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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA DE EDUCACIÓN

ESPECIALIDADES DE INICIAL, PRIMARIA Y FILOSOFIA Y TEOLOGÍA

Propuesta de Evaluación

EVALUACIÓN EDUCATIVA

Julio de 2017.
Chiclayo, Perú.

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I. DATOS INFORMATIVOS

1.1. Título del proyecto:


Propuesta de Evaluación: “Seminario-Taller para padres de familia sobre
evaluación de los aprendizajes desde un enfoque por competencias”.

1.2. Autores:
Castro Arteaga, Johelly
Díaz Díaz, Geraldine.
Guerrero Fuentes, J. Armando
Rivadeneyra Flores, William

1.3. Asesor:
Dr. Santiago Bobadilla Ocaña

1.4. Duración del proyecto:


6 meses

1.5. Fecha de presentación:


Martes 11 de julio del 2017

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

2.1. Situación problemática


En el Perú, el énfasis en la participación de los padres de familia en la escuela ha
cobrado especial importancia durante la transición democrática iniciada, luego del
gobierno autoritario, de quien fue presidente en la etapa que va desde 1990 al año 2000.
Así lo sugiere la literatura en investigación educativa.

Por su parte, Balarin y Cueto (2008) señalan que “la Ley General de Educación N°
28044, aprobada por el Congreso Peruano en el año 2003, enfatiza la necesidad de
fomentar la participación de los padres de familia en las cuestiones relacionadas con la
escuela” (p.6). Sin embargo, esta ley está centrada y orientada a fines políticos y

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administrativos, dejando de lado la participación de los padres para el logro de
aprendizajes significativos como para la mejor comprensión de la evaluación educativa
de sus hijos, desde el enfoque actual por competencias. Enfoque con el que se intenta
dejar atrás todo rastro de tradicionalismo bancario.

Es así, que se está dando menor importancia al rol fundamental que tienen los padres
de familia para apoyar los procesos de aprendizaje de sus hijos en la escuela. No obstante,
las directrices específicas y generales, del documento de Evaluación de los aprendizajes
de los estudiantes en la educación básica regular del Ministerio de Educación (Directiva
Nº 004-VMGP-2005), aprobado el mismo año, hacen cuenta de lo siguiente: a) De una
comunicación de la información obtenida durante el proceso de evaluación (los logros,
avances y/o dificultades de los aprendizajes) en forma permanente y oportuna, de
docentes a padres de familia. b) De los comentarios que éstos pueden dejar en el Informe
sobre mis Progresos (inicial y primaria) y las Libretas de Información (secundaria),
respecto a las calificaciones de los aprendizajes que se consignan en ellos. c) De la
responsabilidad de los padres de familia de solicitar la información correspondiente sobre
el proceso de aprendizaje, a fin de apoyar a sus hijos para el afianzamiento de sus logros,
fortalecimiento de sus avances y superación de sus dificultades. d) Y de la responsabilidad
de los docentes de comunicar de forma clara y oportuna el proceso y los resultados de la
evaluación de los aprendizajes, tanto a los estudiantes como a los padres de familia o
apoderados.

Aun cuando aparece una relación directa entre la escuela y los padres de familia, esta
preocupación no concentra todavía, una correlación coherente y, en consecuencia con los
fines educativos por ambas partes. De una centralización con fines políticos y
administrativos, pasamos a subrayar una orientación en la participación de los padres por
mero compromiso social. Por ello, necesitamos comprender mejor los aspectos en esta
relación de los padres de familia con la escuela y con sus hijos, porque es aquí donde la
escuela no puede influir directamente; esta es la responsabilidad de los padres como co-
educadores.

Precisamente, en la investigación de Balarin y Cueto (2008) se muestran los


resultados en los que se indica que en el Perú prácticamente no existen continuidades
entre el hogar y la escuela, y que la importancia de este vínculo varía según el nivel

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socioeconómico de las familias. Resaltando la escasa orientación que reciben las familias
sobre cómo interpretar las experiencias de aprendizaje de sus hijos y la importancia de su
papel en ellas.

