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Para ello, se ha concebido diversos mecanismos con el fin precitado, entre los cuales
tenemos la institución jurídica de la responsabilidad civil.
En el diario vivir, dentro de una sociedad en constante desarrollo, donde como seres sociales
nos relacionamos como personas, estamos cada vez más expuestos a ser víctimas de daños.
Daños que se puede producir sobre nuestra integridad psico - fisíca, proyecto de vida y/o
sobre nuestros bienes, que son derechos o intereses jurídicamente protegidos.
La indemnización del daño constituye la sanción que impone nuestra legislación civil al
responsable de un daño. Usualmente comprende una suma de dinero que se expresa en la
fijación del respectivo monto indemnizatorio, buscando resarcir el daño producido al
damnificado.
Para que la sanción aludida sea el resultado jurídico del daño causado no importa el origen del
daño, sino cómo solucionar las consecuencias del daño generado.
La norma civil señala los criterios para cuantificar los montos indemnizatorios, tanto en la
responsabilidad civil contractual como en la responsabilidad civil extracontractual.
La indemnización cumple diferentes funciones según sea la esfera jurídica que se haya dañado:
patrimonial o extrapatrimonial.
Ergo, solamente son daños jurídicamente indemnizables los daños que son producto de una
conducta antijurídica o ilícita.
Por ello, los daños que son consecuencia de una conducta permitida por ley, no son daños
jurídicamente indemnizables, tal como lo veremos al estudiar las causas de justificación del
hecho dañino.
Es la disciplina jurídica que otorga tutela civil a los derechos o a los legítimos intereses
jurídicamente protegidos, cuando se les produce daño por el incumplimiento de un deber
jurídico genérico o por el incumplimiento de un deber jurídico específico, con la finalidad de
imponer al responsable del daño la obligación legal de indemnizar el daño que haya causado.
En ese sentido, nuestra norma civil, siguiendo el criterio tradicional, establece 2 regímenes,
clases o sistemas de responsabilidad civil: la responsabilidad civil contractual y la
responsabilidad civil extracontractual.
Esto es, adopta un sistema binario, donde las 2 clases de responsabilidad civil son aspectos de
un mismo sistema normativo.
Cuando el daño es consecuencia del incumplimiento del deber jurídico genérico de no causar
daño a los demás, entonces, considerando el origen del daño, estamos ante el supuesto de la
responsabilidad civil extracontractual.
Esta clasificación es criticada por ciertos sectores de la doctrina, señalando que sería más
preciso hablarse de responsabilidad civil obligacional y de responsabilidad civil no
obligacional.