Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
LA FUNCION AUDITIVA EN EL
DESARROLLO PSICO-AFECTIVO:
POSIBILIDAD DE TRATAMIENTO
Y RECUPERACION (a)
a. DATOS EMBRIOLOGICOS:
Los estudios embriológicos del desarrollo del aparato auditivo y de los órganos
relacionados con él, pueden darnos una explicación sobre la importancia del oído no
sólo para la función auditiva sino también para el desarrollo del lenguaje, de la
escritura y para la formación de la personalidad global del individuo.
El nervio acústico está directamente ligado al nervio glosofaríngeo, a los nervios del
complejo oculomotor, al nervio espinal, al trigémino, al facial y, esto es importante,
al vago.
Todas estas conexiones explican las relaciones directas somáticas y psicosomáticas
ligadas al acto de la audición y todas las modificaciones de la estructura física,
emocional, energética y caracterial que pueden derivar de la percepción de estímulos
sonoros negativos, poco energizantes o de mensajes acústicamente simbólicos de
repudio afectivo.
Estos elementos permitieron a Tomatis establecer que los dos órganos auditivos,
derecho e izquierdo, no tienen la misma función sino que el derecho asume el
control psico-fisiológico del circuito audicón-fonación; se trata del "oído director",
terminología que introduce un dato importante en el campo de la lateralidad:
recordamos brevemente que las áreas sensoriales situadas a nivel cortical reciben
las aferencias del órgano auditivo del lado opuesto de manera preponderante, las
proyecciones motrices se manifiestan a nivel de los órganos fonatorios; el conjunto
define un circuito auditivo- cortical- fonatorio normal mente lateralizado; sabemos que
vicencias traumatizantes y, en general, conflictos psicológicos, determinan en gran
parte el origen de esta dislateralidad.
El centro del lenguaje en el cerebro humano está situado sobre la corteza fronto-
temporal izquierda, en los llamados centros de Broca y de Wernicke; evidentemente el
oído funcional en tales dimensiones de social¡- dad es el oído derecho, esto es, el oído
dominante; representa el oído del crecimiento, de la socialización, de la madurez:
hablar bien significa vivir bien.
Tal afirmación no excluye en una especie de dicotomía la importancia también
fundamental del oído izquierdo, cuyas fibras acústicas van en gran parte a alcanzar la
corteza temporal derecha; el oído izq u i e r d o e s e l o í d o d e l a afectividad, por
cuanto la corteza parietal derecha representa la sede de la concentración de los afectos
y emociones. Si no ha sido lo suficientemente estimulado o, lo que es lo mismo, la
relación afectiva, energética, de contacto y sonoro madre-hijo no ha sido lo
suficientemente válida, el oído de la madurez y de la socialización no podrá
suficientemente integrar al individuo en sí mismo y con la realidad.
Es importante observar que ya dos mil años antes de Cristo, los egipcios conocían
perfectamente la diferencia del significado entre la parte izquierda y derecha de nuestro
cuerpo: en el momento en el cual el Faraón recibía (gesto afectivo) dones de la divinidad
era representado con dos manos izquierdas, mientras que si él mismo ofrecía (gesto
social) dones a los dioses era representado con dos manos derechas.
Creemos, aún cuando brevemente, haber dado información suficiente para
comprender la importancia fundamental del a p a r a t o a u d i t i v o y d e s u desarrollo
en la formación de nuestra personalidad. Con la metodología de Tomatis y con el uso
del Oído Electrónico podemos recorrer las etapas sonoras y por tanto emotivas de
nuestra vivencia prenatal, neonatal y postnatal en todo su conjunto.
Devolver sensibilidad auditiva supone favorecer el cambio de nuestra constitución
existencial, revolver antiguas situaciones conflictivas, modificar las posturas de defensa
y la postura del cuerpo, estimular un más concreto y constante contacto con la realidad
externa y con lo social; en una palabra, multiplicarse y encontrarse a sí mismo en la
propia unidad psico-física y social.
Nuestra propuesta teórico-práctica para el programa del jardín de infancia del año 80/81, parte
de una serie de reflexiones de balance.
Estas reflexiones invisten, en parte, temas propios de nuestro trabajo con los niños.
