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Instituto Politécnico Nacional

Escuela Superior de Medicina


Especialidad en Medicina del
Deporte

Kinesiología del Deporte


“Sistema respiratorio”

Dr. Ricardo Solís Aceves


Alumno: Anibal Salazar Baca
Primer semestre: enero-agosto 2018
Sistema respiratorio

El sistema respiratorio consiste en las superficies respiratorias de los pulmones y


los conductos aéreos proporcionados por la nariz, la faringe (en parte), la laringe y
el árbol respiratorio. Asociados con las cavidades nasales existen una serie de
sacos óseos, los senos para nasales.

Además de su papel respiratorio primario, en el intercambio gaseoso y la


ventilación, el conjunto del sistema respiratorio, desempeña diversas actividades
accesorias, entre las que se incluyen: producción de sonidos (fonación) por la
laringe y las estructuras relacionadas, detección de olores por los sensores
olfatorios de las cámaras nasales, estabilización mecánica del tórax durante el
ejercicio físico y varias operaciones bioquímicas relacionadas con moléculas
presentes en la sangre.

El aparato respiratorio, en esencia, como es natural está formado por una


superficie respiratoria y vías conductoras que constituyen el árbol respiratorio. La
superficie respiratoria es muy grande, de hasta 200 metros cuadrados, y
proporciona una barrera húmeda muy fina entre el aire y los capilares sanguíneos
alrededor de los perímetros de los alveolos.

Para proteger el área superficial frente a la deshidratación, la perdida de calor y


las partícula abrasivas, las vías conductoras forman una serie de canales
húmedos, templados y adhesivos (para el polvo), entre los alveolos y la faringe;
además del moco secretado en esas superficies, los tubos están tapizados por
cilios que ondulan hacia la faringe, de modo que elimina continuamente la mayor
parte de partículas inhaladas desde el árbol respiratorio (corriente de limpieza
mucociliar).

El paso del aire es controlado mediante las variaciones de la frecuencia de


movimientos respiratorios, y también por modulación de los diámetros de los
conductos aéreos del aparato respiratorio inferior, envueltos por fascículos de
musculo liso bronquial cuyo tono está controlado en gran parte por el sistema
nervioso autónomo.

La división del aparato respiratorio en una vía superior y otra inferior, es en


realidad una conveniencia clínica, relacionada en gran parte con la diseminación
de la infección y no con algún concepto anatómico fundamental. La vía respiratoria
superior se puede definir como aquellas partes de los conductos aéreos situadas
por encima de la entrada de la laringe: las cavidades nasales, la nasofaringe y la
oro faringe. La vía respiratoria inferior comprende la laringe, la tráquea, los
bronquios y el resto del árbol respiratorio y las superficies respiratorias de los
pulmones.
Epitelio de las vías respiratorias.

El tapizado de la parte anterior de la cavidad nasal y el vestíbulo, se continúa con


la piel y está compuesto de epitelio escamoso estratificado queratinizado sobre
una lámina propia de tejido conjuntivo. Más hacia atrás, se transforma
gradualmente en epitelio escamosos estratificado no queratinizado y después en
epitelio ciliado pseudioestratificado, en el cual también se observan células
caliciformes (epitelio respiratorio) que forma la mayor parte de la cavidad nasal.

Una parte de la cavidad nasal está cubierta por un epitelio sensorial mucho más
grueso que el del resto de la cavidad nasal y contiene los cuerpos de las células
receptoras olfatorias bipolares, entremezcladas con células de soporte no
sensoriales.

La mucosa laríngea se continúa con la de la faringe por arriba y la de la tráquea


por debajo. Tapiza toda la superficie interna de la laringe; es más gruesa sobre los
pliegues vestibulares, de los que constituye el componente principal, y más fina
sobre la cuerdas vocales, donde está firmemente adherida a los ligamentos
vocales subyacentes.

El epitelio laríngeo es principalmente respiratorio en las zonas donde cubre las


superficies internas de la laringe; sin embargo sobre las cuerdas vocales, es
escamoso estratificado no queratinizado.

Los epitelios de la tráquea, bronquios extra pulmonares e intrapulmonares y


bronquiolos, son en general, similares entre sí, con variaciones graduales en
número de los diferentes tipos de células.

El epitelio de las vías intrapulmonares mayores es pseudoestratificado y en gran


parte ciliado; el de los bronquiolos terminales y respiratorios, tiene menos cilios y
la altura de sus células disminuye hasta adoptar una forma cuboidea.

Los tipos celulares epiteliales que se encuentran son: cilíndrico ciliado, caliciforme,
de clara, con gránulos de centro denso, seroso, en cepillo basal e intermedio. Las
células migratorias son linfocitos y mastocitos.

Nariz, cavidad nasal y senos para nasales.


La primera parte de la vía respiratoria superior consiste en la pareja de cavidades
nasales, separadas en sentido sagital por un tabique. En las paredes laterales de
esas cavidades y comunicadas con ellas existen una serie de expansiones llenas
de aire, los senos para nasales.

Tal aparato sirve para templar, humidificar y hasta cierto punto filtrarlas partículas
del aire inhalado y, por medio del epitelio olfatorio situado en sus recesos superior
y posterior, detectar sustancias químicas transportadas por el aire y discriminar
entre ellas.

Nariz externa

La porción externa de la nariz tiene una forma piramidal: su ángulo superior o raíz
se continúa con la frente y su punta libre forma el ápex. En la parte inferior existen
dos aberturas elipsoidales, los orificios nasales externos, separadas por el tabique
nasal.

El entramado de soporte se compone de hueso y cartílago hialino. El esqueleto


óseo que proporciona soporte a la parte superior de la nariz está formado por los
huesos nasales, las apófisis frontales de los maxilares superiores y la parte nasal
del hueso frontal.

