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Psicología positiva

La Psicología positiva estudia de manera científica las bases del bienestar


psicológico y de la felicidad, así como de las fortalezas y virtudes humanas.
Tradicionalmente, la psicología ha dedicado mucho esfuerzo a estudiar los aspectos
negativos y patológicos del ser humano (ansiedad, estrés, depresión, etc.), dejando
de enfocarse en el estudio de aspectos positivos, como la creatividad, la
inteligencia emocional, el humor, la sabiduría, la felicidad, la resiliencia, etc.
Este enfoque es denominado también, por algunos autores, como salutogénico.1 El
impulso definitivo para la creación de la Psicología positiva fue dado por Martin
Seligman, profesor de la Universidad de Pensilvania y antiguo Director de la
Asociación Americana de Psicología.

A finales de los años 1990, este conocido investigador, tras destacar la necesidad
de investigar de forma decidida los aspectos saludables del ser humano, propuso la
creación de la Psicología positiva como corriente específica dentro de la
Psicología y contó, para ello, con investigadores de gran renombre, como Mihaly
Csikszentmihalyi (quien fue director del Departamento de Psicología de la
Universidad de Chicago).

Se pueden encontrar antecedentes de la Psicología positiva en filósofos como


Aristóteles, quien dedicó parte de sus escritos a la εὐδαιμονία (eudaimonía,
término griego habitualmente traducido como felicidad), pero también en psicólogos
como Abraham Maslow o Carl Rogers, pertenecientes a la corriente llamada
"Psicología humanista". Una de las características definitorias de la Psicología
positiva, respecto a sus antecedentes históricos, radica en que, dentro de sus
principios, se establece que se enmarcará dentro del método científico. De esta
forma, los hallazgos obtenidos, así como las aplicaciones, tendrán la garantía de
haber sido validadas científicamente.

La psicología positiva, al igual que todas las corrientes psicológicas, ha tenido


tanto detractores como simpatizantes. Fernández-Ríos y Manuel Vilariño, en un
artículo titulado Mitos de la psicología positiva: maniobras engañosas y
pseudociencia (2016) afirman que "la psicología positiva tiene una carencia de
rigor empírico, lo genera el actual modo de diseminar el conocimiento científico.
La presión de la política universitaria induce a publicar en revistas con índice de
impacto, aunque los artículos concluyan lo evidente."2 Ya Vikto Frankl, en El
hombre en busca de sentido (1946), argumentaba que "la salud se basa en un cierto
grado de tensión, la tensión existente entre lo que ya se ha logrado y lo que
todavía no se ha conseguido; o el vacío entre lo que se es y lo que se debería ser.
Esta tensión es inherente al ser humano y por consiguiente es indispensable al
bienestar mental. No debemos, pues, dudar en desafiar al hombre a que cumpla su
sentido potencial. Sólo de este modo despertamos del estado de latencia su voluntad
de significación", dejando explícitamente que un exceso del "pensamiento positivo"
por sí mismo obstaculiza el bienestar cognitivo-afectivo, contrario a los
propósitos de la psicología positiva. Esta división de opiniones sobre la
positividad y la negatividad se detallan más adelante.

Índice

1 Investigación
2 Aplicaciones
3 Recepción y críticas
4 Véase también
5 Referencias
6 Bibliografía
7 Enlaces externos

Investigación
La Psicología positiva estudia diversos aspectos del ser humano: emociones
positivas como la felicidad, la alegría o el amor y fortalezas como el optimismo,
la creatividad, la gratitud, la sabiduría o la resiliencia.

Estudios recientes han mostrado, por ejemplo, que la influencia de los ingresos
económicos sobre la felicidad sólo es relevante hasta cubrir las necesidades
básicas. A partir de un determinado nivel, mayores niveles de ingresos parecen no
aportar mayores niveles de felicidad. Por el contrario, la cantidad y calidad de
relaciones interpersonales aparece como el factor más a menudo asociado a un mayor
nivel de bienestar psicológico percibido. Otros factores como el optimismo, la
autoestima y la gratitud o rasgos básicos de personalidad, como la extraversión y
la estabilidad emocional, también aparecen relacionados con mayores niveles de
felicidad.Plantilla:(Oblitas,2008)

