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¿QUÉ ES EL FUEGO?

Del latín focus, el fuego es el calor y la luz producidos por la combustión. El fuego nace
a partir de una reacción química de oxidación y supone la generación de llamas y la
emanación de vapor de agua y dióxido de carbono. Podría decirse que el fuego es la
manifestación visual del mencionado proceso de combustión.

La temperatura y el color de la llama dependen del tipo de gases desprendidos durante


el proceso de combustión. La madera, al arder, genera
llamas anaranjadas, rojas y amarillas. Los hidrocarburos,
en cambio, suelen producir llamas azuladas.

INCENDIO: Se conoce como incendio al fuego


descontrolado que abrasa algo que no estaba destinado a
quemarse.

El valor cultural del fuego en el desarrollo del hombre es incalculable. Los antropólogos
creen que el ser humano tomó conciencia de su superioridad sobre los demás animales
al dominar el fuego. Cuando el hombre descubrió cómo generarlo, comenzó a utilizarlo
para producir calor y defenderse, ya que los animales huyen de las llamas.

Punto de ignición

Se conoce como punto de ignición a la temperatura en la cual un material se prende


fuego. Al comenzar la reacción de oxidación, el calor que se desprende permite
mantener el fuego durante un cierto periodo de tiempo. La cantidad de energía
producida por un combustible puede ser expresada mediante su poder calorífico.

La fricción

La fricción fue el método originario para encender fuego, seguido por la percusión
(chocar dos piedras para producir una chispa). En la actualidad, puede encenderse fuego
gracias a herramientas como las cerillas o fósforos y los encendedores.

Fuego de cocina.

Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto que también se hace uso del
término fuego para referirse a los quemadores que se emplean en la cocina para
preparar cualquier plato.

Fuego fatuo

No menos interesante es resaltar que existe una expresión que se utiliza con cierta
frecuencia, que forma parte de nuestro acervo cultural y que hace uso del término que
ahora estamos analizando en profundidad. Nos estamos refiriendo al llamado “fuego
fatuo”. Este es un fenómeno que se da fundamentalmente en cementerios y en
pantanos y que consiste básicamente en el nacimiento de unas pequeñas llamaradas
que flotan a escasos metros de la tierra. Aquellas son llamas que se producen al
inflamarse materias que están en proceso de putrefacción, ya sean de tipo vegetal o
animal.

Fuegos artificiales

Asimismo tampoco podemos pasar por alto que existen lo que se conoce como fuegos
artificiales. Estos son el conjunto de llamas, chispas y humos que se producen cuando se
prenden cohetes, petardos y todo tipo de dispositivos de pirotecnia que dan lugar a un
bello espectáculo donde luces, sonido y colorido se convierten en protagonistas. En
fiestas y espectáculos de diversa índole es donde tienen lugares aquellos.

COMPONENTES
El triángulo de fuego
Si se deja un trozo de fierro a la intemperie, su color cambia y pierde sus características
originales, porque se oxida. Esto significa que el oxígeno del aire se combina con el fierro
para producir óxido de fierro.
Un fuego es un fenómeno similar: el oxígeno del aire se combina con los materiales que
arden, pero en forma violenta. A esta oxidación rápida la llamamos combustión. Para
que un material entre en combustión se necesitan ciertas condiciones.
 Una de ellas es contar con suficiente oxígeno; normalmente esto no es
problema, porque el aire que nos rodea lo contiene.
 Una segunda condición es que exista material combustible.
 La tercera condición es que tengamos suficiente calor para que la combustión
se inicie.

Estas tres condiciones, en conjunto, forman lo que se conoce como el Triángulo del
fuego: oxígeno, combustible y calor, en proporciones adecuadas. Si falta uno de estos
elementos o no está en la proporción conveniente, no tendremos fuego.

Por otra parte, para que se inicie la combustión, es necesario que los materiales se
encuentren en forma de gases o vapores. La gasolina, que desprende vapores a
temperatura ambiente, se inflama con mucha facilidad, pero los materiales sólidos
deben primero calentarse para que desprendan vapores que puedan inflamarse. Sin
embargo, esto no quiere decir que se vayan a inflamar por sí solos, sino requieren una
mayor temperatura para que se inflamen.

En consecuencia, podemos diferenciar, para cada material:


 Una temperatura a la cual el material se gasifica (temperatura de gasificación).
 Una temperatura a la cual el material ya gasificado se enciende (temperatura de
ignición).