El esqueleto cartilaginoso consiste en los cartílagos septal, laterales y alares


mayores y menores, conectados entre sí y a los huesos vecinos, por la
continuidad del pericondrio y el periostio.
Los cartílagos, junto con el tejido conjuntivo intermedio que rodea los orificios
nasales, pueden ser considerados como una válvula que controla la entrada de
aire.

Cavidad nasal

Está dividida por el tabique nasal en una mitad derecha y una mitad izquierda. Por
detrás se comunican con la nasofaringe a través de las aberturas posteriores.

Los orificios nasales son elipsoidales o piriformes, más estrechos en el frente.

La cavidad nasal se puede dividir en tres regiones: vestíbulo nasal en la porción


anterior, la región respiratoria y el área olfatoria. El vestíbulo nasal constituye el
comienzo anterior de la cavidad nasal, la región respiratoria representa la mayor
parte de la cavidad, y el área olfatoria, está confinada principalmente a sus
porciones posterosuperiores.

En el vestíbulo nasal se encuentran las vibrisas, las cuales contribuyen a impedir


la entrada de partículas con el aire inspirado.

En ocasiones el tabique nasal puede estar desviado de la línea media, con lo que
las cámaras nasales tienen tamaños desiguales.
La regios respiratoria en la pared lateral se encuentran tres elevaciones: los
cornetes, superior, medio e inferior, y en posición inferolateral, existe un paso o
meato correspondiente.

Estas estructuras aumentan el área superficial de la cavidad nasal y la turbulencia


del aire inhalado, mejoran también la humidificación y el calentamiento del aire.

Senos para nasales

Incluyen las parejas bilaterales de senos frontales, etmoidales, esfenoidales y


maxilares, alojados dentro de los huesos del mismo nombre.

Todos los senos desaguan en la pared lateral de la cavidad mediante pequeños


orificios que permiten el equilibrio del aire y el movimiento del moco.
Faringe

Situada por detrás de las cavidades nasales, la boda y la laringe, es un tubo


músculo membranoso que se extiende desde la base del cráneo, hasta el nivel de
la sexta vértebra cervical y el borde inferior del cartílago cricoides.

La faringe tiene tres partes: nasal, oral y laríngea.

Nasofaringe

Está situada por encima del paladar blando y por detrás de los orificios nasales
posteriores (coanas) que establecen un paso respiratorio libre entre las cavidades
y la nasofaringe.

Excepto en el paladar blando, las paredes de la nasofaringe son estáticas y su


cavidad no se oblitera.
En el techo y la pared posterior forman juntos una pendiente continua cóncava que
conduce desde el tabique nasal hacia la oro faringe. Esta se comunica a través del
istmo de las fauces, que se cierra durante la deglución con la elevación del
paladar blando.

Las paredes de la nasofaringe tienen algunas características importantes. A cada


lado se abre el orificio de una trompa faringotimpanica, situado detrás y un poco
posterior del cornete nasal inferior.

También presenta una amígdala faríngea o naso faríngea, la cual se define como
una colección de tejido linfoide en la mucosa del techo y la pared posterior de la
nasofaringe.

Oro faringe

Se extiende desde el paladar blando hasta el borde superior de la epiglotis.


Comunica con la boca a través del istmo oro faríngeo, delimitado por el arco
palatogloso frente a la cara faríngea de la lengua su pared lateral consiste en el
arco palatofaringeo y la amígdala palatina. En la parte posterior se encuentra a
nivel del cuerpo de la segunda vértebra cervical y porción superior de la tercera.
A cada lado de la oro faringe se encuentra la fosa amigdalar triangular o seno
amigdalar que contiene la amígdala palatina.

Laringofaringe

Se extiende desde el borde superior de la epiglotis hasta el borde inferior del


cartílago cricoides donde se continúa con el esófago. En su pared anterior
incompleta, se encuentra la embocadura laríngea y por debajo de ella están
situadas los cartílagos aritenoides y cricoides.

La pared faringe a esta compuesta por las capas, mucosa, fibrosa, muscular y una
fascia bucofaríngea.

La mucosa en la nasofaringe es del tipo pseudoestratificado (respiratorio).

En la región posterior de la nasofaringe se produce transición hasta el epitelio


plano estratificado no queratinizado que cubre las superficies de la oro faringe y la
Laringofaringe.
Laringe

Constituye un conducto aéreo, un dispositivo esfinteriano y un órgano de fonación


que se extiende desde la lengua hasta la traquease proyecta en dirección ventral
entre los grandes vasos del cuello y está cubierta en la parte anterior por piel,
fascias y los músculos depresores hioideos.

El tamaño de la laringe es similar en los varones y las mujeres hasta la pubertad,


pero después aumenta bastante en los primeros; todos los cartílagos aumentan de
tamaño y el cartílago tiroides se proyecta en la línea media anterior del cuello,
mientras su diámetro sagital se eleva casi al doble en este proceso.

El entramado esquelético de la laringe está formado por cartílagos interconectados


mediante ligamentos y membranas fibrosas y movidos por varios músculos.

Está formado por cartílagos únicos; cricoides, tiroides y epiglótico, y los


emparejados aritenoides, cuneiformes y corniculados.

Los cartílagos corniculados, cuneiforme y epiglótico, consisten en fibrocartílago


elástico con escasa tendencia a la osificación. El tiroides, el cricoides y la mayor
parte del aritenoides, están formados por cartílago hialino.
Cavidad laríngea

El espacio de la cavidad laríngea se extiende desde la embocadura de la laringe


en la faringe, hacia abajo hasta el borde inferior del cartílago cricoides, donde se
continúa con la tráquea.

