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HORMONAS Y ESTADO EMOCIONAL

Escuela profesional de Psicología

Alumnas:
Mayra Sánchez Acosta
Daniela Vásquez Vega

Docente: Sixto Bonifacio

2018 - 1
INDICE

INTRODUCCIÓN

CAPITULO I: SISTEMA ENDOCRINO Y HORMONAS

1.1 Sistema Endocrino

1.1.1 Funciones

1.1.2 Órganos Endocrinos

1.2 Características

1.3 Clasificación

1.3.1 Mecanismos de acción hormonal

CAPITULO II: ESTADO EMOCIONAL

2.1 Definición

2.2 Factores que involucra el estado emocional

2.3 Robert E. Thayer

2.3.1 Calma-Energía

2.3.2 Calma-Cansancio

2.3.3 Tensión-Energía

2.3.4 Tensión-Cansancio

2.4 Tipos de emociones

2.4.1 Emociones primarias o básicas

2.4.2 Emociones secundarias

2.4.3 Emociones positivas


2.4.4 Emociones negativas

2.4.5 Emociones ambiguas

2.4.6 Emociones estáticas

2.4.7 Emociones sociales

2.4.8 Emociones instrumentales

2.5 Desarrollo emocional humano

CAPITULO III: ESTADO EMOCIONAL Y HORMONAS

3.1 Hormonas que influyen en el estado de ánimo

3.2 Equilibrio hormonal

3.3 Hormonas y cambios de ánimo en las mujeres

CAPITULO IV: INVESTIGACIONES

REFERENCIAS
INTRODUCCIÓN

En este trabajo evidenciaremos la importancia y conciencia de la correcta estimulación sexual

femenina, ya que en su mayoría importante de las mujeres no tiene conocimiento de este tema y no

tiene capacidad de tener una vida sexual placentera.

Llegar al orgasmo puede no ser la cosa más simple del mundo para las mujeres, principalmente si

falta conocimiento del propio cuerpo. Por eso parece imposible que existan estos tipos de orgasmos y

menos que puedas llegar a todos ellos.

Muchas personas han experimentado qué se siente al recibir una caricia, un beso, o un orgasmo. Pero

¿habrían sido capaces de describir qué se siente sin haberlo experimentado? Se habla de qualia para

nombrar todas las sensaciones que no se pueden explicar en tercera persona, o sin haberlo

experimentado. Se habla de la experiencia del orgasmo como algo puramente subjetivo como una

experiencia placentera que se caracteriza por la brusca e instantánea liberación de toda la excitación

o tensión sexual acumulada previamente tanto a nivel físico como neural y psicológico a través de un

instante de suspensión de inactivación mental, de extremado goce y de intensas sensaciones físicas,

seguidas de una igualmente rápida desactivación o relajación de toda tensión acumulada (J. A.

Carrobles. Biología y psicofisiología de la conducta sexual, 1990). ¿Se habla del mismo tipo de

orgasmo para hombres y para mujeres? Nuevas investigaciones diferencian ambos tipos de orgasmo.

Para hablar del orgasmo en hombres utilizan el término “placer corporal”. Sin embargo cuando se

habla de orgasmo femenino se recurre al término “placer mental”.

Espero que este trabajo sea de su agrado y de su total compresión.


CAPITULO I

SISTEMA ENDOCRINO Y HORMONAS

1.1 Sistema Endocrino

Las piezas fundamentales de sistema endocrino son las hormonas y las glándulas. En

calidad de mensajeros químicos del cuerpo, las hormonas transmiten información e

instrucciones entre conjuntos de células. Aunque por el torrente sanguíneo circulan muchas

hormonas diferentes, cada tipo de hormona está diseñado para repercutir solamente sobre

determinadas células.

Es un conjunto de órganos y tejidos del organismo encargado de segregar

hormonas. Se distribuye por el organismo de manera similar al sistema nervioso sólo que, en

este caso, lo hacen mediante sustancias y no a través de impulsos nerviosos. A los órganos

del sistema endocrino también se los conoce como glándulas, existen dos tipos de glándulas:

exocrinas y endocrinas.

a) Glándulas exocrinas: Trabajan liberando directamente las secreciones sobre el

tejido interno o externo, siendo las que asisten al estómago y al páncreas.

b) Glándulas endocrinas: Es en donde las secreciones son liberadas directamente al

torrente sanguíneo. Aquí es donde se alojan las hormonas y luego se distribuyen.

Las características de estas glándulas son:

- No poseen conductos

- Tienen una elevada irrigación

- Poseen vacuolas intracelulares, estas son unas capsulas cerradas, recubiertas

por una membrana plasmáticas, contienen agua y su función es la de contener

y proteger las hormonas.


1.1.1 Funciones

 Regula el estado de ánimo

 Favorecer el crecimiento

 Asistir en las distintas funciones de tejidos y el metabolismo en general.

 Trabajar en el organismo como una red de comunicación celular que responde

a través de estímulos y liberan hormonas.

1.1.2 Órganos endocrinos

 Sistema Nervioso Central

 Hipotálamo

- Hormona liberada de tirotropina

- Dopamina

- Hormona liberadora de somatropina

- Somatotastina

- Hormona liberadora de gonadotrofina

- Hormona liberadora de cortitropina

- Oxitocina

- Vasopresina

 Glándula Pineal

- Melatonina -> Actúa como antioxidante en el organismo,

regula los ciclos del sueño y el inicio de la pubertad.

- Demetiltriptamina -> Regula el sueño y actúa sobre

experiencias de tipo místicas.

 Glándula Hipófisis y Adenohipófisis

- Hormona del crecimiento -> Como su nombre refiere, regula el

crecimiento.
- Hormona estimulante de la tiroides -> Favorece la absorción de

yodo por parte de las glándulas tiroideas.

- Hormona foliculoestimulante -> En las mujeres estimula la

maduración de los folículos y en los hombres, la

espermatogénesis.

- Hormona lutenizante -> Que se encarga de estimular la

ovulación en las mujeres y en los hombres estimula la síntesis

de la testosterona.

- Prolactina -> Encargada de mediar el orgasmo y de liberar la

leche de la glándula mamaria.

 Hipófisis Posterior

- Oxitocina -> En las mujeres durante el parto estimula la

contracción de los músculos y en los hombres facilita la

eyaculación.

- Vasopresina -> Favorece la reabsorción de agua en los riñones.

 Hipófisis Media

- Hormona estimulante de melatocitos -> Regula la liberación o

síntesis de la malanuna y melanoitos en el cabello y piel.

 Glándula Tiroides

- Triyodotironina -> Estimula el consumo del oxígeno y de

energía.

- Tiroxina -> Actúa como una pro-hormona de la triyodotironina.

También actúa sobre el consumo del oxígeno y de energía.

- Calcitocina -> Trabaja sobre la construcción de los huesos.

 Sistema Digestivo
 Estómago

- Gastrina -> Segrega ácidos.

- Ghrelina ->Estimula el apetito.

- Neuropéptido -> Desciende la actividad física y aumenta la

ingesta de alimentos.

- Somatostatina -> Regula la liberación de la gastrina entre otras

hormonas.

- Histamina -> Actúan y estimulan sobre la secreción del ácido

gástrico.

- Endotelina -> Contrae el músculo liso estomacal.

 Duodeno

- Secretina -> Reduce o suspende la producción del jugo gástrico

y segrega bicarbonato.

- Colecistoquinina -> Libera enzimas digestivas y bilis. También

suprime el apetito.

 Hígado

- Somatomedinas o Factor de Crecimiento Insulínico -> Regula

el crecimiento corporal y celular.

- Angiotensina -> Provoca estrechamiento de los vasos

sanguíneos.

- Trombopoyetina -> Regula la producción de plaquetas.

 Páncreas

- Insulina -> Encargada de trasportar la glucosa al torrente

sanguíneo, el hígado y los músculos.


- Glucagón -> Aumenta los niveles del azúcar en la sangre.

- Somatostatina -> Frena la liberación de insulina y de glucagón,

suprime la acción secretora del páncreas.

- Polipéptido pancreático -> Regula los niveles de glicógeno

hepático y la función secretora pancreática

 Riñón

- Renina.

- Eritropoyetina -> Favorece la formación de eritrocitos.

- Calcitriol -> En el aparato digestivo aumenta la absorción de

fosfato y de calcio.

- Trombopoyetina.

 Glándula Suprarrenal

- Sobre la Corteza Adrenal

 Glucocorticoide -> Inhibe la asimilación de glucosa en

los músculos y tejidos.

 Fomenta la degradación de ácidos grasos en el tejido

adiposo.

 Mineralocorticoides -> Favorece en la reabsorción de

sodio por parte de los riñones.

 Andrógenos.

- Sobre la Médula Adrenal

 Adrenalina -> Dilata las pupilas, anula o suspende los

procesos digestivos, aumenta la frecuencia cardíaca,

regula el suministro de glucosa y oxígeno en los

músculos y el cerebro.
 Noradrenalina -> Aumenta la frecuencia cardíaca,

regula el suministro de glucosa y oxígeno para los

músculos y el cerebro.

 Dopamina -> Aumenta la presión arterial y la

frecuencia cardíaca.

 Encefalina -> Regula o suprime la respuesta al dolor.

 Sistema Reproductivo

 Testículos

- Andrógenos (testosterona) -> Aumenta la masa muscular y la

fuerza.

- Estradiol.

- Inhibina

 Folículo Ovárico

- Progesterona -> Poseen múltiples funciones durante el

embarazo. También tiene un efecto antiinflamatorio.

- Androtenidiona -> Es la productora de los estrógenos.

- Estrógenos -> Amplias funciones sobre el embarazo, aumenta

el recuento de plaquetas, realiza balances de fluidos, regula la

retención de agua y de sales. Aumenta los niveles de HDL

(colesterol bueno) y disminuye los niveles de colesterol LDL

(colesterol malo).

- Inhibina.

 Placenta

- Progesterona -> Encargada de mantener el embarazo.


- Estrógenos.

- Gonadotropina coriónica humana. Protege el embrión

inhibiendo la respuesta inmune.

- Lactógeno placentario humano, aumenta la producción de

insulina.

- Inhibina.

 Útero

- Prolaxctina -> Produce la leche de las glándulas mamarias.

- Relaxina.

 Otras Funciones

 Como regulador del calcio

- Paratiroides

- Hormona paratiroidea

- Piel

- Calcifediol

 Funciones de las hormonas sobre otros órganos

 Corazón

- Hormonas Secretadas:

 Péptido natriurético auricular -> Reduce la presión

arterial, el agua, lípidos y sodio.

 Péptido natriurético cerebral.

 Medula Ósea
- Hormonas Secretadas:

 Trombopoyetina -> Estimula los megacariocitos que

forman las plaquetas.

 Tejido Adiposo

- Hormonas Secretadas:

 Estrógenos

 Leptina -> Disminuye el apetito

1.2 Características

Las hormonas son liberadas al torrente sanguíneo ayudando a cumplir diversas

funciones:

 Estimulantes: Fomentan la actividad del tejido

 Inhibitorias: Disminuyen la actividad del tejido

 Antagonista: Ciertas hormonas pueden causas efectos opuestos (insulina,

glucagón).

 Trópico: Altera el funcionamiento de otro tejido endocrino, es decir, que su

efecto se refleja sobre otro tejido del sistema endocrino.

 Sinergista: El efecto se potencia cuando dos hormonas se combinan,

provocado un efecto mucho mayor que si se encontraran separadas.

 Realizar un balance cuantitativo donde una hormona depende de la acción de

la otra.

1.3 Clasificación

Las hormonas, son sustancias químicas producidas por glándulas, tejidos

especializados y neuronas que equilibran las funciones biológicas el cuerpo, tal como el
metabolismo, el crecimiento, la sexualidad, entre otros, forman parte de un grupo identificado

como mensajeros químicos al cual pertenecen los neurotransmisores. Estas sustancias son

producidas por las glándulas del ser humano, de los animales y, de los vegetales, son

transportadas por la sangre o por la savia, que actúa inhibiendo o activando alguna actividad

de otros órganos, tejidos o células.

Sin embargo, el exceso o falta de alguna hormona puede ser grave, cuando las

hormonas no funcionan correctamente, estamos frente a una disfunción hormonal, común en

hombres y mujeres relacionados a los casos de las glándulas sexuales. Estos disturbios

hormonales son caracterizados por la deficiencia de las glándulas endocrinas, de manera que

pasan a producir una cantidad menor de hormonas y, por lo tanto, el tratamiento se basa en la

reposición hormonal.

Las hormonas se clasifican en:

 Aminas: Desde una visión química las mismas resultan de la conformación de

amoniaco con hidrogeno, dada la cantidad o bien el porcentaje de

concentración de estos en la célula, se pueden distinguir en aminas primarias,

secundarias y terciarias.

La amina cumple un papel primordial en el organismo humano, al ser la

reguladora de los estados de alerta, ataque, pánico, depresión o estrés, los

cuales inducen o recrean ciertas alteraciones como es el caso del aumento del

ritmo cardiaco, el cual disminuye ante la intervención de la amina.

 Prostaglamdinas: Sustancias químicas que derivan de los aminoácidos, y que

cumplen diversas funciones, que llevan a cabo una vez que se fusionan con

demás células, como es el caso de servir de moderadoras en la segregación

hormonal, controlar el aumento de los niveles celulares.

 Esteroides: Resultan una fusión del compuesto químico esterano y carbono,

los derivados de esteroides más relevantes en el cuerpo humano y cuyos


niveles deben ser objeto de evaluación médica de forma recurrente son las

hormonas sexuales tanto masculinas como femeninas; las cuales como sabrás

contribuyen en gran medida a la formación de rasgos anatómicos, segregación

de sustancias como la prolactina para la fertilidad, control del vello corporal,

entre otras.

 Peptídicas: Esta clasificación de hormonas es aquella que deriva del propio

torrente sanguíneo, como un proceso de degeneración celular al que son

sometidas por parte del plasma, estas tienen una gran función al ser

reguladoras principales del sistema endocrinólogo, contribuyendo al control de

demás sustancias, como por ejemplo, la insulina que resulta primordial para

regular los niveles de azúcar en la sangre.

 Lipídicas: Estas células resultan de la fusión del carbono con el hidrogeno, las

cuales dada su impermeabilidad pueden ser recibidas sin problema alguno por

los órganos para su funcionamiento, de aquí que sean las que mayor relevancia

guarden para la industria farmacéutica por la buena recepción que las mismas

pueden hacer de los fármacos.

 Proteínas, Estas en su composición, tienen alta concentración de aminoácidos,

los cuales devienen de un proceso celular intrínseco, hoyándose presente en

todas las moléculas

1.3.1 Mecanismos de Acción Hormonal

De acuerdo a su estructura, las hormonas presentan diferentes mecanismos de

acción: mecanismo de acción de hormonas esteroideas y mecanismo de acción de

hormonas proteicas. Las hormonas esteroideas, gracias a su naturaleza lipídica, son

capaces de atravesar fácilmente las membranas de las células diana, y se unen a las

moléculas receptoras de tipo proteico, ubicadas en el citoplasma, de esta manera

llegan al núcleo, donde ejercen su acción modificando la expresión genética del ADN,
promoviendo o inhibiendo la síntesis de determinadas proteínas, que desencadenan

los procesos fisiológicos de los que esa hormona es responsable.

Las hormonas proteicas, generalmente por ser moléculas de gran tamaño, no

pueden entrar a las células blanco, por lo que, usan moléculas receptoras que hay en la

superficie de sus membranas plasmáticas, provocando la formación de un segundo

mensajero, denominado AMPC, que es el que induce los cambios en la célula al

activar a una serie de enzimas que producen el efecto metabólico deseado.


CAPITULO II

ESTADO EMOCIONAL

2.1 Definición

Las emociones implican una gran actividad mental y orgánica, por tanto son

comparables a fuentes de energía que se traduce en impulsos para indicar lo que sucede a

nuestro alrededor. El estado complejo de activación que se produce como reacción ante una

situación percibida (emoción). La emoción es la manifestación más evidente; una emoción es

un estado agudo que se caracteriza por la interrupción de le experiencia y la actividad

rutinaria; como tal, la emoción pude generar sentimiento subjetivo de placer o disgusto,

respuesta fisiológica (por ejemplo, el cambio de la frecuencia cardíaca) y respuesta

conductual.

Los estados emocionales son el motor del ser humano, forman parte de nuestra

existencia, y sin ninguna duda, ellos condicionan nuestras acciones, las que vemos como

posibles y las que no, y también las decisiones que tomamos.

Todos los seres humanos siempre estamos inmersos en algún estado emocional,

aunque en la mayoría de las ocasiones no seamos conscientes de ello. En un momento dado,

nos descubrimos y sin saber por qué percibiendo nuestra realidad, nuestro entorno y el mundo

en general, de manera diferente a como lo percibíamos hace un día, un mes o seis. Un

determinado estado emocional hace que percibamos nuestra cotidianeidad de una forma

determinada, hace que nos asalten determinados pensamientos, que emitamos determinados

juicios y que realicemos determinadas acciones, sin a veces, ser muy conscientes de cual está

siendo en ese momento nuestro motor o en ocasiones, sin saber por qué no tenemos motor.

2.2 Factores que involucra el estado emocional


Los estados emocionales dependen de múltiples factores, dependen de la estación del

año en la que estemos, de todo es conocido que la primavera y el otoño traen para muchas

personas asociado un estado de melancolía; otro factor muy influyente es el clima, al que

muchas veces se le ha hecho responsable del carácter y la productividad de determinadas

regiones geográficas; también influye en el estado de ánimo el día de la semana, pocos son

los que no sufren el “síndrome del domingo por la tarde” y cómo no, la hora del día en la que

nos encontramos.

Asimismo los estados emocionales de las personas están condicionados por el estado

emocional del entorno en el que se encuentre, tanto en empresa como de familia, ya que los

estados emocionales siempre se generan dentro de un estado emocional social más

amplio. Las organizaciones, a menudo, son las responsables de los estados emocionales de

los individuos que pertenecen a ellas. Y estos estados emocionales colectivos, a los que casi

nunca prestamos atención, son tan importantes que condicionan la mayoría de las acciones

que los trabajadores creen que pueden llevar a cabo o no. Por eso el papel que juegan los

líderes de los equipos es crucial en este aspecto, ya que ellos generan espacios emocionales,

abren nuevas posibilidades de acción y amplían el espectro de las acciones que sus

colaboradores ven como posibles.

Otro factor desencadenante de la generación de los estados emocionales en los

individuos y en las organizaciones es la actitud que la persona presenta ante los hechos que se

pueden cambiar y los que no. Así el resentimiento se produce cuando el hecho no se puede

cambiar y no lo aceptamos y gastamos todas nuestras energías en cambiarlo; el estado

emocional de paz es el opuesto al de resentimiento, aparece cuando un hecho no se puede

cambiar y así lo aceptamos desde el principio, utilizándolo además para aprender de él. El

estado emocional de resignación aparece cuando algo está en nuestras manos cambiarlo pero

decidimos no hacerlo, lo contrario del estado de ambición o superación que aparece cuando

ponemos todo nuestro empeño en cambiar aquello que está en nuestras manos cambiar.
2.3 Robert E. Thayer

Lo define como un estado de ánimo como un sentimiento de fondo que persiste en el

tiempo. Sus investigaciones afirman que los estados de ánimo surgen de la energía y la

tensión y que éstos pueden entenderse a partir de cuatro estados básicos que dependen del

espectro energía-tensión.

2.3.1 Calma – Energía:

Es el estado donde el sujeto se siente a gusto, en confianza y optimista. Se considera

como estado ideal para realizar actividades como el trabajo y estudio puesto que se

presenta con alta energía y tensión baja. Regularmente suele presentarse en las

mañanas. La tensión no existe y nos embarga el optimismo, las sensaciones

corporales agradables y nos sentimos vigorosos, con plenitud y bienestar. En este

estado tenemos las reservas de energía al tope, tanto a nivel mental como físico por lo

que nuestras capacidades aumenta, estamos más vitales y creativos.

2.3.2 Calma – Cansancio:

Es la sensación previa al sueño en el que el sujeto alcanza un punto donde no hay

energía ni tensión. En este caso, el cansancio es agradable, relajado. Es el momento

en el que te puedes permitir descansar con la conciencia tranquila. Cuando llegas a

casa después de un largo, pero productivo día de trabajo y te echas en el sofá a ver tu

serie favorita. Parece obvio decir que lo que tenemos que fomentar son los estados de

energía tranquila y cansancio tranquilo, intentado que los estados tensos sean

mínimos a lo largo de todo el día.

2.3.3 Tensión - Energía:

Es un estado de ánimo que se caracteriza por una sensación de excitación agradable y

de poder, asimismo es la sensación que experimenta el sujeto cuando se le ha acabado

el tiempo para cumplir alguna actividad, tienden a esforzarse por conseguir lo que se

propone pero sin reflexionar en lo que hace, como por ejemplo entregar un trabajo,
pagar un servicio, atender una cita, etc. La sensación de urgencia genera una

frecuencia cardíaca elevada porque el cuerpo está liberando adrenalina, lo que

ocasiona que se presenten altos niveles de energía y tensión. La tensión física puede

provocar la pérdida de atención a otras necesidades, propias y de los demás y terminar

por llegar a un estado de agotamiento total.

2.3.4 Tensión – Cansancio:

Es el estado donde se origina una sensación de cansancio general, sentimientos de

fatiga, desánimo, nerviosismo capaces de mermar nuestra autoestima y hacernos

sentir incapaces en nuestras labores. El cuerpo y la mente nos piden un descanso a lo

largo del día, que si no se lo damos nos hará pasar una mala noche. Aquellos casos en

los que tu agenda diaria está hasta arriba de tareas, las cuales no son todas de tu

devoción, y llegas a casa con las pilas descargadas. Sin embargo, no llegas a llenar tu

batería y al día siguiente has de empezar el día de nuevo sin haberte recargado ni

mental ni físicamente. En este punto existen pensamientos negativos debido a que

existe cansancio físico acompañado de ansiedad nerviosa. Es un estado de baja

energía y alta tensión que comúnmente acontece durante las tardes.

Las fluctuaciones del humor son eminentemente moduladas por la satisfacción o la

insatisfacción de diversas necesidades instintivas (el hambre, la sed, el sueño, la sexualidad);

relacionales (vida conyugal, familiar, profesional); o culturales (ocio, vacaciones). Las

variaciones patológicas del humor pueden hacerse en el sentido negativo (la depresión),

positivo (un carácter muy expansivo) o inscribirse en el sentido de una indiferencia.

 Humor depresivo o Distimia: Los afectos depresivos expresan matices desde la

morosidad, de la languidez, de la nostalgia, de la ideación suicida, del desaliento,

hasta la depresión más auténtica y más profunda, estado de tristeza patológica y de

dolor moral. Esta disforia se acompaña de un sentimiento de desvalorización de sí

mismo, de pesimismo, de cansancio y de inhibición.


 Humor expansivo o hipertimia: Expresa matices de la satisfacción, del bienestar, de

la felicidad, de la euforia hasta el éxtasis. Esos estados de exaltaciones tímicos son de

grados muy diversos, desde la hipomanía habitual de algunos sujetos hiperactivos

hasta la gran excitación tímica, ideática y motora de la manía aguda. Algunas

intoxicaciones (alcohol, éter, anfetaminas) pueden dar lugar a exaltaciones tímicas

pasajeras.

 El humor neutro o "eutimia": Algunos estados afectivos se caracterizan a la inversa

de los precedentes por una frialdad, una neutralidad, una atonía, por el carácter

indiferenciado del humor, el cual parece inaccesible a los estímulos habituales. Un

humor totalmente neutro supondría una indiferencia total y no se observa en

condiciones psicológicas normales, por ello el término "eutimia" designa

habitualmente estados de ánimo normales y excepcionalmente estados de ánimo

neutros por ser más infrecuentes, como en esquizofrénicos, donde se observan casos

de embotamiento tímico (aplanamiento afectivo), de indiferencia aparente, alternando

a veces con unos accesos depresivos o eufóricos.