Comenta, además, que no se niega las indicaciones que las escuelas brindan a los
padres de familia, pero éstas son todavía vagas y pobres, por lo que los padres quedan
abandonados a sus propios recursos. Se deduce, entonces, que aun cuando los padres de
familia tienen mayor participación en las actividades de la escuela, pocas veces se obtiene
como resultado un impacto significativo sobre el aprendizaje, la motivación y el logro de
los niños.

Existe pues una necesidad de investigar más sobre la forma que los padres de familia
desarrollan su comprensión sobre cuestiones relacionadas con el aprendizaje y de cómo
se podrían elaborar estrategias para promover estos vínculos. Ya que aun cuando existen
aproximaciones en la importancia de integrar a los padres de familia dentro de los
procesos educativos en el Perú, estos se limitan a formas superficiales.

Al respecto, el proyecto de los Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia


y la Cultura (OEI), Metas Educativas 2021, en la educación que queremos para la
generación de los bicentenarios; el cual el Perú no es ajeno, enfatiza lo esencial de
definirse sobre la base de la participación de todos los actores educativos, en los que se
incluyen indefectiblemente a los padres de familia, y se les invita a incidir sobre cualquier
opinión respecto a dicho proyecto.

Asimismo, basándose en el artículo n.º 26 de la Declaración Universal de los


Derechos Humanos (1948) que indica el derecho preferente de los padres de familia de
escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos, sigue señalando la necesidad
de incluir la participación de la familia en los proyectos orientados a la mejora de la
infancia:
Bien a través de iniciativas que cooperen con los padres en la atención educativa de
los hijos, bien a través de una oferta educacional que contribuya a elevar su nivel de
formación, cultural o profesional, o bien a través de servicios que intentan mejorar
sus condiciones de vida. Lo cierto es que la atención a las familias y su colaboración

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en las acciones para una más completa atención educativa a sus hijos es un factor
principal en el éxito de los programas a favor de la infancia (p. 100)

En suma, según la revisión planteada no hay una comprensión de cuán vertebral es la


importancia de los padres de familia en el proceso de un aprendizaje significativo, que se
refleje de forma integral en las políticas educativas, sino más bien parcial, por lo que la
comprensión del proceso de la evaluación se remite solo a los docentes. Proceso que hoy
por hoy se entiende como una valoración de las competencias de los estudiantes, y ya no
como una mera calificación de los contenidos, a los que muchos padres todavía siguen
apuntando como la más insigne de las metas para sus hijos.

Epstein (2005, como se citó en Balarin y Cueto, 2008) manifiesta que las formas más
positivas de participación parecen depender de cómo los padres de familia y los maestros
entienden la complementariedad de sus roles, en términos de una colaboración en la que
existen ciertas continuidades básicas entre el hogar y la escuela, como por ejemplo en
cuanto a las expectativas sobre el aprendizaje de los niños, y aún más, a la comprensión
del proceso de evaluación que en su forma más íntegra es valorativo, formativo,
constante, integral y transversal.

Por lo tanto, se concluye que en el Perú se considera la participación de los padres de


familia en la educación de sus hijos, pero ésta se reduce a fines administrativos, y no al
verdadero sentido de la educación: la formación integral. Lo cual conlleva que se
involucren en el proceso de enseñanza aprendizaje y, por ende en el proceso de evaluación
de los aprendizajes enfocada en las competencias.

Y a pesar de los esfuerzos, todavía resulta ser escasa, e inclusive nula esta
participación, por falta de conocimiento y comprensión del proceso educativo entre los
que encontramos a la evaluación como un proceso permanente y transversal. Necesitamos
entender mejor aquellos aspectos de la vida de los niños que influyen sobre sus
experiencias escolares y sobre los que la escuela no puede influir directamente.