Tráquea y bronquios

Es un tubo formado por cartílago y membrana fibromuscular, y recubierto en su


interior por mucosa. Desciende desde la laringe y se extiende desde el nivel de la
sexta vértebra cervical hasta el borde superior de la quinta dorsal, donde se divide
en bronquio principal, derecho e izquierdo.

Está situada aproximadamente en el plano sagital, pero su bifurcación se


encuentra ligeramente desviada a la derecha.

La tráquea es móvil y cambia con rapidez de longitud; durante la inspiración


profunda suele descender hasta el nivel de la sexta vertebra dorsal. Su forma
cilíndrica es aplanada en su parte posterior.
Bronquio principal derecho y sus ramas.

Este bronquio es más ancho más corto y más vertical que el izquierdo, con unos
2.5cm de longitud. Da lugar a su primera rama, bronquio lobar superior, y después
entra en el pulmón derecho a nivel de la quinta vértebra dorsal. Tras dar lugar al
bronquio lobar superior, que nace posterosuperior a la arteria pulmonar derecha,
se divide en un bronquio lobar medio y un bronquio lobar inferior.

El bronquio lobar superior a su vez se divide en bronquio segmentario apical, que


tiene sus ramas apical y anterior, bronquio segmentario posterior con sus ramas
lateral y posterior; y bronquio segmentario anterior con sus ramas lateral y
anterior.

El bronquio lobar medio se divide en bronquio segmentario lateral y bronquio


segmentario medial.

El bronquio lobar inferior constituye la continuación del bronquio principal derecho


más allá del origen del bronquio lobar medio.
Este se divide en un bronquio segmentario superior con sus ramas medial
superior y lateral; bronquio segmentario basal medial; bronquio segmentario basal
anterior, bronquio segmentario basal lateral y bronquio segmentario basal
posterior.

Bronquio principal izquierdo y sus ramas

El bronquio principal izquierda es mas estrecho y menos vertical que el derecho

Mide aproximadamente 5cm de longitud y entra en el hilio pulmonar


aproximadamente a nivel de la sexta vertebra dorsal. Tras entrar en el hilio se
divide en un bronquio lobar superior y otro inferior

El bronquio lobar superior izquierdo se divide en dos ramas una inferior y una
superior, que a su vez se divide en bronquio segmentario anterior un bronquio
segmentario apicoposterior.

La división inferior desciende hasta la zona de la língula y se convierte en bronquio


lingular que se divide en lo bronquios segmentarios lingulares superior e inferior.

El bronquio lobar inferior izquierdo se divide en bronquio segmentario superior y


en el tronco antero medial y el tronco posterolateral. El primero se divide en los
bronquios segmentarios basal medial y basal anterior, y el segundo da lugar a los
bronquios segmentarios lateral y basal posterior.

Las ramas principales de los bronquios lobares derecho e izquierdo se denominan


bronquios segmentarios, debido a que cada una de ellas se ramifica en una
unidad de tejido pulmonar estructuralmente separada y funcionalmente
independiente conocida como segmento broncopulmonar. Los segmentos
principales se denominan y numeran de la siguiente manera:

Pulmón derecho

 Lóbulo superior
1. Apical
2. Posterior
3. Anterior
 Lóbulo medio
4. lateral
5. medial
 Lóbulo inferior
6. superior
7. basal medial
8. basal anterior
9. basal lateral
10. basal posterior

Pulmón izquierdo

 Lóbulo superior
1. Apical
2. Posterior
3. Anterior
4. Lingular superior
5. Lingular inferior
 Lóbulo inferior
6. superior
7. basal medial
8. basal anterior
9. basal lateral
10. basal posterior

La tráquea y los bronquios poseen un entramado de anillos completos de cartílago


hialino unidos por tejido fibroso y musculo liso y tapizados en su interior por
mucosa.
El primero y el último cartílago traqueales difieren del resto.

El primer cartílago es el más ancho; muchas veces se bifurca en un extremo,


conectado por el ligamento cricotraqueal, al borde inferior del cricoides, y a veces
se funde con el cricoides o el segundo cartílago.

El ultimo cartílago es grueso y ancho en la parte central y su borde inferior, la


Carina, produce una apófisis triangular con forma de gancho que se curva hacia
atrás entre los bronquios.

La ramificación de la vía aérea se produce por dicotomía irregular, es decir, cada


rama se divide en otras dos que pueden diferir en diámetro o longitud. Cada
ramificación constituya una generación de la vía aérea. Los dos bronquios
principales forman la primera generación, los lobares la segunda, los segmentarios
la tercera, y asi sucesivamente. En total existen alrededor de 23 generaciones.
Las primeras 16 constituyen la zona de conducción y abarcan desde la tráquea
hasta los bronquiolos terminales. A medida que se ramifican, los anillos
cartilaginosos van reduciéndose de tamaño.

A partir de la 10ª generación las vías aéreas son de tipo no cartilaginoso, y se


mantienen abiertas por la tracción que los septos alveolares ejercen sobre las
paredes bronquiales.
Pulmones.

Son los órganos esenciales de la respiración. Están situados a ambos lados del
corazón y restantes estructuras mediastínicas. Cada pulmón se encuentra libre en
su cavidad pleural, excepto por las conexiones con el corazón y la tráquea en el
hilio y el ligamento pulmonar.

Cada pulmón presenta un vértice o ápex, una base, tres bordes y dos superficies.

El vértice comienza 3-4cm por encima del primer cartílago costal, pero en la parte
posterior solo llega a nivel del cuello de la primera costilla. Su cúpula se encuentra
2.5cm por encima del tercio medial de la clavícula, asi pues, el ápex pulmonar se
encuentra en la raíz del cuello.
La base de los pulmones es semilunar y cóncava, apoyada sobre la superficie del
diafragma el cual separa al pulmón derecho del hígado y al izquierdo del fundus
gástrico y el bazo.

