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evolu.
INTRODUCCION
Los méiodos ecolégicos apticados a la parasitologta de-
rmuestran que Ia distribucién de las poblaciones parasita-
ris en las correspondientes poblaciones de hospedadores,
es binomial, lo que significa que existe una gradacién en el
parstismo presente en una poblacién que va desde los
inlividuos con cargas parasitarias muy bajas hasta los que
albergan muchos pardsitos y manifiestan signos ctinicos y
peeden morir. Entre los dos extremos se encuentran gri-
‘os de individuos con manifestaciones clinicas variables.
Elandlisis de los factores que determinan la distribucién
y dispersién de los parisitos en el espacio y en el tiempo,
debe realizarse considerando las interrelaciones pardsito/
hospedador/ambiente. La propagacién de los parisitos es
Inresultante de la accién ¢ interaccién del parésito en sus
diferentes tipos de hospedadores y de factores ambientales
tittcos y abidticos.
En la viablidad y transmisién de los pardsitos y, final-
menic, en la aparicion de la enfermedad parasitaria infl
yende forma decisiva los factores ambientales. Su cuanti-
fiacién es dificil de establecer por varias razones. La
primera, es la multiplicidad de tales factores; la segunda,
porque actian de forma interrelacionada ¢ indirecta: y pot
itimo, porque potencialmente pueden afectar al parisito,
alhospedador y a la relacién parsitofhospedador.
‘Aunque, desde un punto de vista académico, conviene
anaizar por separado todos los faciores, no hay que olvidar
«nee problema debe enfocarse de forma integrada, con obje~
ode poder planificar medidas para la lucha antiparasitaria.
FACTORES AMBIENTALES
Lainfluencia de los factores ambientales sobre los pardsi-
ins es mas clara cuando tienen fases de vida libre, con i
CAPITULO
Ecologia parasitaria
F. A. Rojo Vazquez y M. Gémez Bautista
dependenecia de que intervengan hospedadores intermedia
rios en el ciclo biol6gico.
Puede decirse que la dosis infectante que adquiere un
hospedador esté directamente relacionada con las circuns-
tancias det medio; en muchos casos, la consecuencia es ta
adquisicién lenta de una determinada especie patégena y
la inmunizacién consiguiente; y en otros, la aparicién de
brotes agudos por ingestién de dosis altas en poco tiempo.
Ademis, el desarrollo del ciclo endégeno de algunos pars
sitas puede verse modificado por esos factores,
Factores ambientales abiéticos
Clima
Laexistencia de fases prepardsitas en el ciclo vital de mu-
chos pardsitos, hace especialmente importante el estudio
del clima.
El clima, sobre todo por la temperatura y la humedad
relativa, es un regulador de la distribucién y la frecuencia,
de muchas infeceiones parasitarias, tanto desde el punto de
vista estacional como geogriico, al favorecer 0 impedir el
desarrollo parasitario, Tanto los parésitos monoxenos con,
fases de vida libre, como Giardia duodenalis 0 los nemato-
dos de las superfamilias Trichostrongyloidea, Strongyloi-
dea, ctc., como los hetcroxenos —principalmente los que
tutilizan poiquilotermos como intermediarios— estén muy
expuestos a los factores climaticos.
‘Ademés, pueden tener especial importancia los micro-
climas —naturales, atificiales, 0 ambos— en los que las,
condiciones reinantes son muchas veces absolutamente
diferentes a las del entorno inmediato. Unas veces son
zonas hiimedas (charcas, abrevaderos) en el seno de areas,
semisridas; otras, regadfos que facilitan cargas ganade-
ras elevadas, En cualquier caso. las condiciones de esas,64 Perasitologia Veterinaria
zonas son generalmente éptimas para el desarrollo para-
sitario.
La estrecha relacién entre la bionomfa parasitaria y el
clima ha sido intensamente estudiada, sobre todo en algu-
nas parasitosis de marcada importancia econémica. Esto
ha hecho posible la prediccién, a veces con bastante exac-
titud, de los periodos de riesgo para los animales y el desa-
rrollo de modelos de predieciGn de Ia evolucién de las po-
blaciones parasitarias.
