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Seminario de Psicología Médica

III Ciclo de Estudios Semestre Académico 2018-I

Enfermedades Psicosomáticas

Autor

Chavesta Pajuelo Luisamaría


Gallegos Piñín Alejandra
Gómez Pita Maritza
Llontop Novoa Marghye
Majuán Pintado Fernando
Mundaca Zuñiga Luis

Docente

Chiclayo – Perú

2018
ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS

1.- ENFOQUE PSICOFISIOLOGICO


 SOMATIZACION
Como decía Juvenalis, “la salud mental y la física van siempre de la mano”.

Según la Real Academia Española somatizar puede definirse como transformar


problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria.

Se pueden producir enfermedades psicosomáticas bien por estrés, problemas


emocionales o emociones negativas.

Actualmente, la mayoría de las personas vivimos corriendo de un sitio para otro


lo cual nos produce mucho estrés, solemos tener muchos problemas
emocionales (ansiedad, depresión, problemas familiares,…) y estamos
rodeados de emociones negativas (rencor, celos, envidia,…).

Los síntomas físicos que se generan cuando tenemos niveles altos de estrés y/o
problemas emocionales producen dolores aparentemente inexplicables de
abdomen, cabeza, náuseas, vómitos, problemas gastrointestinales,… que
provocan dificultades a nivel laboral y social. Esto se conoce como somatización.

Somatizar es la expresión física del malestar psicológico. No es un problema


mental, sino consecuencia de la relación entre mente y cuerpo.

El cuerpo se encarga de expresar las emociones que sentimos. Cuando las


emociones no pueden ser expresadas, son somatizadas.
 MEDICINA PSICOSOMATICA
Es un campo médico interdisciplinario que estudia los fenómenos
psicosomáticos y las relaciones entre factores sociales, psicológicos, y de
comportamiento en los procesos del cuerpo y la calidad de vida de los humanos.

La Medicina Psicosomática es un modo de hacer Medicina. La Psicosomática


implica un enfoque bio-psico-social del enfermar de cada paciente. Y es que, la
Psicosomática considera que hay que tener en cuenta los factores psicológicos
y ambientales que rodean al hombre, no de una forma aislada, sino
interrelacionados y en interacción.

Para los profesionales de la Medicina Psicosomática, hay muchos pacientes


cuyas enfermedades no son causadas de modo exclusivo o prevalente por
factores orgánicos sino que su proceso patológico no es más que el reflejo de
un sufrimiento psíquico, emocional, afectivo, personal o social.

Entre las patologías psicosomáticas más frecuentes se encuentran las


depresiones, los trastornos de la conducta alimentaria, las adicciones, el
alcoholismo, las jaquecas, el estrés, los reumatismos y los trastornos de
ansiedad, entre otras. La hipertensión arterial, la enfermedad coronaria y las
enfermedades metabólicas, como la gota o la diabetes, son también ejemplos
de patología eminentemente psicosomática.

En la era tecnológica y de la superespecialización de la medicina, la


Psicosomática puede jugar un papel imprescindible como integradora y
comprensiva del enfermar del hombre de hoy.

En España, la Medicina Psicosomática no está reconocida como especialidad


médica. En otros países, como Alemania, Holanda,... la Psicosomática es una
especialidad médica más.

 TRASTORNOS PSICOSOMATICOS
Ante un sujeto con síntomas y signos de alteración en su salud física, se deben
considerar las siguientes posibilidades:
 Presencia de enfermedad médica definida.
 Presencia de enfermedad, pero factores psicológicos, comportamentales
y sociales están implicados en su manifestación inicial, la exacerbación
de sus síntomas o la alteración de respuesta al tratamiento.
 Presencia de trastorno psiquiátrico definido con síntomas y signos físicos
asociados. Ejemplo los trastornos de ansiedad y los trastornos
depresivos.
 Los síntomas referidos por el paciente y los hallazgos del examen físico
no evidencian alteración fisiopatológica y los exámenes complementarios
tampoco están alterados. Ejemplo los trastornos somatomorfos.
 Generación voluntaria de síntomas y signos que no correlacionan con la
clínica de enfermedades definidas. Corresponden a esta posibilidad el
trastorno facticio y la simulación
2.- ETIOPATOGENIA DE LAS ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS
Tener una enfermedad psicosomática es uno de los más grandes impedimentos
para una vida feliz. Muchas personas visitan medico tras medico buscando una
solución, pero generalmente están tratando los síntomas, no el origen. Esta es una
situación en la cual las emociones son el motivo principal y no saber cómo manejar
eventos negativos de la vida se busque solucionar el problema a través de medicina
química. Hay varias razones por las cuales una persona desarrolla una enfermedad
psicosomática, y sus efectos son vistos en la vida diaria de la persona. A
continuación te presentamos las causas y los efectos más comunes de esta
situación:

Experiencias pasadas: Eventos en el pasado de una persona son las razones


más grandes por las cuales él o ella han desarrollado un problema psicosomático.
Cuando han pasado cosas terribles, traumas, violaciones, abusos, etc., en su
pasado, y al no saber cómo limpiar el trauma emocional resultado de esas
experiencias, una persona puede desarrollar una enfermedad psicosomática para
darle salida a ese dolor. Sin embargo, la mayoría de personas piensan que
olvidando lo que pasó, buscando dejar en el pasado el evento, se soluciona. Pero
no es así. A menos que se vaya y se “limpie” el evento a profundidad, asegurando
que la persona esté en paz y en aceptación total a lo que pasó, seguramente esas
emociones seguirán causando problemas en la vida y en la salud de la persona.

