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LAS ROCAS ESTRATIFICADAS EN EL


CONTEXTO DEL CICLO GEOLÓGICO

3.1.- El ciclo geológico


3.1.1.- Medio generador y medio receptor
3.1.2.- Cuantificaciones de procesos 3.2 - Tasa de sedimentación 3.3.-
Factores que controlan la sedimentación
3.3.1 .-Aportes
3.3. 2.- Subsidencia y movimientos tectónicos verticales
3.3. 3.- Cambios del nivel del mar y eustatismo 3.4.- Cuencas sedimentarias
3.4. 1.- Definición
3.4. 2.- Relación entre cuenca sedimentaria y medio sedimentario
3.4. 3.- Clasificación de las cuencas sedimentarias 3.5.- Procesos diagenéticos.
La compactacion
3.5. 1.- Cambio de espesor entre sedimentos y rocas sedimentarias
3.5. 2.- Cálculo de la compactacion en materiales antiguos
En el capítulo anterior se decía que los materiales que presentan estratificación son los
sedimentos, las rocas sedimentarias y las rocas metamórficas procedentes de rocas
sedimentarias previas. Las rocas estratificadas se disponen ocupando una parte epidérmica
de la superficie de la Tierra. Los abundantes perfiles sísmicos de fondos marinos permiten
conocer que el espesor de la capa de sedimentos y rocas sedimentarias situada
inmediatamente por debajo de los fondos marinos varia desde valores casi nulos en las
dorsales a algunos kilómetros en los bordes de los continentes, con un valor medio de 500
metros (Boillot. 1984). Por su parte en los continentes el espesor medio de la capa epidérmica
de rocas estratificadas es del orden de los 700 metros. Estos valores son insignificantes
comparados con el del radio de la Tierra (6.370 km). Pettijohn (1975) valoró que los
sedimentos y las rocas sedimentarias ocupan el 75% de la superficie de la Tierra, aunque sólo
significan el 5% del volumen de la corteza terrestre (el 95% restante son rocas ígneas y
metamórficas). La gran extensión superficial de las rocas estratificadas y la posibilidad de
poder descifrar en ellas la historia de la Tierra confieren a su estudio un enorme interés, tanto
científico como aplicado.

3.1.- EL CICLO GEOLÓGICO


La superficie de la Tierra está sometida a un proceso continuo cíclico de modificación
permanente del relieve, que implica la transferencia de material de los continentes a los
océanos. Este proceso se conoce con el nombre de ciclo geológico externo, el cual unido con
el ciclo geológico interno (modificaciones en el interior de la corteza terrestre), forman el
ciclo geológico (fig. 3.1). En el contexto del ciclo geológico tiene lugar la formación de los
sedimentos y las rocas sedimentarias.
3.1.1.- Medio generador y medio receptor
Los procesos que constituyen el ciclo geológico externo se inician cuando una roca
antigua (ígnea, metamórfica o sedimentaria), que forma parte de un relieve, sufre procesos
de destrucción (erosión) bien por agentes físicos (meteorización física) que suminitran
Medio generador {área madre)

Medio receptor

Masa eliminada

Figura 3.1.- Esquema del


proceso sedimentario en el
Masa depositada contexto del ciclo
(sedimento)

geológico, ligeramente
modificado de Corrales et al.
| Meteorización->
| f Denudación -|»| Transporte -|»-|Sedimentaci6n| (1977).

Transporte en masa en el manto <


partículas sólidas o agentes químicos (meteorización química) que proporcionan partículas
disueltas o coloides.
El área sometida a destrucción es la que recibe el nombre de "medio generador" ("área
madre" o zona de erosión), y se localiza preferentemente en los relieves continentales (fig.
3.1). La cantidad y calidad de productos de meteorización obtenidos por unidad de tiempo
están controladas por el clima y la altitud. El clima regula el dominio de los agentes químicos
o físicos; así en regiones muy húmedas y cálidas domina la meteorización química y los
productos resultantes mayoritarios son materiales disueltos, mientras que en las regiones de
climas áridos domina la meteorización física con lo que los productos resultantes son
esencialmente sólidos. La altitud juega también un papel notable de manera que la
destrucción de los materiales, y consecuentemente el volumen de material disponible, es
mayor en los relieves más altos y mínimo en los relieves próximos al nivel del mar. Las
modificaciones del proceso erosivo por parte del hombre (como la agricultura,
desforestaciones, etc.) son (y han sido) muy considerables, aumentando la acción erosiva de
2 a 10 veces, aunque localmente puede llegar a ser de 100 a 1000 veces mayor (Einsele,
1992).