Por ejemplo, para los tricostrongrftidos, sobre la base de
las necesidades térmica e hidrométrica de las distintas es-
pecies pardsitas, se han confeccionado los bioclimatogra-
‘mas en los que se reflejan las temperaturas anuales —por
meses— y la pluviosidad, también anual. Los puntos que
se «eruzan» con los 6ptimos de temperatura y humedad de
on las épocas de riesgo potencial de infec-
Tgualmente, la influencia de Tos factores climaiticos en la
transmisién de Fasciola hepatica, ha servido para confec-
ccionar, a partir de datos de campo y de laboratorio, mode-
Jos mateméticos con el fin de predecir la incidencia anual
de brotes de fasciolosis y la época de aparicin en cada
zona, Entre los modelos clisicos, destacan el denominado
‘Mf, que mide la diferencia entre pluviosidad y evapotrans-
piracidn diarias, y el Wer-day (dfa hiimedo), que tnica-
mente tiene en cuenta la pluviosidad. Posteriormente, se
han desarrollado otros métodos de mayor precisiGn (siste-
ma TWB de Thornwhite, entre otros) y, mas recientemen-
te, la simulacidn por ordenador, de gran utilidad, permi-
(iendo establecer pautas de prevenci6n antiparasitaria para
tuna zona concreta y valorar la relacién coste/beneficio.
La importancia del tema ha hecho que hayan tenido Iu
‘gar reuniones para tratar estos aspectos y se hayan publica-
do monografias bajo los auspicios de la World Meteorolo-
gical Organization
Otros factores
Ademis de las influencias estrictamente climéticas, exis-
{en otros factores fisicos que juegan un papel nada despre-
jable en la ecologia parasitaria, como las radiaciones y los
gases atmosféricos. También son importantes las corrien-
tes de agua, especialmente para los hospedadores interme-
diarios (moluscos, insectos, etc.), el tipo de suelo y la
‘transparencia del agua y del aire.
Factores ambientales bidticos
En relacién con los factores bicticos. las experiencias se
han centrado sobre todo en los helmintos y estén relaciona-
das con el efecto que algunas plantas —o sus extracios—
tienen sobre fases larvarias de esos pardsitos, y al efecto de
diversos microorganisms.
Los resultados de los estudios sobre la accién de extrac-
tos de plantas en la supervivencia y el desarrollo de fases
Jarvarias, son muy dispares. En unos casos, las sustancias
de ciertas plantas aceleran el desarrollo; en otros, la accién
de los extractos es letal.
Por su parte, los microorganismos han sido estudiados
con bastante detalle. Se ha demostrado, por ejemplo, que
algunas bacterias ejercen una accién ovicida, destruyendo
los huevos de los ascaridos; en Dicrocoelium dendriticun,
la mortalidad de los huevos en condiciones controladas pa
deberse a la accidn enzimética que ejercen bacterias,
del género Streptomyces, cuyo crecimiento y desarrollo
dependen de las condiciones térmica e higrométrica, En
otros sistemas, intervienen hongos, otros microbios, etc.
El desarrollo de resistencias a los antihelminticos y el
problema de residuos en productos animales y en el am-
biente, han contribuido al estudio de las posibilidades de
control biolégico de las parasitosis animales mediante le
utilizacién de hongos patégenos para los pardsitos. Este
método de control podrfa —en el futuro— ser un compo-
nente importante de los programas de control parasitario,
Estudios in vino han demostrado que diversos cereales son
un buen sustrato para el cultivo de hongos nemat6fagos de
los géneros Arthrobotrys, Dactylaria y Duddingtonia y
‘que, tras su administracién a tos rumiantes, se eliminan
con las deyecciones y acttian sobre las fases preparisitas
de los nematodos. Es posible que en un futuro proximo se
puedan comercializar aditivos o suplementos para el con-
‘rol de las parasitosis interas de los nematodos; sin em-
bargo, este tipo de control necesita més estudios y sélo a
medio plazo serd posible saber si puede ser una realidad 0
sélo ficcién.
