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El propósito del discurso expositivo es informar sobre fenómenos,

sucesos, ideas, etc., en el ámbito del mundo real o de universos ficticios.

En conformidad con su propósito informativo, en este tipo de


discurso predomina la función referencial del lenguaje.

El propósito del discurso expositivo es informar sobre fenómenos,


sucesos, ideas, etc., en el ámbito del mundo real o de universos ficticios.

En conformidad con su propósito informativo, en este tipo de


discurso predomina la función referencial del lenguaje.

Para que el discurso expositivo cumpla efectivamente su propósito de


informar, esto es, para que sea pertinente, la información que el emisor
expone debe ser desconocida por el receptor, al menos en parte.

Esta diferencia de conocimientos entre ambos confiere a la situación


comunicativa un carácter asimétrico.

Si bien este tipo de discurso puede producirse en distintos contextos, se


asocia generalmente a situaciones formales de comunicación, por lo que
se privilegia el registro de habla culto.

En el ámbito de la comunicación oral, constituyen ejemplos prototípicos


de discurso expositivo las conferencias, charlas o disertaciones; en el
discurso escrito, está presente en los manuales, ensayos, artículos
especializados, etc.
Para el desarrollo de los temas que aborda, el discurso expositivo hace
uso de un conjunto de estrategias discursivas, entre las que se cuentan las
siguientes:

Definición
Consiste en enunciar qué es esencialmente un objeto, proceso o
fenómeno.
Se define desde lo genérico. La definición prescinde de los rasgos
concretos del objeto que define, por lo que implica un proceso de
abstracción
Para identificar aquello que se define, se especifica su género próximo,
es decir la clase general o contexto más amplio en que este se sitúa y
su diferencia específica, aquello que permite reconocerlo como una
especie distinta.

En la definición predomina la función metalingúística del lenguaje.


Ejemplo :

En el diccionario de la real Academia encontramos la siguiente


definición de pared: “Obra de albañilería vertical, que cierra o limita un
espacio.”
Si consideramos la profusa variedad arquitectónica que se manifiesta en
las paredes de distintas construcciones - el tipo y espesor del material,
sus terminaciones, el modo como empalma con el techo, su disposición
espacial, etc.- es obvio que la definición hace abstracción de ellas y sin
embargo, es lo suficientemente genérica y a la vez precisa, como para
que sea aplicable a cualquier pared. La de una catedral gótica, la de una
torre circular y aquellas de la casa que habitamos.
Asimismo, al definir pared, La RAE toma en cuenta la clase de objetos
en que esta se incluye.
Su género próximo son las obras de albañilería, su diferencia específica,
la función que cumple: Delimitar un espacio en sentido vertical.

La definición es particularmente importante en la comunicación


científica, cuyo lenguaje requiere de la máxima precisión.
Muy a menudo, la ciencia debe redefinir términos que en el uso común
poseen una variedad de acepciones. Del mismo modo, cuando ciertos
vocablos, originalmente restringidos al ámbito científico se vulgarizan,
es decir, pasan a formar parte del léxico cotidiano, se emplean con
menos rigor y por lo común se vuelven progresivamente polisémicos.

Descripción

Forma discursiva, mediante la cual se enuncian las características


particulares de espacios, objetos o fenómenos.
A diferencia de la definición, la descripción da cuenta de los rasgos
individuales del objeto descrito.

Toda descripción se realiza desde un punto de vista, es decir, desde un


lugar de observación.
El punto de vista desde el que se describe condiciona la visión que el
observador tiene del objeto descrito.
La descripción panorámica, por ejemplo, entrega una visión global que
solo es posible desde cierta distancia. La proximidad, en cambio, puede
generar un primer plano o un close up.

Asimismo, el punto de vista que asume el observador puede ser fijo o


móvil, circunstancia que también afecta a la descripción que se realiza.
Por último, quien describe selecciona y ordena los elementos que
integrarán el discurso descriptivo, por lo que siempre está en juego
algún grado de subjetividad. Sin embargo, la incorporación o
exclusión de las impresiones, sentimientos e imaginación de quien
describe, determina la calificación de objetiva u subjetiva aplicada a
una descripción.

Ejemplo:

Miró por la ventanilla del avión y vio el desierto que se aproximaba cada
vez más a medida que el avión descendía. Su similitud con los paisajes
lunares que había visto en las revistas de su padre le hizo sentirse como
un astronauta. Hacia donde extendiera la vista, veía un territorio
dominado por una arena grisácea que ora se hundía en depresiones ora
llenaba pequeños montículos, cuyas dimensiones crecían hasta
transformarse en cerros. El avión sobrevoló uno de ellos, que ahora era
una gran masa de tierra oscura con destellos azules y aterrizó en el
desolado aeropuerto.