Confusión: muchas personas viven su vida en un estado profundo de confusión e


inseguridad, esto lleva a que duden de sí mismas en tomar decisiones sabias en su
vida. Hay estudios que han comprobado que son las personas indecisas las que
son altamente probables de vivir desórdenes psicosomáticos más que las personas
que toman decisiones rápidamente. Al no poder tomar una decisión acertada, la
persona cae en emociones negativas como culpa, arrepentimiento, resentimiento,
y otras emociones que mal manejadas, resultando en una enfermedad.
Un mecanismo de defensa: algunas personas se crean enfermedades
psicosomáticas porque no saben cómo defenderse de personas que las atacan,
manipulan, o las lastiman, y es más fácil estar enfermo que defenderse. El problema
aquí sucede cuando la persona, al enfermarse, comienza a debilitar su voluntad aún
más, creándose un círculo vicioso de infelicidad.

Un mecanismo de lastima: Algunas personas se crean estas enfermedades por la


razón completamente opuesta a la anterior. Lo hacen como una forma de manipular,
controlar, o atacar a otros para recibir lastima, ayuda, amor, o para no hacerse
responsables de su propia vida. Esto crea la consecuencia de que las personas
alrededor constantemente viven en estrés, presión, culpa y otras experiencias
negativas, creando relaciones conflictivas e infelices.
Algunas soluciones temporales:

 Buscar reducir el estrés: prueba dándote tiempo para ti en cosas que te


gusten, meditación, yoga.
 Dieta saludable.
 Ejercicio.
 Dormir lo suficiente.
Solución permanente: Sanar tus emociones.

Las emociones negativas son energía y cuando no permitimos que salgan, se


muevan, terminen su ciclo de vida, se estancan y se van acumulando en nuestro
subconsciente. A través de los años vamos guardando dolores, vergüenzas,
culpas, resentimientos, odios, etc. Y lo único que nos piden es ser sentidas, ser
liberadas. Al negarles eso, al reprimirlas y resistirlas, la energía va a buscar salir
de otra manera, y así es como se crean las enfermedades psicosomáticas.

