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Nosotros...

“El Sexto Sol de Anahuac”


Conferencia dictada por José Rios Topiltzin, miércoles 13 de marzo de 2002

Chicome Ehecatl (siete viento) ipan Atlacahualo (veintena de lo dejado por las aguas)
ipan Yei Tochtli (tres conejo).

Aquí y ahora vamos a hablar brevemente de nuestra historia autóctona, no de la


historia que se conoce oficialmente, sino de la historia que nos dejaron dicha nuestros
abuelos en la tradición oral y en los “Amoxtin” o libros llamados códices por los
estudiosos. El tiempo de esta conversación es poco para conocer a detalle nuestro
pasado autóctono, sin embargo es suficiente para tener un referente mas que nos
permita entender desde otra perspectiva toda la historia que nos han contado de
nuestro país.

Comenzaré por decirles que los antiguos anahuacas, entiéndase los pueblos que
habitaron nuestro territorio antes de la invasión española, se referían a los “Soles” con
el sentido de “Eras históricas”. Nuestros abuelos generacionales establecieron un ciclo
completo que se divide en dos periodos, uno de luz que dura 676 años y un periodo de
oscuridad que dura 468 años.

Al periodo de Luz lo identificamos históricamente como “Sol” y al periodo de oscuridad


podemos identificarlo como “Luna”. Cabe hacer mención que los cronistas europeos
quienes fueron los primeros en escribir la historia de México solo registraron los hechos
históricos de los soles. La historia de las Lunas ha permanecido escrita en los códices y
hasta el momento no se han hecho investigaciones serias al respecto.

En la “Huey Cuauhxicalli” Gran Jícara de águila, generalmente conocida como


calendario Azteca, se encuentra escrita toda la información relativa a los cinco soles y
por consiguiente sin cinco lunas de nuestra historia. En esta Huey Cuauhxicalli puede
leerse claramente que los soles indican en un año “Ce Técpatl” (uno Pedernal) después
de haber transcurrido 22 ciclos de 52 años. Esto indica que nuestra cuenta autóctona
del tiempo lleva registrados 5723 años, hasta el año europeo 2002, mas los que se
agregarán en el futuro. Cada uno de los soles y las lunas poseen un nombre particular
que los identifica, dicho nombre se obtiene de la fecha autóctona en que inicia cada
periodo. Así tenemos que el primer sol que se llamó Nahui Ehecatl (Cuatro viento), el
segundo sol Nahui Atl (cuatro agua), el tercer sol Nahui Ocelotl (cuatro ocelote o
jaguar), el cuarto sol Nahui quiahuitl (Cuatro lluvia) y el quinto sol Nahui Ollin (Cuatro
Movimiento). Nahui Ehecatl inició en un año europeo 3720 A.C. En este año fue creado
el maíz. Nahui Atl inició en el año europeo 2576 A.C. Aquí se fundaron las primeras
“Tollan” (ciudades), Nahui Ocelotl en el año europeo 1432 A.C., Aquí floreció la
civilización de los Huehuetolteca conocidos como Olmecas, las civilización Madre
Nahui Quiahuitl inició en el año europeo 288 A. C. Aquí florecieron Los Mayas,
Zapotecas, Totonacas, Teotihuacanos, entre otros.

El Quinto Sol llamado Nahui Ollin inició en el año europeo 556 D.C., este Sol fue
iniciado por los Toltecas de Tula, sin que los hayan hecho florecer. Posteriormente en
el año de 1064 los Aztecas abandonaron Aztlan (lugar de las garzas) para convertirse
en “Mexihtin” o Aliados de Mexi Huitzilopochtli y así recibir la responsabilidad de
terminar el trabajo del Quinto Sol indicado por los toltecas para fundar la ciudad capital
de anahuac llamada Tenochtitlan México.

Durante los 260 años los Mexihtin reunieron toda la sabiduría generada por las
civilizaciones del cuarto Sol. El día Yei Ollin (tres movimiento) del mes Tecuilhuitontli
(veintena de la fiesta de los señores) del año Ome Calli (dos casa), correspondiente a
la fecha europea 26 de julio de 1325, los Mexicas fundaron la ciudad de “Mexico
Tenochtitlan” Donde abundan las tunas de piedra, lugar de mexis. El periodo de Luz del
Quinto Sol concluyó en la fecha europea 12 de diciembre de 1531 del calendario juliano
o 22 de diciembre de 1531 del calendario gregoriano y en esa misma fecha dio inicio la
quinta luna. El periodo de oscuridad concluyó hasta el año europeo 1999.