La superficie medial se divide en dos, una anterior y una posterior. La superficie


medial anterior se denomina área mediastínica y es profundamente cóncava ya
que se encuentra adaptada al corazón, en posición postero superior respecto a la
concavidad del corazón, se encuentra el hilio, algo triangular por el que diversas
estructuras entran y salen del pulmón, rodeados por un manguito de pleura que se
extiende también por debajo del hilio y detrás de la impresión cardiaca en forma
de ligamento pulmonar.
Fisuras y lóbulos pulmonares

El pulmón derecho está dividido en lóbulos superior medio e inferior por dos
fisuras, una oblicua y otra horizontal. La fisura oblicua superior separa el lóbulo
inferior de los lóbulos medio y superior, y guarda una intensa relación con la fisura
oblicua izquierda, aunque menos vertical. En el borde posterior esta a nivel de la
espina de la cuarta vertebra torácica o ligeramente por debajo.

La fisura horizontal corta, separa los lóbulos superior y medio y se extiende desde
la fisura oblicua, cerca de la línea medio axilar, en sentido horizontal hacia
adelante hasta el borde anterior del pulmón a nivel del extremo esternal del cuarto
cartílago costal.

El pulmón izquierdo es dividido en lóbulo superior y otro inferior por la fisura


oblicua que se extiende desde la superficie costal del pulmón por encima y por
debajo del hilio.
Estructura alveolar

Los alveolos son bolsas de paredes finas que proporcionan en conjunto la


superficie respiratoria para el intercambio gaseoso.

La superficie está compuesta de dos tipos de células epiteliales (neumocitos) que


cubren una capa de tejido conjuntivo por la que se extienden los capilares de
intercambio.

El epitelio tiene grosor variable, aunque hay áreas extensas en las que solo mide
0.05um de grosor.

Forma una capa continua alrededor de los capilares llegando a medir este espacio
hasta 0.02um, formando la barrera para difusión entre el aire y la sangre.

El epitelio alveolar es un mosaico de tipos celulares, las células alveolares tipos I y


II. Las células tipo I forman mas del 90% del área alveolar, aunque las células tipo
II, de menor tamaño, son más numerosas, no tienen capacidad de regeneración y
sintetizan el surfactante pulmonar.

Alrededor de los alveolos se dispone una extensa red de capilares pulmonares.


Pleuras

El pulmón está cubierto por la pleura, una membrana serosa dispuesta como un
saco invaginado cerrado. Parte de la pleura se adhiere íntimamente a la superficie
pulmonar y sus fisuras interlobares como pleura visceral o pulmonar. Su
continuación tapiza la mitad correspondiente de la pared torácica y cubre gran
parte del diafragma y de las estructuras que ocupan la región media del tórax.
Esta es la pleura parietal.la pleura parietal y visceral, se continúan una con otra
alrededor de las estructuras hiliares. Permanecen en contacto íntimo aunque
deslizante, durante todas las fases de la respiración y el espacio potencial entre
ellas es la cavidad pleural.

La superficie pleural es lisa, esta humedecida por líquido seroso y consiste en una
sola capa de células mesoteliales planas sobre una lámina basal, bajo la cual se
encuentra una lamina propia de tejido conjuntivo laxo.
Músculos respiratorios
Fisiología del aparato respiratorio

La unidad respiratoria está constituida por los segmentos de la vía aérea situados
distalmente al bronquiolo terminal y los vasos arteriales y venosos que perfunden
y drenan, la sangre de dicha zona.

La eficiencia del intercambio gaseoso pulmonar depende de la existencia de una


interface extremadamente fina y de gran superficie entre el aire y la sangre.

En la interfase hemato gaseosa pulmonar participan distintos elementos:

1. El epitelio alveolar y su membrana basal


2. El endotelio capilar y su membrana basal
3. Elementos tisulares intercalados en el espacio intersticial
4. El surfactante alveolar.

Los alveolos están cubiertos en su interior por una fina capa de surfactante, una
sustancia tenso activa compuesta en un 85% de fosfolípidos, principalmente
fosfatidilcolina. Su producción es continua aunque puede ser inducida por
determinados estímulos físicos y químicos. Su principal función es mantener la
estabilidad pulmonar.

La renovación del gas alveolar se consigue gracias a la acción de los músculos


respiratorios, que provocan la expansión y compresión cíclica de la cavidad
torácica.

La inspiración y la espiración son consecuencia de la expansión y la compresión


de la cavidad torácica.

Inspiración

Es un proceso activo en el que la expansión de la caja torácica se consigue


mediante la contracción de los músculos inspiratorios. El musculo inspiratorio más
importante es el diafragma.
El conjunto de las fuerzas ejercidas por sus fibras puede reducirse a una fuerza
central que empuja las vísceras abdominales hacia abajo y una fuerza lateral que
empujan la caja costal hacia arriba.

De este modo el diafragma actúa como un pistón cuyo desplazamiento en relación


a la caja costal aumenta la dimensión vertical de la caja torácica. Como el
contenido abdominal apenas puede comprimirse, el desplazamiento de la
superficie superior del abdomen al ser empujada por el diafragma provoca la
dilatación de la pared anterior del abdomen.

Espiración

En la respiración en reposo normal, la espiración se produce al relajarse la


musculatura inspiratoria, entonces, la retracción elástica de los pulmones causa la
disminución del volumen de la cavidad torácica. En condiciones normales, la
salida de aire continúa hasta que se alcanza el volumen en que las fuerzas
elásticas de los pulmones y de la pared torácica se encuentran en equilibrio.
Los tejidos pulmonares son elásticos por lo que desarrollan fuerzas de retracción
que se oponen a la distensión y aumentan con el volumen. Para mantener los
pulmones expandidos la presión interior debe ser mayor que la exterior, y
contrarrestar asi las fuerzas de retracción elástica.

