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La planificación en Cuba

La planificación ha constituido en Cuba el elemento central en el sistema de dirección de la


economía y le ha permitido al Estado cumplir las directrices de la política económica acordada al
ejercer sus funciones de coordinación, asignación, redistribución, regulación y control de los
recursos necesarios para asegurar la estrategia de desarrollo trazada.

Antecedentes

Con el triunfo de la Revolución el 1º de enero de 1959, el país accedió por primera vez en su
historia, a la posibilidad de emprender un auténtico proceso de desarrollo.

Los conceptos que darían forma a un programa con esos objetivos se plasmaron en el histórico
alegato conocido como “La historia me Absolverá”, que ya en 1953 se apartaba de las
concepciones del desarrollo capitalista vigente, prefigurando el camino al socialismo.

La historia me absolverá constituye el alegato de autodefensa de Fidel Castro ante el juicio en su


contra comenzado el 16 de octubre de 1953por los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos
Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo respectivamente, sucedidos el 26 de julio
anterior. Ante este juicio, Fidel Castro, entonces licenciado en Derecho Civil, decide asumir su
propia defensa.

En el documento, Castro señala lo que considera los males de la Cuba de entonces, resumidos en
seis problemas fundamentales: El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el
problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de
la salud. Entre las cuestiones principales destacaba:

 El 85% de los pequeños agricultores cubanos pagaba renta y sufría la amenaza perenne del
desalojo cuando más de la mitad de las mejores tierras estaban en poder de compañías
extranjeras y una gran proporción de la población era analfabeta.
 400.000 familias del campo y la ciudad vivían hacinadas y casi dos millones y medio de la
población urbana pagaba altos alquileres por las casas que ocupaban.
 El 90% de los niños del campo eran devorados por los parásitos.
 La existencia de más de un millón de desempleados.

Programa del Moncada, necesidad de dar una respuesta institucional y orgánica a los
requerimientos de una política económica emancipadora, la cual debía estructurarse
planificadamente, coordinando los esfuerzos de los diferentes organismos de Estado.

Junta Central de Planificación el 11 de marzo de 1960, momento en que cobra carácter definitivo
la voluntad de dirigir centralizadamente la economía por parte del joven Estado revolucionario.

Proceso de nacionalizaciones - orientación socialista, basado en la elaboración de balances


materiales, con un carácter centralizado que se había utilizado en la URSS y otros países socialistas
El embargo comercial, económico y financiero de Estados Unidos en contra de Cuba fue
parcialmente impuesto en octubre de 1960. Inicialmente el embargo fue una respuesta a
las expropiaciones por parte de Cuba de propiedades de ciudadanos y compañías estadounidenses
en la isla. En febrero de 1962, Estados Unidos recrudeció las medidas y el embargo llegó a ser casi
total.

El debate en torno a esto centró entre aquéllos que propugnaban el cálculo económico, más
cercano a las reformas económicas prevalecientes y aquéllos que como el Ché, consideraban más
conveniente un sistema de financiamiento presupuestario para las empresas, donde si bien se
abría un espacio a las categorías mercantiles, las mismas sólo desempeñaban un papel limitado
como parte del mecanismo de control centralizado, en tanto que se privilegiaban los factores de
movilización política en la construcción económica del socialismo.

Por otra parte, la alta significación política otorgada a la participación de los trabajadores en la
elaboración y control del plan debía encontrar mecanismos que propiciaran esa participación.

La ausencia de esos mecanismos condujo, a mediados de los años 60, a que se iniciara un proceso
de desburocratización y de enfrentamiento a las tendencias a aplicar procedimientos
administrativos ante necesidades que debían abordarse políticamente, o estructurando
mecanismos económicos más adecuados para su solución.

Se desarrollaran formas incipientes de planificación territorial que se generalizaron en la esfera


agropecuaria entre 1967 y 1970.

Los desequilibrios macroeconómicos que el país afrontó a finales de los años 60 llevó a
reconsiderar las posibilidades de introducir un sistema de cálculo económico restringido a partir
de 1975, que no obstante, mantuvo las bases de la planificación centralizada a partir del sistema
de balances materiales y que mostró su inviabilidad al introducirse inapropiadamente mecanismos
monetario-mercantiles que llevaron a la postre a un descenso en la eficiencia económica,
acompañado de negativas consecuentes sociales.

La búsqueda de una planificación más acorde a nuestras condiciones y necesidades continuó entre
1986 y 1989, a partir de una valoración más adecuada de las experiencias anteriores, pero esa
búsqueda se vio interrumpida por la adversa coyuntura que debió enfrentar el país a partir de
1990.

En general la experiencia de la planificación durante las tres décadas que transcurren de su


aplicación hasta 1989, puede evaluarse positivamente.