Los estados mentales positivos actúan como barreras a los trastornos psíquicos y
tienen un efecto preventivo e incluso rehabilitador, actúan como escudos
protectores ante los trastornos psíquicos, refuerzan los anclajes emotivo-
cognitivos que todos tenemos de forma natural y pueden ser usados en un tratamiento
psicoterapeútico. La Psicología positiva no es una rama diferenciada de la
Psicología, sino un conjunto de conceptos y principios que acabarán integrándose en
el cuerpo de conocimientos y las técnicas de toda la Psicología incluyendo la
Psicología clínica. (Vid. Antonio Adserá: Terapias de Psicología positiva.)

Actualmente, los avances científicos permiten a los psicólogos utilizar


herramientas eficaces, para no sólo tratar el malestar emocional, sino, también,
prevenir su aparición, mediante el entrenamiento de técnicas y estrategias que nos
hacen más fuertes y más sanos. La orientación preventiva fue la idea original de
Seligman y constituye una de las bases de esta corriente.

El movimiento de la Psicología positiva se inscribe dentro de la Psicología


académica, por deseo expreso de sus fundadores; es decir: sus conocimientos se
elaboran y discuten dentro de las universidades, instituciones de investigación y
órganos y eventos asociados (p. ej.: asociaciones y congresos científicos). Esto
pretende garantizar la máxima fiabilidad a los contenidos que se agrupen dentro de
la etiqueta: "Psicología positiva". Esto permite distinguirla del denominado:
"Pensamiento positivo".
Aplicaciones

Los hallazgos de esta disciplina están siendo aplicados en campos muy distintos,
como por ejemplo, en el ámbito educativo, el ámbito organizacional, el ámbito
laboral, el ámbito clínico y se ha utilizado, últimamente con mucho éxito, en la
Psicogerontología. Para consultar estas aplicaciones, se pueden consultar revistas
científicas, como: "Journal of Positive Psychology" o "Journal of Happiness
Studies" y monográficos aparecidos en otras revistas clásicas, como: "American
Psychology" o "Review of General Psychology".
Recepción y críticas

Según Kirk Schneider, la psicología positiva no explica los comportamientos atroces


pasados como los perpetrados por el partido nazi, las marchas estalinistas y las
reuniones del Klan, por mencionar unos pocos. Además, Schneider señaló un cuerpo de
investigación que muestra altos correlativos de positividad con ilusión positiva
(positive illusion), lo que distorsiona efectivamente la realidad.3 El grado de la
caída de la alta positividad (del inglés flourishing) es uno que podría llegar a
ser incapaz del crecimiento psicológico y de la autoreflexión, y tiende a sostener
sesgos raciales. Por el contrario, la negatividad, a veces evidenciada en la
depresión leve a moderada, está correlacionada con una menor distorsión de la
realidad. Por lo tanto, la negatividad podría desempeñar un papel importante dentro
de la dinámica del "flourishing" humano, tal como indica Viktor Frankl, mencionado
anteriormente. Para ilustrar esto, el compromiso de los conflictos (conflict
engagement) y el reconocimiento de la negatividad apropiada (appropriate
negativity), incluyendo ciertas emociones negativas como la culpabilidad, podría
promover mejor el flourishing.4 En general, Schneider proporcionó perspectiva: "tal
vez la felicidad genuina no es algo a lo que apuntas, sino que es un subproducto de
una vida bien vivida, y una vida bien vivida no se asienta en lo programado o
calibrado de forma ordenada". Seligman ha reconocido en su obra el punto sobre la
ilusión positiva,5 y es también un crítico de simplemente sentirse bien de sí mismo
aparte de la realidad, y reconoce la importancia de la negatividad/disforia.

