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Como os contaba al finalizar el primer capítulo de mi diario, es verdad que unos siete años después de aquel primer correo electrónico donde proponía transformar la manera en la que se trabajaba con las personas y el talento de la organización las cosas cambiaron radicalmente. Pero siete años son mucho tiempo como para dejarlos pasar sin explicar nada, sobre todo si durante esos años uno se dedica, como fue mi caso, a desarrollar y trabajar con equipos de empresas, personas y directivos que querían desarrollar sus competencias personales y profesionales… así que tuve por delante un camino de aprendizajes que recorrer.
Como os contaba al finalizar el primer capítulo de mi diario, es verdad que unos siete años después de aquel primer correo electrónico donde proponía transformar la manera en la que se trabajaba con las personas y el talento de la organización las cosas cambiaron radicalmente. Pero siete años son mucho tiempo como para dejarlos pasar sin explicar nada, sobre todo si durante esos años uno se dedica, como fue mi caso, a desarrollar y trabajar con equipos de empresas, personas y directivos que querían desarrollar sus competencias personales y profesionales… así que tuve por delante un camino de aprendizajes que recorrer.
Como os contaba al finalizar el primer capítulo de mi diario, es verdad que unos siete años después de aquel primer correo electrónico donde proponía transformar la manera en la que se trabajaba con las personas y el talento de la organización las cosas cambiaron radicalmente. Pero siete años son mucho tiempo como para dejarlos pasar sin explicar nada, sobre todo si durante esos años uno se dedica, como fue mi caso, a desarrollar y trabajar con equipos de empresas, personas y directivos que querían desarrollar sus competencias personales y profesionales… así que tuve por delante un camino de aprendizajes que recorrer.
Como os contaba al finalizar el primer capítulo de mi diario, es verdad que unos
siete años después de aquel primer correo electrónico donde proponía transformar la manera en la que se trabajaba con las personas y el talento de la organización las cosas cambiaron radicalmente. Pero siete años son mucho tiempo como para dejarlos pasar sin explicar nada, sobre todo si durante esos años uno se dedica, como fue mi caso, a desarrollar y trabajar con equipos de empresas, personas y directivos que querían desarrollar sus competencias personales y profesionales…