El triángulo y algo más


Cuando se ha logrado encender un fuego, con frecuencia puede mantenerse por si solo,
sin apagarse, hasta que sólo quedan cenizas.
Para explicar este aspecto del fuego, la ciencia actual agrega un cuarto elemento a los
tres que ya hemos visto: la reacción en cadena. Cuando el fuego es suficientemente
intenso, aparecen llamas y se libera mucho calor. Esto facilita que el oxígeno y los
combustibles se combinen, con lo cual hay nuevas llamas y más calor. Esta reacción en
cadena se repite mientras quede oxígeno y combustible, a menos que algo interrumpa
este circuito.

La transmisión del calor


Es frecuente que en los incendios el origen sea un foco relativamente pequeño, que se
transmitió a otros objetos y lugares hasta terminar en un gran siniestro. Por eso, es
importante saber en qué forma se transmite el calor.

El calor se transmite de un objeto a otro en tres formas:


 Por conducción
Se produce cuando un objeto está en contacto directo con otro. El calor del objeto más
caliente pasa hacia el más frío.
 Por radiación
El calor de una llama se siente a cierta distancia del fuego mismo, debido que se
transmite por medio de ondas calóricas invisibles que viajan a través del aire. Por lo
tanto, no es necesario que un objeto toque el fuego para que se queme, porque el calor
puede "saltar" de un lugar a otro a través del aire.
 Por convección
Cuando las ondas calóricas atraviesan un fluido (por ejemplo, aire, agua, aceite, etc.),
parte de su calor calienta ese fluido, el que entonces tiende a moverse hacia arriba. Esto
significa que el calor originado en un punto se propagará hacia otro lugar. A esto se
denomina transmisión por convección. Por ejemplo, si en un edificio de varios pisos se
inicia un incendio en un piso bajo, el fuego calentará el aire, el que subirá hacia los pisos
superiores, arrastrando gases y humos y extendiendo el incendio.

Extintores
Los extintores son elementos portátiles destinados a la lucha contra fuegos incipientes,
o principios de incendios, los cuales pueden ser dominados y extinguidos en forma
breve.

Tipos
- A base de agua
- A base de espuma
- A base de dióxido de carbono
- A base de polvos
- A base de compuestos halogenados
- A base de compuestos reemplazantes de los halógenos
Extintores de agua

El agua es un agente físico que actua principalmente por enfriamiento, por el gran
poder de absorción de calor que posee, y secundariamente actua por sofocación, pues
el agua que se evapora a las elevadas temperaturas de la combustión, expande su
volumen en aproximadamente 1671 veces, desplazando el oxígeno y los vapores de la
combustión. Son aptos para fuegos de la clase A. No deben usarse bajo ninguna
circunstancia en fuegos de la clase C, pues el agua corriente con el cual estan cargados
estos extintores conduce la electricidad.

Extintores de espuma (AFFF)


Actúan por enfriamiento y por sofocación, pues la espuma genera una capa continua de
material acuoso que desplaza el aire, enfría e impide el escape de vapor con la finalidad
de detener o prevenir la combustión. Si bien hay distintos tipos de espumas, los
extintores mas usuales utilizan AFFF, que es apta para hidrocarburos. Estos extintores
son aptos para fuegos de la clase A y fuegos de la clase B.

Extintores de dióxido de carbono


Debido a que este gas esta encerrado a presión dentro del extintor, cuando es
descargado se expande abruptamente. Como consecuencia de esto, la temperatura del
agente desciende drasticamente, hasta valores que estan alrededor de los -79°C, lo que
motiva que se convierta en hielo seco, de ahí el nombre que recibe esta descarga de
"niebe carbónica". Esta niebla al entrar en contacto con el combustible lo enfría.
También hay un efecto secundario de sofocación por desplazamiento del oxígeno. Se lo
utiliza en fuegos de la clase B y de la clase C, por no ser conductor de la electricidad. En
fuegos de la clase A, se lo puede utilizar si se lo complementa con un extintor de agua,
pues por si mismo no consigue extinguir el fuego de arraigo. En los líquidos combustibles
hay que tener cuidado en su aplicación, a los efectos de evitar salpicaduras.
Extintores de Polvo químico seco triclase ABC
Actúan principalmente químicamente interrumpiendo la reacción en cadena. También
actúan por sofocación, pues el fosfato monoamónico del que generalmente estan
compuestos, se funde a las temperaturas de la combustión, originando una sustancia
pegajoza que se adhiere a la superficie de los sólidos, creando una barrera entre estos y
el oxígeno. Son aptos para fuegos de la clase A, B y C.