2.4 Tipos de Emociones

La psicología siempre se ha interesado por las emociones, porque éstas influyen en

nuestro pensamiento, nuestra conducta e incluso nuestra salud mental.

Es por eso que el concepto de inteligencia emocional ha ido ganando terreno en las

últimas décadas y palabras como validación emocional, regulación emocional o gestión

emocional nos resultan cada vez más familiares. Está demostrado que la inteligencia

emocional mejora nuestro bienestar y nuestro rendimiento. En este artículo hablaremos de las

emociones y cómo se clasifican estas manifestaciones humanas.

2.4.1 Emociones Primarias o Básicas

Las emociones primarias también se conocen como emociones básicas, y son

las emociones que experimentamos en respuesta a un estímulo. Para Paul Ekman, las
afirmó que las emociones básicas son 6: tristeza, felicidad, sorpresa, asco, miedo e ira.

Todas ellas constituyen procesos de adaptación y, en teoría, existen en todos los seres

humanos, independientemente de la cultura en la que se hayan desarrollado.

2.4.2 Emociones Secundarias

Las emociones secundarias son un grupo de emociones que siguen a las

anteriores. Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo después

podemos sentir las emociones secundarias de amenaza o enfado, dependiendo, claro

está, de la situación que estemos viviendo. Las emociones secundarias son causadas

por normas sociales y por normas morales.

2.4.3 Emociones Positivas

Dependiendo del grado en que las emociones afectan al comportamiento del

sujeto, éstas pueden ser o bien positiva o bien negativas. Las emociones

positivas también se conocen como emociones saludables, porque afectan

positivamente al bienestar del individuo que las siente. Favorecen la manera

pensar, de razonar y de actuar de las personas. Por ejemplo, la alegría, la

satisfacción, la gratitud no provocan una actitud positiva frente a la vida y nos

hacen sentir experiencias que nos ayudan a sentirnos bien.

2.4.4 Emociones Negativas

Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas,

porque afectan negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como

emociones tóxicas, y suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la

tristeza son algunos ejemplos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas

cantidades y relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman parte del

proceso de aprendizaje, ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional nos ayuda a
recordar las consecuencias que tienen ciertas conductas (o exponernos a ciertos

contextos).

2.4.5 Emociones Ambiguas

Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto

que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no saludables.

Por ejemplo, la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.

La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y

que nuestras experiencias presentan muchos matices.

2.4.6 Emociones Estáticas

Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas. Son

aquellas que se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como por

ejemplo: la música o la pintura.

Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero

esa sensación sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se

experimenta ante cualquier otra experiencia, ya que se vive en un contexto artístico,

mediado por símbolos y atribuciones sobre las intenciones del autor.

2.4.7 Emociones Sociales

Las emociones sociales no se refieren a las emociones culturalmente aprendidas, sino

que es necesario que haya otra persona presente o de lo contrario no pueden aflorar.

Por ejemplo, la venganza, la gratitud, el orgullo o la admiración, son emociones que

sentimos respecto a otros individuos.

2.4.8 Emociones Instrumentales

Las emociones instrumentales son aquellas que tienen como fin u objetivo la

manipulación o el propósito de lograr algo. Son complicadas de reconocer porque

puede parecer que sean naturales. Sin embargo, son emociones forzadas y esconden

una intención. En ocasiones, son fruto de la auto-sugestión: someterse a ciertos


contextos voluntariamente para hacer que una parte de esa emoción tiña nuestra forma

de comportarnos.

2.5 Desarrollo Emocional Humano

Según Bisquerra (2006), el desarrollo de las emociones en el ser humano presenta las

siguientes etapas:

 Primeros meses: Desde los primeros meses, el bebé tiene la capacidad de

reconocer emociones positivas y negativas. Es preciso considerar que la

experimentación de las emociones es previa a la capacidad de expresarlas.

 Niñez: Hacia los 2 años, son capaces de demostrar empatía, es decir, reflejar el

sentimiento del otro sin necesariamente comprenderla. Mientras que,

aproximadamente a los 4 años, pueden reconocer las emociones básicas, y

también entienden cómo estos sentimientos generan diferentes respuestas.

 Adolescencia: En esta etapa se enfatiza la parte social en el reconocimiento de

emociones, en ese sentido se va desarrollando la autovaloración a partir de la

interacción con los demás. Adicionalmente, ya consideran que todas las

emociones son aceptables, las diferentes respuestas o reacciones que provocan las

emociones pueden ser buenas o malas; es por eso que, entre los 11 y 15 años, se

reconocen las emociones propias y las de otras personas, así como las reglas de

expresión; sin embargo, en esta etapa, se experimentan problemas en el manejo de

las emociones.

 Adultez: En la adultez, ya se espera que el sujeto tenga la capacidad de identificar

y reconocer las emociones propias y las ajenas, así como ejercer control adecuado

de estas, teniendo en consideración la inteligencia emocional.

En síntesis, con el paso de la edad, se generan diversos cambios de las emociones, y estos

impactan sobre la concepción del sí mismo y el entorno. En ese sentido, durante el desarrollo
emocional, la cultura y la sociedad tienen gran influencia en las emociones, ya que regulan su

expresión.

CAPITULO III

ESTADO EMOCIONAL Y HORMONAS

3.1 Las hormonas que influyen en el estado de ánimo

Las hormonas son nuestras aliadas, pero si no mantenemos el equilibrio adecuado

entre ellas, nuestro cuerpo, así como nuestros estados de ánimo sufrirán las consecuencias.

Las hormonas cumplen un rol bastante importante en la regulación de muchas

funciones del organismo; pero también están asociadas a cambios en los estados de ánimo.

Sobre esta base, podemos afirmar que las hormonas tienen una estrecha relación con procesos

vitales básicos, sin embargo, a pesar de no tener una certeza completa de su grado de

influencia, es indudable que influyen de manera importante en nuestros comportamientos y

estados de ánimo.

Muchas veces observamos a personas que repentinamente se ponen tristes o muy

ansiosas, sin una razón aparente. La posible causa de estos misteriosos malestares podría

radicar en un desequilibrio hormonal. Del mismo modo, muchas mujeres reportan que,

especialmente, durante la etapa premenstrual se sienten diferentes, más sensibles, irritables,

etc. Los cambios mencionados tienen una estrecha relación con procesos hormonales que se

dan en ese intervalo de tiempo.

Se sabe de algunas hormonas que pueden condicionar el comportamiento, las cuales

son:

 Estrógeno: Determinan el ciclo menstrual, produciendo las células que forman

el endometrio, la ovulación y las secreciones vaginales. La falta de esta


hormona ha sido relacionada con la depresión que ocurre después del parto

(depresión postparto), ya que suelen bajar los niveles de la misma.

 Adrenalina: Es conocida como la hormona del estrés, esto se debe a que es la

encargada de preparar al organismo a reaccionar en casos de urgencia.

 Leptina: Se produce en las células grasas y su trabajo es controlar el hambre y

la saciedad; por eso, se le conoce como la hormona del apetito. Su nivel más

bajo es por la mañana, lo que quiere decir que de manera natural, tus ganas de

comer deberían ir disminuyendo a lo largo del día. Por eso, el desayuno tiene

que ser tu alimento más importante.

 Melatonina: Regula tanto los ritmos biológicos como el sueño. Se segrega

fundamentalmente durante la noche y le indica al cuerpo que ya es hora de ir a

dormir.

 Testosterona: Es la responsable de los rasgos masculinos. Niveles bajos de esta

hormona están asociados a una reducción de la capacidad sexual en el hombre,

así como estados de depresión, ansiedad y estrés.

 Endorfinas: Estimulan el placer y tienen un efecto analgésico. Se segregan

fundamentalmente al hacer ejercicio o al reírnos.

 Cortisol: Activa la producción de adrenalina y regula la respuesta del

organismo ante el estrés. En niveles muy bajos aparece el desánimo y el

cansancio, pero si es muy elevado produce ansiedad, taquicardias y

nerviosismo. Lo ideal es que se encuentre equilibrada, así se tendrá menos

propensión a cualquiera de estos malestares.

 Catecolaminas: Son estimulantes que se segregan a las dos o tres horas

aproximadamente de habernos levantado. Nos brindan energía y ánimo para

seguir con nuestras labores diarias.


 Progesterona: Interviene en la actividad del aparato genital y en el ciclo

menstrual. En la menopausia se experimenta una importante reducción de los

niveles de esta hormona, por lo que se asocia con irritabilidad, depresión,

ansiedad, etc.

 Tiroideas: Una cantidad demasiado elevada puede provocar ansiedad e

incapacidad para relajarse, además, genera síntomas similares a los estados de

manía en personas bipolares. Por otro lado, su escasez puede provocar

depresión y fatiga crónica.

 Oxitocina: Aumenta el grado de placer en las relaciones sexuales, la

sensibilidad del aparato genital y el deseo. Evidentemente, una reducción en

sus niveles estará asociada a dificultades en esta área.

3.2 Equilibrio hormonal

Ahora que hemos conocido un poco el papel tan importante que desempeñan las

hormonas en la regulación de nuestro estado de ánimo, tanto hombres como mujeres

podemos lograr un equilibrio en nuestras hormonas para que, de este modo mejore nuestro

estado de ánimo y nos sintamos mejor.

Es recomendar una dieta equilibrada, sana y variada, que incluya todos los tipos de

alimentos y en cantidades adecuadas, ni en exceso ni por defecto. Tampoco debemos

saltarnos ninguna comida y realizar un buen desayuno a diario.

¿Qué alimentos tomar para sentirnos mejor?

 Alimentos que ayudan a mejorar el desánimo y la depresión

- Prácticamente todas las frutas y verduras, pero en especial

aquellas verduras con un porcentaje alto de vitamina C

(naranja, fresas, kiwi, limón), el plátano, la piña, la


lechuga (con alto contenido en triptófano, el precusor de la

serotonina) el ajo, el aguacate o los espárragos.

- Frutos secos como las nueces y legumbres como los garbanzos.

- Pescados azules: atún, salmón o caballa son buenos ejemplos

debido a su alta concentración de ácidos grasos Omega-3, que

colabora atenuando síntomas de de depresión o ansiedad.

- Cereales integrales, ricos en ácido fólico y triptófano, que

ayudan a mantener niveles estables de glucosa en sangre y

evitar los cambios bruscos de humor.

- Huevos y lácteos.

- Té verde, chocolate (preferiblemente chocolate negro), con alto

contenido en flavonoides, refuerzan el estado de ánimo y

ayudan en la prevención de numerosas enfermedades como

ciertos tipos de cáncer.

Es importante realizar alguna actividad física y es fundamental llevar una

alimentación equilibrado y saludable, con buenos aportes de verduras y frutas y reduciendo la

ingesta de sal y azúcar y de café, alcohol y tabaco.

3.3 Las hormonas y los cambios de ánimo en las mujeres

La vida femenina está marcada por los vaivenes hormonales y esto también afecta su

estado de ánimo.

La vida de una mujer puede ser drásticamente distinta dependiendo de las distintas

variables que la atraviesan, como es el caso de la cultura en la que se encuentra inmersa, su

estilo de vida, su estado civil y sus gustos. Sin embargo, hay un factor que afecta a todas: el

rol que juegan las hormonas en los cambios de ánimo.


Los vaivenes hormonales en la mujer, aún más que en los hombres, se destacan por

marcar el paso de los variados ciclos en su vida. Desde el inicio de la pubertad hasta la

menopausia, la población femenina experimenta cambios en sus cuerpos estrechamente

relacionados con su sistema endocrinológico, y estas mismas fluctuaciones incluso pueden

afectar el ánimo de la mujer. Esto se debe a que las hormonas determinan efectos en la acción

de neurotransmisores, las moléculas que transmiten información de neurona a neurona,

y estas inciden en el ánimo.

Ya en el comienzo de la pubertad, los niveles de las hormonas estrógeno y

progesterona aumentan, y estas descargas hormonales tienden a causar las alteraciones

emocionales.

Una vez iniciado el ciclo menstrual de 28 días, es común que la mujer experimente

dos fases distintas en sus cambios de ánimo: la fase folicular y la lútea. La primera

corresponde a los días previos a la ovulación y se caracteriza por el predominio del estado de

alerta, el deseo e instinto sexual a modo de estimular la fecundación. Justamente por ello la

mujer tiende a sentirse más atractiva y de buen ánimo.

En el caso de no producirse el embarazo, la segunda fase se caracteriza por un

aumento de la temperatura corporal, tensión mamaria, distensión abdominal, retención de

líquidos, tránsito lento y constipación, sequedad genital, labilidad emocional y cambios en el

apetito.

Hacia los 45 años se da comienzo a la menopausia, etapa de la vida en la mujer en la

que la menstruación cesa y que puede durar cinco o más años. En algunas mujeres estos

cambios traen aparejados gran desasosiego, irritabilidad e insomnio. Otros síntomas

relacionados al ánimo que puede experimentar la mujer son la ansiedad y la depresión.

 ¿Cuándo alertarse?
Si bien es normal que la mujer sufra cambios en su humor debido a su

ciclo menstrual, la disfunción tiroidea puede afectar el ánimo de la mujer e

incluso su calidad de vida.

Tal es el caso de la carencia de serotonina: su descenso en los niveles

normales es capaz de causar ansiedad, obsesión, irritabilidad, nerviosismo,

tristeza, depresión, mal humor, aislamiento y baja autoestima. Estos síntomas

suelen aparecer los diez días previos a la menstruación y a ellos se suman el

dolor de cabeza, la retención de líquidos, el aumento de peso, los problemas en

el descanso nocturno y un deseo de comer en exceso dulces o chocolate.

También es importante estar alerta a la depresión durante la

menopausia y el post-parto, en especial en aquellas personas que ya sufrieron

esta enfermedad en otro punto de sus vidas. Es por ello que es recomendable

hacer ejercicio durante estos momentos de cambios hormonales, ya que la

actividad física produce la secreción de las endorfinas que son las hormonas

relacionadas con el bienestar psicofísico y con el placer.

Por más que la sensibilidad a flor de piel tiende a ser un rasgo distintivo

de las mujeres, es importante consultar con un endocrinólogo cuando estos

cambios en el ánimo resultan fuera de lo normal y afectan la calidad de vida.


CAPITULO IV

INVESTIGACIONES

4.1 Estrés laboral y salud: Indicadores cardiovasculares y endocrinos

Miguel Angel Serrano Rosa, Luís Moya Albiol y Alicia Salvador (2009), revisaron los

aspectos principales sobre estrés laboral desde un punto de vista interdisciplinar resaltando

alguna de las variables biológicas implicadas. La evidencia existente entre el estrés laboral,

los niveles de cortisol y la respuesta matutina del mismo, considerada un indicador de estrés

crónico.

La activación del eje hipotálamo-hipofiso-adrenal es una de la respuestas más

características de estrés, siendo los niveles de cortisol (sanguíneo, urinario o salivar) un buen

marcador de la respuesta al estrés, además de estar relacionados con efectos negativos en la

salud, y ser considerados como marcadores del estrés psicosocial. Sin embargo, las relaciones

entre el estrés laboral y los niveles de cortisol no son total-mente unánimes.

Así, en primer lugar, en pocos estudios se ha encontrado altos niveles de cortisol en el

contexto ocupacional. Entre ellos, se ha descrito hipercortisolemia en situaciones de alto

estrés en médicos de urgencias durante las horas de trabajo (Weibel, Gabrion, Aussedat &

Kreutz, 2003) o en profesores (Ritvanen, Louhevaara, Helin, Väisänen & Hänninen, 2006).

Sin embargo, con esta metodología de muestreo, no se han encontrado diferencias en

los niveles de cortisol entre la jornada laboral y la no laboral o en los periodos de tiempo

donde no se trabaja. Así, Walsh et al.(1997) no encontraron diferencias significativas entre

los niveles de cortisol medidos durante una semana de clases y otra sin clases en una muestra

de profesores. Estos resultados fueron interpretados en el sentido de que un aumento de los

sentimientos de control a lo largo de la semana de clases permite mantener los niveles de

estrés moderados.

Recientemente, y a la vista de los resultados contradictorios mencionados, se ha

sugerido que es posible que el cortisol medido durante la jornada laboral no sea un buen
marcador de estrés crónico (Kunz-Ebrecht et al., 2004b). De hecho, en un estudio reciente

(Kunz-Ebrecht, Kirschbaum, Marmot & Steptoe, 2004) se ha separado la respuesta matutina

del cortisol o respuesta de esta hormona al despertar (diferencia entre los niveles hormonales

a los 30 minutos y en el mismo momento de despertar) y la respuesta a lo largo del día,

justificando dicha división por los diferentes factores que afectan a dichos fenómenos

(Edwards, Evans, Huckelbridge & Clow, 2001). Así, la respuesta matutina de cortisol se

asocia principalmente a estresores crónicos, mientras que las variaciones a lo largo del día se

asocian con estado de ánimo negativo y estrés percibido. De esta forma, el interés se está

centrando en la respuesta matutina del cortisol salivar como indicador de estrés crónico,

estrés laboral y depresión (Wüst et al., 2000; Kunz-Ebrecht et al., 2004b), habiéndose

sugerido que un decremento en dicha respuesta matutina puede ser un marcador de una

disfunción adrenocortical, lo que podría actuar como un factor de vulnerabilidad a ciertos

síndromes físicos y mentales (Meinlschmidt & Heim, 2005). En definitiva, la respuesta

matutina del cortisol salivar es sensible a diversos factores psicosociales, entre ellos el estrés

laboral (Schulz, Kirschbaum, Pruessner & Hellhammer, 1998).

La magnitud de la respuesta de cortisol matutina se asocia positivamente con estrés

crónico, estrés laboral y depresión (Wüst et al., 2000; Pruessner et al., 2003; Kunz-Ebrecht et

al., 2004b). En esta línea, desde el modelo de tensión laboral de Karasek, se ha descrito que

la respuesta matutina de cortisol está influida por las demandas y no por el control, siendo

consistente esta relación al considerar diferentes tipos de estresores crónicos (Kunz-Ebrecht

et al., 2004a).

Por último, aunque se ha indicado que esta respuesta matutina no depende de la hora

de despertar (Wüst et al., 2000), estudios recientes sugieren una influencia tanto de la hora de

despertar como de las horas dormidas (Edwards et al., 2001). Según Kunz-Ebrecht et

al.(2004b) la dificultad que resulta de estos estudios es que la hora de despertar puede ser

confundida con el horario de trabajo, ya que las personas que se levantan más temprano es
posible que tengan que acudir antes a sus trabajos. En definitiva, la respuesta matutina del

cortisol se ha postulado como un buen marcador biológico de estrés crónico. Sin embargo,

los niveles de esta misma hormona evaluados a lo largo de la jornada laboral no parecen

reflejar el grado de estrés que sienten o perciben los trabajadores.

Como se ha indicado al inicio de este apartado, otras hormonas han sido relacionadas

con el estrés laboral, aunque todavía son escasos los estudios y pobres las conclusiones que

de ellos se extraen. Las hormonas que, después del cortisol, más se han relacionado con el

estrés laboral son la adrenalina y la noradrenalina. Desde los estudios de Frankenhaeuser

(1989, 1991) se ha comprobado que cuando los trabajadores experimentan la sensación de

esfuerzo, los niveles de adrenalina urinaria se elevan, siendo el incremento más pronunciado

en los hombres que en las mujeres. Desde el modelo de Karasek se postula que el punto de

relación entre las característica-cas del trabajo y la patología cardiovascular serían los niveles

hormonales de cortisol y adrenalina (Karasek, Russell, y Theorell, 1982). Si el control es

bajo, las demandas tendrían como resultado niveles elevados de adrenalina y cortisol, que

causarían daño al sistema cardiovascular. Por otro lado, se ha observado que distintas

características del contexto laboral de maestros y empleados de banca afectarían a los niveles

de noradrenalina pudiendo ser estos los responsables del agotamiento emocional a largo

plazo que se encuentra en trabajadores estresados o con burnout (Houkes, Janssen, de Jonge y

Bakker, 2003). Por otro lado, la testosteronaes una hormona poco evaluada en estudios sobre

esta temática, a pesar de estar relacionada con el estrés y la fatiga crónica como se ha

demostrado en estudios con deportistas (Suay, Sanchís & Salvador, 1997). Hasta la fecha,

únicamente un estudio con 44 hombres trabajadores de diferentes ocupaciones demostró que

los niveles de testosterona plasmática aumentaron cuando la tensión laboral disminuía en

trabajos sedentarios y viceversa (Theorell, Karasek & Eneroth, 1990).

Por el contrario, aunque sin utilizar específicamente el cuestionario de tensión laboral

de Karasek, se ha encontrado que un grupo de trabajadoras con trabajo repetitivo (coser),


considerado estresante, tenían mayores niveles de testosterona libre durante una jornada

laboral en comparación con un grupo de trabajadoras con un trabajo no repetitivo (Hansen,

Kaer-gaard, Andersen, y Netterstrom, 2003).

Sin embargo, Olh-son, Söderfeldt, Söderfeldt, Jones y Theorell (2001) no encontraron

ninguna asociación entre la testosterona y los niveles de tensión laboral. En resumen, a nivel

endocrino encontramos que el cortisol es la hormona que se asocia fundamentalmente con el

estrés laboral, sobre todo su respuesta matutina. Sin embargo, otras hormonas podrían estar

jugando algún papel a la hora de interpretar los efectos del estrés laboral sobre el organismo,

no obstante, son necesarios más estudios que utilicen estos indicadores endocrinos. Por otro

lado, es importante tener en cuenta que las investigaciones suelen comparar muestras en

jornadas laborales y no laborales utilizando una única muestra (normalmente extraída por la

mañana en sangre u orina) para cada condición. Desde nuestro punto de vista sería interesante

evaluar distintos indicadores endocrinos (principalmente cortisol) a lo largo del día para

explorar su evolución en situaciones de estrés percibido o real.

4.2 Factores Neurobiológicos del trastorno de personalidad limite

El estudio del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal permite conocer la respuesta que

estas personas presentan ante acontecimientos estresantes. Ante situaciones de estrés psíquico

o físico, las concentraciones de cortisol aumentan rápidamente. Así, se ha demostrado que

existe una correlación entre el estrés y un aumento en la sensibilidad del eje HPA en

trastornos que, como el TPL, presentan una hipersensibilidad al estrés y 16 a mayoría de los

estudios sobre el eje HPA en el TPL apuntan a una hiperactividad y a una reducción en la

regulación del mismo (Díaz et al., 2009; Wingenfeld et al., 17 2002). Sapolsky (2000)

propone que podría ser resultado de un estrés crónico, disfunción del eje HPA,

hipercortisolemia o relacionado con efectos neurotóxicos en neuronas del hipocampo,

incluyendo una reducción del factor neurotrófico derivado del cerebro. El sistema

serotoninérgico está estrechamente relacionado con el eje HPA, que está regulado por el
hipotálamo y el hipocampo, zonas en las que se ha demostrado la existencia de una

disfunción serotóninérgica (Wingenfeld et al., 2010). Aunque el eje esté hiperactivo, la

actividad serotoninérgica parece estar reducida (Schmal et al., 2002). Asimismo, existe

evidencia de que la serotonina media los efectos del estrés sobre la expresión de receptores de

glucocorticoide en el hipocampo (Smythe et al., 1994; Laplante et al., 2002).

