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Antropología
30/05/2014
Resumen:
La Internet dentro del ámbito social y cultural ha dimensionado la destrucción de las nuevas
fronteras transicionales entre una sociedad online y offline. Las comunidades creadas en el
ciberespacio han sido fuente recalcable del impacto que ha tenido a cabo la Internet y el
respaldo de estas comunidades hacia nuevos sistemas económicos ha generado una nueva
manera de concebir el valor monetario dentro del mundo virtual hacia el mundo real y las
afecciones que éste tiene. El soporte a la nueva economía es descentralizado y el bitcoin
surge como una moneda de gran valor a la par de otras divisas para las sociedades dentro y
fuera de Internet en una escala global.
Palabras clave:
Summary:
The Internet in the social and cultural sphere has dimensioned the destruction of the new
transitional boundaries between online and offline society. The communities created in
cyberspace have been squeezable source of the impact it has had to carry the Internet and
the support for these communities to new economic systems has created a new way of
thinking about the monetary value within the virtual world into the real world and the
affections it has. The support to the new economy is decentralized and the bitcoin emerges
as a currency with a great value as par of other currencies for societies inside and outside
the Internet on a global scale.
Key Words:
Las ciencias sociales no pueden considerar el contexto social online como algo ajeno a su
objetivo y praxis porque las personas ya le han otorgado ese sentido tanto en su uso como
en su comportamiento social en el ciberespacio, la creación de representaciones culturales
propias y porque han comenzado a construir sus modelos personales de comprensión de
este contexto social online (Del Fresno, 2011).
La cibercultura forma parte creciente de la vida social de las personas, de sus pensamientos
y de cómo se expanden nuevas formas de comportamiento y relación. La singularidad del
ciberespacio reside en que no solo “se limita a hacer la vida más fácil: la hace diferente”, su
importancia principal estriba en que “evoca, o engendra, maneras de interactuar que antes
no eran posibles” (Del Fresno, 2011).
Que no todos los apoyos o interacciones tienen por qué ser útiles, auténticos o altruistas en
el contexto social online es tan evidente como lo es en la experiencia de búsqueda de apoyo
en la vida cotidiana sin mediación alguna de Internet. Es indiscutible, por otra parte, que si
la experiencia social cotidiana respondiese de forma idónea o satisfactoria a las demandas
de apoyo de todas las personas, el contexto social online no se plantearía como un espacio
ampliado a la sociabilidad y sin utilidad real, en definitiva, no existiría, por no ser necesario
(Del Fresno, 2011).
Muchas de las interacciones suelen ser reguladas por la propia comunidad y a pesar de que
cada uno de los individuos concibe su manera de pensar diferente de los demás, se ve
arrastrado por las sociedades creadas dentro de este contexto, encuentra su propio espacio,
se incorpora, se adapta y ayuda a que la propia comunidad crezca con su colaboración tanto
directa como muchas veces indirectamente.
Las creación de redes sociales a través de la participación de cada uno de los individuos
marca un factor clave y específico sobre el comportamiento de las personas, muchas veces
diferente al llevado a cabo en su vida cotidiana, esto no solo crea una red de relaciones sino
que también propaga sistemas infraestructurales a partir de un marco en específico
acercándose desde el punto teórico y conceptual a su desenvolvimiento práctico y
contextual.
La formación de comunidades online dan la creación y el soporte base necesario para
cualquier organización, institución o empresa. El hecho es que en la sociedad
contemporánea estas comunidades se han ido macrointensificando a raíz del surgimiento de
micro sociedades en la misma red. Lo que comienza como un espacio colaborativo se
convierte en algo más grande al ser aceptado por las personas y ser distribuido de manera
analógica.
El paso histórico por las diferentes formas de concebir y utilizar el dinero, nos habla de una
sociedad dispuesta a tomar otras formas de sentar las bases para una nueva infraestructura
económica. El cambio transicional que adquieren estas formas, ya no en dinero físico
debido a su desmaterialización en el mundo tangible, repercuten al nuevo modelo de
intercambio económico.
Aunque en ocasiones una misma persona puede ser cliente y servidor al mismo tiempo,
generalmente nos encontramos ante la situación de tener miembros activos, que forman el
entramado de la intercomunicación, y los miembros pasivos, que decantan únicamente por
la vía del consumo de información. En este último caso, son el elemento receptor y final de
la comunicación. Son pues los elementos activos de la w3 los que estarán más
representados en este medio y que son una “realidad” internáutica, que puede coincidir o no
con la realidad cotidiana, física y tangible (García Santiago, 2003).