El comportamiento elástico de los pulmones se debe, por un lado, a las


propiedades elásticas de los tejidos y, por otro las fuerzas superficiales de la
película líquida que recubre la pared interior de los alveolos.

El tejido pulmonar contiene abundantes fibras de elastina y colágeno formando un


complejo entramado tridimensional.

La película liquida que recubre las paredes alveolares se encuentra en contacto


con el gas alveolar. De este modo, en la pared alveolar se constituye una interfase
aire-liquido. En esta interfase aparece una tensión superficial que tiende a reducir
la superficie de la película liquida y, por tanto, el volumen alveolar.

El surfactante pulmonar provoca una reducción sustancial de las fuerzas


superficiales y, por tanto, la presión de retracción elástica de los pulmones.
Entonces son menores las fuerzas ejercidas por los músculos inspiratorios para
distender los pulmones y menor es el trabajo mecánico necesario para la
respiración.

En la pared torácica se superponen las fuerzas elásticas desarrolladas


pasivamente por los tejidos y las fuerzas activas ejercidas por la musculatura
respiratoria.

Los pulmones y la pared torácica están acoplados elásticamente.

En condiciones normales, las pleuras parietal y visceral, están casi en contacto,


separadas apenas por una delgada película liquida. Debido a esta adherencia
virtual de las dos membranas pleurales, los pulmones y la caja torácica se
desplazan solidariamente y, por tanto, los cambios de los volúmenes pulmonar y
torácico son idénticos.
Ventilación y mecánica respiratoria

La ventilación pulmonar es el proceso funcional por el que el gas es transportado


desde el entorno del sujeto hasta los alveolos pulmonares y viceversa. Este
proceso puede ser activo o pasivo según que el modo ventilatorio sea espontáneo,
cuando se realiza por la actividad de los músculos respiratorios del individuo, o
mecánico cuando el proceso de ventilación se realiza por la acción de un
mecanismo externo.

El objetivo de la ventilación pulmonar es transportar el oxígeno hasta el espacio


alveolar para que se produzca el intercambio con el espacio capilar pulmonar y
evacuar el CO2 producido a nivel metabólico.

Volúmenes pulmonares estáticos

Los volúmenes y las capacidades pulmonares, se miden directamente mediante


espirometría y en condiciones estandarizadas. De esta manera se miden y se
pueden calcular los siguientes parámetros:

 Volumen respiratorio: volumen de aire inspirado y espirado durante una


respiración no forzada; normalmente 0.6 l
 Volumen inspiratorio de reserva: volumen de aire que todavía se puede inspirar
después de una inspiración normal; normalmente 3 l.
 Volumen espiratorio de reserva: volumen que todavía se puede espirar
después de una espiración relajada.
 Capacidad vital: suma del volumen respiratorio y volúmenes inspiratorio y
espiratorio de reserva; normalmente 4.5 l.
 Volumen residual: volumen que todavía contiene los pulmones tras una
espiración máxima; normalmente 1.5 l.
 Capacidad residual funcional: volumen que todavía se encuentra en los
pulmones después de una espiración normal (volumen espiratorio de reserva
mas volumen residual); normalmente 2.4 l.
 Capacidad total: equivale al volumen que se encuentra en el interior de los
pulmones tras una inspiración máxima; normalmente 6 l.
Compilancia dinámica

Cuando los pulmones están sanos, las compilancias dinámica y estática son
esencialmente iguales. La primera permanece prácticamente inalterada hasta una
frecuencia respiratoria de 60/min. Esto significa que las zonas pulmonares
activadas se llenan y se vacían de forma uniforme y sincronizada.

Trabajo respiratorio

El trabajo respiratorio mecánico realizado por la musculatura respiratoria para


superar resistencias pulmonares se puede calcular a partir de la presión pleural y
la modificación del volumen de aire en los pulmones: trabajo = presión x volumen.

Cuando la respiración es más tranquila la espiración no exige ningún trabajo


respiratorio puesto que la fuerza de retracción elástica es suficiente para
compensar las fuerzas que se le oponen.
El trabajo respiratorio para el mismo volumen de ventilación depende del tipo de
respiración:

 Un gran volumen respiratorio requiere más trabajo respiratorio elástico.


 Una mayor frecuencia respiratoria requiere mayor trabajo contra las
resistencias del rozamiento y de la corriente de aire de los pulmones.

Volúmenes respiratorios dinámicos.

La fuerza de la corriente del aire respiratorio se considera una medida indirecta a


la resistencia a la corriente de aire de los pulmones, que en la espiración rápida,
forzada y completa mide la capacidad vital. La fuerza de la corriente de aire se
mide como volumen exhalado por unidad de tiempo. Normalmente se miden, entre
otra, el volumen espiratorio máximo en 1s, (FEV1) que se expresa en porcentaje
de la capacidad vital normal, asi como la capacidad vital forzada.

En bipedestación la presión pleural del vértice es mas inferior a la presión


atmosférica que la de la base del pulmón aumentando a medida que se desciende
por efecto de la gravedad. Debido a la diferencia de presión, la presión
transpulmonar en la punta de los pulmones es mayor, de manera que los alveolos
próximos a los vértices se despliegan más en todos los volúmenes de llenado que
los próximos a las bases.

Riego pulmonar

La circulación mayor vierte la sangre venosa en el corazón derecho, que la


impulsa a través de las arterias pulmonares hacia los capilares pulmonares, donde
se producirá el intercambio gaseoso. Los capilares pulmonares forman una fina
red que envuelve los alveolos. En ellos se encuentran permanentemente unos 100
ml de sangre. El resto de la sangre se distribuye entre vénulas y venas que, en
conjunto, actúan como vasos recolectores para el corazón izquierdo.