Los estudios clínicos sugieren que un estrés vital prematuro está fuertemente asociado

a alteraciones en el funcionamiento de los receptos de glucocorticoides (Liu et al., 1997;

McGowan et al., 2009). Wigenfeld y cols. (2010) proponen que la relación del estrés con la

alteración en la regulación del eje HPA, en concreto con la disminución de la función

serotoninérgica, podría contribuir a cambios en funcionales y anatómicos de ciertas regiones,

como por ejemplo el hipocampo, en el TPL. Cuando se desarrolla el TPL, existen diversas

alteraciones en ciertas estructuras cerebrales que implican la regulación emocional, la

respuesta de inhibición y la memoria autobiográfica, en especial el hipocampo, el giro

cingulado anterior, la amígdala y áreas prefrontales. Hormonas o neurotransmisores del eje

HPA, como la serotonina, juegan un papel importante tanto en la regulación de dichas áreas,

como en la regulación emocional y funciones neuropsicológicas.

4.3 Climaterio: Depresión y Alteraciones del animo

La hipótesis bioquímica asocia directamente la caída de los niveles de estrógenos con

la depresión. Los estrógenos aumentan los niveles de serotonina, noradrenalina y dopamina

que se supone están disminuidos en los pacientes deprimidos. Se ha visto que en varias áreas

del cerebro, por ejemplo el hipotálamo, la hipófisis, el sistema límbico y la corteza, existen

neuronas que contienen receptores específicos para los estrógenos. De este modo, los

estrógenos podrían influir en el estado de ánimo de un modo directo. A su vez, los estrógenos

(y también la progesterona) podrían afectar el estado anímico de modo indirecto, a través de

su acción en los sistemas neuroendocrinos o en los sistemas cronobiológicos, ambos

teóricamente involucrados en la etiopatogenia de los trastornos del ánimo. La menopausia


quirúrgica (histerectomía con ooforectomía) se asocia a cifras más altas de depresión. Esto se

ha vinculado a la supresión brusca y total de estrógenos. Las mujeres con ovarios intactos

producen andrógenos que son aromatizados a estrógenos. Las mujeres ooforectomizadas

carecen, incluso, de esta pequeña fuente de estrógenos. Pareciera ser, entonces, que el cerebro

es un órgano dependiente de estrógenos, y que la caída de los niveles de estas hormonas, por

debajo de un nivel umbral, determina la irrupción de disfunciones del ánimo, cognitivas y de

memoria.

Una segunda hipótesis sostiene que son los síntomas vasomotores asociados a la

declinación estrogénica, es decir, los bochornos y la sudoración nocturna, los que producen

depresión. Algunos estudios, como el Seattle Mid-Life Women’s Health Study (1993), y el

trabajo ya citado de Cohen y cols, apuntan en este sentido. Del mismo modo, el insomnio, un

síntoma frecuente de observar durante el climaterio, ha sido atribuido a los síntomas

vasomotores. Campbell y Whitehead (1977) trataron a mujeres con terapia de reemplazo

hormonal y encontraron que las que sufrían de bochornos (aliviados con el tratamiento)

también reportaron mejorías significativas del insomnio. Las mujeres que no sufrían de

bochornos, en cambio, no mejoraron de su insomnio.

4.4 Trastornos Afectivos Postparto

Gabriel Fernando Oviedo Lugo y Valeria Jordán Mondragón (2006), resume la

situación de la depresión post parto, en base a análisis de investigaciones médicas y

psiquiátricas.

Cerca de 85% de las mujeres presentan algún tipo de alteración del estado de ánimo

durante el posparto. Algunas mujeres experimentan síntomas transitorios y le-ves. Sin

embargo, entre 8 y 25% de las mujeres manifiestan algún tipo de trastorno incapacitante y

persistente. En este último grupo, permanecen sin diagnosticar el 50% de los casos. Varios

reportes recientes sobre infanticidio por parte de mujeres con enfermedad psiquiátrica en el

posparto, señalan la importancia de diagnosticar y tratar estos trastornos.


El estradiol y el estriol son las formas biológicamente activas de los estrógenos que

son producidos en la placenta y aumentan durante el embarazo entre 100 y 1.000 veces,

respectiva mente. La síntesis del estriol resulta de la actividad metabólica del hígado fetal;

éste se produce en altas concentraciones durante el embarazo. Los estudios en animales han

demostrado que el estradiol incrementa la acción neurotransmisora de la serotonina, al

aumentar su síntesis y disminuir su recaptación. Labrusca disminución en los niveles de

estradiol posterior al posparto, podría explicar teóricamente la depresión posparto. Sin

embargo, si se comparan las mujeres con depresión con aquéllas sin depresión, algunos

estudios no han mostrado una asociación significativa entre los niveles de estradiol total y

estriol libre entre el final del embarazo y el puerperio.

Los niveles de B endorfina, hormona gonadotropina coriónica humana y cortisol

también aumentan durante el embarazo y alcanzan su pico máximo cerca al término del

embarazo y declinan en el posparto. Los niveles elevados de estrógenos durante el embarazo

estimulan la producción de la globulina fijadora de hormona tiroidea, lo que conduce a un

aumento en la fijación deT3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina), así comoa una caída simultánea

de T3 y T4 libre. En consecuencia, la hormona estimulante de la tiroides (TSH) aumenta para

compensar la baja cantidad de hormonas tiroideas libres. Los niveles de prolactina aumentan

durante el embarazo y presentan un pico máximo en el momento del parto; en las mujeres

que no lactan, éstos regresan a los niveles previos al embarazo a las tres semanas posparto.

La incidencia dela función tiroidea anormal aumenta leve-mente después del parto. En

los seis meses posteriores al parto, las mujeres experimentan algún tipo de disfunción

tiroidea, entre un 7 y 23% comparado con un 3 a 4% en la población general. Aunque la

disfunción tiroidea no ha sido identificada como un factor determinante en la mayo-ría de

mujeres que desarrollan depresión posparto sin psicosis, puede jugar un papel importante en

un subgrupo de mujeres.
Un estudio prospectivo de 303 mujeres embarazadas, muestra que 21 mujeres (7%)

desarrollaron trastornos tiroideos posparto. La depresión posparto sin psicosis se identificó en

38% de esas mujeres y se resolvió con posterioridad al tratamiento. Durante el puerperio,

algunas mujeres sin una clara disfunción tiroidea pueden tener algún grado de patología

tiroidea. Se han encontrado anticuerpos tiroideos en11,6% de las mujeres en el posparto. El

efecto inmunosupresor de los niveles altos de cortisol durante el embarazo puede ser seguido

de un fenómeno inmune de rebote después del parto, lo cual produce una alta incidencia de

anticuerpos anti tiroideos.

En un estudio doble ciego, de 145 mujeres positivas y 229 mujeres negativas para

anticuerpos, se encontró una relación entre la depresión y el estado de anticuerpos posparto.

La disminución de la función tiroidea puede afectar el estado de ánimo en el posparto debido

a su asociación con la disminución de los niveles de la actividad de la serotonina central. Los

niveles de serotonina se han correlacionado positivamente con los niveles de hormonas

tiroideas.

Los niveles de prolactina alcanzan valores hasta de 140 ng/ml al final del embarazo y

declinan a las tres semanas posteriores al parto. Se ha sugerido que la prolactina juega un

papel en esta entidad, por cuanto, como resultado de observaciones a mujeres no

embarazadas que presentan síntomas de ansiedad y depresión, se ha encontrado una relación

con estados de hiperpolactinemia patológica. Sin embargo, diversos estudios muestran

resultados contradictorios. La oxitocina y la vasopresina no se han relacionado con la

depresión posparto.

Los niveles de cortisol registran su pico máximo al final del embarazo debido a la

producción placentaria de corticoliberina (CRH), niveles que caen bruscamente en el

momento del parto. Diversos estudios no han podido demostrar la asociación entre el cortisol

plasmático o urinario y la depresión posparto, por cuanto estas mediciones carecen de valor

diagnóstico dado que dichos niveles se encuentran fisiológicamente elevados en el embarazo


y en el posparto. Algunos autores sugieren que los altos niveles de cortisol que se registran

durante el embarazo, como resultado de la producción de CRH, después del parto producen

supresión en la glándula suprarrenal y, si ésta es demasiado sostenida y grave, puede

contribuir a los cambios en el estado de ánimo. Además, no hay una correlación en los

resultados de la prueba de supresión de la dexametaxona en el posparto, ya que esta prueba

está alterada hasta en 80% de estas mujeres, posiblemente por la hipercortisolemia ya

mencionada.

4.5 Niveles de andrógenos, estilos parentales y conducta agresivaen niños y niñas de 5-6

años de edad

En el estudio de Sánchez, J., Azurmendi, A., Ardanaz E., Lloret F., Muñoz J., y

Carreras M. (2009) exploran la relación entre los niveles de andrógenos, el estilo educativo

parental y medidas de agresión física, verbal e indirecta en niños y niñas de 5-6 años. 129

niños (60 chicos y 69chicas) fueron evaluados respecto a sus niveles de agresión a través de

una técnica de estimación por pares. Los padres cumplimentaron el Parenting Styles

Dimensions Questionnaire, a partir del cual se obtuvieron los estilos educativos parentales.

Los niveles de testosterona, androstenediona y de hidroepiandrosterona (DHEA) fueron

evaluados utilizando una técnica de enzimoinmuno ensayo en muestras de saliva. Un análisis

de regresión indicó que la interacción madre directiva androstenediona a los 5años fue

predictiva de la agresión física a los 6 años. De forma específica, se observó que en los chicos

con altos niveles de androstenediona, la conducta maternal directiva se asoció con la agresión

física. Se discuten los resultados a la luz de planteamientos relacionados con la educación y

la crianza característicos de la psicología del desarrollo, y se sugiere una posible relación de

los resultados con la hipótesis de la dominancia maternal.

4.6 Alteraciones tiroideas en pacientes con depresión y trastorno de pánico consultantes al

Servicio de Psiquiatría del Hospital Regional de Concepción


En la investigación de Vicente P., González G., Hernández R., Ebner D., Hernández

X. y Jerez M. (2004); se buscó determinar la frecuencia de alteraciones tiroideas en pacientes

con trastorno depresivo mayor, trastorno de pánico o ambos, en el Servicio de Psiquiatría del

Hospital Regional de Concepción.

Métodos. Se realizó estudio tiroideo a 30 pacientes en primera consulta por trastorno

depresivo mayor, trastorno de pánico o ambos, con estrictos criterios de exclusión (sin otra

patología psiquiátrica, médica ni endocrina asociada, sin uso de fármacos antidepresivos ni

otros que alteren la función tiroidea en los últimos 3 meses). A todos ellos se les aplicó una

evaluación clínica psiquiátrica y endocrinológica, entrevista semi-estructurada DSM-IV,

entrevista estructurada CIDI y exámenes de laboratorio. Resultados. De los 30 pacientes, 19

(63,3%) presentaron trastorno depresivo mayor, 3 (10,0%) presentaron trastorno de pánico y

8 (26,7%) ambos diagnósticos. Hubo alteración tiroidea en 10 pacientes (33,3%). En

trastorno depresivo mayor, encontramos 21,0% de hipotiroidismo subclínico y un 25,0%

cuando se consideró sólo el grupo de mujeres.

En este estudio, un 33,3% de los pacientes presentaban alguna alteración tiroidea, un

13,3% del total correspondió a hipotiroidismo subclínico y un 16,7% a bocio eutiroideo con o

sin anticuerpos antiperoxidasa (+). Se encontró además un 21,0 % de hipotiroidismo

subclínico asociados a trastorno depresivo mayor; todos ellos eran mujeres, presentándose así

un 25,0% de hipotiroidismo subclínico en mujeres con depresión mayor. No se encontró

ningún paciente con hipotiroidismo clínico ni con hipertiroidismo, tampoco encontramos la

asociación de hipertiroidismo con trastorno de pánico como podría haberse esperado según la

literatura

Conclusiones. Se encontró una importante asociación entre alteraciones tiroideas y

trastorno depresivo mayor y/o trastorno de pánico. Los resultados del presente estudio

confirman los hallazgos publicados en la literatura y reafirman la importancia del estudio

tiroideo especialmente en mujeres depresivas.


Las hormonas tiroideas aumentan la concentración de serotonina intracerebral; niveles

bajos de serotonina estimulan la TRH, la que aumenta la TSH que incrementa las hormonas

tiroideas y a su vez las concentraciones de serotonina. En el hipotiroidismo, la serotonina

intracerebral estaría disminuida, no pudiendo establecerse el mecanismo de feedback en

forma eficaz. En la depresión, descienden las catecolaminas en el cerebro y en el

hipotiroidismo disminuyen los receptores a y b adrenérgicos cerebrales, lo que explica en

parte la hipo reactividad neuronal y los síntomas depresivos. En depresión, los mayores

niveles de TSH se correlacionan con mayores recurrencias, mayor tiempo de enfermedad y

resistencia a terapia antidepresiva. Diversos psicofármacos son capaces de inducir

alteraciones tiroideas, destacando entre ellos el litio, la carbamazepina, los antidepresivos

tricíclicos y los antipsicóticos fenotiacínicos, por lo cual es importante hacer la evaluación

tiroidea antes de iniciar la terapia farmacológica antidepresiva.

Está demostrada la asociación entre trastornos de ánimo y disfunción tiroidea,

especialmente entre depresión e hipotiroidismo subclínico. Los trastornos depresivos y de

pánico pueden presentar sintomatología similar a los trastornos de la función tiroidea, los que

no pueden diferenciarse exclusivamente por la clínica.

4.7 Episodios de ansiedad y depresión en universitarias de Tunja (Colombia): probable

asociación con uso de anticoncepción hormonal. 2012

En el 2012, Carlos Alberto Niño-Avendaño, Juan Manuel Ospina D., Fred Gustavo Manrique

Abril; realizaron su investigación con el objetivo de identificar la posible asociación entre el

uso de anticonceptivos hormonales (orales, inyectables e implantes sub-dérmicos), y la

ocurrencia de episodios de ansiedad y depresión en estudiantes universitarias de Tunja

(Colombia), ajustado por otros factores identificados con la depresión y la ansiedad en la

literatura científica.

Métodos: estudio de prevalencia, observacional, con diseño de Corte Transversal, Analítico.

La población fue de mujeres estudiantes del área de la salud, de dos universidades


localizadas en Tunja; de ellas se extrajo mediante muestreo secuencial no probabilístico, una

muestra de 538 mujeres, a quienes previo consentimiento informado se aplicó la Escala de

Ansiedad de Hamilton y la escala de Depresión de Beck. El análisis se adelantó con el

programa Epi-Info 2004. Resultados:la prevalencia global de depresión fue de 18,95% y la de

manifestaciones de ansiedad de 52,04%. Se encontró asociación estadísticamente

significativa entre el uso de métodos hormonales y depresión: OR= 3,31 (IC95%: 1,03-5,40;

p= 0.0001). La estimación de probable asociación entre uso de métodos hormonales y

ansiedad, también registró una asociación estadísticamente significativa, aunque menos

sólida: OR= 1,46 (IC95% 1,03-2,05; p> 0,018). Se encontró también asociación entre las

manifestaciones de depresión y edad (superior a los 20 años).

Conclusiones: los hallazgos reportados muestran asociación positiva entre la anticoncepción

hormonal, la depresión y la ansiedad, que sugiere la necesidad que los proveedores de salud

consideren el estado mental de las jóvenes universitarias al momento de prescribir el uso de

preparados hormonales, como método de anticoncepción.


CONCLUSIONES

Las hormonas juegan un papel muy importante para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo,

sirviendo como mensajeros entre órganos y tejidos, así como en la regulación de otros parámetros

relacionados con nuestro crecimiento, desarrollo, metabolismo, fusiones sexuales, reproducción y el

estado de ánimo, y es claro que su desbalance acarrea serias complicaciones a nuestro organismo.
ANEXOS

Estrés laboral y salud: Indicadores cardiovasculares y endocrinos


Miguel Angel Serrano Rosa*1, Luís Moya Albiol2 y Alicia Salvador2
1 Universidad Miguel Hernández (Elche, España)
2 Universitat de València (España)
Resumen: Hoy día, el estrés laboral afecta a gran parte de la población Title: Work stress and health: Cardiovascular and endocrine indicators.
trabajadora. Como consecuencia ha habido un aumento de las publicaciones Abstract: Nowadays, work stress affects to a great part of the working
en relación con este tema usando fundamentaciones teóricas y metodologías population. In consequence there was an increasing number of publica-tions
diversas. Sin embargo, los mecanismos psicobiológicos que se encuentran en using different methodologies and background. However, the psy-
la base de la relación entre el estrés laboral y la enfermedad no están claros. chobiological mechanism that is under work stress and disease relationship
El objetivo fundamental de este trabajo es revisar los aspectos principales de is not clear yet. The main objective of this work is to review the main
la investigación sobre estrés laboral desde un punto de vista interdisciplinar aspects of the work stress investigation from an interdisciplinary point of
resaltando alguna de las variables biológicas implicadas. En primer lugar, view pointing out some of the biological variables that are implied. First, a
haremos una breve introducción resumiendo la metodología utilizada. brief introduction will be made, summing up the different methodologies
Posteriormente, describiremos la relación entre el estrés laboral y las employed. After this, we will describe the relationship between work stress
patologías cardiovasculares, concretamente el papel de la presión arterial. and cardiovascular disease, and concretely the role of blood pressure.
Además, se expondrá la evidencia existente entre el estrés laboral, los niveles Furthermore, we will show the evidence between work stress and cortisol
de cortisol y la respuesta matutina del mismo, considerada un indicador de levels, concretely the cortisol awakening response as a marker of chronic
estrés crónico. Finalmente, se plantearán la explicaciones existentes sobre los stress. Finally, an explanation of the possible mechanisms involved in the
mecanismos de relación entre estrés laboral y enfermedad. work stress and disease relationship will be exposed.
Key words: Work stress; cardiovascular diseases; cortisol; theoretical
Palabras clave: Estrés laboral; enfermedades cardiovasculares; cortisol; revision.
revisión teórica.

1. Introducción mos 20 años. Para dicha selección se realizó una búsqueda en


la base de datos Pubmed, donde aparecieron más de 1000
El estrés laboral es un fenómeno que afecta a un alto por- artículos que trataban del tema de estrés laboral (los térmi-nos
centaje de trabajadores en el mundo industrializado, y que buscados fueron “work stress” y “job strain”). Dichas
conlleva un alto coste personal, psicosocial y económico. A palabras clave, se cruzaron con los términos “cardiovascu-lar”,
nivel social, esto se ha reflejado en el énfasis dado desde la “blood pressure”, “heart rate”, “cortisol”, y “CAR” (cortisol
Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LEY 31/1995) a los awakening response) que son las principales varia-bles
factores psicosociales, muchos de los cuales son precur-sores biológicas estudiadas en relación con el estrés laboral. De
del estrés laboral y facilitadores de sus consecuencias. dichos cruces surgieron alrededor de unos 700 artículos.
Además, el coste salutogénico del estrés laboral y sus ante- Finalmente, y siguiendo las dos principales revisiones exis-
cedentes son aspectos que han atraído el interés de los tentes sobre el estrés laboral y la salud (Schnall, Landsbergis,
investigadores, existiendo un creciente número de & Baker, 1994; Belkic, Landsbergis, Schnall & Baker, 2004),
investigaciones y publicaciones sobre esta temática. se seleccionaron una cantidad representativa de artículos
En las publicaciones científicas, y en el marco de una re- teniendo en cuenta la relevancia de sus resultados para la
lativa diversidad metodológica, recientemente ha ido confi- relación estrés laboral y salud.
gurándose un enfoque integrador que trata de dilucidar la El objetivo de este trabajo no es hacer un repaso exhaus-
relación entre los antecedentes psicosociales en el trabajo y las tivo de la literatura respecto al estrés laboral y las variables
consecuencias sobre la salud, atendiendo cada vez más a los psicobiológicas sino tratar de mostrar las variables más im-
factores biológicos que median dicha relación, centrán-dose portantes relacionadas con el estrés laboral con el fin de
principalmente en los cardiovasculares, pero atendien-do obtener una visión integrada y comprehensiva del tema, pa-ra,
también a los endocrinos e inmunológicos. Muchos de estos finalmente, proponer distintas formas de explicar los
estudios han empleado indicadores generales de salud como la mecanismos que subyacen a la relación entre el estrés laboral
hipertensión, la hipercolesterolemia o las patologías y las enfermedades. Aunque el estrés laboral afecta a indica-
cardiovasculares, y los han relacionado con los modelos teó- dores psicológicos como el estado de ánimo y biológicos
ricos vigentes. En esta línea, cabe destacar la diferenciación de como diversos parámetros inmunológicos, en esta revisión
carga alostática formulada por McEwen & Wingfield (2003). nos centraremos en los más analizados que son los cardio-
vasculares en general y la presión arterial (PA) en particular, y
En la presente revisión se ha trabajado con una selección el cortisol como principal hormona afectada por los proce-sos
de los artículos aparecidos, fundamentalemente, en los últi- de estrés crónico.

* Dirección para correspondencia [Correspondence address]: Miguel A.


