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MARCHAS Y CONTRAMARCHAS.

EL DERECHO A LA EDUCACIÓN Y LAS DINÁMICAS DE EXCLUSIÓN INCLUYENTE


EN AMÉRICA LATINA.
(A sesenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).

Para introducirnos en la temática de lo que expresa Pablo Gentili en su ensayo


“Marchas y Contramarchas - El Derecho a la Educación y las Dinámicas de Exclusión
Incluyente en América Latina”, me detendré en primera instancia en hacer una breve
presentación biográfica de nuestro autor: Nacido el día 23 de Diciembre de 1963 en Buenos
Aires, capital de Argentina, donde en la principal Universidad se Doctoró en Educación y
realizó una Licenciatura en Ciencias de la Educación. Actualmente, es Secretario Ejecutivo
del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Profesor de la Universidad
del Estado de Río de Janeiro y Coordinador del Observatorio Latinoamericano de Políticas
Educativas (FLACSO/UERJ/UMET). Es autor y compilador de numerosas obras en español,
portugués e inglés. Entre ellas se destacan: Pedagogía de la Exclusión, Crítica al
Neoliberalismo en Educación (Universidad Autónoma de México, 2004); Espacio público y
privatización del conocimiento, entre otros1.

En su ensayo, al cual me encuentro abocado y citado en primeras líneas, P. Gentili


parte del análisis de la consolidación de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (1948) DUDH, debido al desconocimiento de esos derechos.

El mismo se centra en: Analizar los procesos educativos como un derecho humano
en América Latina y el Caribe. También analiza los objetivos opuestos entre la concepción
socializante y privatizadora que no se encuentran fundamentados en dicha declaración, en
virtud del aporte a una generación de riquezas. Por último realiza una fuerte crítica ante los
procesos “exclusión incluyente”, lucha por el conocimiento es igual a lucha por poder, lo
que apunta a los desafíos de las políticas educativas de esa región con la expansión de la
escolaridad y una cierta negación a sectores de la población. En esa línea de pensamiento,
Gentili realiza un análisis socio histórico cultural amparado en el artículo 26 de la DUDH
teniendo en cuenta los principios de igualdad y libertad.

Cabe destacar que para el autor una política educativa democrática debería ser
diseñada de tal forma en donde la DUDH tuviera más relevancia; ya que la misma podría

1 Pablo Gentili - SITEAL - Unesco - http://www.siteal.iipe.unesco.org/sites/default/files/siteal_dialogo_gentili.pdf


terminar o al menos disminuir con la herencia de exclusión y desigualdad, por eso destaca
que luego de la creación de la DUDH hubo tratados que se crearon (1966 Asamblea General
de la ONU – 1989 Derechos del Niño – 2000 Declaración del Milenio) que en vez de reafirmar
y ampliar la lucha por una educación pública y democrática, lo que hizo fue limitarla, porque
la inclusión de un derecho en un tratado no garantiza la eficacia de su implementación, ni
tampoco protege a sus beneficiarios, sino que abre dos campos de disputa: la lucha por su
implementación efectiva y la lucha por su reconocimiento como principio ético que organiza
las relaciones humanas en una sociedad.

Partiendo de estas discrepancias, el autor analiza las “Marchas”2 que han enfrentado
el Derecho a la Educación en donde el conocimiento sea un bien público y no una mercancía,
que desde 1948 si bien el crecimiento de los sistemas educativos fue notorio, no se puede
dejar de observar las diferencias regionales que continúan siendo muy grandes. Para esto
el autor se basa en un estudio estadístico que demuestra su afirmación, por lo que la
medición del desempeño del derecho a la educación constituye la evidencia de que la DUDH
no supuso únicamente la formulación de una proclama. Además es un hecho que el proceso
de expansión escolar ha sido una constante en toda América latina y el caribe, pero también
no se puede dejar de observar que la realidad regional evidencia tendencias que debilitan y
obstaculizan esos avances democráticos que muestran las estadísticas.

Esas tendencias de la que habla el autor se ven reflejadas en una marcha en que se
da la aceleración, la expansión y la universalización que se produjo en Latinoamérica a partir
de la segunda mitad del siglo XX, y que son resultados de luchas y movilizaciones de los
sectores rurales y urbanos, sindicatos y movimientos. Estos límites por lo que refiere a los
avances supone a un llamado de atención sobre las marchas y contramarchas que tienen
como objetivo hacer de los derechos humanos una realidad activa.