Pensamos, pues, que en el curso de este año, éstos hayan alcanzado una ulterior profundidad,
tal, que justifique incluso las nuevas propuestas operativas.
Por consiguiente, queremos presentarlos también en forma esquemática tal como se han ido
evidenciando en nuestro balance.
LA SEPARACION
En los primeros meses del jardín de infancia surgió, como siem pre, el problema de la
separación del niño de la figura adulta de referencia (la mayoría de veces s e t r a t a d e la
m a d r e ) . E n e l m o me nto d e la e n tr ad a en el jardín de infancia, generalmente, los
encargados invitan al padre-madre en los primeros días a no irse bruscamente y a
reasegurar al niño acerca de su regreso, quedándose a jugar.
Es este el primer momento en el que se elabora conjuntamente, encargados, niños y
padres, el t e m a d e l a a u t o n o m í a , d e l a capacidad del niño para afrontar solo las
relaciones con los otros, y en último término con las instituciones. En cuanto que es te
momento no presupone sólo un alejamiento físico, sino psicológico, que incluye también
las ansias de los padres. Este año hemos tratado de diferenciar mejor los componentes
de las preocupaciones del adulto y las dificultades del niño.
Esto significa no centrar toda la atención e intervención sobre el niño, sino sobre la
relación, a y u d a n d o a l o s p a d r e s a reconocer cuánta parte del problema se debe
justamente a esta dificultad. Muchos niños, por ejemplo, lloran en presencia de la
mamá, y manifiestan, a su modo, el deseo de retenerla; pero inmediatamente, apenas se
cierra l a p uer t a, se s er e na. Est o no quiere decir que el niño no tiene problemas,
pero señalo que éstos nos conducen a la historia de su relación con sus padres. Otros
manifiestan una turbación más profunda, cerrándose en el silencio, aparentemente
resignados, o llorando desesperadamente por la pérdida repentina.
Una ulterior ayuda que intervino sobre este nivel del problema surge del
conocimiento de que la dificultad de separarse y los consiguientes mecanismos de
defensa ligados a esta ansia, pueden volver otras veces en el curso de la vida de un
niño, especialmente en momentos en los que se encuentra de frente a dificultades o
asuntos nuevos.
Conociendo esto es posible intervenir ya sea por parte de los padres como de los
asistentes sobre el problema.
LA AGRESIVIDAD
También este año, como en los precedentes, hemos notado la importancia que asume
la des carga de la agresividad. Apenas el niño se encuentra en un ambiente de
completa libertad echa fuera una violenta carga agresiva y destructiva, derivada de
una educación autoritaria y represiva (1). Este problema, en general, surge cuando
se rompe el autocontrol más exterior, el estrato de "buena educación", tan costosa e
inútilmente impartida por los padres, y sale fuera t o d o e l o d i o y l a r a b i a
acumulados y reprimidos. Hemos notado además que, después de esta fase, el
reconocimiento por parte del adulto, sin culpabilización, de estas emociones y la
intervención favorecedora de la descarga, ayudan a dramatizar la rabia y sus
consecuencias y a redimensionarla en sus justos límites. Está claro, sin embargo, que
esta tenderá a resurgir de nuevo con formas irrefrenables y destructivas, en cualquier
momento en el jardín de infancia, como ha sucedido este año, debido a una tensión
incluso en el grupo de los operadores, momento en el cual se instauró un clima de
desasosiego y de carencia de actividad organizada. El problema que se presentó con
mayor frecuencia es, una vez más, el de los límites de la intervención del adulto y del
peligro o bien de caer en el error de exasperar la inquietud adoptando una reacción
violenta, o de disfrazar o frenar la explosión de rabia. En particular se ha verificado
una dinámica agresiva de la casi totalidad del grupo de los niños de frente a un
"chivo espiatorio", de aquí también la importancia de la "protección" del adulto para
reasegurar al niño y consentirles elaborar, a su modo, una intervención reactiva. Por
otra parte, no es suficiente diversificar a los pequeños de los más grandes; también
un niño "más grande", físicamente con posibilidades de reaccionar, puede presentar
graves dificultades en afrontar las agresiones, dicha dificultad ligada a incertidumbres o
frustraciones ocurridas en su desarrollo evolutivo precedente. Por ejemplo, un
niño puede haber temido perder el afecto de los padres por su explosión de cólera o
por añadidura haber anulado con su destructividad, incluso a veces solo
fantaseada, el objeto de su amor.
