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Hpermodernidad; sus movimientos en la cultura actual.

Introducción:

Hablar de este concepto, genera varias deducciones, ¿Qué es? ¿Cómo se puede distinguir este mover
dentro de la sociedad? ¿Afectara nuestra cultura? ¿Nuestra manera de pensar y ver la situación actual?

Hipermodernidad: “Sociedad liberal, caracterizada por el movimiento, la fluidez, la flexividad, mas


desligada que nunca de los grandes principios estructuradores de la modernidad, que han tenido que
adaptarse al ritmo hipermoderno para no desaparecer.”1

La hipermodernidad en el contexto cultural, primero hay que hablar de la transformación que se


produce en general en todos los medios. La característica principal de esta transformación
hipermoderna, es que afecta global y sincrónicamente a los medios de comunicación, las tecnologías,
la economía, la cultura, el consumo, la estética, los nuevos medios audiovisuales, el internet, los sitios
webs, la multimedia, los videojuegos y la realidad virtual entre otros.
En la era de los nuevos medios, nada es tangible, nada es físico, nada es visible, no lo vemos, pero
allí están, delante de nuestros ojos, a través de la pantalla de una computadora, Tablet, o teléfono
móvil. Esta revolución mediática es sin lugar a duda, la más profunda de todas las que se han vivido
hasta ahora, a lo largo de la historia.

La aparición de la imprenta en el siglo XIV, y la fotografía en el siglo XIX, tuvieron un impacto


revolucionario sobre el desarrollo de la sociedad y la cultura moderna. Podemos afirmar que tanto en
las ciencias sociales, comunicación y humanidades, los nuevos medios son objetos culturales
desarrollados principalmente por las nuevas tecnologías de información y comunicación.

“El tiempo histórico de la hipermodernidad inscribe nuevas formas de ser, estar y actuar en las
subjetividades, en función de la transformación en los procesos de la socialización producidos en las
instituciones tradicionales de la modernidad, (familia, escuela).2

Las crisis y cambios económicos y sociales, la tecnologizacion de la vida cotidiana, afectaron a la


familia en su socialización. Esto es un gran indicador de que corren tiempos hipermodernos. En esta
hipermodernidad descrita por Lipovetsky, en occidente las subjetividades contemporáneas viven a
ritmo acelerado, sufren a ritmo acelerado, y buscan sacudirse ese sufrimiento antes, incluso, de

1
Los Tiempos Hipermodernos, Gilles Lipovetsky. Y Sebastián Charles, editorial Anagrama.
Barcelona.nov.2008, pag.29.
2
Remineo.org/repositorio/rao/aonc/raoncv1n4.pdf
sentirlo. El vértigo de la vida cotidiana produce individuos que huyen del dolor y se precipitan a
anestesiarse en el hiperconsumo de bienes, de sustancias, sexo, o internet.
“Estamos viviendo una verdadera mutación civilizatoria que habla de la vertiginosidad del pasaje
del tiempo, de la aceleración de las transformaciones tecnológicas, de la aparición de un universo
virtual, donde el cibermundo construye y deconstruye subjetividades. De nuevas alternativas
comunicacionales, de nuevas formas de vivir los vínculos y de vivirse como sujeto social complejo
en estas sociedades contemporáneas, verdaderas sociedades de riesgo que generan valores y ritos,
nuevos signos y símbolos, nuevas éticas y estéticas.”3

Afectando de muchas maneras el entorno de la sociedad, como la violencia social fundada en base a
prejuicios, se ve afectado también por la fragmentación y diversidad de modalidades.
Es preciso ubicar como global paradójico y paradigmático el contexto en el cual se halla y se despliega
el sujeto y su discurso, situado y comprendido dentro del siglo XXI, con el se levanta el hombre
digital, virtual, interconectado, consumidor, disperso y divergente, un sujeto y un discurso complejo
que bien podría decirse hipermoderno, como quiera, la modernidad y su versión post, se encuentran
debilitados, y en su lugar se han instaurado mundos tecnológicos, de consumo, hedonismo y nuevos
estados, nuevos derechos, nuevos sentidos de la violencia, de la reivindicación de derechos, como la
igualdad de géneros, de exigencias de inclusión de igualdad y de justicia, olvidando los principios
básicos y mandatos de la Escritura.