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Los productos de la meteorización pueden seguir dos caminos muy diferentes. El primero
de estos caminos, el más simple, es que sean transportados y depositados en otra región.
Mayoritariamente el transporte llega hasta fuera del continente y los materiales son
depositados en los mares y océanos adyacentes. Minoritariamente tiene lugar también
depósito dentro de los continentales, en áreas subsidentes, en especial en lagos y ríos. El
segundo camino es que pasen a formar, junto con la materia orgánica en descomposición, una
cubierta estable o producto residual final al que se conoce con el nombre de suelo. Los suelos,
de cuyo estudio se ocupa la Edafología, juegan un papel importante en la parte inicial del
ciclo geológico externo ya que tienden a frenar o disminuir la acción destructora de los
agentes meteorizantes. Sin embargo en muchos casos son los propios suelos los que son
destruidos por dichos agentes y los materiales que los formaban se mezclan con los productos
de meteorización directa de las rocas transportándose conjuntamente.
Los materiales producto de la meteorización de relieves anteriores, incluidos los de
destrucción de suelos, son transportados y transferidos hasta otra área, topográficamente más
baja, a la que se llama "medio receptor" o zona de sedimentación (fig. 3.1). Global-mente la
masa de roca destruida por unidad de tiempo en el medio generador es igual a la depositada
en el medio receptor. Las únicas variaciones, locales y/o temporales, entre ambas magnitudes
se deben a etapas de formación de suelos (en la que el volumen eliminado es inferior al
depositado) o a etapas de concentración de elementos químicos en las aguas de los océanos
sin depositarse. Entre la masa destruida en los continentes y la que accede a los océanos
puede haber diferencias notables, al existir depósitos parciales de los materiales
transportados en los lagos y ríos, por tanto dentro de los continentes. Los embalses
construidos por el hombre han modificado el proceso ocasionando depósitos locales
anómalos dentro de los continentes.
El principal agente de transporte es el agua de los ríos de manera que los materiales productos
de la meteorización de cada cuenca fluvial son drenados y desplazados hasta áreas de menor
altitud. Cuando se habla de aguas de ríos se incluye, también, el transporte de aguas de lluvia
superficiales que acceden a ríos y el de las aguas subterráneas. Garrels y MacKenzie (1971)
estimaron que más del 90 % del material transportado sobre la superficie de la Tierra tiene
como agente el agua de los ríos. El siguiente agente de transporte, en orden decreciente de
importancia, es el hielo de los casquetes glaciales (7%), mientras que el resto (menos del
3%) corresponde al transporte eólico y a la erosión marina litoral. La entrada de material de
origen extraterrestre, en especial polvo meteorítico, se valora (Garrels y MacKenzie, 1977)
en 36 xlO5 t/a cantidad alta en valores absolutos pero que porcentualmente significa el 0,01%
del material sólido que es transportado en el proceso sedimentario. Los materiales sólidos
transportados cuando se depositan forma-
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rán los sedimentos detríticos, mientras que los materiales disueltos (y los coloides), con la
intervención de la biosfera, formarán los sedimentos (y rocas) de precipitación química y las
biogénicas. El depósito de estos materiales tiene lugar muy minoritariamente dentro de los
continentes, en los cauces de los ríos y en algunos lagos localizados en relación con la red
fluvial. La gran mayoría del material es transportado fuera de las cuencas fluviales y llevado
a los mares u océanos adyacentes, donde se depositarán.
En todos los casos durante la sedimentación ocurren interrupciones del proceso y/o
cambios de las condiciones, lo que queda reflejado en los sedimentos con la estratificación.
Una vez formados unos sedimentos concretos, y tras el depósito de nuevos sedimentos
encima de ellos, se inicia el proceso de diagénesis que implica la progresiva transformación
de los mismos en rocas sedimentarias, por compactación (reducción de volumen de poros),
cementación, recristalización y/o alteraciones químicas. Las rocas sedimentarias mantienen
el dispositivo en capas (estratificación) de los sedimentos. A medida que continúa el
enterramiento la diagánesis se acentúa y en el caso de rocas sedimentarias que queden
profundas se pueden iniciar procesos de neoformación de minerales, debido al aumento de
presión y temperatura, con lo que se inicia la formación de rocas metamórficas, que
igualmente mantienen la estratificación.
3.1.2.- Cuantiñcaciones de procesos
Tiene gran interés conocer los valores numéricos del ritmo o de la tasa de los diferentes
procesos que componen el ciclo geológico externo, así como del volumen total de material
transferido por unidad de tiempo en el proceso sedimentario.
Garrels y MacKenzie (1977) valoraron la masa total transferida por los ríos en 225 x 108
toneladas/año (t/a), de las cuales 183 x 108 t/a eran de material
8 sólido en suspensión o
tracción de fondo y 42 x 10 t/a correspondían a sustancias disueltas, con una relación media
de material sólido/material disuelto de 4/1. Autores más recientes (Meybeck, 1979, 1987;
Milliman y Meade, 1983) han efectuado nuevos cálculos y suministran cifras algo inferiores,
aunque del mismo orden de magnitud. Concretamente Milliman y Meade (1983) calcularon
la cantidad de material en suspensión transportado por los ríos desde los continentes a los
océanos en 135 x 108 t/a, mientras que Meybeck (1979) calculó la cantidad de material
disuelto en 40 x 108 t/a. Estos valores globales dan una relación media de material
sólido/material disuelto de 3,5. Einsele (1992) demuestra con numerosos datos que esta
relación varía muy considerablemente según las condiciones climáticas y altitud, desde
valores de 0,2 en algunos ríos de Siberia a valores de 11 en los ríos Ganges y Brahmaputra.
Todos los valores numéricos anteriores se basan en medidas de intervalos de tiempo
cortos, que pueden ser poco representativos, al

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Grandes rios que drenan áreas de diferente
relieve y clima
ÁRIDO A SEMIARIOO

MEDITERRÁNEO TEMPLADO
DENUDACIÓN
QUÍMICA
HÚMEDO
Im/M» ómm/kal

SUBÁRTICO ¡
A ÁRTICO

Densidad de las rocas


J
2.5 t/m

Ríos que drenan


áreas de relieve
muy alto

Figura 3.2.- Rangos comunes de las tasas de denudación mecánica y química en relación con el relieve y
clima (incluyendo la vegetación), ligeramente modificado de Einsele (1992).

tencia de estos movimientos de elevación tectónica de los continentes son muy numerosos.
En algunos casos se pueden incluso cuanti-ficar estos movimientos a lo largo de tiempo.
La elevación tectónica de los continentes puede tener un doble origen: epirogénico y
orogénico. Los movimientos epirogénicos afectan a áreas de grandes dimensiones y dan
lugar a hundimiento (subsidencia) o elevación tectónica con tasas de 20 a 200 mm/ka
(Einsele, 1992) que pueden perdurar algunas decenas de millones de años. Los valores
máximos de tasa de movimiento (elevación) se deben a los reajustes isostáticos de la corteza.
Uno de los ejemplos más conocidos es el de la elevación de la Península Escandinava desde
la fusión de los glaciares, que eventualmente llegó a alcanzar valores de varios milímetros
por año. La elevación orogénica de formación de montañas ocasionada por reajustes en los
límites de placas (convergencia, subducción, colisión) tiene un intervalo inicial de elevación
muy rápida (varios milímetros año) seguido de un largo periodo de reajuste isostático
bastante lento (del orden del milímetro cada mil años).
Un prueba definitiva a favor de la elevación tectónica de los continentes es que en
aquellos que han estado sometidos a erosión durante mucho tiempo (p.ej. desde el Cámbrico)
afloran rocas formadas en niveles muy bajos de la corteza terrestre, lo que implica

