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Amparo Dávila nació en Pinos, municipio minero del estado de Zacatecas, el 21 de febrero
de 1928. "Uno de esos tantos poblados mineros mexicanos que más parecen cuevas de
fantasmas traspasados por el viento helado, por días largos. Ahí no se habita, ahí se inventa
la vida por el único camino posible: la imaginación." La rebelde y valiente que pasaba horas
aislada en el campo con tan solo cinco años. Luis Mario Schneider, Introducción a Material
A esto sumarle su salud precaria, una vida de hija única encerrada en casas enormes, solas
“A través de las ventanas, la niña miraba pasar los más extraños cortejos fúnebres a
unos cuantos pasos de la puerta de su casa: algunos muertos iban sobre los hombros
de los dolientes en cajas de madera muy rústicas, otros sobre carretas y apenas
Es quizás estos inicios lo que nos dan a conocer su fascinación para colocar elementos
fantásticos en su obra como veremos mas adelante, sus primeros acercamientos a la literatura
fueron gracias a la gran biblioteca de su padre, revisando la divina comedia ilustrada y tal y
"Todo eso llenó mi niñez de terror, todos los demonios, los círculos infernales,
aterrorizaron mis noches y mis días. A pesar de que el libro era tan terrible para mí
ciudad, aparecieron sus primeros salmos, que después, en 1950, fueron recogidos en su
primer volumen publicado: Salmos bajo la luna. Sus textos aparecieron en la revista Letras
Carlos Valdés, demostrar su Valia y su talento en el ámbito literario, acto seguido publica
sus libros de poesía Meditaciones a la orilla del sueño y Perfil de soledades, poemas un poco
más largos publicados por "El Troquel" de San Luis Potosí, en 1954
Fue la secretaria de Alfonso Reyes cuando él fue a dar unos cursos de invierno en dicha
ciudad y le fueron presentados los jóvenes que empezaban a escribir en aquellos lugares y
por aquella época. Fue por insistencia de Alfonso Reyes comenzó a publicar sus primeros
Artes, Estaciones y Revista de la Universidad. Y ha sido en este ámbito donde su talento más
brillo.
Esto último se demuestra en sus tres, delgados, pero maravillosos, libros de cuentos, en 1957
el Fondo de Cultura Económica le pregunto si quería publicar un libro con ellos. El primero,
Concreta, apareció en 1964, en la misma colección y en la misma editorial. Fue con este
segundo libro que la elevo con el título de cuentista consagrada, en 1977 se le galardona con
el premio Villaurrutia Arboles petrificados que vio la luz por la editorial Joaquín Mortiz.
Muchos de los cuentos de sus tres libros ya ocupan un lugar de privilegio en antologías hechas
tanto aquí como en el extranjero y aunque por mucho tiempo era conocida y leída por
convertido en una escritora para escritores, gracias a la gran cantidad de antologías donde ha
sido incluida su obra es actualmente más conocida y apreciada por el gran público.
Una vez dijo: "Se ha dicho que en mi prosa abuso de los personajes locos, enajenados... La
verdad es que nunca he vivido entre seres normales, todo ha sido absurdo, todo ha sido irreal,
Al reflexionar sobre su paso de la poesía al cuento, Amparo Dávila dice: “ahí me he quedado
porque es inagotable, ofrece muchos retos y misterios como una caja de pandora.” (Amparo
Dávila citado por “En busca de Amparo Dávila” (2005), Milenio Diario, México, disponible
publicar sus tres libros de poemas dado que como ella comenta en la entrevista a Milenio,
“contar un cuento es un arte”. Analizaremos cada libro de cuentos de Amparo Dávila y los
temas recurrentes en ellos, En Tiempo destrozado (1959), primer libro de relatos de Amparo
Dávila, tenemos un texto algo raro en la literatura mexicana de su época: un texto que nos
muestra tres géneros narrativos distintos en nombre pero relacionados entre ellos, que para
"lo extraño" y el relato surrealista, el cuento que da titulo a esta obra "Tiempo destrozado”,
el cual es una sucesión de cuentos breves que recuerda la experiencia de los sueños, "Primero
(...) Todo fue ligero entonces y gaseoso (...) Se podía llegar a través de los muros (Amparo
Contar los sueños lo más cercanamente posible a como se recuerda su experiencia, registrar
que la sintaxis narrativa aún legible, con competencia lingüística y conservando el sentido,
imaginación libre de trabas o el ejercicio cabal del "inconsciente”, fue, como se sabe, junto a
la "escritura automática" o espontánea. uno de los métodos literarios del surrealismo, cuya
grado de querer perfeccionar ese arte. Este hombre singular se ejercita y lleva una rigurosa
disciplina para experimentar el dolor en sus diversas gradaciones, cuando surge una presencia
femenina de la cual se enamora y es por este motivo que comienza a fracasar en su plan de
convertirse en un artista del dolor por lo cual llega a la reflexión que si la matara, llegaría a
perdido lo acosaría haciendo sufrir perpetuamente, lo extraño de este relato se nos presenta
en la solución insólita pero la forma “lógica” y común que presenta la búsqueda del dolor así
como lo fácil que le resulta llegar a la solución de que matándola no solo evitaría fracasar si
por la experiencia racional del diario vivir. Dado que lo fantástico no tiene una explicación
inverosímil, este explicación fantástica no es completamente, el decir que todo fue hecho por
un brujo, no resuelve es creíble aunque de una solución “creando una ambigüedad que no se
Salazar).
