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II.- Objetivos…………….……………………………………………………………....pág4
III.4.1.-Fase I………………...………………….…………………………pág11
Conclusiones…………………………………………………………………………...pág21
Bibliografía…………………………………………………………………………......pág22
I.- INTRODUCCIÓN
La rehabilitación cardiaca en pacientes coronarios se ha desarrollado ampliamente en el
mundo, en otro tipo de enfermos cardiacos como los valvulares, insuficientes cardiacos y
trasplantado el empleo de estos procedimientos comenzó solo a finales de la década de los
70 y son moderados los avances encontrados. Los portadores de prótesis valvulares se
comenzaron a incluir en los programas de rehabilitación cardiaca a partir de la década de
los 70. Actualmente existe consenso sobre la necesidad una rehabilitación de tipo
respiratorio y con técnicas de fisioterapia posoractomía durante el periodo postoperatorio
inmediato, pero no son muchos los equipos que continúan un verdadero programa de
rehabilitación en el periodo más avanzado de la intervención, aplicando técnicas de
reentrenamiento al esfuerzo. Se ha comprobado que los pacientes se benefician mucho de
los programas de entrenamiento físico a largo plazo. Los resultados son estimulantes, sobre
todo en los que se refiere a mejora en la calidad de vida y reinserción socioprofesional. La
progresión de la capacidad física es variable, siendo mejor y más precoz entre los aórticos y
menor y más tardía entre los mitrales y polivalvulares.
La rehabilitación cardiaca en los pacientes con prótesis valvular se divide en tres fases, sin
dejar de lado las actividades durante el preoperatorio, es ideal hospitalizar a los enfermos al
menos una semana antes de la intervención quirúrgica; la fase I comprende entre la
intervención quirúrgica de recambio valvular y la adquisición de la independencia
funcional, la fase II Es el lapso más activo de la rehabilitación y se corresponde con la fase
de convalecencia de los pacientes infartados y la fase III Corresponde a la fase de
mantenimiento, coincide generalmente con la reincorporación laboral.
I.- OBJETIVOS:
Al inicio, los programas que hoy conocemos como Rehabilitación Cardiaca (RC), se
basaban en la utilización del ejercicio físico para mejorar la condición física de los sujetos,
lo que aliviaba sus síntomas. A nivel mundial existen pocos centros que realicen RC. Hay
una serie de problemas de los niños con cardiopatía, que a través de estos programas
pueden mejorar. La investigación al respecto es limitada, porque el impacto de dichos
programas no es claro.
Durante los primeros días del postoperatorio, asegurar una correcta ventilación y
prevenir las complicaciones del decúbito en particular y del reposo en general.
Evitar la atrofia muscular, alteraciones osteoarticulares y la adaptación
cardiovascular a los esfuerzos de la vida diaria.
Después de la fase de astenia postoperatoria, mejorar la tolerancia al esfuerzo,
obteniendo así un mejor rendimiento de la cirugía.
Ofrecer al paciente un apoyo psicológico y educativo, de modo que adquiera
confianza y aprenda a autocontrolarse.
Mejorar la calidad de vida y apoyo a la reinserción laboral.
Como la de los coronarios, la rehabilitación de estos pacientes se divide en tres fases, pero
antes debemos ocuparnos del preoperatorio.
III.4.1.-FASE I.
El trabajo con los miembros superiores en esta fase revisten gran importancia
psicológica ya que el paciente se da cuenta de que, pese a la cicatriz de la
esternotomía, es capaz de efectuar esfuerzos con sus brazos. Durante todas las
sesiones de entrenamiento hospitalario se insistirá en los métodos de autocontrol:
sensación de fatiga y disnea y nivel de frecuencia cardiaca adaptados a cada
paciente. Esta enseñanza será fundamental para que más adelante el enfermo
continúe su reentrenamiento a domicilio en los casos que sea imposible asistir a las
sesiones supervisadas.
En sentido general, las actividades propuestas durante este periodo son la sesiones
de fisioterapia (en algunas ocasiones se utilizan diversos medios de terapia física
como los campos magnéticos y la laserterapia, para mejorar los procesos de
cicatrización y en algunos casos combatir posible sepsis de la herida quirúrgica), la
terapia ocupacional, principalmente la mecanoterapia (rueda de hombro, poleas y
escalera digital), el apoyo psicológico, las orientaciones dietéticas y la preparación
para el retorno al trabajo.
III.4.3.- FASE III
Fiebre
Durante el síndrome febril, la rehabilitación no podrá progresar y habrá que contentarse con
la fisioterapia respiratoria y algunos ejercicios suaves en la cama o al lado de la misma,
sólo con el objetivo de evita las complicaciones del reposo.
Complicaciones respiratorias
Parálisis frénicas
Ocurren en un 10% de los posoperados, pero son mucho más frecuentes en lado izquierdo.
Se asocian con frecuencia a derrames pleurales o atelectasias pulmonares. Al principio no
provocan mayores alteraciones de la capacidad física, pero cuando el entrenamiento
progresa, se observa siempre una disminución de la capacidad funcional de aquellos
enfermos cuya movilidad diafragmática no es normal.
Insuficiencia cardiaca
Arritmias
La más frecuente es sin duda la arritmia completa por fibrilación auricular. Siempre se
tratará de reducir a ritmo sinusal, pero si ello no es posible (fibrilación auricular muy
antigua, aurícula muy grande, entre otro), habrá que tratar al menos de reducir la frecuencia
ventricular (digitálicos, betabloqueadores, algunos inhibidores del calcio) para facilitar el
reentrenamiento al esfuerzo. En general, la progresión es lenta al comienzo, luego se llega a
niveles similares, al de los enfermos sin fibrilación auricular, pero de nuevo los niveles
elevados (más de 8 Mets) se observa una merma de la capacidad física en los portadores de
arritmia. De igual modo existen estadísticas que demuestran claramente una mayor
incidencia de accidente tromboembólicos encefálicos en este tipo de enfermos.
Pericarditis
Aparece con frecuencia, aunque la mayoría solo presente ruidos de frote a la auscultación
y/o ligeras alteraciones de la repolarización ventricular en el electrocardiograma de reposo.
Al esfuerzo, estas anomalías de la repolarización no se modifican e incluso mejoran. Otros
pacientes, sin embargo, presentan dolor de origen pericárdico que perturba la progresión
porque hay que modificar los esfuerzos. Algunas fiebres, cuyo origen es difícil de
encontrar, pueden explicarse por esta reacción pericárdica posoperatoria. La
ecocardiografía es la mejor ayuda para diagnosticar y seguir la evolución de este trastorno y
muy especialmente si existe derrame pericárdico agregado.
Anemia Ferropénica
Las secuelas de accidente vascular cerebral serían tratadas con la fisioterapia adecuada y en
este periodo tendremos que sospechar esta complicación en toda alteración neurológica
central (perturbaciones de las funciones intelectuales o superiores, de la vista, síndrome
cerebeloso, monoparesias, hemiparesias, entre otras).
Cicatriz operatoria
Sin duda, para seguir la evolución y vigilar el estado del paciente durante la rehabilitación,
son las técnicas de electrocardiografía dinámica las más importantes.
Nos informará la frecuencia cardiaca con lo que podemos tener una idea
aproximada de la tolerancia a los esfuerzos que el paciente ha realizado durante el
periodo de registro. Esta demás insistir en su utilidad en casos de arritmia y cuando
es necesario controlar algún medicamento que actúa sobre el ritmo y la frecuencia
cardiaca.
Telemetría
Pruebas de esfuerzo