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un levantamiento de varios kilómetros que ha compensado la denudación.
3.2.- TASA DE SEDIMENTACIÓN
La cantidad de material sedimentado en un sector del medio receptor durante un intervalo
de tiempo concreto es un valor de gran interés ya que permite cuantificar el proceso
sedimentario y establecer comparaciones entre diferentes sectores de la sedimentación actual,
así como comparar con los datos medidos en materiales antiguos. Los términos "tasa de
sedimentación" y "velocidad de sedimentación" han sido utilizados como sinónimos
(traducciones del término inglés sedimentation raté) para expresar el espesor de rocas
estratificadas (o de sedimentos) por unidad de tiempo en un intervalo del registro
estratigráfico o en depósitos cuaternarios de medios sedimentarios recientes. Sin embargo,
Fernández-López y Gómez (1991) recomiendan utilizar ambos términos con acepciones
diferentes, reservando el de tasa de sedimentación para el concepto anterior y utilizando el
de velocidad de sedimentación para referirse a la medida del proceso de depósito real
exclusivamente en los intervalos en los que éste tiene lugar. Solamente en el caso de que la
sedimentación fuese continua ambas medidas coincidirían. En todos los demás casos la
velocidad de sedimentación será más alta (o mucho más alta) que la tasa de sedimentación.
Ambas medidas se expresan en milímetros/l.OOOaños (o metros/millón de años) unidad que
se conoce en la bibliografía como unidad Bubnoff (Fischer, 1969; Enos, 1991). Algunos
autores prescinden de esta unidad y dan los resultados directamente en unidades de longitud
(espesor) en relación con el tiempo, como: centímetros por mil años (cm/ka), milímetros por
mil años (mm/ka) o metros por millón de años (m/Ma).
La tasa de sedimentación correspondiente de un intervalo estratigráfico concreto es la
relación entre su espesor y la duración de su intervalo temporal de formación. Por tanto, para
poder medir la tasa de sedimentación necesitamos dos magnitudes: el espesor del intervalo
estratigráfico seleccionado y la diferencia de tiempo entre los niveles superior e inferior.
En medios sedimentarios actuales se estudian los sedimentos más recientes, en especial
hasta donde la técnica del carbono-14 puede ser aplicada (ver capítulo 4). En ellos el espesor
se obtiene por medida directa, especialmente mediante sondeos, y la diferencia de tiempo
por radiometría.
En materiales estratificados antiguos el espesor se mide directamente en el campo o por
datos de sondeos, mientras que para conocer la diferencia de tiempo es necesario disponer
de datos de edad absoluta en el techo y en el muro del intervalo. En diversos libros o artículos
(Kukal, 1971, 1990; Corrales et al., 1977; Enos, 1991; Einsele, 1992) se recopilan numerosos
datos de tasas de sedimenta-

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ción de medios sedimentarios, tanto recientes como antiguos.
A partir de datos de muy diversa procedencia se ha elaborado una gráfica (fig. 3.3) donde
|TASAS DE EROSIÓN Y DE SEDIMENTACIÓNI

Figura 3.3.- Gráfico de distribución de


las tasas de sedimentación en
diferentes medios sedimentarios y de
las tasas de denudación de los
continentes en función de la altitud. El
gráfico ha sido elaborado a partir de
datos de muy numerosas fuentes
(Kukal, 1971, 1990; Corrales et al.,
1977; Jenkyns, 1986; Vera, 1989a;
Einsele, 1992; entre otros).
Medios sedimentarios

se muestra de manera muy expresiva la relación entre el material eliminado en los continentes
y su depósito preferencial en ciertos sectores. En dicha figura se indica que en los continentes
domina la erosión, con una valor medio en la partes más altas de una decenas de milímetros
cada mil años. El depósito en los continentes básicamente se limita a las áreas subsidentes
donde se pueden acumular materiales lacustres o fluviales, con tasas de sedimentación
variables, pero que pueden llegar al centenar de mm/ka.
La sedimentación tiene lugar preferentemente en las áreas adyacentes a los continentes
donde se alcanzan los valores máximos de tasa de sedimentación (decenas de miles de
mm/ka en deltas y llanuras de mareas). En medios cercanos al continente (mares cerrados,
golfos, bahías, etc.) los valores superan el centenar de mm/ka, mientras que en las
plataformas, con valores muy variables de unas a otras en función de la subsidencia, se tienen
valores medios del orden de la decena de mm/ka. Los valores mínimos corresponden a los
sedimentos hemipelágicos (del orden de la decena de mm/ka) y especialmente en los
pelágicos (generalmente por debajo de 1 mm/ka). A la vista del gráfico se puede decir que
los materiales producto de la destrucción de los continentes se acumulan preferentemente en
los bordes de los mismos (márgenes continentales) donde la subsidencia es mayor y en los
que se pueden llegar a acumular enormes espesores (varios kilómetros) de sedimentos (y
rocas sedimentarias). Boillot (1984) afirma que más de la mitad de los sedimentos se
acumulan en los bordes de los continentes, más concretamente en márgenes continentales
estables, en los que se pueden alcanzar espesores de rocas
sedimentarias de hasta 10 km, como se

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comprueba en márgenes sin deformar a partir de perfiles sísmicos o en márgenes
deformados (cadenas montañosas) por levantamiento de secciones estratigráficas.