FACTORES SOCIOECONOMICOS
Este apartado engloba todas las actividades humanas que
son capaces de modificar un ecosistema y repercutir en la
bionomia parasitaria. Merecen destacarse, por ejemplo, las
practicas agricolas y zootécnicas, las obras de ingenic
los movimientos de las poblaciones, los habitos alimenta-
rios, ete.
Précticas agricolas
Con el desarrollo del cultivo de la tierra para producir y
almacenar alimentos, se produjo una revoluciGn que caus6
algunas transformaciones, muchas de las cuales han influi-
do y afectado a la distribucién y presentacién de algunos
pardsitos.
EL tipo de cultivo puede influir creando circunstancias
apropiadas. Por ejemplo, los prados artificiales, ricos en
Jeguminosas, favorecen la conservacién de la humedad,
ue es necesaria para que las L-lIII de los nematodos emi-
agen verticalmente hacia las hojas, en cuya parte alta se
acumulan fas larvas. Cuando predominan las gramineas, la
luz solar actia directamente sobre las formas pardsitas que
se encuentran en el suelo, provocando la muerte de la ma~
yoria de las L-IIL. Por otra parte, la ingestidn de abundan-
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te forajes favorece la fluide7.de las heces, que forman ast
una capa fina, hiimeda y oxigenada en la que el desarrollo
4 los huevos de nematodos se ve favorecido.
Algunos estudios demuestran los beneficios obtenidas
cuando los animales pastan en praderas con determinadas
especies de plantas, como los prados con vallico (rye-
s7ass) otras gramineas pratenses, en relacién con el gta
o de parasitismo intestinal, sefialando incluso que es mas
importante la composicién botinica de las praderas que la
éensidad ganadera, hasta el punto de que en algunos paises
—como Nueva Zelanda— se ha postulado como método
de control del parasitismo Ia utilizacion de especies que,
inpidiendo la emigracién vertical de las L-II, reduciendo
el desarrollo parasitario, etc., disminuyen los niveles de
infeccién parasitaria y las pérdidas producidas por los ne-
ratodos gastrointestinales,
Practicas zootécnicas
Las pricticas zootécnicas han facilitado los contactos de
les pardsitos con sus hospedadores al elevar la carga gana
dra, que puede llegar a veces al hacinamiento.
Las sistemas intensivos degradan potencialmente la tie-
ray el agua; en ellos, el mimero de animales por unidad
de superficie es elevado, Ios riesgos de parasitosis altos y
las posibilidades de control mediante manejo son rediuci-
das, lo que conduce a una excesiva dependencia de la qui-
nioterapia, En las tltimas décadas, la cria intensiva de
animales en pastoreo ha proporcionado beneficios econé-
‘micos, gracias a los tratamientos antiparasitarios rutina-
‘ios, con el inconveniente de que favorecen el desarrollo
de resistencias a los antihelminticos
La explotacién «sin tierra» (zero-grazing systems) de
los animales (p.e}., los cebaderos de terneros y corderos,
lacris de pollos y cerdos) reduce los riesgos de parasitosis;
cota la utilizacién habitual de antihelminticos; ¥ es un sis-
‘ema muy eficaz en la transformacién de alimentos, aun-
que la comtaminacién del ambiente por efluentes de las ex-
plotaciones ganaderas es un gran inconveniente,
Lareacci6n a la produccién intensiva, sobre todo en los
paises desarrollados, es la llamada agricultura biolégica
(organic farming) que se basa en evitar completamente el
uso de sustancias quimicas en ta agricultura. Los princi-
pis de la agricultura bioldgica son el trabajo en sistemas
tuturales, Ia mejora de los ciclos biol6gicos, el manteni-
miieato de fa fertilidad det suelo con el minimo de recursos
nm renovables, la proteccién del medio ambiente y la preo-
cupacién por el bienestar animal
Desde el punto de vista ganadero, los métodos bioldgi-
ns incluyen sistemas de pastoreo, aprovechando Ia rota-
ci6n de cultivos e intentan eliminar las infecciones parasi-
trias de los animales. No esti permitido el uso rutinario
4e sustancias de accién profildctica (incluyendo antipara-
siarios y vacunas), excepto cuando sea para mantenerlos
vivos. Sise administra algdn férmaco, el periodo de retira-
4 del producto utilizado se multiplica por dos 0 tres, se
rantiene a los animales en cuarentena y la zona de cuaren-
Ecologia parasitaria 65.
tena no puede ser utilizada para cosechas biol6gicas du-
rante 12 meses.