Si eres una persona que ya ha buscado solución para su enfermedad en todos


lados, y no has encontrado algo verdaderamente efectivo, te invitamos a
considerar un camino de trabajo interno. Buscar aliviar eventos dolorosos y un
pasado negativo es parte del propósito del desarrollo personal y espiritual. Para
esto, se tiene que tener la valentía y el compromiso de realmente buscar en sí
mismo la causa de tu dolor.
3.- TRANSTORNOS PSICOSOMÁTICOS
¿Que son los trastornos psicosomáticos?
Un trastorno psicosomático es
una alteración física para la cual
no se encuentra ninguna causa
fisiológica que la origine. Los
síntomas se relacionan con
algún conflicto psicológico. Es
decir, hay un factor psicológico
que desencadena una
sintomatología orgánica.
El término trastorno
psicosomático no tiene una
definición precisa. En general se
aplica a los trastornos físicos
que se consideran originados
por factores psicológicos o que
en su origen se considera que
los factores psicológicos tienen
mucha importancia. Es común
que el término psicosomático
abarque la combinación de factores biológicos, ambientales, sociales y
psicológicos.
Los trastornos psicosomáticos suelen manifestarse en presencia de alguna de las
siguientes condiciones en la persona:
 Conductas desadaptativas relacionadas con la salud, tales como consumo de
sustancias, sedentarismo o mala alimentación.
 Respuestas fisiológicas asociadas al estrés.
 Estilos de afrontamiento negativos.
 Rasgos histéricos de la personalidad.
La influencia de los factores psicológicos en una determinada condición médica se
puede manifestar de la siguiente manera:
 Alteración del curso de la enfermedad.
 Perturbación del tratamiento de la condición médica general.
 Agravamiento de los síntomas de una condición médica general a través de
respuestas fisiológicas asociadas al estrés.
 Constituyendo un factor de riesgo adicional para la salud del individuo.
Síntomas de los trastornos psicosomáticos
Para entender la naturaleza y síntomas de los trastornos psicosomáticos es
indispensable considerar la mente y el cuerpo como un todo integrado. Por esto siempre
conviene tener presente la gran influencia de las enfermedades físicas en la esfera
psicológica y viceversa.
En general los pacientes que padecen algún trastorno psicosomático, enumeran una
serie de síntomas que no pueden ser atribuidos a ninguna enfermedad física, de modo
que pasan por varios especialistas e intentan diferentes tratamientos antes de acudir al
psicólogo. El paciente no provoca los síntomas de una manera consciente y no se trata
de simulaciones.
Por otro lado, los trastornos psicosomáticos también pueden presentarse como
enfermedades orgánicas bien definidas y en las que los factores psicológicos juegan un
papel muy importante, ya sea en su inicio, evolución o intensidad.
Enfermedades psicosomáticas
Los trastornos psicosomáticos más frecuentes son (P. Lorente, 1983):
1. Trastornos cutáneos: Acné, Dermatitis, Pruritos, Eczemas, Hiperhidrosis,
Urticaria y Alopecia areata.
2. Trastornos respiratorios: Asma bronquial
3. Infertilidad psicógena, que viene dada por la dificultad de algunas mujeres para
quedarse embarazadas.
4. Trastornos gastrointestinales: Gastritis crónica, Ulcera péptica, Colitis ulcerosa,
Estreñimiento, Hiperacidez y Colón irritable.
5. Trastornos de los órganos de los sentidos.
6. Trastornos endocrinos: Hipertiroidismo, Hipotiroidismo y Diabetes
7. Trastornos osteomusculares: Tortícolis y Cefaleas tensiónales, que se
manifiesta como un dolor de cabeza, que afecta también a los músculos de la
cabeza y el cuello.
8. Trastornos hemáticos y linfáticos.
No todo lo psicosomático se manifiesta como un trastorno sujeto a un diagnóstico
específico. De hecho hay diversos síntomas psicosomáticos que se relacionan en mayor
o menor medida con la esfera psicológica del individuo, entre los que destacan los
mareos y vértigos, la sensación de falta de aire, problemas urinarios, sexuales, pérdidas
de cabello, e incluso trastornos de los sentidos.
Tratamiento de los trastornos psicosomáticos
Los objetivos generales de la terapia estarán en función de las distintas disfunciones
implicadas en el proceso psicosomático. Para cada componente disfuncional se
propondría una intervención personalizada.
4.- TRATAMIENTO DE LAS EFERMEDADES PSICOSOMATICAS
El tratamiento de los trastornos psicosomáticos puede ser complejo, y para realizarlo es
necesario contar con la participación de un equipo multidisciplinar, siendo
especialmente necesaria la participación de especialistas en medicina y en psicología.
En general, el tipo de tratamiento va a variar en gran medida dependiendo del tipo de
patología que se genere o potencie. Por ejemplo, una úlcera tendrá un tratamiento
diferente que la dismenorrea o que una angina de pecho o una arritmia.
Intervención farmacológica y médica
A nivel farmacológico y médico, el tratamiento se focalizará en primer lugar en tratar la
sintomatología presentada y el daño tisular de la cual se deriva. Dado que la ansiedad
y el estado de ánimo son vinculados a este tipo de trastornos, el tratamiento de estos
aspectos a nivel farmacológico también puede resultar de gran utilidad, si bien en este
aspecto los fármacos suelen tener solo un efecto temporal y pueden volver a reaparecer
los síntomas.
Intervención Psicológica
A nivel psicológico resulta básico que el paciente sea capaz de expresar el motivo
psíquico por el cual genera los síntomas, con lo que será necesario emplear técnicas
dedicadas a este fin. Se recomienda el uso de aquellas técnicas empleadas en el
tratamiento de la ansiedad, el estrés y la depresión. Además de ello se ha de tener en
cuenta el tipo de afección generada y los efectos que su existencia pueda tener a nivel
psíquico en el paciente.
La realización de diferentes técnicas de relajación, la técnica de solución de problemas,
el aprendizaje de diferentes métodos para tolerar y gestionar el estrés y la ansiedad, e
incluso el entrenamiento en habilidades sociales (en los casos que la ansiedad se vea
exacerbada por un déficit en este tipo de habilidades), la reestructuración cognitiva de
cara a modificar las creencias disfuncionales, la desensibilización sistemática o el
psicodrama pueden ser de mucha ayuda de cara a mejorar la sintomatología.
El uso de la teatralización en forma de role-playing, modelado o psicodrama es un
elemento a tener muy en cuenta y que pueden contribuir en gran medida a la mejoría
de los síntomas al permitir al sujeto expresar o incluso tomar conciencia del origen de
su dolencia o bien el motivo por el que se ha potenciado ésta.
Asimismo, la realización de ejercicio físico moderado (según el caso, ya que si hay
patología coronaria debe extremarse la precaución en este aspecto), la expresión de
conflictos o incluso elementos como la aromaterapia también pueden ser de utilidad
para este tipo de pacientes.
Hay diferentes enfoques de psicoterapia, por ejemplo:

 Psicoterapia de apoyo
 Psicoterapia dinámica orientada a la introspección
 Terapia de grupo
 Terapia familiar
 Terapia cognitivo-conductual
 Hipnosis
 Ejercicios de relajación

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