3.3.- FACTORES QUE CONTROLAN LA SEDIMENTACIÓN


Varios factores controlan la sedimentación en cada área concreta del medio receptor.
La interacción de estos factores regula la litolo-gía de los sedimentos y la tasa de
sedimentación. Estos factores son: aportes, subsidencia (y movimientos tectónicos) y
los cambios del nivel del mar (fig. 3.4). Antes de describir el papel de cada uno de ellos
conviene definir el concepto de capacidad de recepción de sedimentos de un medio.
En los mismos albores de la Estratigrafía como ciencia Barrell (1917) planteó la
hipótesis del nivel de equilibrio de un medio, que implica la idea de que en todo medio
hay una superficie ideal (nivel de equilibrio) que regula la capacidad de depósito del
mismo. En el caso que el nivel de equilibrio esté por debajo del fondo de la cuenca
habrá erosión en lugar de depósito. El nivel de equilibrio coincida con el fondo no habrá
ni erosión ni depósito. Por el contrario cuando el nivel de equilibrio está por encima de
la superficie topográfica, el volumen comprendido entre ambas superficies es el
volumen disponible para un posible depósito. Muy recientemente Jersey (1988) ha
definido a este volumen en medios marinos con el término "acomodación",
considerándolo controlado, justamente, por los aportes, la subsidencia y los cambios del
nivel del mar.
Aportes globales (175 x 108t/a)

t
Elevación
continental

EUSTATISMO
Levantamiento tectónico

SUBSIDENCIA
Figura 3.4.- Factures que controlan la sedimentación (litología y tasa de sedimentación) de cada área
concreta del medio receptor.

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3.3.1.- Aportes
Se denominan aportes al conjunto de materiales que llegan al medio receptor procedentes
del medio generador y que, por tanto, pueden ser depositados. La naturaleza de los aportes
depende de la composición de las rocas que afloren en el medio generador, de las
condiciones climáticas en las que tuvo lugar la destrucción de las mismas y de la naturaleza
e intensidad del transporte.
Un aspecto interesante a tener en cuenta es que la naturaleza global de la roca madre (la
que aflora en el medio generador) ha ido cambiando a lo largo del tiempo, ya que en las
etapas iniciales de la evolución de la Tierra su superficie estaba ocupada en su totalidad por
rocas ígneas de la corteza primitiva. A lo largo del tiempo geológico, y de una manera
progresiva, ha ido incrementándose el volumen de rocas sedimentarias y metamórficas que
forman parte de los continentes y que pueden ser destruidas en el medio generador.
La abundancia de los aportes de cada cuenca fluvial, valorable globalmente en
toneladas/año, y su equivalente en denudación de la cuenca (t/km2.a ó mm/ka), está
controlada por el clima reinante en la cuenca fluvial y la altitud media de la misma. Los
volúmenes de materiales transportados por cada uno de los grandes ríos se miden en millones
de toneladas año con cifras que varían desde las decenas (p.ej. ríos Níger, Orinoco, Volga,
McKenzie, etc) a algunos millares (p.ej. ríos Ganges-Brahmaputra, Amazonas, etc.).
3.3.2.- Subsidencia y movimientos tectónicos verticales
El estudio detallado de la dinámica de la corteza terrestre demuestra que además de los
grandes desplazamientos laterales (movimientos de placas) hay otros movimientos verticales
que pueden llegar a alcanzar hasta 15 km y que son suficientes para crear por una parte altas
cadenas plegadas y por otra depresiones en las que se pueden acumular potentes prismas
sedimentarios (Arche, 1989c). Los movimientos verticales son, por tanto, ascendentes o
descendentes. Un ejemplo de movimiento ascendente es el levantamiento continental que
afecta a los continentes y que compensa la denudación, del que se acaba de hablar. El
movimiento descendente más conocido, y de mayor interés en el proceso sedimentario, es la
subsidencia.
Con el nombre de subsidencia se denomina al proceso tectónico de hundimiento del
fondo de una cuenca sedimentaria simultáneo al depósito durante un largo periodo de tiempo.
La subsidencia puede medirse valorando el hundimiento por unidad de tiempo (tasa de
subsidencia) y sus valores se expresan en las mismas unidades que la tasa de sedimentación
(Bubnoff, mm/ka, o m/Ma). El término "tasa de subsidencia" se refiere al hundimiento medio
de una cuenca durante un intervalo de tiempo y no a los valores puntuales de dicho

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hundimiento. Estos últimos podrían expresarse como "velocidad de subsidencia" de manera
análoga a los usados en la sedimentación. La tasa de subsidencia se calcula a partir de tres
cifras: espesor de los materiales correspondiente al intervalo estratigráfico, diferencias
batimétricas entre el inicio y el final de la sedimentación en dicho intervalo y tiempo
(expresado en años) al que equivale el intervalo. Cuando la batimetría permanece constante
a lo largo de un intervalo de tiempo los valores de las tasas de sedimentación y de subsidencia
son iguales. Cuando se estudian en detalle los materiales depositados en estos casos pueden
diferenciarse episodios en los que la "velocidad de subsidencia" (hundimiento momentáneo)
es muy superior a la "velocidad de sedimentación" (depósito momentáneo), con lo que se
detectan episodios bruscos de profun-dización, seguidos de episodios lentos de somerización
donde ambos valores se invierten.
La subsidencia puede ser regular y con magnitudes de la tasa de subsidencia uniformes
o por el contrario ser intermitente, con importantes variaciones a lo largo del tiempo. Una
subsidencia regular es la responsable del depósito de grandes espesores de materiales de una
misma batimetría (p. ej. llanuras deltaicas, marinos someros, etc.) durante intervalos de
tiempo muy largos. Una subsidencia intermitente de gran envergadura es la responsable del
enterramiento brusco de una cobertura vegetal, como lo que ocurre en los procesos de
formación del carbón.
Sin subsidencia no es posible la sedimentación continuada en un sector concreto ya que
la llegada de aportes sucesivos rápidamente rellenaría el volumen disponible para el depósito
(acomodación) y a partir de ese momento finalizaría la sedimentación, estableciéndose un
equilibrio entre erosión y depósito, o incluso dominando la erosión sobre la sedimentación.
La subsidencia en definitiva es un movimiento tectónico de hundimiento simultáneo a la
sedimentación. Se puede dar en áreas continentales muy localizadas y de escasas
dimensiones, en las que se pueden llegar a acumular grandes volúmenes de sedimentos (p.
ej. algunas cuencas fluviales o lacustres de pequeñas dimensiones). Sin embargo, el máximo
interés lo presentan las áreas subsidentes de grandes dimensiones en la que se pueden llegar
a acumular volúmenes muy notables de sedimentos en intervalos de tiempo largos. Arche
(1989c) analiza los mecanismos que han sido propuestos por diferentes autores para explicar
la subsidencia y concluye que los procesos principales responsables de la formación de
cuencas sedimentarias por subsidencia son: 1.- Extensión de la corteza; 2.- Contracción
térmica causada por el enfriamiento de la corteza y del manto; 3.- Deformación flexible o
elástica por carga. Los dos primeros procesos corresponden a fases sucesivas que pueden
ocurrir en áreas donde por fragmentación de la corteza se individualiza una zona de rift (fig.
3.5.a).
La primera etapa subsidente {subsidencia inicial) es debida a