Los sistemas extensivos, practicados en amplias Zonas
cespaitolas, suponen la disposicién de grandes espacios li
bres por los animales, lo que, desde el punto de vista para-
sitario, significa que los niveles de contaminacién de las,
praderas son bajos. En las zonas en las que la tierra y el
clima son poco adecuados para ta obtencidn de buenas co-
sechas, la produccién de rumiantes en sistemas extensivos,
es una buena alternativa,
Sin embargo, las pricticas zootécnicas basadas en ef
pastoreo son responsables de bastantes problemas parasi-
tarios. En general, puede decirse que, cuando la densidad
zganadera es baja, el comportamiento de los animales en el
ppasto impide o limita los contagios, por la tendencia de
algunas especies animales a pastar en zonas no contamina-
das con deyecciones y, por tanto, «libres» de formas paré-
sitas: no obstante, este comportamiento higignico de los
animales se modifica cuando se cleva la carga ganadera y
el espacio disponible para el pastoreo es menor, lo que
hhace que las oportunidades de contagio aumenten
Las consecuencias de las diversas formas de pastoreo
son muy variadas. En el pastoreo estante 0 permanente, si
la carga ganadera no es elevada, la ingestién continua de
dosis bajas de larvas de nematodos gastrointestinales per-
mite mantener un estimulo antigénico suficiente para cvi-
{ar infecciones fuertes; sin embargo, si el nimero de ani-
males por unidad de superficie es alto, el riesgo de
presentacién de procesos clinicos aumenta.
El pastoreo rotacional requiere disponer de superficies
pastables suficientes y un profundo conocimiento de la
bionoméa de las especies pardsitas prevalentes en la zon:
por otra parte, el pastoreo mixto con dos o més especies
suele ser ttl desde el punto de vista parasitario, cuando las,
especies parésitas son suficientemente especificas de hos-
pedador. No obstante, algunos estudios han demostrado
‘que el pastoreo alternando ganado vacuno y ovino para el
control de las nematodosis gastrointestinales de los bovi-
nos, tinicamente da buenos resultados hasta Ia segunda
temporada de pastoreo y, que a partir de ese momento, no
hay diferencias con los bovinos que han pastado en prade-
ras utilizadas slo por esta especie animal
Especial eonsideracién merece la transhumaneia que es
una de las précticas usuales de pastoreo en las regiones de
montafia y que tiene implicaciones epidemiolégicas y pro-
fildcticas de algunas de las parasitosis més importantes de
Jos rumiantes,
De alguna manera, este método es un compendio de las
situaciones anteriores. Los animales —generalmente 0
nos, bovinos, 0 ambas especies, tanto jOvenes como adul-
tos, formando un rebatio comunal— pastan, segiin la época
del affo, en valles o riberas, en prados de montaa yen
zonas de alta montaiia (puertos), El ciclo de pastoreo se
basa en el aprovechamiento de la vegetacién a diferentes,
niveles de altitud. Asf, en primavera los animales pastan en
Jos valles; durante el mes de junio, pasan a pastos més
altos y poco después, ascienden: a los prados de los puertos
donde permanecen hasta septiembre u octubre. A partir de66
Parasitologia Veterinacia
‘esa época, pastan otra vex en zonas de montafta_y en los
valles hasta la estabulacién invernal, en su caso, Es decir,
los pastos de alta montata s6lo son pastados una vex al
En las zonas de montafia y en los puertos, la nematodo-
sis gastrointestinal de los bovinos se presenta frecuente-
mente en Ios animales que acuden a los pastos por primera,
vez, pudiendo causar problemas clinicos. El modelo epide-
miolégico de las infecciones producidas por Ostertagia os
tertagi, por ejemplo, se caracteriza por un bajo riesgo hasta
el comienzo del verano, eleviindose en la segunda mitad de
la temporada, En los pastos de alta montafia, muchas L-IML
de nematodos gastrointestinales desarrolladas a partir de
tos huevos depositadas en el pasto en la temporada ante-
rior, sobreviven el invierno y la primavera y constituyen
una importante fuente de infeccién para los terneros que
pastan por primera vez a partir del mes de mayo. A ello
hay que aiadir que los animales adultos contribuyen a la
contaminacién del medio y al contagio.
