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INTRODUCCIÓN A LAS

MÁQUINAS HIDRÁULICAS

A Leonhard Euler (1707-1783) se le debe la ecuación de comportamiento más importante


para el estudio de las turbomáquinas hidráulicas: la Ecuación de Euler (cuya lectura constituye
el Teorema de Euler).

1.1 Introducción a las máquinas hidráulicas


Con carácter general, puede decirse que una máquina de fluido es un sistema
mecánico que intercambia energía mecánica con el fluido que está contenido o que
circula a través de él. En este texto, se tratan las máquinas hidráulicas, que pueden
considerarse máquinas de fluidos en las que los efectos de compresibilidad del fluido
son despreciables (en la Sección
1.2 se tratará esto con mayor detalle).
Las máquinas de fluidos, y particularmente las máquinas hidráulicas, han sido
utilizadas desde tiempos históricos. La bomba es uno de los ingenios más antiguos
que se conocen para intercambiar energía mecánica con un fluido. La noria y el tornillo
de Arquímedes, por ejemplo, se emplean desde varios siglos antes de Jesucristo. En
concreto, la rueda hidráulica de paletas, auténtica precursora de las actuales
turbomáquinas hidráulicas, se desarrolló en Egipto, Mesopotamia y China al menos mil
años antes de la era cristiana. Se conoce también que en la Persia y China antiguas,
se desarrollaron molinos eólicos para aprovechar la fuerza del viento. Al parecer, las
panémonas chinas (construidas con madera y tela) pudieron ser los primeros ingenios
eólicos, antecesores de los molinos persas. Posteriormente, se emplearon con
profusión en el mundo islámico a partir del siglo VII. Ya en épocas más modernas, en
el Renacimiento, puede atribuirse a Leonardo da Vinci (1452- 1519) la invención de la
primera bomba centrífuga. Sin embargo, fue en el siglo XVIII cuando el estudio de las
máquinas hidráulicas, y en particular de las turbomáquinas, adquirió categoría de
ciencia o rama de la Ingeniería, a raíz de la publicación en 1754 de los estudios de
Leonhard Euler (1707-1783) sobre esta materia. Como se verá más adelante, se debe
a Euler la ecuación de comportamiento más importante en turbomáquinas hidráulicas.
Por supuesto, las máquinas de fluidos constituyeron uno de los motores de la
Revolución Industrial. Las contribuciones de ingenieros tales como Burdin,
Fourneyron, Sablukow, Pelton, Francis o Kaplan, sobre todo a lo largo de los siglos
XIX y XX, fueron decisivas para la fabricación de máquinas hidráulicas de elevado
rendimiento. Algunos de ellos han dado sus nombres a distintos tipos de turbinas
hidráulicas, tales como Pelton, Kaplan o Francis. Cabe señalar la primera patente de
una bomba centrífuga multietapa similar a las actuales, debida a Osborne Reynolds
(1842-1912). En la actualidad, los procesos de mejora y perfeccionamiento de nuevos
modelos son incesantes. El estudio de la materia de interés debe partir del
conocimiento de las ecuaciones generales de conservación de la Mecánica de Fluidos,
de modo que puede considerarse a las máquinas hidráulicas como un aspecto
particular de esta ciencia. Aunque en el texto se comienza presentando a las
máquinas hidráulicas directamente, se explicarán aquellas partes y ecuaciones de la
Mecánica de Fluidos necesarias para la comprensión de la
materia que se va a exponer.

1.2 Clasificación de las máquinas de fluidos


Las máquinas de fluidos pueden clasificarse siguiendo distintos criterios. Se han
escogido los tres normalmente más utilizados: según el sentido de la transmisión de la
energía entre el fluido y la máquina, según la compresibilidad del fluido de trabajo, y
según el principio de funcionamiento.

SEGÚN EL SENTIDO DE LA TRANSMISIÓN DE LA ENERGÍA, pueden distinguirse


los siguientes tipos:

Máquinas generadoras. Comunican energía mecánica al fluido, como ocurre con las
bombas, los compresores, los ventiladores y las hélices1. La energía mecánica que
consume una máquina generadora debe ser suministrada por un motor.
Máquinas motoras. Extraen energía mecánica del fluido, como ocurre con las
turbinas hidráulicas, las turbinas de vapor, las turbinas de gas y las aeroturbinas.
Máquinas reversibles. Su diseño les permite funcionar alternativamente como
máquinas generadoras o motoras, como por ejemplo los grupos turbina-bomba de las
centrales de acumulación por bombeo.
Máquinas transmisoras. Transmiten la energía entre dos sistemas mecánicos o dos
fluidos, combinando una máquina motora y otra generadora. Pueden citarse los
acoplamientos fluidos, los convertidores de par, las transmisiones hidráulicas y
neumáticas, o los turbocompresores. La función de estas máquinas puede ser la
transmisión o el cambio de un par, o el cambio de una velocidad de giro, evitando la
transmisión de vibraciones y otros problemas de las conexiones mecánicas. El
esquema de funcionamiento de estas máquinas puede ser: eje-bomba-fluido-turbina-
eje (véase la Figura 1.1) o fluido-turbina-eje-bomba-fluido.
SEGÚN LA COMPRESIBILIDAD DEL FLUIDO, la clasificación clásica atiende a la
modificación de la densidad del fluido al atravesar la máquina. Si el fluido es un líquido
sin cambio de fase, o un gas en el que las diferencias de presión y los efectos térmicos
al atravesar la máquina son despreciables, la máquina en cuestión se denomina
máquina hidráulica. Si por el contrario el líquido sufre un cambio de fase o el gas sufre
cambios importantes de presión o temperatura, que modifican de forma apreciable su
densidad, se aplicará la denominación habitual de máquina térmica aunque su función
principal no sea la transmisión de energía térmica. Esta nomenclatura puede parecer
contradictoria, al mezclar de algún modo líquidos y gases; por ejemplo, una turbina de
vapor que funciona con agua (que es un líquido en condiciones atmosféricas) sería
una máquina térmica y no una máquina hidráulica. Una aeroturbina que funciona con
aire (que es un gas) sería una máquina hidráulica, y no una máquina térmica. En
definitiva, la frontera entre flujo compresible e incompresible no es muy clara. Como
criterio, podría establecerse que por debajo de velocidades de trabajo del 30 % de la
velocidad del sonido, los efectos de compresibilidad pueden considerarse
despreciables.

SEGÚN EL PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO DE LA MÁQUINA, pueden


distinguirse los siguientes tipos:

Máquinas rotodinámicas, o turbomáquinas, en las que se produce un intercambio


de cantidad de movimiento entre el fluido y la máquina a través de una pieza giratoria,
llamada rotor o rodete (véase la Figura 1.2). El fluido circula de forma continua a través
de los canales que forman los álabes del rotor. Las fuerzas son sobre todo de
dirección tangencial, por lo que hay un cambio en el momento cinético del fluido
cuando atraviesa el rotor, y por ello se transmite un par entre el rotor y el fluido, y un
intercambio de energía mecánica.

Esquema de una bomba centrífuga. El distribuidor puede consistir únicamente en un tubo de


entrada, o disponer de álabes guía que conducen el flujo hacia el rodete. En la salida se
dispone a menudo de una corona de álabes fijos denominada difusor. Sus álabes pueden ser
orientables, aunque esto es muy poco frecuente en bombas. Por su forma característica, la
voluta también recibe la denominación de caracol.

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Máquinas de desplazamiento positivo o volumétricas, en las que el intercambio de
energía es sobre todo en forma de presión mediante el paso del fluido a través de una
cámara de trabajo, en la que entra y sale en un proceso alternativo. El órgano de
trabajo es el elemento desplazador y no hay conexión simultánea a través del fluido
entre la entrada y la salida. Existe una fuerza entre el fluido y otros órganos móviles
que da lugar al intercambio de energía. Estas máquinas se pueden clasificar a su vez
en alternativas (por ejemplo, de émbolo, véase la Figura 1.3a), que requieren válvulas
de admisión y expulsión, y giratorias o rotativas (de engranajes, levas, tornillos, …,
véanse

Máquinas gravimétricas. Aunque actualmente son de menor interés, se puede


completar la clasificación con aquellas máquinas cuyo intercambio de energía sea
sobre todo de tipo potencial gravitatoria, como los elevadores de cangilones, la rueda
hidráulica o el tornillo de Arquímedes.

Máquinas volumétricas o de desplazamiento positivo. a) Alternativa de émbolo. b) Rotativa


de engranajes.

La Energía Hidráulica
Dentro del término general de Energía Hidráulica, es decir de energía relacionada con
el agua (del griego ϋδωρ → hydor → hidro) se agrupan distintos conceptos que
conviene distinguir: la Energía Hidráulica Convencional o Hidroeléctrica, con sus
variantes Minihidráulica o Microhidráulica, o las diversas y novedosas tecnologías
incluidas en la

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