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los reajustes isostáticos de las capas de diferente densidad que forman el manto superior y
la corteza terrestre (fig. 3.5.b). Las causas geodinámicas que provocan el inicio de un rift o
un graben son diversas (ver: Boillot, 1984, cap. II) pero entre ellas destacan un
calentamiento de la litosfera continental, que local-mente alcanza tres veces su valor, la que
produce la disminución

-nivel
Gradiente
del mar
l35O°C/r

-o

profundidad emperatura 135O°C

Transporte de calor por conductividad


b ^ < -------

I35O°C

profundidad
I35O°C

profundidad
levantamiento
nivel del mar

Figura 3.5.- Modelo de individualización de una cuenca subsidente en el interior de un continente


(ligeramente modificado de McKenzie, 1978 y Einsele, 1992). Explicación en el texto.

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la densidad litosférica y un levantamiento regional (abombamiento) seguido de


hundimiento de la parte más elevada del domo.
La etapa siguiente, de subsidencia térmica (fig. 3.5.c) es debida a un enfriamiento de la
litosfera de manera que las temperaturas se reducen aproximadamente a las del estadio
inicial. Este enfriamiento se debe a dos causas fundamentales. La primera es que el rift deje
de ser activo, al disminuir el efecto térmico inicial que provocó su origen. La segunda causa,
aplicable a rifts que han evolucionado a márgenes continentales por la expansión del nuevo
océano, es el progresivo alejamiento de la zona de flujo térmico elevado (dorsal oceánica).
La subsidencia debida a la deformación flexible de la corteza está ocasionada por la carga
de los sedimentos (fig. 3.6) y básicamente se trata de un reajuste isostático más que de una
deformación tectónica. La sobrecarga sedimentaria no es la causa primera de la subsidencia
pero contribuye a ella. Boillot (1984) afirma que el reemplazamiento del agua del mar

Sedimentos

Protuberancia periférica
Subsidencia
(densidad 1,05 g/cm3) por sedimentos (densidad 2,2 g/cm3) provoca necesariamente un
reajuste isostático regional y un hundimiento de la Moho, del mismo modo que si en una
plataforma continental se eliminara una capa de sedimentos de 1 km de espesor se tendría el
efecto contrario (la Moho se elevaría 0,5 km y los 500 m restantes serían ocupados por el
agua). Los movimientos verticales de la corteza cuando se forman o se destruyen los
casquetes glaciales son una prueba evidente de las deformaciones flexibles de la corteza.
3.3.3.- Cambios del nivel del mar y eustatismo
Subsidencia

o de los factores principales que controlan la sedimentación en los medios sedimentarios


marinos es el "nivel relativo del mar" y los cambios en el mismo. Se llama "nivel relativo
del mar" a la distancia entre la superficie del agua y el fondo. Este nivel cambia
frecuentemente a lo largo del tiempo por los siguientes factores:
1.- Relación aportes/subsidencia.- Los aportes tienden a rellenar la cuenca y con ello a
descender el nivel relativo del mar, mientras que la subsidencia tiene el efecto contrario y,
por tanto, tiende a elevar el nivel relativo del mar. En los intervalos de tiempo en los que los
aportes superen en volumen ai vacio dejado por la subsidencia el nivel relativo del mar
descenderá, mientras que en los episodios en los que la subsidencia sea más importante que
los aportes el nivel relativo del mar se elevará.
2.- Levantamiento tectónico.- Cuando el fondo de una cuenca sedimentaria está sometido
a un levantamiento tectónico el nivel relativo del mar desciende. Si el levantamiento supera
en magnitud a la batimetría se llega a la emersión.
3.- Cambios eustáticos.- Con este nombre se denominan a los cambios del nivel del mar
que afecten amplios sectores de la Tierra (o a su totalidad). Los cambios eustáticos modifican
el "nivel absoluto del mar", o sea, el nivel medio de los océanos a lo largo del tiempo.
El eustatismo es la teoría que explica el régimen de fluctuaciones del nivel del mar
inducido por fenómenos climáticos o tectónicos globales. Entre los cambios climáticos que
producen cambios del nivel del mar significativos está el glaciarismo, que ha producido
cambios del nivel absoluto del mar (cambios glacioeustáticos) que en el Cuaternario han
llegado a ser de hasta 100 metros, aunque en tiempos anteriores (p. ej. Mesozoico) fueron
mucho menores debido al menor desarrollo de los casquetes polares. Los cambios tectónicos
globales que producen cambios del nivel absoluto de mar (cambios tectonoeustáticos) son:
el crecimiento desigual de las dorsales, las etapas de colisión y las inundaciones de nuevos
océanos formados por fragmentación de antiguos continentes. Estos factores tectónicos
globales han podido producir cambios en el nivel absoluto del mar de hasta varios centenares
de metros (Pitman, 1978; Pit-man y Golovchenko, 1983). Los cambios del nivel del mar
antiguos pueden ser deducidos a partir del estudio de las secciones estratigráficas de un
sector, pero en muchos casos resultará muy complejo reconocer los cambios absolutos del
nivel del mar. En estos casos y hasta no poder diferenciarlos claramente se utiliza el término
genérico de "cambios relativos del nivel del mar", que comprende a todos los cambios
(incluidos los absolutos).
3.4.- CUENCAS SEDIMENTARIAS

Uno de los conceptos más usuales en la Estratigrafía, y las ciencias afines:


Sedimentología, Geología Histórica, Paleogeografía, etc., es el de cuenca sedimentaria, por
lo que convienen introducir al lector cuanto antes en el uso correcto del mismo. Igualmente
interesa marcar claramente la diferencia conceptual entre cuenca sedimentaria y medio
sedimentario.
3.4.1.- Definición
Las cuencas sedimentarias son las áreas de la superficie terrestre en las que se han podido
acumular grandes espesores de sedimentos durante un largo intervalo de tiempo. De acuerdo
con el esquema del ciclo geológico expuesto anteriormente la existencia de cuencas
sedimentarias, donde se acumulan importantes volúmenes de sedimentos, implica la
existencia simultánea de sectores de la corteza sometidos a denudación y erosión.
Una cuenca sedimentaria es un sector de la corteza terrestre que durante un intervalo de
tiempo ha estado sometido a subsidencia y en el que la sedimentación ha rellenado parcial o
totalmente el volumen capaz de ser rellenado (acomodación). Toda cuenca sedimentaria, por
tanto, tiene unos límites con unas coordenadas geográficas definidas. Estos límites
geográficos son la expresión, sobre la topografía actual,- ele la posición de los límites entre
sectores subsidentes (cuenca) y las áreas marginales en las que no hay subsidencia o incluso
hay levantamiento. Igualmente toda cuenca sedimentaria está acotada en el tiempo de
manera que en ella se puede hablar de un momento en el que ocurrió la individualización de
la cuenca, con el inicio de la subsidencia y depósito, un intervalo de tiempo (relativamente
largo) en el que ocurrió el depósito y otro momento final que marca la terminación de la
sedimentación en la misma.
Toda cuenca sedimentaria implica la existencia de áreas adyacentes sometidas a
denudación y que constituyen el medio generador de la propia cuenca, o sea, las áreas a partir
de las cuales proceden los materiales que se depositan en la cuenca. La subsidencia de una
cuenca sedimentaria está usualmente acompañada de la elevación tectónica de las áreas
adyacentes, por lo que el factor tectónico es en definitiva el que rige tanto la sedimentación
en la cuenca como la destrucción de los relieves adyacentes. Cuando termina la inestabilidad
tectónica con la finalización de los movimientos verticales (subsidencia y elevación) deja de
ser activa la cuenca sedimentaria.
De acuerdo con la actividad sedimentaria y su grado de deformación se pueden
diferenciar tres tipos de cuencas sedimentarias:
1.- Cuencas activas, áreas subsidentes en las que se han depositado y actualmente se
siguen depositando materiales.
2.- Cuencas inactivas, áreas igualmente subsidentes, pero en las que ya terminó la
sedimentación. Los materiales del relleno de la

51
cuenca están escasamente deformados, por lo que resulta simple reconstruir la forma
original de la cuenca.
3.- Cuencas fuertemente deformadas, que usualmente forman cadenas montañosas, y en
las que el relleno originario ha sido parcialmente eliminado por erosión. En ellas la
reconstrucción de la forma y posición original de la cuenca es bastante compleja.
3.4.2.- Relación entre cuenca sedimentaria y medio sedimentario
Los conceptos de cuenca sedimentaria y medio sedimentario son completamente
diferentes. El concepto de cuenca sedimentaria se basa en el contexto tectónico (subsidencia)
de un área definida geográficamente y con límites de tiempo coincidentes con el del inicio y
final de la subsidencia. Por el contrario el concepto de medio sedimentario se refiere a un
intervalo de tiempo concreto y se trata de un área de la superficie terrestre definida por sus
características sedimentarias (no tectónicas).
Dentro de una cuenca sedimentaria y para cada intervalo de tiempo han podido
desarrollarse diferentes medios sedimentarios. En la figura 3.7 se presenta un gráfico en el
que se muestra claramente esta relación. En ella se representa una parte de una cuenca de
tipo margen continental. Su límite
se sitúa en la línea que marca la
separación entre el sector que se
eleva tectónicamente (área fuente)
y el sector subsidente (cuenca).
Dentro de la cuenca y para el
momento del dibujo se diferencian
medios sedimentarios
continentales (a), costeros (b), de
plataforma (c) y pelágicos (d).
Dentro de cada uno de ellos se
pueden establecer subdivisiones.
Así por ejem-
ESTRATIFICACION ESTRATIFICACIÓN

Figura 3.7.- Gráfico donde se muestra la


relación entre cuenca sedimentaria y medios
sedimentarios (a: continentales, b: costeros, c:
plataforma, d: pelágicos).
Explicación en el texto.

52
pío, en los medios costeros (b de la figura 3.7) puede haber playas, deltas, estuarios, llanuras
de mareas, etc.
Un medio sedimentario es una división areal del medio receptor en función de las
características genéticas. El medio sedimentario se puede definir como un área de la
superficie terrestre en la que tiene lugar sedimentación y que se delimita de las áreas
adyacentes por cambios en las características físicas, químicas y biológicas que condicionan
el depósito. Se diferencian tres grandes grupos de medios sedimentarios: continentales,
costeros y marinos.
Entre los medios sedimentarios continentales destacan los medios aluviales, fluviales y
lacustres, por su mayor tasa de sedimentación; mucho más minoritarios, en cuanto a volumen
de depósito, son los glaciales y los eólicos. En los medios costeros se diferencian de una
parte los deltas, las llanuras de mareas y estuarios (incluyendo bahías y golfos), todos ellos
con tasas de sedimentación altas y de otra parte las playas y acantilados con tasas de
sedimentación muy cambiantes. En los medios marinos por su contexto geográfico se
diferencian los de mares cerrados (Mediterráneo, Negro, etc.) y los de mares abiertos
(océanos), mientras que por la batimetría y distancia al continente se diferencian: las
plataformas continentales y los medios pelágicos (sensu lato), además de los depósitos
turbidíticos que en amplios sectores se intercalan a estos últimos. Los medios sedimentarios
de mayor extensión son los pelágicos, ya que significan aproximadamente 50% de la
superficie de la Tierra. Estos medios pelágicos son los que presentan valores mínimos de
tasa de sedimentación.
3.4.3.- Clasificación de las cuencas sedimentarias
Las cuencas sedimentarias se clasifican con un criterio totalmente diferente a los medios
sedimentarios. Concretamente los criterios básicos utilizados para esta clasificación son los
tectónicos, tales como el emplazamiento en relación con los límites de placas, naturaleza del
substrato cortical, evolución tectónica y grado de deformación.
Un primer grupo de cuencas sedimentarias son aquellas que se disponen dentro de una
misma placa y cuyo substrato es de corteza continental. Corresponden a áreas subsidentes
delimitadas dentro de continentes formadas inicialmente por un hundimiento de fallas
normales que en unos casos no han sufrido deformación posterior (cuencas intracratónicas),
mientras que en otros han sufrido un ligero acortamiento (aulacógenos). Se incluyen en este
grupo, también, las áreas ligeramente subsidentes, adyacentes a los continentes, con
substrato de corteza continental, individualizadas por flexura en lugar de por fracturación,
en las que alternan los episodios de sedimentación marina somera, costera y continental, y
en las que una vez finalizada la sedimentación los estratos han permanecido horizontales,
sin deformación.