La separacién de los animales por edades es una buena
‘medida, ya que los adultos son portadores «sanos» y elimi
nan en cantidades variables formas infectantes
La alimentacion
La alimentacién es otro factor que también hay que tener
en cuenta, La interaccién nutriciGn/infeccién es muy ifi-
cil de establecer. Por ejemplo, cuando la malnutricién y
los parasitismos coexisten no es fécil distinguir la causa
del efecto. El estado nutttivo del hospedador puede deter
minar el establecimiemto y desarrollo de los parisitos y el
curso de Ia infeeciGn, Se ha podido comprobar en animales
infectados experimentalmente (Fasciola hepatica, Hae-
monchus contortus) y alimentados con una dieta de bajo
contenido proteico, que os efectos de la parasitosis son
‘més intensos y la aparicién de Jos sintomas més répida que
en otros animales, también infectados, pero alimentados,
con una dieta de mayor contenido proteico. No obstante,
en corderos infectados con Nematodirus battus y alimventa-
dos correctamente desde el punto de vista del contenido
proteico, las diferencias en la carga parasitaria demuestran
que la patogenicidad del pardsito esté relacionada con el
genotipo de! hospedador.
Infecciones experimentales con Haemonchus contortus
hhan demostrado que el contenido de protefnas de ta dieta
no influye en el porcentaje de implantacién de la primi
feccién, pero los animales alimentados con una dieta de
‘bajo contenido proteico muestran sintomas més intensos y
a anorexia es més acentuada. En cambio, no existen dife-
rencias en la digestibilidad de las diversas fracciones det
alimento o en las pérdidas de nitrégeno en orina y heces.
En condiciones controladas se ha comprobado que la di-
gestion y el balance de nitrégeno estén muy afectados por
la parasitacién, pero el efecto sobre la uilizacién del ali-
‘mento, crecimiento 0 composicién comporal es escaso, Si
se restringe la ingestidn de la materia seca, la parasitosi
afecta intensamente « Ja composicién corporal y a la utili-
zaciGn del alimento, Estos efectos son mis acentuados ex
los animales alimentados con una dieta de bajo contenido
proteico,
Un aspecto de interés es Ia influencia que determinads
componentes de la dieta tienen sobre Ia resistencia de los
animales a las infecciones parasitarias. Por ejemplo, el de-
sarrollo de inmunidad frente & nematodos gastrointestna-
{es es mds lento en Jos animales jovenes que en los adultos
‘Aunque las causais no se conocen bien, probablemente en
Jos animales parasitados exista una competencia entre los
nutrientes disponibles para el crecimiento y tos dirigidosa
Ja respuesta inmunitaria, con prioridad para el crecimiento
En experimentos con corderos infectados por Ostertagia
spp y a los que se administra un suplemento proteico direc-
tamente en ef cuajar, la respuesta inmmunitaria retrasa la
patencia en las reinfecciones. Recientemente, hemos pod
do comprobar que ovejas de raza merina gestantes y mat-
tcnidas en pastoreo, que recibian un suplemento proteico,
climinaban menos huevos de helmintos gastrointestinales
(principalmente Ostertagia spp y Trichostrongylus spp)
ganaban ms peso que los animales que se mantenfan solo
con el pasto.