A lo que refiere “Contramarchas”3, permiten observar los límites que enfrentan las
posibilidades de hacer del derecho a la educación una oportunidad efectiva para las grandes
mayorías. De esto se deriva que existe un conjunto de factores que producen socialmente
la exclusión educativa en las sociedades latino americanas, por tal motivo se debe reconocer
que la exclusión es una relación social, por lo que los que están excluidos del derecho a la
educación, no solamente están por permanecer fuera de la escuela sino también por ser

2
Marchas y Contramarchas (pág. de 25 a 32) – Revista Iberoamericana de Educación Nº 29 (2009), pp. 19-57
3
Marchas y Contramarchas (pág. de 33 a 50) – Revista Iberoamericana de Educación Nº 29 (2009), pp. 19-57
parte de un conjunto de relaciones y circunstancias que los alejan de este derecho. Por
ejemplo, históricamente a los pobres se les negaba el derecho a la educación y hoy se les
niega este derecho al no ofrecer otra alternativa que no sea la de permanecer en un sistema
educativo que no garantiza ni tampoco crea condiciones para el acceso a una educación de
calidad. Lo que si se observa es que a partir de la segunda mitad del siglo XX, es un proceso
de universalización del acceso a la escuela asociada a la obligatoriedad escolar; tratando
así de revertir las tendencias que limitan o niegan las posibilidades efectivas de afirmación
de este derecho.

Esas tendencias que se orientan a revertir los avances alcanzados, hace de la


universalización de las oportunidades una “universalización sin derechos”, luego por la
expansión educativa una “expansión condicionada”. La universalización sin derechos, para
el autor es el proceso de acceso a la escuela que se produce en un contexto de
empeoramiento de las condiciones necesarias que permiten a ser efectivas y reconocidas el
derecho a la educación desde 1948. Por otra parte la expansión condicionada es un proceso
por el cual los sistemas nacionales de educación han tendido crecer en el marco de una
segmentación y diferenciación institucional que otorga a los sujetos que transitan por estos
sistemas en estatus y un conjunto de oportunidades desiguales.

Las tendencias que contribuyen a los dos conceptos anteriores de los sistemas
educativos latinoamericanos son:

1º) la “Pobreza y la Desigualdad”, que se refiere a los altos niveles de pobreza y


exclusión como también la persistente desigualdad e injusticia social que caracterizan el
desarrollo latinoamericano contemporáneo que han limitado de forma combinada el potencial
democratizador de dicha expansión (los niveles de miseria asociada al hambre y a la
desnutrición, y a las pésimas condiciones de vida y de salud notoriamente en la población
infantil y juvenil) donde este aspecto se articula con la desigualdad, pues aunque algunas
sociedades consiguen reducir la pobreza, la injusticia social continua de forma constante.
Estos factores impactan en el campo educativo.

2º) La “Segmentación y Diferenciación de los Sistemas Escolares” también


interfieren en los procesos de universalización de las oportunidades de acceso a la
educación. Pues los sistemas nacionales de educación se encuentran diferenciados en
circuitos institucionales que concentran condiciones y oportunidades educativas
heterogéneas y desiguales.
La definición de sistema educativo choca con la realidad de aparatos institucionales
heterogéneos por lo que refiere en sus dinámicas de funcionamiento, en condiciones de
acceso a recursos, en el perfil de los docentes, en el tipo de alunado y en el tipo y la calidad
común de los conocimientos que imparten. La escuela se ha universalizado sin ampliarse o
democratizarse su condición pública; es decir, el estatus de bien común y del derecho social
desmercantilizado.

Por más que hoy existan más oportunidades de acceso a la escuela, las formas de
exclusión educativa y la negación de las oportunidades escolares se han vuelto más difusas,
pues aún el sujeto estando dentro del sistema, continua con su derecho a la educación
negada. Así, las oportunidades educativas se vuelven más desiguales en un sistema escolar
institucionalmente más complejo y heterogéneo, menos igualitario y más polarizado,
segmentado y diferenciado.

3º) “Los Sentidos del Derecho a la Educación”, lo que Gentili dice es que la
educación debería tener un sentido que apuntara de forma efectiva lo que establece la
DUDH referente a la educación como un derecho humano, entre otras. Sostiene que la
educación como un derecho humano es la base, la aspiración y el punto de llegada de toda
lucha por la justicia social y la igualdad, pero durante la última mitad del siglo XX la educación
fue sometida a una disputa acerca de los motivos que la fundamentan y de las razones que
la dotan de sentido.

Desde este punto de vista el autor observa que la educación aumenta la productividad
y las oportunidades aumentan las posibilidades de competir por el dominio de los
conocimientos para ocupar así los mejores puestos y más disputados beneficios. A partir de
esto concluye que, mientras que la DUDH trataba de reafirmar la dimensión pública de la
educación desde el ámbito de la igualdad y la justicia social, el economicismo educativo iba
contaminado los discursos de las sociedades y gobiernos. Para el economicismo educativo,
el sentido de la educación se afirma en las ventajas económicas que la misma puede
producir, esto referente en la idea de que como no hay derechos por la mitad, entonces no
hay un principio de mayoría que se aplique a los derechos humanos simplemente porque el
derecho a la educación es colectivo y no solamente para un número de personas.