En los vasos pulmonares existen presiones muy inferiores a las del resto de la
circulación corporal; en la aurícula izquierda todavía son algo menores. La
diferencia que existe entre la presión media de la arteria pulmonar y la de la
aurícula izquierda, indica la presión que empuja la sangre a través de los
pulmones.

El riego sanguíneo pulmonar medio se puede calcular mediante el principio de


Fick, basado en el cociente de absorción de O2/ diferencia arteriovenosa de O2.

La resistencia de los vasos pulmonares e calcula relacionando la presión de


empuje de la circulación pulmonar con el riego sanguíneo pulmonar. La mayor
parte de la resistencia vascular se reparte por el tramo de las arteriolas y el lecho
capilar.

El sistema capilar de los pulmones es capaz de permitir un aumento brusco del


gasto cardiaco sin que se produzcan modificaciones significativas de la presión, lo
que significa reducir la resistencia de los vasos pulmonares en función de las
necesidades. Esto se consigue dilatando los vasos que en ese momento ya llevan
sangre, asi como abriendo capilares de reserva.

La anchura de los vasos pulmonares, se determina a partir de la diferencia entre la


presión en el interior y el exterior de los vasos; la presión alveolar tiene su efecto
correspondiente sobre la amplitud de los capilares. A medida que aumenta el
volumen pulmonar, los vasos peri alveolares se estiran y se comprimen
aumentando la resistencia vascular.

Puesto que la presión hidrostática que existe en los vasos, está influida por la
gravedad, en bipedestación la presión arterial en la base del pulmón es mayor que
en el vértice; asimismo, en el torrente venoso tampoco existen las mismas
condiciones de presión en todos los puntos.

Es decir, el pulmón no se riega uniformemente, existe un gradiente de perfusión


desde la base hasta el vértice. Fisiológicamente la presión de la arteria pulmonar
es lo bastante elevada para que la sangre pueda llegar hasta el vértice pulmonar.

Además de las relaciones de presión, sobre el sistema vascular de los pulmones


actúan diversos factores nerviosos, químicos y humorales.
En este caso los impulsos vagales y simpáticos suelen tener poca influencia sobre
la resistencia vascular, por el contrario la hipoxemia tiene un efecto vasoconstrictor
sobre los vasos pre capilares y capilares. El efecto de la hipercapnia puede ser
variable y depende en gran medida del pH de la sangre.

Las sustancias químicas y humorales con efecto vasoconstrictor son: adrenalina,


noradrenalina, histamina, angiotensina y prostaglandinas. La bradicinina y la
acetilcolina, tienen un efecto vasodilatador.

Difusión de los gases respiratorios

El intercambio de O2 y CO2, entre el aire alveolar y la sangre capilar se produce


por difusión entre su gradiente de concentración. Por lo tanto, en la difusión
participan una fase gaseosa y una fase liquida; es decir, también es importante el
comportamiento de disolución de los gases en la sangre. A pesar de su mayor
peso molecular, el CO2 es más soluble y por lo tanto se difunde 20 veces más
rápidamente que el O2.

El segmento de difusión que se debe superar, se compone de la película


superficial alveolar, epitelio alveolar, membrana basal, endotelio capilar, plasma de
la sangre capilar y membrana eritrocitaria.

La velocidad de difusión depende de la diferencia de presión parcial de cada gas


entre el aire alveolar y la sangre capilar. Este gradiente de presión también es la
presión que facilita el intercambio gaseoso: cuanto más elevado es el gradiente,
más rápida es la difusión.

La capacidad de difusión de los pulmones constituye una medida de su capacidad


de transportar el gas desde los alveolos hacia la sangre capilar. Indica que
capacidad de gas por unidad de tiempo dada una diferencia de presión parcial
media, pasara de los alveolos a la sangre capilar.
Intercambio gaseoso

El intercambio gaseoso entre la sangre capilar y el aire alveolar se produce en los


alveolos de los bronquiolos respiratorios, los conductos alveolares y los sáculos
alveolares. Durante este proceso, la sangre capilar extrae continuamente O2 del
aire alveolar y le cede CO2. Inversamente la inspiración y la espiración intentan
mantener la composición del aire alveolar.

Esto último dependerá de:

 La aireación alveolar (ventilación).


 El riego capilar (perfusión).

Durante el ciclo respiratorio las presiones parciales de los gases oscilan; la presión
parcial media del O2 es de unos 100mmHg y, para el CO2 de unos 40mmHg.

La proporción del aire respirado que se encuentra en las principales vías


respiratorias, no participa en el intercambio gaseoso, como tampoco lo hace el aire
que se encuentra en los alveolos sin riego.

Por lo tanto un intercambio gaseoso eficaz implica una ventilación regular y


adecuada y un riego correcto de todo el pulmón. Si la ventilación en general está
reducida, la ventilación alveolar normalmente no podrá satisfacer las necesidades
metabólicas de todo el cuerpo: puesto que la pO2 alveolar desciende y la pCO2
aumenta, el menor intercambio gaseoso también hace reducir progresivamente la
PaO2 de la sangre capilar y aumente la PaCO2.

En las zonas donde de pO2 es baja, los vasos sanguíneos se contraen para
favorecer el riego de las áreas mejor ventiladas de esta manera la perfusión
regional se adapta a la ventilación alveolar.

Equilibro acido base

La mayor parte de los ácidos que se producen mediante el metabolismo se


eliminan por los pulmones en forma de CO2, por lo que el aparato respiratorio
desempeña un papel muy destacado en el mantenimiento del equilibrio acido
base.

