscilaciones de presión de
levada frecuencia. Véase J. Lauve , Schweiz. Bauztg., vol. 108, n!" 19.
Difusores
352
aplicación de la ecuación (3 a). A consecuencia del espesor finito»-
de las aletas del difusor y del coeficiente de estrechamiento tl (I, o
I. e = ( r ‘ + ''c ) - 2 ¿ :
Siendo rc el radio del segundo punto.
r (l) Uno puede preguntarse por qué en el rodete no se ha introducido tam-
ibién un coeficiente de estrangulación. En primer lugar, en la entrada al difusor
La corriente está ordenada. Además, en el álabe inmóvil del difusor existe, como
tío muestra claramente H. S c h r a d e r (fig. 191) una gran corriente de retroceso de
Ua capa límite. En el rodete casi no existe esta corriente de retroceso, puesto que la
¡tapa limite está sujeta a fuerzas centrifugas más elevadas, y también el rendimiento
He la conversión de presión en velocidad que ocurre en el rodete, es mejor que en la
inversión inversa que se produce en el difusor (fig. 135). Pero en las bombas
Badiales lentas con frecuencia se ha mostrado ser de utilidad un complemento.
K (*) Se puede evitar la elección arbitraria del coeficiente de estrechamiento
introduciendo en la expresión (5) el valor o« de la (5 a) y poniendo eos at = 1/Vl+tg1a«.
|Se obtiene una ecuación cuadrática en tg a«, de la que se obtiene:
i tff„ Mtg a, + (sji.) V1 + ^ tg»a, - (»,/<«)«
l‘
con lo que
Da tc sen a4 n sen 2 a4
2 zt
Es de mucha importancia la ejecución del difusor
anchura a4 correcta. Su incluencia, para alcanzar un bi
es mayor que la del ángulo inicial a4, como se ha
ensayos (*) con difusores de aletas regulables de diferei
lo tanto, no existe ningún inconveniente en cambiar
la espiral logarítmica por otra curva o una recta. \
ángulo a4 es perjudicial. Por el contrario, una dismi
ángulo, conservando naturalmente la anchura a4 cal
(>) Véase el trabajo de H. Schrader, indicado en la notí
gina 80.
Difusor de aletas 355
—i*' &D.
Z¡ T —í-sen a4 (9)
•tv
Esta expresión nos da solamente eltffcflor*máximo, por lo cual
lo nos debe servir de orientación. Debido a la desigualdad de
locidades de los dos extremos de dos álabes consecutivos, es reco-
endable no hacer mucho mayor el número de los álabes en el di-
ior que en el rodete. El canal del rodete no ha de cubrir, por lo tanto,
‘os del difusor (2).
Las bombas con difusor de aletas son generalmente multicelu-
~es, constituyendo las aletas del difusor los nervios de la carcasa,
r lo que el número de aletas generalmente se fija por considera-
ones mecánicas o constructivas (figs. 142 y 196).
En los turbocompresores se disponen, a menudo, más álabes que-
que resultan de la fórmula (9), para disminuir el silbido y poder
nentar, en el caso de refrigeración interior, la superficie de refri-
ición.
l. Los ensayos no confirman la exactitud de la regla, aceptada
sta hoy en día, de que los números de álabes del rodete y del di-
fusor tenían que ser primos entre sí. Un pequeño número de aletas^
en el difusor disminuye el rozamiento, pero aumenta el ángulo dej
ensanchamiento del canal si no se regruesa el álabe, pudiéndose sólol
admitir un número de álabes-;
pequeños cuando a3 sea muy]
pequeño, o bien cuando la
longitud de canal, medida]
en la sección meridiana, pue
da ser grande.
Al dar forma a los ca
nales directrices, entre laí
sección de entrada BC (fh
gura 190) y la salida, deben]
tenerse en cuenta los puntos]
de vista indicados en el ca-i
pítulo 13 b). Es preciso rerl
dondear los extremos de“
los álabes del difusor a
entrada. Las aristas afila-,
das aumentan el trabajo de]
la bomba a caudal nulo. E|
ensanchamiento de la sec-<
ción debe ser paulatino,
los ángulos de ensancha^
miento no deben excede^
en ningún punto de la sec
ción longitudinal, el valor
de los límites admisibles @), |
Después de la sección
entrada deben evitarse,
lo posible, las variación*
de dirección. Para el aire,!
el ángulo de ensanchamien-
to mayor admisible dismjjl
nuye para valores del. ná
mero de Mach elevados, de acuerdo con la ecuación (61) del capítulo hj
(') La figura 191 nos muestra la configuración de la corriente e"
limite de un canal de difusor para el caudal n o m a lo b tenida P ^ d o p r e
mente el canal con pintura adecuada en una experiencia de ri. í>chradeh tvauj
™et' J i V n L f n a 80) El ángulo de ensanchamiento era para 12 aletas de 20,
r p L a r d l l regruño de la pa t e l e saUda de las aletas La fotografía e n s e n a ^
la S i e n t e seaiova a lo largo de todo el álabe sólo en la cara inferior de asp;
ción En la cara?de presión o superior no se produce ninguna corriente transve
tg a* = 1 7 tg 03 + 4 ^ 7 “ rz)
siendo X « 0,0¿
El ángulo a4 de las aletas del difusor se obtiene de
tg a4 = yu tg ai ■ (11)
‘4 a 4
con
Significando:
A (rcu)oo, la variación del giro rcu del liquido que sale con relación al que entra,
para un número infinito de álabes;
j A (rcu), el mismo valor para el número de álabe real;
Si, el momento estático del filete central A B en la sección meridiana (fi
gura 193 a), y
xp'l un coeficiente experimental.
Además, los subíndices se refieren :
3, al estado de la corriente sin perturbación, detrás del rodete (fig. 193);
4, a las condiciones inmediatamente después de la entrada del difusor;
5, a la corriente a la salida del difusor, influida todavía por el espesor de
ías aletas, habiéndose supuesto un número de aletas infinito, es decir, los filetes
^ (r Cu)oo r2 ^3 U ^5 ^5 u
¿1 (r Cu) = r 2 ^3 u r ¡¡ C¡¡ u
con lo caul, sWún la ecuación (12):
r2^3u ^5 C5 u = (r2C3u rB C$u) “h Pl) (13
O
^5 C5u = rS Cgu (Í “1" Pl) Plr2C3u
Si se tiene en cuenta que
c6u = csm C tg a J, CS u = Cgm c ^ g
resulta que
ctg a5 = ctg a'g (1 -h Pz) — Pi (14
rK
5c m
Con ello se puede calcular si se ha prescrito el ángulo de la co
rriente de salida a¿, el ángulo final a6 de la aleta, o, viceversa,
ángulo de la corriente de salida a's para un difusor de áletas dad
ctg a6 = — pl 0
r 5 C6 m
El signo negativo indica que debe hacerse a5 > 90°.
Cálculo por puntos de las aletas del difusor 361
1 Cín ■
S ¡ = j r i r = — (rj — rj) (18) T í 1
r»
Í para el difusor axial (fig. 194):
• Si = re¡ (18 a)
(25)
(26)
siendo fi « 1,2.
Los álabes de retorno se pueden dibujar como álabes en arco de círculo, apli
cando adecuadamente las indicaciones hechas en las páginas 228 y siguientes, o bien
por cálculo por puntos, según lo dicho en el capítulo 73 (suponiendo una variación
de c y s [fig. 201]) y utilizando las expresiones (20) y (22). En la figura 200 se ha
dibujado el álabe en arco de círculo (indicado en trazos), empleando la construc
ción de la figura 123, página 229. En el álabe calculado por puntos (dibujado
en trazo seguido) se ha partido de la variación de a indicada en la figura 201,
habiéndose calculado la variación de c con la ecuación (22 a). En esta misma
(l) Véase la comunicación de K. R ütschi en B. ZVDI, vol. 80, págs. 793-94
(1936).
366 Difusores
Sección A.
Fio. 202 b
F igs. 202 - 202 í>. Difusor de aletas de desviación axial (Odesse, Oschersleben)
t '
radial hacia dentro se efectúa de forma que los filetes -descorriente se cruzan en
sección meridiana (fig. 202 c, deha.). Se puede im aginará ■proceso de forma
que el agua que sale del rodete se desvíe- inmediata-.
[mente en dirección axial. Si el agua- Conservara su
■distancia al eje, describiría trayectorias de tófma he-
K =
l3 u u 2
_ (28
CU (i)
La componente tangencial varía, pues, según la expresión (28
en razón inversa del radio, cualquiera que sea la sección del difusor lis
Como la componente tangencial es la preponderante para la tn?"
b tg a — bz tg a 3 = ~ ( r — r2) (30)
siendo A « 0,04.
- Con relación al efecto del rozamiento en el difusor liso pueden
hacerse las siguientes consideraciones: Debido a. que el camino de
rozamiento es tanto más lar-
go cuanto menor es el án
gulo de inclinación a3 de los
filetes de corriente a la en
trada del difusor, la experien
cia demuestra que hay que «■*•»*•*
minuir la longitud radial «-i
el difusor al disminuir a3.
egún la figura 204, deducida
le unos ensayos de Schrader,. f JP
ira un pequeño valor de a3
presión alcanza un máximo t ^
espués de cierto trayecto
dial, r — r2, a partir del
la continuación del di-
or es perjudicial. El má-
o se alcanza para a3 = 0
n una relación de radios
r, de 1,4; para a3 =3,5°,
cha relación de radios ha
ser de 1;6, y para a, = J—L J --- 1--- 1__ L
30077CT,
A de 1,75.
De lo dicho se deduce V> V
« el difusor liso no es ade-
.° P a ^"a Valores d e (Z3 pe- Fio. 204. Variación de la presión sobre el radio
CIJOS.. C on á n a u lo s n dp U*o e n e l anulo difusor para diferentes ángulos
„„ OA0 “8 e de Inclinación a„ tomando como unidad la pre-
os ¿o y mayores, como , sión final
'rre con los turbocompre-
son evidentemente posibles difusores lisos de gran relación de
fos con efectos aceptablest a pesar de que el rendimiento"es ge--
'mente algo menor que en un difusor.de aletas. La figura 204 a
P f l e id e r e r : Bombas centrifugas.
370 D ifusores
puntos de corte de las tangentes con el eje de las V', mediante las expresiones
siguientes. La tangente en el punto C es el propio eje de las V'.
Punto A Punto D Punto- C
. 1
OA ' 2 g \ ( u, 'f ñ ñ 2 AnrJ 6*ut
1 + P/1 U“ l 7 4 M 1 + P )+ A r. ctg/3,
~0~B¡ ----- 1 /1 i \
(33) (34)
2 t í l V ~ (n k)t g \ r i ~ r* j OBI
T OBI
B ,E
ir. \*
3 ti A
' r‘ > 0~B,
5 (1 + P)
-* t. U, tjfif
Uj W
Fio. 205. Influencia del caudal V' y del ángulo a, sobre las pérdidas por rozamiento Un
en un anillo difusor liso
i r o i v i S á 3 ' ^ ¿ 2 a? E Z lE U
I ■ . í ^':"..rrxlcris Mecánica
uuuaui es
Este caudal debe coincidir con el que sale del rodete a lo largo del
arco periférico 95, que tiene por valor:
V -' = V V* (38)
360
si V' representa el caudal por segundo de la bomba, incluido un margen
de cálculo, y <p° la medida en grados de 95. Igualando ambas expre
siones se obtiene:
(39)
\S c c H A - tr..
■j j
J7
-,u
órt y
A ¡i
§S££ión
■It
lH<
■ if
jSer
, .-:* r 11
■■i, ■7S-
1 ~v V, e
? R odete
Fia. 207
W'/
...
Fio. 208. Espiral doble para bombas de pequeño número de vueltas especifico. Dispo
sición de las secciones para igualar las presiones
piral se traza, hasta alcanzar la arista inicial de la siguiente, con arreglo al cálculo i
indicado, y se ensancha convenientemente a partir de dicho punto hasta la semi-^
sección de salida. La ventaja reside, evidentemente, en la posibilidad de un fuerte^
ensanchamiento de la espiral exterior a partir de la sección IV, y en que el empuje -■
radial queda equilibrado (*)• .
La figura 209 representa una cámara espiral en la que el ensanchamiento
cónico entre la salida de la espiral y la sección circular de salida está proyectado
de forma que el modelo corres-1
pondiente se puede trabajar
con el cepillo de carpintero.
Su generatriz es una recta que/
corta al eje A B, y se desplaza
apoyándose sobre el circulo de ■_
salida X I I y la sección final IX J
de la espiral (considerada sólo J
UtMkM W
t |iUltkU A M\JkJ W
W
nerlas secciones intermedias en
planta (por ejemplo, las X y ;
X I), se dividen las longitudes'
radiales entre las secciones '
consideradas (por ejemplo, D E) «
en partes proporcionales a las 1
distancias entre los planos de j
corte.
b) Consideración del ro- v
zamlento en la cámara espiral. ^
El rozamiento origina las cc- ]
rrientes secundarias represen-;'
tadas en la figura 52. Éstas dan 1
origen a que las capas que son j
frenadas por el rozamiento de J
pared se regeneren de tal for-1
ma que, por lo menos junto al 3
rodete, la realidad no difiereJ
mucho de las relaciones exis-l
tentes para el cqso de despre*,rj
ciar el rozamiento. De los en- j
sayos (‘) resulta que es másJ
conveniente dimensionar las>
Fio. 209 espirales más bien estrechas',
que anchas, de forma que sus*
dimensiones sean las conve- ■
nientes para la corriente sin rozamientos. No obstante, esta cuestión no estáj
suficientemente aclarada, por lo que es interesante la siguiente comprobación de j
la influencia del rozamiento.
Escribamos la ecuación (39) en la forma:
360
<P = V' bcudr
d cu = A-g ^p curdcp.
d{A F) = + f b d r (43)
No es indiferente el punto de la sección en donde se sitúa este aumepto d (A F),
debiéndose tener en cuenta la expresión'(40). En cada seccióp se elige, para situar
ia corrección, un determinado punto cuyo radio sea igua) a'R ’,. La corrección corres-
jpondiente al valor de d (A F) será:
d (A Fx) « d (A F) = bdq>,
y en consecuencia, el aumento total en cada sección, si calculamos en grados
«s decir, multiplicando por n¡180, será:
AFX A 71 f l f
AR = (45)
~ 8 180 b I bd<f>°
=m
Ni
11
Jj A* V «J
A cn ^1 Vi
É?máx = tg a3 + V 2 rt b2 tg a3
<Ula que se pueden sacar los valores de g sen para los ángulos deseados 93. La com
pensación de superficies en la limitación exterior, indicada en la figura para el
primer círculo completo de radios gp, no es necesario hacerla para los círculos
jnás apartados. La cámara espiral de la figura 212 corresponde al rodete calcu-
ado en el capítulo 53.
b) Consideración del rozamiento en la cámara espiral. A las secciones
calculadas con arreglo a las ecuaciones anteriores hay que añadir un suplemento-
^ = 2 p ji g, que se obtiene con la ecuación (43) ael capítulo anterior, po
diendo en la misma r = a ( * ) = r g, b = 2 g n (desarrollo de la circunferencia*1
0
Dando valores a la integral, tendremos:
. A n tí .(2 1/2 r ,^
8 180 f M 3 i C
y relacionándola con la ecuación (51):
. A ?r (2 , <p'\- (57)
ÍT S + t ]
Por ser la corrección tan insignificante y, por otra parte, dependiente de la
ción insegura de A, podemos despreciar aquí también el segundo término del pi
tesis, con lo cual se tendrá: . ■ . ‘ '
a 71 : JE L
a e* 6 360 * ~ .. 1
Si hacemos A = 0,0475, y se agrupan todos los valores numéricos, resulta: ;
<P° (59)
A q = 0,025 fí ggQ
Con la consideración del rozamiento resulta el siguiente radio:
fres = P + Q
El aumento ¿do es independiente de q. El mismo es de importancia en el
de cámaras espirales estrechas (n? pequeño), mientras que en las cámaras
tante amplias, con o del mismo orden de magnitud que r¿, es despreciable
aumento es, además, proporcional al ángulo central <py alcanza al final de la.
piral, es decir, para <p° = 360°, el valor 0,025 r,\ Es importante fijarse en <jue /
es proporcional a w y, por tanto, a q', es decir, proporcional a la superficie de
sección. El aumento de superficie A F = 2 qtcA q crece, pues, propqrcionalmen
a o*. De todo lo expuesto se desprende que la forma de tener en cuenta el roza ""
miento mediante el aumento del valor de V en los cálculos, no es correcta.
emáx “ n D t ct u + r ¿ * ?rD,c,u
Aquí Ve es menor que el caudal V, a la salida del rodete, a causa de la co
presión que tiene efecto en la espiral. Conforme la ecuación (22 a), capitulo -
se tiene : , .