‘También se han realizado experimentos para saber silos
animales j6venes y parasitados seleccionan la dieta e ic-
crementan sus necesidades proteicas cuando tienen Ia po-
sibitidad de elegir alimentos. En corderos infectados du
rante un periodo de tiempo largo (hasta siete meses) con
Trichostrongylus colubriformis para producir una infes:
cin subelinica, que podfan elegir entre dietas de alto y
bajo contenido en protefna bruta, se ha observado que la
ingestiGn voluntaria de alimento fue ms baja o se manta
vo inalterada entre las semanas 5 y 11-12 de la infecci6n,
En otro grupo de animales que se desparasitaron y poco
después se reinfectaron, se observ6 que la ingestién de al
‘mento se recuperé pocos dias después de la administracign
del antihelmintico y no se alteré tras la reinfeccién. En
cuanto a la seleccién de la dieta, hubo diferencias entre los
dos meses y medio y los cuatro meses y medio de la in
feccién, pero después no se apreciaron diferencias signi-
ficativas en ninguno de los grupos. Los resultados ind:
‘can que las ovejas que tienen la posibilidad de seleccionar
entre dos dietas determinadas, son capaces de hacerlo con
objeto de paliar los efectos adversos de la infeccidn subelt-
nica.
De todos formas, los pardsitos gastrointestinales redv-
‘cen el apetito de los animales infectados, interfiriendo el
metabolismo del calcio y del fésforo, disminuyendo la di
gestibilidad de proteinas y repercutiendo, en definitiva, en
las producciones,
La cantidad de alimentos que ingieren los animales pue-
de influir en 1a infeceién, como ocurre en la parasitacién
por Eimeria tenella, que invade ms ficilmente a las aves
previamente sometidas a un ayuno de 12 horas.
El desarrollo de algunos pardsitos en los hospedadores
intermediarios también esté relacionado con la alimenta:
cin de éstos, como sucede en el binomio Fasciola hepati
ca/Lymnaea truncatula.sen
ido
1
a
Otros factores
‘También debe mencionarse en este apartado la domestica
cién. Con la domesticacién, los animales fueron atratdos
pore! hombre hacia los pueblos, compartiendo su vivien-
4. Otros animales, como las garrapatas, las moscas, los
Imexquitos, las ratas, ete, egaron esponténeamente & in-
trodujeron sus propias parasitocenosis. De esta manera, los
agentes patSzenos pudieron fieilmente difundirse entre la
comunidad, producigndose infecciones en los animales y
enel hombre
Sin embargo, la domesticacién no siempre puede invo-
carse como Ta raz6n mais importante en las parasitosis ya
«ae et hombre, al explotar alos animales modifica muchas,
reees los factores ambientales (clima, etc.) y generalmen-
‘2, mejora las condiciones higiénicas de los mismos,
‘Las factores estresantes produce muchas reacciones
inelyendo una alteracién del equilibrio hormonal del hos-
pedador, que puede debiltar otros mecanismos de resis-
tenia, El estrés es, sin duda, un factor en el parasitismo
gorgue cualquier cosa que debilite la resistencia, favorece
slestablecimiento de los parisitos
FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA
PRESENTACION DE LAS ENFERMEDADES
PARASITARIAS
De los factores responsables de la presentacién de las en:
femedades parasitarias, los més importantes, desde el
pinio de vista epidemiolégico, son los cambios estaciona-
les de las poblaciones preparisitas y los cambios en la
magnitud de Tas poblaciones parasitarias dentro del hospe-
dior
Cambios estacionales de las poblaciones
Prepardsitas
El nimero de formas de vida libre de los parisitos vari
segin Ia estacién del aio y las condiciones elimaticas de
una determinada drea geogréfica. Esas variaciones estin
claramente definidas en zonas con clima continental (in-
viernos y veranos rigurosos), pero también en las de clima
inds templado con estaciones secas y hiimedas. Por su par-
te,en zonas con climas htimedos o Semihiimedos, los eam-
bios de las poblaciones prepardsitas estén muy poco defi-
nidos 0 no To estén en absoluto.
