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Cuando los Adolescentes Tienen Hijos No.

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No. 31 (Revisado 7/2004)

Los niños nacidos en los Estados Unidos a madres adolescentes corren el riesgo de tener
problemas a larga duración en muchos aspectos importantes de la vida, incluyendo el fracaso en
la escuela, la pobreza y las enfermedades físicas o mentales. Las madres adolescentes también
corren el riesgo de tener ellas mismas estos problemas.

El embarazo durante la adolescencia presenta normalmente una crisis para la niña que está en
estado y para su familia. Las reacciones más comunes incluyen la ira, la culpabilidad y el
negarse a admitir el problema. Si el padre es joven también y se involucra, es posible que las
mismas reacciones ocurran con su familia.

Las adolescentes que están embarazadas pueden privarse de asistencia médica durante su
embarazo, lo que resulta en un riesgo mayor de tener complicaciones médicas. Estas
adolescentes embarazadas necesitan comprensión especial, atención médica e instrucción-
especialmente acerca de la nutrición, las infecciones, el abuso de substancias y las
complicaciones del embarazo. También necesitan aprender que fumar, tomar bebidas
alcohólicas y usar drogas pueden hacerle daño al feto que se está desarrollando. Todas las
adolescentes embarazadas deben de recibir atención médica durante la primera etapa del
embarazo.

Las adolescentes embarazadas pueden tener diferentes tipos de reacciones emocionales:

• puede que algunas no quieran tener el bebé


• lo pueden querer tener por razones idealizadas y poco realistas
• otras adolescentes pueden ver la creación de otra vida como un logro extraordinario,
pero sin darse cuenta de las responsabilidades que esto conlleva
• algunas pueden querer quedarse con el bebé para complacer a otro miembro de la
familia
• algunas pueden querer al bebé por tener alguien a quien amar, pero no se dan cuenta
de la cantidad de atención que requiere la criatura
• la depresión es muy común entre las adolescentes embarazadas
• muchas no pueden anticipar que ese bebé tan adorable puede hacer demandas
constantes o ser muy irritante
• algunas se sienten abrumadas por la culpabilidad, la ansiedad y el miedo al futuro.

Los bebés nacidos a adolescentes corren el riesgo de ser abandonados y abusados porque la
madres jóvenes no saben cómo criarlos y están muy frustradas por las demandas constantes del
cuidado de los pequeños. Los padres de adolescentes pueden prevenir los embarazos de sus
hijas mediante una comunicación abierta y si les dan consejos acerca de la sexualidad,
anticoncepción y de los riesgos y las responsabilidades que conllevan las relaciones sexuales y
el embarazo. Algunas adolescentes tienen que dejar de ir a la escuela para tener al bebé y luego
no regresan. Así, la adolescente embarazada pierde la oportunidad de aprender las destrezas
necesarias para obtener empleo y para sobrevivir en el mundo de los adultos. Las clases en la
escuela acerca de la vida en familia y la educación sexual, así como las clínicas que ofrecen
información a los jóvenes acerca de la reproducción y el control de la natalidad, pueden también
ayudar a prevenir el embarazo no deseado.

Si la adolescente queda embarazada, es imperativo que tanto ella como su familia reciban
consejería sincera y sensitiva acerca de las opciones disponibles, desde el aborto hasta dar en
adopción al bebé. Deben existir sistemas de apoyo especiales, incluyendo consultas a un
siquiatra de niños y adolescentes cuando sea necesario, que ayuden a la joven durante el
embarazo, en el momento de dar a luz y en el de tomar la decisión de quedarse con el bebé o
darlo en adopción. Puede haber momentos en los que las reacciones emocionales y el estado
mental de la adolescente embarazada requiera que se le refiera a un profesional de la salud
cualificado.

Para Información Adicional vea: Información para la Familia:


#62 Hablando con sus Hijos acerca del Sexo,
#4 El Niño Deprimido,
#5 El Niño Abusado-los Golpes Ocultos,
#15 El Niño Adoptado,
#66 Ayudando a los Adolescentes con Estrés,
#30 Los Niños, los Adolescentes y el VIH/SIDA, y
#77 Cuando los Abuelos Crían a los Nietos

Vea también:
Your Child (1998 Harper Collins)/Your Adolescent (1999 Harper Collins).

Información para la Familia Tabla de Contenido

Cómo Conseguir un Siquiatra de Niños y Adolescentes


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El embarazo adolescente

Las características psicológicas y emocionales de la adolescencia son un


factor de primer orden en la aparición del embarazo en estas edades.

Las chicas jóvenes experimentan sentimientos de soledad, de poca confianza en


sí mismas que intentan suplir con las relaciones íntimas con el otro sexo.
Existe una escasa o nula comunicación con sus padres o con las hermanas mayores, sobre
todo, en lo que concierne al sexo. Esto les lleva a buscar y encontrar la opinión y el consejo de
otros jóvenes de su edad con su misma inexperiencia y falta de correctos patrones de
conducta.

Existe además un desmedido afán por entrar en contacto con "nuevas experiencias".