1+4^
(6-
v- --------; — ’— J ü
i + f vtpir -57
.. r
Dispositivo de guía a la entrada
i'en donde significan ; í?spir, el rendimiento del intercambio de presión en la espiral,
Xque ha de ponerse igual a r)k, y A te, el aumento de temperatura que tiene efecto
hasta la parte media de la sección final, es decir:
c '— ci M el — c¡
A t‘ = l 'g - p l A ’ ParaeUir« 2 ^-103
/ c, es la velocidad media que provisionalmente ha de suponerse en la sección con-
siderada.
r r ,s : * ‘C “ W " — - “ f
la siguiente ley de E. Eckert (*)• ^
reos* a;
I1
const.,
siendo o, el ángulo de salida
alabeados. A pesar de que la co™® las constantes, debido a que
ción de Bernouilli con un valor ] P .- trices de entrada) no
(aparte el rozamiento de pared en las directrices de enera ,
toma ni cede energía.
■^“ Víase: C. P fleidebeb, StrtmungsmascMnen, pág. 249. Sprlnger,
• n.
J . Curvas características
R
79. Formación de la curva caudal-altura
Luo cuiisiueraciones Hechas hasta ahora, se han basado en la
ausencia de choque a la entrada del rodete y del difusor, lo cual mu
chas veces no ocurre. En el funcionamiento de las bombas, es nece
sario saber, para su buena utilización, cómo se comportarán si el
caudal es distinto del normal, puesto que es de esperar que la altura
de elevación varíe al variar el caudal o el número de vueltas. Existe
fambhén interés en conocer, para una bomba dada, ef número de regí
• tí
menes de marcha en los cuales puede ser empleada.
l\' A tal efecto realizaremos los ensayos manteniendo, en primer
ligar, constante el número de vueltas, y obteniendo la variación de
la altura en función del caudal. Esto puede efectuarse fácilmente
¿eri banco de ensayos con una bomba dada.^sTse hace variar
t caudal, permaneciendo constante la vélocidad^creando un estran-
julamiento mediante una vájvular situada pi la tubería de impulsión,
midiendo los valores correspondientes*’del caudal Vx y7^&*la altura
le elevación Hx. Tomando los válóres de Vz comj^abáéísas y los deHx
jomo ordenadas, obtendremos la curva caudafm ura a velocidad cons-
ante í1). El conjunto de curvas caudal-altura para todos los números
|e vueltas posibles, forma en el espacio una superficie, en el sistema de
^ordenadas Vx, Hx, n, que nos permite conocer el funcionamiento
¡e la bomba en todos los casos posibles; dicha superficie se llama
pperficie característica de la bomba.
'('■ En los turhoeompresores se pueden obtener también, mediante
urvas caudal-altura, las líneas de igual relación de compresión.
En los eshidios que siguen a continuación, las variables se dis-
guirán de losvalores que corresponden al punto de máximo ren-
iento por el subíndice x.
'i n
.1 .■
388 Curvas características
cido en el capítulo 17, quedan excluidas en la ecuación fundameu
tal. El trabajo de álabe / / thx Para 1 kg de liquido (al contrario delq
que ocurre con el trabajo útil Hx) será independiente por completo,
para un caudal dado, de si existe, o no, choque de entrada, y de cómo
transcurre la corriente desde el estado inicial al final, existan o no
pérdidas en la misma. Por todo lo dicho, las ecuaciones deducidas
anteriormente permanecen invariables, aunque exista choque en la
corriente de paso.
Limitémonos al caso en que la entrada es perpendicular al rodete;
(a0 = 90°), entonces rige para un número infinito de álabes:
-ycc un
•í/th oox — C2uz (1)
y para un número fi
nito de álabes:
u2
#thx = ~ C3ux (2)
a) Número infini
to de álabes. En est'
caso, en el lado derecho
de la ecuación (1) varia
rá c2u x con el caudal y, por tanto, con la velocidad meridiana c2m
Esta dependencia mutua se ve claramente en el triángulo de veloc
dades (fig. 214), si tenemos en cuenta que el ángulo de álabe
y también la dirección de la velocidad relativa de salida w2x, per
manecen invariables. Dejando aparte el estrechamiento de álabe,
tiene:
V.
c2m x ( = wzxsen (}2) = ti D 0 b ,
- V,
c2 u x ~ U2 C2m x CÍ;g — u2 7i D 2 b2-Ctg
H\.hx = -g Q y 2 i h n + h Vx)
bulento en la periferia del rodete, el cual (según página 370) precisa, en esE
para caudal inferior al normal, una potencia adicional Na importante, que ti
el mismo carácter que el rozamiento del rodete, por lo cual se tiene que excl
de H ^ x. La figura 216, lo mismo que la 52 (pág. 80), muestran claramente
corrientes de retorno en la capa límite (*). El trabajo de álabe buscado r/tb*.
obtendrá de
Nx — (Na + N r + Nm)
75 y (V x + Vsp)
(l) Véase también W. Sch ulz : Forsch.-Arb. Ing.-Wes., fase. 307, pág. 6.^
(*) La importancia de este movimiento de intercambio lo demuestra el ha.
encontrado depositada a ía entrada del canal del rodete una capa de pintura
difusor. Para más detalles, véase la disertación de H. S c h r a d e r (nota al pie
la página 80), que, contiene gran número de fotografías de ensayos con pint
El movimiento de intercambio llega a alcanzar la tubería de impulsión,
ello se comprende que, al final de la tubería de impulsión, completamente
de un ventilador, se observe una presión más elevada que en el tubo de salida
propio ventilador.
Trabajo de álabe Hth* para corriente variable 391
(9)
1+ P 9 V nDo2 bu2
Para algunos fines se recomienda expresar la variable Vx sin dimensiones, j
utilizando Vg/V, es decir, la relación entre el caudal efectivo y el correspondiente a
a la entrada sin choque. Con tal fin introduzcamos:
V = n D, b, c, m
o poniendo el valor de c,m de la ecuación (16), capítulo 46, siendo aquí ai = a,
Para obtener las alturas de elevación Hx, hay que deducir de los
valores del trabajo de álabe H thi totalidad de las pérdidas hidráu-í
licas, o sea: . • Í
a) las pérdidas Z hx por rozamiento en el rodete, incluida la
debida a los cambios de dirección, y la pérdida de transformación
de velocidad en presión (en la página 20, designada como pérdida de
álabe); . ' '■ 1
b) las pérdidas por choque Z 5 a la entrada del rodete y deL
difusor.
a) Pérdidas por rozamiento en los canales, curvatura y trans-,
formación de velocidad en presión Zrx. Cuando hay ausencia de
choques, estas pérdidas son las que se consideran en el rendimiento
|í I Cálculo previo de la curva caudal-altura 393
Z*1 = <P (1
Según la figura 219, se tiene:
c, — c,
o sea:
Z - J L u .h -I s Y ( 14‘
Z#1_ 2 y UM V ' .
{%'
Cálculo previo de la curva caudal-altura 395
en donde:
tl — a1
V = ‘nD x b1 cx = n D x bx ux tg f t (1 5 )
U t! k
/3) Entrada en el difusor. También aparecerá aquí un choque*
siempre que la velocidad meridiana c2'mx difiera del valor normal Co,„.
La velocidad relativa de salida w2x = C2X (fig. 220) conserva la
dirección invariable C2X, dada por el ángulo f}2 de los álabes. El
número finito de álabes ocasiona, en primer lugar, una desviación a la
:• i
salida de los mismos, correspondiente a la componente X Y. El punto Y
debe estar <nhrQu rsctn pucato
que este diagrama de velocidades
(como ya se explicó en la página 388)'
es una reproducción del diagrama
VxHthx (con coordenadas c.2mi» l3ux/
Las rectas D C2 y DE, de la figura 220,
corresponden a las lineas Hthoox y
Hthi, respectivamente, y deben cor
tarse en un punto D del ejec 2lnx(B 2D), t !
porque las líneas H xhoox y / / thx se han
de cortar en un punto F del eje Vx (fi
gura 216) 0).
La velocidad absoluta de salida— Fio. 220. Diagrama de velocidades
B2Y = c3l resultante está dirigida a la entrada del difusor, en el caso
de entrada con choque y teniendo en
según un ángulo a2x> y» en conse cuenta el número.finito de álabes
cuencia, se desvía, debido a la^ aletas
fijas del difusor, en la dirección a3, si suponernos que no existe sepa
ración entre rodete y difusor, es decir, si D2 = D4. Como la compo
nente meridiana permanece invariable, resulta la componente de
choque ZY = cs2. La pérdida por choque será -:
7' _ ^2
Puesto que
Y F - B 0C, H th;
ELE = Uo =
XF '2ui Hth ex 1+ P
tenemos inmediatamente:
— C, U«
Z Y = cs2= B 0E l2m 2 m x
'jm 1 ~f" P ^ ^2in 1 ^ ~E P ;>-t ) <i7>.
Sustituyendo en la ecuación (16), resulta :
7 _ <P ( U2 (18)
42 2g \ l + p
La pérdida total por choque será ahora :
ZS = Z41+ Z J2 (19)!
debiendo determinarse Z S1 y ZJ2 mediante las ecuaciones (14) y (18).
Si el caudal que corresponde a la entrada sin choque en el rodete
y en el difusor es el mismo (lo que no siempre ocurre), será:
/ li2 d 2'
2 ,= J L 1— (20)4
2<7 u + P D**
De esta ecuación resulta que para Vx = V, Zs = 0, como era de\
esperar, y para Vx = 0 :
<P (21)
Zso — i
2g
Según los resultados de ensayos (*) más recientes, es mejor suprimir
en esta ecuación el factor D^jD^ cuando no se tiene simultáneamente
en cuenta el rozamiento Zr en el espacio anular sin álabes, según
lo dicho en la página 371.
La ecuación (20) representa una parábola cuyo eje es perpen
dicular al eje Vx y cuyo vértice está (2) en la extremidad de la abs
cisa Vx = V (fig. 22). £
Si se restan de las ordenadas de la curva A B las ordenadas de la
parábola de choque, se obtiene una curva, CDG, que será la curva'
caudal-altura buscada. Ésta es tangente a la curva A B en el punto D,
que corresponde a la ausencia de choques, y resulta de nuevo una
parábola cuyo eje es paralelo al eje de ordenadas.
c) Construcción de la curva caudal-altura de una bomba- con
difusor de aletas o de cámara espiral. Para dibujar la curva caudal-
altura de una bomba se traza primeramente la recta ííthx» sencilla
mente como recta de unión entre los puntos de corte con los ejes de
(*) Dissert. S ohra d er : n o ta al pie de la página 80; asimismo, K. R ütschi :
SchweLz. Archiv. vol. 7, pág. 214 (1941). E n ambos trabajos resu lta p ara Z¡ una
curva casi lineal, en vez de u na p arábola de 2 .° orden.
(*) Si el caudal correspondiente a la e n tra d a sin choque no es el mismo para
el rodete que para el difusor, de la sum a de las ecuaciones (14) y (18) resulta una
parábola que no es tan g e n te al eje de las V*.
Cálculo previo de la curva caudal-altura 397
U
1
Cálculo previo de la curva caudal-altura 399
. . . . * JK
82. La curva caudal-altura para entrada no perpendicular
al rodete
(a0 + 90°) . „ u-j y
E l trab a jo específico de álabe es, según la ecuación fu n d am en tal: ¡ itq
íiLas magnitudes con el subíndice _|_ sin i se refieren a entrada perpendicular y sin
¡choque. La relación Vx/Vx representa la relación del capdal en cada punto i cou
»eI*caudal-correspondíente“a.' lá entradá perpendicular sin'choque.
... La ecuación (24) supone que el rozamiento de canal depende únicamente
.'del caudal, lo que, en realidad, sólo rige IjJara canales fijos, y no ocurre cuando
existe un dispositivo a la entrada. No obstante, debido a que la corriente es ace
lerada, la variación de las pérdidas correspondientes es de poca importancia, siendo
admisible la simplificación adoptada. Obtenemos, entonces, una parábola funda
mental Zhxi común para todas las posiciones de las directrices de entrada, lo que
:fs práctico para estudiar las cuestiones de regulación.
b) Pérdidas por choque. Las expresiones que hay que utilizar para deter-
íar las pérdidas por choque son las mismas que para el caso de la entrada per
idicular, ya
endicular, y¡ que en la deducción1anterior no se hizo intervenir dicha condlcdón.
choque de entrada al rodete será, igual que antes:
(25)
¿y el choque de entrada al difusor:
Z st = y (26)
29 (T $ 7 t)V £ )'
¡-V/ y Vj¡ corresponden a los caudales para* el ángulo ai del difusor y entrada sin
¡.choque, en el rodete v en el difusor de salida,'respectivamente, los cuales no coin
ciden si se modifica la posición del dispositivo.de .entrada al rodete. En el caso
que las aletas del difusor de salida no §ean--regulables, y n permanece casi
ivariable (•). La determinación1de la curvá caudal-altura no se diferencia funda
mentalmente del procedimiento indicado en el capítulo anterior.
1 ¡ ctgft2 D¡
_ (1 + p )c tg a 3+ctgft2
____________ ctg ft <1 (31)
+<p ¿1 /x
A'2 120 g W i+ p p ^ i M i+ P )2
I 1— (! + p) ctg a3 + Ctg wf/f „ ,
A3_ 9 8 3 (32r
r/i i „\ «4-—- i P 10 r - u’tgpi. r j
2 g i (1 -j- p) 7tD¿ b2 ‘ 2 g XnDj^ bj Vt x 1-1o j1
La ecuación (29) nos muestra que la superficie característica es.unj
paraboloide hiperbólico cuyo eje principal es el eje H x y cuyo verticel
tfl
Caudal
F ig. 228. Curvas de igual rendimiento, curvas caudal-altura, curvas de igual momento
(de trazos), curvas de igual potencia en el eje (de punto y raya)
El valor máximo del rendimiento total r¡, debido a que las pérdidas
por fugas, por rozamiento del rodete y cojinetes, son casi indepen-
“dientes del caudal de funcionamiento, se producirá para un caudal
mayor que el de r¡h, y, en ciertos casos, incluso mayor que el corres
pondiente a la entrada sin choque. Este resultado no se modifica
408 Curvas características
m¡
•Fie. 231, Lineas U fa. b, i, correspondientes a las lineas de eorricnte exterior,
media e interior.
Los \ alores de J 1 en los puntos a,, b„ i, de la arista de salida son distintos,
según el valor de Iithx
« u
. . = -s (41
9 (1 + P) ln a
La distribución de c2tnx a lo largo de la arista de salida se ha obtenid
en el trabajo indicado, en función de r2, de acuerdo con la siguien
relación :
r2 r2 ,
C ojnx_
'2 rnr . 1 £ r 2a 121 (42)
= 1
'2 m ln a
r\-----V H ,h ( l+ P )
ÍU‘
Se ve que este valor disminuye al crecer r2 para e > 1 y aumen"
para e < 1, lo que indica que el gasto a lo largo de la arista de sali
aumenta hacia la pared del cubo para caudales superiores al norm
y para caudales inferiores lo hace hacia la pared exterior. Cuando
coeficiente de gasto descienda por debajo de cierto limite, result
valores negativos para c2mXf es decir, surgirá una comente de ret
ceso. Este fenómeno empieza evidentemente en el punto de menor r
o sea, en la pared del cubo con r2 = r2l, y se ensancha hacia la par
de entrada al seguir disminuyendo el caudal. Esta comente de ret
(l) C. P fleiderer : VDI, Vorausbestimmung der Kennlinien schr
íiger Kreiselpumpen. Editorial VDI, Berlín (1938).
(‘) La ecuación (38) se puede escribir también evidentemente así:
U j u — • U , a C. u a C, a C tg /lia
Q U\i— Ut i Ctu i r»i ctmi Ctgfiti
y SÍ m a = Ct m i ¡ _
ria t-gPt» /
a ” rt i tg fita
La curva caudal-altura en los rodetes rápidos 411
* t**S tí tU 1
*/>? •
S H\hl(ria to)* = 0,0765] para distintos coeficientes de gasto (en la figura se desig
nan por £) desde 0 a 1,3, o sea, desde vacio hasta sobrecarga. La figura nos da
también las relaciones del rodete semiaxial, siempre que la relación caracterís
tica m = (ría — r] )/(,?„— rj,) sea suficientemente grande.
Según la figura, el gasto se desplaza para caudal inferior al normal (e < 1)
tacia el exterior, y para caudal superior (e > 1), hacia el cubo. Las lineas de co-
JTiente se desviarán hacia fuera, como muestra la figura 234 para e = 0,5 y e=0.
; Con caudal nulo, el campo de desprendimientos se extiende sobre toda la
tarista de salida, como lo demuestran las líneas dibujadas de trazos. El caudal
*e concentra hacia el punto a,.
Si dibujamos la recta H[^x mediante la ecuación (41), hay que restar de las
'denadas de la misma las pérdidas por rozamiento Z¡,x y las de choque Zs, como
se hizo en el rodete radial. La parábola de rozamiento se obtiene de la misma
forma que en dicho caso, mientras que para la de choque hay que tener en cuenta
la posición inclinada de las aristas de entrada al rodete y al difusor. Se puede
emplear la ecuación (21), que da resultados bastante exactos si la aplicamos al
ete medio, es decir, al que limita por ambos lados el mismo caudal.
