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Centro Educativo Federico García Godoy

Presentado por:
Yaniris Miguelina Gomez Cava #10

Tema:
Cuestionario

Facilitador:
Prof. Robert Holguín

Asignatura:
Educación Cívica

Fecha de Entrega:
Miercoles 06 de mayo del 2018
Funciones de estos tres poderes del Estado

Poder Ejecutivo

Según lo establece la Constitución de la


República, el poder ejecutivo tiene que ser
ejercido por el presidente de la República, quien
es elegido cada cuatro años por voto directo en
elecciones libres. La misión principal del Poder
Ejecutivo es poner en funcionamiento todas las
leyes que emanan del poder legislativo. Es el
promulga las leyes.

Forma parte del Poder Ejecutivo el vicepresidente de la República, cuyas


funciones se limitan exclusivamente a sustituir al Presidente de la República de
forma temporal o permanente, en caso de ausencia, incapacidad o muerte.

En el caso de que el Vicepresidente faltare, se procederá conforme lo establece


la Carta Magna en su artículo 60: “En caso de que el Vicepresidente de la
República faltare indefinidamente, asumirá el Poder Ejecutivo interinamente el
Presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien, dentro de los 15 días que
sigan a la fecha de haber asumido estas funciones convocará a la Asamblea
Nacional para que se reúna dentro de los 15 días siguientes y elija el sustituto
definitivo en una sesión que no podrá clausurarse ni declararse en receso, hasta
haber realizado la elección. En el caso de que por cualquier circunstancia no
pudiere hacerse tal convocatoria, la Asamblea Nacional se reunirá de pleno
derecho, inmediatamente, para llevar a cabo la elección en la forma arriba
prevista”

El Poder Legislativo.

El poder legislativo tiene como función legislar, es decir, hacer las leyes que
regirán toda la nación. Este poder del estado está formado por la cámara de
diputados y el senado.

Los ciudadanos que ocupan esta posición (Senadores y Diputados) son elegidos
mediante el voto directo en elecciones nacionales celebradas cada cuatro años.
Ellos tienen que ser postulados por sus respectivos partidos políticos, quienes
deberán presentar ante la Junta Central Electoral un candidato a senador por
cada provincia y uno por el distrito nacional; y para diputado uno por cada
cincuenta mil habitantes o fracción de más de 25mil, sin que en ningún caso
sean menos de dos por cada provincia.

Los requisitos para ser senador o diputado son:

 Ser dominicano en pleno ejercicio de los derechos civiles y políticos.


 Haber cumplido 25 años de edad.
 Haber residido durante cinco años consecutivos en la provincia que lo
elige.

Los cargos de diputados y senadores son incompatibles con cualquier otra


función o empleo en la administración pública, con excepción del magisterio
que si es compatible con todas las otras funciones.

En el ejercicio de sus funciones cada senador o diputado debe:

 Asumir con responsabilidad el cargo, lo cual implica entre otras cosas,


asistir con puntualidad a las sesiones y a las reuniones de trabajo de las
comisiones.
 Estudiar con seriedad los documentos y proyectos que se le someten,
recabando las opiniones de los sectores involucrados.
 Conducirse con corrección y moralidad en los trabajos legislativos.
 Mantener una relación constante con las comunidades que representa en
la cámara a fin de canalizar iniciativas en su beneficio.

Cuando se presenta alguna vacante de diputado o senador, la cámara


correspondiente tiene que proceder a escoger el sustituto de una terna que
presentara el organismo superior del partido que lo postuló.

Tanto la cámara de diputados como el senado tienen atribuciones exclusivas.


Compete exclusivamente a la cámara de diputados o cámara baja, como se le
suele llamar también, ejercer el derecho de acusar ante el senado a los
funcionarios públicos en los casos determinados por el acápite 4 del artículo 23
de la constitución.
El Poder Judicial

El Poder del Estado que tiene la responsabilidad de aplicar las leyes (hacerlas
cumplir) es el poder judicial. Este poder se ejerce por la Suprema Corte de
Justicia, y está compuesto también por las Cortes de Apelación, Juzgados de
Primera Instancia, Juzgados de Instrucción y Juzgados de Paz. Además, forman
parte de esta estructura los tribunales especiales como el Tribunal de Tierra,
Tribunal de niños, niñas y adolescentes, y la Cámara de Cuentas. Todos éstos
tienen a su cargo administrar la justicia de nuestro país.

