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RESCISIÓN DEL CONTRATO

1.CONCEPTO
La rescisión es el acto por el cual, mediante sentencia judicial, se deja sin efecto un
contrato válido por causal existente al momento de su celebración.
En términos generales es definida como el remedio que la ley prevé para tutelar la
libertad contractual cuando se está en presencia de una situación de aprovechamiento
de una de las partes contratantes que determina que la otra asuma obligaciones en
condiciones inicuas
2.DISPOSICIONES LEGALES EN EL CODIGO CIVIL
ARTICULO 1370°.- La rescisión deja sin efecto un contrato por causal existente al
momento de celebrarlo.
El artículo 1370 del Código Civil Peruano, establece que la Rescisión de Contrato, deja
sin efecto un contrato por causal existente al momento de celebrarlo. Asimismo, la
Resolución de Contrato o resolución contractual, art. 1371 del Código Civil Peruano,
deja sin efecto un contrato válido por causal existente a su celebración.

Se puede rescindir un contrato por causal existente al momento de su celebración, en


cambio, se puede resolver un contrato por situaciones que surgen con posterioridad a
su celebración.

Por lo tanto, tanto la rescisión como la resolución del un contrato, son formas de
extinción de un contrato válido. La rescisión tendrá que ser declarada judicialmente,
mientras que la resolución de contratos puede ser declarada tanto judicial o extrajudicial.

En lo que respecta a la rescisión, éste tiene un vicio de origen, mientras que en la


resolución se deriva a causas posteriores a la celebración del contrato. Se rescinde o
se resuelve un contrato válido.

La causales de la rescisión están establecidas por la ley, mientras que las de la


resolución están establecidas de manera convencional, es decir por la partes, o
legalmente.

Ejemplo del contrato de rescisión: Venta de un bien ajeno.


Bajo esta premisa, un contrato rescindido se celebró válidamente, es decir, sin vicio de
nulidad, pero queda sin efecto, debido a un vicio de ineficacia en su elaboración. La
importancia de esta situación es que el contrato rescindible surte efectos
provisionalmente, pero sujeto a declaración judicial de ineficacia a causa de su
irregularidad. Esto quiere decir, que mediante sentencia judicial se deja sin efecto un
contrato válido por causal existente al momento de su celebración.
Aníbal Torres Vásquez señala que “la rescisión es el remedio que la ley prevé para
tutelar la libertad contractual cuando se está en presencia de una situación de
aprovechamiento de una de las partes contratantes, que determina que la otra asuma
obligaciones en condiciones inicuas”.

ARTÍCULO 1372º.- La rescisión del contrato se declara judicialmente y los efectos de la


sentencia definitiva se retrotraen al momento de su concertación.
La resolución de la relación obligatoria creada por el contrato opera judicial o
extrajudicialmente. Los efectos de la sentencia definitiva, en el primer caso, y de la
declaración de haber operado la resolución, en el segundo caso, se retrotraen al
momento de su concertación.
En las relaciones obligatorias duraderas en las que las prestaciones se ejecutan
sucesiva e independientemente unas de otras o de manera continuada, la resolución no
afecta las prestaciones ya ejecutadas hasta la fecha de la sentencia definitiva o de la
declaración de la resolución.
Lo dispuesto en los dos párrafos anteriores admite pacto en contrario.
En ningún caso se perjudican los derechos de terceros adquiridos de buena fe.
Fundamentación de la subcomisión:
La doctrina moderna está de acuerdo en distinguir entre la rescisión, que deja sin efecto
un contrato por causal existente al momento de su concertación, y la resolución, que
deja sin efecto un contrato por causal sobreviniente s su concertación. También está de
acuerdo en que la rescisión y la resolución judiciales las respectivas sentencias son
constitutivas. Asimismo, está de acuerdo en que la sentencia que declara la rescisión
tiene efecto retroactivo al momento de la concertación del contrato.
La discrepancia surge respecto a los efectos retroactivos de la sentencia resolutoria,
pues algunos sostienen que tiene efecto retroactivo también al momento de
concertación del contrato, mientras otros opinan que tiene efecto retroactivo al momento
que tiene eficacia la causal que motiva la resolución.
Para facilitar el análisis se han agrupado por afinidad los diferentes conceptos que tiene
la doctrina sobre la rescisión de los contratos.
- Consideran algunos que la rescisión es dejar sin efecto un contrato válido mediante
un nuevo convenio entre las partes (RIPERT y BOULANGER, BORDA, LOPEZ de
ZAVALIA, GOMES). Aceptan la rescisión unilateral cuando permitida por otro convenio
previo.
- Ciertos autores precisan que la rescisión es la extinción del vínculo contractual
(MIQUEL, SALVAT)
- Opinan otros que la rescisión es la supresión de los efectos del contrato válidamente
celebrado debido a ciertas consecuencias injustas y perjudiciales derivadas
precisamente de su eficacia. La rescisión supone la validez del contrato y opera
únicamente sobre su eficacia (PUIG BRUTAU, LARENZ, MOISSET de ESPANES).
- En cambio, MIRABELLI, BIANCA, el Diccionario de ESCRICHE piensan que la
rescisión es invalidación del contrato. Obsérvese que, para algunos autores, la rescisión
es, simplemente, una nueva Convención que tiene por objeto dejar sin efecto un contrato
anterior, por lo cual entienden que sus manifestaciones son el mutuo disenso y el
distracto; según otros, la rescisión obedece a las consecuencias perjudiciales que el
contrato produce; algunos piensan que la rescisión pone fin a la relación nacida del
contrato y no a este; para otros, la rescisión no afecta la validez del contrato sino
únicamente lo hace ineficaz; otros, en fin, consideran que la rescisión no se limita a
hacer ineficaz el contrato, sino que lo invalida.