Serrano Rosa. Depto. de Psicología de la Salud. Universidad Miguel
Hernández. Avenida de la Universidad s/n, Edificio Altamira. 03202
Elche (Alicante, España). E -mail: mserrano@umh.es
Estrés laboral y salud: Indicadores cardiovasculares y endocrinos 151

2. Estrés laboral: entre la salud y la enferme- entre los distintos factores psicosociales y los indicadores
psicobiológicos de estrés todavía no está siendo estudiado de
dad
manera precisa. Además, numerosas variables pueden inter-
Gran parte de la investigación sobre estrés laboral se ha cen- venir en dichos procesos como variables contaminantes.
trado en las consecuencias negativas que éste tiene sobre la Un primer acercamiento a los estudios publicados nos
salud. En situaciones de estrés laboral se percibe mayor es-trés permite extraer ciertas características y dimensiones que
y se produce un empeoramiento del estado de ánimo (Serrano, conviene destacar respecto a los modelos teóricos subyacen-
Moya-Albiol & Salvador, 2008). Aunque el sistema tes a la investigación, la metodología empleada y las variables
cardiovascular ha sido ampliamente estudiado, otros siste-mas psicobiológicas estudiadas.
biológicos, como el endocrino o el inmune, están siendo El modelo teórico predominante en esta área de inves-
actualmente objeto de estudio, buscándose, en última ins- tigación ha sido el de “Tensión laboral” de Karasek (Kara-sek,
tancia, una integración de los efectos del estrés laboral sobre la 1979), también denominado modelo “Demandas-control”,
salud psicobiológica. Ya en 1997, Hockey puso de mani-fiesto aunque en los últimos años ha ido ganando fuerza el modelo
la importancia de las mediciones psicofisiológicas en este de “Desequilibrio Esfuerzo-Recompensa” (Ef-fort-Reward
campo de estudio. Actualmente, se considera que son Imbalance -ERI-) formulado por Siegrist (Sie-grist, 1996),
necesarias para extraer conclusiones sobre la conducta habiéndose intentado la integración de ambos (Calnan,
humana, habiéndose indicado que es necesario estudiar las Wadsworth, May, Smith & Wainwrigth, 2004). El modelo de
relaciones etiológicas entre el contexto psicosocial laboral y la Karasek (Figura 1) se caracteriza por interrelacio-nar dos
salud/enfermedad (Kompier & Taris, 2004), en referencia a aspectos básicos del contexto laboral: las demandas que
las variables biológicas responsables de ésta última. En perciben los empleados y el control que tienen para hacer
concreto, las relaciones entre los patrones de carga laboral y frente a ellas.
las consecuencias para los individuos son esencialmente di- Por otro lado, el modelo ERI (Figura 1b) supone que el
námicas, y por tanto, requieren mediciones y análisis que estrés laboral se produce si existe un desequilibrio entre el
reflejen el funcionamiento de dichos procesos (Hanson, esfuerzo que realizan los trabajadores y las recompensas que
Godaert, Maas, y Meijman, 2001). De hecho, Steptoe (2004) obtienen por dicho esfuerzo. Ambos modelos tratan de ex-
ha indicado que las vías que subyacen a la interacción estrés- plicar los mecanismos psicobiológicos subyacentes respon-
enfermedad están empezando a ser descubiertas usando sables de las distintas patologías asociadas al trabajo.
métodos psicobiológicos. Sin embargo, el patrón de relación

(a) (b)

Figura 1: Modelo de tensión laboral de Karasek (1979) (a) y Modelo de Desequilibrio Esfuerzo-Recompensa (Siegrist, 1996) (b)

Por otro lado, desde el punto de vista metodológico, cionarlas con los indicadores de salud. Así, gran parte de la
existen algunos aspectos relevantes en la investigación sobre el evidencia científica que se tiene actualmente procede de
estrés laboral que convienen ser resaltados. Así, es funda- estudios transversales los cuales cuentan con un número
mental tener en cuenta el tipo de diseño utilizado. En este considerable de sujetos, aunque con las limitaciones de este
sentido, se utilizan las puntuaciones del cuestionario de Ten- tipo de diseños. Por otro lado, los diseños más comprehen-
sión Laboral para dividir la muestra de estudio, mientras que sivos son los modelos longitudinales o de seguimiento, que
en otros casos se utilizan dichas puntuaciones para correla- pueden permitir la inferencia causal en los resultados obte-
152 Miguel Angel Serrano Rosa et al.

nidos. De hecho, hay mayor conciencia de esta problemáti-ca, autoinformes como medidas de salud, utilizando el General
por lo que se están realizando con mayor frecuencia es-tudios Health Questionnaire (GHQ), o bien tienen un carácter epi-
longitudinales. Un ejemplo de este tipo de metodolo-gía lo demiológico, correlacionando la existencia de patologías
encontramos en el Whitehall study en el cual se están cardiovasculares con el grado de estrés laboral que presen-tan.
recopilando datos desde hace más de una década (VV.AA, Es importante recordar que las patologías coronarias siguen
2004). siendo una de las causas más importantes de muerte en las
Entre los estudios que emplean diseños longitudinales, sociedades industriales, habiéndose establecido la rela-ción
algunos han analizado periodos cortos pero que aportan datos entre tensión laboral y enfermedades coronarias no sólo en el
más específicos y más cercanos al día a día. Así, se ha utilizado caso de los hombres, sino también en mujeres (Eaker, Pinsky
la comparación de días laborales y días de fin de semana o de & Castelli, 1992). De hecho, una elevación persisten-te de 5
no trabajo para estudiar el efecto del estrés ocupacional en los mmHg en la PA diastólica aumenta en ambos géne-ros el
trabajadores (Moya-Albiol, Serrano, Sal-vador, Rodríguez- riesgo de patología cardiovascular entre un 21 y un 34%
Alarcón & González -Bono, 2005) . Ade-más, la posibilidad (MacMahon et al., 1990).
de obtener medidas ambulatorias conti-nuas de las variables Así, el estrés laboral ha sido asociado a síntomas de en-
cardiovasculares está permitiendo obte-ner una imagen más fermedad registrados en informes médicos y a comporta-
precisa de lo que acontece dentro de las jornadas evaluadas. A mientos dañinos para la salud. Los diversos factores psico-
este respecto, la Presión Arterial (PA) medida continuada y sociales del trabajo (medidos objetiva y subjetivamente) y las
ambulatoriamente se considera mejor predictor de la reacciones y quejas cardiovasculares han sido ampliamente
morbilidad cardiovascular que la PA medida puntualmente en relacionadas entre sí (Karasek, 1979; Belkic et al., 2004). La
un momento de una jornada laboral (Pic-kering et al., 1996). evidencia empírica del vínculo existente entre el estrés labo-ral
La medición ambulatoria de la PA es más fiable y más válida, y la hipertensión y otras patologías cardiovasculares (in-cluso
ya que se pueden hacer múltiples medi-ciones (Schnall et al., mortalidad) es sólida, respaldada por un amplio núme-ro de
1994). publicaciones que han utilizado principalmente el mo-delo de
Otro aspecto a destacar es el tipo de muestra utilizada. “tensión laboral” de Karasek, como ya se ha indica-do. Estos
Como es comprensible cada sector laboral, cada empresa, o estudios se han llevado a cabo fundamentalmente en países
cada departamento tendrá diversos tipos de estresores, con occidentales (Schnall, Schwartz, Landbergis, Wa-rren &
diferentes consecuencias. De esta manera, unos estudios se Pickering, 1998; Peter et al., 1998; Chandola et al., 2008) , pero
centran en una población específica y otros, en cambio, aglu- también en culturas orientales (Su et al., 2001; Kang et al.,
tinan distintas poblaciones. Ello dificulta la integración de los 2005). Sin embargo, los mecanismos fisiológicos que subyacen
resultados obtenidos en los distintos estudios publicados. a esta relación no han sido completamente esclarecidos
Teniendo en cuenta que cada forma de estudiar el tema tiene (Hanson et al., 2001). La relación entre estrés laboral y riesgo
ventajas y desventajas metodológicas consideramos que es coronario podría estar mediada, al menos en parte, por
importante para futuros estudios realizar descripciones deta- mecanismos psicológicos y comportamentales (Belkic et al.,
lladas de las muestras utilizadas. 2004; Chandola et al., 2008).
Por último, es importante resaltar que la gran mayoría de Al hablar de la relación entre estrés laboral y patologías
grupos de investigación se han centrado habitualmente en un cardiovasculares es necesario tener en cuenta los diversos
sistema biológico de estudio (el cardiovascular, princi- factores fisiológicos de riesgo cardiosvascular (niveles de
palmente). Sin embargo, la necesidad de una visión global de colesterol, índice glucémico, ...). Así, según Sacker, Bartley,
los efectos del estrés laboral sobre el organismo se hace cada Frith, Ritzpatrick & Marmot (2001), la asociación entre ten-
vez más necesaria. En los últimos años, se ha incrementado el sión laboral y patología cardíaca es independiente de otros
número de publicaciones (Steptoe, 2004; Chandola et al., riesgos comportamentales o fisiológicos conocidos, ya que no
2008; Serrano et al., 2008) que incluyen el análisis de diversos se han obtenido relaciones significativas entre la tensión
sistemas psicobiológicos de respuesta ante el estrés laboral. laboral y dichos factores fisiológicos de riesgo. Además, la
Los resultados de estos estudios van en la línea de la interac- obesidad, la diabetes, la PA o el colesterol sólo atenúan la
ción múltiple entre los distintos sistemas psicobiológicos relación entre la tensión laboral y la patología cardíaca. Por
implicados, aunque todavía no se ha podido obtener una tanto, tampoco hay evidencia empírica de que la tensión
imagen clarificadora de los mecanismos subyacentes de la laboral tenga efectos directos sobre la patología cardiaca
enfermedad en situación de estrés laboral. debido a que la carga negativa del trabajo aumente el núme-ro
de comportamientos no saludables, ya que la relación entre
3. Estrés laboral y patologías cardiovasculares tensión laboral y enfermedad fue independiente de fumar, de
la falta de ejercicio físico o de la dieta. Estos resul-tados
La relación entre el estrés ocupacional y las patologías car- fueron apoyados por los de Netterstrom, Kristensen, Moller,
diovasculares se ha establecido en base a los estudios reali- Jensen & Schnohr (1998), quienes observaron que la
zados, principalmente, desde el modelo de tensión laboral de asociación entre alta tensión laboral y la propensión a pade-
Karasek. La gran mayoría de estas investigaciones utilizan cer angina de pecho era independiente de los factores de
riesgo coronarios. En este sentido, se ha sugerido que el
Estrés laboral y salud: Indicadores cardiovasculares y endocrinos 153

estrés laboral tiene una influencia indirecta sobre los factores entender la relación entre el estrés laboral y las enfermedades
comportamentales de riesgo (Chandola et al., 2008). cardiovasculares, es la PA.
Sin embargo, en otros estudios no han encontrado rela-
ciones significativas entre la tensión laboral y la sintomatolo- 3.1. Presión arterial como parámetro cardiovacular
gía cardiovascular, hecho que ha sido explicado por la trans- más analizado en los estudios sobre estrés labo-
versalidad de los estudios y por la posibilidad de haber selec- ral.
cionado trabajos caracterizados por desarrollar una baja ten-
sión laboral (guardabosques, dentistas, ...). De este modo, la El estrés es un factor que contribuye a la hipertensión (PA
existencia de resultados negativos hace que permanezca sistólica > 140 mmHg y PA diastólica > 90 mmHg) y, en
abierta la cuestión sobre la relación, más o menos fuerte, entre consecuencia, al padecimiento de patologías cardiovascu-lares.
la tensión laboral y las patologías cardiovasculares (Sacker et Kulkarni, O’Farrel, Erasi & Kochar (1998), tras una revisión
al., 2001). de los estudios sobre tensión laboral y enfermeda-des
Por otro lado, si bien la tensión laboral no se ha relacio- cardiovasculares, han concluido que la tensión laboral causa,
nado directamente con patologías cardiovasculares, el grado en parte, los problemas cardiovasculares elevando la PA hasta
de control en el trabajo (evaluado por el cuestionario de provocar hipertensión.
tensión laboral -Karasek, 1979-) sí que se ha relacionado con Las estrategias para analizar las relaciones entre el estrés
la sintomatología cardiovascular, aunque no ocurre lo mismo laboral y la PA han sido diversas. Así, se han estudiado las
entre ésta y la otra dimensión de la tensión laboral: las de- diferencias en PA entre jornadas laborales y no laborales (fin
mandas (Bosma et al., 1997). En esta línea, desde el modelo de semana), o en un mismo día, pero diferenciando la jorna-da
“esfuerzo -recompensa” se ha sugerido que un alto esfuerzo y laboral (8:00-17:00 h., aproximadamente), las horas des-pués
un bajo refuerzo, junto con una alta necesidad de control, de la jornada laboral (17:00-22:00 h., aproximadamente) y la
producen cambios en las respuestas fisiológicas y psicológi-cas noche (las horas de sueño). Se suele comparar la media de la
y la propensión a desarrollar eventualmente patologías PA para cada periodo, a pesar de que en muchos casos se
cardiovasculares (Siegrist, 1996); aunque se reconoce que es mide continua y ambulatoriamente. Sin embargo, apenas se ha
claramente necesaria mayor evidencia experimental para estudiado la evolución de la PA durante la jornada laboral, tal
explicar la relación entre sus conceptos claves y la fisiología y como se ha indicado anteriormente.
(Hanson et al., 2001). La hipótesis básica de este modelo es Los resultados que se obtienen son que la PA aumenta en
que un desequilibrio esfuerzo-recompensa en las personas que periodos de estrés o al experimentar emociones negativas a lo
perciben las demandas del ambiente como un desafío y se largo del día siendo la asociación mayor cuando las per-sonas
implican en las actividades laborales originaría un descen-so tienen inestabilidad emocional (Carels, Blumenthal &
del tono vagal. En cambio, habría aumento del tono vagal Sherwood, 2000). Debido a que el estrés aumenta la PA y
cuando los sujetos afrontan las demandas del ambiente ale- durante una jornada laboral se producen periodos de estrés o
jándose de las actividades laborales y utilizando menos estra- situaciones estresantes, la relación entre trabajo y aumen-tos
tegias de esfuerzo para solventar las demandas (Hanson et al., de PA está bien documentada, siendo esta relación ma-yor
2001). Esta hipótesis iría en la línea de la hipótesis de Hockey cuanto mayor es el estrés laboral (Fauvel, Quelin, Du-cher,
(1997) en la que se plantea que la motivación de los individuos Rakotomalala & Laville, 2001; Rau, 2006; Lucini et al., 2007).
interactúa con las demandas del ambiente e influ-ye en las
respuestas psicológicas y fisiológicas. Esta ‘motiva-ción’ sería Cuando se estudia la PA en relación con el estrés laboral,
la ‘necesidad de control’ en el modelo ERI, y el control del se encuentran resultados diversos, cuando se consideran
modelo de Karasek, por lo que los individuos con alta separadamente la Presión Arterial Sistólica -PAS- y la Pre-sión
necesidad de control y un gran desequilibrio esfuer-zo- Arterial Diastólica -PAD-. Así, generalmente, se han descrito
recompensa, mostrarían baja actividad parasimpática (Hanson relaciones significativas entre el estrés laboral medi-do con el
et al., 2001), aunque los autores no dan una explica-ción de cuestionario de tensión laboral de Karasek y la PA, tanto
este fenómeno. Una posible explicación es que sien-do la alta sistólica como diastólica, en una muestra de enferme-ras
reactividad cardiaca un indicador de posibles pro-blemas (Theorell et al., 1993). Van Egeren (1992) también encon-tró
cardiovasculares (Moya-Albiol & Salvador, 2001), una baja relaciones positivas y significativas entre la tensión labo-ral y
variabilidad cardíaca, podría ser consecuencia de un bajo tono la PA (PAS y PAD) durante el trabajo. Además encon-tró que
vagal, que se asociaría con problemas cardiovascu-lares la tensión laboral no estaba relacionada ni con la PAS ni con
(Chandola et al., 2008) y otros problemas de salud (Stansfeld, la PAD, de las jornadas no laborales. Otros es-tudios también
Bosma, Hemingway & Marmot, 1998), mientras que un alto han obtenido una relación positiva entre tensión laboral y PA
tono vagal se asociaría con bajo esfuerzo mental (Aasman, (LaFlamme et al., 1998). Por otro lado, Theorell et al. , (1988),
Mulder & Mulder, 1987). estudiando diferentes ocupaciones con el modelo de tensión
A pesar de todos los resultados existentes hasta el mo- laboral de Karasek, obtuvieron relacio-nes significativas entre
mento respecto a la relación entre el estrés laboral y las pato- un periodo de alta tensión laboral y alta PAS aunque no
logías coronarias, el indicador cardiovascular más utilizado en obtuvieron relaciones significativas con la PAD, resultado que
los estudios, y que se está revelando como básico para apareció en ambos géneros. El uso de
154 Miguel Angel Serrano Rosa et al.

habilidades se ha relacionado con la PAS durante el trabajo y gran cantidad de datos, parece necesario seguir estudiando las
el tiempo libre en una muestra de cuidadores de prisión, pero relaciones entre estrés laboral y la PA con el fin de clarifi-car
no con las demandas ni el control (Harenstam & Theo-rell, los mecanismos subyacentes de dicha relación.
1988); la PAD no se relacionaba significativamente con la
tensión laboral. Sin embargo, en otro estudio llevado a cabo 4. Respuesta neuroendocrinológica al estrés
en hombres con riesgo de hipertensión se han descrito laboral
relaciones positivas entre la PAD medida durante el trabajo,
en casa y durante el sueño y la tensión laboral, pero no entre A nivel endocrino, la hormona más relacionada con el estrés
ésta y la PAS en ninguno de los momentos evaluados (Theo- laboral es el cortisol, que es un indicador muy sensible al
rell et al., 1991). estrés, en general, y al estrés crónico, en particular. Además,
Del mismo modo se han descrito correlaciones positivas otras hormonas se han estudiado ocasionalmente en relación
entre la PAD y el estrés ocupacional en una muestra de tra- con el estrés ocupacional, aunque su papel no ha sido escla-
bajadores chinos de cuello blanco, no encontrándose asocia-
recido por el momento.
ciones entre la PAS y la tensión laboral (Su et al., 2001). Fau-
vel et al. (2001) han replicado los resultados anteriores (es 4.1. Cortisol
decir, relaciones positivas entre la tensión laboral y la PAD en
una jornada laboral), midiendo la PA de forma continua. La activación del eje hipotálamo-hipofiso-adrenal es una
Estos autores estudiaron, además, la variabilidad de la PA y de la respuestas más características de estrés (DeVries, Glas-
encontraron que las relaciones significativas anteriores eran per & Detillion, 2003), siendo los niveles de cortisol (sanguí-
independientes de la variabilidad espontánea, de la reactivi- neo, urinario o salivar) un buen marcador de la respuesta al
dad de la PA a pruebas de estrés, y a otros factores impor- estrés, además de estar relacionados con efectos negativos en
tantes relacionados con la PA, como el consumo de alcohol, la salud (Lundberg, 2005), y ser considerados como mar-
la edad, el índice de masa corporal o la ingesta de sodio. Por cadores del estrés psicosocial (Patacchioli, Angelucci, De-
tanto, la evidencia se inclina hacia la conclusión de que la llerba, Monmazzi & Leri, 2001). Sin embargo, las relaciones
tensión laboral afecta a la PA, principalmente la diastólica entre el estrés laboral y los niveles de cortisol no son total-
(Schnall et al., 1994; Kulkarni, et al., 1998). mente unánimes (Kunz-Ebrecht, Kirschbaum, Marmot &
Sin embargo, algunos autores consideran que la eviden-cia Steptoe, 2004b)
de que la alta carga profesional puede aumentar la PA durante Así, en primer lugar, en pocos estudios se ha encontrado
la jornada laboral es todavía débil (Van Egeren, 1992; Kang et altos niveles de cortisol en el contexto ocupacional. Entre
al., 2005) o controvertida (Laflamme et al., 1998). ellos, se ha descrito hipercortisolemia en situaciones de alto
Normalmente, las investigaciones que han estudiado esta estrés en médicos de urgencias durante las horas de trabajo
relación reflejan el hecho de que no siempre se encuen-tra una (Weibel, Gabrion, Aussedat & Kreutz, 2003) o en profesores
relación directa y positiva entre el estrés laboral eva-luado con (Ritvanen, Louhevaara, Helin, Väisänen & Hänninen, 2006).
el cuestionario de Karasek y los aumentos de PA durante las Normalmente, la metodología utilizada en estos casos es la de
horas de trabajo. Tampoco se ha encontrado que los sujetos obtener un dato de la jornada laboral, otro de la tarde y otro
con alta tensión laboral padezcan sistemáticamen-te de la noche. Sin embargo, con esta metodología de muestreo,
hipertensión. En esta línea, Chapman, Mandryk, From-mer, no se han encontrado diferencias en los niveles de cortisol
Edye & Ferguson (1990) tampoco encontraron en un estudio entre la jornada laboral y la no laboral o en los pe-riodos de
longitudinal de 5 años relaciones entre las caracterís-ticas tiempo donde no se trabaja (Walsh, Wilding, Ey-senck &
laborales y la PA. Pieper, LaCroix & Karasek (1989) en un Valentine, 1997; Goldstein, Shapiro, Chicz-DeMet
meta-análisis tampoco hallaron una relación robusta entre la
& Guthrie, 1999; Moya-Albiol et al., 2005). Estos resultados
tensión laboral y la PA, considerando que esta relación es
negativos van contra la hipótesis que postula que si el estrés
débil. Esto sugiere que las relaciones entre el estrés laboral y la
laboral tiene efectos sobre el cortisol, éste debe estar más
PA son específicas del contexto en que se registra.
elevado en días laborales o en los momentos en los que se está
En definitiva, aunque existe evidencia a favor de la rela- trabajando respecto a jornadas no laborales o tiempos de
ción de la tensión laboral y los aumentos de PA, no todos los descanso. Así, Walsh et al. (1997) no encontraron diferen-cias
autores llegan a las mismas conclusiones, habíendose significativas entre los niveles de cortisol medidos du-rante
argumentando que los altos niveles de PA durante la jornada una semana de clases y otra sin clases en una muestra de
laboral pudieran ser respuesta a estímulos estresantes am- profesores. Estos resultados fueron interpretados en el
bientales, físicos, o de otra índole (no relacionados con las sentido de que un aumento de los sentimientos de control a lo
demandas o el control) (Light, Turner & Hinderliter, 1992). largo de la semana de clases permite mantener los niveles de
Además, también se ha hecho referencia a que los altos nive- estrés moderados. Este control serviría de reductor de estrés
les de PA se han encontrado habitualmente en hombres, pero (Steptoe, 2001) y, por tanto, de los niveles de cortisol salivar.
los resultados no han sido concluyentes en el caso de las La cuestión permanece abierta, siendo de gran inte-rés
mujeres (Laflamme et al. , 1998; Carels, Sherwood & Blu- descubrir por qué no se encuentran relaciones entre el
menthal, 1998; Light et al., 1992). Por tanto, a pesar de la
Estrés laboral y salud: Indicadores cardiovasculares y endocrinos 155

estrés laboral percibido durante las jornadas laborales y los línea, desde el modelo de tensión laboral de Karasek, se ha
indicadores endocrinos que se suelen asociar al estrés en descrito que la respuesta matutina de cortisol está influida por
general. las demandas y no por el control, siendo consistente esta
relación al considerar diferentes tipos de estresores crónicos
4. 2. Respuesta del Cortisol al despertar (CAR) (Kunz-Ebrecht et al., 2004a).
Por último, aunque se ha indicado que esta respuesta
Recientemente, y a la vista de los resultados contradicto- matutina no depende de la hora de despertar (Wüst et al.,
rios mencionados, se ha sugerido que es posible que el corti- 2000), estudios recientes sugieren una influencia tanto de la
sol medido durante la jornada laboral no sea un buen mar- hora de despertar como de las horas dormidas (Edwards et al.,
cador de estrés crónico (Kunz-Ebrecht et al. , 2004b). De 2001). Según Kunz-Ebrecht et al. (2004b) la dificultad que
hecho, en un estudio reciente (Kunz-Ebrecht, Kirschbaum, resulta de estos estudios es que la hora de despertar puede ser
Marmot & Steptoe, 2004a) se ha separado la respuesta matu- confundida con el horario de trabajo, ya que las personas que
tina del cortisol o respuesta de esta hormona al despertar se levantan más temprano es posible que ten-gan que acudir
(diferencia entre los niveles hormonales a los 30 minutos antes a sus trabajos.
minutos y en el mismo momento de despertar) y la respuesta a En definitiva, la respuesta matutina del cortisol se ha
lo largo del día, justificando dicha división por los diferen-tes postulado como un buen marcador biológico de estrés cró-
factores que afectan a dichos fenómenos (Edwards, Evans, nico. Sin embargo, los niveles de esta misma hormona eva-
Huckelbridge & Clow, 2001). Así, la respuesta matu-tina de luados a lo largo de la jornada laboral no parecen reflejar el
cortisol se asocia principalmente a estresores cróni-cos, grado de estrés que sienten o perciben los trabajadores.
mientras que las variaciones a lo largo del día se asocian con
estado de ánimo negativo y estrés percibido. De esta forma, el 4.3. Otras hormonas
interés se está centrando en la respuesta matutina del cortisol
salivar como indicador de estrés crónico, estrés laboral y Como se ha indicado al inicio de este apartado, otras
depresión (Wüst et al., 2000; Kunz-Ebrecht et al., 2004b), hormonas han sido relacionadas con el estrés laboral, aun-que
habiéndose sugerido que un decremento en dicha respuesta todavía son escasos los estudios y pobres las conclusio-nes
matutina puede ser un marcador de una disfunción que de ellos se extraen.
adrenocortical, lo que podría actuar como un factor de vul- Las hormonas que, después del cortisol, más se han rela-
nerabilidad a ciertos síndromes físicos y mentales cionado con el estrés laboral son la adrenalina y la nora-
(Meinlschmidt & Heim, 2005). drenalina. Desde los estudios de Frankenhaeuser (1989,
En definitiva, la respuesta matutina del cortisol salivar es 1991) se ha comprobado que cuando los trabajadores expe-
sensible a diversos factores psicosociales, entre ellos el estrés rimentan la sensación de esfuerzo, los niveles de adrenalina
laboral (Schulz, Kirschbaum, Pruessner & Hellhammer, 1998) urinaria se elevan, siendo el incremento más pronunciado en
. Además, es una respuesta relativamente estable (Wüst et al., los hombres que en las mujeres. Desde el modelo de Kara-sek
2000; Pruessner, Hellhammer, Prüssner & Lupien, 2003). se postula que el punto de relación entre las característi-cas del
Teniendo esto en cuenta, Wüst et al. (2000) encontra-ron que trabajo y la patología cardiovascular serían los niveles
el estrés y la falta de reconocimiento social correla-cionaban hormonales de cortisol y adrenalina (Karasek, Russell, y
positivamente con incrementos de cortisol matuti-no. Schulz Theorell, 1982). Si el control es bajo, las demandas tendrían
et al. (1998), por su parte, describieron una mayor respuesta como resultado niveles elevados de adrenalina y cortisol, que
matutina del cortisol en estudiantes que mostraban mayor causarían daño al sistema cardiovascular (Karasek et al., 1982).
nivel de estrés por sus estudios. En investigaciones más Por otro lado, se ha observado que distintas caracte-rísticas
recientes, se ha encontrado una mayor respuesta matu-tina de del contexto laboral de maestros y empleados de banca
cortisol en jornadas laborales en comparación con jornadas no (ambigüedad de rol, carga mental, …) afectarían a los niveles
laborales (Wüst et al., 2000; Pruessner et al., 2003; Kunz- de noradrenalina pudiendo ser estos los responsables del
Ebrecht, et al., 2004a; 2004b). Sin embargo, di-cha respuesta agotamiento emocional a largo plazo que se encuentra en
no correlaciona con los marcadores subjetivos de estrés a trabajadores estresados o con burnout (Houkes, Janssen, de
nivel individual, ya que, los sujetos que mostra-ban altos Jonge y Bakker, 2003).
niveles de estrés durante la jornada laboral no habían Por otro lado, la testosterona es una hormona poco
mostrado una respuesta mayor que aquellos que tení-an evaluada en estudios sobre esta temática, a pesar de estar
niveles más bajos de estrés. Según los autores este hecho relacionada con el estrés y la fatiga crónica como se ha de-
sugiere que la respuesta matutina del cortisol refleja una an- mostrado en estudios con deportistas (Suay, Sanchís & Sal-
ticipación de las actividades (Kunz- Ebrecht et al., 2004a; vador, 1997). Hasta la fecha, únicamente un estudio con 44
2004b), además de reflejar una gran variedad de tipos de estrés hombres trabajadores de diferentes ocupaciones demostró
vital (Kunz-Ebrecht et al., 2004b). Así, la magnitud de la que los niveles de testosterona plasmática aumentaron cuan-
respuesta de cortisol matutina se asocia positivamente con do la tensión laboral disminuía en trabajos sedentarios y
estrés crónico, estrés laboral y depresión (Wüst et al., 2000; viceversa (Theorell, Karasek & Eneroth, 1990). Por el con-
Pruessner et al., 2003; Kunz-Ebrecht et al., 2004b). En esta trario, aunque sin utilizar específicamente el cuestionario de
156 Miguel Angel Serrano Rosa et al.