"Moisés y Gaspar" es uno de los textos fantásticos que Amparo Dávila publica en Tiempo
destrozado, En él no se sabe si esos dos personajes, Moisés y Gaspar, son perros, gatos o
humanos. En medio de una situación completamente convencional y verosímil, estos dos
seres aparecen como una herencia que no se puede rechazar o abandonar: son seres vivos que
necesitan de comida y de cuidado; tienen rasgos de mascotas, pero también de niños con
síndrome de Down o muy Hiperactivos. Pero esta duda jamás se elimina en toda la narración,
en ningún momento se nos desvela la imagen completa y mucho menos clara de qué son,
como son, qué piensan o qué siente, porque aun los fragmentos donde aparecen llorando y
“tristes” son refutados inmediatamente con los fragmentos donde no parece que les importe
otra cosa que el desenfreno, y se nota que lo hace a propósito. Se ve así que un recurso de lo
fantástico es la omisión: si adrede no se aclara lo que aparece como una ambigüedad o sin un
significado preciso, resulta obvia la voluntad del autor de poner a dudar a los lectores de su
relato.
Árboles petrificados marca la culminación de Amparo Dávila como narradora. En un delgado
volumen de doce textos, los temas que en este conjunto de textos maneja siguen siendo casi
los mismos: los intrincados laberintos de la vida interior, el amor, la muerte, la locura, la
frontera débil, peligrosa unas veces y gozosa otras, entre la realidad y el sueño; el horror y la
Todos los elementos de la narrativa gótica aparecen en sus cuentos, desde los temas
como un símbolo de la deformidad del alma del personaje en cuestión. Rondan por sus textos
los personajes misteriosos, grotescos, los fantasmas aparecidos a los vivos, los cuales andan
"Oscar", dos de sus cuentos con ese título. Amores amplificados en proporciones
elementos góticos que están presentes en este conjunto narrativo son el ambiente, que es dado
por el escenario: la casa de campo, la vetusta mansión colonial, el viejo hospital; sea, el
ambiente los personajes deformes, los monstruos y aparecidos, y los héroes y heroínas que
crece libre, con rienda suelta, como las pasiones de los personajes que los habitan. Y como
nos sigue diciendo Humberto Guzmán de los cuentos de esta autora: "Se trata de lo real visto
desconocidos e íntimos mundos interiores que no son hechos de ahora sino desde toda la
Tres cuentos del más puro corte gótico. El primero es "Griselda", el cual sucede en el viejo
jardín abandonado de una vetusta casona. Una mujer joven se encuentra con una mujer
madura y ésta última cuenta la historia de un amor desdichado y trágico. Usa unos lentes
oscuros para ocultar las cuencas vacías de sus ojos. El segundo es "El pabellón de descanso",
un mórbido relato de una mujer que se enamora de la muerte. El tercero es "Osear", este
relato sintetiza las características de la cuentística de Amparo Dávila, Osear, quien es el hijo
enloquecido de la familia. Este tipo de personajes son una constante en la obra de Amparo
trastorna, la cambia, la vuelve un infierno sobre la tierra. Ya aparece en sus primeros libros.