El transporte de CO2 en la sangre es diverso: tanto en el plasma como en los


eritrocitos aparece disuelto; la cantidad disuelta depende de la presión parcial de
CO2. Además en los eritrocitos también se transporta unido a la hemoglobina.

A partir del CO2 disuelto se puede obtener acido carbónico por hidratación:
CO2+H2O<->H2CO3.

La concentración de CO2 suele ser 1000 veces superior a la del acido carbónico.
Este último se descompone para formar iones hidrogeno (H+) y bicarbonato
(HCO3-). Puesto que en los eritrocitos se forma mucho bicarbonato pero en el
plasma se forma más bien poco, aparece un gradiente de concentración a lo largo
del cual el bicarbonato se difunde hacia el plasma. Se elimina a través de los
riñones.

La concentración de los iones hidrogeno en la sangre depende de la proporción


entre las concentraciones de dióxido de carbono y bicarbonato. Si la proporción
entre ambos se altera a consecuencia de trastornos metabólicos o respiratorios, el
pH de la sangre se aparta del valor normal de 7.4.

La presión arterial parcial de CO2 indica el valor del componente respiratorio del
equilibrio acido base.

Regulación química de la respiración

Las modificaciones de las presiones parciales de gas en sangre arterial y de pH de


la sangre tienen un efecto contra regulador de la respiración. Las variaciones de
valor son registradas por diversos grupos de receptores:

 Quimiorreceptores periféricos del cuerpo carotideo y del cuerpo aórtico


 Áreas químicas sensibles del propio tronco cerebral.
Los receptores sensibles al CO2 y el O2, junto con las neuronas inspiratorias y
espiratorias constituyen un complejo regulador que controla la respiración
mediante un ajuste fino de los ciclos respiratorios torácicos

Regulación nerviosa de la respiración.

La respiración es el resultado de la contracción y la relajación cíclicas de los


músculos respiratorios; esto se controla a través del centro respiratorio central de
la medula oblongada. En este pueden distinguirse las llamadas neuronas
inspiratorias y espiratorias. Durante la respiración normal se activan casi
exclusivamente neuronas inspiratorias, puesto que la espiración es pasiva.

La corteza motora y pre motora permite un control voluntario de la musculatura


respiratoria.

Efecto de la actividad física sobre el aparato respiratorio

El ejercicio incrementa la frecuencia y amplitud de respiración (polipnea e


hiperpnea), a veces incluso, antes de iniciar el movimiento en sí, como respuesta
a estímulos centrales que desencadenan una hiperventilación. Se intenta suplir la
demanda aumentada de oxígeno durante la actividad física y para ello el
entrenamiento produce adaptaciones en el sistema respiratorio aumentando el
volumen pulmonar, la capacidad inspiratoria y reduciendo el volumen pulmonar
residual.

Una mayor ventilación máxima se debe tanto a aumentos del volumen corriente
como de la frecuencia respiratoria.
Como consecuencia se produce una economía ventilatoria, la persona entrenada
respira de manera más eficaz que un sedentario. La frecuencia respiratoria (FR)
en reposo es de 12 a 20 respiraciones por minuto (rpm) pero durante el ejercicio
intenso la puede alcanzar 35-45 r.p.m. llegando hasta 60-70 r.p.m. en deportistas
de alto nivel.

El volumen mínimo respiratorio (VMR) es la cantidad de aire que entra y sale del
aparato respiratorio; es el producto de la frecuencia respiratoria por el volumen
corriente. En un atleta entrenado, el VMR aumenta extraordinariamente durante
las actividades intensas porque aumenta tanto la frecuencia como el volumen
corriente. Hay taquipnea e hiperpnea.

La realización de trabajos que exijan sostener un alto porcentaje del VO2max,


traen aparejados un aumento de la ventilación y un aumento de los volúmenes
respiratorios para mantener las concentraciones apropiadas de O2 y CO2. Ya que
aumentan los requerimientos de O2 y se necesita eliminar la producción excesiva
de CO2 mediante la ventilación alveolar.

La ventilación

Los aumentos de H+ libres en los líquidos extracelulares y en el plasma, estimulan


el centro respiratorio, causando un aumento inmediato de la ventilación alveolar lo
que reduce rápidamente el PO2 alveolar y causa la salida del CO2. En el ejercicio
la producción de protones puede ser muy elevada y los sistemas de amortiguación
son llevados al límite, presentándose una disminución del pH. En esos casos el
entrenamiento es agotador y necesita de una motivación considerable. Durante el
ejercicio podemos distinguir tres fases de la ventilación pulmonar:

_ FASE I: la ventilación aumenta en forma brusca, incluso antes de iniciado el


movimiento, puede durar de 30 a 50 segundos. En algunos casos la competencia
se realiza dentro de este período.

_ FASE II: el aumento se hace más gradual, y dura aproximadamente unos 3 a 4


minutos.

_ FASE III: Si el ejercicio es continuo y de intensidad leve o moderada, tiende a


estabilizarse.

Respuesta ventilatoria al ejercicio

Durante el ejercicio leve o moderado el volumen espirado (VE) aumenta en forma


lineal con respecto al consumo de O2 (O2) y a la producción de CO2 (VCO2). En
estos casos el cociente VE/VO2 es igual a 20 - 25. El aumento de la ventilación
surge por la necesidad de eliminar el CO2 producido para lo cual el incremento
será mayor en el volumen corriente que en la frecuencia respiratoria. Cuando el
ejercicio es muy intenso y se instala una acidosis metabólica, la relación VE/VO2
se hace curvilínea y el aumento de la VE es a expensas de la FR. Al no
alcanzarse la fase III se produce un aumento desproporcionado de la VE en
relación al VO2, el cociente VE/VO2 puede llegar a 35 - 40. El punto en el cual se
produce esa respuesta desproporcionada es el umbral ventilatorio y corresponde
aproximadamente entre el 55 al 65 % de la VO2max.