En base a estas tres sub divisiones que el autor apunta dentro del apartado
Contramarchas, surge el concepto de “Exclusión Incluyente”, que trata de llamar a la
atención sobre la necesidad de pensar el conjunto de dimensiones que están constituidos
en todo proceso de discriminación y a la vez, alertando que a partir de la
multidimencionalidad y la necesaria construcción de procesos sociales de inclusión siempre
dependen de un conjunto de decisiones políticas orientadas a revertir las múltiples causas
de la exclusión y no solo algunas, que acaban resultando insuficientes en el marco de una
inserción institucional.

A partir de toda esa reflexión y análisis realizada por Gentili, el mismo sostiene que:
se debería pensar entorno a los espacios de intervención y de disputa, una consolidación y
ampliación de las fronteras de la educación como un bien público y social como un derecho
humano fundamental. Esto sería como un desafío en donde se debería redoblar la apuesta,
ampliar y radicalizar la herencia que nos deja la declaración de 1948. Esta apuesta debe ser
el motor de una renovada esperanza en el valor que el derecho humano a la educación
posee y que deberá poseer en el “Futuro”4, pero para esto debe haber una voluntad popular
que exija y en este marco, el autor presenta dos cuestiones relevantes.

A) “Defensa y Protección del Derecho a la Educación en los Tribunales


Nacionales e Internacionales”

Para Gentili si el reconocimiento de la educación como derecho humano fundamental


constituye el punto de partida para la construcción de toda política educativa, entonces se
debería poner en cuestión el orden jurídico sobre el cual se sustentan los principios de una
sociedad libre e igualitaria, solidaria y democrática, cuestionándolo como cualquier otro
delito. De esa forma, los estados en todas sus jurisdicciones deberían ser juzgados y
condenados por violar ciertos derechos humanos, pues los gobiernos deben ser
responsables por la educación de sus ciudadanos.

B) “Ampliar los Sentidos Democráticos del Derecho a la Educación”:

Teniendo en cuenta los aspectos que dotan al derecho a la educación de un poder


democrático pero que a la vez sea eficaz, es relevante impedir que el conocimiento sea
monopolizado y expropiado de forma privada por individuos, grupos u organizaciones que
disponen del poder, de los recursos, de la fuerza y de la superioridad técnica que permite
acumularlo.

Este punto es visible a la hora de ver que la lucha por el conocimiento es siempre
lucha por el poder, de ser así el propio conocimiento está atravesando por uno de los

4
Marchas y Contramarchas (pág. de 50 a 55) – Revista Iberoamericana de Educación Nº 29 (2009), pp. 19-57
atributos que define una de las formas dominantes de ejercicio del poder: el
“COLONIALISMO” en donde, por la propia colonialidad del poder se corresponde con a una
colonialidad del saber, surge la cuestión entorno a que el derecho humano a la educación
como igualitario, no debe ser un derecho a cualquier educación o a la que los poderosos
interpretan que nos merecemos, sino a una educación liberadora basada en el
reconocimiento y en el respecto a los saberes que nos han constituido como nación,
comunidad, tradiciones, etc…

Así como Gentili considera que la educación pública debe ser orientada en base a los
valores que se presentan en la DUDH desde 1948, en tanto como igualdad de
oportunidades, sin discriminación y violencia, en base a un sistema político de confianza con
la sociedad y una institucionalidad democrática de confianza a partir de la participación e
intervención ciudadana, desde mi punto de vista es algo singular que se puede observar al
estar inmerso en la Facultad de psicología, ya que no vemos solamente ciudadanos de
nuestra patria; sino que también la integración de otros ciudadanos de otras naciones
latinoamericanas, tanto en el ámbito educando como educador. Y esto es lo que abre una
perspectiva hacia un futuro en la educación de nuestro país.

GLOSARIO:

PALABRAS CENTRALES: Contramarchas, Colonialismo, Derechos humanos,


Democracia, Desigualdad, Desmercantilizado, Diferenciación, Educación, Escolaridad,
Exclusión, Expansión, Futuro, Igualdad, Incluyente, Institucional, Libertad, Marchas,
Pobreza, Pública, Segmentación, Universalización.

BIBLIOGRAFÍA:
Gentili, Pablo - SITEAL - Unesco -
http://www.siteal.iipe.unesco.org/sites/default/files/siteal_dialogo_gentili.pdf
Gentili, Pablo - Marchas y Contramarchas (El Derecho a la Educación y las Dinámicas de Exclusión
Incluyente en América Latina) (pág. de 19 a 55) – Revista Iberoamericana de Educación Nº 29
(2009), pp. 19-57.

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