Ian Sample, escribiendo para el periódico The Guardian, señaló que, "los psicólogos
positivos también están acusados de enterrar sus cabezas en la arena e ignorar que
las personas deprimidas, incluso simplemente infelices, tienen problemas reales que
necesitan tratar." Sample también citó a Steven Wolin, un psiquiatra clínico de la
Universidad George Washington, diciendo que el estudio de la psicología positiva es
sólo una reiteración de las formas más antiguas de pensar, y que no hay mucha
investigación científica para apoyar la eficacia de este método.6 Gable responde a
la crítica en su positiva ("pollyanna") visión del mundo diciendo que sólo están
trayendo un equilibrio a un lado de la psicología que está claramente
subestudiado.7

Barbara Held sostuvo que mientras la psicología positiva hace contribuciones al


campo de la psicología, tiene sus faltas. Ella ofreció la comprensión en los temas,
incluyendo los efectos secundarios negativos de la psicología positiva, negatividad
dentro del movimiento positivo, y la división actual en el campo de la psicología
causada por opiniones divergentes de psicólogos en la psicología positiva. Además,
observó la falta de coherencia del movimiento en relación con el papel de la
negatividad. También planteó cuestiones con el enfoque simplista adoptado por
algunos psicólogos en la aplicación de la psicología positiva. Un enfoque de "un
tamaño para todos" no es discutiblemente beneficioso para el avance del campo de la
psicología positiva; sugirió la necesidad de incorporar las diferencias
individuales en su aplicación.
Véase también

Felicidad
Psicología Humanista

Referencias

Análisis del modelo salutogénico en España: aplicación en salud pública e


implicaciones para el modelo de activos en salud. Rivera, F.; Ramos, P.; Moreno, C.
y Hernán-García, M. Revista Española de Salud Pública. Vol. 85 (2) 2011 p. 129-139.
[1]
Fernández-Ríos, Manuel Vilariño, Luis, Manuel (2016). «Mitos de la psicología
positiva: maniobras engañosas y pseudociencia». Universidad de Santiago de
Compostela. Consultado el 01, enero, 2018.
Schneider, K. (2011). «2 (1)». Toward a Humanistic Positive Psychology. Existential
Analysis: Journal of the Society for Existential Analysis. p. 32–38.
Fredrickson, B. L (2005). «60 (7)». Positive Affect and the Complex Dynamics of
Human Flourishing. American Psychologist. p. 678–686.
Seligman, Martin E. (1995). The Optimistic Child. Houghton Mifflin Company. p. 295–
299.
Sample, Ian (19, noviembre, 2003). «How to be happy». The Guardian.

Gable, Haidt, S. L., J. (2005). «9 (2)». What (and why) is positive


psychology?. Review of general psychology. p. 103.

Bibliografía
Adserá, A. (2013)."Terapias de Psicología Positiva" Ed. 3temas
Cataluña, D. y Fiz, J.(2014). Psicología Positiva: Pautas para incrementar tu
felicidad. Ediciones Dauro.
Avia, M. D. y Vázquez, C. (1998). Optimismo inteligente. Psicología de las
emociones positivas. Alianza editorial.
Kahneman, D., Diener, E., Schwarz, N. (2003). Well-Being: The Foundations of
Hedonic Psychology. Russell Sage Foundation Publications.
Oblitas, L. (2008). Psicología de la salud: Una ciencia del bienestar y la
felicidad. AV. PSICOL. 16(1) [Disponible en:
http://www.unife.edu.pe/publicaciones/revistas/psicologia/2008/psicologiasalud.pdf]
Peterson, Ch. y Seligman, M. (2004). Character Strengths and Virtues: A
Handbook and Classification. Oxford University Press.
Seligman, M. (2002). La auténtica felicidad. Ediciones B.
Vázquez, C. y Hervás, G. (ed.) (2008). Psicología Positiva Aplicada. Ed.
Desclee de Brower.* Vázquez, C. (2006). La Psicología positiva en perspectiva.
Papeles del Psicólogo, vol. 27 (1)
Vázquez, C. y Hervás, G. (ed.) (2009). La ciencia del bienestar: Fundamentos
para una Psicología positiva. Ed. Alianza.

Enlaces externos

www.behappiest.com Blog especializado en Psicología Positiva aplicada


Centro de Test en Castellano
Sociedad Española de Psicología Positiva
Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania
[http://www.enpp.eu Red Europea de Psicol
Instituto Europeo de Psicología Positiva
Psicología positiva aplicada al trabajo y organizaciones
[https://web.archive.org/web/20130921060433/http://www.psipositivaonline.com/
Psicología Positiva ON LINE

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