tensión laboral de Karasek, se ha encontrado que un grupo de suelen comparar muestras en jornadas laborales y no labora-
trabajadoras con trabajo repetitivo (coser), considerado les utilizando una única muestra (normalmente extraída por la
estresante, tenían mayores niveles de testosterona libre du- mañana en sangre u orina) para cada condición. Desde
rante una jornada laboral en comparación con un grupo de nuestro punto de vista sería interesante evaluar distintos
trabajadoras con un trabajo no repetitivo (Hansen, Kaer- indicadores endocrinos (principalmente cortisol) a lo largo del
gaard, Andersen, y Netterstrom, 2003). Sin embargo, Olh-son, día para explorar su evolución en situaciones de estrés
Söderfeldt, Söderfeldt, Jones y Theorell (2001) no en- percibido o real.
contraron ninguna asociación entre la testosterona y los ni-
veles de tensión laboral. 5. Integración de la respuesta psicobiológica
En resumen, a nivel endocrino encontramos que el corti- de estrés en el contexto laboral.
sol es la hormona que se asocia fundamentalmente con el
estrés laboral, sobre todo su respuesta matutina. Sin embar- En la tabla 1 se presenta un resumen de los principales resul-
go, otras hormonas podrían estar jugando algún papel a la tados que permite una primera propuesta de integración para
hora de interpretar los efectos del estrés laboral sobre el aglutinar los resultados más representativos y obtener una
organismo, no obstante, son necesarios más estudios que visión más clara de lo que sucede en las personas que se
utilicen estos indicadores endocrinos. Por otro lado, es encuentran en una situación de estrés laboral.
importante tener en cuenta que las investigaciones publicadas
suelen comparar muestras en jornadas laborales y
Tabla 1: Principales resultados de los estudios de estrés laboral y variables psicobiológicas.
VARIABLE RESPUESTA
VARIABLES PSICOLÓGICAS
Percepción de estrés Incrementos
Estado de ánimo Descenso del estado de ánimo positivo
VARIABLES CARDIOVASCULARES
Presión Arterial Sistólica Incrementos
Presión Arterial Diastolica Incrementos
Frecuencia Cardíaca Incrementos
Tono vagal Aumento
VARIABLES ENDOCRINAS
Cortisol salivar Resultados no claros
Respuesta matutina del Cortisol Incremento de la Respuesta Matutina
Adrenalina Incrementos
Testosterona Pocos estudios

Así, desde el modelo de tensión laboral se ha propuesto sol se han asociado con afrontamiento saludable en situacio-
una explicación que tiene como base gran parte de los estu- nes estresantes (Karasek & Theorell, 1990; Theorell et al.,
dios anteriormente descritos. Así, los factores de riesgo car- 1988). Del mismo modo, la respuestas adrenérgicas que re-
diovascular, como la PA, el consumo de tabaco o el aumen-to tornan rápidamente a los niveles basales quizá reflejen un
de colesterol pueden incrementarse por la tensión laboral, comportamiento activo y saludable. Es, por tanto, muy im-
aunque la evidencia es escasa en el último caso. La tensión portante considerar no sólo la capacidad de respuesta al es-
laboral podría elevar la PA a través de la activación fisiológi- tresor, sino también el proceso de recuperación del mismo.
ca/cardíaca crónica o a través de la activación de la masa Por otro lado, una de las variables que se ha revelado
ventricular izquierda del corazón. Ambos mecanismos se como crucial a la hora de interpretar las respuestas de estrés
activarían debido a la respuesta general de estrés (sistemas laboral es el control personal de la situación (evaluado prin-
simpático-adrenal e hipotálamo-hipofiso-adrenal). De esta cipalmente con la subescala del cuestionario de Tensión
manera, las situaciones donde se producen altas demandas y Laboral). Éste puede ejercer un efecto positivo reduciendo la
bajo control llevarían a incrementos de cortisol y adrenalina. duración de la respuesta al estrés (Frankenhaeuser, 1989),
Desde el modelo de Frankenhaeuser, también se ha sugerido además de haberse comprobado en contextos reales y de
que las situaciones con bajas demandas y bajo control serían laboratorio que la falta de control incrementa el riesgo car-
situaciones de estrés produciendo sentimientos de depresión e diovascular (Steptoe, 2001). A este respecto, se ha confirma-
indefensión, aumentando, en consecuencia, los niveles de do dicha relación mediante angiogramas coronarios realiza-
cortisol. Esta activación del eje hipotálamo hipofiso adrenal y dos en hombres que habían sufrido infarto de miocardio antes
del sistema nervioso simpático tendría consecuencias seve-ras de los 40 años en los cuales se veía mayor progresión de
para la patología de miocardio (Steptoe, 1981). Sin em-bargo, arteriosclerosis coronaria durante 5 años en aquellas per-sonas
ninguno de los modelos anteriores puede captar en su que se encontraban en trabajos caracterizados por bajo
complejidad la respuesta al estrés, ya que, por ejemplo, exis- control (Langosch, Brodner & Brocherding, 1983). Otro
ten situaciones donde las elevaciones a corto plazo de corti- hecho que apoya esta evidencia es que se encuentra
Estrés laboral y salud: Indicadores cardiovasculares y endocrinos 157

una asociación positiva entre bajo control laboral y alta con- comprehensiva de lo que acontece en un individuo en una
centración fibrinógena en plasma, lo que sugiere un vínculo situación de estrés laboral, lo que permitiría un abordaje
entre dicha escasez de control y la coagulación, en concor- preventivo más eficiente.
dancia con lo que ocurre en la arteriosclerosis (Markowe et al., En definitiva, estar bajo un contexto laboral “estresante”
1985). Sin embargo, esta hipótesis no se confirmó en el produciría una serie de respuestas en el organismo a distin-tos
estudio de Perski et al., (1992) estudiando hombres que habí- niveles: psicológico, cardiovascular y endocrino. Si ese estrés
an sufrido un infarto de miocardio antes de los 45 años. se perpetúa, los trabajadores, en el caso de no produ-cirse
Por otro lado, además del control personal, existen otros adaptación, se encontrarán bajo una situación de estrés
factores moduladores que parecen alterar la respuesta car- crónico que repercutirá en enfermedades como la hiperten-
diovascular al estrés ocupacional. De hecho, se ha sugerido sión, patologías coronarias o desequilibrios hormonales. Por
que el modelo de Karasek debería tener más en cuenta las último, además de los efectos que tiene el estrés laboral so-bre
diferencias individuales (Fernet, Guay & Senécal, 2004), estos sistemas se podrían derivar otros tipos de patologí-as de
considerando el género, además de la edad, el estatus so- carácter psicológico o psiquiátrico, relacionadas con el
cioeconómico, algunos aspectos de la personalidad, las for- contexto laboral, como es el burnout o la depresión. De
mas de afrontar el estrés y el apoyo social o el propio am- hecho, se puede entender la relación entre el estrés laboral y el
biente laboral como factores moduladores de dicha relación. burnout como un continuo, donde el eslabón final podría
Considerar estos factores permitiría tener una visión más llegar a ser el síndrome de burnout (Figura 2).

Figura 2: Propuesta de modelo de estrés laboral teniendo en cuenta algunas variables psicobiológicas.

6. Conclusiones crónico se ha de tener en cuenta principalmente la respuesta


de cortisol matutino como indicador biológico de pérdida de
Recapitulando, la evidencia empírica, en su gran mayoría la homeostasis.
obtenida empleando el modelo de tensión laboral de Kara-sek Esta revisión nos lleva a concluir que las investigaciones
(1979), sugiere que la tensión laboral favorece aumentos de la sobre los indicadores psicobiológicos de estrés laboral debe-
PA, contribuyendo de esta manera a la aparición de patologías rían indagar más en las relaciones entre la tensión laboral y la
como la hipertensión, las enfermedades cerebro-vasculares, la PA no quedándose con una única medida para toda la jorna-
arteriosclerosis, los infartos de miocardio, etc. El mecanismo da laboral, o para un día de descanso, sino que habría que
de explicación sugerido es que el incremento de PA es en sí ampliar a varias medidas y profundizar en el conocimiento de
mismo un factor de riesgo para el desarrollo de la qué estímulos concretos son los que elevan la PA (bien sea la
arterosclerosis, por lo que es probable que la tensión laboral sistólica o la diastólica) (Serrano et al., 2008). Además, sería
contribuya a la morbilidad y mortalidad cardiovascu-lar a necesario utilizar otros modelos de estrés laboral con el fin de
través de este mecanismo indirecto (Schnall et al, 1994), abordar comprehensivamente los procesos que ocu-rren en
aunque al mismo tiempo otros mecanismos pueden estar dicho contexto. En este sentido, proponemos que se realicen
también actuando. Entre estos últimos estaría la baja varia- estudios con una perspectiva más global del proceso de estrés
blidad cardíaca que se asocia a una activación repetida del en el contexto laboral, teniendo en cuenta los ante-cedentes y
sistema nervioso simpático (Hemingway et al., 2005). Ade- las consecuencias a medio/largo plazo.
más, cuando se considera el estrés laboral como un estresor
Trastornos afectivos posparto

Gabriel Fernando Oviedo Lugo*


Valeria Jordán Mondragón*

Resumen developing any type of mood disorder during


their puerperium. So me of them experience
El puerperio es uno de los períodos de mayor transient and slight symptoms, although
riesgo en la presentación de trastornos del es- between 8 and 25% of them can display an
tado de ánimo. Cerca de 85% de las mujeres array of disabling and persistent symptoms.
presentan algún tipo de alteración del estado Up to 50% of women in this latter group will
de ánimo durante el posparto. Algunas muje- remain undiagnosed.
res experimentan síntomas transitorios y le-
ves. Sin embargo, entre 8 y 25% de las There have been recent reports about
mujeres manifiestan algún tipo de trastorno infanticide among women known to bear a
incapacitante y persistente. En este último psychiatric illness during their post partum,
gru-po, permanecen sin diagnosticar el 50% highlighting the importance in diagnosing and
de los casos. Varios reportes recientes sobre treating these conditions. Early detection of
infantici-dio por parte de mujeres con mood disorders in post partum is limited mostly
enfermedad psi-quiátrica en el posparto, because physicians don’t look for the marking
señalan la importancia de diagnosticar y symptoms, and because there are no guidelines
tratar estos trastornos. Su detección precoz es that provide recommendations about routine
limitada por cuanto ni se busca atención, ni se testing to detect them.
realiza tamizaje de ruti-na.
The present document addresses the
El presente documento resume la situación de principal issues about this grave condition
estos trastornos con base en el análisis de la based on a literature review.
literatura disponible.
Key concepts: post partum depression.
Palabras clave: depresión posparto, Women. Quality of life. Social support
mujeres, calidad de vida, apoyo social, Hipothyroidism. Breast feeding. SSRIs
hipotiroidismo, lactancia, ISRS (inhibidores (selective serotonin reuptake inhibitors).
selectivos de recaptación de serotonina).

Abstract
2 Residentes de III año, especialización en Psi-
During post partum, puerperium is the period quiatría, Hospital Universitario San Ignacio.
of time most associated with the development of Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, Co-
mood disorders, with nearly 85% of women lombia.

UNIVERSITAS MÉDICA 2006 VOL. 47 Nº 2


132

Introducción asociadas a la lactancia, se trataban de


delirium asociado a “sepsis puerperal”, en-
Según la cuarta edición revisada del Manual tidad relativamente común en la antigua
de diagnóstico y estadísticas de los trastor- Grecia[1, 3].
nos mentales (DSM-IV TR), el especificador
de inicio en el posparto se aplica a los tras- En los siglos XVIII y XIX, la literatura
tornos que se manifiestan durante las cuatro médica alemana y francesa introdujo los pri-
semanas posteriores al parto. Este meros reportes sistemáticos de casos sobre
especificador puede utilizarse en episodios locura puerperal. En el año 1818, Jean Es-
depresivo mayor, maníaco o mixto, en tras- quirol realizó la primera descripción deta-
torno depresivo mayor actual (o más recien- llada de 92 casos de psicosis puerperal. En
te), en trastorno bipolar tipo I o trastorno 1829, Robert Gooch, reportó la psicosis
bipolar tipo II o aplicable en un trastorno puerperal en su informe Enfermedades pro-
psicótico breve[1, 2]. pias de las mujeres.

Los cambios fisiológicos pueden expli-car En 1856, el médico francés Victor Louis
ciertas transformaciones en la esfera men-tal. Marcé, en su libro Traite de la Folie des
Sin embargo, no constituyen la única Femmes Enceintes, caracteriza de manera sis-
condición que explica la presencia de sínto- temática la enfermedad mental durante el
mas mentales durante el posparto. También posparto. Este médico fue el primero en su-
otros factores, como los psicosociales y am- gerir que los cambios fisiológicos durante el
bientales, condicionan la proclividad de la puerperio influían en el estado de ánimo
mujer a presentar dichos síntomas[1, 3]. materno. En 1969, B. Pitt caracterizó un tipo
de depresión leve asociada al posparto[1].
La presencia de síntomas mentales gra-ves
El concepto sobre una forma más grave de
durante el embarazo o en el posparto son de
enfermedad mental no asociada con psi-cosis
gran importancia, no sólo por su aso-ciación
fue elaborado en los años setenta, en estudios
con los indicadores de morbi-mor-talidad,
de población fundamentados en entrevistas
sino también, por las consecuencias y sus
estructuradas y en criterios diag-nósticos
posibles complicaciones. De ahí que en los
estandarizados. En este estudio se registraron
últimos años se viene intentando optimizar el
altas tasas de participación de diversas formas
diagnóstico y poner a disposi-ción
de depresión entre las muje-res durante los
tratamientos tempranos y eficientes para
primeros seis meses después del parto.
prevenir y tratar estos trastornos.

A pesar de estas estrategias, ciertas pato-


logías como la depresión posparto son aún Clasificación
subdiagnosticadas y consecuentemente, mal
tratadas o no atendidas[3]. En este aparte se presenta un resumen de los
avances en la predicción, el diagnóstico y el
tratamiento de los tres tipos de trastornos
Antecedentes históricos psiquiátricos que se presentan durante el
período de posparto.
En el siglo IV a. de C., Hipócrates realizó la
primera descripción de enfermedades men- Post partum blues
tales asociadas al posparto. En su reseña con-
sideró que algunas apreciaciones sobre las Este trastorno se define como una forma leve
características clínicas de la manía posparto, y transitoria de depresión que aparece entre

OVIEDO G.F., JORDÁN V., TRASTORNOS AFECTIVOS POSPARTO


133

el tercero y el séptimo día posparto, con una bargo, ante la presencia de tensión emocio-nal
duración generalmente corta. Se trata de la y pobre apoyo ambiental, puede relacio-narse
alteración del estado de ánimo posparto más con síntomas depresivos y ansiosos, en
común, con una prevalencia de 75 a 80%. Se especial, en mujeres más sensibles al estrés
caracteriza por irritabilidad, tristeza, fati-ga, psicosocial[12, 13].
accesos de llanto y labilidad emocional. El
post partum blues es un fenómeno co-mún en El tratamiento consiste en tranquilizar a
este período y puede durar hasta dos semanas. la madre, promover el acompañamiento por
Por lo general, no requiere trata-miento parte de la familia, vigilar la evolución de los
farmacológico. Algunos estudios re-velan que síntomas y realizar psicoterapia de apo-yo
una mujer que presenta post partum blues breve.
tiene una probabilidad de 20% de desarrollar
depresión posparto[4, 5]. No se conoce cuánto
se asocia elpost partum blues a cambios Depresión posparto sin psicosis
hormonales posnatales; al-gunos estudios han
sugerido que el post partum blues se relaciona Se estima que este trastorno se presenta en 10
con la caída en los picos de estrógenos y a 15% de las mujeres en el período de
progesterona en el momento del parto [5-7]. posparto; este síndrome dura más tiempo que
el post partum blues y tiene un mayor impacto
en la familia. Se ha calculado que, en países
Se han desarrollado dos hipótesis que como Estados Unidos, una de cada ocho
intentan explicar este fenómeno. La primera mujeres presenta en su posparto tal patología.
se orienta a relacionar los síntomas con la Esto significa que del total de mujeres en
supresión hormonal abrupta. Durante el em- posparto, aproximadamente, un millón de
barazo es observable el bajo nivel de mujeres por año presenta este tipo de
progesterona y sus metabolitos, principal- depresión[4, 6, 16].
mente de alopregnanolona. Este bajo nivel se
ha asociado con síntomas depresivos, por
cuanto estas sustancias poseen gran afinidad Factores de predicción de
por los receptores GABA, razón por la que depresión posparto sin psicosis
poseen efectos ansiolíticos y anestésicos.
Los síntomas depresivos graves que se ma-
nifiestan de manera temprana (dos o tres días)
Se ha observado que las mujeres con post sugieren el inicio de una depresión posparto.
partum blues presentan un mayor aumento de Estos síntomas incluyen anhedonia, ideas de
los niveles de progesterona en las últi-mas minusvalía y culpa, llanto fácil, fatiga,
semanas del embarazo y durante el posparto, insomnio o hipersomnia, dificultad para con-
así como disminución de otras sus-tancias centrarse e incapacidad para realizar las ta-
como el colesterol y los triglicéridos, que reas maternales. Las mujeres con depresión
también se han asociado con cambios en el posparto sin psicosis pueden tener ideación
ánimo[8-11]. suicida e ideas obsesivas comúnmente rela-
cionadas con la posibilidad de hacerle daño al
lactante[17-19].
La segunda hipótesis se fundamenta en la
activación del sistema biológico mamífe-ro
que relaciona a la madre con su hijo, re- Se ha observado que la incidencia de
gulado por la oxitocina. En situaciones depresión posparto presenta variaciones en
normales, la oxitocina colabora con la con- función de la cultura. Es así que, en países y
ducta de apego entre madre e hijo. Sin em- en situaciones en las cuales se provee apoyo

UNIVERSITAS MÉDICA 2006 VOL. 47 Nº 2


134

psicosocial durante el embarazo, el parto y el za por un rápido cambio en los niveles


posparto, la incidencia de este trastorno es circulantes de diferentes hormonas. Du-rante
baja[20, 22]. el embarazo, los niveles de estró-genos
(estradiol, estriol, y estrona) y de progesterona
Entre los factores de riesgo y predicción presentan un aumento constan-te que, en
que explican la aparición de la depresión parte, es el resultado de la produc-ción
posparto sin psicosis, se encuentran los si- placentaria de estas hormonas. Con la pérdida
guientes: eventos estresantes previos al em- de la placenta durante el parto, los niveles de
barazo, historia de trastorno depresivo mayor progesterona y estrógenos caen de manera
o de trastorno disfórico premenstrual, historia abrupta y alcanzan los niveles previos al
familiar de trastornos del estado de ánimo, embarazo hasta el quinto día del posparto[13,
embarazo no deseado, historia de amenaza de 28-30].
aborto, parto pretérmino y parto por cesárea,
el ser madre soltera o la disfunción de pareja, Esteroides gonadales. El estradiol y el
la baja autoestima materna, el bajo nivel estriol son las formas biológicamente acti-
socioeconómico, los embarazos no deseados o vas de los estrógenos que son producidos en
no planeados, y la imposibilidad de lactar o el la placenta y aumentan durante el embarazo
cese temprano de la lactancia[23-26]. entre 100 y 1.000 veces, respectivamente. La
síntesis del estriol resulta de la actividad
metabólica del hígado fetal; éste se produce
Además de la influencia de los factores ya en altas concentraciones durante el embara-
mencionados, el inicio de los síntomas zo. Los estudios en animales han demostra-
durante el embarazo, el temperamento del do que el estradiol incrementa la acción
recién nacido, el bajo nivel educativo de la neurotransmisora de la serotonina, al aumen-
madre y anomalías o enfermedades del hijo o tar su síntesis y disminuir su recaptación. La
de la madre, se han relacionado con la pre- brusca disminución en los niveles de
sencia de síntomas depresivos persistentes estradiol posterior al posparto, podría expli-
después de seis meses de posparto[17, 18, 23, car teóricamente la depresión posparto. Sin
26]. Esta situación ocurre hasta en el 50% de embargo, si se comparan las mujeres con
los casos. depresión con aquéllas sin depresión, algu-
nos estudios no han mostrado una asocia-
Desde el punto de vista biológico, es ción significativa entre los niveles de
posible que se presente una excesiva estradiol total y estriol libre entre el final del
fatigabilidad, piel seca, intolerancia al frío y embarazo y el puerperio[10, 13, 30].
caída reciente del pelo. Sin embargo, debe
Los niveles de B endorfina, hormona
descartarse el hipotiroidismo, el cual se pre-
gonadotropina coriónica humana y cortisol
senta en 5 a 10% de las mujeres en el primer
también aumentan durante el embarazo y
año posparto[8, 27, 28].
alcanzan su pico máximo cerca al término del
embarazo y declinan en el posparto. Los
En cuanto a la causa de la depresión
niveles elevados de estrógenos durante el
posparto sin psicosis, las teorías más acerta-
embarazo estimulan la producción de la
das hasta el momento son las que se relacio-
globulina fijadora de hormona tiroidea, lo que
nan con los cambios hormonales y las
conduce a un aumento en la fijación de T3
susceptibilidades específicas durante este
(triyodotironina) y T4 (tiroxina), así como a
período[28-30].
una caída simultánea de T3 y T4 libre. En
consecuencia, la hormona estimulante de la
Entre los aspectos hormonales, se debe tiroides (TSH) aumenta para compensar la
resaltar que el período posparto se caracteri-

OVIEDO G.F., JORDÁN V., TRASTORNOS AFECTIVOS POSPARTO


135

baja cantidad de hormonas tiroideas libres[5, mente con los niveles de hormonas
28-30]. tiroideas[13, 29, 30].