Es así como luego de haber realizado un breve análisis acerca de la situación que
afronta el Perú en relación a la participación de los padres de familia en el proceso de
aprendizaje de sus hijos, es necesario preguntarse: ¿Qué se puede hacer?

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2.2. Formulación del problema

¿De qué manera un Seminario-Taller para padres de familia sobre evaluación


educativa desde un enfoque por competencias, puede mejorar la comprensión del proceso
de enseñanza-aprendizaje para que en complementariedad con el rol docente se obtenga
un impacto positivo en los estudiantes?

2.3. Hipótesis de acción estratégica

Diseñando la propuesta de un Seminario-Taller para padres de familia sobre


evaluación educativa desde un enfoque por competencias, se fundamenta una mejor
comprensión del proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes, y
consecuentemente se tendrá un impacto positivo en los mismos.

2.4. Justificación

Sin duda el involucramiento total de los padres de familia en la evaluación de los


aprendizajes de modo particular, y más aún en la educación de sus hijos de modo general,
es primordial. Actualmente está ocupando un lugar central en la literatura, y sus vínculos
provienen de la sociología de la educación, poniendo énfasis en cómo influyen los
antecedentes familiares sobre el logro educativo.

Por ende se necesita la participación de las familias con los procesos y no solo con
los resultados educativos, de este modo haya un mejor beneficio en los logros de los
estudiantes, así como una superación efectiva de sus dificultades. Por lo cual, los docentes
deben asumir su rol con plena responsabilidad, debido a que el apoyo de las familias,
durante todo el proceso educativo y sobre todo en la evaluación continua, es fundamental
y favorable para un óptimo progreso de los estudiantes.

Por lo expuesto, esta investigación está orientada a focalizar la participación de los


padres de familia, no solo de forma administrativa, política, o segmentada, sino más bien
directa, permanente, integral y efectiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los
estudiantes, específicamente en el proceso de evaluación educativa, basándonos en

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fundamentos teóricos. De este modo, aportando a sumar nueva información que pueda
servir como antecedente para otras investigaciones. Además de iniciativa para saldar las
ausencias y debilidades de nuestro sistema educativo, sumando con ello una justificación
también práctica.

2.5. Antecedentes del problema

Dentro del contexto internacional se han realizado investigaciones referentes a la


participación e involucramiento de las familias en el sistema educativo; siendo un punto
de referencia Navaridas y Raya (2012), quienes realizaron una investigación en la cual
procedieron a concretar las normas de derechos de participación de los padres,
constituyendo parámetros de referencia claves para garantizar la eficacia de la evaluación.
Llegando a concluir lo siguiente:

a) En determinados aspectos, es necesario un cambio en la cultura organizativa de los


centros que sitúe a los estudiantes (razón fundamental del centro) y a sus familias en el
centro del proceso de gestión. Este camino que empieza a ser recorrido por varios centros
implicados en procesos de calidad puede proporcionar un modelo adecuado para la
mejora del Derecho de Participación de los Padres.
b) Se constata la necesidad de avanzar en un cambio de mentalidad respecto a la
evaluación de los centros y la difusión de la información entre los sectores clave (familias
y sociedad). En nuestro sistema educativo la evaluación de los centros, en sus diferentes
dimensiones (evaluación del profesorado, evaluación de resultados, etc.), es una realidad
reciente, pero necesaria para garantizar la calidad de la educación y el derecho de elección
de los padres, con información y conocimiento. En ese sentido, la evaluación debe ser
vista sobre todo como un mecanismo de mejora continua.
c) Hay que subrayar el reto que tiene el sistema educativo respecto a la garantía del
Derecho de Participación, para hacer efectiva la actividad de los padres en la implicación
respecto a cuestiones fundamentales de la educación de sus hijos.