412 C urvas c a ra c te rístic a s
U JO W Sí
SO m 70 so m 12o 130 m
■ del caudal normal
Fio. 236." Curvas caudal-altura
.,*r ..
100
i
90 “v.
r y
ú ' r •rr- *' í. S \- A\-
D SO'
E / 1/ y . .. ■¿b. • * [
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\ b f-K i;:. •- -• J . ••
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' 1* . •>
W SO SO 70 30 100 110 120 130 *>'
V en % del caudal normal
F ig.; 237. Curvas de rendimiento m
Fies. 236 - 238. Innuencia de la' velocidad especifica sobre la íorma de las líneas carao-
terísticas. Las lineas dibujadas corresponden a los siguientes números de vueltas er ‘
ciíicos: j
Linea b. • -c ‘ - -d 7 -e : / a
di (51)^
k K Woo sen (£OO+ A)
o, en caso de ángulo ¿0 mayor:
id Cu
sen <5. (511
7t r\K Woo sen (/loo + A)
i &
/
[ * '■ ss%
p ;i
? * •
b t 2J>
-- i< y
¿ I
K
UnlMn
i); -. • . 11QOO
F í. 10000
r . ? V
th . ' ■
\m
1
(f. V
(ff*4 ■
•
’
9
íg . 241. Curvas c a u d a l a l t u r a y d e ig u a l r e n d im ie n to d e l c o m p re s o r a x ia l, c o n d„ ! d ,
(e n lu g a r d e H ) c o m o o r d e n a d a s .
~ V sp) H i h x + N a N f -(-N m ( 52 )
_ eo cuitar la puesta e-
c a,o marcha e imposibilito
n
i iWzr w ¡rw xr la regulación de
íngulo (¡2 de salida del álobe bomba por extrangula
Fig . 243. Potencia relativa necesaria, según H
a n s e n , ción (pág. 444). Sej
para la marcha en vacio, con número de álabes normal la figura 243, la poten
cia necesaria en vac
es menor con difusor de anillo que con difusor de aletas, por
minuir la pérdida de intercambio N a.
Cuando la potencia necesaria crece con el caudal, puede elL
conducir a una sobrecarga del motor de accionamiento, si el cauJ
excede del normal; por ejemplo, por rotura de la tubería de *
pulsión. \
La parábola OA F tiene una tangente horizontal en el punto de caudal */« 0
Debido a ello, la potencia necesaria, a partir del punto de caudal normal V,
creciente o decreciente al aumentar Vx, según que V ^ >/« OF.
Las bombas con coeficiente de presión grande tienen curvas de potencia
muy inclinadas, con poca potencia necesaria en vacío, pero gran potencia nec~
para caudales superiores al normal.
Ángulo de inclinación e de la curva Nx y determinación de la curva de r
mientos r¡x. Si se conoce el rendimiento correspondiente al punto de mejor re
miento, se puede determinar la inclinación de la curva Nx en dicho punto p
Determinación del punto de funcionamiento 421
tuna bomba dada. La expresión de la potencia necesaria
V VXHX
Nx = (52 a)
75 t| T)x
! ^ SÍ í erlvaJld<í c°n respedo a V - la inclinación de la curva \ x en el punto
> e T a í : rendimient0> en el cual « V, Hx = H, y tambiénd^/d V,P =
. dN* l
g 6 “ d Vx \vx *75 TJm^ár;{ H+ V i n r ) (53)
te a í.p I V 1f ai? po del caudal n°rn?al se pueden despreciar las pérdidas por
rdíf rorri n n n Íla); Sien?pre
^aei correspondiente coudal de me-¡or rendimiento no difiera mucho
a la entrada sin
hoque, se podrá escribir :
Hx tn Y
f¡f# = -^th x — Hrx = NXK¡
T(%)
H \h .x — (1 — rjk) i/th (-y- j
on lo que
fdHx dHtb V,
Vx d vx -2 (1—17*)
y haciendo
i Vx = V, H&x = Hih = — ,
7Jh T^'VkJ^ek
dH th x H \h x — H\_ YsW
dVr = V = —tg/> Fig.^43 o. Correspondencia entre la línea
de potencia necesaria Nx y la linea de trabajo
resulta: 1■ . del álabe Hik x
í dHx Tjtho — Hlrjk
f. ' d Vz y x - v ~ v t
con lo que la ecuación (53) nos da la pendiente*b£s¿ada:
tg £ = y
75 JJmáx (54)
#tho — (55)
9(^ + p)
K n (044L°edse:teS ^ 3rÍSta de SalÍda inclinada (rodetes rápidos), según la ex -
H th a = — + -----rl ± — rl i
Vh 9 (1 + P) ln a
í í S i n l n e^ ación <?4) se c°noce la tangente a la curva Nx en el punto de mejor
J trazarla hay que tener en cuenta las escalas. El resto de la curva
1 i generalmente
L ni l qií^ n Jt!rit n !ni mflen ,COn sufici ente aproximación, si consideramos que
llana dentro del campo de utilización de la bomba 4
»noddaCír? u ? v a r N dimÍent°S 56 dedUCC mediante la ecuación (52 a), una vez
bomba; por ello, será preciso, al llevar sobre el gráfico la curva ca
racterística de la tubería, disminuir proporcionalmente sus abscisas
0 ---- ----------- ~-J--- c: i-- i----------- ,--------- * ■ •- ’
-'-fV-
_
F ig. 24a. Disminución del caudal de F ig. 246. Funcionamiento simultáneo dei
una bomba, al aumentar el número de las una bomba de pistón y una bomba centrífuga^
bombas que alimentan una misma red
(l) P fleid erer y W e ik r ic h : Der Einfluss der Rohrfllhrung vor und hinter
dem Lader auf die Pumpstósse, Forschungsbericht, n.° 1935/1 der dtsch. Luft-*
fahrt-fg.— H. W eixrich : Pumpschwingungen in Verdichtern. Disertación T. H.
Brunsvick, 1949.
Campo de funcionamiento inestable 427
A = x (60).
(*) Fr. K luge, nota 1 del pie de la página 505. El aire de la descarga puede
nducirse, o bien a una «turbina de recuperación » aplicada al final del eje <fig. 324,
Jgina 520; fig. 326, pág. 523), o bien nuevamente a la aspiración, con lo que apro
aba la energía (AEG-Mitt. 1938, pág. 477 ; 1932, pág. 142).
(*) BBC-Nachr, vol. 19, pág. 44 (1932).
(*) O. Schmidt : Archiv f. Wármew. und Dampfkesselw., vol. 17, pá-
a 37 (1936). — Borsig-Mitt. 1938, n.° 5, pág. 31.
(«) Trans. ASME, vol. 76, págs. 775 ss., y 783 a 790 (1954).
28. PFX.EIDERER : Bombas centrifugas.
*1*54 uampo de funcionamiento inestable
92. P r o c e d i m i e n t o d e o b t e n c ió n d e c u r v a s c a u d a l - a l t u r a
e s ta b le s
O S 9
N ú m e r o d e á la b e x Z
Fio. 253. Líneas de Igual relación entre la altura de elevación H0 a caudal nulo y
altura máxima de elevación Hmáx para una bomba pequeña con dlíusor de aletas r^r,
— 2,5, dibujadas en el diagrama x 0,
1g. 254. Con mayor pérdida Zhx en el rodete, aumenta la estabilidad de la curva
caudal-altura
1 trabajo de álabe Hthx» así como la pérdida por choque, son, para
[j/mismo caudal, independientes de Re, dentro de grandes límites,
ja lo cual la presión a válvula cerrada H 0 permanece muchas veces
^variable. La rama inestable' í2) de la curva característica se acorta
r'O) H. S c h r a d e r : Nota 1 al pie de la _pág. 80.
F (•) Véase K. G rün , Fordertechnik, vol. 25 pág. 75, fig. 2 (1932). — B. Meis e l :
dertechn., vol. 26, pág. 35, fig. 2 (1933).
^.. •../■ V. ‘4
4 438 • Curvas características
j
<i
1
4
A
A
4
4
i
'4
I
4
'<í
5
|
Á
4
4
i
i
Influencia del número de Reynolds 439
H,
Hagtü ____ A^ac-H
lyac ■JVag
'■'Nag ti-------
Fíg. 254 b.Resultados de los ensayos de Ip p e n para el punto óptimo referidos al número
4 de Reinolds Re.
Lineas A : Relación de alturas de elevación HaclHag. Lineas R : Valores-de las pérdidas
1 *7* Lineas C : Relación de potencias necesarias*KacINag
y una sola curva de potencia, con muy poca variación para las curvas i
de rendimiento, las cuales sólo pueden diferenciarse debido a la variad
ción del número de Reynolds (o del coeficiente de cavitación o def
proximidad a la velocidad del sonido), por lo que se aprecian poco;
las diferencias. Esta clase de representación se usa, en general, para
ventiladores y máquinas soplantes.
b) Escalas logarítmicas. Si tomamos, en lugar de los valores
reales, sus logaritmos (lo que se puede hacer cómodamente utilizando
C uad rante
de elipse/
f
Caudal
g . 258. Regulación por estrangu-
ión de un grupo de dos bombas
n4q
v J J/' V ------ ►
Fio. 261. Variación de la curva caudal-altura al girar los álabes del difusor de
de las aletas orientables. En este último caso, las aletas actúan como un
dispositivo de estrangulación igual que una válvula (*) [capítulo 95, a)].
\
Regulación por variación de velocidad 451
|
452 Regulación
abscisas av a2, a3, etc., y llevarlas sobre las ordenadas de Cv C2, C8..|
para obtener la curva (n, Vx) ; la escala vendrá dada por el punto C,.
para el cual la velocidad es conocida, y dicha .velocidad estará reprc
sentada por a. Para la posición más baja de la curva caudal-altura
se tienen dos puntos de intersección C4 y Q . La curva (n, Vx) bus-,
cada tiene, pues, una tangente horizontal, como en la figura 226, cuyo
punto de tangencia es un punto crítico, debido a que la menor dismL
nución del número de vueltas correspondiente provoca la anulación
brusca del caudal. La forma llana de la curva (n, Vx) demuestra que
la variación, en tanto por ciento del caudal, es un múltiplo de la varia-'
ción del número de vueltas.
La amplia validez de la ley de congruencia permite esperar que
la curvq así determinada para la velocidad sea muy exacta, en par
ticular si la curva caudal-altura tomada como base ha sido obtenida
mediante ensayos y si no se alcanzan las regiones en que aparece
el fenómeno de la cavitación.
Por último, se puede determinar también la curva de rendimiento
si se obtiene primeramente la forma de la variación de r¡x para un
número de vueltas n dado, resultando la línea I (fig. 265 a). Para
un punto cualquiera B de funcionamiento, se obtiene el rendimiento
correspondiente L K , si suponemos la igualdad del rendimiento a lo
largo de la parábola OB C, de igual estado de choque, siendo entonces
L K = J G. Podemos ahorrarnos de dibujar la parábola OBC, si se
utiliza la construcción í1) que se explica al pie de la página. Resulta
------------- * 1•
(*) Se une un punto cualquiera P del eje de ordenadas con los puntos N y Nu
proyecciones de A y A, sobre el eje de abscisas, y se traza por el punto de corté
V de P Ni, con la ordenada de ií, una recta horizontal hasta el punto de inter
sección R con P N. La vertical trazada por R nos dará el punto G.
Regulación por variación de velocidad 453
•U4 regulación
ao a. f tc g u id u u u a m u u ia u c a
Aunque la regulación se efectúa generalmente a mano, incluso ;
en las bombas grandes de alimentación de calderas, turbocompre-
sores y máquinas soplantes de hornos altos, se emplea a veces la regu-¿
lación automática, si hay que mantener, lo más estable posible, cierto)
estado de funcionamiento, siendo importantes y frecuentes las varia-:
ciones.
La magnitud que se regula es el caudal de aspiración o la presión
final, y en las bombas hidráulicas, también a veces un determinado;
nivel de agua en la aspiración o en la impulsión.
La regulación se puede establecer de forma que el caudal en fun-
ción del tiempo varíe según una ley determinada.
Para la ejecución consúltense (2) catálogos, folletos, etc.
(**) Mitt. V.D.E. W., pág. 390 (1933).
(*) F. K luge : nota al pie de la pág. 505.
L. El em puje axial y su equilibrado
99. E l e m p u je d e l r o d e t e a x i a l y d e l s e m i a x l a l
( 1)
Como a ambos lados del rodete se han supuesto las mismas con
diciones, se tendrá como empuje axial la presión sobre la superficie
anular situada entre el diámetro del anillo de equilibrado de la aspi
ración, D( = 2 r(, y el diámetro del eje, dn = dst = 2 rst, en la estopada,
que se ha rayado en la figura 266, siendo el valor de dicho empuje:
j"2 m d r h y = 2 r„ d r (2)
i og
456 El empuje axial y su equilibrado
y después de integrar:
-4 i = y Hn Ir»
(r\ d+iitW I
— r*t)
p 1* 2 j 8}l
(En los gases deberá tomarse el valor medio de y.) Según la,
expresión (28), capítulo 20, c), hay que poner en la ecuación (3), para 1
entrada perpendicular o radial:
(4)
2 9
o, en el caso usual en que c0« c2m, según la ecuación (30 a), capí
tulo 20, c ):
Hp = H [ l u
(4 a)
2 Uo
Existe, además, otra fuerza axial A2, debida al desvío de la co
rriente meridiana en el rodete, al pasar de la dirección axial a la
radial. Según el principio de la impulsión (cap. 8), la presión que se
ocasiona es de signo contrario a A v siendo, por lo general, muy pe
queña con relación a A1( e igual a
yV
A2— (5)
El empuje axial total es, pues:
(6) j
En las bombas de eje vertical hay que tener, además, en cuenta,
el peso propio de las partes móviles. La ecuación (4) es sólo válida
para el caudal normal. Si el caudal es distinto, una disminución del
mismo ocasiona un aumento del empuje axial, y viceversa. Si la eje
cución de las cavidades 1 y 2 es desigual, aparecen empujes axiales
adicionales, puesto que entonces la corriente interna (fig. 63) y también
la rotación de las moléculas de agua son diferentes, de forma que un j
aumento del espacio en sentido radial o axial da origen a una disminu-
ción de la rotación, con el consiguiente aumento de la presión. L a}
misma influencia tienen los nervios dispuestos sobre las paredes de la 1
bomba.
A consecuencia de estas influencias secundarias, que son difí- ^j
ciles de calcular, se aplican fórmulas aproximadas para el cálculo del
empuje axial. De las leyes de semejanza se obtiene la siguiente ex- :;
presión :
A=KHD\ 7
1000
en la cual K es constante para formas de rodete geométricamente'
semejantes, siendo, además, función del número de vueltas específico.
Es admisible poner
K = n 3 = 3,65 nq (7 a) ]
El empuje del rodete axial y del semiaxial 457
(5 a)
(*) Véase Weil : Z. ges. Turbinenw. 1920, pág. 289, especialmente las fi
guras 13 ss., pág. 302. . .
460 El empuje axial y su equilibrado
de estrangulación axiales (g, /,) invariables, y los radiales (k, s), varia
bles. Añadiendo dos estrangulaciones invariables, se disminuye la pér
dida de agua, a pesar de que posibilita la aplicación de juegos más
holgados, pero ello aumenta el camino de regulación axial. Esta
última desventaja se aminora a causa de la limitación del desplaza
miento por ambos lados.
Al desgastarse el disco o la superficie contraria al mismo, el
rodete se desplaza hacia el lado de aspiración de la bomba, en la
magnitud de dicho desgaste. Este movimiento es admisible siempre
que' la anchura del rodete a la salida se encuentre aún dentro de la
anchura del difusor. Es conveniente poder comprobar el desgaste
mediante una marca sobre el eje.
(í) Arch. W
árm
ew., vol. 20, pág. 292(1939).
462 El empuje axial y su equilibrado
y, por otra parte, si b' es la anchura del juego, o sea, F' — nD' b'
su sección, y ¿¿' el coeficiente de salida válido para el juego:
Vu = p ’F ' y2gh = p! nD' b' ]¡2gh
Eliminando h entre estas expresiones se tiene :
iA_ y í (9)
8 g n p "1 \ v i
o bien
-i / o ~ _; /»
■p' V (10)
v“= r ;
Como D' se elimina, vemos que el diámetro del disco y la presión h
no tienen injluencia en las pérdidas por fuga, siendo éstas, para un
empuje axial dado i A, proporcio
nales al producto de la anchura b'
id juego por el coeficiente de salida
n'. Sólo tiene importancia, por lo
tanto, hacer el juego lo menor po
sible, lo cual ocurre automáticamente
si se emplea en la junta del anillo B
un estrangulamiento adicional nota
ble. La anchura mínima del juego b'
deberá ser tanto mayor cuanto ma
yor sea el diámetro del disco, por
que se aumenta el peligro de roza
miento debido a la flexión del eje o
a irregularidades de la construcción.