La planificación socialista acompañó siempre la obra revolucionaria propiciando el uso más


racional de los limitados recursos disponibles, asegurando el desarrollo multilateral de la sociedad
cubana y coadyuvando al logro de niveles superiores de satisfacción de las necesidades de nuestro
pueblo.
Las transformaciones de la planificación en los años 90

Durante los últimos 10 años Cuba ha debido enfrentar la más profunda crisis económica de su
historia, iniciando una etapa de gradual recuperación económica desde 1995

Causas que llevaran a la necesidad de proclamar el programa económico de emergencia para


enfrentar la crisis, conocido como período especial:

Factores externos:

Pérdida abrupta y sin compensaciones de las relaciones comerciales y financieras mantenidas


durante 30 años con los antiguos países socialistas europeos y la URSS

Endurecimiento del bloqueo económico contra Cuba por parte de Estados Unidos.

El impacto de la crisis fue sin dudas brutal. Baste recordar algunas cifras. El PIB cayó casi un 35%
entre 1989 y 1993; el déficit fiscal se elevó a un 33% del PIB en 1993, y las importaciones a precios
corrientes cayeron a un 75% en esos 4 años.

Cuba optó por defender el modelo socialista, convencidos de que era posible que se lograra la
eficiencia y la equidad sin transitar necesariamente hacia una economía de mercado.

Para poder aplicar esa estrategia, el país había creado ya un significativo potencial de recursos
materiales y humanos que se expresan, en primer lugar, en un crecimiento medio anual estimado
del 4,6% en el PIB entre 1959 y 1989.

Para enfrentar estas difíciles circunstancias comenzó, a partir de la proclamación del período
especial, un proceso de cambios en nuestro modelo económico, que sin renunciar a su esencia
socialista abriría un mayor espacio a mecanismos de mercado para reactivar la producción y los
servicios en un proceso no exento de notables complejidades.

Al reconocerse un mayor protagonismo económico a los mecanismos de mercado, no se hacía otra


cosa que asumir la presencia objetada de factores que en medio de la crisis habían motivado su
expansión, este protagonismo se reconoció como contradictorio con los intereses de una
sociedad socialista como la cubana. Esta percepción tendría una importancia estratégica para la
sobrevivencia del proyecto revolucionario cubano.

Desde el punto de vista estructural las transformaciones más significativas han sido las siguientes:

 La apertura a diferentes formas de propiedad con la introducción gradual y selectiva del


capital extranjero; con la transformación en cooperativas de una porción significativa de
las granjas estatales; y con la mayor presencia del trabajo privado no agrícola.

 El adelgazamiento y simplificación de la estructura de la administración central del Estado,


con una significativa reducción del número de ministerios y sus plantillas.
 La introducción gradual de un proceso que delimita las funciones del Estado como
propietario de las funciones administrativas, mediante una descentralización del sistema
de gestión empresarial y la diversidad de formas de representación de los intereses
estatales en la administración de los recursos, en la producción y los servicios. Todo ello
supone la sustitución de métodos de dirección administrativos verticalizados, por métodos
que propician las relaciones económicas horizontales entre los diferentes actores
económicos, en los marcos de la política económica trazada.

Entre las medidas más notables dirigidas a ajustar los agregados macroeconómicos se encuentran:

- La estructuración de un sistema de regulación de la economía, en el que se combina la


acción estatal directa, con una creciente participación de mecanismos indirectos de
regulación a través de las políticas fiscal, monetaria financiera y comercial.
- Es desarrollo de un programa de estabilización de las finanzas internas mediante la
retirada del exceso de liquidez monetaria en manos de la población y la reducción del
déficit del presupuesto estatal. Este programa incluyó la aprobación de una nueva Ley
Tributaria.
- La legalización de la circulación interna de un grupo de divisas extranjeras, evitando una
devaluación monetaria abrupta y de impredectibles consecuencias. Al mismo tiempo y
como parte de la política de las relaciones monetarias con la población, se autorizaron las
remesas provenientes del exterior, y cuentas de ahorro en moneda libremente
convertible, se organizó un sistema de casas de cambio y se desarrolló una red de
establecimientos comerciales para la venta de mercancías en divisas, que captan una
parte de las mismas para ser redistribuidas por el Estado.
- La transformación gradual de la planificación material en un sistema de planificación
esencialmente financiera.
- La reestructuración del sistema financiero bancario.
- La modificación de la política del comercio exterior basada en el monopolio estatal y la
implantación gradual de un nuevo sistema arancelario.