Esta investigación hace hincapié en los derechos de participación e información que


poseen los padres de familia dentro de los centros educativos en los cuales se encuentran
sus hijos; de esta manera suma positivamente al presente proyecto al otorgarle un respaldo

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en la importancia de realizar un trabajo organizado con los padres de familia en beneficio
de sus hijos.

Por otra parte, la investigación teórica de Bejerano (2011) sobre la acción y práctica
profesional de los profesores en cuanto al sistema de evaluación subraya tres conclusiones
importantes. En la primera indica la exigencia de la evaluación para los docentes, en
cuanto al grado de conocimiento de sus estudiantes, permitiendo una observación
sistemática y una reflexión continua, pero no sólo del alumno sino también de los
objetivos educativos (evaluación en términos de capacidades) adecuando así el proceso,
continuamente al alumno. Luego subraya a la evaluación como parte del proceso
educativo, interrelacionada con todos los elementos del mismo, situándose en un marco
educativo, del que no puede desligarse en su totalidad, por lo que el intercambio de
información es imprescindible en el proceso evaluador y para coordinar la intervención
educativa; lo cual se realiza entre los educadores, estudiantes y familia. Por último, señala
el papel prioritario de la actuación de los docentes dentro del sistema educativo, pues de
ellos depende que los padres reciban una correcta información respecto a lo que concierne
en evaluación y puedan intervenir oportunamente en el apoyo que requieran los
estudiantes.

Esta investigación aporta significativamente a la realización de la presente propuesta,


puesto que brinda información sobre el trabajo docente en relación a la evaluación en
correlación directa con los padres de familia.

Como hemos podido ver, la literatura de contexto internacional no difiere en mucho


con la nuestra, solo en este punto, la importancia de una participación integral,
comprensiva y permanente de los padres con lineamientos claros tanto en su gestión como
en su proceso. Para ello referiremos al trabajo de investigación exploratoria de Balarin y
Cueto (2008) que fue llevado a cabo con los padres de familia y maestros de un grupo de
niños que forman parte del proyecto de investigación Niños del Milenio, en Perú, el cual
presenta las conclusiones de un estudio que examina la manera en que los padres de
familia y maestros entienden la participación de las familias en la escuela, sobre todo en
cuestiones vinculadas al aprendizaje y el rendimiento.

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Señalando que los problemas que existen para la implementación de nuevas políticas
que busquen aumentar la participación de los padres de familia en la escuela, de modo
que ésta tenga un impacto positivo en el logro educativo, contribuyendo a la mejora del
aprendizaje y el rendimiento escolar de sus hijos. Por lo que el estudio identifica las
formas de lograr un impacto positivo buscado por la Ley de Educación del 2003 en esta
relación hogar-escuela, indicando que existe una ausencia en el conocimiento de los
padres, de cómo participar en las cuestiones educativas de sus hijos, dificultando un apoyo
mucho más adecuado.

Son muchas familias que encuentran sumamente difícil cumplir con las expectativas
de participación en las actividades escolares, en parte por sus limitaciones de tiempo y
dinero, pero también porque a menudo carecen del capital cultural necesario para
comprender cómo se manejan las escuelas y cómo tiene lugar el aprendizaje. El énfasis
de esta participación está desligado de la necesidad de establecer relaciones significativas
entre el hogar y la escuela, pero también está desvinculado de las relaciones dentro del
hogar, las que podrían promover el aprendizaje, la motivación y el desarrollo de niñas y
niños.

Por ello señala, por último, cuán importante es diseñar estrategias para mejorar las
capacidades de las escuelas para modelar la participación de los padres de familia, para
promover programas de colaboración familia-escuela y para cerrar las brechas entre la
escuela y el hogar. Tan importante como urgente, porque el logro académico no es la
única razón de ser de la educación, sino que existen otros aprendizajes que ocurren dentro
y fuera de la escuela que también son relevantes, como lo es la familia.