“El albor de este siglo se encuentra determinado y manifiesto por la fragmentación, los multiversos,
las intercomunicaciones, las tecnologías, la virtualidad y la simulación y por el como se manifiesta
un renovado Nihilismo que se cierne en todas las ordenes, que sostienen lo humano, y lo trasciende,
sin que nadie pueda quedar ausente o fuera de sospecha.”4

Es de suma importancia abordar el contexto sociohistórico en el que vivimos, la Hipermodernidad,


ya que nos encontramos atravesando por esa dimensión caracterizado por el tiempo inexorable
vertiginoso y de los constantes devenires, debido a los grandes avances tecnológicos, la velocidad de
la comunicación y las diferentes vías para acceder a la información, genera un puente de aceleración
a nivel global. Lipovetsky; lo denomina “La Segunda Revolución de la Modernidad”.
Caracterizado por el individualismo, la búsqueda individual de los fines y según criterios propios, la
autonomía, la era de los “hiper” donde predomina el consumo en grandes cantidades. Se considera
como una continuación de la Posmodernidad y del individualismo.

“Esta tercera modernidad inicio simbólicamente con el fin de la segunda Guerra Mundial, la parte
alta (Híper) de esta modernidad. La revolución de las tecnologías de información y comunicación
ha sido tan vertiginosa que algunos cálculos dicen que solo el 10 por ciento de los inventos de la

3
www.bvspsi.org.uy/cgi/bin/wxis1660.
4
https://slidex.tips/download/universidad-de-la-republica-7
humanidad fueron anteriores a esa era, es decir que el 90 por ciento de los inventos que hoy
disfrutamos, o por lo menos conocemos, fueron creados posteriormente.”5

Además, se ha motivado el desarrollo de otras ciencias como la genética, la ingeniería de materiales,


biotécnica, la nanotecnología, robótica, etc. Para los de la generación del ultimo tercio del siglo XX,
un dia sin internet seria fatal, ya no digamos sin celular, allí han depositado sus vidas, ya no nos
sorprende entablar una videollamada con alguien de Italia, no digamos en lo militar, los aviones no
piloteados, los misiles inteligentes, las armas programables a distancia son algunos ejemplos.
Este es el desarrollo de la hipermodernidad, la fe en el progreso que se materializa, la modernidad
que se vuelve hipermodernidad, en aras de un optimismo tecnológico que todo resolverá.

“La sociedad Hipermoderna se organiza en torno al consumo y al individualismo, una sociedad de


derroche y de la novedad efímera, poco profunda, pasajera, donde las cosas son devoradas y
descartadas rápidamente. Se enfatiza el culto a lo extremo, la necesidad “de siempre más” el miedo
a los vínculos profundos, la sensación de continuo riesgo, el vivir el instante, etc.”6

El mundo de la imagen cobro una importancia relevante, presionando a vivir en la transparencia,


perdiendo los limites de lo privado, donde realmente lo que interesa es “como mostrarse”, dejando
de lado la importancia de los afectos y emociones, no importa cómo te sientes, importa cómo te ves.

Los principales cambios sociales y culturales obedecen a los avances tecnológicos.

Los efectos de la Hipermodernidad afectan los cambios sociales y culturales, el hombre esta sujeto al
tiempo y a sus modificaciones, pero el nuevo mundo de la tecnología ha generado una brecha
generacional mucho mas enfatizada y definida, un mundo tecnológico donde se pertenece, o se es
excluido.
El mundo virtual, la tecnología y sus dispositivos no solo abarcan a los adultos que la consumen
conscientemente, sino que también se pueden observar los efectos de los nuevos tiempos tecnológicos
en los niños de todas las edades. Las nuevas generaciones experimentan de forma natural el vivir
aceleradamente, influenciando en parte su personalidad, a partir de los contactos virtuales de las redes
sociales.
La revolución moderna, o la hipermodernidad que se esta produciendo ante nuestros ojos, representa
el triunfo definitivo del materialismo y el cinismo, en la actualidad, la obsesión por uno mismo no se
manifiesta tanto en la fiebre del goce, como en el miedo a la enfermedad y la vejez, en la
medicalización de la vida.

