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CARACTERISTICAS A BUSCAR POR UN LECTOR

El lector debe de entender el texto rápidamente y comprenderlo con facilidad para garantizar la
lecturabilidad del texto. Por ello, cada lector posee distintos tipos de conocimiento que limita
nuestro techo lector, la realización de una lectura eficaz depende de elegir textos que se sitúan
en un punto equidistante entre nuestro suelo y nuestro techo lector. Así que, la comprensión de
un texto depende, en gran medida, de los conocimientos previos del lector, hábitos lectores,
lingüísticas y a su inteligencia. Se debe agregar que, la estructura jerárquica del contenido
semántico es la comprensión del texto.
Cuando se pide que lean un texto y que escriban una versión resumida de él, los lectores menos
competentes utilizan una estrategia que se ha denominado por influencia de la informática como
cortar y pegar. Componen el escrito eliminando aquellas frases, o partes de ellas, que no son
importantes y mantiene el resto sin cambio alguno, o a lo sumo con pequeñas sustituciones en
la sintaxis o en alguna palabra. El resultado es un conjunto de ideas mal enlazadas, pobres,
inconexas discontinuas. Por el contrario, los lectores competentes utilizan una estrategia que
podemos denominar elaborativa. Entretejen un nuevo texto sintético, con expresiones más
generales y abstractas que abarcan el conjunto de las ideas del texto original. En este caso, se
ha manipulado el texto de forma activa, haciendo que sus ideas interactúen con las del texto,
establecido una jerarquía entre ellas y enunciándolas en un nivel más alto de generalidad.
Ángel Sanz Moreno; 2003; pag16,17.
APRENDIZAJE DE LA LECTURA

La lectura es una afición, difícilmente se enseña, más bien se contagia. Normalmente se aprende
por imitación. De ahí que entre más temprana sea la edad para iniciarse más pronto se llegará a
ser un lector calificado. No hay una sola manera de leer bien, leer bien es uno de los mayores
placeres que puede proporcionar la soledad, porque es el más saludable desde un punto de vista
espiritual.
Por otra parte, Se aconseja limpiar la mente de tópicos, olvidarse de lugares comunes o clichés.
Para leer bien hay que ser inventor. La confianza en sí mismo no es un don ni un atributo, sino
una especie de segundo nacimiento de la mente, y no sobreviene sin años de lectura profunda.
Con frecuencia, aunque no siempre nos demos cuenta, leemos en busca de una mente más
original que la nuestra.
Además, el libro por su parte también implica una relación dialéctica en su uso y destino. libro
crea una situación ideal de diálogo. Escritor y lector comparten esa vital experiencia. El libro
es conocimiento. Es reciprocidad, posibilidad de libre y fundamental intercambio. Así el libro
implica esa doble dimensión, la del conocimiento y la de la reciprocidad, las cuestiones que
conciernen a su diseño, producción, divulgación y adquisición imponen una urgente
deliberación social para defenderlo y promoverlo como fundamento de convivencia y progreso
social e intelectual. El libro, medio y forma más preciso y perfecta por los cuales el pensamiento
humano a través de la escritura se conserva y transmite entre los hombres, es a la vez defensa
y amenaza. Defensa de la inteligencia, del espíritu, de la capacidad de los seres racionales para
expresar su pensamiento, sus ideas preñadas de emociones, de intelecciones explicativas del
propio hombre y de su mundo circundante, de juicios en torno de la conducta propia y ajena, y
del pensar particular y de los demás, todo lo cual contiene. Amenaza para quien trata de limitar
el pensamiento y su expresión, para quien teme el enjuiciamiento de una conducta reprobable
o la condenación de bastardos intereses. Defensa del hombre en su calidad esencial y amenaza
contra quien o quienes por cualquier razón se oponen al desarrollo completo e integral de las
cualidades humanas”.

Rigoberto Lasso Tiscareno; 2000; pag15,16,24,25


EL BUEN LECTOR

La lectura era meramente como medio de recibir un mensaje importante, pero hoy la
investigación lectural ha definido el acto de leer, en sí mismo, como un proceso que abarca
múltiples niveles y que contribuye mucho al desarrollo de la mente. Un entrenamiento cognitivo
es resultado de la transformación de símbolo gráficos en conceptos intelectuales. durante el
proceso de entrada, distinción, clasificación y almacenaje, en suma, de datos, actúa un número
casi infinito de células; el combinar las unidades conceptos para formar sentencias y más
amplias estructuras de lenguaje es un proceso a la vez cognitivo y lingüístico
Si conseguimos inducir sistemáticamente al niño a una experiencia lingüística positiva antes
que los comics, las revistas ilustradas y toda la avalancha de imágenes que presentan los medios
de comunicación de masas se hayan posesionado de su mente, le estaremos ayudando a
desarrollarse como ser humano. La lectura puede contribuir al derribo de las tan denigradas
barreras discriminatorias en la educación, dando mayor igualdad de oportunidades educativas,
ante todo por medio del fomento del desarrollo lingüístico y de la ejercitación intelectual, pero
también incrementando el acervo personal de expresiones de adaptación a la situación propia.
Por consiguiente, los libros para jóvenes nos ayudan a cumplir nuestra tarea educativa de
desarrollar la personalidad de los educandos y procurar que éstos se hagan con una amplia
concepción del mundo.
Además, la sociedad del futuro ha sido descrita con frecuencia como una sociedad en continuo
aprendizaje. Nuestra sociedad ha llegado a ser obligada a que la mayoría de la gente lea.
Además, dada la infinita variedad de temáticas y de espacios informativos, siempre en aumento,
resulta cada día más importante la elección individual. Comparada con el cine, la radio y la
televisión, tiene la lectura ciertas ventajas unicas, en vez de conformarse con elegir entre la
limitada disponibilidad que proporcionan los medios de comunicaciones, el lector puede elegir
entre las mejores obras del presente o del pasado; puede también leer donde y cuando mejor le
convenga; puede ir saboreando las palabras escritas o tragándose las páginas a toda velocidad;
interrumpir la lectura si lo desea; releer todo el texto o partes del mismo: leer en silencio o en
voz alta. O sea, que puede leer lo que quiera y como, donde y cuando guste. Esta flexibilidad
garantiza el valor permanente de la lectura tanto para la educación como para el
entretenimiento.

Luis García Ejarque; 1975; pag14, 15, 16, 17

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