Es importante también resaltar la metodología que ha desarrollado el Instituto CIFE


(Centro de Investigación en Formación y Evaluación) para la educación básica por Tobón
(2011). Esta metodología se denomina Valora, y se caracteriza porque aborda la
evaluación con un enfoque formativo buscando el desarrollo continuo de las potencias y
talentos de los estudiantes, para lo cual se tiene como base la metacognición, el proyecto
ético de vida, el trabajo con proyectos integradores y el aprender a actuar con idoneidad
ante los problemas de la vida. El programa Valora aborda la evaluación de las
competencias como una propuesta educativa que tiene en cuenta los retos actuales y
futuros del contexto. Para ello se analizan los niveles de desempeño o de dominio que

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tienen los estudiantes. Además, ofrece lineamientos en torno a la planeación de la
evaluación con estrategias e instrumentos basados en niveles de desempeño, que abordan
los saberes académicos, afectivos y sociales.

Por tanto, estas investigaciones contribuyen de manera positiva en el presente


proyecto, puesto que hacen referencia a la evaluación y la participación de los padres de
manera general en el sistema educativo; en este sentido nos brinda las herramientas
necesarias para enfocarnos en las debilidades del mismo sistema en cuanto al
involucramiento de las familias en el proceso de evaluación dentro del territorio peruano.

2.6. Bases teóricas


2.6.1. Participación de los padres de familia

La familia es la primera institución educativa en donde se el niño desarrolla sus


potencialidades, de manera tal, que permite la inserción en una sociedad abierta al
cambio. Sus principales funciones las comparten a su vez con otras instituciones sociales
las cuales complementan la educación de la prole. Espitia y Montes (2009) comentan lo
siguiente:
La familia a lo largo de la historia de la humanidad siempre ha sufrido
transformaciones paralelas a los cambios de la sociedad. Las funciones de proteger,
socializar y educar a sus miembros las comparte cada vez más con otras instituciones
sociales como respuesta a necesidades de la cultura. De aquí que las funciones de las
familias se cumplen en dos sentidos: uno propio de esta institución, como es la
protección psicosocial e impulso al desarrollo humano de sus miembros, y en un
segundo sentido externo a ella, como es la adaptación a la cultura y las
transformaciones de la sociedad (p. 86).

Así pues, el ámbito familiar adquiere una importancia única en el proceso de


aprendizaje del estudiante, en cualquiera de sus niveles. Por ello hemos de considerar la
influencia de este ámbito para comenzar a plantear nuestro marco conceptual. Ante este
problema cabe las interrogante: ¿cuáles son las actitudes que debe tomar el padre de
familia frente al proceso de aprendizaje de su menor hijo (a)? ¿Es importante conocer el
desarrollo y la evaluación de las distintas áreas? Estas actitudes, sentarán las bases para
un correcto proceso de aprendizaje en unión con la primera escuela: la familia.

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Según Romagnoli y Cortese (2015) existen diversas actitudes de los padres como:
a) Nivel de compromiso y participación: el interés de los padres es un elemento clave
en su educación pues genera un mayor éxito educativo ya que es una forma activa de
participar del proceso de aprendizaje. Existen algunas investigaciones que lo respalda
como el reporte de OREALC/UNESCO que plantea que el contexto educativo del hogar
es una de las variables que tiene más relación con el aprendizaje. Aquí se incluyen la
participación de los padres en la escuela, y el conocimiento y opinión que tiene de ésta y
de sus docentes.
Es el hecho del involucramiento familiar al preguntar sobre las tareas escolares, el
trabajo que realizan en las asignaturas, la forma en que el profesor evalúa, lo que permite
que los menores perciban que sus familias creen que el trabajo escolar, y la escuela en
general, es importante, que vale la pena hablar de ello y esforzarse más. Todo esto
desemboca en una mentalidad positiva del estudiante ante el proceso educativo. Como
vemos es importante el compromiso del padre de familia y la participación activa en el
proceso de aprendizaje de su meno hijo (a), sin embargo esto no se muestra comúnmente,
es por ello que proponemos desarrollar los talleres mencionados en los objetivos.