Los niveles de prolactina aumentan du- Hormonas hipofisiarias. Los niveles de


rante el embarazo y presentan un pico máxi- prolactina alcanzan valores hasta de 140 ng/
mo en el momento del parto; en las mujeres ml al final del embarazo y declinan a las tres
que no lactan, éstos regresan a los niveles semanas posteriores al parto. Se ha sugerido
previos al embarazo a las tres semanas que la prolactina juega un papel en esta en-
posparto [13,30]. tidad, por cuanto, como resultado de obser-
vaciones a mujeres no embarazadas que
Hormonas tiroideas. La incidencia de la presentan síntomas de ansiedad y depresión,
función tiroidea anormal aumenta leve-mente se ha encontrado una relación con estados de
después del parto[10, 28-30]. En los seis hiperpolactinemia patológica. Sin embar-go,
meses posteriores al parto, las mujeres diversos estudios muestran resultados
experimentan algún tipo de disfunción contradictorios. La oxitocina y la vaso-
tiroidea, entre un 7 y 23% comparado con un presina no se han relacionado con la depre-
3 a 4% en la población general. Aunque la sión posparto[9, 13, 29, 30].
disfunción tiroidea no ha sido identifica-da
como un factor determinante en la mayo-ría Cortisol. Los niveles de cortisol regis-tran
de mujeres que desarrollan depresión su pico máximo al final del embarazo debido a
posparto sin psicosis, puede jugar un papel la producción placentaria de corticoliberina
importante en un subgrupo de mujeres. Un (CRH), niveles que caen brus-camente en el
estudio prospectivo de 303 mujeres emba- momento del parto. Diversos estudios no han
razadas, eutiroideas, muestra que 21 muje-res podido demostrar la asocia-ción entre el
(7%) desarrollaron trastornos tiroideos cortisol plasmático o urinario y la depresión
posparto. La depresión posparto sin psico-sis posparto, por cuanto estas mediciones carecen
se identificó en 38% de esas mujeres y se de valor diagnóstico dado que dichos niveles se
resolvió con posterioridad al tratamien- encuentran fisiológicamente elevados en el
to[10]. Durante el puerperio, algunas muje- embarazo y en el posparto. Algunos autores
res sin una clara disfunción tiroidea pueden sugieren que los altos niveles de cortisol que se
tener algún grado de patología tiroidea. Se registran durante el embarazo, como resultado
han encontrado anticuerpos tiroideos en de la producción de CRH, después del parto
11,6% de las mujeres en el posparto. El efec- pro-ducen supresión en la glándula suprarrenal
to inmunosupresor de los niveles altos de y, si ésta es demasiado sostenida y grave,
cortisol durante el embarazo puede ser se- puede contribuir a los cambios en el estado de
guido de un fenómeno inmune de rebote ánimo[10, 12, 29, 30]. Además, no hay una
después del parto, lo cual produce una alta correlación en los resultados de la prue-ba de
incidencia de anticuerpos antitiroideos[30]. supresión de la dexametaxona en el posparto,
ya que esta prueba está alterada hasta en 80%
En un estudio doble ciego, de 145 muje- de estas mujeres, posiblemen-te por la
res positivas y 229 mujeres negativas para hipercortisolemia ya menciona-da[12, 26, 30].
anticuerpos, se encontró una relación entre la
depresión y el estado de anticuerpos posparto.
La disminución de la función tiroidea puede
afectar el estado de ánimo en el posparto Finalmente, también se encuentran estu-
debido a su asociación con la disminución de dios que señalan que, durante el quinto y el
los niveles de la actividad de la serotonina sexto día posparto, se registra una reducción
central. Los niveles de serotonina se han de los niveles plasmáticos de triptófano,
correlacionado positiva- principalmente en las madres con baby blues,

UNIVERSITAS MÉDICA 2006 VOL. 47 Nº 2


136

y que dicha reducción persiste hasta por seis Tratamiento


meses en las madres deprimidas. Sin embar-
go, el administrar triptófano en el embarazo Los antidepresivos son la piedra angular del
no previene la aparición de baby blues ni de tratamiento de la depresión posparto. Un
depresión posparto sin psicosis. inhibidor selectivo de la recaptación de la
serotonina debe administrarse de manera rá-
pida, pues este tipo de agentes presentan un
Evaluación y diagnóstico de bajo riesgo de efectos tóxicos en caso de
depresión posparto sin psicosis sobredosis[37]. La mayoría de los estudios
existentes son ensayos abiertos; reciente-
Para realizar el diagnóstico se requiere sos- mente, se han realizado estudios controla-dos
pechar la presencia de depresión posparto sin con placebo.
psicosis, además de seguir de cerca a las
madres con factores de riesgo y realizar un Varios estudios han demostrado la efica-
tamizaje a todas las nuevas madres durante la cia de medicamentos como sertralina,
sexta semana posparto[4, 21, 31, 32]. paroxetina, fluoxetina y venlafaxina en el
tratamiento de la depresión posparto sin psi-
Es fundamental llevar una historia clíni-ca cosis[37]. La sertralina se considera como el
detallada para el diagnóstico de la depre-sión antidepresivo de elección durante el emba-
posparto. Las ideaciones de la madre con razo, en virtud de su baja tasa de excreción
respecto al suicidio o el infanticidio son en la leche materna y, generalmente, no se
indicación de una hospitalización inmedia-ta; detecta en el plasma del neonato; tampoco se
igualmente, esto está indicado para las han reportado efectos adversos en el niño[37-
mujeres con comorbilidad de abuso de sus- 40].
tancias y limitaciones funcionales importan-
tes para el cuidado propio y el del infante. La En un estudio se reportó que los niños que
depresión posparto debe diferenciarse del post recibían lactancia de madres tratadas con
partum blues que ocurre en una impor-tante fluoxetina ganaron menos peso. A diferen-cia
cantidad de madres en este período. Como, en de otros antidepresivos, la fluoxetina tie-ne un
general, los controles posparto los realizan metabolito activo (norfluoxetina) con una vida
médicos o personal no especializa-do en salud media larga (entre 6 y 16 días) y se han
mental, se ha intentado entrenar al personal descrito cuadros de cólico del lactante después
médico y realizar tamizaje con encuestas. En de la ingestión materna de este fár-maco[38,
estas circunstancias, se ha evidenciado que 39].
tales procedimientos aumentan la probabilidad
de un mejor acer-camiento y tratamiento a los Otro antidepresivo considerado apropia-do
problemas men-tales de los pacientes por durante la lactancia es la paroxetina, ya que ha
parte del personal no especialista en el mostrado un bajo porcentaje en el niño, de la
área[32, 36]. dosis ajustada de la madre (hasta 2,24%) y
una media de concentración le-che/plasma de
Con ese fin, se utiliza como herramienta 0,96. Además, es poco proba-ble que se
diagnóstica útil para depresión posparto, la detecte en el plasma del lactante, no se ha
escala de Edimburgo[20, 21, 32, 36]. Esta asociado a ningún efecto adverso y no posee
herramienta se sustenta en un cuestionario metabolitos activos[40].
fácil de diligenciar con 10 puntos, y se orga-
niza en rangos de puntaje de cero a treinta. Los antidepresivos tricíclicos, excepto la
Los puntajes mayores de 10 señalan alto ries- doxepina, no se asocian con dosis signifi-
go de depresión posparto[32, 36]. cativas en los recién nacidos y no se presen-

OVIEDO G.F., JORDÁN V., TRASTORNOS AFECTIVOS POSPARTO


137

tan efectos agudos en éstos, en especial si son entre la segunda y la tercera semana
mayores de 10 semanas de edad. Los posparto, con una correlación con los tras-
metabolitos de la doxepina sí se encuentran tornos bipolares de 70 a 80% y una tasa de
en el plasma de los niños y se relacionan con recurrencia de 30 a 50%[4, 17, 18].
efectos en el recién nacido[38, 40, 41].
Entre sus características clínicas, se en-
La elección del tratamiento antidepre-sivo cuentran: labilidad afectiva, alucinaciones
debe sustentarse en las características de la visuales, auditivas y táctiles, lenguaje des-
respuesta previa de la paciente a algún tipo de organizado, desorientación, confusión, de-
antidepresivo y en el perfil de efec-tos lirios y trastornos de sueño.
adversos. Se recomienda iniciar con la mitad
de la dosis usual, con incremento de la dosis Las ideas delirantes generalmente tienen
cada quinto día, debido a la hiper-sensibilidad relación con el bebé e incluyen aspectos
de las mujeres a los efectos in-deseables de sobre malformaciones de éste, así como con-
los medicamentos durante este período; si es tenido místico-religioso. De manera frecuen-
un primer episodio depresivo, se deben te, se observan conductas autoagresivas y
esperar cuatro semanas para eva-luar la violentas que pueden terminar en suicidio o
respuesta a este tratamiento y, si fue filicidio[1, 2, 4, 17, 18].
favorable y la paciente tiene antecedentes de
episodios previos, se debe sostener por seis Los factores de riesgo más importantes
meses o más tiempo[39-42]. son: la historia de psicosis posparto previa, el
trastorno afectivo bipolar y la historia fa-
La psicoterapia individual (terapia miliar de psicosis posparto. Algunos estu-dios
cognitiva comportamental y terapia han encontrado relación entre la depresión
interpersonal) y la psicoterapia de pareja, son posparto con psicosis y una res-puesta
elementos coadyuvantes que han mos-trado exagerada de la hormona del creci-miento,
eficacia en el tratamiento de este tipo de cuando se aplica apomorfina durante el cuarto
trastornos[43-45]. En los casos en que la día posparto[50, 51].
relación madre-hijo se note muy alterada, las
técnicas conductuales, como el entrena- El tratamiento es básicamente farma-
miento de los padres y los masajes al recién cológico; se recomienda iniciar antipsi-cóticos
nacido, pueden mejorar la interacción, pero típicos o atípicos, como el uso de
no han mostrado ser efectivas para el trata- moduladores del afecto. Se ha documen-tado
miento de la depresión[46-48]. la eficacia del carbonato de litio en la psicosis
posparto. En esta alternativa, la lactancia debe
Los datos preliminares sugieren que puede interrumpirse. La terapia electroconvulsiva es
ser beneficioso el tratamiento con estrógenos bien tolerada y rápida-mente efectiva[49].
solos o en combinación con antidepresivos.
En mujeres con sinto-matología grave y riesgo
suicida alto, la te-rapia electroconvulsiva es la
estrategia más indicada[49]. Conclusión

A pesar de su elevada prevalencia, a menu-


Depresión posparto con psicosis do la depresión posparto no se diagnostica y,
por lo tanto, no se trata. Asimismo, el tra-
Se encuentra presente en 1 a 2 por 1.000 tamiento de los casos diagnosticados plan-tea
mujeres. Generalmente, los síntomas inician numerosos dilemas para el profesional de
atención primaria.

UNIVERSITAS MÉDICA 2006 VOL. 47 Nº 2


138

La evidencia clínica demuestra que, por objeto de atención especial durante el em-
un lado, existen estrechas relaciones entre la barazo y el posparto, dado que constituyen
variabilidad hormonal fisiológica, los población en alto riesgo.
cambios anímicos normales, las alteraciones
hormonales (en particular de los ejes En consecuencia, la provisión de apoyo
tiroideos, gonadal y suprarrenal) que en posparto intensivo y remisión adecuada por
muchas ocasiones son factores etiológicos parte de profesionales de atención primaria
principales y, en otras, requieren com- capacitados para la identificación de sínto-
plementaciones o correcciones para una ade- mas y el tipo de tratamiento de estas patolo-
cuada recuperación anímica. Por otro lado, gías pueden prevenir episodios más graves y
esta variabilidad depende de factores psí- largos, y disminuir el sufrimiento de la madre
quicos, las condiciones afectivas y sociales y el hijo, y también los índices de suicidio y
de la madre experimentadas durante el em- filicidio.
barazo y el mismo parto, y sus antece-dentes
depresivos. De ahí la importancia y la necesidad de
identificar de manera temprana los casos
De hecho, las madres solteras muy jóve- para evitar alteraciones afectivas posparto
nes, sin apoyo familiar, con antecedentes me-diante un tratamiento que responda a un
depresivos en su familia y en condiciones diagnóstico acertado.
sociales y económicas precarias, deben ser
Niveles de andrógenos, estilos parentales y conducta agresiva en niños y
niñas de 5-6 años de edad

José Ramón Sánchez-Martín, Aitziber Azurmendi Imaz, Eduardo Fano Ardanaz, Francisco
Braza Lloret*, José Manuel Muñoz Sánchez** y María Rosario Carreras de Alba**
Universidad del País Vasco, * Estación Biológica de Doñana - CSIC (Sevilla) y ** Universidad de Cádiz

El presente estudio explora la relación entre los niveles de andrógenos, el estilo educativo parental y
medidas de agresión física, verbal e indirecta en niños y niñas de 5-6 años. 129 niños (60 chicos y 69
chicas) fueron evaluados respecto a sus niveles de agresión a través de una técnica de estimación por
pares. Los padres cumplimentaron el Parenting Styles Dimensions Questionnaire, a partir del cual se
obtuvieron los estilos educativos parentales. Los niveles de testosterona, androstenediona y dehidroe-
piandrosterona (DHEA) fueron evaluados utilizando una técnica de enzimoinmunoensayo en
muestras de saliva. Un análisis de regresión indicó que la interacción madre directiva-
androstenediona a los 5 años fue predictiva de la agresión física a los 6 años. De forma específica, se
observó que en los chi-cos con altos niveles de androstenediona, la conducta maternal directiva se
asoció con la agresión físi-ca. Se discuten los resultados a la luz de planteamientos relacionados con
la educación y la crianza ca-racterísticos de la psicología del desarrollo, y se sugiere una posible
relación de los resultados con la hipótesis de la dominancia maternal.

Androgen levels, parenting styles and aggressive behavior in 5-6-year-old boys and girls. This study
explores the relationship between androgen levels, parenting styles, and physical, verbal, and indirect
aggression measures in 5-6-year-old children. 129 children (60 boys and 69 girls) were assessed in
relation to their aggression levels using a peer-rating technique. Parents completed the Parenting
Styles and Dimensions Questionnaire, from which the different parenting styles were obtained.
Testosterone, androstenedione and dehydroepiandrosterone (DHEA) were measured using an
enzymoimmunoassay technique in saliva samples. A regression analysis indicated that the directive
mother-androstenedione interaction at the age of 5 was predictive of physical aggression at the age of
6. In specific terms, the results showed that, in boys with high androstenedione levels, directive
maternal behavior is associated with physical aggression. The results are subsequently discussed in
light of postulates related to parenting characteristic of developmental psychology and we suggest a
potential link of our results with the hypothesis of maternal dominance.

Se han propuesto varios paradigmas para explicar la interacción factores sociales o contextuales, como factores biológicos. Entre
hormonas-conducta, con modelos que van desde la consideración de los los factores sociales o contextuales que han sido asociados al de-
niveles hormonales como factor causal de la conducta hasta mo-delos sencadenamiento de la conducta agresiva, las características pa-
que proponen una relación causal inversa (Susman y Ponira-kis, 1997). rentales han recibido una atención preferencial, y dentro de los
Uno de los modelos más interesantes, por su valor inte-grador, es el que factores biológicos asociados al desencadenamiento de la agresión
se ha venido a denominar ‘perspectiva biosocial’ (o biopsicosocial), y son las hormonas, y en particular los andrógenos, uno de los más
que se caracteriza por la integración de factores psicosociales y estudiados.
biológicos a la hora de explicar el comportamiento. En este modelo, las La mayor parte de los estudios que han abordado la relación
variables psicológicas y sociales pueden tener un papel moderador o andrógenos-agresión (sobre todo testosterona-agresión) en hu-
mediador de la relación hormonas-conducta. manos lo han hecho con muestras de varones puberales o postpu-
En el presente estudio, vamos a centrarnos en una aproxima- berales, y muy pocos se han llevado a cabo con sujetos prepube-
ción biosocial de la conducta agresiva en la que se incluyen tanto rales. De los pocos estudios realizados con niños, diversas
investigaciones (Chance, Brown, Dabbs y Casey, 2000; Sánchez-
Martín, Fano, Ahedo, Cardas, Brain y Azpíroz, 2000; Scerbo y
Kolko, 1994) han hallado una asociación positiva entre niveles de
Fecha recepción: 8-4-08 • Fecha aceptación: 25-9-08 testosterona y agresión, aunque en algunos trabajos no se ha ob-
Correspondencia: José Ramón Sánchez-Martín servado tal relación (Constantino, Grosz, Saenger, Chandler, Nandi
Facultad de Psicología
y Earls, 1993; Van Goozen, Matiz, Cohen-Kettenis, Thijs-sen y
Universidad del País Vasco
20018 San Sebastián (Spain) Van Engeland, 1998). Además, algunos estudios han halla-do algún
E-mail: joseramon.sanchez@ehu.es tipo de relación entre niveles de androstenediona y for-
3 J. RAMÓN SÁNCHEZ-MARTÍN, AITZIBER AZURMENDI IMAZ, EDUARDO FANO ARDANAZ, FRANCISCO BRAZA LLORET, J. MANUEL MUÑOZ SÁNCHEZ Y Mª ROSARIO CARRERAS DE ALBA

mas específicas de conducta agresiva o problemas de ajuste so-cial Método


(Azurmendi, Braza, García, Braza, Muñoz y Sánchez-Mar-tín,
2006; Nottelmann, Susman, Inoff-Germain, Cutler, Loriaux y Participantes
Chrousos, 1987; Van Goozen et al., 1998). Tomados en conjunto,
podríamos decir que los estudios con niños sugieren que los an- Los participantes del estudio fueron 129 niños (60 chicos y 69
drógenos podrían jugar algún papel en el desarrollo de la agre-sión chicas) integrados en ocho aulas de tres colegios públicos de las
en la etapa prepuberal, aunque esta cuestión requiere más in- provincias de Guipúzcoa y Cádiz (España). En la primera fase del
vestigación. estudio, la media de edad de los chicos fue de 5 años y 5 meses y la
Dentro de los antecedentes ambientales de los problemas de media de edad de las chicas fue de 5 años y 4 meses. En la se-
conducta del niño, el contexto familiar ha recibido una atención gunda fase del estudio, los niños tuvieron un año más (una media 6
preferencial. Los estilos educativos constituyen un elemento fun- años y 5 meses). Los padres recibieron cumplida información sobre
damental en el ámbito de la socialización dentro de ese contexto el estudio y dieron su consentimiento escrito.
(Torío, Peña e Inda, 2008) y diversos estudios han establecido una
conexión entre las prácticas y los estilos parentales y la conducta Instrumentos
agresiva en niños y adolescentes (Estévez, Murgui, Moreno y Mu-
situ, 2007; Patterson, 2002). De esta forma, se han encontrado evi- Análisis de los niveles hormonales en saliva. En el presente es-
dencias de una asociación entre la conducta agresiva y estilos pa- tudio se recogieron dos muestras de saliva por cada sujeto, siem-
rentales tales como una disciplina severa (Dodge, Pettit y Bates, pre a la misma hora (09:00 h), con un intervalo de tres semanas.
1994), una educación maternal coercitiva (McFayden-Ketchum, Las muestras fueron congeladas y almacenadas en el laboratorio a -
Bates, Dodge y Petit, 1996; Tremblay et al., 2004), la ausencia de 80 ºC, hasta su posterior análisis utilizando una técnica de ELISA
comportamiento afectuoso (McFayden-Ketchum et al., 1996), y (Salimetrics, State College, USA, para testosterona, y DHEA,
una conducta maternal directiva y negativa (Campbell, Breaux, Dia.Metra, Foligno, Italia, para androstenediona). Dado que las dos
Ewing y Szumowski, 1986). mediciones de cada variable endocrina presentaron un buen índice
Uno de los pocos trabajos que han llevado a cabo una aproxi- de correlación (testosterona: r= .722, p<0.01; DHEA: r=
mación biopsicosocial de las conductas de riesgo en niños to- .309, p<0.05; androstenediona: r= 0.500, p<0.01), ambas fueron
mando en consideración los niveles de andrógenos y las prácticas promediadas para obtener una única medida de cada hormona pa-ra
parentales es el de Booth, Johnson, Granger, Crouter y McHale cada sujeto.
(2003), que exploraron la relación entre los niveles de testostero-na Evaluación de los estilos educativos. El Parenting Styles and
y la conducta, así como el efecto moderador que las caracte-rísticas Dimensions Questionnaire (PSDQ) es un cuestionario que sirve
del contexto familiar tenían en una muestra amplia de ni-ños y para evaluar las prácticas educativas democrática, autoritaria y
adolescentes (6 a 18 años de edad). Aunque no midieron permisiva (Robinson, Mandleco, Olsen y Hart, 2001). Consta de 62
exactamente la conducta agresiva, sino otro tipo de conductas, ta- ítems que se agrupan en tres escalas primarias (democrática,
les como hacer cosas peligrosas para buscar emociones, beber al- autoritaria y permisiva) y 11 subescalas secundarias (calor e im-
cohol, etc., sus resultados son muy ilustrativos. Estos autores en- plicación, razonamiento/inducción, participación democrática,
contraron que la calidad de la relación madre-hijo varón y padre- afabilidad/trato fácil, hostilidad verbal, castigo corporal, no razo-
hijo varón moderó la relación positiva hallada entre los ni-veles de namiento/estrategias punitivas, directividad, ausencia de supervi-
testosterona y las conductas de riesgo: cuando la calidad de la sión, ignorar las conductas no aceptables y autoconfianza). Las
relación padres-hijos era mayor, la relación testosterona-conductas preguntas de este cuestionario están diseñadas para medir en una
de riesgo era menos evidente. escala Likert con qué frecuencia exhiben el padre y la madre cier-
El estudio concreto que aquí presentamos trata de explorar el tas conductas hacia su hijo.
valor predictivo que las prácticas parentales de los progenitores de Estimación por los pares de la conducta agresiva. El Peer Es-
niños de 5 años de edad, y los niveles de andrógenos de los niños a timated Conflict Behavior Inventory (PECOBE) es una prueba de-
esa edad, tienen sobre la conducta agresiva (física, verbal e indi- sarrollada por Björkqvist y Osterman (1998) en la que cada niño
recta) medida por estimación por los pares a la edad de 6 años. Es- debe puntuar en una escala Likert a cada uno de sus compañeros de
pecíficamente, hipotetizamos que los estilos educativos parentales clase con respecto a una serie de comportamientos que éstos
que impliquen excesivo control de la conducta del niño, así como pueden exhibir en situaciones de conflicto (agresión, mediación,
los estilos caracterizados por una ausencia de calidez (hostilidad, victimización, etc.). Para el presente estudio, nosotros utilizamos
etc.) estarán asociados con niveles de agresión más elevados. Asi- solamente las puntuaciones relacionadas con la agresión. El PE-
mismo, hipotetizamos que altos niveles de andrógenos se relacio- COBE proporciona puntuaciones acerca de la agresión física, la
narán con altos niveles de agresión. Finalmente, se analizará el va- agresión verbal y la agresión indirecta de los sujetos.
lor predictivo de los posibles efectos interactivos de esas dos
variables (hormonas y estilos educativos) sobre la conducta agre- Procedimiento
siva. El presente estudio forma parte de un proyecto más amplio
que trata de explorar, desde una perspectiva biopsicosocial, la in- En la primera fase del estudio en la que los niños tenían una
fluencia de diversos factores (familia, hormonas, habilidades cog- media de edad de 5 años, se obtuvieron muestras de saliva en dos
nitivas, etc.) sobre la conducta y el ajuste social de niños en edad ocasiones intercaladas a lo largo del curso escolar con objeto de
escolar. En este proyecto general nos interesa además evaluar el obtener una línea base de los niveles de andrógenos de cada suje-to.
valor predictivo que algunos de estos factores, medidos en una Las concentraciones salivares de diversos andrógenos constitu-yen
edad determinada, tiene sobre comportamientos que se manifies-tan un buen indicador de la fracción libre de esas hormonas en plasma,
en etapas ulteriores. que es la que es fisiológicamente activa (Granger, Sch-
NIVELES DE ANDRÓGENOS, ESTILOS PARENTALES Y CONDUCTA AGRESIVA EN NIÑOS Y NIÑAS DE 5-6 AÑOS DE EDAD 59