3. SU TRATAMIENTO EN LA LEGISLACIÓN Y DOCTRINA COMPARADAS

El derogado Código civil peruano de 1936 confundía los conceptos de rescisión y


resolución del contrato; ambos términos eran usados indistintamente.
En la doctrina y legislación comparadas los términos rescisión y resolución son
intercambiables, se utilizan indistintamente. Para unos, la rescisión, a la que llaman
también distracto, mutuo disenso, contrario consenso (contrarius consensus o contrarius
dissensus), es el acuerdo por el que los contratantes extinguen un contrato con efectos
retroactivos o irretroactivos, pero sin que la retroactividad afecte derechos adquiridos
por terceros en el ínterin, como consecuencia del contrato originario; otros admiten la
rescisión unilateral, por ejemplo, el contrato de trabajo que puede ser rescindido por
voluntad unilateral del trabajador o del patrón. Otro sector de la doctrina considera que
lo que se rescinde son ciertos actos anulables. También hay quienes sostienen que la
resolución es el género y la rescisión la especie.
Algunos sostienen que la resolución obra retroactivamente y la rescisión suprime para
el porvenir las obligaciones de las partes, sin ninguna retroactividad. Esta teoría es
seguida por la doctrina y legislación argentina que consideran que la rescisión extingue
el contrato para el futuro y la resolución opera con efecto retroactivo. Clasifican a la
rescisión en tres especies: 1) la rescisión bilateral que es un contrato mediante el cual
se deja sin efecto otro contrato anterior; 2) la rescisión unilateral que supone que las
partes han convenido autorizar a cualquiera de ellas a dejar sin efecto el contrato, por
ejemplo, el contrato celebrado por equis años, en el cual se prevé que quedará renovado
automáticamente por otro plazo semejante, si cualquiera de los suscritores del
instrumento no hace saber a su cocontratante, dentro de un término convenido, su
voluntad en contrario; 3) la rescisión legal cuando la ley autoriza a una de las partes o a
ambas a rescindir el contrato.
Todas estas teorías extranjeras son extrañas a nuestro ordenamiento jurídico que
distingue claramente entre la rescisión que deja sin efecto el contrato por causal
existente al momento de su celebración (art. 1370) y la resolución que deja sin efecto el
contrato por causal sobreviniente a su celebración (art. 1371).