La magnitud finita del diámetro dn
da origen también a que, al crecer D',
se produzca un aumento, aunque pe
queño, de las pérdidas. Además, el
rozamiento del rodete aumenta. Será,
pues, conveniente no hacer el diá
metro del disco mayor de lo que con
venga, siendo, sin embargo, intere
sante Constatar que
H
las
“
dimensiones
*
FlG’ 2; Equilibrado del empuje
por medio de un plato y de un juego
de la junta adicional B determinan cilindrico anterior
la pérdida.
A fin de que la pérdida de agua sea lo menor posible, se elegirá b' tan pequeño
como sea admisible, en consideración a la seguridad de funcionamiento. Para
el cálculo se partirá de D’, L' y b', determinando las dimensiones de la junta de
estrangulamiento B adicional y calculando el empuje axial P = i A, según lo
indicado en el capítulo 99. Esta fuerza P no debe exagerarse en el cálculo, puesto
que una disminución del empuje axial ocasiona, en el funcionamiento, un au
mento de b', con lo cual resultan anchuras de juego demasiado grandes que origi
nan pérdidas por fuga innecesariamente exageradas.
La marcha de cálculo en el caso de la disposición de la figura 273 será la si
guiente :
464 El empuje axial y su equilibrado
/i, = H’ —
8 g Oí ~ rh)
(ID
y, en consecuencia, según la expresión (69), capítulo 15, la presión a la salida del;
juego B será:
( 12 ) ¿
(13)
V0,02 L'lb' + 1,5
1
Pn = (13 a),
V0,02 L„lbn + 1 ,5
Puede admitirse que la influencia de la rotación del agua a ambos lados del disco [
se compensa, por lo cual actuará sobre toda la superficie del disco la sobrepresión
y h, deduciéndose (*) h de la expresión
F ig . 278. Bomba para condensador de caldera con siete fases para 200 m ’/hora y H —
= 200 m, n = 1000 r. p. m. (A E G)
! Fig. 279. Bomba de alimentación de caldera con las fases separadas de la carcasa exterior
por una camisa de agua (Cameron Pump Div. Ingersoll Rand USA)
F ig . 280. Bomba de dos fases de doble entrada con difusor regulable en la última fase
y apoyos intermedios lubricados con grasa = 335 m, V = 8,85 m*/seg., N =
= 47 000 CV, n = 500 r. p. m. f.J. M. Voith, Heidenheim)
Fio. 281. Turbocompresor de alto horno con doble impulsión v regulación en la impulsión
(G H H)
en la cual gira el cuerpo de bomba, y las partes interiores están fijas. Re
presenta la inversión de las formas de construcción tratadas hasta ahora.
B* »!
105. Bombas y compresores radiales de una sola fase
H'f! •
a) Con difusor de aletas a la salida (bombas de presión media).
Sólo es necesario interponer un difusor de aletas entre el rodete y la
cámara espiral en los casos en que ésta, como resultado del proce-
pulso en la periferia del rodete, página 357). Por lo demás, exige uajj
aumento considerable del cuerpo de bomba, lo que puede solament
aceptarse en bombas de una sola fase y, por lo general, de gran]
potencia.
La figura 282 representa una bomba apropiada para una central]
elevadora de agua, estando dispuesto el rodete en voladizo. La cá
mara espiral está unida mediante tornillos a la pieza de apoyo de
cojinete, estando, además, apoyada directamente sobre la cimenta-S
ción de la máquina para poder soportar como es debido la pesada pieza!
Fio. 283.
F ig . 283 y 283 a . E o m b a d e p re s ió n m e d ia d e e je v e r tic a l p a r a 2700 m * /h . a 85 m y
r. p . m . (H a l b e r g )
Sección D-D
F i g . 284. T u r b o c o m p re s o r p a ra m o to r d e a v ia c ió n c o n d o b le a c o p la m ie n to h id rá u lic o a
p a r a u n c a u d a l V/ = 1,8 m ’/seg . y H = 8700 m c o n n = 27 000 r . p . m . (D a i m l e r -B enz )
-EE
o. 286. Rodete de bomba lento para gran resis F ig . 286 a.- Rodete de bomba
tencia de circulación rápido para pequeña resistencia
de circulación
ss. 286 y 286 a. Bomba de circulación para calefacción central, con el rotor del motor
mojado y el estator en seco (AMAG Hilpert-Pegnitzhütte A. G. Nürnberg)
F ig. 287. Máquina soplante para 250 000 m’/h. con un volumen especifico de 1 m'/lq{!;
a 8,5 atm. abs., 30° C. con salida a 10 atm. abs. y 4150 r. p. m. (AEG)
F ig . 290. C o r t e lo n g i t u d i n a l
F ie . 290 a. V is t a la t e r a l
Fig. 293. Bomba semiaxial con álabes tipo Lawaczeck con difusor toral (Myria
L de Weise Sóhne)
►
>:
'a la hélice cónica. Estos rodetes tienen la ventaja, con respecto a las
hélices axiales, de que el caudal no se desprende al ser inferior al
lormal. La forma de caracol del rodete de la figura 294 le da pro-
úédades autoaspirantes, en especial si todavía se aumenta más la
longitud de los álabes a costa de disminuir el número de los mismos.
Con grandes caudales, como es el caso de los agotamientos, la
salida radial del agua del rodete exigiría secciones demasiado grandes
resaltar el empleo del anillo difusor liso, que forma con el cuerpo de
la bomba una figura de revolución. El espacio anular se aproxima,
para la cámara espiral. Debido a ello se recurre a la disposición axial
del difusor, con lo que resulta la bomba axial helicoidal, tal como se
fcr;
486 Disposiciones constructivas de bombas y turbocompresores
(») Para otros casos particulares, véase Escher Wyss-Mitt, vol. 10, pá
gina 74 (1937).
Bombas y compresores semiaxiales y axiales 487
488
Y
I
F io . 2 9 8 .
B o m b a h é lic e p a r a
30 0 0 0 m */h . a
2 ,6 m y 2 0 0 r . p . m .
( K ie in s c h a n z lin -
B e s t e n b o s t e l) -m * -
_ F io . 299.
Bom ba h é lic e ac
n a d a p o r m o t o r D ie
D is p o s ic ió n e n si.
(E s c h e r W y ss) ¡
p Bombas y compresores semlaxlales
— jy «v—
axiales
- m
p e ra tu iT h a s ía ” “ Z u í ^ o !,7 e Z ^ V , Z
ti ti rw>
Fio. 301. Máquina soplante axial para gas caliente, con directrices de entrada del rodete J
a través de las pletinas del soporte del cojinete. Los rodetes están
partidos por el plano medio perpendicular al eje con objeto de dis-
;minuir el peso de los mismos.
A pesar de la disminución de n2 V, puede suceder que la bomba
de varios rodetes en paralelo tenga gran susceptibilidad de cavita
ción, debido a los bruscos cambios de dirección a 180° que existen
Fio. 302
Figs. 302 y 302 a-d. Bomba de dos rodetes de doble entrada en paralelo, con cámara partida
horizontalmente (AEG)
F igs. 302 a-d. Cuerpo de bomba correspondiente
'
antes de la entrada al rodete, los cuales son inevitables si no queremos
¡que resulten ejes demasiado largos. Por otra parte, la división del
{caudal da origen a una disminución del rendimiento. Por todas estas
{razones han perdido importancia estas bombas, empleándose en su
tlugar formas de rodete de gran velocidad especifica, por ejemplo,
hélices, o — en el caso de existir grandes alturas de elevación o pre
cisarse una buena capacidad de aspiración — disponiendo entre el
motor y la bomba un reductor de engranajes que disminuya las revo
luciones de la bomba, en lo necesario, para que sea posible la cons
trucción de una bomba radial de entrada sencilla o doble.
Fig. 303. B o m b a de b a ja p r e s i ó n , d e e je v e r t i c a l , c o n r o d e t e d e d o b le e n t r a d a , p a r a
6 0 m * / m in . 11 m y 4 9 0 r . p . m . ( M a ííe i- S c h w a r t z k o p f w e r k e )
debiendo hacerse, por tanto, las secciones de los canales lo más grandes
posible y, en consecuencia, el número de álabes, pequeño. Por la misma
razón no deben emplearse difusores de aletas. Debe evitarse, en lo
posible, la disposición multicelular, así como también la subdivisión
del caudal. El eje no debe estar en contacto con el líquido, porque se
desgastaría fácilmente o quedaría rodeado de partículas fibrosas.
Por ello se acostumbra disponer el rodete en voladizo y con entrada
simple. Si no podemos evitar la doble entrada o el doble apoyo, es
recomendable proteger el eje con una camisa que no gire.
Otra condición importante en estas bombas es que todas sus
partes internas sean fácilmente accesibles. Por esta razón se deberán
prever aberturas para la limpieza que sean fácilmente practicables.
Fio. 307
110. E fe c to s del c a lo r e n g e n d ra d o p o r ro z a m ie n to
(Comparación de los rendimientos de los compresores y de las bombas)
a) Consecuencias del recalentamiento del gas, debido al calor de
rozamiento. Tabla de los valores de ¡u. En el capitulo 6 ya se indicó
que las pérdidas internas ori- kp
ginan un recalentamiento del
gas y, en consecuencia, mo
tivan un aumento del tra yC o m p r e n s i ó n c o n
r o z a m ie n to
bajo de compresión, por un
proceso inverso a la refrige
ración, que ahorra trabajo.
Para grados de compresión
grandes, la influencia.de dicho
fenómeno es considerable.
Si se consideran en el
diagrama Pu los trabajos ^(,
adiabáticos A H por fase del
compresor sin refrigerar (su
perficies A B ' DG, B C ' J D t Fio. 312. Las superficies rayadas representan
etcétera, figura 312), vemos ei aumento del trabajo total adiabático, debido
a las pérdidas de calor '
que su suma excede del tra
bajo adiabático H por kilogramo (A E " F G), en el trabajo repre
sentado por la superficie rayada, para el conjunto de la compresión;
puesto que la adiabática deberá referirse al estado inicial, o sea, al
.punto A, para la totalidad de la máquina, mientras que en cada fase
tiene que referirse a los estados iniciales intermedios B, C, situados
a la derecha de la adiabática A E " , por el calor de las pérdidas. Se
tiene, por ta n to :
E A H —pH (1),
500 Compresores multicelulares
_
¡i = /*«
(7)
( / ^ o o ís t
502 Compresores multicelulares
Cn ) e = — (9)
/^OO
De esta expresión vemos que el rendimiento de un compresor de gas,
sin refrigeración, es tanto más inferior al rendimiento de una ele
vación de agua, cuanto mayor es la compresión. Por otra parte, se
H p s n rP n H p m i p p] m ’i m p r n H p fa c p v n n in fltr n p v n h r p ln m n n n i f t t r l J p I
0
0
O
0
0
0
O o
0
o
00
00
o o
0
0
Caudal a 1 atm/abs. en m'/hora o
1 o o
2
ifí o c.
5
2
(*?»')•*-*.................................... % 30 42 52 58 62 65 67
Trabajo necesario en el acopla-
m iento.................................. k\Vh/10ms 1,77 1,26 1,02 0,91 0,86 0,82 0,79
En caso de accionamiento eléc-
trico :
Rendimiento del m otor---- % 91 92 93 94 95 95,5 96
Rendimiento de la transmi-
sión............... i ...................... % 97 97 97 97 — — —
Consumo de la energía eléc-
tric a ...................................... k'SVh/lOm5 2,00 1,42 1,13 1,00 0,91 0,85 0,82
Vemos, pues, que el tamaño de la máquina tiene bastante im
portancia, mayor que la que resultaría de las reglas del capítulo 32 a).
Tiene importancia no sólo por lo que hace referencia al número de
Reynolds, sino también al permitir disminuir las dimensiones de la
máquina con relación a las que le corresponderían por la ley de seme
janza, con lo cual se obtiene un abaratamiento de la construcción.
pleaba, por dicha razón,, únicamente el rodete radial. Las figuras 314
t y 315 muestran dos tipos distintos de construcción (1).
En la actualidad se adoptan, ca,cja vez más, los rodetes axiales (fi
gura 316), que ya utilizó Parsons (2) hace más de 50 años, después de
>suficientes experiencias en la construcción, algo dificultosa, del álabe
Fio. 314. Compresor de siete fases sin refrigeración para vapor a 25.5° C de temnentimy
en la aspiración. Capacidad 15 000 kg/h a n = 1480/5&) r. pP m. t S t£sfateT cenS ™
no están dibujadas. (Escher Wyss)
Fie. 315. Máquina soplante para alto horno de dos fases (Demag) para una aspiración }
de 45 000 a 60 000 m*/h. y relación de compresión de 2,2 a 2,5
/" A
A
rnq
H e
■11
Fio, 317. Compresor axial de elevada reacción, construido con discos preparados, para
propulsión a chorro (Junkers, Dessau) P
Compresor ¡ g g - - J - “
60G »p-
' ^2 m 12 (14)
Do =
' k b
u !c v bolDo se tienen que elegir en armonía con los calculados para
la2*primera fase. Si los rodetes permanecen geométricamente seme
jantes, el diámetro del rodete varia, según la expresión (14), propor
cionalmente a Í[¡>, y ¡a altura de elevación por fase AH, proporcio-
nal“ l “ i ¿ D] Í50mLuye de fase en fase, y se deja, por el contrario,
invariable u jc ,m, se conservará el ángulo de salida/?,, a fin de que
Procedimientos de refrigeración 515
que ceder ante la externa. En las formas de ejecución que han sido 1
mostradas hasta aquí para la refrigeración externa, el número de re-1
frigeradores intermedios se limita generalmente a 3, de modo que !
corresponden de dos a tres fases radiales no refrigeradas por cada refri-3
gerador intermedio. Esta medida fue provocada por la pérdida de pre-1
sión experimentada por el aire en el refrigerador intermedio. En el curso;
de la progresiva disminución del número de fases se nota la tendencia;
a disponer un refrigerador intermedio detrás de cada fase, puesto
que, entretanto, se ha aprendido a mantener pequeña la resistencia'
del aire en el refrigerador y cabe esperar una mejora notable del,
rendimiento. La primera ejecución (x) (conocida desde 1935) de este?
tipo es el turbocompresor « Isotherm» de BBC (fig. 326), que, a pesar;
de sus 9 fases, el aire es conducido a partir de la segunda hasta la
penúltima fase, a través de un haz de refrigeradores dispuestos en dosf
partes, superior e inferior, del cuerpo del compresor. Esta desviación*!
frecuente del aire requiere mucho cuidado en la forma a dar a los ca
nales de conexión. Se consigue un buen rendimiento compensando el
Fig . 325 «. Sección de un compresor del tipo de la figura 325, para 55 000 m/h. a 7 atm
y 4450 r. p. m.
(*) W. K arrer : Schweiz. Bauztg., vol. 66, n.° 21, págs. 291-296 (1948).
526 Compresores multicelulares
(20)
■ " -if
Las presiones intermedias son, pues:
Pz i ^gr Pi» P: 2 ^gr Pl
El cálculo de todo el compresor consiste en el cálculo de / grupos
de fases sin refrigerar, el cual se efectúa de la forma indicada en el
capitulo 111. Sólo debe tenerse en cuenta que el caudal disminuye
de grupo en grupo, con lo cual disminuirán los diámetros de los rodetes,
siendo, por tanto, de utilidad la ecuación (14). El caso ideal sería si el
rodete disminuyera, conservándose semejante geométricamente. En la
realidad, el valor de &2/'D2deberá disminuirse, como en la página 480,
al aumentar la densidad, para reducir el número de fases, lo que va
unido, además, a una disminución de (rj,)st en el caso de no existir
la limitación admisible del número de Mach (pág. 479). Todo ocurre
Cálculo de los compresores con refrigeración 527
/ = (21)
siendo: k A tm
A tm la diferencia de temperaturas media entre el aire y el agua
de refrigeración. Su valor es lo mismo para contracorriente que para
corriente del mismo sentido :
A i' — AV
A tm = (21 a)
AV
ln
AV
(AV y A V son las diferencias de temperatura entre el gas y el agua
al principio y al final de la superficie de refrigeración /). Para simpli
ficar podemos tomar para el caso corriente :
A tm = h (A V + A f ) .
k es el coeficiente de transmisión del calor en kilocalorías por
metro cuadrado-hora-grado. Se obtiene partiendo de su valor recí
proco, la resistencia de paso, que es igual a la suma de todas las re
sistencias :
j = — + — + 4- (21 b)
k ag aw A
En donde ag y aw representan los coeficientes de transmisión entre
gas y pared, y agua y pared, respectivamente, en kilocalorías por
4 0 - * / a u M (Í£l±iC _ m F ig . 330 b. E s q u e m a de re
f r ig e r a c i ó n
Mediante esta sencilla intervención de las tem
peraturas, se toma como base, en cierto modo, una temperatura media constante
en el lado del gas y del aire (superficie de calefacción sin corriente). Esto ocu
rriría de no existir corriente de sentido contrario, ni del mismo sentido, ni
transversal, y se admite al no ser posible un cálculo exacto de la diferencia media
ae temperaturas.