Durante la recuperación post ejercicio se produce una primera fase de disminución


brusca de la VE y otra fase de disminución gradual. Con respecto a la relación
ventilación y perfusión pulmonar (V/Q) podemos decir que en el ejercicio ligero se
mantiene semejante al del reposo (0.8), en el moderado tanto la VE como la
perfusión se hacen mucho más uniformes en todo el pulmón, hay un reclutamiento
de los capilares pulmonares y un aumento del diámetro de los mismos. En el
ejercicio intenso hay un aumento desproporcionado de la VE con lo cual la
relación V/Q llega a veces a 5.

De todos modos la capacidad respiratoria máxima es cerca del 50 % mayor que la


ventilación pulmonar alcanzada durante el ejercicio máximo, aportando un
elemento de seguridad para los deportistas. Significa que hay aún margen para
una ventilación adicional en caso de ejercicios en situaciones críticas como el
entrenamiento en altura.

O2máx.

El consumo de O2 y la ventilación pulmonar total sufren modificaciones antes,


durante y después del ejercicio. El consumo normal de O2 para un adulto joven en
reposo es de 250 ml/min pero en un atleta puede aumentar a 4000 o 5000 ml/min.
El VO2max aumenta en un 15 a 30 % en los primeros 3 meses de entrenamiento
intensivo y se puede llegar a un incremento del 50 % en un periodo de 2 años. Los
corredores de maratón presentan un VO2max un 45 % superior al de las personas
sin entrenamiento. Sin embargo se debe recordar que existe una determinación
genética en estos atletas. Tienen mayor tamaño torácico en relación al tamaño
corporal con fuertes músculos respiratorios.
Capacidad de difusión de oxígeno

La capacidad de difusión del O2 (23 ml /min) casi se triplica en el ejercicio máximo


(64ml/min) por al aumento de la superficie de intercambio. Esto se debe
principalmente a que se incrementa el flujo sanguíneo a través de los capilares
pulmonares aumentando las zonas perfundidas y por lo tanto brindando mayor
superficie de difusión. En estado de reposo la duración del tránsito del eritrocito en
contacto con la membrana alveolar es de 0.75 segundos y la PO2 del capilar y del
alvéolo se iguala en los primeros 0.25 segundos. En el ejercicio al aumentar el
flujo sanguíneo el tiempo de tránsito disminuye de 0.75 segundos a 0.50 o algo
menos manteniéndose la capacidad de difusión.

Gases sanguíneos

Tanto la PO2 como la PCO2 se mantienen casi normales, lo que indica gran
capacidad del sistema respiratorio para oxigenar la sangre y lavar el dióxido de
carbono incluso durante el ejercicio máximo. En el ejercicio la respiración se
estimula principalmente por mecanismos en el sistema nervioso central, desde el
centro respiratorio, estimulado por las mismas señales que se transmiten desde el
cerebro a los músculos para producir movimientos, y por señales sensoriales
propias hacia el centro respiratorio generadas en los músculos en contracción y
las articulaciones en movimiento.

Durante el ejercicio la hemoglobina aumenta 5-10 % debido a la pérdida de


líquidos y al pasaje de los mismos desde el compartimiento vascular al muscular
que produce hemoconcentración. La diferencia arteriovenosa está aumentada
debido a la mayor extracción de O2 por parte de las células musculares activas. El
aumento de hidrogeniones, del CO2, de la temperatura y del 2,3 DPG desplaza la
curva de disociación de la hemoglobina hacia la derecha (efecto Bohr). La
mioglobina que facilita el transporte de O2 en el interior de la célula muscular
hasta la mitocondria parece aumentar sus concentraciones gracias al
entrenamiento de resistencia. El transporte de CO2 desde la célula hasta los
pulmones se realiza principalmente por el sistema del bicarbonato, aunque algo va
disuelto en plasma y por otro lado los glóbulos rojos también actúan en su
remoción.

Regulación de la ventilación

Los mecanismos responsables de la hiperventilación que se produce en el


ejercicio son:

_ Estímulo central: Proviene del centro respiratorio y del hipotálamo.

_ Potenciación a corto plazo: Es un mecanismo no sensorial intrínseco que


provoca una amplificación de la respuesta ventilatoria a cualquier estímulo. Se
encuentra en las neuronas del tronco cerebral.

_ Mecanismo de retroalimentación: Integrado por dos grupos:

 Retroalimentación respiratoria: quimiorreceptores centrales, periféricos y


receptores en músculos respiratorios, pulmones y vías aéreas.
 Retroalimentación no respiratoria: receptores en músculos, senos
carotídeos, receptores venosos y cardíacos.
_ Mecanismos termo regulatorios: algunos de estos mecanismos predominan en
cierta fase:

 FASE I: predominan el estímulo central potenciado por la retroalimentación


muscular.
 FASE II: se le suman la potenciación a corto plazo, la acción del potasio en
los senos carotídeos y la de los gases sanguíneos.
 FASE III: actúan todos los mecanismos.

En la recuperación:

_ Fase rápida: desaparición del comando central y de los mecanismos de


retroalimentación muscular.

_ Fase lenta: desaparición de la potenciación a corto plazo, manteniéndose el


factor estimulador (aumento de potasio) y los otros mecanismos que se van a ir
ajustando hasta llegar al estado basal.
Bibliografía
 Lawrence H. B et al. Anatomia de Gray: bases anatomicas de la medicina y
la cirugia. 38ª ed. Madrid, España: Hartcourt Brace; 1998.
 Tresguerres, Jesus AF. Fisiología humana. 4ª ed. Madrid España: Mc
Graw Hill; 2010.
 Netter F.H. Medicina interna. 1ª ed. Barcelona España: Masson; 2003

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