Por último, los cambios más significativos que pueden señalarse en el ámbito de la microeconomía
incluyen:
- El creciente funcionamiento de la estructura productiva y de servicios transables a partir
del principio del autofinanciamiento empresarial.
- La implantación de relaciones contractuales y de instrumentos mercantiles de cobros y
pagos en el sistema empresarial.
- La modificación del sistema de formación de precios mayoristas y minoristas.
- La transformación de los sistemas de remuneración, basados en el pago de acuerdo a los
resultados y en la introducción de sistemas de estimulación en divisas.

Las transformaciones económicas llevadas a cabo en los últimos 10 años plantean sin duda
enormes desafíos a la planificación en Cuba.

Al desaparecer el campo socialista dejaron de existir, abruptamente, las condiciones que permitían
aplicar un modelo de planificación basado en el sistema de balances materiales y que había
durado casi 30 años en el país.
Sólo después de iniciada la recuperación económica en 1995, se comienza a revaluar el peso
cubano y es posible iniciar la recomposición del sistema de planificación en dos monedas, aún con
las dificultades que suponía mantener inalterable la tasa de cambio de peso, pero en una situación
incomparablemente superior, al revaluarse la moneda nacional de manera sostenida a partir de
1994.

En estas circunstancias rápidamente se hizo evidente que el obstáculo fundamental para una
recuperación sostenida de la economía se encontraba en la creciente brecha financiera externa
que el país debía afrontar.

La determinación de los eslabones clave para optimizar la gestión económica y reducir esta
brecha, se convirtió en un objetivo estratégico para el país. En nuestras condiciones esta tarea que
debía afrontarse buscando el necesario acomodo entre el óptimo empresarial y el óptimo en la
gestión social, teniendo en cuenta la preponderancia de este último.

A pesar de las dificultades, a partir de 1996 volvieron a someterse a la consideración de la


Asamblea Nacional los Lineamientos del Plan Económico y Social, de tal forma la planificación lejos
de desaparecer, se perfecciona en estos años de período especial, expresando de la forma más
directa el carácter socialista de nuestra sociedad, haciéndose más universal a través del
Presupuesto de Estado, del sistema financiero bancario y, en general, de todo el conjunto de
instrumentos que integran, lo que podemos denominar como la dirección estratégica estatal.

El proceso de planificación de Cuba tiene “como eje central el logro de la eficiencia en nuevas
condiciones de la economía buscando la integridad del plan entre los aspectos del corto,
mediano y largo plazo”.

Las indicaciones para el plan 2001 se prepararon con el objetivo de simplificar y racionalizar su
elaboración más descentralizadamente, al tiempo que se brinda más integralidad al plan en todas
sus categorías y no sólo a través del presupuesto en divisas. Asimismo, ya se trabaja en 13
programas integrales dirigidos a la superación de los obstáculos de mayor significación para
acelerar el ritmo de la recuperación económica, entre las medidas más importantes que se vienen
adoptando.

El balance de Cuba como economía planificada en los últimos cinco años

Superados los momentos más críticos del período especial y sometida al endurecido bloqueo
económico norteamericano, los resultados fundamentales obtenidos durante el período 1995-
1999 son:

 El producto Interno Bruto crece a un ritmo medio anual del 4,4% en tanto que América
 Latina y el Caribe se estima crecer a una tasa media del 2,5%. Llevado a términos de
crecimiento por habitante, Cuba crece un 4,0%, mientras que América Latina y el Caribe se
estima crecen sólo un 0,6% por año.
 Para el año 2000 se pronostica un crecimiento superior al 5%.
 Ya en 1999 Cuba alcanza un PIB equivalente al 80% del de 1989.
 Los indicadores de eficiencia muestran una evolución positiva. Así, la productividad del
trabajo aumenta un 3,3% anualmente; la intensidad energética desciende un 7,8% y el
rendimiento de las inversiones aumenta un 74,0%.
 El sector industrial crece a un ritmo medio anual del 6,2% en tanto la agricultura lo hace al
6,9%. El crecimiento que se obtiene se da en un contexto no inflacionario. De tal modo, la
liquidez monetaria total reduce su participación en el PIB de un 42,6% a un 38,5%, el
déficit presupuestario con relación al PIB pasa de un 3,5% a un 2,4%, el índice de precios al
consumidor total disminuye un 3,0% promedio anual y la cotización informal del peso por
USD promedio anual baja de 32,1 a 21,1.

Estos ritmos de crecimiento económicos se acompañan de avances sociales significativos.