En la ecuación (22) se desconocen, como se ha dicho, A O, 1/ tw" ; pero como
la cantidad de calor que desprende el gas,
A Q = GÁCp(tg' — tg"),
es igual a la cantidad de calor absorbida por el agua,
A Q = Gu, (lw" — /„,')
resulta:
t p " = lo
A'.Q
Gh cp (22 a)
ttíl —
—tu
AQ
obteniéndose, al sustituir estos valores en la ecuación (22):
1 AQ l t ’+ ± A Q .
AQ = * / [ v 2 Gh cp V* ^ 2 Gw
532 Compresores multicelulares
de donde se tiene:
(22 b)
x = 0,622 Ps
= 0,622 y — (24 b)
P P
oí. 73, pRág,M°1009-W (M29).1' V° ‘' pág!' 869-872 (1923); " ml!ra° e” Z' VDI*
pw ' . .
534 Compresores multicelulares
Presión de saturación (l) del oapor de agua en kilogramos por centímetro cuadrado
g rad o 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
0 0 ,0 0 8 23 0 ,0 0 6 69 0 ,0 0 7 19 0 ,0 0 7 72 0 ,0 0 8 29 0 ,0 0 8 89 0 ,0 0 9 53 0 ,0 1 0 21 0 ,0 1 0 93 0 ,0 1 1 70
10 0 ,0 1 2 51 0 ,0 1 3 38 0 ,0 1 4 29 0 ,0 1 5 26 0 ,0 1 6 21 0 ,0 1 7 38 0 ,0 1 8 53 0 ,0 1 9 74 0 ,0 2 1 03 0 ,0 2 2 39
20 0 ,0 2 3 83 0 ,0 2 5 34 0 ,0 2 6 94 0 ,0 2 8 63 0 ,0 3 0 41 0 ,0 3 2 29 0 ,0 3 4 26 0 ,0 3 6 34 0 ,0 3 8 56 0 ,0 4 0 83
30 0 ,0 1 3 25 0 ,0 4 5 80 0 ,0 4 8 47 0 ,0 5 1 28 0 ,0 5 4 23 0 ,0 5 7 33 0 ,0 6 0 57 0 ,0 6 3 98 0 ,0 6 7 55 0 ,0 7 1 29
40 0 ,0 7 5 20 0 ,0 7 9 30 0 ,1 8 3 60 0 ,0 8 8 09 0 ,0 9 2 78 0 ,0 9 7 71 0 ,1 0 2 84 0 ,1 0 8 21 0 ,1 1 3 82 0 ,1 1 9 67
50 0 ,1 2 5 78 0 ,1 3 2 16 0 ,1 3 8 81 0 ,1 4 5 75 0 ,1 5 2 98 0 ,1 6 0 51 0 ,1 6 8 35 0 ,1 7 6 53 0 ,1 8 5 04 0 ,1 9 3 90
60 0 ,2 0 3 1 0 ,2 1 2 7 0 ,2 2 2 7 0 ,2 3 3 0 0 ,2 4 3 8 0 ,2 5 5 0 0 ,2 6 6 6 0 ,2 7 8 7 0 ,2 9 1 2 0 ,3 0 4 2
70 0 ,3 1 7 7 0 ,3 3 1 7 0 ,3 4 6 3 0 ,3 6 1 3 0 ,3 7 6 9 0 ,3 9 3 1 0 ,4 0 9 8 0 ,4 2 7 2 0 ,4 4 5 1 0 ,4 6 3 7
80 0 ,4 8 2 9 0 ,5 0 2 8 0 ,5 2 3 4 0 ,5 4 4 7 0 ,5 6 6 7 0 ,5 8 9 4 0 ,6 1 2 9 0 ,6 3 7 2 0 ,6 6 2 3 0 ,6 8 8 2
90 0 ,7 1 4 9 0 ,7 4 2 5 0 ,771 0 0 ,8 0 0 4 0 ,8 3 0 7 0 ,8 6 1 9 0 ,8 9 4 2 0 ,9 2 7 4 0 ,9 6 1 6 0 ,9 9 6 9
100 1,033 2 1 ,0 7 0 7 1 ,1 0 9 2 1 ,1 4 8 9 1 ,1 8 9 8 1,231 8 1 ,2 7 5 1 1 ,3 1 9 6 1 ,3 6 5 4 1 ,4 1 2 5
rocío. Deberá ser, pues, xsz ^ x¡, o, según la ecuación (24 b), 0,622
PszJPz ^ *2» con lo que la tensión de saturación del vapor menor
admisible en el refrigerador interrpedio resulta de
psz k 1,61 Xj p. (25)
En el ejemplo anterior no habrá ninguna modificación en el primer
refrigerador intermedio; en el segundo será(pdz)2 ^ 1,61 -0,0118-4 =
= 0,0760 kg/cm2, y, según la tabla de vapor anterior, tz2 ;> 40,2° C.
Al crecer la presión pz del depósito, aumenta, en este caso, la
tensión de saturación m enor aHmicirn» pti y i» tsmpeiutuxa uci depo
sito t. correspondiente, disminuyendo, por lo tanto, el efecto de refri
geración y, en consecuencia, el rendimiento.
F ig . 331 a. Curva de estado del compresor axial con una refrigeración exterior (ejemplo
numérico del capítulo 115)
•> T CL “j" flr y que las pérdidas por fugas no sean, de momento, tenidas en cuenta.
En el difusor de aletas, la longitud axial e = L sen — - — se
Por razones de construcción (especialmente para hacer posible las
ha tomado de modo que las aristas de los álabes del rodete y de las juntas estrechas) y porque los perfiles allanados en los difusores son
aletas del difusor, situadas frente a frente, sean aproximadamente más favorables en el campo de números de Mach elevados, como los
paralelas en la sección meridiana. perfiles abovedados en la proximidad del cubo, mantenemos ra igual
Tanto para los álabes del rodete como para los del difusor se en todas las fases, y, por tanto, hacemos crecer r¡ a medida que avan
ha empleado como esqueleto un arco de circunferencia. zamos en la dirección de la corriente. Esto trae consigo otra ventaja:
La forma del perfil corresponde al NACA n.° 16 — 009 (pág. 299), la de que se originan componentes radiales dirigidas hacia fuera,
de manera que la variación del espesor se ha trasladado a la linea las cuales, a pesar de no ser tenidas en cuenta en el cálculo, aumentan
esquelética, pero acomodada al espesor deseado. El perfil junto al la estabilidad de la corriente.
cubo tiene en el rodete un espesor relativo del 10 % de la longitud, Para los valores de v han de tomarse los de entrada en la fase.
y el perfil más externo, del 6 % (fig. 332). En los radios intermedios, Generalmente se pone 427 cp = 103 y x = 1,4, lo cual aquí es com
el espesor se interpola linealmente. El espesor del perfil n.° 19-009, que pletamente admisible por la reducida variación de la temperatura.
en la tabla de perfiles aparece con el 9 %, se puede multiplicar con AH
forme convenga. En el difusor, el espesor se ha tomado generalmente Ahora se tiene para cada fase: (A /ad)st = = 11, 23°, A fst =
103
igual al 9 % de L. El número de álabes del difusor se obtiene mediante (¿1 ¿ad)st
una aplicación apropiada de la ecuación (8), página 290, resultando , o bien, con = 0,86: A Zst = 13,10°. La variación de r¡,
Vt
ser 94. Sin embargo, por la forma allanada de las aletas, se ha reba que sólo ha de considerarse como una primera aproximación (a causa
jado a 60. El cálculo de los ángulos se lleva a efecto mediante las ecua de la supuesta constancia del rendimiento y de que son despreciadas
ciones (55) y (56), página 341, en la tabla b siguiente. Como la salida las pérdidas por fugas), se obtiene ventajosamente, con tablas de
de la corriente es perpendicular (por tanto, a3 = 90°), se tiene, según valores mediante las ecuaciones (13) y (13 a) (pág. 512).
la ecuación (57 b), página 342, yl = 2,4. La sucesión de fases así obtenida se ha representado en la fi
gura 333. Ésta, a partir de la fase 6.a, presenta longitudes e de álabe
b) Cálculo de las aletas del difusor de la 1.a fase : I axiales, acortadas, lo cual presupone que las oscilaciones de flexión
de los álabes debidas a la disminución de la frecuencia, no implican
Linea de flujo i d c b a
peligro alguno de resonancia con el número de vueltas del árbol.
r, = r, =r m Calculado de 0,1365 0,1595 0,1825 0,205 0,228 Es natural que se imponga una perfecta semejanza geométrica entre
ci m 67,62 69,70 los perfiles de los álabes, por lo cual, al mantenerse la igualdad de t¡L,
a, = a, grado tg a, - 58,26 62,13 65,16
C»u resulta un aumento del número de álabes. Por otra parte, la longitud
ei mm según dibujo 23,0 26,5 30,0 33,5 37,0 del bastidor se acorta y, por consiguiente, el coste de la construcción
__ , r 0,2465 se abarata. A pesar de la reducción del número Re, parece que no
Pl = vi — 0,237 0,241 0,243 0,249
z¡e¡
se ha de producir más que un pequeño empeoramiento del rendi
grado tg a , = ~ - J ¡ tg a , 98,34 97,25 96,43 95,75 95,22 miento.
Influencia de las pérdidas por fugas. Ahora vamos a intentar
Om grado = y (a, + a4) 78,3 79,7 80,8 81,7 82,5 tener en cuenta la influencia de las pérdidas por fugas, que ha sido
ei despreciada hasta aquí. La principal dificultad de ello consiste en
9 mm 34,20 44,65 59,40 96,60 84,5
r2>sen—a»— a* acomodar el espesor de la junta a la realidad. Como esto apenas
2— senam
podría efectuarse en forma lo bastante segura y el proceso de la co
rriente perdida por la junta no es susceptible de ser calculada exac
Los perfiles de la primera fase están dibujados en la figura 332. tamente, el siguiente cálculo no tiene sino el valor de una aproxi
Para la sección media c, se ha marcado de trazos el perfil inmediato, mación.
a fin de que sea visible la forma del canal. Supondremos que el cierre de estanqueidad de la corona de álabes
/?) Las jases restantes del grupo de baja presión. Conservamos los se verifica sin un anillo exterior periférico. (Éste sólo entraría en
perfiles de la primera fase, puesto que la altura de elevación de la fase consideración para la corona del difusor con álabes en forma de gancho.)
ha de ser también igual (pág. 313). Luego, la superficie axial de paso Para el cálculo de la pérdida por fugas sirven los datos del capítulo 15 c),
n (r*—rf) varia, conforme a la ecuación (12), página 511, proporcional página 103. El ancho mínimo de junta admisible x (caso en el cual sólo
mente al caudal V = Gv, en el caso de que subsista el rendimiento se tienen en cuenta la inexactitudes inevitables de construcción), tra-
com presores m umcei
F 2 xlr
en donde : = ------. _a . El rendimiento de los álabes r¡¡, lo to-
A 1 ~ (rí/O 2
mamos de la misma cuantía en todas las fases (o sea, igual a 0,88),
puesto que la reducción del número Re, a causa del acorta
miento de los alabes, se supone compensado de sobra por un mejo
ramiento del número de Mach. El rendimiento interno se calcula,
por tanto,dado que falta el rozamiento en las superficies del rodete,
a partir de
(ydst = Vh — A r¡.
= 0,0171 y 0,0338,
V
= 0,0343 y 0,0676,
AH
(íft)st = 0,854 y 0,825.
De ello resultan las siguientes correcciones :
544 Compresores multicelulares
¿ — n) = (ra — Tf),
F a s e n .° D im . 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
i «C 3 1 ,2 4 4 ,5 5 7 ,8 7 1 ,2 8 4 ,6 9 8 ,0 1 1 1 ,3 1 2 4 ,9 1 3 8 ,3 1 5 1 ,9
Pn*,
- 1 ,1 4 3 1 ,1 3 6 1 ,1 8 0 1 ,1 2 5 1 ,1 2 0 1 ,1 1 5 1 ,1 1 1 1 ,1 0 7 1 ,1 0 3 1 ,1 0 0
Pn
P n +■ i a ta 1 ,0 8 6 1 ,2 3 4 1 ,3 9 4 1 ,5 6 8 1 ,7 9 6 1 ,9 5 8 2 ,1 7 5 2 ,4 0 7 2 ,6 5 5 2,919
h -h ^ ^ - ^ L d r,
^ Hth = - ~ (2 ár — 1) (27)
ción expuesta en la nota C1), debiendo aplicar, en el caso limite (i3l= 90o»
al indice de giro ór del filete exterior, el valor siguiente :
(^r)máx — rj í+ P - (29)
\r,
Se ve que ór puede ser tanto mayor cuanto más grande es r¡/ra ; por
consiguiente, cuanto más cortos son los álabes.
Puesto que con el valor elegido de <5r hay que permanecer, en lo
posible, por debajo de este valor máximo, resulta que, al ir disminu
yendo la relación de cubos r¡¡ra, el valor ór se acerca al valor límite V2,
cuando el indice de nresión rv»h se anula, según la ecuación (28). De
todos modos, el 50 % de reacción tiene a su favor, respecto a la en
trada sin giro, que, al disminuir ór, el número de vueltas n puede au
mentar, de acuerdo con ór n = const., siempre que no haya sido aún
alcanzado el limite de resistencia del rodete. Queda, empero, la nece
sidad de mantener el coeficiente de giro ór lo suficiente por encima
del valor mínimo 1f2.
En el presente ejemplo, para poder comparar, conservaremos
el valor de r¡/ra = 0,6, utilizado en A para la entrada sin giro, y así
la ecuación (29) da (<5r)máx = 0,68. Si se escoge ór = 0,65 y se toma
el número de Mach w0a¡a también igual a 0,77, podría procederse
como en A , página 538, continuando el cálculo por medio del índice
de sonido S0 para obtener, en primer lugar, el número de vueltas.
A causa del aumento de V0, que es de esperar por el giro de entrada,
y al peligro de exceder los limites de resistencia del rodete, es reco
mendable asegurarse, primero, de que la velocidad tangencial ua no
es excesiva. Conforme la figura 114, página 206, entre ua y wQa existe
la relación
w oa COS fíoa
“a “ ór
de donde se obtiene ua = 333 m/seg, siendo w0a = 0,77, a — 0,77 • 343 —
= 246 m/seg y /50a = 35°, de manera que, incluso por meras razones de
resistencia, resultaría inoportuna una disminución de <5r.
Fase intermedia previa. Esta velocidad tangencial elevada ha de
ser empleada también en la fase previa, la cual, debido a la tempera
tura baja, es particularmente sensible a números de Mach elevados.
Por esto se ha de alcanzar allí el mismo coeficiente relativo de giro
ór = 0,65. Ello implica la previa aplicación de directrices de entrada,
(») En una superficie de flujo cualquiera se tiene <5r = en donde, según
de modo que
tg fl)q (29 b)
1 - ( 1 — dr) (rjr)2
Junto al cubo es r = = 0,6 ra. Con ello se efectúa el cálculo, puesto
que
D. Cuerpo de A. P.
Caudal como en la parte B. P . ; por tanto, G' — 16,6 kg/seg.
En lo demás rigen los datos siguientes :
Presión de entrada: pt t = p1B = 2,75 kg/cm‘.
Temperatura de entrada: = tJB = 25° C.
Presión de salida: pu B = 7,98 kg/cm1.
\
552 Compresores multicelulares
(31)
Muestra, sin embargo, que, al variar laclase de gas (por tanto, cuando
cambian x y R), o al modificarse la temperatura inicial T¡, la altura
de elevación H no puede permanecer invariable más que si la razón de
presiones pufpj (por tanto, la razón de volúmenes V///V/) varia.
Este cambio de la razón de volúmenes exige tanto una variación
de Vn como de V/ para que las velocidades a la salida permanezcan
Ql El
Ma
y obtenemos
x-l
2 y # x ._ 3,
(34)
ti2 Ma2 (x — 1)
Se logra igual razón de presiones y, con ello, también igual razón de
volúmenes e iguales diagramas de velocidad (en el caso de una seme
janza geométrica, igual número de Reynolds e igual estado de choque;
por consiguiente, un mismo coeficiente de gasto VX¡V), si, además
del coeficiente de presión rpx, son iguales el exponente adiabático x
(o el número de átomos). En este caso, cabe trasladar resultados expe
rimentales. Prescindamos de la influencia del número de Reynolds y
caractericemos el coeficiente de gasto mediante el índice xp = c0I/u2,
y entonces, para máquinas iguales o parecidas, el coeficiente de pre
sión xpx es una simple función de xp y Ma; de modo que xpx puede ser
representado como dependiente de cp, con Ma como parámetro. Se
obtiene, por tanto, una representación cómoda, exenta de dimen
siones, que se conserva válida incluso en el caso de una variación
de la temperatura inicial y de la clase de gas (siempre que en esto
último subsista el mismo número de átomos) (!).