wartz, Booth y Arentz, 1999; Navarro, Juan y Bonnin, 1986; Ot- Finalmente, se llevó a cabo un análisis de regresión múltiple,
ten, Wellen, Rijken, Stoelinga y Benraad, 1983; Riad-Fahmy, utilizando los factores de estilo parental y las medidas hormonales
Read, Walter y Griffiths, 1982; Vittek, L’Hommedieu, Gordon, como variables independientes y las puntuaciones en agresión co-
Rappaport y Southren, 1985; Young, Walter, Riad-Fahmy y Hug- mo variable dependiente. Este análisis permitió determinar el im-
hes, 1988). pacto de los estilos parentales y las hormonas sobre la agresión es-
También en la primera fase del estudio, en un punto intermedio timada por los pares.
entre las dos recogidas de muestras de saliva, se envió a los padres
de los sujetos participantes en el estudio el PSDQ. El padre y la Resultados
madre de cada sujeto cumplimentaron de forma separada el citado
cuestionario y lo remitieron nuevamente a los investigadores. Diferencias de género en la agresión y en las medidas hormonales
En la segunda fase del estudio, en la que los niños tenían una
media de edad de 6 años, se administró a los sujetos el PECOBE. Con respecto a la conducta agresiva se encontraron diferencias
El inventario fue administrado en sesiones individuales por inves- de género en la agresión física (F= 25,878; P= 0.000), en la agre-
tigadores cualificados y entrenados, en un aula adyacente a su pro- sión verbal (F= 20,2239; P= 0.000) y en la agresión indirecta (F=
pia aula en cada escuela. Teniendo en cuenta que se trata de niños 4,850; P= 0.030). En todos los casos, la puntuación de los chicos
pequeños, siguiendo las instrucciones de los autores de la prueba fue superior a la de las chicas.
para estas edades, los entrevistadores utilizaron el inventario en la En el caso de las hormonas, sólo se encontraron diferencias de
forma de entrevista de formato cerrado, cumplimentando el cues- género en DHEA, teniendo las chicas niveles más altos que los
tionario a partir de las respuestas del niño. chicos (F= 6.359; P= 0.002), resultado éste que fue presentado ori-
ginalmente en Azurmendi et al. (2005).
Análisis de datos
Relaciones entre medidas de agresión y niveles hormonales, y entre
Teniendo en cuenta los antecedentes mencionados en la sección medidas de agresión y estilos parentales
introductoria, que relacionan los estilos parentales con la conduc-ta
agresiva, consideramos que las 11 subescalas del PSDQ consti- Comenzamos el análisis utilizando los datos de los sexos com-
tuyen un punto de partida mucho más apropiado para nuestros ob- binados, para subsiguientemente explorar los posibles efectos del
jetivos, que las tres escalas principales del test. Por ello, en primer género en cualquier asociación que pudiera encontrarse. De esta
lugar, calculamos separadamente los componentes principales de forma, no se encontró ninguna correlación significativa entre las
los estilos parentales de la madre y los del padre, partiendo de las medidas hormonales y los diferentes tipos de agresión. La tabla 1
puntuaciones de las 11 subescalas secundarias, utilizando un aná- muestra las correlaciones entre las puntuaciones obtenidas en los
lisis factorial con rotación varimax. De esta forma obtuvimos una estilos parentales y las medidas de agresión, utilizando los datos
solución de cuatro factores para la madre y cuatro para el padre. combinados de chicos y chicas. Así, después de aplicar la correc-
Para la madre, el primer factor consistió en los ítems de ‘calor e ción de Bonferroni, se encontró una correlación positiva significa-
implicación’ (0.82), ‘razonamiento/inducción’ (0.75), ‘participa- tiva entre el factor ‘Madre directiva’ y las medidas de agresión fí-
ción democrática’ (0.77) y ‘afabilidad/trato fácil’ (0.63), y fue de- sica (r= 0.256, P<0.01).
nominado ‘Madre democrática’; el segundo factor incluyó ‘hosti-
lidad verbal’ (0.55), ‘castigo corporal’ (0.65), ‘ausencia de Niveles hormonales como moderadores de las relaciones estilo
supervisión’ (0.69) y ‘autoconfianza’ (0.73), y fue denominado parental-agresión
‘Madre hostil/negligente’; el tercer factor incluyó la ‘directividad’
(0.88) y fue denominado ‘Madre directiva’; y el cuarto factor para Con objeto de analizar la cuestión de si los niveles hormonales
los estilos parentales de la madre consistió en ‘ignorar la conduc-ta actúan o no como moderadores de la relación estilo parental-agre-
no aceptable’ (0.87) y fue denominado ‘Madre permisiva’. Para el sión, se llevaron a cabo diversos análisis de regresión tomando co-
padre, el primer factor consistió en los ítems de ‘calor e impli- mo punto de partida sólo aquellas variables que presentaron rela-
cación’ (0.80), ‘razonamiento /inducción’ (0.81), ‘participación
democrática’ (0.74) y ‘afabilidad/trato fácil’ (0.64), y fue denomi- Tabla 1
nado ‘Padre democrático’; el segundo factor incluyó ‘hostilidad Correlaciones entre estilos parentales y medidas de agresión, utilizando
verbal’ (0.56), ‘castigo corporal’ (0.63), ‘no razonamiento/estrate- los datos combinados de chicos y chicas y la correlación de Pearson
gias punitivas’ (0.64) y ‘directividad’ (0.69), y fue denominado
Agresión física Agresión verbal Agresión indirecta
‘Padre hostil/directivo’; el tercer factor consistió en ‘ausencia de
supervisión’ (0.73) y ‘autoconfianza’ (0.73), y fue denominado Madre democrática r= 0.073 r= 0.023 r= 0.004
‘Padre negligente’; y, finalmente, el cuarto factor de los estilos pa- Madre hostil/negligente r= 0.233 r= 0. 155 r= 0.198
rentales para el padre consistió en ‘ignorar la conducta no acepta-
Madre directiva r= 0.256** r= 0.225 r= 0.221
ble’ (0.94) y fue denominado ‘Padre permisivo’.
Madre permisiva r= - 0.90 r= - 0.025 r= 0.054
Las puntuaciones de agresión física, verbal e indirecta fueron
Padre democrático r= 0.108 r= 0.108 r= 0.073
estandarizadas convirtiéndolas en puntuaciones típicas (Z). Las di-
ferencias entre ambos sexos con respecto a la agresión y a las va- Padre hostil/directivo r= 0.212 r= 0.191 r= 0.235
riables hormonales fueron analizadas utilizando una ANOVA de un Padre negligente r= 0.129 r= 0.014 r= 0.081
factor. Las asociaciones en los factores de estilo parental y los Padre permisivo r= - 0.166 r= - 0.114 r= - 0.027
diversos tipos de agresión fueron analizadas utilizando el coefi-
* p<0.01
ciente de correlación de Pearson y la corrección de Bonferroni.
* J. RAMÓN SÁNCHEZ-MARTÍN, AITZIBER AZURMENDI IMAZ, EDUARDO FANO ARDANAZ, FRANCISCO BRAZA LLORET, J. MANUEL MUÑOZ SÁNCHEZ Y Mª ROSARIO CARRERAS DE ALBA

ciones significativas en las correlaciones presentadas en la tabla 1 en el ámbito del análisis de regresión). Sin embargo, ninguno de los
este caso, la única relación encontrada fue entre el factor ‘Madre andrógenos correlacionó con ninguna de las medidas de agresión,
directiva’ y la agresión física. En cada análisis de regresión se in- ni tuvo, de forma independiente, valor predictivo significativo al-
trodujo la agresión física como variable dependiente y el factor ‘Madre guno sobre la agresión física.
directiva’ y una hormona, junto con la interacción de ambas (Madre Como señalábamos en la sección introductoria, diversos estu-
directiva × hormona), como predictores (tabla 2). Subsi-guientemente, dios han encontrado una asociación entre conducta maternal di-
en el único caso en el que la variable que medía la in-teracción obtuvo rectiva y coercitiva y aumentados niveles de agresión en niños
un nivel de significación (‘Madre directiva’ × an-drostenediona), se (Campbell et al., 1986; Tremblay et al., 2004). Lo más interesante y
examinó la asociación entre el estilo parental (‘Madre directiva’) y la novedoso de nuestros resultados es que la interacción entre el es-
agresión física por medio de una regresión simple para los niveles alto tilo maternal directivo y los niveles de un andrógeno, la androste-
y bajo de androstenediona (tabla 3). Posteriormente, llevamos a cabo un nediona, se convierte en un predictor de la agresión física, y esto es
análisis de regresión múltiple de forma separada para los chicos y para así para los chicos pero no para las chicas (la interacción expli-ca
las chicas, con objeto de analizar si este efecto interactivo (‘Madre hasta un 9% de la varianza de la agresión física en chicos). De tal
directiva’ × androstene-diona) era específico para alguno de los dos forma que en los chicos con altos niveles de androstenediona, la
sexos. Como resultado encontramos que sólo era significativo para los conducta maternal directiva se asocia de forma positiva con la
chicos (tabla 4). Fi-nalmente, se analizó la asociación entre estilo agresión física. A diferencia del trabajo de Booth et al. (2003), en
parental (‘Madre di-rectiva’) y agresión física en chicos a través de un el que la calidad de la relación madre-hijo varón y padre-hijo va-
análisis de regre-sión simple para los niveles alto y bajo de rón moderó la asociación positiva entre los niveles de testosterona
androstenediona (tabla 5). y las conductas de riesgo, en nuestro estudio encontramos que pa-
recen ser los niveles hormonales (androstenediona) los que mode-
Discusión y conclusiones ran la asociación entre la calidad de la relación madre-hijo varón y
la agresión física.
El resultado más destacable de nuestro estudio se refiere al he- Nuestros resultados son además consistentes con los encontra-
cho de que la interacción androstenediona-madre directiva es pre- dos en niños pequeños por Rubin, Hastings, Chen, Stewart y Mc-
dictiva de la agresión física en chicos. Con respecto a esta cues- Nichol (1998), que hallaron que la interacción del género del niño,
tión, cabe señalar, en primer lugar, que es el estilo parental madre un temperamento difícil y la dominancia maternal negativa predi-
directiva el que, de forma independiente, presenta una asociación jeron tanto la agresión de los niños como las dificultades externa-
más consistente con la agresión física (asociación que se observa ya lizantes de éstos evaluadas por las madres. De forma específica,
en el análisis de correlaciones y se perfila más nítidamente en observaron que los chicos emocionalmente desrregulados, cuyas
madres se caracterizaban por una acentuada dominancia maternal
Tabla 2
negativa, presentaban un mayor riesgo de mostrar altos niveles de
Análisis de regresión múltiple (por pasos) del factor «Madre directiva» y las conducta agresiva. Los autores del estudio señalan que el estilo au-
medidas hormonales para la agresión física, utilizando los datos combinados de
chicos y chicas
Tabla 4
Dependiente Predictores Beta t P R2 df Análisis de regresión múltiple (por pasos) del factor «Madre directiva»
y los niveles de androstenediona para la agresión física en chicos
Agresión física Madre directiva .284 -3.118 .002** .081 112
Testosterona (T) -.002 0-.018 .986**
Grupo Dependiente Predictores Beta t P R2 df
Madre directiva × T -.053 0-.329 .743** de
género
Agresión física Madre directiva -.005 0-.019 .985** .093 111
Androstenediona (A) -.007 -.079 .937**
Chicos Agresión física Madre directiva -.140 0-.396 .694**
Madre directiva × A -.305 -3.364 .001**
Androstenediona
Agresión física Madre directiva -.255 -2.557 .012** .065 95 (A) -.147 -1.097 .278**
DHEA -.090 0-.899 .371** Madre directiva
Madre directiva × DHEA -.206 -1.065 .290** ×A -.291 -2.710 .009** 0.085 52

* p<0.05; ** p<0.01 **p<0.01

Tabla 3 Tabla 5
Análisis de regresión simple (coeficiente beta) que evalúa la asociación entre Análisis de regresión simple (coeficiente beta) que evalúa la asociación entre
«Madre directiva» y agresión física, considerando niveles altos y bajos de «Madre directiva» y agresión física, considerando niveles altos y bajos
androstenediona, utilizando los datos combinados de chicos y chicas de androstenediona en chicos

Niveles de Niveles de
androstenediona androstenediona

Grupo de género Dependiente Predictor Bajo Alto Grupo de género Dependiente Predictor Bajo Alto

Ambos sexos Agresión física Madre directiva .238 .347** Chicos Agresión física Madre directiva .091 .472*

** p<.01 * p<.05
NIVELES DE ANDRÓGENOS, ESTILOS PARENTALES Y CONDUCTA AGRESIVA EN NIÑOS Y NIÑAS DE 5-6 AÑOS DE EDAD 61

toritario de estas madres establece una estructura rígida que no da varones de altos niveles de androstenediona tienen niveles más al-
al niño la oportunidad de intentar regularse a sí mismo. De esta tos de agresión física, hayan tenido, a su vez, altos niveles de tes-
forma, tal estilo parental potencia las dificultades que algunos ni- tosterona (u otros andrógenos) en etapas cercanas a la preñez. Ob-
ños tienen para regular su rabia. También Van Goozen (2005) in- viamente, como señalábamos anteriormente, se trata de una
dica que el origen de la conducta agresiva en niños pequeños pue- especulación (no exenta de plausibilidad y sugerencia) que reque-
de implicar la combinación de un temperamento difícil y un riría una ulterior comprobación experimental con un estudio lon-
contexto no adecuado caracterizado por una socialización inefec- gitudinal que parta de las etapas previas a la preñez.
tiva. Además, un niño difícil desencadena conductas parentales que Con respecto a nuestras predicciones iniciales, hemos de seña-
potencian la aparición de más conductas disruptivas. lar que se cumplen aquellas que se refieren a la asociación entre
¿Y por qué se observa esto en chicos y no en chicas? Existen conductas parentales de control (estilo maternal directivo) y con-
numerosas evidencias de que los chicos presentan mayores niveles ducta agresiva, así como las que se refieren a la asociación entre
de agresión que las chicas desde la niñez, sobre todo por lo que a la andrógenos (androstenediona) y agresión (en este caso, interacti-
agresión física se refiere (Archer, 2004; Archer y Coté, 2005). vamente con un estilo maternal directivo, y específicamente en
Pero, además, existen datos para postular que los chicos, ya desde chicos). Como señalan Zoccolillo et al. (2005), para demostrar que
una edad temprana, es más probable que respondan a los eventos determinadas prácticas parentales son un elemento causal en el de-
aversivos con agresión que las chicas (Maccoby y Jacklin, 1980). sarrollo de la agresión, hay que demostrar que dichas prácticas
McFayden-Ketchum et al. (1996), en base a los antecedentes pre- preceden a la aparición del temprano comienzo de la conducta
vios sobre esta cuestión y a sus propios resultados, señalan que, en agresiva y no son un resultado de ésta. En nuestro caso, encontra-
conjunto, los datos sugieren que los chicos es más probable que mos que es la interacción de características disposicionales, es de-
respondan aversivamente a los esfuerzos de control maternales, in- cir, los niveles de androstenediona, y contextuales, en este caso el
cluyendo la agresión, que las chicas. estilo madre directiva, lo que predice la agresión física en chicos.
Por otra parte, los resultados de nuestro trabajo son consisten- No podemos determinar, en base a nuestros resultados, un eventual
tes y podrían dar apoyo, aunque de forma indirecta, a la hipótesis agente causal de la agresión. Se requiere más investigación para
de la dominancia maternal defendida por Grant (véase, por ejem- comprobar si la hipótesis de la dominancia maternal es capaz de
plo, 1990, 1996 y 1998). Dicha hipótesis ha sido derivada a partir explicar, al menos en parte, los resultados de este estudio.
de las evidencias que demuestran que las hembras dominantes de
diversas especies tienden a tener un exceso de machos en su prole
(Clutton-Brock, Albon y Guinnes, 1984; Meike, Tilford y Vessey,
1984; Paul y Tommen, 1984) y ha recibido comprobación experi-
mental en humanos (Grant, 1990). La hipótesis de Grant sugiere
que tanto el estilo parental de las madres como el sexo de su pro-le
están relacionados con los niveles de testosterona maternos.
Volviendo a los resultados de nuestro trabajo, sin embargo, no po-
demos establecer ninguna conclusión dado que no hemos medido
ni el rango de dominancia maternal, ni los niveles de testosterona
maternos. Sin embargo, podríamos especular, sugiriendo de esta
forma nuevas vías de investigación, sobre la posibilidad de que las
madres de estilo parental directivo de nuestra muestra, cuyos hijos
AGUDAS EN SITUACIONES DE ESTRES.
ESTUDIO EXPERIMENTAL SOBRE EL PAPEL MODERADOR
DE LA EXPERIENCIA DE CONTROLl
VrvrOLA GÓMEZ ORTIZ *,
Universidad de Los Andes, Bogotá, Colombia

WERNER D. FROEHLICH y JÜRGEN Kxos


Johannes Gutenberg-Universitaet, Mainz; Alemania

ABSTRACT

The aim of this experimental study was to assess differences in response pattems at hormonal and immune
leveis, as well as in subjetive emotional states, when persons are confronted with mental load under conditions of
evidenced control vs. non-control. Additionally, recovery and its relation to stressfullife events during the last six
months are considered. The results did not support any role of life-events. The perception of control but not the
experimental control has an effect as moderator in most situations. The less control there was experienced, the more
load, anger and depression were reported and the less interest, incentive, cheerfulness and restful feelings. Inthe
stressful situation was observed an increasing ofNK ce11s, cytotoxic -non MHC restricted- T ce11s, lymphocytes,
NK activity and circulating immunoglobuline. Leucocytes, B ce11s,T ce11s,T memory ce11s,and T inducer
ce11sdecreased. The subjective perception of control or non-control in the task correlated with the intensity of the
changes in most immune parameters.

Key words: Stress, immune system, control, hormonal reactions.

El proyecto titulado "Acure hormonal, irnmune, and inflamatory skin reactions under stress and control experience", fue
desarrollado en la Universidad Johannes Gutenberg (Mainz, Alemania). Fue financiado con una beca de estudios del Servicio Alemán
para Intercambio Académico (DAAD) para la primera autora y por la Fundación Volkswagen (grant 1167 822). La autora desea expresar
su gratitud a los profesores W. D. Froehlich (Psychologisches Institut) y J. Knop (Hautklinik), directores del proyecto, y a otras personas
que también jugaron un papel definitivo en el desarrollo del mismo. Son ellos: G. Zímmerman (Clínica dermatológica); H. Fuder
(Instituto de Farmacología); P. Benes y S. Hennig (Clínica Dermatológica); B. Kraemer, A. Muench, R. Streit y G. Vossel (Instituto de
Psicología).

4 Correspondencia: VIVI OLA GÓMEZORTlZ,Departamento de Psicología, Universidad de Los Andes, Carrera 1E N° 18-A-10,
Bogotá, Colombia. E-mail: vgomez@uniandes.edu.co
290 GÓMEZ, FROEHLICH y KNOP

RESUMEN

El objetivo central de este estudio fue determinar experimentalmente las diferencias en los patrones de
respuesta hormonal e inmunológica, como también en los estados emocionales de los participantes, al ser
confrontados con situaciones de exigencia en condiciones de evidente control y de no-control. Uno de los grupos
recibió feedback positivo durante la realización de la tarea ("control") y el segundo grupo recibió feedback negativo
en iguales condiciones ("no control"). Al confrontar las condiciones experimentales "control" y "sin control",
únicamente los datos en las variables psicológicas mostraron diferencias significativas. Sin embargo, la experiencia
de control correlacionó negativamente con varios de los parámetros inmunológicos con tendencia a aumentar bajo
condiciones de exigencia y positivamente con aquellos que mostraron disminución bajo las mismas condiciones.
Estos datos nos indican que en la medida en que disminuyó la percepción de control en la tarea, hubo incrementos y
decrementos de mayor magnitud en algunas de las variables inmunológicas.

Palabras clave: estrés, inmunidad, control reacciones hormonales.

