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Sin embargo, Bolivia, con una superficie tres veces más grande que la de

Alemania (1.098.581 km² vs. 357.168 km²), tiene hasta noviembre del 2016 una
capacidad instalada de sólo 5 MW de energía solar fotovoltaica frente a más de
40.000 MW que el país germano tiene en la actualidad. En otras palabras,
Alemania, con una radiación solar de menos de la mitad y una superficie de casi
un tercio de Bolivia, tiene 8.000 veces más energía solar fotovoltaica instalada en
su territorio.

Bolivia aún no ha aprovechado el altísimo potencial para generación de energía


solar que tiene a nivel de Latinoamérica y el mundo.
En el contexto latinoamericano, según la Agencia Internacional de las Energías
Renovables (IRENA por sus siglas en ingles), al año 2014 Chile lidera la región
con 848 MW de energía fotovoltaica instalados, seguido de Honduras con 455
MW, México 234 MW y Perú 96 MW. Esta carrera por la energía solar fotovoltaica
se acelera en el último año y medio y para julio del 2016 Chile ya tiene en
operación 1.267 MW y otros 1.676 MW estarían en construcción.

Pequeños sistemas fotovoltaicos


A lo largo de las últimas dos décadas, se han ejecutado en Bolivia pequeños
proyectos de aprovechamiento de radiación solar a nivel termo solar y fotovoltaico.
Los proyectos termo solares que concentran la energía del sol para obtener calor
se han dado sobre todo a través de cocinas solares, calefones solares y
secadores de madera. Por ejemplo, la Asociación Inti Illimani ha instalado cerca de
6.500 cocinas solares en los departamentos de La Paz, Oruro y Cochabamba.
Estas cocinas solares se utilizan para la cocción lenta de alimentos, el secado de
productos agrícolas, y para contribuir a la reducción del consumo de combustibles
como el gas en garrafas y la leña. De esta manera, se contribuye a la lucha contra
la deforestación, ya que una cocina solar salva alrededor de cien árboles en 15
años.[1]
A nivel fotovoltaico, se han instalado pequeños sistemas para iluminación,
telecomunicaciones, bombeo y purificación de agua, sobre todo en el área rural.
La mayoría de estos pequeños sistemas fotovoltaicos son de 50 a 100 watts y
almacenan la electricidad en baterías para su uso en la noche. Un ejemplo es
ECOENERGÍA FALK S.R.L., que desde el año 1992 ha instalado 865 de estos
sistemas en diferentes regiones del país.[2]
En los últimos años, mediante el Programa electricidad para vivir con
dignidaddependiente del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, se han
desarrollado proyectos sobre todo para las áreas rurales alejadas de las redes de
distribución de electricidad para promover la instalación de pequeños sistemas
fotovoltaicos y termo solares, distribuir pico lámparas e implementar sistemas
híbridos.
Algunos ejemplos de estas iniciativas son:

 El Programa de Fuentes de Energía Moderna, que cuenta con un financiamiento de 1,2 millones de
dólares de Dinamarca y que espera beneficiar a cinco mil familias hasta fines del 2016 en el
departamento de Pando.
 El Programa de Electrificación Rural-PER BID (BO-L1050), que tiene un componente de de
proyectos piloto con energía renovable por un monto total de 5 millones de dólares. Este programa
que debía concluir el 2016 incluía pico sistemas fotovoltaicos para beneficiar a 1.800 familias de
Pando y un sistema híbrido a energía solar y diesel para atender a 124 familias en “El Espino”,
Santa Cruz. “El Espino” tendrá una potencia de 60 kW y contará con 240 paneles solares de 250
watts cada uno. El costo de este sistema híbrido llegará a los 700.000 USD y está diseñado para
reducir de 24 a 3 horas diarias el consumo y uso de un generador a diésel.
 El Programa de Electrificación rural con energía renovable (PERER-BID (GRT/ NV-14258-
BO)) que busca beneficiar hasta el 2018 cinco mil familias en Beni, La Paz, Potosí, Oruro y Santa
Cruz por medio de sistemas fotovoltaicos y termo solares en escuelas y postas de salud, provisión
de pico sistemas fotovoltaicos y la implementación de sistemas híbridos, con un financiamiento
total de 5,2 millones de dólares.
 El Programa Infraestructura Descentralizada para la Transformación Rural (IDTR II),financiado
con recursos provenientes del Banco Mundial (BM), que busca llegar hasta 12.609 hogares con
sistemas fotovoltaicos domiciliarios y a 138 unidades educativas con Sistemas Fotovoltaicos
Sociales (SFVS) en los departamentos de Potosí y Chuquisaca hasta el año 2021. El costo total de la
inversión, que incluye además la extensión de redes eléctricas y su densificación en 18 municipios
de estos departamentos, asciende a 50 millones de dólares.
 El Programa de implementación de sistemas fotovoltaicos y termo solares en 21 centros de salud
del área rural de Pando.
Así mismo la Secretaría Municipal de Medio Ambiente del Municipio de La Paz,
con el apoyo del municipio de Bonn de Alemania, busca desarrollar dos
experiencias piloto: una para la autogeneración de electricidad para las oficinas de
dicha secretaría y otra para la provisión de energía fotovoltaica a dos
establecimientos escolares. Para los estudios, la adquisición de equipos y la
instalación de los mismos, la Municipalidad de La Paz cuenta con un
financiamiento de 106.000 euros.

Las universidades de la ciudad de La Paz también han desarrollado iniciativas


orientadas a la experimentación y la capacitación. Este es el caso de la
Universidad Mayor de San Andrés, que tiene instalados dos proyectos de
electricidad fotovoltaica, uno fijo y otro de seguimiento al sol, que alimentan con la
ayuda de baterías de plomo un sistema de 14 focos y una oficina.

Primeros sistemas aislados de 5 MW


El proyecto en operación de mayor capacidad en Bolivia se encuentra en Cobija,
Pando. Se trata de un sistema de generación eléctrica híbrido basado en energía
fotovoltaica y diésel. Este es un sistema aislado que no está integrado a la red
interconectada de electricidad del país y que usa energía eléctrica generada por la
combustión de diésel cuando la oferta de energía solar fotovoltaica no es
suficiente para abastecer la demanda de Cobija.

El componente fotovoltaico de este sistema está compuesto por 17.334 paneles


solares policristalinos de 300 vatios cada uno. En total, la potencia instalada es de
5,1 MW y ha tenido una inversión total de 11,3 millones de dólares, de los cuales
4,98 millones de dólares han sido provistos por ENDE y 6 millones de dólares por
la cooperación Danesa.

Así mismo está en curso otro proyecto solar híbrido aislado de 5 MW para
Riberalta y Guayanamerín que tiene un costo de 12 millones de dólares y entraría
en operación el 2017.[3]
Primeras experiencias de conexión a la red
La primera experiencia piloto de un pequeño proyecto fotovoltaico que inyectará
electricidad al Sistema de Interconexión Nacional se está construyendo en el
campus de Cota Cota de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz con el
apoyo de la Cooperación Japonesa. Este pequeño sistema consta de 250 paneles
de 200 vatios cada uno. La potencia total instalada será de 50kW y se tratará de
un proyecto pionero en conectarse a la red.

Un proyecto similar, también financiado por JICA, pero de 150kW de potencia,


está siendo construido simultáneamente en Santa Cruz para abastecer sobre todo
al aeropuerto de esa ciudad.

En una primera fase, la electricidad del sistema fotovoltaico de 50 kW que está


ubicado en el campo universitario de Cota Cota será entregada sin costo alguno a
la red, para posteriormente llegar a un acuerdo en torno al precio de compra de
esta electricidad fotovoltaica. La conexión a la red y el pago por la energía solar
será una experiencia que marcará un precedente a nivel técnico, normativo y
económico que contribuirá a futuros emprendimientos de conexión a la red que se
basen en el esquema de balance neto.

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