Oración del Día

Señor en el silencio de este día naciente, vengo a pedirte la paz, la sabiduría y la

fortaleza, quiero mirar hoy al mundo con los ojos llenos de amor; para ser paciente,
comprensiva y buena, ver a todos más allá de las apariencias como tú mismo nos ves, cierra mis
oídos a toda crítica destructiva, guarda mi lengua de toda palabra incorrecta, que sólo los
pensamientos que bendicen mueran en mi espíritu; que sea tan buena y alegre; que todos los
que se aproximen a mí sientan tu presencia, revísteme de ti mismo Señor que a lo largo de este
día yo te dé a conocer.

Oración al Ángel de la Guardia

Oh, Santo Ángel!!!

Desde mi nacimiento tú has sido mi protector, hoy te entrego mi corazón, dáselo a mi

Salvador Jesús, a quien debe pertenecer solamente.

Tú eres mi protector en la vida, se tú también mi consolador en la muerte!, fortalece mi

fé, has firme mi esperanza, enciende en mí el Amor Divino!!!.

Concédeme que no me asuste la vida pasada, que no me perturbe la presente, que no

me atemorice la futura.

Fortaléceme en el combate de la muerte, exhórtame para la paciencia, consérvame la

paz!!

Alcánzame la gracia de que mi último aliento sea el pan de los Ángeles, mis últimas
palabras Jesús, María y José, mi último respiro, un respiro de Amor y tu presencia mi última
consolación. AMÉN.

Oraciones Diarias
1. La Señal de la Santa Cruz.
2. Invocación al Espíritu Santo.
- Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu
Amor.
- Envía Señor tú Espíritu, para darnos nueva vida.
- Y se renovará la faz de la tierra.

Oración
Oh!! Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo,
concédenos saborear las cosas rectas según éste tú Espíritu y gozar para siempre de sus
consolaciones. Por Cristo nuestro Señor Jesucristo. AMÉN.

Oración a San Miguel Arcángel

 San Miguel de Arcángel, defiéndenos en el combate, sé nuestro amparo contra la malicia
y las asechanzas del demonio. Reprímele Dios pedimos suplicantes: y tú Príncipe de la milicia
celestial, lanza al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que
vagan por el mundo para la perdición de las almas. AMÉN.

3. El Credo (Oración de Confirmación de la fe).

4. Señor Mío Jesucristo (Oración de Perdón).
5. Acto de Perdón.
6. Acto de Acción de Gracias.
7. Acto de Solicitud de Peticiones.
8. Padre Nuestro.
9. Ave María.

Salmo 23
El Señor es mi Pastor, el es mi Pastor, nada me puede faltar. Ante mí está la mesa y la
copa de Cristo; recibí mejor que la unción de aceite sagrado, espero no el descanso de la muerte
sino el de la Resurrección junto al Padre.

El Señor es mi Pastor nada me puede faltar, en verdes pastos en él hace reposar, y donde
brota agua fresca me conduce.

Fortalece mi alma; por el camino del bueno me dirige en amor de su nombre.

Aunque pase por quebradas muy oscura, no temo ningún mal, porque tú estás conmigo
tu bastón y tu vara me protegen.

Me sirven a la mesa frente a mis adversarios, con aceites tu perfumas mi cabeza y

rellenas mi copa.

Me acompaña tu bondad y tu favor mientras dura mi vida, mi mansión será la casa del
Señor por largo largo tiempo.

Oración Magnifica
Alaba todo mi ser la grandeza del Señor, y mi Espíritu se alegra en el Dios que me salva.

Porque quiso mirar la condición humilde de su esclava. En adelante pues, todos los
hombres oirán que soy feliz.

En verdad, el Todopoderoso hizo grandes cosas para mí, reconozcan que su nombre es
Santo y que de Padres a Hijos sus favores recaen sobre aquellos que le temen.

Su brazo realizó enormes hazañas, disperso a los soberbios con sus maquinaciones, sacó
a los poderosos de sus tronos y puso en su lugar a los humildes, repletó a los hambrientos de
todo lo que es bueno y despidió vacíos a los ricos.

De la mano tomó a Israel su siervo demostrándole su misericordia. Esta fue la promesa

que ofreció a los padres y que reservaba a Abraham y a sus descendientes para siempre. AMÉN.
 Oración de la Sangre de Cristo
Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa, sellamos toda persona,
hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiere hacer daño.

Con el Poder de la Sangre Preciosa de Jesús, sellamos toda potestad destructora en el

aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la
naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo cual nos movemos hoy.

Con el Poder de la Sangre de Jesús, rompemos toda interferencia y acción del maligno.

Te pedimos Jesús, que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo y de estudio, a la

Santísima Virgen María acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael Arcángeles y a toda
su corte de Santo Ángeles.

Con el Poder de la Santa Sangre de Jesús, sellamos nuestra casa, todos los que la habitan
(nombrar a cada uno de ellos), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y
los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento.

Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos personas, animales y objetos, el aire que
respiramos y en Fe, colocamos un círculo de su Sangre alrededor de toda nuestra familia.

Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos los lugares en donde vamos a estar éste día,
y las personas, empresas e instituciones con quien vamos a tratar (nombrar cada una de ellas).

Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los
negocios de todos sus hijos y vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de
transporte que habremos de utilizar, con tu Sangre Preciosa, sellamos los actos, las mentes y los
corazones de nuestra patria y de la Iglesia Universal a fin de que tu Paz y tu Corazón reinen en
ellas.

Te agradecemos Señor, por tu Sangre y por tu Sangre y por tu Sangre y por tu vida, ya
que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo. AMÉN.

Oración de Protección
¡Oh Padre Celestial!

De ti procede toda bendición en el Cielo y en la tierra.

En el nombre de Jesús, tu Hijo bendito y Nuestro Señor Nuestro, por el poder de sus
gloriosas llagas, de su preciosísima Sangre y de su Santa Cruz, atamos, encadenamos y
amordazamos todo espíritu del mal, y sellamos con su Sangre nuestro Espíritu alma y cuerpo,
nuestro pasado, presente y futuro, todo lo que somos, todo lo que tenemos y hacemos.

En el nombre poderoso de Jesús, invocamos a San Miguel, San Gabriel y San Rafael
Arcángel, el Ángel de la guarda y con la integración de la Santísima Virgen María de San José y
San Francisco, prohibimos a todo espíritu del mal y a todo espíritu inmundo hacernos daños en
nuestras personas, en nuestro trabajo, y en nuestros bienes espirituales y materiales, en
nuestras familias y en nuestros grupos de Oraciones y grupos Apostólicos. AMÉN.