Los funcionarios que están al frente de los diferentes tribunales con los jueces.
Estos no son elegidos por el pueblo, como sucede conos demás poderes del
estado, sino que su designación la hace el Consejo Nacional de la Magistratura.
Así lo establece la Constitución.

Al igual que los demás poderes del Estado, los funcionarios que ocupen una
posición en el Poder Judicial no podrán desempeñar ninguna otra función con
excepción de la docencia.

Dentro del Poder Judicial, la Suprema Corte de Justicia es el tribunal con mayor
jerarquía. Se compondrá de por lo menos once jueces los cuales serán
designados por el Consejo Nacional de la Magistratura.

Corresponde exclusivamente a la Suprema Corte de Justicia:

 Conocer en única instancia de las causas penales seguidas al Presidente


y Vicepresidente de la República, a los Senadores, Diputados, Secretarios de
Estado, Subsecretarios de Estado, Jueces de la Suprema Corte de Justicia,
Procurador General de la República, Jueces y procuradores Generales de las
Cortes de Apelación, abogados del Estado ante el Tribunal de Tierras, Jueces
del Tribunal Contencioso Tributario; y de la Constitucionalidad de las Leyes, a
instancias del Poder Ejecutivo, de uno de los presidentes de las Cámaras del
Congreso Nacional o de parte interesada.
 Conocer de los recursos de casación de conformidad con la Ley.
 Conocer en último recurso de las causas cuyo conocimiento en primera
distancia competa a las Cortes de Apelación.
 Elegir los Jueces de las Cortes de Apelación, del Tribunal de Tierras, de
los Juzgados de primera Instancia, los jueces de Instrucción, los Jueces de Paz
y sus suplentes, los Jueces del Tribunal Contencioso Tributario y los Jueces de
cualesquiera otros tribunales del orden Judicial creados por la Ley, de
conformidad a lo establecido en la Ley de Carrera Judicial.
 Ejercer la más alta autoridad disciplinaria sobre todos los miembros del
Poder Judicial, pudiendo imponer hasta la suspensión o destitución en la forma
que determine la Ley.
 Trasladar provisional o definitivamente de una jurisdicción a otra, cuando
lo juzgue útil, los Jueces de las Cortes de Apelación, los Jueces de Primera
Instancia, los Jueces de Jurisdicción Original del Tribunal de Tierras, los Jueces
de Instrucción, los Jueces de Paz, y los demás Jueces de los Tribunales que
fueron creados por la Ley.
 Crear los cargos administrativos que sean necesarios para que el Poder
Judicial pueda cumplir cabalmente las atribuciones que le confieren la
Constitución y las Leyes. Nombrar todos los funcionarios y empleados que
dependan del Poder Judicial. Fijar los sueldos y demás remuneraciones de los
Jueces y del personal administrativo perteneciente al Poder Judicial.

Investiga acerca de los Partidos Conservadores y Liberales del siglo XVIII


En la Rep. Dom.
Lo acontecido entre los años 1821 y 1839, es lo que construyó el mapa político que
existe actualmente en América Latina. Las ideas federalistas de Francisco de Miranda,
apoyadas por Simón Bolivar, fueron desmontadas por los más conservadores que
planteaban el centralismo y la coexistencia de gobiernos nacionales y fronteras
definidas en las nuevas naciones desprendidas de la colonia española.

Bolivar pensaba que una nación federal, que uniera los territorios de lo que hoy es
Venezuela, Colombia, Panamá, Perú, Bolivia y parte de Guyana, seria lo
suficientemente fuerte para soportar una reacción de España para la reconquista de los
territorios perdidos.

Durante toda la década, al mismo tiempo que combatía los remanentes de los ejércitos
españoles, el Libertador dedicó todo su esfuerzo para la construcción de la unidad
política de las nuevas naciones. Sin embargo, antes de su muerte, acaecida en 1830,
tuvo que ver como se separaban en gobiernos centrales y se perdía con su vida la idea
del federalismo hispanoamericano.

A medida que se construían los gobiernos centrales, se iniciaba la lucha interna entre
dos grupos claramente diferenciados, liberales y conservadores, que comenzaron a
disputarse los espacios de poder nacional con ideas similares a las que se enfrentaban
en Europa.
El grupo político liberal, planteaba la construcción de estados laicos, con separación
de la iglesia católica y el estado, disminución de los privilegios del clero, libertad de
expresión, libertad de cultos, libertad de comercio, voto universal, educación laica y
otras medidas inspiradas en el iluminismo, en boga en el viejo continente.