4. ANULABILIDAD Y RESCISIÓN
Según el Derecho civil peruano, las causales de rescisión, al igual que las de nulidad y
anulabilidad, existen en el momento mismo en que se celebra el contrato, pero éste no
es inválido sino válido, pudiendo la parte perjudicada solicitar que judicialmente se lo
declare ineficaz ab initio.
Entre anulabilidad y rescisión existen las semejanzas siguientes:
1) Las causales de la anulabilidad y las de la rescisión existen al momento de la
celebración del contrato.
2) Tanto el contrato anulable como el rescindible producen todos sus efectos ab initio,
pero dejan de producirlos si judicialmente, el primero es declarado nulo y el segundo,
rescindido.
3) El ejercicio de la acción para que se declare judicialmente nulo un acto anulable y la
acción para que se declare la rescisión de un contrato rescindible, se deja en poder de
la persona protegida con las causales de anulabilidad y las de rescisión, con el fin de
evitarle un perjuicio.
4) El contrato anulable y el rescindible son ineficaces desde su celebración por efecto
de la sentencia que los declare (arts. 222 y 1372)
No obstante, estas semejanzas, entre la anulabilidad y la rescisión existen las
diferencias siguientes:
1) Se anula un contrato inválido; se rescinde un contrato válido. El contrato anulable
adolece de un defecto existente en el momento mismo de su celebración, defecto que
lo invalida. Se rescinde un contrato que existe válidamente, por reunir todos los
requisitos de validez y no ser contrario al ordenamiento jurídico.
2) La anulabilidad es una sanción impuesta a un contrato inválido por un defecto en su
formación, en cambio, la rescisión es un remedio suministrado a un contrato válidamente
celebrado, pero que genera un resultado injusto para una de las partes. La rescisión se
limita a ser un remedio in extremis, suministrado “para evitarle al protegido un perjuicio
resultante del juego normal de la ley, pero que se estima especialmente injusto” .
3) La anulabilidad es una forma de ineficacia estructural, en tanto que la rescisión es
una ineficacia funcional del contrato. La anulabilidad y la rescisión son dos categorías
de ineficacia del contrato, incompatibles entre sí; lo que es rescindible no es a la vez
anulable, ni lo anulable es rescindible. Sin embargo, en nuestro ordenamiento civil
tenemos el caso singular de la venta de bien ajeno que es rescindible a solicitud del
comprador (art. 1539) y nulo a instancia del propietario del bien (art. 219.1).
4) La anulabilidad no perjudica los derechos adquiridos (en el tiempo que transcurre
entre la celebración del contrato y su declaración judicial de ineficacia) por terceros a
título oneroso y de buena fe, en cambio, la rescisión no perjudica los derechos
adquiridos por terceros de buena fe, sea la adquisición a título oneroso o gratuito.
5) El contrato anulable se convalida por confirmación, lo que no ocurre con la rescisión
por ser el contrato válido.

5. CASOS DE RESCISIÓN EN EL CÓDIGO CIVIL


Los únicos casos de rescisión regulados en el Código son:
1. La rescisión por lesión que procede cuando en el momento de celebrarse el contrato
existe una excesiva desproporción entre las prestaciones, de más de las dos quintas
partes, siempre que la desproporción resulte del aprovechamiento por uno de los
contratantes de la necesidad apremiante del otro. Si la desproporción es igual o superior
a las dos terceras partes se presume el aprovechamiento por el lesionante del estado
de necesidad apremiante del lesionado (arts. 1447 y 1448). Para que proceda la acción
de rescisión por lesión se requiere: 1) que en el momento de la celebración del contrato
exista una excesiva desproporción en las prestaciones; 2) que el lesionado se haya
encontrado en estado de necesidad; y 3) que el lesionante, conociendo el estado de
necesidad, se haya aprovecha de ella.
2. La rescisión por venta de bien ajeno. El contrato se rescinde a solicitud del comprador
cuando éste no sabía que el bien no pertenecía al vendedor (arts. 1539 a 1541).
3. En la compraventa por extensión o cabida, la rescisión procede cuando entre la
extensión o cabida señalada en el Contrato y la extensión o cabida que realmente tiene
el bien existe una diferencia, de más o de menos, que supere el 10%. La acción compete
únicamente al comprador (art. 1575).

6. RESCISIÓN Y MUTUO DISENSO


Para nuestro ordenamiento jurídico civil, la rescisión y el mutuo disenso son dos figuras
distintas. La rescisión es el acto por el cual se deja sin efecto un contrato por una causal
existente al momento de su celebración, en cambio, el mutuo disenso es el convenio
entre las partes para de común acuerdo dejar sin efecto un contrato celebrado
anteriormente, o sea las partes, en ejercicio de su autonomía privada, otorgan un
consentimiento contrario al que prestaron antes, dejando sin efecto el contrato que
celebraron, siempre que con ello no se perjudique el derecho de terceros.

BIBLIOGRAFÍA:

http://www.etorresvasquez.com.pe/pdf/RESCISION-Y-RESOLUCION.pdf

https://legis.pe/rescision-y-resolucion-de-los-contratos-diferencias-y-similitudes/#_ftn2

http://www4.congreso.gob.pe/comisiones/1997/r_codigos/civil/reforma/libro7/libro7.htm

http://sistemas.amag.edu.pe/publicaciones/dere_civil_proce_civil/modu_dere_civil/244-
269.pdf

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