Es necesario por ello analizar, caso por caso, las situaciones que impiden la libre
expresión de la agresividad, y ayudar a los niños a experimentarla gradualmente y a
verificar las consecuencias reales de sus gestos y sus acciones.
LOS MIEDOS
Hemos constatado una vez más, que en todos los niños existe la idea de los
monstruos, incluso en los niños de padres más avanzados y conscientes, que cuida
mucho de no asustarles nunca con historias de miedo.
En efecto, los monstruos, para los niños, no son otra cosa que miedos y angustias
inconscientes ligadas a dinámicas más profundas: a veces son reacciones a las
frustraciones inmediatas, otras la imagen fantaseada de los mismos adultos,
grandes y gordos, de su cólera incontenible; pero a veces son también incluso una
parte no integrada de los sentimientos del niño, que considera fuera de sí mismo,
convirtiéndolo en un imaginario compañero de juegos. A menudo, de hecho, el niño
no quiere que "su" monstruo desaparezca después de la intervención del adulto, que
para ayudarle, pone en fuga los fantasmas.
LA SEXUALIDAD
También este año, a pesar de la presencia de niños del año anterior, esta fase al
principio no ha estado exenta de problemas de pudor, vergüenza, sentimientos de
culpa.
A esto está ligado el hecho de experimentar inicialmente el contacto sólo en pareja, entre
niños del mismo sexo y a escondidas, las intervenciones han ido dirigidas a la
prevención de rigideces caracteriales, así el proponer en el sentido positivo juegos de
contacto, el valorar positivamente el placer ligado a la sexualidad, tiene una relación
cualitativamente diferente con los asistentes, y esto hacía cambiar la situación cada
vez más hacia el final del curso. LA DINÁMICA DE GRUPO
LA AUTOGESTION PEDAGOGICA
Los juegos de contacto, de carreras, de salto, pero también los juegos transicionales,
que facilitarían el proceso de separación con los padres y de formación de relaciones
objetuales con los otros, el agacharse, el esconderse, el reaparecer.
EL APRENDIZAJE
Por otra parte, los medios para alcanzar una competencia lógica deben ir
producidos, favoreciendo el desarrollo del sentido de lateralización (alto, bajo, derecha,
izquierda, la capacidad de discriminación espacial, el sentido de las secuencias
temporales, el conocimiento del esquema corporal, la discriminación de la cantidad,
del peso y del volumen de un objeto y todo ello ligado al proceso de propia
identificación corporoafectiva.
Otr o paso en la vía de la lectura a la escritura está en relación con la capacidad
de asociar secuencias temporales (una frase o una palabra dada) consecuencias
espaciales de izquierda hacia derecha (una frase o una palabra escrita.
Son muchísimas las actividades en forma de juego q ue se puede hacer como medio
para favorecer ese desarrollo: el ir siguiendo un laberinto, el juego de "quién es más
veloz", realizado con dos túneles de diversa longitud, hacer recorrer a dos niños un
trecho con los mismos obstáculos, que tienen que subir y que bajar, caer en la cuenta
del ritmo con repeticiones de secuencias sonoras, etc. Es decir, realizar situaciones
en las que el niño sea protagonista y pueda expresar todo lo que es decisivo para sí
mismo.
Nápoles, 19 de septiembre1980
(1) Nota del traductor: quiero apuntar aquí mi desacuerdo en la utilización del término agresi
vidad con un sentido peyorativo, y diferenciarlo muy claramente del de destructividad. La agresi-
vidad natural y positiva (como la fuerza para desarrollar un instinto), nunca es fruto de una
educación autoritaria y represiva.
(a) Traducido por Maite S. Pinuaga.
(a) Artículo aparecido en el n.° 3 de la revista italiana de la S.E.Or. Traducido y revisado por
Ramón de las Peñas.
(b) Siquiatría orgonterapeuta. Ejerce su actividad en Nápoles.