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En el artículo de hoy vamos a hacer referencia a las diferentes formas de contaminar un bosque:
Uno de los aspectos que tenemos que tener presente a lo largo de todo el artículo y siempre que
hablemos de contaminación, es que un bosque no sólo representa al conjunto de árboles que ha
crecido en un determinado lugar si no a todos los seres vivos que se alojan en esta misma zona.
Por ello, cuando hablamos de contaminación del bosque a través del ruido estamos haciendo
referencia a todos ellos. En el momento en el que se instalan carreteras al lado de los bosques,
fábricas o alojamientos residenciales destruimos las condiciones acústicas en las que viven y
conviven las diferentes especies que podemos encontrar en un bosque y, todo ello,
independientemente de los otros tipos de contaminación que también van a surcar su efecto.
A pesar de los años aún me sigue asombrando que haya personas que puedan arrojar desperdicios
o basuras en los bosques como si fuera algo de lo más natural. Antiguamente, había zonas de
bosque que se utilizaban como vertederos por eso de “como no lo veo no me duele o no me huele”
pero la realidad es que todavía siguen persistiendo estas prácticas en la que nosotros mismos
somos los causantes de un final que llegará antes o después.
Muchas personas utilizan frases como que hay residuos que se degradan con el tiempo y por ello
no hay que preocuparse si no se limpia. ¿Por qué tenemos que esperar a que el tiempo influya?
¿Por qué no dejarlo todo tan limpio y puro como lo encontramos? ¿A caso todo el mundo sabe
diferenciar entre los residuos biodegradables que los que perdurarán toda la vida?
La realidad es que no, no todos lo saben y a las pruebas me remito cuando encontramos plásticos
enterrados por el efecto de las lluvias. Está de nuestra mano hacer algo y evitar que esto continúe
pasando.
Este aspecto está intrínsecamente relacionado con la contaminación por el ruido pero, en este
aspecto, queremos hacer mención no al aspecto acústico si no a los niveles de contaminación
derivados por el CO2 y la exposición a los coches o las industria.
Hay especies de animales que no pueden soportar los niveles de contaminación de las grandes
ciudades y abandonan los territorios, otras especies acaban enfermando porque realmente les
afecta de la misma manera que a nosotros a pesar de que no nos demos cuenta.
Siempre se ha considerado a los bosques como los pulmones que mantienen la civilización pero
parece que esta realidad sólo se queda en la teoría y no hacemos nada por protegerlos.
Nos hemos planteado si la tala de árboles y los incendios forestales entrarían como contaminación
de los bosques, hemos considerado que estas dos actividades son una destrucción directa del
bosque mientras que la contaminación es a largo plazo.
Nuestros bosques se desvanecen y con ellos todas las especies que los habitan. El ritmo de
deforestación que padece México es uno de los más intensos del planeta: de acuerdo con el
Instituto de Geografía de la UNAM, cada año perdemos 500 mil hectáreas de bosques y
selvas. Eso coloca en riesgo de extinción a una gran variedad de plantas y animales, así
como a muchas comunidades que a lo largo de generaciones han encontrado en este
ecosistema un medio de vida, a tal grado que han aprendido a aprovecharlo sin destruirlo.
Esto también nos coloca en el quinto lugar de deforestación a nivel mundial.
México es uno de los países con mayor biodiversidad en el planeta, y una gran parte de esa
biodiversidad depende de los bosques y selvas. Esa riqueza natural ha tenido una expresión
en el terreno cultural, donde múltiples culturas han creado formas sociales, culturales y
artísticas en torno a este ecosistema. Hoy, esto está en riesgo.
Otro factor que atenta contra los bosques es la tala ilegal, un problema grave en nuestro país
pues se estima que el 70% del mercado nacional de madera tiene procedencia ilegal.
Pese a esto, Greenpeace considera que estamos a tiempo para frenar esta escalada
depredadora y garantizar la supervivencia de nuestros bosques y selvas.
CAZA
inclusive se caza una especie animal tan sólo por una pequeña parte de él.