Entre las madres adolescentes existe un factor común a todas ellas: una mala historia de
rendimiento escolar. Existe un alto índice de abandono precoz de los estudios, sobre todo
entre las madres más jóvenes.

Además parece ser que las jóvenes incluidas en programas de educación especial tienen
también más riesgo de tener un embarazo en su adolescencia.

Todas las estadísticas realizadas demuestran que hay mayor número de embarazos en
adolescentes cuyas familias están separadas y también en familias con un solo progenitor.

Hasta un 60% de las jóvenes madres pertenecen a familias cuyos padres están separados; y
un 40% no ha vivido nunca una situación familiar estable.

En el mismo sentido, se comprueba que el embarazo precoz es más frecuente en jóvenes


cuyas madres son solteras o lo eran al concebir a su hija, o que, a su vez, habían tenido hijos
a una edad muy temprana.

Un riesgo médico
El embarazo y el parto de una mujer de edad inferior a los 20 años tienen un alto riesgo
puesto que se dan cita varios factores que aumentan la probabilidad de complicaciones, entre
ellos la propia edad de la mujer, el bajo peso del niño y la prematuridad del alumbramiento.

El hecho de ser el primer hijo es otro factor de riesgo. Siempre tiene mayor probabilidad de
padecer un sufrimiento fetal durante los últimos períodos del embarazo y en el parto.

La deficiente nutrición de la adolescente y las malas condiciones de reposo y bienestar físico


durante el embarazo, son también factores de riesgo.

También suele darse una habitual ausencia de cuidados prenatales en las jóvenes madres por
la frecuente negación del embarazo por parte de la adolescente.

Embarazos precoces
En los embarazos adolescentes se presentan muy a menudo deficiencias en la nutrición de las
chicas, ya que se produce un aumento de las necesidades en esta edad en la que aún está
creciendo.

También es un factor importante el hecho de que las adolescentes y las jóvenes se alimenten
en muchos casos un tanto arbitrariamente y no se ajustan a las auténticas necesidades.

Presentan con frecuencia déficits minerales y de vitaminas que afectarán no sólo a la madre
sino al hijo que lleva en su seno.
Las infecciones durante el embarazo, y muy en especial la infección urinaria, se presentan en
un mayor número de gestantes adolescentes.

Asimismo son más frecuentes a esta edad las infecciones de transmisión sexual, favorecidas
por las circunstancias en que se desenvuelven a menudo sus relaciones, con alto riesgo de
afectación del feto y consecuencias muy graves para éste, más todavía que para la misma
madre.

Otra consecuencia en las adolescentes gestantes es la hemorragia durante el tercer trimestre


del embarazo debido al desprendimiento prematuro de la placenta. El riesgo de parto
prematuro y de muerte del feto dentro del útero aumenta con ello considerablemente.

La causa habría que buscarla en la inmadurez hormonal de la adolescente y en el también


incompleto desarrollo del útero a esas edades.

Partos conflictivos
En este tipo de embarazos hay una mayor frecuencia de partos prematuros y de bajo peso en
los niños al nacer.

Si bien hoy día las técnicas de asistencia a niños se han desarrollado extraordinariamente,
sigue siendo indudable que el bajo peso es una de las principales causas de mortalidad y de
serias discapacidades en la primera infancia.

Entre las adolescentes que dan a luz, la presentación del niño "de nalgas" a la hora del parto
aparece en cifras elevadas. El nacimiento de esta forma, como es sabido, lleva consigo un
cierto aumento del riesgo de sufrimiento por parte del niño.

Al no estar en la adolescente completada la maduración del esqueleto de su pelvis son


frecuentes durante el parto las situaciones en las que la cabeza del feto no es capaz de
atravesar el canal óseo que le conducirá desde el útero al exterior.

Así pues, con frecuencia se hace imprescindible la práctica de una cesárea, intervención que,
en efecto, se efectúa más a menudo en adolescentes que en mujeres maduras.

Tras nacer
La mortalidad en los nacimientos entre los hijos de madres menores de 17 años
triplica la existente entre madres de 20 a 29 años.

También es mucho más alto el índice de lesiones cerebrales en el niño como


consecuencia del traumatismo sufrido durante el parto o de haber nacido en
condiciones de prematuridad.

Para muchos investigadores son más preocupantes los factores de índole


psicológica, social y educacional.

Según estos autores, tales niños tienen, tarde o temprano, mayores problemas,
necesidad de ayuda especial, repetición de cursos escolares y terminación de los
estudios a mayor edad que los otros niños.
Son niños con agresividad, rebeldía y poco control de sus impulsos. Las causas de
ello no se conocen aunque se han sugerido la falta de interacción madre-hijo, la
ausencia de la figura del padre o los problemas socioeconómicos.

Una nueva madre

Las consecuencias postparto para la madre comienzan con un mayor índice de


mortalidad materna y siguen con importantes alteraciones en el crecimiento, que
puede incluso detenerse.

También las carencias nutritivas influyen negativamente sobre ese crecimiento de la


muchacha adolescente.

