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E L R EINO , ÁMBITO DEL E SPÍRITU

"En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíntu de Dios, eso significa que el
reino de Dios ha llegado a ustedes". Mateo 12:28
Preste atención a esta frase: "por medio del Espíritu de Dios. El Espíritu Santo abarca el
Reino. Aunque no son lo mismo, son inseparables. El Espíritu Santo hace cumplir el señorío de
Jesús, marcando su territorio con libertad.10 El dominio del rey se hace evidente por medio de
su obra.
La segunda parte de este versículo revela la naturaleza del ministerio. [un cristiano ungido
provoca la colisión de dos mundos: el mundo de las tinieblas y el mundo de la luz. Este pasaje
demuestra la naturaleza de la liberación. Cuando el reino de Dios viene sobre alguien, los
poderes de las tinieblas se ven obligados a salir.
Cuando se enciende una luz, las tinieblas desaparecen. No hay debate. No continúa oscuro
por unos minutos hasta que gana la luz. La luz es tan superior a las tinieblas que su triunfo es
inmediato.
El Espíritu Santo no tiene heridas de batalla. No tiene marcas que le hayan dejado los
príncipes demoníacos luchando por el primer lugar, Jesús es Señor, y punto. Quienes aprenden
a trabajar con el Espíritu santo hacen que la realidad de su mundo (su dominio) colisione con
los poderes de las tinieblas que tienen influencia sobre una persona o situación. Cuanto mayor
es la manifestación de la presencia del Espíritu, más rápida es la victoria.
El mayor regalo que hayamos recibido jamás es el Espíritu santo mismo. Quienes descubren el
valor de su presencia tienen acceso a una intimidad con Dios que nunca hubieran soñado
posible.
"Estaré contigo" es una promesa que Dios hizo a todos sus siervos. Moisés la escuchó
cuando enfrentaba el desafío de librar a Israel de Egipto, Josué la recibió cuando guió a Israel
para entrar en la Tierra Prometida. Cuando Gedeón recibió el llamado de Dios para ser
libertador de Israel, Dios lo selló con la misma promesa.11 En el Nuevo Testamento,
Dios la extendió a todos los creyentes a través de la Gran Comisión.14 La promesa nos llega
cuando Dios nos requiere algo que es humanamente imposible. Es importante destacar esto:
Es la presencia de Dios la que nos relaciona con lo imposible. Yo les digo a los hermanos: "'Él
está en mi por mi causa, y está sobre mi por la causa de ustedes". ¡Su presencia hace que sea
posible cualquier cosa!
Dios no necesita tratar de hacer cosas sobrenaturales. Él es sobrenatural. Lo único que
podría hacer, seria intentar no serlo. Si lo invitamos a intervenir en una situación, debemos
esperar nada menos que una experiencia sobrenatural.
Las personas tendían a los enfermos en las calles, con la esperanza de que la sombra de
Pedro cayese sobre ellos y fueran sanados.15 Pero no era la sombra de Pedro la que daba
sanidad. La sombra no tiene sustancia. Pedro era cubierto por la sombra del Espíritu Santo, y
era esa presencia la que producía los milagros. La unción es una expresión de la persona del
Espíritu Santo. Él es tangible. Hubo momentos en el ministerio de Jesús, en que todas las
personas que tocaban su manto eran sanadas o liberadas. La unción es sustancia. Es la
presencia real del Espíritu Santo, y Él puede manifestarse a nuestro alrededor.

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