Para una misma máquina, el parámetro Ma incluye entonces
también la influencia del número de vueltas, y se ve que puede lo
grarse una igualdad de los diagramas de velocidad en todo el camino
de compresión, si, además del coeficiente cp, permanece invariable el
número de Mach; es decir, si se modifica el número de vueltas según
corresponda a la temperatura inicial o a la clase de gas. Pero en esta
representación las distintas curvas Ma se acercan mucho unas a otras
(porque la influencia de Ma es pequeña en cierto campo, y con un
líquido incompresible, la ley de afinidad da origen a líneas cp, xpx
para todos los números de revoluciones). Para el resto de la repre
sentación (a saber, nuestra curva « caudal-altura», o sea, la linea
Hx, Vx) escribiremos:
= (3 5 )
gnx ul Ma2
2 ^ 1 -% = — V. (36)
aj
El miembro de la derecha depende, una vez más, sólo de cp y de Ma.
El de la izquierda, es decir, HJaj, o bien (porque el número de átomos
y, con ello, x, ha de ser igual) HX¡R Tlt o aún, conforme (32), pu¡pi,
son una vez más representables como dependientes de cp, con Ma
como parámetro; pero ahora las distintas curvas del mismo número
de Mach están suficientemente separadas (fig. 337).(*)
1
u t
1 1
U U i lU L
1 1
L U ltU ia
r f M __ i.
ia v u I U C A ib C
-u1-o >mww- n n
—
fnnítrinmol
------ o —
ro
5 JP
rrespondientes a los bordes interior y exterior del 1 — V
D, = Da (-5* X2 (tí2 (4 a)
disco. Xi
F ig. 345 y = y¡g, en kg seg2/cm4, representa la masa
Cálculo por anillos Conocidos S, y Dlt se pueden obtener fácilmente las tensiones
parciales específica del material del disco. provisionales en el borde interior del disco parcial, de
o), la velocidad angular del mismo.
La combinación de las ecuaciones de ar y at permite obtener at i = 1 (5/ + D/)
expresiones sencillas, formando:
(5)
°>í = i (S i — A ) .
S — £7| -f- or Las fuerzas centrífugas de los álabes en el rodete radial, que
no han sido tenidas en cuenta hasta ahora, deberán ser absorbidas,
D = o¡ — or según Ip previsto, solamente por el disco lleno, suponiendo que los
o se a : álabes no transmitan ninguna tensión hacia dentro. La forma más
4E sencilla de tenerlas en cuenta es aumentando convenientemente las
S = (1 + v) -T? \ fy“ X ■K masas específicas ¡u en las ecuaciones (4) y (4 a). Para cada disco
(1 — v2) y
parcial resultan pequeñas variaciones de y. Para el primer disco par
b<¡, 8 E oo2 cial se tendrá y x = y (yx + sj¡yv siendo sx el espesor que resulta
D = (1 - v) id)2 x2 + -------- -- -------
4 \ oj2 x2 (1 v2) ¡x de repartir el material del álabe sobre la parte de disco correspon
diente (se supone el mismo peso especifico para el material del disco
Agrupando en las constantes K x y K 2, todos los valores invaria y para el de los álabes), y no se introducen más modificaciones en
bles para un mismo disco de igual espesor, podemos escribir: las ecuaciones deducidas (2). La forma cónica de la superficie media
deja de considerarse.
S = (1 + v) ^ (— cü2 x2 -f K x) Pasemos ahora al disco parcial 2, distinguiendo las magnitudes
K«
(?) 1 correspondientes a los discos parciales 1 y 2, mediante los subíndices
1 y 2 . Entonces podemos escribir la siguiente ecuación de equilibrio :
D = (l — v )^ - w2x 2 +
v 4 ' (tí.2 xr -2 ________ , ^1 °r i 1 = 2 ^ra 2>
O H. Baeh, Forschung, vol. 7, pág. 188 (1936).
El cálculo puede empezarse lo mismo desde el interior que desde (J) Rigurosamente debería tenerse también en cuenta que el fluido circun
la parte exterior del disco. En ambos casos no se consideran, de mo dante gira absorbiendo una parte de las fuerzas centrífugas de la masa del disco.
Esta influencia es despreciable para el caso de comprimir aire. Incluso para el
mento, las condiciones límite que rigen para el otro borde. Si empe agua tiene poca importancia (pág. 580).
zamos partiendo del borde exterior, en el caso del compresor radial,
566 Resistencia de las piezas principales
de donde :
„^ra 2 __
- - yOi a r il 6
( )
o bien :
(6 a)
Zlar = (Tr a 2 — crr í l - [ j ¿ ~ 1 ) ar *i
N ú m e ro
1 2 3 4 5 6 7 8 ^ 9 D im .
d e l d isc o p a rc ia l
p u e s to
o ta 1000 1 173 1361 1570 1 771 1 903 1950 2332 2 803 k g /cm *
o ra 0 321 652 1 008 1 228 1106 658 218 — 101 k g /cm *
Sa = o¡ a •+• ar a 1000 1 494 2013 2578 2999 3009 2 608 2550 2 702 k g /cm *
Da = a ta —Ora 1000 852 709 562 543 797 1 292 2114 2004 k g /cm *
xa 45 42 38 32 24 1 8 ,7 5 16 12,5 10,5 cm
42 38 32 24 18,7 5 16 12,5 1 0,5 9 cm
* 'a 2 025 1764 1443 1024 576 352 256 1 5 6 .3 110 ,3 cm*
A 176 4 1443 1024 576 352 256 156 ,3 11 0 ,3 81 cm*
* \ l* ’ a 0 ,8 7 1 0 ,8 2 0 0 ,7 0 9 0 ,5 6 2 0 ,6 1 1 0 ,7 2 8 0 ,6 1 0 0 ,7 0 6 0 ,7 3 4 —
* ' a l * 'i 1 ,1 4 9 1 ,2 2 2 1 ,4 1 0 1 ,7 7 9 1 ,6 4 0 1 ,3 7 4 1 ,6 3 8 1 ,4 1 7 1,3 6 1 —
x 'a l x 'i — ^ i l x 'a 0 ,2 0 8 0 ,4 0 2 0 ,7 0 1 1,2 1 7 1 ,0 2 9 0 ,6 4 6 1 ,0 2 8 0 ,7 1 1 0 ,6 2 7 —
s 0 ,1 5 0 ,2 9 0 ,3 8 0 ,2 9 0 ,2 8 0 0 0 •0 cm
(y + i)/y 1 ,4 1 1 1 ,5 2 7 1 ,4 4 8 1 ,2 2 8 1 ,1 5 6 1 1 1 1 —
S i s e g ú n (4) 1752 2474 3226 3678 3 517 3201 2807 264 2 2 764 k g /cm *
Di s e g ú n (4 «) 713 460 213 177 523 972 1976 293 5 3 918 k g /cm *
°t i i “ i ($t + -O») 1233 1 467 1720 1 928 2020 2 087 2391 2789 3341 k g /cm *
ar t i= i (5» — D i) 520 1007 1 507 1751 1497 111 5 416 — 147 — 577 k g /c m ’
ar a i = (y,/y,) O f i , 321 652 1008 1 228 1106 658 218 — 101 k g /c m ’
A o r =<Jfai —ar i x — 199 — 355 — 499 — 523 — 391 — 457 — 198 46 k g /c m ’
A oí —v A cr — 60 — 106 — 150 — 157 — 117 — 137 — 59 14 k g /c m ’
ot a i = o tii + A a¡ 1173 1361 1570 1 177 1 1903 1950 1 2 332 1 2803 k g /c m ’
T abla 2
Estado de tensiones I I del disco lleno (co = 0)
N ú m e ro 8 9 D im .
1 2 3 4 5 6 7
d e l d isc o p a rc ia l
)' 0 ,3 4 0 ,5 5 0 ,8 5 1 ,2 7 1,81 2 ,4 5 4 ,1 5 7 .9 11 ,4 5 cm
a ta 1000 1083 1227 1538 2321 3409 4528 6799 862 k g /c m 1
Sa — °t a + ar a 1000 1 037 1116 1281 1 651 2206 3313 5198 6550 k g /cm *
Da ~ at a —ar a 1000 1129 1338 179 5 2991 4612 5743 8400 111 7 2 k g /cm *
Si = sfl 1000 1037 1116 1 281 1 651 2206 3313 5196 6550 k g /cm *
D{ =. D a x ' a l x ' j 1149 1380 1885 3191 4910 6340 9415 11900 1 5 210 k g /c m *
° t i i — i (S{ + Di) 1209 1500 2236 3281 4273 6364 8549 10880 k g /cm *
107 5
°rit “ i (S» — Di) — 7 4 ,5 — 17 1 ,5 — 3 8 5 — 955 — 1630 —20CO — 305 1 — 335 1 — 4330 k g /cm *
k g /c m *
ar a t = ° r i i (.vi/>'i) — 46 — 111 — 257 — 6 7 0 — 1 203 — 121 5 — 1601 — 2311
A ar = a , a , — ar i , 2 8 ,5 6 0 ,5 128 285 426 852 1450 1040 k g /cm *
= i')P o ;
Esfuerzos que actúan sobre el rodete 571
y como
°'t _ ° tn
a 'r ° r ll
resultará:
Ax
o'r = E (14)
(* ¿ L -1
°> / /
Las tensiones ai n = 10880 y arll = — 4330 kg/cm 2 deben tomarse de
la tabla de cálculo 2 , debiéndose convertir nuevamente a la longitud
real del cubo, mediante las ecuaciones (10) y (10 a). Si damos valores,
resulta que las tensiones en el cubo han aumentado considerablemente,
572 Resistencia de las piezas principales
Acero bonificado
sin alea r........................ 7,8-7,9 20-21,5 38-75 11-12 4,9- 9,5
aleado............................ 7.7-7,9 20-21,5 60-100 12-16 ¡7,8-12,6
Hierro fundido................... 7,1-7,6 4-11 16-26 8,5-11 2,2-3,4
Acero fundido bonificado
sin a le a r........................ 7,7-7,9 20-21,5 40-60 11-12 5,2- 7,6
aleado............................. 7,7-7,9 20-21,5 55-90 11-13 7,2-11,4
Aleaciones de magnesio
forjadas.......................... 1,8-1,85 4,3-4,6 28-42 — 15,5-23
fundidas......................... 1,8-1,85 4,2-4,4 16-27 — 8,9-14,8
Aleaciones de aluminio
forjadas y recocidas 2,6-2,8 6,8 16-22 22-25 5,7- 7,9
forjadas y tem pladas... 2,6-2,8 7,0-7,3 34-52 22-25 12,1-18,6
fundidas y recocidas . . . 2.6-2,8 6,8-7,2 18-21 22-25 6,0- 7,5
fundidas y templadas .. 2,6-2,8 6,8-7,2 24-36 22-25 9,0-12,8
Latón especial................... 7,2-8,1 9,0-12 40-85 17,5-21 5,3- 9,7
Metal M onel..................... 8,8-8,9 10 43-65 — 4,8- 7,3
Madera blanda
paralelamente a las fibras 0,3-0,6 0,9 -1,1 7,5-8 3,5-7 13-25
normalmente a las fibras 0,3-0,6 0,04-0,08 — 3,5-7 ___
Madera dura
paralelamente a las fibras 0,6-1 1,0 -2,2 10-13,5 7-10 13,5-16,7
normalmente a las fibras 0,6-1 0,08-0,2 — 7-10 —
Resinas sintéticas laminares
papel baquelitado......... 1,4 0,8-1,1 12-20 10-25 8,6-14,3
tejido impregnado........ 1.4 1,3-1,9 16-29 10-25 11,4-20,7
madera sintética........... 1,2-1,4 2,0-3,0 27-29 10-25 20,5-22,5
Materiales pétreos
Esteatita
barnizada....................... 2,6-2,8 7,0-8,0 6-12 6-9 2,3- 3,6
sin barnizar................... 2,6-2,8 7,0-8,0 4,5-6 6-9 1.9- 2,1
(ük = (17)
nk = (18)
de donde :
3 J E (a + b) (19)
a~ a2b2
Si, de acuerdo con la ecuación (17), llevamos el valor a — a>2m a la
ecuación (16), se tendrá:
(JO *
e= ( 20)
a l — a/ n l — rí2
oí1* = - j (21 a)
a>- 4 /. >
II
lm
1 P P 6 JE 1
en el caso I I : y =
3
II
6 J E' - P ’ f m
(*) El alternativo subir y bajar del peso propio alrededor del diámetro de
la trayectoria circular del centro de gravedad produce, no obstante, oscilaciones
de velocidad, y, en consecuencia, un estado critico de segundo orden, que contadas
veces tiene importancia.
580 Resistencia de las piezas principales
lo ejuc d a :
(24)
Con dos rodetes son posibles dos velocidades criticas, las cuales, en este caso
particular, están en la relación 1 : VH" = 1 : 83. El resultado es el mismo, si se tienen
en cuenta las excentricidades y que éstas no estén situadas en un mismo plano,
a condición de que sean despreciables en comparación con la flecha. Si los discos
son de distinto tamaño y situados de cualquier manera, los valores numéricos va
riarán, pero siempre podremos deducir una velocidad critica de primer orden
y otra de segundo orden.
Del mismo modo, para tres rodetes se obtendrán tres valores, y para n rodetes,
n valores de la velocidad crítica.
Si se tiene en cuenta la masa del eje, encontraremos, debido a la carga uni
formemente repartida, un número infinito de velocidades criticas para cada ro
dete. Para un eje de diámetro uniforme, apoyado libremente en ambos extremos,
los números de vueltas críticos están en la proporción de los términos de la serie
siguiente:
m i : , : ru* , : . . . to* n = 1 * : 2 * : 3 5 : . . . n !.
Se encuentran más separados entre sí que en el caso del eje sin peso con carga
en el centro.
c) Influencia del medio circundante sobre el número de vueltas. Es
tando rodeado el rodete, de las bombas centrifugas o de los compresores, por el
flúido a elevar o comprimir, hay que esperar que el rodete quede influido de dos
formas: ,
Por una parte, el medio circundante se encuentra en rotación, y a causa de ello,
la fuerza centrifuga P, que actúa sobre el eje, queda disminuida por la fuerza cen
trifuga de la masa de flúido desalojada. Si el agua, por ejemplo, tuviese la misma
velocidad angular que el rodete — es decir, si estuviera en reposo con relación al ro
dete —, se podría considerar la disminución de la fuerza centrífuga, introduciendo
sencillamente en el cálculo la masa del rodete disminuida de la masa del agua
desalojada. La ecuación (17) nos muestra que entonces la velocidad critica tu*
aumenta. Este cálculo sencillo no es rigurosamente exacto, puesto que el verdadero
fenómeno es distinto, debido a que el movimiento del agua no es el que se ha su
puesto ; pero la conclusión es la misma : la velocidad crítica se aumenta por la ro
tación del medio circundante. Se llega al mismo resultado partiendo de la oscila
ción propia del móvil en reposo, puesto que, a cada flexión, el disco llega a una
zona de presión más elevada, de manera que a su momento de inercia se suman
las fuerzas exteriores que tienden a reducir la flexión.
Si, de acuerdo con lo que hemos dicho anteriormente (cap. 99), admitimos
que el agua que circunda el rodete gira con una velocidad angular mitad de la de
aquél, deberemos deducir solamente una cuarta parte de la masa desalojada,
puesto que la fuerza centrífuga varía con el cuadrado de la velocidad. Para un peso
específico del material del rodete de 8 gr/cm’, la disminución de peso del rodete será
de 100/(4-8) « 3 % ; lo que, según la ecuación (17), aumentaría el número devueltas
critico en un 1,5 %. De lo dicho resulta que para los gases puede despreciarse esta
influencia.
En segundo lugar, el flúido circundante ejerce fuerzas de rozamiento, como
se indicó en el capítulo 15, a). Éstas, si el disco estuviera perfectamente centrado,
crearían solamente un momento resistente al giro, sin influencia sobre la flexión.
Pero si el eje oscila, las fuerzas de rozamiento cambian la magnitud y dirección
de la flexión. Su influencia sobre el movimiento del eje durante el estado critico
es tal, que la flecha permanece finita, produciéndose, además, un defasaje entre la
excentricidad y la flecha, que en el estado crítico es de 90°. En el mismo sentido
que el rozamiento del rodete actúan las propiedades de amortiguación del material
del eje.
Siendo el rozamiento del disco, según la página 105, proporcional a la densidad
del medio, el efecto amortiguador del flúido circundante es notable, especialmente
en las elevaciones de agua, mientras que en los gases se nota mucho menos su efecto.
