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principales
Una de las ramas de la psicología más vinculadas a las relaciones personales y lo social.
El ser humano no nace solo y aislado. Venimos al mundo en un contexto concreto, rodeados
de otras personas que pertenecen a nuestra familia, nuestra sociedad y nuestra cultura que
van a marcar en gran medida cómo nos desarrollamos, nuestros valores y nuestras formas de
pensar y actuar.
Somos seres gregarios (esto significa que seguimos una tendencia a agruparnos en manadas
o colonias.), que conviven con otros miembros de la misma especie en agrupaciones más o
menos extensas. Es por ello que resulta de gran utilidad conocer los mecanismos que operan
dentro de los grupos. Dichos estudios sobre los grupos es llevado a cabo por una parte de la
psicología social llamada psicología de los grupos.
La psicología de los grupos es una sub-disciplina dentro de la psicología social cuyo principal
objeto de estudio es el grupo. Este es analizado desde la óptica de la influencia que tiene el
grupo sobre el comportamiento individual y la que tiene el individuo a la hora de modular el
comportamiento del colectivo.
Así, desde la psicología de los grupos se exploran qué son, cómo, cuándo y dónde se crean,
su configuración y los tipos de roles y relaciones que se establecen entre sus elementos o con
otros grupos.
Autores principales
Algunos de los representantes más importantes de la psicología de los grupos son Kurt
Lewin y Jacob Levy Moreno. El primero, con su Teoría de Campo, trataba de dar una
explicación sobre los procesos psicosociales que se llevan a cabo en los grupos, mientras que
el segundo, que además fue el creador del psicodrama, daba mucha importancia a la
necesidad de organizarse en colectivos para dar respuesta a necesidades grupales.
Algunas de las múltiples temáticas en las que se investiga y participa desde la psicología de
los grupos son las siguientes:
1. Tipos de agrupación
No todos los grupos son iguales. De hecho, podemos encontrar un gran número de tipologías
de ellos según las características de las personas miembro o porqué o con qué objetivo se
forman.
Destaca también la existencia de grupos de pertenencia, de los que el sujeto forma parte de
forma involuntaria por características o circunstancias ajenas a su control o deseo. Por otro
lado también pueden encontrarse grupos de referencia, entendidos como aquellos grupos a
los que el individuo elige adscribirse por preferencia o coincidencia en valores, pensamientos
o creencias.
Otras tipologías las podemos encontrar vinculadas al tamaño, siendo grupos pequeños los
menores de veinte componentes y grandes los que superan dicho número, o al hecho de que
se constituyan de manera prevista o imprevista y el tipo de relación que mantengan entre sí
sus miembros, como ocurre con los grupos formales o informales.
En este sentido, cabe destacar la tipología propuesta por Didier Anzieu y Jacques -Yves Martin
(Unv. París 1968)
BANDA Débil Algu nas Pequeño Búsqueda F ort alec i- M ed ian a E sp ont á-
h or as a de l o se- m ient o neas pero
al gunos m ejant e poc o
m eses im p ort an-
t es p ar a el
grupo
AGRUPAMIENTO M edi an a V ar ias P eq u eñ o, Relac iones M ant eni- Débil a Resi st en-
s em an as a m edian o o hum anas m ient o m ed ian a cia pasiva
varios gr an de s up er fic ia- o acc ion es
m eses l es lim it ad as
GRUPO Muy ele- V ar ios Mediano o Relac iones I nduc c ió n Débil a Im port an-
SECUNDARIO U v ada m eses a Gr ande fu nci on a- m ed iant e el ev ada t es, habi-
ORGANIZACIÓN varios l es pr es ion es t uales y
d ec en ios plan ific a-
das
2. Estructura básica
La manera en que se organiza el grupo es un elemento fundamental a la hora de entender
cómo y por qué funciona. Es por ello que desde la psicología de los grupos se investigan
diversas variables, desde el tamaño del grupo a la presencia de liderazgo e influencia.
Algunas teorías pretendidamente generales han sido construidas desde la familiaridad del
investigador con un tipo particular de grupos. Tanto W. R. Bion (1980) como Pichon (1985)
se interesaron inicialmente en grupos encuadrados institucionalmente, en los cuales metas y
tareas tienen más importancia estructurante que en grupos espontáneos construidos a partir
de afinidades.
La propia Ana María Fernández (1989), ante la obra de Anzieu y Martin, se interesó sobre
todo en el grupo terapéutico. La mayor parte de la investigación experimental sobre grupos
produjo sus propios objetos de observación, como no podía ser de otra manera, infiriendo de
allí propiedades generalizables a “los grupos”, sin más, como si ello no requiriera poner en
claro las mediaciones que permiten pasar del cobayo al espécimen silvestre. En este caso, sin
embargo, el experimentalismo se encontró con sus propios límites: la escuela de Ginebra,
depositaria de la tradición piagetiana, logró finalmente dar cuenta del grupo experimental
como dispositivo para poner a prueba a escala reducida las condiciones exactas de situaciones
De este modo la psicología de los grupos pretende también focalizarse en qué objetivos tienen
los grupos como tales o qué buscan los individuos a la hora de formar parte de uno, junto a
cómo interactúan las metas individuales y grupales. Así, fenómenos como la atracción hacia
las personas, ideas o actividades propuestas por el grupo, la búsqueda de pertenencia a un
grupo o las necesidades individuales que se pretenden suplir mediante la unión al colectivo
serán aspectos detenidamente estudiados por esta rama de la psicología.