La descripción anterior se hace desde un punto de vista móvil. El


progresivo descenso del avión va transformando la realidad ante los ojos
del descriptor. Desde una visión panorámica inicial, el discurso se mueve
hacia un primer plano del cerro. A medida que describe, el emisor va
incorporando sus propias impresiones, por lo que la descripción puede
calificarse como subjetiva.
Caracterización
La caracterización constituye una descripción de los rasgos que
caracterizan a personas o personajes de ficción.
Cuando se ocupa de los rasgos físicos de una persona recibe el nombre
de prosopopeya; cuando la caracterización atiende a los rasgos
sicológicos y éticos, se denomina etopeya; si comprende los aspectos
físicos y sicológicos, se trata de un retrato.

Ejemplo:
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
--ya conocéis mi torpe aliño indumentario--,
mas recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Los versos citados pertenecen al poema “Retrato” de Antonio Machado,


en que el poeta se caracteriza a sí mismo. Existe en este fragmento
alguna alusión a su aspecto físico – segundo verso- pero el acento está
puesto en lo epopéyico.

La subjetividad es un elemento frecuente en la caracterización y se


expresa en la incorporación de calificativos, el uso de figuras retóricas
(comparación, metáfora) y la emisión de juicios de valor respecto del
individuo que se caracteriza.
Cuando al caracterizar a una persona, se exageran aquellos rasgos que, a
juicio de quien lo describe, definen su apariencia o modo de ser, estamos
en presencia de una caricatura.
La caricatura literaria, al igual que la plástica, se han empleado
históricamente con propósitos principalmente humorísticos. Un ejemplo
de ello es la sátira política realizada a través de la caricatura.

Ejemplo :

Érase un hombre a una nariz pegado,


érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
(Quevedo)

Narración
La narración es el relato de acontecimientos que, como tales, se
desenvuelven en el tiempo. Sin embargo, su ordenamiento en el relato
no siempre se ajusta a una secuencia cronológica, El narrador puede
disponerlos de una forma distinta.
Los hechos de que da cuenta el discurso narrativo pueden ser reales –
como en el relato histórico, por ejemplo- o ficticios, como es el caso de
un cuento o una novela.
El discurso narrativo se presenta en:

- Los textos literarios de género narrativo.


- La noticia, como género propio del periodismo
- La crónica histórica o periodística
- El relato oral de experiencias vividas en la comunicación cotidiana.
- Algunos tipos de informes que se presentan como relación de hechos.

Ejemplo :

A la mañana siguiente Enrique amaneció resfriado. El viejo, que lo sintió


estornudar en la madrugada, no dijo nada. En el fondo, sin embargo,
presentía una catástrofe. Si Enrique enfermaba, ¿quién se ocuparía de
Pascual? La voracidad del cerdo crecía con su gordura. Gruñía por las
tardes con el hocico enterrado en el fango. Del corralón de Nemesio, que
vivía a una cuadra, se habían venido a quejar.
Al segundo día sucedió lo inevitable: Enrique no se pudo levantar. Había
tosido toda la noche y la mañana lo sorprendió temblando, quemado por
la fiebre.

(Juan Ramón Ribeyro)

Comentario
Forma del discurso expositivo, cuyo propósito comunicativo es entregar
información sobre un tema, incorporando, al mismo tiempo, la opinión
del emisor.

Utilza esta forma discursiva, la crítica de arte, ya se trate de la valoración


de obras individuales, sus autores o movimientos artísticos: un filme
Discurso exposotivo
recién estrenado; una novela clásica que se redescubre desde otra
perspectiva; una nueva generación de pintores, etc.

Ejemplo:

El personaje central de esta novela es un cuerpo. Un cuerpo que, con la


muerte, cobra una dimensión inesperada y redefine en forma mítica a la
mujer que fue en vida. Pocas veces un símbolo ha inquietado tanto la
imaginación de un país como el cuerpo muerto de Eva Perón. Santa Evita
cuenta por primera vez el largo calvario que sufrió este cadáver
embalsamado y retrata en forma admirablemente vívida a los personajes
que acompañaron su peregrinaje.
(Tomás Eloy Martínez – Santa Evita)

Existen en los distintos ámbitos del arte, revistas de carácter temático,


cuyo objeto principal es analizar y comentar la producción artística.
También algunos suplementos de los periódicos están abocados
específicamente a la publicación de comentarios

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