5
Reminco.org/repositorio/rao/aonc/raoncv1n4.pdf
6
Sifp1.psico.edu.uy/sites/defaut/files/trabajo0/020finales
Nos hemos embarcado en un interminable proceso de desacralización y de insustancializacion de la
razón que define el reino de la moda plena. Así mueren los dioses; no en desmoralización nihilista de
Occidente y en la angustia de la vanidad de los valores, sino en la sacudida de la razón. En el fondo
estamos ante la expresión ultima de la secularización moderna.

Hemos llegado a un momento en el que la comercialización de las formas de vida no tropieza ya con
resistencias estructurales, culturales, o ideológicas. No como antes, la modernidad funcionaba
encuadrada, o frenada por una serie de contrapesos, contramodelos y contravalores. El espíritu de la
tradición seguía vivo en diversos grupos sociales; el reparto de los papeles sexuales seguía negando
estructuralmente la igualdad, la Iglesia seguía teniendo una gran influencia en las conciencias, los
partidos revolucionarios prometían una sociedad distinta, liberada del capitalismo y de la lucha de
clases. Todo discurre, como si ya hubiéramos pasado de la “era pos” a la era “hiper”. Y así nace
otra sociedad moderna. No se trata ya de salir del mundo de la tradición para acceder a la racionalidad
moderna, sino de modernizar la modernidad misma.

Planteemos el problema:
Hay que decirlo claramente, “Ni los fracasos ni las catástrofes de la modernidad, políticos
económicos (las dos guerras Mundiales, los totalitarismos, el Gulag=dirección general de campos de
trabajo. El Holocausto, las crisis del capitalismo, el abismo norte-sur) habrían podido nunca por si
solos, causar la ruina de los “metarrelatos”, si no hubieran aparecido masivamente nuevos sistemas
de referencia para remodelar las mentalidades, para ofrecer nuevas perspectivas a la existencia.”7

Es innegable que al exaltar el disfrute del aquí-ahora y la novedad perpetua, la civilización


consumista, contribuye sin cesar al deterioro de la memoria colectiva, a acelerar la desaparición de la
continuidad y la repetición ancestral.

Conclusión:
Se puede decir que la hipermodernidad en la cultura actual es el paradigma que se vive en la actualidad
y que tiene implicaciones múltiples y diferentes sucesos. Es la era de la desesperanza, de lo efímero,
“del vacío” como lo define Lipovetsky. Por consiguiente, no hay tiempo de asimilar un objeto, o un
concepto, ni de comprometerse en un vínculo afectivo, emocional, o laboral. Ya que todo se vuelve
inmediatamente obsoleto, dando lugar a otro diferente, o nuevo.
“Por otro lado, esta época se encuentra enmarcada dentro del capitalismo mundial integrado(CMI),
el cual, si bien a mutado en cuanto a su manera de ejercer el control, tiene como fin ultimo el
construir subjetividades obedientes.”8

7
https://sifp1.psico.edu.uy/sites/default/files/trabajo%20finales/%20archivos/-t.fg_paula.
8
Ibid.
Por lo tanto, esta época se asocia con el individualismo y el desencanto, en la que los medios de
comunicación masiva promueven en las personas necesidades que no son reales, pero que las hacen
ver como tales, estimulando el consumismo tanto de objetos como de sujetos y hasta estilos de vida.
Además, como todo es efímero fácilmente sustituible y reciclable, supone caer en una especie de
histeria consumista que empuja al individuo hacia el caos, en el sentido de desvirtuar sus necesidades
reales, obligándolo a desear otras.
“Reafirmando esta idea, E. Fromm. (2003) dice: Que el mundo es para el un enorme objeto para
satisfacer sus apetitos: Una botella grande, una manzana grande, un pecho grande…. Y el hombre
ha llegado a ser el gran lactante, siempre a la espera de algo, y siempre decepcionado.”9

Alberto Guillen.

Carne: 1-3-1186.

9
https://sifp1.psico.edu.uy/sites/default/files/trabajos%20finales/../-tfg_paula.pdf

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