Extintores a base de reemplazantes de los halógenos (Haloclean y Halotron I)


Actúan principalmente, al igual que el polvo químico, interrumpiendo químicamente la
reacción en cadena. Tienen la ventaja de ser agentes limpios, es decir, no dejan vestigios
ni residuos, además de no ser conductores de la electricidad. Son aptos para fuegos de
la clase A, B y C.

Extintores a base de polvos especiales para la clase D


Algunos metáles reaccionan con violencia si se les aplica el agente extintor equivocado.
Existe una gran variedad de formulaciones para combatir los incendios de metales
combustibles o aleaciones metálicas. No hay ningún agente extintor universal para los
metales combustibles, cada compuesto de polvo seco es efectivo sobre ciertos metales
y aleaciones especificas. Actúan en general por sofocación, generando al aplicarse una
costra que hace las veces de barrera entre el metal y el aire. Algunos también absorven
calor, actuando por lo tanto por enfriamiento al mismo tiempo que por sofocación. Son
solamente aptos para los fuegos de la clase D.
Maneras de apagar el fuego

Bloquea el oxígeno de los incendios en el microondas o en el horno. Si algo se


incendia en el horno o en el microondas, mantén la calma. Apaga el dispositivo, cierra
la puerta y mira de cerca. Al cerrar y eliminar la fuente de calor, los incendios más
pequeños se extinguen rápidamente. Toma tu extintor de incendios y mira de cerca.
 Si el fuego no se extingue, abre la puerta muy cuidadosamente y rocíalo con el extintor
para apagarlo. Si tienes algún tipo de problema, llama al departamento de bomberos
de inmediato.

Pon una tapa. Si incendiaste algo en la sartén, usa la tapa (o una tapa más grande)
para cubrir rápidamente y sofocar el fuego. Esta es la manera más rápida y efectiva de
detener el incendio.
 Considera sacar la sartén si genera demasiado humo maloliente. Lávala con la
manguera cuando se enfríe para evitar que el desastre deje un olor desagradable en tu
cocina. Asegúrate de ponerte una almohadilla térmica o unos guantes térmicos antes
de tratar de sujetar el mango de la sartén.

Usa bicarbonato de sodio o sal en los incendios provocados por la grasa. Si cocinas
tocino y la grasa se incendia, podría ser un problema difícil. Puedes usar el método de
la tapa o una toalla ligeramente húmeda para sofocar el fuego, aunque generalmente
la manera más rápida y segura (aunque no la más limpia) es espolvorear la grasa con
una cantidad abundante de bicarbonato de sodio o de sal. Estos compuestos
absorberán la grasa y acabarán con el incendio de raíz.
 También puedes usar el extintor en los incendios provocados por la grasa. Esto
funciona particularmente bien. Ponte de pie a una distancia segura de la grasa y activa
el extintor.
 Nunca uses agua ni harina en los incendios provocados por la grasa. La harina puede
encenderse, haciendo que el incendio empeore y el agua (ya que no se mezcla con el
aceite) puede dispersar la grasa se disperse a otros lugares, arrojando aceite llameante
a otras superficies cercanas.

Llama siempre al departamento de bomberos de manera inmediata cuando ocurra


un incendio provocado por electricidad. Es extremadamente peligroso tratar de
controlar o extinguir por tu cuenta un incendio provocado por electricidad, ya que
estos son muy difíciles de anticipar y resulta complicado rastrear el origen del fuego.
Sal de tu casa inmediatamente, pon a todos a salvo y llama al departamento de
bomberos
Usa tierra o arena como alternativa al agua. Agrega aproximadamente la misma
cantidad de arena o de tierra seca a las ascuas y revuélvelas para recubrir aquellas que
aún arden. Así conseguirás apagarlas. Sigue agregando y revolviendo el sedimento
hasta que el lugar esté lo suficientemente frío como para tocar.
 Nunca entierres un fuego. Un fuego enterrado puede seguir ardiendo, ya que puede
incendiar las raíces de los árboles y otra vegetación seca, además de quedar protegido
del clima. El fuego puede seguir vivo sin que lo sepas.
EL FUEGO

Alumnos: Bloeck Mauricio, Coronel Naomi, Pelozo Cynthia


Profesora: Seluy, Veronica
Curso: 5to 2da
Año 2017

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