Mientras los conservadores querían un estado unido a los intereses de la iglesia,


educación impartida y regulada por la iglesia católica, respeto y continuidad de las
tradiciones, mantener todos los privilegios del clero y defender la fe y las creencias.

La fisonomía política de América Latina y las discusiones para la construcción de los


gobiernos, giraban alrededor de las ideas que se discutían en Europa, los temas de
absolutismo contra liberalismo: gobiernos bendecidos y asignados por Dios, en contra
de gobiernos bendecidos y asignados por los habitantes de nuevas repúblicas.

Es así como las naciones americanas desde 1830 en adelante pasan de la lucha por la
ruptura con España, a un proceso intenso de construcción política que definiera sus
relaciones internas.

El punto de partida tenía diferencias notables de desarrollo institucional y social con


relación a las incipientes democracias europeas.

El siglo XIX se caracterizó en occidente por el desarrollo del capitalismo, el


fortalecimiento de las burguesías nacionales, una fuerte expansión de las
manufacturas producto de la creación de maquinarias para la industria, el surgimiento
de la conciencia de clase de los obreros y el inicio de tensiones sociales diferentes a
las que produjo la sociedad agraria, que fue la norma en las relaciones de producción
durante siglos.

Mientras en América Latina, las nuevas naciones con diferentes niveles de desarrollo,
construidas sobre bases institucionales débiles o inexistentes, relaciones de
producción agraria del tipo de un feudalismo tardío y con gran diversidad en la
composición étnica de su población (blancos, indígenas, mestizos); se planteaban
construir un sistema político presidencialista similar al de los Estados Unidos de
Norteamérica.

En este escenario, fruto del atraso en el desarrollo del capitalismo y escaso desarrollo
institucional, las clases gobernantes de nuestras naciones adoptaron, con muy pocas
excepciones, gobiernos de corte conservador donde se garantizaban los privilegios a
la Iglesia y se mantenían los privilegios de las castas gobernantes.

Si necesitásemos describir la situación política de las nacientes repúblicas después de


los diferentes procesos independentistas, podríamos definirlos como de una gran
confusión.
Lo ocurrido en Mexico desde su independencia, es un excelente ejemplo de lo que
ocurría en toda la América Hispana en esos años; con la declaración de independencia
los mexicanos decidieron convertirse en una monarquía y que ocupara el trono un
miembro de la Casa de los Borbones descendiente de Fernando VII, una solución
absolutista y ultra conservadora.

Esta situación se mantuvo por un corto periodo de tiempo, ya que se destituyó al


monarca declarando entonces una república federal con capital en Ciudad de Mexico,
esta fue una salida ultra liberal.

Posterior a esto durante gran parte del siglo XIX la lucha se centró en las disputas
entre liberales y conservadores, siendo Antonio López de Santa Anna, once veces
presidente de Mexico, cinco veces como liberal y seis veces como conservador; esto
nos da una idea de la confusión que existía en esos años.

Quienes eran los líderes de los partidos Rojo, Verde y Azul en la Republica
Dominicana en el Siglo XVIII
A juicio de Julio Genaro Campillo Pérez “La fundación de la sociedad patriótica “La
Trinitaria” el 16 de julio de 1838, es sin lugar a dudas el germen del cual surgió el
primer grupo político” que podría denominarse dominicano. Laborando en la misma
dirección que los trinitarios, surgieron “los afrancesados” que, al buscar la anexión a
Francia, bregaban también por la separación de Haití.

Partido Rojo
Se basó en el carisma de Buenaventura Báez, y tuvo un carácter reaccionario. Los
colores “rojo” y “azul” surgieron porque, al momento de lanzarse al combate en la
llamada Revolución de 1857, para distinguirse, los partidarios de uno u otro bando
colocaron cintas de eso colores encima de sus sombreros.

Partido Azul
Inicialmente, no sirvió a ningún caudillo o líder en particular, sino que surgió para
nuclear a los sectores más avanzados, herederos de las luchas restauradoras. Fue por
este que la mayor influencia en la primera etapa de este partido la tuvo Gregorio
Luperón. Este partido también fue llamado “liberal”, “Nacional” y “Nacional
Liberal”. Los colores “rojo” y “azul” surgieron porque, al momento de lanzarse al
combate en la llamada Revolución de 1857, para distinguirse, los partidarios de uno
u otro bando colocaron cintas de eso colores encima de sus sombreros.