Si tenemos, además, en cuenta que en las bombas los juegos en los anillos de equi
librado son pequeños, resulta que los mismos actúan de cojinete a la menor vibra
ción. Sin embargo, no hay que despreciar esta cuestión, y si evitamos girar a la
velocidad critica, disminuiremos los desgastes y tendremos una marcha más regular.
Por esta razón debemos aconsejar tener en cuenta en los cálculos la velocidad
crítica.
Cálculo del eje teniendo en cuenta el número de vueltas 581
^ lU l + ^2 1/2 + • • ZG y
<*>1= 9 = 9 (25)
G j l h í\ “I" G 2 í/2 /2 "t" T G yJ
Significando:
G„ G„ . . . , las cargas situadas sobre el eje, a las que se ha añadido la parte
proporcional del peso propio del eje correspondiente.
y„ yt, . . . , las flechas en los puntos de aplicación de las cargas bajo la influencia
de las fuerzas centrífugas. Por esta razón se deberá determinar la linea elástica de
las fuerzas centrifugas, pudiéndose tomar para ello una velocidad de giro cualquiera.
/„ /„ . . . , las flechas en los puntos de aplicación de G„ Gt . .. bajo la influencia
de la gravedad para el eje horizontal. Para ello deberá determinarse la línea elás
tica de los pesos, debiéndose tener en cuenta que para las masas situadas en vola
dizo el efecto del peso es contrario a la gravedad.
La ecuación (25) concuerda con la (21 a) si consideramos el valor
del quebrado del segundo término como valor medio de 1//.
Para la valoración correcta de la ecuación (25) hay que dibujar
dos líneas elásticas, lo cual puede efectuarse con ayuda del procedi
miento de Morsch, que trataremos seguidamente. La línea elástica
de los pesos se dibujará mediante los valores conocidos. La línea
elástica de las fuerzas centrifugas sólo se puede obtener por un pro
cedimiento aproximado. Para una primera aproximación podemos
partir de la línea elástica de los pesos, calculando la fuerza centri
fuga m /w 2, para una velocidad angular cualquiera w ( = 1 , ó 10, ó 100)
para cada masa distinta m y la flecha / correspondiente al punto
de fijación de la carga, y utilizando a continuación las fuerzas cen
trifugas calculadas como cargas de una nueva linea elástica. Ésta
se aproxima mucho a la línea elástica de las fuerzas centrífugas reales,
porque la linea elástica de los pesos utilizada (en la cual, como se ha
dicho, los pesos en voladizo deberán disponerse de forma que actúen
hacia arriba) ya se asemeja a la elástica de las fuerzas centrifugas
buscada. El error que se comete no tiene prácticamente influencia
en el resultado final.
A causa de esta similitud de ambas lineas elásticas, se puede
simplificar considerablemente el procedimiento, poniendo en la ecua
ción (25) las flechas elásticas de los pesos, en vez de los valores desco
nocidos, y obteniéndose la fórmula de Kull:
_ „ /1 + Go / 2 ZG f
= 9 (26)
a t = 9 W \ G2 í \ Z G f2
El error cometido con esta simplificación es menor que la in
exactitud del dibujo.
5S2 Resistencia de las piezas principales
Fio. 355. Determinación gráfica de las lineas de momentos y elásüca. b) Polígono de las
fuerzas del peso propio, c) Linea de momentos del peso propio, reducida, ti) Polígono de
fuerzas de la superficie reducida de momentos, e) Linea elástica debida al peso propio.
/) Polígono de fuerzas de la fuerza centrifuga, g) Línea reducida de los momentos debidos
a la fuerza centrífuga, h) Polígono de fuerzas de la superficie de momentos, i) Linea elástica
producida per la fuerza centrifuga
Fuerza
Flecha/ centrifuga Flecha y
Peso debida
parcial Gl G/* -£ /» • debida a Gy Gyl
Punto al peso la fuerza
G propio Q
para entrííuga
cm* kg cm- kg era'- cu = 100
kg •10-* •10-* •10-* kg cm-lO- * kg cm -10"* kg cm-10_*
y por ta n to :
y
Según la ecuación (26):
369 7 • 10~3
981 ‘ 327° 10~6 = 332,7 radianes/se§-
30
nk = -----iok = 3175 r. p. m.
n
A pesar de que la exactitud obtenida con este resultado es su
ficiente, en las figuras 355 / a i, de este ejemplo, se han indicado los
(l) Cuando hay que elevar líquidos calientes (por ejemplo, en la alimentación
de calderas), hay que elegir valores de E menores (Hütte, vol. I).
(l) Hay que tener en cuenta que la superficie parcial trapezoidal deberá
multiplicarse, a causa de la escala de las ordenadas y de la escala de longitudes
del dibujo, por H m* para obtener el correspondiente valor en kilogramos por
centímetro cuadrado.
(3) Desde luego, sólo se pueden sacar conclusiones con respecto a la defor
mación efectiva bajo la influencia del peso propio, cuando no existen masas flo
tantes importantes, como en el presente ejemplo. En las bombas hidráulicas de
berá tenerse entonces en cuenta la influencia del empuje del agua, lo que se
efectúa sencillamente multiplicando la flecha por el factor (ym — l)lym, siendo y„,
el valor medio del peso específico del material del rodete. El valor ym deberá
ponerse = 8, aproximadamente.
584 Resistencia de las piezas principales
(29)
(>) O. F o p p i . nos da, en • Die Tcchnik •, vol. 2, págs. 25-28, otro procedi
miento aproximado (1947).
Cálculo del eje teniendo en cuenta el número de vueltas 585
(33)
(33 a)
0) Tomado de Brown Boveri-Mitt., vo!. 40, núms. 11-12, fig. 22, nág. 446
(1953).
590 Resistencia de las piezas principales
es k[l (suponemos que el eje está cubierto totalmente por discos) (x).
El rodete, que gira muy separado de su número de vueltas crítico,
presenta también una marcha irregular, cuando está influido por una
máquina vecina, situada sobre la misma cimentación, con su mismo
número de vibraciones propias.
g) Otras influencias. La flexibilidad de la película de aceite
de los cojinetes (2) hace variar también el número de vueltas critico,
produciendo el mismo efecto la flexibilidad del cuerpo del cojinete (®)
y de la cimentación.
En los acoplamientos elásticos se pueden presentar también per
turbaciones. SÍ el T T t n n t a i p oc irrmprfpptr. "p.tcr.CCC Cl CCC
plamiento actúa como una articulación Cardan.
El montaje del motor y de la bomba debería hacerse, siempre,
de manera que las líneas elásticas de los dos ejes tuviesen una tan-
F ig . 350 a. Necesidad de elevar los apoyos extrem os, a lin de que los platos de acopla
miento queden paralelos
gente común en el punto del acoplamiento, para que las caras de los
platos de acoplamiento fuesen bien paralelas. Esto se consigue ele- ¡
vando los cojinetes extremos con relación a los centrales. En la fi
gura 356 a se ha representado exageradamente la subida de los
cojinetes para que se vea con más claridad. Esta medida descarga el
acoplamiento rígido de esfuerzos debidos a flexión. También se reco
mienda para los acoplamientos elásticos, ya que entonces no se ori
ginan movimientos contrarios en ambas mitades del acoplamiento,
disminuyendo el desgaste.*()
r = p± v > - p ‘ /J' v
' i < n r m 1
lia donde representan :
(¡l, el gasto de aire seco en kilogramos por segundo :
\'l, el gasto de aire seco en m etros cúbicos por segundo;
H, la co n stan te «le los gases para el aire seco (págs i:t ns,) ;
Tu-, la tem p eratu ra del fluido en grados Kelvin.
Por o tra p arte, significan en kilográínos por m etro cúbico o milímetros de columna
de a g u a :
J’¡, la presión to ta l del aire en la boca de aspiración ;
JO, la presión parcial del aire se c o ;
la tensión del vapor del agua a la tempersAoi a 7'.,.
A. Bombas de chorro
Se utilizaron a comienzos de siglo, generalmente como bombas
de aire rotativas, en los condensadores de las turbinas de v ap o r (')•
Pero en la actualid ad son todavía im p ortan tes, por em plearse su
principio ; o sea. el aprov ech am ien to «le una corriente «le agua que
sale del rodete de una bomba centrífuga, para comprim ir el aire de
(') I.os sistem as de construcción m ás .conocidos de estas bom bas de aire
ro ta tiv a s fueron los de W estinghousc-I.chlanr AKG. Véase (*.. I'ri.i lin io u ; Z VIH.
página 905 (1911). Además, K. Ilo n n -a t: Dio Kondensnllon be i Onm pfkinftm ns-
cliincn, págs. 212 ss. B erlín : Springcr. 1925. —C». Staciikii: Ciasinascliincn nnd
Konijircssoren mil W asscrkolben. Munich y Berlín : B. oblciiboiirg. ItClT.
H uin lu i de niiillu de ujpui
y
anillo de amia
k 'C T Í d e s n
M r,
i
«i! 'vo/dZ'd ™rrt",¡| |
l . u u ‘" 1 «recto del
un anillo de agua concéntrico al eje (íig. .VuS h), v quedan ex¡ 1re los para el rodete un cubo cuyo diámetro disminuye deí centro lumia
alabes espadas vacíos, 1 a 6’, ¡guales. Si d rodete se sitúa excéntrico ainlios lados.
figura 3n8 C), la capacidad (le lus espacios Vados / a <>varía dr forma Itcsidta ventajoso construir el cuerpo o, no cuino un cilindro
que, a partir de la p■iríe s u p rio r del r<ddr, en media firruiií>'rr¡in:i. enrular, sino dotado de una o varias expansiones. Asimismo, los
alabes no se distrihuven generalmente en forma radial, como en la
figura dóS. sino curvados hacia delante, como en la figura bóí!. En el
estudio teórico que sigue, dejan de considerarse ambas particulari
dades por ¡ázimos de sencillo/., tanto más enanlo que su iiillin-iicin
puede e.sl imnl M1,
ciclad disminuye hacia fuera en razón inversa del radio. Más bien
se puede ver que la velocidad en el espacio exterior, en forma de arco,
puede suponerse co n stante, in dependientem ente del radio e igual. a la
velocidad de salida del agua rtel rodete. I’ara un numero infinito de
silabes de extrem os radiales, esta velocidad es igual, en dirección
tangencial, a io r( l; para un número finito de alabes resultaría (utili
zando, como en las páginas l.’K) ss„ el coeficiente de disminución de
potencia p) el valor w r j ( 1 — p). De la ecuación de Bernouilli se de
duce que esta velocidad, a lo largo de cada filete de corriente del
cam po de aspiración en el espacio en forma de arco, perm anece inva
riable siempre que no se tenga en cuenta el rozamiento, puesto que
la presión perm anece invariable, como se verá seguidamente (').
A continuación vamos a reunir la influencia del numero finito
de alabes con la influencia de sentido contrario, pero seguramente
considerable, del intercam bio de impulsión en la periferia del rodete,
el cual produce un au m en to adicional de presión, l'ara ello pondremos
la velocidad de salida del rodete igual a /. veces la velocidad tangencial
del rodete en diclm punto, o sea. igual a /. o r„. Matonees se puede
expresar tam bién el efecto de una eventual cu rv atu ra hacia delante
de los alabes (fig. .'5.*)'.)), eligiendo convenientemente el valor de
E ste coeficiente /. se separa poco de I. por lo cual, generalmente, se
puede poner — 1. T o d as las-cu rv as se han dibujado para /. — I.
Sin embargo, seguimos haciendo in tervenir este coeficiente, porque
ello no complica las ecuaciones.
Al comienzo del periodo de aspiración- e^jjccir. en el pun to li
lodo el anillo abrazado por los alabes tiene la velocidad media
('I K1 aumento «le presión. en metrns «te columna tlr anua, enu ¡*mi al
espaeiu «le aspiración lleim «le aire. es. en el pimt•• ll es decir, al principal del
período (fig. 11150)— , según la ecuación (17), página I I. supunietúln un uutueio
infinito de Atabes:
i>r r*r
/'/• i = (r \i - r-i) = 2 - r •„ ( I r i.
y ni final «leí periodo de aspiración ' es decir, en el punió l> .según la ecua
ción (1*2), página -10:
' /«
i («o r„l- (I r ir-tr,,)- rc
/)/..«
1- •
------------
ij r
- -----
;/
In re . /.
« (,
Ahora liten, suponiendo «pie la velocidad es constante en el espacio, en forma de
arco, y suponiendo /. I, resulta, según la ecuación Cb. rs r / ! •(.'» c:). y
según ¡a ecuación (2). /. = r„ (1 r!)'2. cuyos valores, sustituidos en la anterior, dan:
x ni5 I 5
hp , . — r\, lo
-csu! lan d o :
hr i i t,:
-a e =- r,7r., = Ifl. 1/2. 3/4. resuHn igual a t.o¿. t.u | y l.nu. rrsper-
•«iceiemlo. por tanto, prácticamente invariable e Igual a I. I)e
, en el borde exterior del anillo de agua, la presión se mantiene
es debido a ipie el anillo se estrecha a medida «pie mímenla la
/
Hoinlwi do iiiilllo ilr i,umi
;iU7
,s"":u:':.;!;;« t ™ * r S . 5 * r
' ,M,nl° " • a un espesor en el pimío ])-.
I2 = / ¿ ± £ t
- r,, ¿
I' r ■' . /l ¡ .
c (r,, ■ !J) h i- o “-¿) (i'„ O h \ ,ril : ‘
= o > - ^ - r¡ (ríl- r ¡) [1
1
1 "" —2 ( 12)
t
ItointKi de anillo de a yn a f.UÍ)
siendo
^ _____ l j _____ 1 ■ ■ •
«e 7xa zP iw* Ss3 ar
. fr —
0 V w tr'zfi y fí y
la c ió n
o b s e r v a r c p ie l a c u r v a l i m i t e U C e s la l i n c a i le m a y o r r e l a c i ó n t ic p r e s i o n e s 1 y m e n o r
c o e f i c i e n t e t ic v e l o c i t l a t l t
•1 .... h —•*iniix =
•*iníix -
'
I (A* £ -+■ 1)
(15)
determinando el valor de n mediante la ecuación ( 1 2 ), después de
suponer un valor para r, con lo cual se obtendrá el de£. Esta relación
entre 7 - y .rm;ix se puede obtener fácilmente «le la curva B C , de punto
y raya, de la figura 303, la cual se ha dibujado para r = 1/2, A = 1 ;
pero difiere poco para otros valores de r. Los valores de rmln y «le A ,
correspondientes a los diferentes valores «le <p, se obtienen mediante
las escalas horizontales «le la figura 320 (').
«') Para r I. el valor «lo A resulta indeterminado. Derivando, ron rela
ción t e. el numerador y el denominador de la ecuación (12),resulta, en dicho caso :
1
3 - - j j |1 + eos (ip 1X0)7.
j í omba s Li -nInful as a i Uoas pu- nnt r
i ■ — '• (Hd
■O) r„ r
se obtiene, con .v ¡ i-.iax de El expresión (Id):
c - 1 ]
í - > " - | = - (A- d- -~] (17)
■o) r„ o ' t
Vemos, pues, como va se indicó anteriormente. que la velocidad en
el espacio, en forma de
a reo, no puede ¡Seque
a ser nula tu ñoquii\ a.
E i n a 1m e ti! e , ha v
que hacer resaltar que
las curvas <;, .r, de la fi
gura hhb, aealia ti 1li
mando la dirección ver
tical (!).
Ley de semejanza,
¿turnio se comporta, cu
realidad, la bomba, al
variar la presión o el
número de vuellas1.’ En
la^iqLira bb 1 se bullan
los resultados c x p e i i-
l'io. aOl. Wilorfí. de i r y iicl rciiiliitiiciUi) iso! ónn ien. meutales, obtenidos p o l
en Junción de í;i relación titr prointifs h¡/ h¡, culi el un- la Lasa Niemens-Schuc-
¡icienle de velocidad t do l:i ecuación (II) eoinu purá-
iiiftry. Jais puntas ilo ensnsu Planeos eom’spululen u! kert-Wei ke con una
fuucionamien lo ctíilio Pon l1j:i Uc sacio ; los lu-slnis. bomba de d i m e n s i o n e s
;il [miciunur como compresor (Lev tk- semejan/a ilol
lJr. KnuI.i.s, SSW.) /■„ -- 1lu, h — id m:u.
r -- i¡,b 1, c o n 1"J a l a b e s
rectos v terminación perpendicular. Eon la razón de presiones h u h¡
como abscisa, se han anotado las siguientes niaqnil mies :
E c El n f i n n í r r l i d m i r n l n <Ui n x l c t r , definido por la casa citada.
7/{ ■ ■=
r- rr h n
tjtu- indica i‘l volumen impulsado por unidad do vnluimm del espacio
requerido por c! rodete y que, por supuesto, tiene un significado pa
recido al coeficiente de suministro de las bombas de pistón, \' l í es
c.qui la presión de aspiración referida al gasto por minuto.
K1 rendimiento de acoplamiento isotérmico jgs (pág. h l ).