Las propias comunidades dentro de internet se han dado a la tarea de encontrar defectos en
los códigos de creación en plataformas, sistemas informáticos y en este caso lo que se
concebirá como la nueva economía resultante de procesos complejos de análisis y
encriptación de datos.
Surge el bitcoin como una criptodivisa (medio digital de intercambio) descentralizada y una
nueva moneda para intercambiar bienes y servicios que innova el sistema económico dentro
y fuera de Internet por su eficiencia, seguridad y facilidad de intercambio. Al no pertenecer
a ningún Estado o país su uso es internacional con una tasa de cambio flotante.
En la parte que se refiere a la descentralización del bitcoin, al no ser controlada por ningún
banco, Estado o institución financiera, implica que no existen intermediarios las
transacciones se hacen de manera directa. Además de todo, al igual que el diseño de
Internet, el bitcoin no está centralizado en un solo lugar o servidor, por lo que un ataque
cibernético no cortaría el flujo de transacciones.
El bitcoin fue concebido en 2009 por Satoshi Nakamoto seudónimo utilizado para nombrar
al grupo creador. Su origen carece de información ya que mucha de ésta es secreta, el
bitcoin comenzó como un proyecto nuevo para darle valor a una moneda virtual y su
constante crecimiento entre la oferta y la demanda lo ha ido constituyendo como un sistema
económico importante al ser respaldado por la comunidad en el ciberespacio y mediado por
la misma.
Hay que comprender la importancia histórica del acontecimiento que ha tenido la creación
del bitcoin, su introducción al mercado y su creciente popularización; se puede hablar de la
Ley de Gresham, que consiste en que al haber dos monedas en circulación la “moneda
mala” será más usada y desplazará a la “moneda buena” que será ahorrada por las personas,
en este caso por ser una divisa que ha adquirido gran valor dentro del mercado
internacional el bitcoin podría ser considerado como la “moneda buena” permitiéndole una
mayor estabilidad.
Las críticas a Bitcoin se fundamentan en dos aspectos. Por un lado, las repercusiones que
puede tener sobre los propios usuarios de la moneda; por otro, las repercusiones sobre la
sociedad en su conjunto, por su potencial de transformar las relaciones entre los
ciudadanos. La sociedad podría transformarse significativamente si el uso del bitcoin
consiguiera ser más o menos generalizado. Los bancos centrales verían limitada su
influencia sobre los sistemas de pago, regulación, estabilidad financiera, política monetaria
y estabilidad de precios (Eurosystem, 2012).
Como el bitcoin no está respaldado por el gobierno de ningún país, no se rige por la
normativa del Fondo Monetario Internacional. Por esta razón, si el bitcoin alcanzase un
valor significativo, podría llegar a suponer una amenaza a la estabilidad de las divisas
mediante la puesta en marcha de ataques especulativos, a no ser que el propio Fondo
Monetario Internacional desarrollara algún método fuera de la normativa actual para
evitarlo (Eurosystem, 2012).
Los bitcoins tienen el poder necesario para desbancar a otras divisas y al mismo tiempo
cambiar las reglas del mercado a nivel global. Los países han apostado por contribuir a la
Sociedad de la Información impulsando la introducción de Internet en diferentes ámbitos
cotidianos. Por otra parte, con la desaparición de este tipo de fronteras, los gobiernos están
perdiendo protagonismo en el nuevo orden mundial, en detrimento de las empresas y en
este caso de los propios individuos. Internet ahora actúa como un elemento democratizador
de la sociedad y como un elemento mediador de la economía.
Bibliografía
Anon., s.f. Blockchain. [En línea]
Available at: https://blockchain.info/es/
[Último acceso: 28 Mayo 2014].
García Santiago, L., 2003. Extraer y visualizar información en internet: el Web Mining. España:
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Gómez Vieites, Á. & Veloso Espiñeira, M., 2003. Redes de computadoras e Internet.
Funcionamiento, servicios ofrecidos y alternativas de conexión. México, D.F.: ALFA OMEGA GRUPO
EDITOR, S.A. de C.V..
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