Esas fluctuaciones estin relacionadas con el desarrollo
estacional de las formas pardsitas hasta aleanzar la fase
infectante, y con la Tongevidad de tas formas infectantes.
En cuanto al desarrollo estacional de las formas pardsi-
tus hasta aleanzar la fase infectante, se obscrvan variacio-
tes en el tiempo y en su magnitud.
Por ejemplo, en muchos paises es diffeil que exista de-
serrollo durante el invierno; en la primavera y el otofio,
‘eneraimente, es lento: y durante el verano suele ser bas
Ecologia parasitaria 67
tante répido. En consecuencia, la mayorfa de las formas
infectantes se acumulan a mediados de la época estival
En el caso de los nematodos, durante el otofo las condi-
ciones son favorables para el desarrollo de los huevos; si
los inviemos no son muy frios, pueden producinse infec-
iones en lt primavera siguiente; esa estacién también es
adecuada para la mayoria de los nematodos, cuyos huevos
se transforman en L-Ilf en pocas semanas. El futuro de los,
hhuevos en el verano depende mucho de la humedad; si es,
alta, se forman L-IIT en unos 30 dias, apareciendo en la
hhierba desde mediados del verano hasta comienzos del
otofo.
En cuanto a Fasciola hepatica, se necesitan condicion
idneas pa el desarrollo de as fase es yen el hosp
dador intermediario. La temperatura minima es de 10
lo que significa que, en las zonas templadas del hemisferio,
Norte, al final del otofio, durante el inviero y al comienzo
de la primavera no es posible el desarrollo de los huevos.
Estos huevos, junto con los eliminados a partir de la mitad
de la primavera y el principio del verano, continiian el ci
clo biolégico produciendo cercarias en el verano y el oto-
fio, Los huevos que llegan al exterior al final del verano 0
principio del otofo, eclosionan y se desarrolian en los lim-
nneas entre los meses de septiembre y noviembre, pero las
cerearias no comienzan a eliminarse hasta bien entrada la
primavera siguiente
Si enel ciclo bioldgico interviene més de un hospedador
intermediario 1a complejidad es mayor, como ocurre en
Dicrocoelium dendriticum, ya que el desarrollo debe estar
acompasado con la actividad de tos dos intermediarios
—un caracol terrestre y una hormiga—, en fos que, a su
vez, los factores climéticos determinan los plazos y, por
tanto, las épocas de riesgo para los animales en pastoreo.
Por otra parte, Ia longevidad y resistencia de las formas
infectantes dependen de las condiciones climaticas y de la
forma infectante (huevos, larvas, quistes).
La resistencia de las L-IMl de distintas especies de nema-
todos gastrointestinales es muy parecida, pudiendo sobre
vivir a temperatura moderada ¢ incluso por debajo de
0 °C; sin embargo, las temperaturas altas y las condiciones
secas alectan negativamente a su supervivencia. El resul-
tado es que en algunas zonas, muchas L-IIL pueden resist
hasta un aio en el medio ambiente, en cantidades nada
despreciables, mientras que en otras dreas los plazos son
mis cortos.
‘Sin embargo, la capacidad de supervivencia y desarrollo
de los huevos de estos nematodos, es sensiblemente dife
rente, Por ejemplo, los de Haemonchus contortus no resis-
ten la desecacidn ni las bajas temperaturas y s6lo se des
rrollan en primavera, verano, si hay suficiente humedad, y
comienzos del otoito. Los de Trichostrongylus son bastan-
te resistentes, tanto a la desecacién como a las bajas tem.
peraturas y pueden sobrevivir al invierno con facilidad; los,
de Ostertagia, pueden sobrevivir et invierno y se desarro-
Ilan bastante bien en los periodos secos. Otro género im-
portante, Nematodirus, se desarrolla en perfodos.secos,
pero necesita humedad para la eclosién de las L-IIT y su
emigracién a la hierba.68 Parasitologia Veterinaria
Las metacercarias de Fasciola hepatica resisten consi