La Psicología Social da cuenta del hombre en situación, ya que nadie puede ser entendido
únicamente en términos de sí mismo. Cada persona es la síntesis -aquí y ahora- de una
compleja trama de vínculos -del allá y entonces-; es decir, del “implacable interjuego entre
el sujeto y el mundo”. Antes de ser persona, el sujeto es siempre un grupo. Pero no en el
sentido de pertenencia a un grupo, sino porque su personalidad “es” el grupo.
En otro extremo, algunas teorías del grupo llegan a ser tan abarcativas como para designar
con ese nombre cualquier caso de acción colectiva en la vida real, como un ejército en una
batalla, una masa manifestándose, un partido político en una convención o, incluso, una
nación al borde de algún acontecimiento histórico de importancia (John C. Turner:
Redescubrir el grupo social. Una teoría de la categorización del yo. (1990).
Para entender la formación de un grupo hace falta conocer su funcionamiento. En este sentido
es de vital importancia la Teoría del Vínculo en Enrique Pichón Rivière (1998) en la cual
determina al vínculo como “unidad mínima de análisis” de la psicología social. Esto significa
que el objeto de estudio de ésta, no es el individuo, la persona o el sujeto en sí mismo, como
lo es para la psicología o el psicoanálisis, sino el vínculo que un sujeto pueda establecer con
otro sujeto.
En primer lugar, hay que distinguir dos grandes modelos de construcción de redes sociales,
que, distinguibles tipológicamente, se entretejen múltiplemente en los procesos fácticos.
Las “redes vinculares” pueden ser descritas como una red de comunicación cuyos nodos
(bordes) están ocupados por actores individuales, y que permanece regida por la articulación
entre las matrices vinculares de que éstos son portadores.
Hecha esta distinción básica, propongo considerar grupo a todo sistema de interacción
diferenciado en el interior de un contexto social dado (dotado, por consiguiente, de
identidad), regido predominantemente por la expresión de las matrices vinculares de
que son portadores los sujetos que en ella participan, sin perjuicio de estar sometida
hasta cierto punto a las constricciones resultantes de atravesamientos institucionales
provenientes del entorno.
La noción de estructura tiene una larga tradición en psicología social, allí donde se entretejen el
funcionalismo estructural sociológico con una parte del cognitivismo psicológico (y hasta, Parsons
mediante, unas gotas de psicoanálisis leído desde la preocupación por el control social). La definición
propuesta más arriba involucra la idea de que todo grupo posee cierto grado de organización,
manifestado por ejemplo en la asignación de diferentes roles a sus integrantes. Es de esto que
hablamos cuando decimos “estructura”, precisamente, y es sobre esto que se han invertido los
mayores esfuerzos de la investigación sobre grupos.
La presencia de un líder o de un grupo de individuos que marquen el camino que debe seguir
el grupo es relativamente frecuente, si bien no imprescindible, especialmente cuanto mayor
es el número de componentes del grupo y cuando hay un objetivo a cumplir. Cómo se llega
al liderazgo y de qué manera se ejerce éste son temáticas de gran relevancia en este aspecto.
5. Relaciones de influencia
No siempre que se establece un grupo es necesaria la presencia de alguien concreto que
marque qué, cómo o cuándo deben hacerse o pensarse determinadas cosas. Sin embargo, el
hecho de pertenecer a un colectivo implica de por sí que va a haber una interrelación del
algún tipo entre sus componentes. Dicha interrelación va a hacer que el uno tenga un efecto
El lugar del poder se agudiza en torno a la cuestión del liderazgo y la de la influencia grupal
(influencia parece ser, a veces, el casto eufemismo detrás del cual hay que leer poder, y hasta
la mala palabra dominación).
Alrededor de ellas comparecen no sólo las consideraciones relativas al orden, sino también
al funcionamiento eficiente (dicho de otro modo, a la productividad) de los grupos. Del
tratamiento de estos te mas ha dependido en gran medida el éxito (y el financiamiento) de la
psicología social.
Esta comprobación puede llevar consigo el riesgo de suponer que todo este aspecto de la
teoría de grupos es un engendro de la sociedad capitalista en que vivimos, y que una praxis
liberadora exigiría una decidida ruptura con este tipo de enfoque.
11. La comunicación
La manera en que se produce la transmisión de diversos estímulos entre los diferentes
componentes de un grupo puede explicar fenómenos como la influencia, la satisfacción y el
nivel de cohesión interna. Mediante la comunicación se va a negociar la visión común
respecto al mundo, los objetivos y el papel de cada uno en comunidad. Es por ello que
estudiar cómo nos comunicamos es un factor imprescindible para la psicología de los grupos.
Estas interacciones son también una parte muy importante de la psicología de los grupos, la
cual se va a centrar especialmente en el tipo de contacto establecido, la creación de barreras
más o menos permeables entre endogrupo y exogrupo y la colaboración, competición o
conflicto entre colectivos según sus metas sean compatibles.