Las consecuencias de orden psicológico no son menos importantes para la madre. En


adolescentes embarazadas se descubren con frecuencia sentimientos de
autodestrucción, agresión hacia todo lo que represente autoridad, falta de
responsabilidad o súplicas desesperadas en busca de atención y ayuda.

Las madres muy jóvenes sufren retrasos en sus estudios y luego tienen mayores
problemas a la hora de encontrar puestos de trabajo o de integrarse en los que
tenían antes del embarazo.

Por si todo lo anterior fuera poco, se ha señalado en múltiples trabajos que la


adolescente que ya tiene un hijo está en un gran riesgo de volver a quedar
embarazada durante el resto de su adolescencia.

En el plazo de tres años hasta un 70% tienen un nuevo hijo en algunos de los grupos
estudiados en estos trabajos.

En España las madres adolescentes entre 18 y 19 años lo eran de su segundo hijo en


casi un 15% de los casos
Un embarazo no planeado durante la adolescencia tiene muchas
consecuencias físicas, emocionales, sociales en la madre, en el padre,
para el hijo y como pareja

La adolescencia es una etapa de la vida, que transcurre entre los 10 y los 19 años, periodo en que
empiezan a desarrollarse todas las funciones sexuales favorecidas por la producción de hormonas
que permiten la maduración de los órganos sexuales tanto femenino como masculino incluyendo las
células sexuales femenina u óvulo y masculina o espermatozoide.

Durante esta etapa por lógica, el organismo humano tiene requerimientos especiales que van desde
los que le permitan un adecuado crecimiento como: alimentación, descanso y ejercicio físico;
requemimientos materiales, como el vestido o los zapatos, que por el crecimiento deben cambiarse
frecuentemente; emocionales que surgen ante la atracción sexual y las nuevas sensaciones y los
sociales que permiten consolidar sentimientos, relaciones y amistades.

Físicamente, porque como la madre adolescente todavía está el proceso de crecimiento y


desarrollo, un embarazo, que es un suceso que normalmente cambia todas las funciones del cuerpo
de una mujer, requiere de mejor alimentación, tranquilidad, y puede ocasionar problemas como:
- Detención del crecimiento, ya que las proteínas destinadas solamente para la madre, ahora se
tienen que compartir con el hijo.
- Anemia, desnutrición y toxemia del embarazo.
- Aumento de la mortalidad materna.
- Mayor riesgo de abortos espontáneos y nacimientos prematuros o complicaciones durante el
parto, por falta de madurez sexual.
- Aumenta la probabilidad de tener más hijos, ya que al empezar jóvenes a tener relaciones
sexuales, es más fácil que los hijos se sucedan rápidamente.
- Aumenta la posibilidad de tener más relaciones sexuales, seguidas, con frecuencia con varias
parejas, lo que además aumenta el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
Emocionalmente ya que se está en un proceso de identidad, que lleva a brincarse un paso muy
importante, la autoaceptación como mujer, con con los cambios del cuerpo y funciones nuevas, por
una figura prematura de mujer embarazada.
-También conlleva a problemas de autoestima y frustraciones personales y sociales.
- Deserción escolar, abandono o cambio de un proyecto de vida profesional.
- Dificultad para educar con cariño al bebé.
- Mayor riesgo de separación, divorcio y abandono por parte de su compañero.
- Rechazo social si el embarazo es fuera del matrimonio y críticas si es aún estando casada.

Para el padre, un embarazo representa:


- Mayor frecuencia de deserción escolar.
- Trabajar y recibir un menor nivel de ingresos que los demás de su misma edad.
- Una tasa más alta de divorcios.
- Aumento del estrés y mayor frecuencia de trastornos emocionales por falta de recursos, por tener
que trabajar en lugar de estudiar, por el abandono a los amigos y por falta de tiempo para
divertirse.
- Tener que actuar como adulto, cuando todavía debe gozar y vivir como adolescente.

Para el hijo, que nace de forma no esperada en la adolescencia, generalmente tiene muchos
riesgos como:
- Nacer con alguna deficiencia física y mental, fundamentalmente debido a la falta de inmadurez en
las células sexuales femenina o masculina.
- Nacer prematuramente y con bajo peso, lo que influye en el desarrollo de más enfermedades
infecciosas.
- Ser dado en adopción y en muchos casos abandonado, lo que implica un enorme costo emocional
y una gran injusticia para el bebé.
-No ser esperado o deseado por sus padres, lo que va a repercutir en su desarrollo emocional y en
el trato que va a recibir.
-Tener menos oportunidades de una vida digna, un hogar propio y todas sus necesidades de
vestido, alimento, educación, salud, recreación, cubiertas.

Como pareja.
- Al verse obligados a formar una pareja, la violencia, los reproches, los chantajes o los celos,
impedirán que su unión sea estable y permanente, lo que ocasiona también que al separarse tengan
problemas de estabilidad emocional con cualquier otra persona.
-Interrupción de su vida adolescente.
Dificultad para independizarse económicamente, quedando expuestos a la explotación, violencia y
dependencia familiar, con todas sus consecuencias.

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