Partido Verde
El partido “Verde” fue formado por los partidarios de Ignacio María González quien,
habiendo surgido de las fuerzas liberales del partido “Azul”, decidió romper con aquel
sosteniendo sus nuevas ideas de corte autoritario.
¿Cómo estaba divida la Isla a la llegada de los europeos?

A la llegada de Colón a la isla, también llamada Quisqueya, se encontraba dividida en


cinco cacicazgos: Marién, Maguá, Maguana, Higüey y Jaragua.
Los habitantes de este territorio eran tribus fundamentalmente agrícolas, en las cuales
el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas no había provocado una división
de la sociedad en clases sociales.

¿Qué provincias en la era de Rafael Leónidas Trujillo cambiaron de nombre y


como se llaman en la actualidad?

El presidente Rafael Leónidas Trujillo Molina no era un nefelibata, que andaba por
las nubes, sino un hombre práctico aunque muy dado al culto a la personalidad, al
punto que promovió el cambio del nombre de la capital Santo Domingo de Guzmán
por Ciudad Trujillo, lo que se hizo el 11 de enero de 1936. Su campaña para alcanzar
la reelección se basó en reforzar la posición política como líder del país.
Puentes y edificios públicos fueron nombrados en su honor, llegando al colmo que en
las matrículas de vehículos fue incluido el lema “¡Viva Trujillo!” También fueron
erigidas estatuas suyas en toda la geografía nacional.
La placa con el lema “Dios y Trujillo” era exhibida en las salas de la mayoría de los
hogares dominicanos, en algunos por el temor y otros como fervientes trujillistas.
El culto a la personalidad estuvo a la altura, o superaba, al que se rendía al líder
soviético José Stalin, al italiano Benito Mussolini, al alemán Adolfo Hitler o al
español Francisco Franco.
La propuesta para el cambio de nombre de la ciudad salió de la “iniciativa” del
entonces presidente del Senado, Mario Fermín Cabral, padre del poeta Manuel del
Cabral, y quien a su vez es el progenitor de doña Peggy Cabral viuda Peña Gómez,
actual embajadora dominicana en Italia.
Fermín Cabral aprovechó un mitin efectuado el 12 de junio de 1935 en Santiago para
lanzar la idea sustituir del nombre de Santo Domingo por Ciudad Trujillo.
Luego de expresar los merecimientos de Trujillo por haber reconstruido Santo
Domingo tras la destrucción ocasionada por el ciclón de San Zenón, dice “bella idea
es la de erigirle una estatua”.
“Mas, no debemos olvidar que ésta no sería eterna: la estatua es forma, y la forma
desaparece con la acción destructora de los tiempos”, agregó.
Refiere que “la gigantesca y asombrosa obra de gobierno realizada por el presidente
Trujillo en el breve período de cinco años y en medio de las circunstancias adversas
que han prevalecido en el mundo, merece una prenda de admiración más grandiosa,
más digna de su gloria y que sea la mayor y más sensacional expresión del
agradecimiento colectivo”.
“Pensándolo así consideramos que denominar Ciudad Trujillo a la Ciudad de Santo
Domingo de Guzmán, conocida como la más antigua del Nuevo Mundo, es el más
resonante y perdurable homenaje que podemos rendir al esclarecido prócer, héroe
máximo y formidable constructor del pueblo dominicano”, propuso Fermín Cabral.
El legislador y acólito de Trujillo sostuvo que el caso no era nuevo en la historia.
Recordó que a Bolivia se le dio ese nombre en prueba de gratitud a Bolívar y los
estadounidenses dieron el hombre de Washington a su capital en reconocimiento
eterno “al que fue el primero en la paz, el primero en la guerra y el primero en el
corazón de sus conciudadanos”.
Expuso que “la capital de la República, orgullo nuestro, cuna de la civilización del
Nuevo Mundo y donde se halla el tesoro de nuestra cultura, debe ostentar el nombre
de Trujillo, que la recibió deshecha el 3 de septiembre y la devuelve al país limpia,
magnífica y moderna”.
En una comunicación de fecha 19 de julio de 1935 dirigida a Fermín Cabral, Trujillo
“rechazó” la propuesta y le expresaba “ruego, pues, a usted y a mis demás amigos de
ambas Cámara no iniciar ningún proyecto de ley cuyo objetivo sea cambiar o alterar
el nombre con que aparece consagrada en la tradición y en la historia la ciudad de
Santo Domingo”.

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