INTRODUCCIÓN las experiencias de control y no control. Emociones


positivas y la sensación de esfuerzo/agotamiento se
Los resultados de investigaciones sobre el estrés y presentarían con más probabilidad en situaciones de
concretamente sobre los efectos de los eventos críticos control mientras que en las de no control es más
sugieren que los incrementos o disminucio-nes en los probable que se experimenten emociones negati vas
niveles sérico s de catecolaminas (adrenalina y como depresión, ansiedad y rabia, acompañadas de
noradrenalina), cortisol (Bandura, Taylor, sensaciones de menor esfuerzo e incluso de deses-
Williams,Mefford& Barchas, 1985; Breier, Albus, peranza. Algunos autores han reportado datos em-
Pickarm Zahn, Wo1kowitz y Paul, 1987; píricos que señalan que estos estados (sensaciones
Frankenhaeuser y Lundberg, 1982) y de ciertas subjetivas de esfuerzo y emociones negativas/posi-
subpoblaciones celulares inmunológicas (Brosschot, tivas) están relacionados diferencialmente con la
1991; Wiedenfeld, Bandura, Levine, O'Leary, Brown y segregación de catecolaminas y cortisol en situa-ciones
Raska, 1990; Weisse, 1989) dependen tanto de la de control y de no control respectivamente
controlabilidad de la situación de estrés como de la (Frankenhaeuser y Lundberg, 1982, Ursin, Baade y
experiencia de control que alcancen los sujetos en Levine, 1978).
dicha situación. La variable control ha sido definida de
diferentes maneras, pero en general se refiere a las Existen tan solo algunos pocos estudios experi-
conductas que influyen, cambian o dominan eventos mentales que evalúan cómo en situaciones de estrés el
que representan un peligro vital y/ o una amenaza para control juega un papel moderador de lareacti vidad
el bienestar de un organismo. A pesar de diversas hormonal e inmunológica. Sin embargo, los resul-tados
definiciones y operaciona-lizaciones de esta variable, de estos estudios no son de ninguna manera
Cohen, Evans, Stokols y Franz (1986) entre otros concluyentes. Una de las limitaciones de ambas
afirman que los efectos positivos del control dependen investigaciones es que fueron realizadas únicamen-te
de 1. La percepción de control que se alcance, 2. del con participantes varones. La situación experi-mental,
esfuerzo requerido para alcanzar control sobre el en un caso (Weisse, 1989), implicó dolor (choque
evento y 3. del senti-miento de autoeficacia que se eléctrico) pero no se estimuló en los parti-cipantes el
genere por el control ejercido. compromiso personal, vital, con la situa-ción, factor
este que ha demostrado ser un requisito para que la
situación llegue realmente a ser estresante, en el otro
La evidencia experimental indica que también el caso (Brosschot, 1991), la situación fue objetivamente
tipo de emociones subjetivas difiere al considerar incontrolable (rompe-
REACCIONES HORMONALES E INMUNOLÓGICAS AGUDAS EN SITUACIONES DE ESTRÉS 291

cabezas insoluble) y se evaluó la percepción de control Adicionalmente, se buscó evaluar la recuperación del
alcanzada por los sujetos. Posteriormente, las personas estado inmunológico basal en función de la frecuencia
se dividieron en dos grupos, de acuer-do a la de eventos críticos experimentada du-rante todos los
percepción de control reportada. Sin embar-go, el seis meses antes del experimento.
hecho de que la situación fue objetivamente no
controlable pudo determinar que los niveles de
experiencia de control alcanzados por los sujetos no MÉTODO
pudieran ser de ninguna manera muy altos. En otras
palabras, las diferencias en la percepción de control Participantes
entre los grupos probablemente no fueron muy
grandes, lo que limita las conclusiones respecto al Los participantes de la investigación fueron 80
efecto del control que se saquen de la comparación de personas saludables, 40 hombres y 40 mujeres (edad
estos grupos. Los resultados de la primera de estas media = 29,5; desviación estándar = 4.8), a quienes se
investigaciones fueron totalmente contrarios a lo les pagó por su participación voluntaria en un
esperado (incremento de los indicadores inmunológicos experimento sobre "los efectos fisiológicos de la
en el grupo con control y disminu-ción en el grupo sin ejecución en una tarea exigente de procesa-miento de
control) y por otra parte fueron diferentes de lo que se información, similar a la que encuentran las personas
observó en la segunda investigación. Habría más en sus labores cotidianas" . Con base en el Inventario
detalles para comentar de estos estudios, pero lo que se de Eventos Críticos (Sarason, Johnson y Siegel, 1978;
quiere por ahora es resaltar la necesidad de realizar más versión alemana por Vossel y Frohlich, 1979) los
estudios que evalúen la relación entre contra labilidad y sujetos se dividieron en dos grupos: aquellos que
percep-ción de control, por una parte, y la reactividad experimentaron una frecuen-cia relativamente alta de
inmunológica, por otra. Faltan también investiga- eventos críticos en los últimos meses y los que
ciones sistemáticas que midan simultáneamente lo experimentaron baja fre-cuencia de esos mismos
psicológico (tanto la percepción de control como las eventos. Estos grupos se dividieron aleatoriamente en
emociones asociadas), lo hormonal y lo inmunológico dos subgrupos de igual tamaño. A todos los
(para una revisión de las investiga-ciones existentes participantes se les confrontó con una tarea exigente
véase Gómez, 1994), de manera que puedan que implicaba riesgo para la autoestima. Uno de los
establecerse relaciones entre estos dis-tintos grupos recibió feedback positivo durante la realización
parámetros. de la tarea ("con-trol") y el segundo grupo recibió
feedback negativo en las iguales condiciones ("no
control").
Existen además investigaciones (Pardine y Napoli,
1983) que muestran que la experiencia previa de
eventos críticos negativos influye relati-vamente poco Procedimiento
en la dirección o intensidad de la reactividad
fisiológica bajo situaciones de estrés. Su efecto Los datos se recolectaron durante tres días
fundamental se notaría en la demora de la recuperación consecutivos (a la misma hora y en el mismo salón). En
del estado basal. la primera sesión, el efecto hormonal e inmunológico
de realizar acti vidades no estresantes (leer o escuchar
En función de lo dicho anteriormente, y para llenar música) fue evaluado en términos de las diferencias
algunos de los vacíos mencionados, el obje-tivo del individuales entre las medidas antes y después de estas
estudio experimental que aquí se reporta fue actividades. El segundo día, después de las medidas de
determinar diferencias en los patrones de respuestas la línea de base, los participantes fueron confrontados
hormonal e inmunológica como también en los estados con la exigencia de una tarea de tiempos de reacción
emocionales de los sujetos, al ser confrontados con múltiples. Igual que el primer día, los efectos de la
situaciones dé exigencia en condiciones de evidente tarea fueron evaluados en términos de las diferencias
control y de no control. individua-
292 GÓMEZ, FROEHLICH y KNOP

les entre las medidas antes y después de la ejecución respuestas correctas o más. El grupo con "control"
de la tarea. El tercer día se examinó, en una sola recibió cada cinco minutos una retroalimentación
medida, qué tanto las variables inmunológicas ha-bía simulada en la que se le indicó que sus respuestas
recuperado los niveles basales de los días pre-vios. correctas superaban el 75%; por el contrario, al grupo
Para una apreciación del diseño empleado véase la con "no-control" se le simuló una retroali-mentación
Tabla l. negativa en la que se le indicó que sus respuestas
correctas eran menos del 65 %. El com-putador en el
que se realizó la tarea se programó de tal manera que el
TABLA 1 feedback se ajustaba al desempe-ño de cada uno de los
Diseño sujetos, pero dentro de los límites establecidos de175%
y el 65%. El desempe-ño real en la tarea fue registrado
Eventos por el computador y mostrado a los participantes al
críticos negativos Control No control final de la sesión cuando se hizo una explicación
Día 1 (MI-M2) Día 1 (MI-M2) exhaustiva de la forma en que se simuló la
Alta frecuencia Día 2 (M3-M4) Día 2 (M3-M4) retroalimentación y de los objetivos reales de la
Día 3 (M5) Día 3 (M5) investigación.
Día 1 (MI-M2) Día 1 (MI-M2)
Baja frecuencia Día 2 (M3-M4) Día 2 (M3-M4) Las señales fueron presentadas aleatoriamente en
Día 3 (M5) Día 3 (M5) dos bloques de 20 minutos separados por una pausa de
cinco minutos en la cual se registraron algunas
impresiones del sujeto relacionadas con la situación
EscucharlLeer (seriedad con que se realizó la tarea, control percibido,

Día 1 Relajaci6n •I Musica revistas •I esfuerzo realizado y objetivo perseguido en la tarea;


también se evaluó qué tanto interés, exigencia. desafío
MI M2 y cansancio provocó la situación) y sus estados

Día 2 Relajaci6n
•I I
emocionales (ira, depre-sión, ansiedad, tranquilidad,
etc.). Un nuevo regis-tro de estas impresiones se
realizó al fmal del ejercicio. El primer y segundo día,
M3 M4 las diferencias en los estados emocionales fueron
determinadas mediante aplicaciones repetidas de
Día 3 Relajación
POMS (Perfil del estado emocional por McNair, Lorr y
I Droppleman, 1971; versión alemana por CIPS, 1981).
M5
Adicionalmente, se determinaron las expec-tativas
generales de los sujetos sobre el control y la
10 minutos
* Toma de muestra de sangre autoeficacia (locus de control) por medio de un
M Momemodemeilida cuestionario desarrollado por Krampen (1991).

La tarea consistió en secuencias rápidas de Las variedades hormonales dependientes fue-ron


diferentes señales auditivas y visuales (900 mseg por los cambios en los niveles séricos de
señal y 100 mseg entre señales) a las cuales los sujetos adrenalina, noradrenalina y cortisol. Los indicadores
debían responder presionando una tecla o un pedal. inmunológicos fueron los cambios en los niveles de
Una respuesta se consideró correcta si el sujeto IgA, IgG, IgM, Yla actividad de. las células asesinas
oprimía la tecla o el pedal adecuado durante la naturales (NK); además se midió el cambio en el
presentación de la señal. Una instrucción común para número absoluto y relativo
todos los sujetos y que involucrabalaautoestima de algunas subpoblaciones de linfocitos leucocitos,
subrayó que las personas inteligentes, haciendo un linfocitos totales, células NK, células T
gran esfuerzo, pueden producir entre 70 y 75% de ayudadoras/inductoras, células T citotóxicas/
REACCIONES HORMONALES E INMUNOLÓGICAS AGUDAS EN SITUACIONES DE ESTRÉS 293

supresoras, células T citotóxieas-sin restricción leucocitos fueron determinadas por medio de un


MHC-, células B, células T, B Y NK activadas, citómetro de flujo.
células de memoria, células T totales, monocitos y
granulocitos (Tabla 2).
RESULTADOS

TABLA 2 Para el análisis de los datos se utilizaron la prueba t


Variables Dependientes de Student, ANOV As para dos factores y medidas
repetidas y la correlación de Persono
Variables hormonales
& Adrenalina Al confrontar las condiciones experimentales
& Noradrenalina "control" y "sin control", únicamente los datos en las
& Cortisol
variables psicológicas mostraron diferencias
Variables inmunes significativas. Así, los miembros del grupo con
3. Concentración de IgA, IgG, IgM (gil) retroalimentación de "no control" puntuaron alto en la
4. Actividad de las células asesinas naturales (cpm) percepción de falta de control. Aparte de 10 anterior,
5. Las siguientes subpoblaciones de linfocitos estos sujetos sintieron haber hecho un mayor esfuerzo
(valores porcentuales):
para realizar el ejercicio; se sintie-ron más exigidos y
Cluster Tipo de linfocito/ menos incentivados; puntuaron más alto en la
of differentiation (CD) leucocito experiencia de depresión, rabia y ansiedad que el grupo
C03-CD 16/56+ Células asesinas naturales (NKC) que recibió retroalimenta-ción indicativa de "control".
C03CDl6/56+ Células T citot6cicas Los miembros del grupo de "no control" presentaron
(sin restricción MHC) puntajes más bajos en sentimientos de tranquilidad.
CD4+ Célula T inductora
CD8+ Célula T supresoralcitotox.;
algunas NKC Por otro lado, la cantidad de control experimen-
CDl9+ Células B
tado por los sujetos (independientemente de la
CD69+ Células T, B YNK activadas
retroalimentación de "control" o "no control") tuvo un
CDlla+ Leucocitos
CD45RO+ Células de memoria;
efecto psicológico general, a saber; a menor control
algunas inductoras experimentado sobre la situación, mayor sensación de
CDl6+ Neutrófilos; algunas NKC recarga, enojo y depresión porun lado, y menor interés,
C03+ Células T en general motivación, buen humor y tranqui-lidad, por otro lado.
CDl4+ Monocitos y granulocitos

Las variables hormonales e inmunológicas no


Los niveles plasmáticos de adrenalina y mostraron ninguna diferencia significativa al com-parar
noradrenalina fueron analizados por medio de la los dos grupos experimentales. No obstante, estas
cromatografía líquida de alta presión (HPLC); el variables presentaron diferencias significati-vas entre
cortisol fue evaluado por medio radioimmu-noensayo. las variaciones del primer día en compa-ración con las
Las inmunoglobulinas A, G, Y M fue-ron cuantificadas del segundo, cuando se expuso a todos los sujetos a la
mediante la técnica nefrelo-métrica y la actividad de las tarea exigente y agobiante.
células NK por medio del test de liberación de cromo
radioactivo (Chrom release essay). Las subpoblaciones A nivel hormonal/, la exigencia de la tarea se
de asoció con incrementos en los niveles de

5. Los datos sobre los cambios en la adrenalina fueron analizados y los resultados coinciden con los que se presentaron en los
niveles de noradrenalina. Sin embargo, estos datos no se reportan aquí ya que hubo problemas técnicos con su medición, lo que los hace
poco confiables.
294 GÓMEZ, FROEHLICH y KNOP

noradrenalina y cortisol en ambos grupos. Nues-tros TABLA 4


datos no confirmaron que los niveles hormo-nales se Variables Inmunológicas que presentaron
asociaran con la percepción diferencial de esfuerzo o Decrementos en Condiciones Estresantes
de emociones negativas en los dos grupos
experimentales. Por contraste, se encon-traron Diferencias Diferencias
correlaciones negativas significativas entre el control Variable el día 1 ds el día 2 ds F p<
experimentado y los cambios en los niveles sérico s del CD4+ (células
noradrenalina y cortisol del segundo día; pero esto T inductoras) 0,6807 0,8 -4,372 0,5 28,8 0,001
cuenta sólo para el grupo "con control" (r= -0.36S; p < CD45RO+
(células memoria) 1,4096 0,4 -1,319 0,4 18,07 0,001
O.OS y r = -324; p < O.OS). Esto significa que la
CDl9+
producción de noradrenalina y cortisol aumentó con la
(células B) 0,3895 0,3 -0,3138 0,3 11,98 0,001
pérdida de la experiencia de control. CD3+ (células
T en general) -0,3351 0,4 -4,0252 0,3 17,96 0,001
CDIl+
A nivel inmunológico, el segundo día se (leucocitos) 0,0569 0,7 -3,8377 0,6 6,32 0,01
presentaron incrementos en la actividad y el número de
las células asesinas naturales (natu-ral killer cells
(NKC)), y en el número total de linfocitos, de linfocitos Los aumentos y disminuciones a nivel inmu-ne
T citotóxicos y en la concentración de fueron efectos debidos sobretodo a la exigen-cia de la
inmunoglobulinas A, G Y M (Tabla 3). tarea e independientes de la condición de "control". El
número de monocitos, granulocitos y de linfocitos T
activados no mostró cambios significati vos.

TABLA 3
Variables Inmunológicas que presentaron Los resultados muestran que el bajo control
Incrementos en Condiciones Estresantes experimentado es un buen indicador de la magnitud de
los incrementos o decrementos en las medidas
Diferencias Diferencias inmunológicas observadas. La experiencia de con-trol
Variable el díaI ds el día 2 ds F p< correlacionó negativamente con varios de los
CD3-CDl6l56 parámetros inmunológicos con tendencia a aumen-tar
+(NKC) 0,3059 0,4 3,9527 0,4 26,66 0,001 bajo condiciones de exigencia (actividad de las NKC,
CDIJ+CDl6 número de NKC y linfocitos) y positivamen-te con
+ (NKC) 0,2253 0,4 4,5487 0,5 37,61 0,001
aquellos que muestran disminución bajo las misma
CD3+CD16/56
condiciones (células B, leucocitos totales y células T
+ (citotox.) 0,0397 0,1 0,5577 0,1 6,28 0,01
Linfocitos -1,5995 0,6 -0,3676 0,5 6,11 0,01 ayudadoras) (Tabla S).
Actividad lítica
de las NKC -0,6446 I 4,2227 I 7,71 0,01
19A -0,0016 0,01 0,1062 0,1 fIJ,27 0,001 TABLAS
IgG 0,0494 0,04 0,5286 0,05 50,4 0,001 Correlaciones entre Variables Inmunes
IgM -0,0035 0,01 0,0592 0,01 25,71 0,001 y el Control Percibido

Variables r p<
Por contraste, el número de linfocitos B, de
Actividad de NKC -0,235 0,5
linfocitos T, de linfocitos T de memoria, de linfocitos
Linfocitos -0.221 0,5
T inductores y de leucocitos totales disminuyó CDIl + CD16 + (NKC) -0,271 0,5
considerablemente bajo las condiciones de exigen-cia Células B 0,324 0,1
(Tabla 4). Leucocitos 0,284 0,5
Células T inductoras 0,312 0,5
REACCIONES HORMONALES E INMUNOLÓGICAS AGUDAS EN SITUACIONES DE ESTRÉS 295

Estos datos nos indican que en la medida en que reacciones, a su vez, mediarían reacciones diferen-
disminuyó la percepción de control en la tarea, hubo ciales del sistema inmunológico.
incrementos y decrementos de mayor magnitud en
algunas de las variables inmunológicas. Los datos psicológicos confirman ampliamente
nuestra expectativa. Esto quiere decir, que los par-
Los cambios en los niveles de noradrenalina ticipantes del grupo "sin control" experimentaron
correlacionaron positivamente en el grupo "con menos control, más esfuerzo, mayor recarga, me-nor
control" con el número de NKC (r =.313; pe .05) y con reto, más depresión, rabia y ansiedad que los
la concentración de IgG (r = .348; p< .05). En el grupo participantes del grupo "con control". Además, entre
de "no control" los aumentos de noradrenalina menor fue la percepción de control mayor fue la
correlacionaron negativamente con el número de experiencia de recarga, rabia y depresióny menor el
células B (r = .33; p< .01)y de células T (r = .394; P < interés, el desafío y la tranquilidad.
.05). Las mediciones de cortisol correlacionaron con la
IgA en un grupo (r= .335; p< Por el contrario, los datos fisiológicos -tanto
.05) y con la IgM en el otro (r = .382; P < .01). hormonales como inmunológicos- indican que los
sujetos presentaron una mayor acti vación general al
Es importante resaltar que la frecuencia medida de intentar afrontar la situación agobiante y que dicha
eventos cotidianos (frecuencia relativamente baja en activación fue independiente de la condición expe-
esta muestra) no mostró ningún efecto en la magnitud rimental. En otras palabras, la retroalimentación objeti
de los cambios observados ni en la recu-peración de los va sobre controlo no control no tuvo un efecto mayor.
niveles basales en las variables inmunológicas el tercer Por el contrario, la percepción subjetiva de control
día del estudio. Tampoco se observó alguna interacción mostró que puede predecir la intensidad de las
de esta variable con la variable experimental. reacciones hormonales y de muchas de las
inmunológicas. Entre menor fue la impresión sub-jetiva
de control, mayor fue lareactividad hormonal y mayores
Adicionalmente; se observó que los sujetos que fueron también los cambios en algunas variables
puntuaron alto en la escala de locus de control interno inmunológicas, independientemente de la
y autoeficacia también puntuaron alto en la percepción direccionabilidad de dichos cambios.
de control durante la ejecución de la tarea,
independientemente del tipo de feedback que Los datos indican que, en comparación con una
recibieron (r = .260; P < .05). Por el contrario la situación relajante, el tener que confrontar una
puntuación alta en la escala de locus de control externo situación agobiante provoca la activación de varios
correlacionó negativamente con el control percibido sistemas orgánicos. Dicha activación probablemente se
durante la tarea (r= -.302; p< .01). Estos resultados explique por el esfuerzo que implica el desempe-ño en
muestran la relación que existe entre las expectativas la tarea. Sin embargo, recordemos que los participantes
generales de control y el control efec-tivo que se cuya percepción de control fue menor presentaron
percibe en una situación concreta, inde-pendientemente también una mayor activación en las variables
de señales "objetivas" surgidas de la misma. hormonales y en gran parte de las inmunológicas. Esto
querría decir, que en los suje-tos con menor percepción
de control hubo un factor adicional al esfuerzo que
explica su mayor reactividad fisiológica. Nuestra
DISCUSIÓN hipótesis es que probablemente la emoti vidad negati
va haya contri-buido a este aumento en la reactividad
El principal supuesto de este estudio fue que tanto respecto de los sujetos cuya percepción de control fue
la controlabilidad de una situación agobiante como el mayor.
control percibido por los sujetos en dicha situación
constituyen variables moderadoras del tipo de El anterior resultado contrasta con el tipo de
reacciones psicológicas y hormonales. Estas reacción inmunológica que usualmente se espera en
situaciones agobiantes con o sin posibilidades de control. En el primer caso se esperan incrementos numéricos o
funcionales que son interpretados ge-neralmente como cambios positivos en el sistema inmunológico. En el caso de la
falta de control se espera lo contrario. Este tipo de expectativas tiene su origen en investigaciones animales que han
mostrado claramente que las situaciones estresantes sin posibilidades de control provocan decrementos numéricos en
algunos componentes del sistema inmunológico y en la funcionalidad de varias célu-las además de una incidencia
negativa en el desarro-llo de tumores y en la mortalidad de los animales (Laudensiager, Fleshner, Hofstadter, Held,
Simons y Maier, 1988; Marsh, Lavender, Chang y Rasmussen, 1963; Sklar y Anisman, 1979; Visintainer, Volpicelli y
Seligman, 1982). Con base en estos resultados y en los de algunos estudios con humanos, se asume que en condiciones
positi-vas (por ej. afrontamiento exitoso, control) el siste-ma inmune reaccionará con incrementos de sus componentes
celulares y de la funcionalidad de algunos de esos componentes; en condiciones ne-gativas, lo esperable serían
decrementos numéricos y funcionales.

Sin embargo, los resultados de este estudio no apoyan dichas expectativas. Por el contrario, lo que nos indican es que
la reactividad inmunológica en situaciones positivas o negativas no se diferenciaría por el tipo de cambios en el sistema
(incrementos o decrementos) sino por la intensidad de dichos cam-bios. Según nuestros datos, en situaciones de no
control o negativas, el sistema inmunológico pre-sentará probablemente una mayor reactividad, es decir un mayor
desbalance con respecto a su estado de reposo.

En vista de estos resultados, y de que los estu-dios metaanalíticos sobre el efecto del estrés sobre el sistema
inmunológico (Herbert y Cohen, 1993;

Van Rood, Bogaards, Goulmy y Houwelinger, 1993; Díaz, Franceschi y Gómez, 1996) no arrojan datos consistentes,
parece prudente no interpretar los incrementos en el sistema inmune como positivos y los decrementos como
negativos. Por el contrario, la magnitud de la reactividad del sistema en función del tipo de afrontamiento y del tipo
de situación parece ser una variable que debe considerarse y estudiarse más a fondo.

Los datos que se refieren a las relaciones entre la noradrenalina y el cortisol con las variables inmunológicas no
confirmaron nuestras expectati-vas. Es decir, se observó que tanto la situación "con control" como la "sin control"
provocaron aumen-tos de ambas hormonas. Es llamativo que entre menos percepción de control hubo, mayores
fueron los incrementos de esta hormonas; sin embargo, hubo varios sujetos del grupo sin control que no mostraron
ningún indicio de aumento. En realidad los datos no parecen indicar ningun tipo de relación sistemática entre las
cotecolarninas, el cortisol y las variaciones a nivel inmunológico. Esto podría ser un efecto del momento de
medición, puesto que las muestras de sangre que se utilizaron para hacer las mediciones hormonales e inmunológicas
fueron las mismas y tomadas en el mismo momento. Es pro-bable que la relación entre las hormonas y el sistema
inmunológico implique tener en cuenta que dicha interacción se desarrolla en el tiempo y que habría que tomar varias
muestras secuenciales con el fin de descubrir algún patrón de interacción. Otra explica-ción posible de los datos
encontrados es que las relaciones entre estas variables sea mucho más compleja de lo que aquí se planteó.

Finalmente, es interesante resaltar el resultado que indica que las expectativas generales de control influyen en
qué tanto control perciba una persona en una situación, independientemente de que esta sea controlable o no.
Imagen 1: Hormonas sexuales masculinas

Imagen 2: Sistema Endocrino


Imagen 3: Antagonistas hormonales

Imagen 4: Hormonas sexuales femeninas


Imagen 5: Premonopausia
REFERENCIAS

 https://core.psykia.com/sites/default/files/maps/pdf/12PB-13m.pdf

 https://www.portaleducativo.net/segundo-medio/54/hormonas-sistema-endocrino

 https://www.significados.com/hormona/

 https://www.clasificacionde.org/clasificacion-de-hormonas/

 https://tusintoma.com/sistema-endocrino/

 https://www.biodic.net/?s=estado+emocional

 http://www.execoach.es/estados-emocionales/

 https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_de_%C3%A1nimo

 https://psicopico.com/energia-emocional-estados-de-animo/

 https://psicologiaymente.net/psicologia/tipos-de-emociones

 https://es.wikipedia.org/wiki/Emoci%C3%B3n

 http://www.redalyc.org/html/167/16711594017/

 https://riuma.uma.es/xmlui/bitstream/handle/10630/13093/TFGPSICO_Alda_Heredia_

Ana_Claudia.pdf?sequence=1

 http://www.redalyc.org/html/2310/231018675004/

 http://www.redalyc.org/html/727/72711818010/

 https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0717-

92272004000400002&script=sci_arttext&tlng=pt

 http://www.redalyc.org/pdf/805/80533304.pdf

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