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Alrededor del 25% de los niños con autismo no son verbales, es decir, no poseen lenguaje
oral. Con ellos se usan sistemas de comunicación alternativa, sistemas basados en
pictogramas, comunicadores digitales, agendas, lenguaje con signos …, etc. Y ciertamente
uno de los grandes deseos de las familias es que el niño o niña tenga algo de lenguaje oral.
Y aunque la comunicación no siempre está ligada al lenguaje oral, la obtención del mismo
representa un hito en la adquisición de otras habilidades del niño.
Para iniciar el estudio se seleccionaron a seis niños -del área metropolitana de Boston- no
verbales con autismo y con edades comprendidas entre los 5 y 9 años. Cada niño recibió 5
sesiones semanales de AMNT durante ocho semanas, hasta llegar a 40 sesiones. Y tras
estas sesiones los niños presentaron sus primeras capacidades verbales, siendo esto un paso
crítico en el desarrollo futuro de los niños. Quisiera recalcar que el desarrollo del lenguaje
está íntimamente ligado al desarrollo de la inteligencia (tal y como la conocemos), es por
ello muy importante que el niño pueda adquirir la capacidad de la comprensión correcta del
lenguaje para mejorar en otras áreas que están íntimamente relacionadas. En niños que han
superado la temida barrera de la adquisición del habla, este sistema puede representar una
pequeña revolución que ayude a seguir rompiendo viejas creencias.
Existen en la literatura científica casos documentados sobre niños que adquirieron lenguaje
tras una intervención similar, pero estos casos no estaban suficientemente bien
documentados, y no se sabía con certeza si esta adquisición de lenguaje verbal era debida a
la evolución propia de los niños o estaba directamente involucrada con este tipo de
intervención.
Los niños objeto del estudio habían sido valorados mediante la prueba “Childhood Autism
Rating Scale” (CARS) y habían recibido todos ellos terapia de lenguaje durante al menos
18 meses sin resultado alguno en la adquisición de un lenguaje mínimo funcional. Todos
los participantes del estudio mostraron mejoras significativas tras las 40 sesiones.
Presentándose el mayor avance en las primeras 15 sesiones y manteniéndose los logros
adquiridos dos meses después de la finalización del estudio.
Este estudio nos abre una nueva puerta para una mejora en la intervención dedicada a la
adquisición de habilidades del lenguaje en niños con autismo.