Sirve de parámelro el coeficiente de rapidez f. de la ecuación (11}.
1.a presión de aspiración varia desde un vacío extremado (puntos
experimentales no indicados) hasta la presión atmosférica (punios ex
perimentales comprobados), de nimio (pie también está incluido el
caso del romnivsor.
Alde lodo, es digno de señalarse la ¡n¡ d r s e m e j a n z a enconlrada
por la casa cijada (Dr. K n uiu .s ), según la cual. para un mismo coefi
ciente de rapidez >■ y la misma relación de presiones, el rendimiento
y el caudal permanecen independientes de i¡¡; por lo tanto, subsiste,
en efecto, el mismo estado de corriente. De esta manera se lacibta
bastante una consideración única para los casos de trabajar como
bomlia de vacio v como compresor.
Dor otra parle, se ve. (pie e! gasto en Volumen, referido a la presión
de aspiración, disminuve ni aumentar la relación de presiones, n pe
sar de (pie el volumen de aspiración teórico es independiente de ello
(puesto (¡ue In bomba funciona por el principio de desplazamiento).
Da ecuación (Id) nos da como relación máxima de presiones;
D) V, ¡ y
( 18)
.r
ÜOI liombas centrifugas auloaspirnntes Hundía de nuillo de agua r,u:>
o Ilion, para expresarlo sin dimensiones: Sobre las partículas de agua «pie se encuentran en la superficie
superior libre, actúan las siguientes aceleraciones:
(IX o) En dilección rnditil: la aceleración centrifuga
A = rx o r
En la figura 3Gó se lia representado la limitación resultante para y la aceleración relativa
£ — I. 2 V 1, con r = 1/2 y A = 1. Poniendo en la ecuación ( 1 S ti) el i? r x _ d- rx ,dr¡ r _ d- rx „
valor de .r de la expresión (13), ten
dremos para radio del punto final: <//- tlt,~ - d i t l 'r
En dirección Uuujcnrinl: la aceleración de Coriolis
r r m ili ( W - ñ . ,
,, drx d r s dtr drx
r.. 2 (♦•/* + i) 1 I)„ — 2 .. t>> — 1 . . . vt — 1 . • fir
tl <i til d í/>
Es interesante «pie estas lineas
1 .a aceleración resultante tiene, por tanto, una inclinación con
terminen con una tangente radial,
puesto (pie, según la nota 1 al pie relación a la periferia (fig. 300), que re
de la página 0 0 2 , en dicho punto sulta de
d x¡d tf = oo. Esta comprobación es d-l\r
otra ayuda para aclarar el meca <1r
nismo de la anulación del caudal. d rx
Inmediatamente detrás del punto
final debe empezar el orificio de ¡m- d 7
F i e .. F o r m o (le ) l i m i t e i n t e r i o r (Jet
a n illo d e a n u a p a ro » = ; i. 2 vi ' pulsión, para que sea posible que la Vemos que tu desaparece, siendo, por tanto,
corriente continúe (fig. 3G7 ti). a independiente del número de vueltas.
Para el lado de aspiración se obtiene la limitación del anillo En las aplicaciones pondremos, para
de agua de la aplicación de la ley de continuidad al mismo, o sea, de valor de rx, el valor sin dimensiones; es
ri i \ _ ^ "• _ rn
decir, el resultante de la ecuación (1.3 ti), F i n . s31115. A c e le r a c io n e s y
u p e r f ic ie d e l lla lla
c (r,j — y) + tu Vil fI ) — ^ ■ —• fl> (r„ — r¡) (P.l) en el lado de presión, y el de la ecuación
(P) o), en el lado de aspiración. En las derivadas deben tomarse
resultando, con c = /. t» r„ : los valores correspondientes (l).
Puesto que falla el rozamiento, las únicas fuerzas que equilibran
(P.l o) las presiones del liquido son las fuerzas de masa. El nivel del agua
+ 2 ?. (1 — n)
será, pues, perpendicular a la aceleración resultante, siendo, al propio
tiempo, fi la inclinación de dicha superficie con relación al radio (f¡-
El valor de y debe obtenerse de la ecuación (12 n).
La comparación de la limitación indicada de punto y raya en ("I l.n s d e r iv a d a s s o n , c u la f u r n ia sin d im e n s io n e s , c o n / , 1, p a ra el lutlu
d e iiy iir u c ió / i:
la figura 3G5, con el circulo de radio r„„ nos muestra «pie dicha limi it r , 1 (1 i-1) s e n </>
tación sólo difiere sensiblemente de la forma circular en el lado de r„ il i/ )ra
1
aspiración. r,i
c) Posición inclinada del nivel del amia. Número de Alabes.
e o s qy sen - 7-'
A causa de la aceleración que los alabes provocan en el agua, en cada ra il'f1 I 1) rt
celda entre alabes se tiene una posición inclinada del nivej del agua, r,
con lo cual la inclinación no concuerda con la tangente a la curva y p a r a el la d o «le p re s ió n :
Kii la figura .‘jG7 a se han indicado las posiciones que resallan del
cálculo para la superficie del agua, partiendo de las curvas a, y , di
bujadas en la figura .'U>7 para cada cédula. De ia curva u , y , resalla
que la mayor inclinación ocurre en el lado de aspiraeión, a unos ,'Í0':'
d e s p u é s del [mulo ¡nneidn superior, y en el lado de. presión, ni alcanzar
la presión máxima. Sin embargo, en estos punios, ¡a pemdraeiún de
los alabes en el anillo es tan grande, que no existe ningún peligro pura
la estampieidad. Kl peligro se presenta más fácilmente en los ¡juntos
en (pie la penetración es pequeña- es decir, cerca del punto muerto
inlenur imr ln inte se h t i miÍimuLi invi'nr
jjeüetración adicional <t (fig. bóM) como seguridad, a no sel' que
se prefiera disponer mas alabes que los
Mere' -m ¡os.
»!) Forma de los urifirios de aspira
ción e impulsión. Kn rigor, el oiifieio de
aspiración debería extenderse a casi todo
el lado derecho de la bomba, Kl de presión
debe empezar exactamente en el ángulo ,
en donde, según el cállenlo, se ha alcan
zado la relación de presiones deseada (fi
gura lililí).
Tanto en el campo del orificio de aspi-
laeión como en el de impulsión, se trata,
cu cada caso, de una corriente de igual
presión, ha limitación interior del anillo de agua es, a lo largo del
orificio de presión, similar a la ubLenida para el lado de aspiración con
la ecuación Al escribir la ecuación de continuidad se debe tener
en cuenta solamente (pie la velocidad res otra, la cual puede obtenerse
medíanle la expresión (N). Kntonees de la ecuación (Ib) resulta :
2r .
r-r = ...- (/■■-■■;/) - n
{’)
o bien, en ln forma sin dimensiones, según las ecuaciones (llj)y(d) :
.!■— 1
¡■-f- I (21)
z. f
Y si alcalizamos el limite exterior del relardamieuío, según ia ecua
ción (1 .'i), se ticnc :
r hnin ¡
z. (21 a)
i\ z ' ’l '
I .a lililí) :u-11 jij i n l e n u r Uel anillu tic agua se [iiieilc di buj ar medi ant e muí tic
¡.o a n l eriu lev i■ i■ u;ie i rjm.-s. v a n a i nl u m n vea, ' /. La ¡ i n ti t aciiii i e s l e n i j r del orificia
i|i' ¡iiijiMi'iiin deberá seguir la furnia ilc la Ibni t ncnui interior ilel anillu de agua
im dirim r a mp a , pero a una d M a n e t a de la mi sma que nos ma n t e ng a la p e n e t r a
ción a deseada en el punt o mue r t a inferior de la limaba ( f ig. dUT u ),
lili r a a u t n al nrifiei'j de avjliraciiiu. la furnia de la superficie del anillu de a g ua,
fijada según la rimarióii ( l í i n ) en liieim earnpu, nos ila s nl a me nl e n 11 l imíte mn~
s i mo, que no es necesaria al ean/ar por CMsIir espaci o suficiente para si t uar la
su per fie ie lie j d v, j i ni!i vj u-11 sa 1d e.
006 Bombas centrifugas auloaspiraiitc
en forma sin dimensiones, con <i r., = o. podiendo despreciarse u* con relación a I:
•s i b r a-
( V l ^ i h e o r |1 r* - j ( l - r — ol — ¡
Si se consideran las fugas y las resistencias de aspiración mediante la introdueeion
de un rendimiento volumétrico t¡r, el volumen aspirado
realmente se rá :
U ->n: —d
r
-1----!------ —I 1 ,,-T— d|cos(iy' ISO) l'L'lil)
4 /. 2 / \ ~ /. t
Uomba de anillo de agua 009
rodete, en una o en ambas paredes del cuerpo existe un canal abierto />,
el runo/ iulrrul. que empieza encima del orificio de aspiración r v
termina encima del orificio de presión i/, estando, por tanto, interrum
pido en cierto lrecito. Puede ser concéntrico al eje en toda su exten
sión (contrariamenteal de la figura dli'.l a), y tiene, en su parte central,
una sección musíanle, que disminuye suavemente en ambos extremos,
o sea. en los campos de aspiración e impulsión (véanse también las
figuras :171 y .'571 ssj.
Kn el caso de suministro de aire, el agua que queda en el cuerpo
de bomba forma un anillo que en el campo del canal lateral tiene
una sección creciente. Kn consecuencia, por razones de continuidad,
•oí borde interior se tendrá que separar del cubo, dando origen a un
espacio i n t e r m e d i o , junto al cubo, (pie alcanza luego, en el sentido de
giro, desde el orificio de aspiración basta el orificio de presión. Debido
a la excentricidad de la limitación interior del anillo de agua,existe
el misino proceso de compresión que en las bombas de anillo de agua
tratadas anteriormente. 1.a diferencia reside en que la posición excéu-
pi i. t il í n i t : rt»iT m -IIi s I iiiisaii^i'iKlt' Kri'lsel|iumpni. I>r. M. .1a i í n i :i: k i '.
I c||i/ljj, pian K, A SriiMtni : í'lier liiíluiouitiKiMole K i H m , I|»i i i i i | h, i i , líl**, Trrli.
I Iiii Iim Ii I ImniiiMT, IU.TJ. \V. SeiiMii oían s-: l'iilersiieliinig uber Krelscljumi-
I n mil M'itItilien ittiigkniial. Mis*. Tceliii. llm-liseli. Drcsilen, 11)32. lt. Knoels :
l'iitiTMicluin^ni an 11¡ii g|»ii 111pcn (Scilciikanalpumpen). Üiss. Techa, llodiscli.
Ilaiiiio\er, luto.
C12 Bombas centrífugas autoaspirantcs
i- -e - F7=
TL 3
i
1
——U
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1 1
I —< 1
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I II I I ------- 1—1—1—U
j r s t 7 t i n v tt a «
P a r te s d e l d e s a r r o llo JS
A. T ro z o d e c a n a l u n id o C. T r o z o d e c a n a l u n id o
a la a s p ir a c ió n a la im p u ls ió n
B . C a n a l d e c o n d u c c ió n D . C a n a l d e s a lid a
(H) = — = 4 t- ( c. u- 0 (28)
y 91
Se ha puesto H entre paréntesis, porque ha quedado sin considerar
el rozamiento de pared en el canal lateral. Tampoco se han te
nido en cuenta las pérdidas de entrada y salida. La altura de eleva
ción (H), así definida, la designaremos como altura de elevación
«indicada».
La velocidad c„ representa el valor medio de la velocidad de
paso en la sección del canal lateral; por tanto, sólo es dependiente
del caudal V, de forma que
V = /c„ (29)
Laintroducción del caudal de circu
lación al = A no exige ningún aumento
adicional de sección, puesto que el cau
dal entrante y el saliente son iguales.
Si el caudal V varia (y, por tanto,
también c„), la corriente de circulación
queda prácticamente invariable, puesto
que sólo depende de las resistencias (o
sea, de la forma de los álabes y del
canal lateral), pero no de la presión en
el canal lateral. No se ha tenido en
cuenta que la componente de choque Fio. 373. Influencia de las pérdi
varía al entrar de nuevo en el rodete das por rozamiento sobre la curva
la corriente de circulación, o sea, que caudal-altura en una bomba de
canal lateral
varía u — c„. Esta simplificación es
admisible, ya que, por otra parte, el camino del periodo de arranque
en el canal lateral se acorta, por la formación completa de la corriente
de circulación, al disminuir c„, y también disminuye la diferencia de
presión en el canal lateral, entre el radio grande y el pequeño, que
actúa en contra del movimiento de circulación de la figura 371. La
corriente de circulación (y, por tanto, las magnitudes al y cau) son va
lores propios de cada bomba y cada número de vueltas í1). Si intro-(•)
(•) Puesto que para las bombas de anillo rige también la ley de semejanza,
estas magnitudes se expresan, sin dimensiones, en la forma o/u D y cfl«/u o a/n D1
o cauln D. Estos valores sirven para un determinado tipo de bomba, con indepen
dencia del número de vueltas y de la escala de ejecución.
Bombas centrífugas autoaspirantes
(30)
Fie. 374. Curvas características de una bomba Sntr, de una fase, con canal lateral en
ambos lados, según los ensayos de Ritter (convertidos a n = 1200 r. p. m.). Igual
relación de radios del canal lateral que en las figuras 369 y 369 a)
Fio. 374 a. Curvas características de una bomba de canal lateral de una fase, con canal
en un solo lado, y unión directa de la aspiración y de la impulsión con el canal lateral,
para n = 240 r. p. m.
el hecho de que las pérdidas por choque, y en especial las debidas En la figura 376 se han representado los resultados de los en
a fugas, disminuyen. (Las primeras son proporcionales a [u — c„]; las sayos de Ritter y en la figura 376 a, los de Engels Q), valorándose
últimas, a |/ H.) Las pérdidas por fugas son bastante considerables,
porque los puntos de máxima y mínima presión están separados sólo Zh 4" Z.m = Ne i\a
por el estrecho sector que no posee canal lateral. mediante la medición de las potencias en el eje Ne (figs. 374 y 374 a),
y determinándose Na con la ecuación (34). Los valores correspondien
tes de cau y .4 se obtienen de la ecuación (31), utilizando la curva
caudal-altura experimental BP. En las figuras 376 a y 377 se ha re
presentado el « rendimiento de rodete » alcanzado :
_ Na _ Ne — Zh — Zm
7Lauí Ne v 1
que nos viene caracterizado por las pérdidas Zh + Zm indicadas. El
rendimiento r/Laiu varía poco, al crecer V (a pesar de que disminuyen
F ‘cj- 376 y 376 a. Altura de elevación H, potencia útil N n. potencia absorbida .Va y Ó) Como se ve, las pérdidas hr, en el canal lateral de la bomba de ensayo de
perdida en el rodete Zh + Zm, en función del caudal (íig. 376). Curvas correspondientes Ritter, se tomaron considerablemente mayores (con relación a H) que en la bomba
íi la bomba de ensayo de R i t t e r (íig. 376 a). Curvas correspondientes a la bomba de de Engels, porque, en el primer caso, existía el paso al orificio de presión en sentido
ensayo de H. E n g e l s radial hacia dentro, que da origen a fuertes pérdidas.
620 Bombas centrífugas autoaspirantes
se prescindió de la capa- d e l c o e f i c i e n t e d e p r e s i ó n y , p a r a c / u = 0 ,5
622 Bombas centrífugas autoaspirantes
o sea, para el punto normal elegido, con c„/u = 0,5, caufu = 0,85:
(38)
Bombas de canal lateral G23
.,= 1 /2 ,"
t y>
H / y el diámetro exterior del rodete:
60 u
Dn =
Tin
Con esto se conoce también la sección del ca
nal lateral, mediante
V
/ - • '-'O
c — ~a¡2
Éste puede ahora dibujarse, con tal que ha
n —- ya sido elegida su forma general. El ancho
F ie . 383
del rodete se elige, tratándose de una ad
Coeficiente de presión v misión unilateral, por ejemplo, con un valor
para el caudal óptimo, en igual a e/2 (fig. 378), y el número de álabes:
función del número de
vueltas z = ziDJe = ti (Da— e)/e. De la intensidad de
intercambio a = 1,4 y, resulta la corriente de
intercambio A = auf. Para lograr un giro exento de choques, se cur
va hacia delante la sección cilindrica de los álabes, en el campo
del canal lateral, con un ángulo /5, correspondiente a tg/J = clm/ult
y en lo restante, se construyen los álabes hacia el canal lateral lo
más delgados posible.
El diámetro D ha de ser lo suficientemente grande para que pueda
contener el canal lateral y, dado el caso, también la abertura de en
trada y de salida. Si D resulta excesivamente grande, es oportuno
el empleo de varias fases o la elevación del número de vueltas. En
caso contrario, hay que rebajar el número de vueltas.
F igs. 386 Y 386 a. Bomba SSW, de dos fases, según el esquema de la figura 384, con los
álabcs cerrados por un anillo exterior