De tal modo, entre 1995 y 1999:

 El promedio de habitantes por médico desciende de 193 a 172; la tasa de mortalidad


infantil en menores de un año baja de 9,4 a 6,4 por mil nacidos vivos; y el gasto de salud
pública con relación al PIB se eleva de 5,1% a 6,3%.
 El nivel de escolarización de niños de 0 a 5 años aumenta del 89,8% al 98,5% y de 6 a 14
años de 97,5% a 98,2%. Por otro lado, el nivel de escolaridad media de la población pasa
de 8 a 9 grados de enseñanza y el por ciento del presupuesto de educación con relación al
PIB aumenta de 6,3 a 7,3%.
 El salario medio crece de 190 pesos mensuales a 221; la tenencia de divisas en manos de
la población pasa de un 44% del total al 62%, en tanto que el índice de desempleo baja de
cerca de un 8,0% al 6,0%.
 Los niveles de la población que puede estar en riesgo de no satisfacer una necesidad
básica es de sólo un 14,7%, frente a un 45% de población en la pobreza registrado en
América Latina, según los datos más recientes de CEPAL.
 Si bien lo ingresos no alcanzan los niveles requeridos, su distribución se logra con un alto
nivel de equidad.
 No sólo se ha mantenido el sistema de racionamiento para mantener un acceso equitativo
de alimentos a toda la población, sino que aumenta en un 26,0% el consumo normado de
leche por habitante; de arroz un 23,3% de frijoles, un 34,8% y de huevos un 18%.
Igualmente el consumo total de macronutrientes crece un 10% en términos energéticos y
un 7,2% en términos proteicos.
 Se ha mantenido un alto nivel de solidaridad social, preservándose la identidad nacional
con avances significativos en la calidad de vida de la población, especialmente en el
ámbito cultural, que deviene en un instrumento formidable para enfrentar el consumismo
y la globalización de los medios que pretenden imponer un modo de vida enajenante y
deshumanizado.
 Se da continuidad a la vocación solidaria con los pueblos más pobres y necesitados.

Estos logros representan las concepciones más adecuadas de cómo alcanzar el auténtico
desarrollo, frente al modelo del capitalismo neoliberal que se presentó a los ojos del mundo como
la única alternativa posible, cuando nuestro país quedó solo enarbolando las banderas del
socialismo.

Aspectos positivos

 Se emprendieron grandes cambios estructurales que demandaban la centralización


de las decisiones, se contó con recursos materiales internos y externos para elevar
la tasa de acumulación y se movilizó la fuerza de trabajo hacia empleos de mayor
productividad.

 Se desarrolló de un grupo de producciones agropecuarias, al concentrar los


recursos en objetivos bien definidos ramal y territorialmente.

 Por otra parte, el concepto de desarrollo aplicado por la Revolución durante estos
años siempre concibió el crecimiento económico indisolublemente unido al
progreso en los servicios sociales básicos, dotando al país de un capital humano
invaluable para enfrentar la crisis, gracias a los niveles alcanzados en el acceso
masivo y gratuito a la educación y la salud pública, así como la cobertura universal
de la seguridad social, la cultura y el deporte entre sus elementos más
importantes.

 Los resultados en lo social de la política aplicada se aprecian sintéticamente en que


de una escolarización de dos grados de enseñanza primaria como promedio en
1959, se pasó a 8; se aumentó la esperanza de vida al nacer en 14 años; la
mortalidad infantil en menores de un año se redujo de más de 60 por mil nacidos
vivos a 11,1; la tasa de desempleo, de 16% bajó a 5,5%; y el nivel de cobertura de
la seguridad social se elevó del 53% al 100%12

 A ello habría que unir la formación de una conciencia política humanista solidaria,
en una población con una decisiva participación en la toma de decisiones y con un
profundo concepto de la independencia y la soberanía nacional, que la colocaban
en una posición excepcional para enfrentar con éxito la defensa del proyecto
socialista, frente a las adversidades producto de una crisis de muy severas
consecuencias.

Aspectos negativos

 La pérdida de eficiencia del modelo de planificación material altamente


centralizada también se puso de manifiesto en Cuba, pero con algunas
singularidades en diferentes momentos históricos, que es conveniente explicar.

 Por un lado, la visión material de la planificación reducía a un plano pasivo a las


categorías financieras y la medición de los criterios de eficiencia basados en los
mecanismos monetariomercantiles.

 Adicionalmente, la asignación y el control de los recursos en términos físicos


propiciaban el crecimiento de la burocracia y reducía la posibilidad de la
participación de los trabajadores en el proceso de planificación y control de las
actividades económicas.
 Alta eficiencia económica, pero en detrimento de la equidad social y de la
formación de una conciencia socialista entre los trabajadores.

 Se produjo una subestimación de las relaciones monetario-mercantiles, que hizo


perder la integralidad al sistema de planificación, incluyendo los elementos básicos
del sistema presupuestario de financiamiento propiciado por el Ché.

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