53
Un segundo grupo de cuencas sedimentarias son las localizadas dentro de una
misma placa pero en las que el substrato es de corteza oceánica. Se localizan en las
partes más profundas de los océanos, tienen grandes dimensiones y en ellas la
subsidencia es muy baja. De acuerdo con el mecanismo de movimientos de las placas
este tipo de cuencas tienden a permanecer como cuencas oceánicas durante tiempo
indefinido.
Un tercer grupo de cuencas, el más amplio y diverso, lo constituyen los márgenes
continentales, que comprenden el antiguo concepto de geosinclinal. Un margen
continental se inicia a partir de una fragmentación de una placa con corteza
continental. La fase inicial o pre-rift (fig. 3.8A) es la insinuación de zonas débiles en
la corteza continental. La segunda fase (fig. 3,8B) es la de formación de una fosa
tectónica (graben) en la que se depositan los sedimentos sin-rift. La tercera fase es
claramente expansiva (fig. 3.8C) y en ella la de cuenca de rift alcanza los 50 km de
extensión, con el correspondiente adelgazamiento cortical. La cuarta fase (fig. 3.8D)
se caracteriza por la continuación de la extensión (hasta llegar a los 100 km), nuevo
adelgazamiento de la corteza continental y el inicio de la formación de corteza
oceánica, depositándose los sedimentos post-rift. La quinta fase (fig. 3.8E) es la de
margen continental maduro (margen pasivo) a la que se llega por la progresiva
expansión oceánica a partir de una dorsal individualizada en la nueva corteza oceánica
formada. La sedimentación tiene lugar, especialmente, en los sectores subsi-dentes
próximos a los bordes de los continentes, formándose una importante cuña
sedimentaria en parte sobre substrato de corteza continental y en parte sobre substrato
de corteza oceánica. Estos márgenes continentales pasivos maduros continúan su
evolución, de acuerdo con el denominado "ciclo de Wilson" (por basarse en las ideas
de Wilson, 1966, 1968), pasando a márgenes convergentes, tras la formación de una
zona de subducción, y posteriormente terminan su historia sedimentaria por efectos
de colisión y/o compresión que hacen que los materiales formados previamente, con
una importante deformación, se levanten constituyendo las cadenas montañosas de
plegamiento.
Un cuarto tipo de cuencas sedimentarias son aquellas que se individualizan en
relación con la colisión y la formación de cordilleras de plegamiento, y que por tanto
se superponen a márgenes continentales tras la deformación de los mismos. Incluyen
diversos tipos de cuencas, entre ellas las cuencas comprendidas entre la nueva
cordillera de plegamiento y el antiguo continente (cuencas de antepaís) y las que se
localizan en áreas subsidentes dentro de la nueva cadena (cuencas intramontañosas).
Un quinto y último tipo de cuencas son las localizadas en relación con fallas
transcurrentes, en áreas con substrato de corteza continental u oceánica, sobre las que
recientemente se han publicado numerosos artículos y monografías. En estas
cuencas, de dimensio-

54
Pre-Rift
.2 5

5O -T5

IOO km
Formación de una fosa (graben) (5 km de extensión)
25km
►||< Sedimentos sin-rift
^_ o.

IOO
Cuenca de rift (50 km de extensión)
® Erosionado
oo Cuenca de
rift (100 km de extensión) . ookm
Corteza oceánica Sedimentos post
-rift
h—>•
o

O 25 SO ro

IOO

nes relativamente reducidas, se alcanzan espesores muy considerables de sedimentos.


Sobre esta clasificación de cuencas sedimentarias, sobre las características estratigráficas
de cada uno de los tipos diferenciados, sobre la existencia de tipos intermedios y sobre las
dificultades de asignar una cuenca sedimentaria concreta a unos de los tipos se tratará
ampliamente en el capítulo 22 de este libro. En este apartado tan sólo se pretendía describir
los criterios básicos de la clasificación para ver el claro contraste con los utilizados en la
clasificación de medios y con ello poner de manifiesto la clara diferencia conceptual entre
cuenca sedimentaria y medio sedimentario.

3.5.- PROCESOS DIAGENETICOS. LA COMPACTACION


Con el nombre de diagénesis se denominan el conjunto de procesos físicos y químicos
que transforman los sedimentos en rocas sedimentarias. Estos procesos se inician
inmediatamente después del depósito y se acentúan durante el enterramiento del sedimento
por nuevos sedimentos, de manera que el progresivo incremento de presión (carga litostática)
y temperatura (grado geotérmico) son las causas principales. Entre esos procesos está la
compactación que consiste en una pérdida progresiva de volumen debida a una reducción
de la porosidad, producida por la expulsión del agua que ocupaba los poros del sedimento y
por un reajuste del empaquetamiento de los granos. A veces se ha confundido con
consolidación que es un concepto más amplio ya que se trata del proceso general de
transformación del sedimento incoherente en una roca sedimentaria coherente, por
endurecimiento compactación y cementación.
Los procesos diagenéticos no serán tratados en este libro por salirse fuera de los objetivos
del mismo. Para su descripción se remite al lector interesado a algunos de los excelentes
trabajos o monografías más recientes (Larsen y Chilingar, 1979; Berner, 1980; Parker y
Sellwood, 1983; Marfil y de la Peña, 1989; Tucker y Wright, 1990; Einsele, 1992). Si se va
a tratar sobre la compactación, ya que conviene conocer sus efectos si se pretende comparar
tasas de sedimentación de materiales recientes y antiguos, e igualmente cuando se quiere
estudiar en detalle la subsidencia de una cuenca.
3.5.1.- Cambio de espesor entre sedimentos y rocas sedimentarias.
El resultado más claro de la compactación es la reducción de espesor desde los
sedimentos hasta las rocas sedimentarias. Esta reducción tiene lugar, esencialmente, por
disminución de la porosidad primaria del sedimento. Resulta por tanto evidente que la
compactación podrá ser mucho mayor en los sedimentos con porosidad primaria elevada.
Sin embargo hay un segundo factor que hace algo más compleja esta relación (porosidad
primaria/grado de compactación).- Se trata de la textura de la roca y de la facilidad que tenga