Aquí es importante recordar que la fecha autóctona Matlahtihuanyei Cuetzpallin (trece


lagartija) ipan Tlaxochimaco (veintena de la ofrenda de flores) ipan Yei Calli (tres casa),
correspondiente a la fecha 12 de agosto de 1521 del calendario juliano o 22 de agosto
de 1521 del calendario gregoriano, nuestro último Huey Tlahtoani Cuauhtemoctzin ,
antes de entregar la ciudad de Tenochtitlan a los invasores españoles, envió su último
mandato hacia los cuatro rumbos del anahuac, conocida como la consigna de anahuac.

Dicha consigna prepara a los anahuacas del quinto sol solo para vivir la
correspondiente Quinta Luna, indicando las instrucciones específicas de lo que se tenía
que hacer. Asimismo deja anunciado el nacimiento del Nuevo Sol, el nacimiento de una
nueva Era Histórica.

El mensaje de nuestro joven abuelo ya se cumplió, el nuevo Sol ya nació. El 14 de junio


del año 2000 europeo, correspondiente en nuestra cuenta Nahui Cuauhtli (cuatro
águila) ipan Toxcatl (veintena de las cosas secas) ipan Ce Tecpatl (uno pedernal),
nació el Sexto Sol que lleva por nombre el día de su nacimiento “Nahui Cuauhtli -
Cuatro Águila”. Eso quiere decir que la identidad colectiva que tenemos que asumir
todos los mexicanos y los humanos que vivimos en este tiempo es la de Nahui
Cuauhtli.

Según el Tonalpohualli “Cuenta de las energías”, el numeral cuatro tiene como


compañero a Tonatiuh “Sol”, esto quiere decir que todos somos el ”Sol”, todos somos
protectores, compartimos la misma responsabilidad que el Sol: “proteger la vida en el
Planeta Tierra”. El día “Cuauhtli” Águila significa que todos poseemos la característica
del águila. Ella es dueña de las alturas y de la libertad, es impulsiva y posee una
agudeza visual muy desarrollada.

Así somos los humanos del sexto Sol, nos gusta ser libres y volar alto. Poseemos una
visión excelente que nos permite apreciar la gran cantidad de problemas que hemos
generado: problemas ambientales, sociales, políticos, económicos, sexuales,
culturales, educativos, etc. Al mismo tiempo como águilas que somos tenemos la
capacidad para encontrar las soluciones precisas que resuelven todos los problemas
desde su origen.

Seguramente habrá humanos que no quieran asumir la responsabilidad, que como


seres vivos evolucionados tenemos: Mantener la vida y la armonía en este planeta
Tierra.

Estos humanos continuarán viviendo en una cultura de destrucción, basada en el


individualismo, la competencia y la acumulación de bienes capitales. Al vivir
permanentemente en la barbarie, continuarán destruyendo el medio ambiente y
reduciendo las posibilidades de pervivencia de la especie humana.

En cambio, los humanos que queremos asumir nuestra responsabilidad colectiva Nahui
Cuauhtli, para vivir civilizadamente, primero tenemos que conocer y asumir nuestra
identidad individual que esta escrita en “Totonaltzin” que es nuestra sagrada energía de
nacimiento, también debemos emplear en nuestra vida cotidiana nuestra
“Cuauhpohualli” cuenta del tiempo autóctona; “Xiuhpohualli”, cuenta de los años de 365
días y el “Tonalpohualli” o cuenta de las energías de 260 días. Así mismo debemos
reconocer que nuestra historia patria esta determinada por los ciclos de tiempo que
nuestros seres llamaron Soles y que en este momento estamos en el umbral el Sexto
Sol.

Por último tenemos que leer toda la información que esta escrita en la Huei
Cuauhxicalli “Gran Jícara del Águila” y en los Amoxtin (libros sagrados), para ello se
necesita pensar, hablar y escribir en Nahua, esta es la tarea que corresponde a los
mexicanos que solo hablamos español. Los pueblos que aún poseen su lengua
autóctona: náhuatl, mixteco, zapoteco, maya, otomí, mixe, tzetzal, tzotzil, purépecha,
etc., tienen que recuperar la cosmopercepción del pasado autóctono y la escritura
figurativa de los Amoxtin. Aquí y ahora queda abierta la invitación para todos aquellos
que deseen asumir su responsabilidad Nahui Cuauhtli, se acerquen a los Calpultin o
grupos de tradición y mesas de concheros para que se involucren en todo el
conocimiento antiguo que nos heredaron nuestros abuelos del anahuac.

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