¿Quién soy y para qué vivo?

¿Quién soy? Responder esta pregunta se me hizo sumamente importante debido a que
al poder identificar quién soy yo podré reconocer para qué vivo.
Lo primero que uno responde cuando se cuestiona quién soy es su nombre, en mi caso
sería Raquel, pero ¿Soy solo un nombre?, podria responder tambien mis cualidades,
pero ¿Soy solo eso?. Yo soy un ser irrepetible y único. Soy cuerpo, alma y espíritu,
una misma unidad. Mi cuerpo no se reduce simplemente en la unidad de mis
miembros que lo constituyen sino que este me permite expresar mi estado natural y
pecador, consagracion a Dios y vida gloriosa, es por eso que debo educarlo y ser
capaz de controlarlo. Por otro lado debo saber diferenciar entre los términos cuerpo y
carne (antiguamente denominados basar) los cuales solo toman valor mediante la
interpretación de la fe. Existe el pecado contra el cuerpo el cual puede darse por
medio del pecado de la carne. A diferencia de la carne, el cuerpo merece respeto,
existe una dignidad hacia él porque no nos pertenece sino a Dios. Mi alma, sin
embargo, es mi esencia, quien se expresa mediante mi cuerpo. No soy dueña de esta,
eso lo podemos entender mediante la muerte, en la cual el alma vuelve a su dueño,
pero si puedo buscar su salvación porque la salvación del alma es la salvación de uno
mismo. Mi espíritu es quien debe unirse al Espíritu de Dios, hacerse uno solo con Él.
El espíritu divino renueva el espíritu del hombre para suscitar en él la oración, para
unirlo al Señor y no hacer con él sino un mismo espíritu
Entonces, si soy cuerpo y alma en conjunto, ¿Para qué vivo?. Vivo para ser feliz es
cierto, todos estamos llamados a la santidad la cual nos hace feliz, pero ¿Cómo
alcanzo esa santidad, esa felicidad? Viviendo cristianamente, y el cristiano al recibir el
bautismo ha vivido todo el itinerario de Cristo, y debe seguirlo día tras día. Vivo para
amar y dar la vida por el otro.
En conclusión si Dios fue quien me creó y él es superior a mi porque lo he visto y
vivido podría afirmar que yo soy quien soy por el que Es.Yo soy alguien, no algo. En
la actualidad, la sociedad nos vende indirectamente la idea de que somos algo y no
persona. Esta idea nos quita la capacidad de amar es por eso que debemos recordar
que somos persona y vivimos para la entrega total a Dios