56
para poder modificar su empaquetamiento. Así, por ejemplo, entre dos sedimentos de la
misma porosidad primaria puede haber grandes diferencias en el tipo de empaquetamiento
de manera que uno de ellos (p.ej. con granos esferoidales) tienda a disminuir poco su
porosidad y otro (p.ej. con granos planos) pueda hacerlo de una manera muy importante (fig.
3.9a). En todos los casos la reducción de la porosidad está acompañada de expulsión de gran
parte del agua que ocupaba los poros de] sedimento.
Cuando se aplican estos conceptos a los sedimentos y rocas sedimentarias más usuales
se pueden destacar dos tipos extremos en cuanto a su comportamiento durante la
compactación (fig. 3.9a). El primer tipo corresponde a los sedimentos con alto grado de
porosidad primaria (hasta el 80%) en los que puede disminuir de manera muy notable su
porosidad. El tipo más característico lo constituyen las lutitas, en especial aquellas formadas
mayoritariamente por minerales de la arcilla, que son partículas planas y deformables. Los
valores normales de porosidad inicial de las lutitas varía desde el 90 al 50%; en una primera
fase de compactación se reduce a valores del 40-45% debido a la expulsión de agua.
Inmediatamente comienza una reorganización de las partículas más finas desarrollándose la
pizarrosidad, al mismo tiempo que sigue la disminución progresiva de la porosidad hasta su
eliminación total, a la que se llega en condiciones de presión normal a unos 6 km de
profundidad y en condiciones de sobrepresión a menor profundidad. La reducción de espesor
puede llegar a ser hasta del 80%; así un metro de sedimento lutítico (lodo arcilloso) cuando
sufre la compactación puede pasar a un estrato de lutita muy compactada (pizarra) de
solamente 20 cm. El segundo tipo extremo corresponde a las arenas con escasa matriz
lutítica, con porosidad inicial del 25 al 45% que reducen ligeramente su porosidad a valores
del 10-25%, y en las que la consolidación se alcanza por cementación, más que por
compactación.
Los efectos de la compactación en los sedimentos carbonatados son menos conocidos ya
que durante los mismos se producen fenómenos de disolución bajo presión, como los que
forman los estiloli-tos, que enmascaran el proceso e impiden su cuantificación.
Uno de los aspectos más interesantes, cuando se quieren interpretar las geometrías de
rocas sedimentarias antiguas, es conocer los efectos de la compactación diferencial. Dado
que los materiales sedimentarios reducen su volumen de manera desigual, en función de la
litología y la textura, puede ocurrir que volúmenes de materiales originariamente iguales
pasen a tener diferente espesor después de la compactación, con la consiguiente
modificación de la geometría de los estratos afectados y de los suprayacentes. Esto ocurre
fundamentalmente cuando dos materiales de diferente comportamiento ante la compactación
cambian lateralmente (fig. 3.9b).
3.5.2.- Cálculo de la compactación en materiales antiguos.

57
Se llama descompactación a la medida del valor del espesor originario de las rocas
sedimentarias. En todos los casos las rocas sedimentarias, compactadas, tienen un espesor
inferior al del sedimento originario. SánchezMoya et al. (1992) han revisado, recientemente,
los diferentes métodos de descompactación utilizados previamente,

Porosidad (%)

E
<p a> ■o
20 40
•o
(0
O

Porosidad (%)

.- a-—-r
h- -------------- =r

COMPACTACION DIFERENCIAL

43-
r ----------------------- ^ ^ ----- ' h. .................. b'
------------------------ 1

Figura 3.9.- Efectos de la compactación en diferentes rocas sedimentarias, a.-Gráficos comparativos de


los valores de porosidad en función de la profundidad en lutitas y arenitas. hj.- espesor originario,
h,.- espesor de sedimento seco, n.- porosidad, b.- Efectos de la compactación diferencial en materiales
en los que haya un cambio lateral de facies (explicación en el texto).
desde el de Van Hinte (1978), autor que asumía que el volumen de granos no cambia
significativamente en el tiempo. Se han propuesto diferentes fórmulas matemáticas para
expresar el proceso de disminución de la porosidad durante el enterramiento, a partir de
experimentos sobre diferentes litologías. Esta disminución en condiciones normales de
presión, o sea las debidas exclusivamente a la carga litostática sin sobrepresiones, es una
función exponencial, como queda reflejada gráficamente en la fig. 3.9a. Los diferentes
métodos matemáticos (ver: Alien y Alien, 1990) propuestos para calcular la descompactación
pretenden tener en cuenta los diferentes factores que modifican la compactación tales como
litología, cementación temprana, sobrepresión, etc. (Gallagher, 1989). Para calcular el
espesor originario de un paquete o volumen de estratos es necesario conocer con exactitud la
porosidad actual en el punto medio del citado paquete. Esta porosidad se mide sobre muestras
o en caso de tratarse de sondeos se puede calcular a partir de diagrafías. Conocida la
porosidad actual y la textura de la roca, usando las tablas de tasas de disminución de la
porosidad determinadas empíricamente para cada litología, se hacen cálculos de la porosidad
original y, en te el depósito.59

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