b) Nivel de expectativas: Diversos estudios muestran que uno de los predictores del
éxito escolar en los estudiantes es la expectativa que tiene el padre de familia sobre los
logros académicos y la satisfacción con la educación de sus hijos en la escuela. Esto va
muy de la mano con el punto antes citado ya que si el padre de familia se preocupa y
participa activamente del proceso de aprendizaje de su menor hijo (a) podrá entonces, por
causalidad, traducir esas expectativas en comportamientos concretos que llevan a los
estudiantes a obtener aspiraciones altas y una motivación especial por aprender, trazarse
metas realistas e incentivar en el desempeño de los mismos. En este nivel el padre de
familia usualmente demuestra todo lo contrario lográndose evidenciar en las sesiones de
aprendizaje llevadas a cabo por diversos docentes en diversas áreas; la pasividad e
indiferencia de los mismos estudiantes es efecto del bajo nivel de expectativa que sus
padres o apoderados generan en su ambiente familiar.

c) Nivel de valoración activa y manifiesta de las capacidades: Es fundamental,


entonces, que el padre de familia confíe en las habilidades de su menor y crea q son
capaces de aprender y obtener buenos resultados académicos. Al valorar positivamente

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los esfuerzos y logros, reconociendo sus talentos especiales, les hace sentir que son
capaces de desarrollar una percepción positiva de sus propias capacidades generando en
ellos un mayor interés por aprender y asistir a la escuela.

Así pues, al carecer estas actitudes en las diversas escuelas de la localidad y a nivel
nacional con respecto a los padres de familia, genera en ellos, las consecuencias adversas
de lo descrito anteriormente. Es importante por tanto que la organización en la familia se
encuentre capacitada para ejercer una ayuda al estudiante.

Es, sin embargo, evidente las distintas experiencias traumáticas que viven los
estudiantes por problemas generadas en sus familias, no entraremos a considerar de lleno
los diversos motivos que generan la problemática, sin embargo esto es importante pues
ejercen un influjo directo sobre los resultados del proceso de aprendizaje, según el ideal
que marca la pauta a las competencias curriculares.

Esto posee un efecto transmisor de roles que hoy en día genera una confusión tanto
en los padres de familia como en los propios estudiantes. La pregunta sería: ¿La escuela
ha de sustituir la primera educación de familia? La respuesta inmediata sería un rotundo
no, sin embargo, sin darnos cuenta, los padres de familia ejercen presión sobre los
profesores para una suplantación de sus funciones. Por lo que Ayllón (2005) manifiesta
que: “Nuestras mejores instituciones sustitutivas son, respecto de la familia, lo que un
corazón artificial respecto de un corazón auténtico. Puede que funcionen. Incluso puede
que funcionen mucho tiempo. Pero nunca serán tan buenas como aquello a lo que
sustituye” (p. 53)

Por más que se agoten los esfuerzos por tratar de salir al encuentro de lo que no se ha
enseñado en casa, estamos navegando al naufragio ya que solo la familia es “capaz de
transmitir con eficacia valores fundamentales que dan sentido a la vida”, y eso la hace
valiosa en un mundo donde quiere dominar el sinsentido.

Así pues el Centro de Referencia Latinoamericano para la educación preescolar toma


como punto fundamental la familia como principal educadora y manifiesta que: “educar
correctamente al estudiante exige que, desde muy temprana edad se le enseñen ciertas
normas y hábitos de vida que garanticen tanto su salud física y mental como su ajuste

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social”. Esas normas y hábitos según el contexto donde se desenvuelva generarán en el
estudiante el crecimiento personal y social.

Es sumamente importante la intervención de la familia desde los primeros años, pues


es allí donde van adquiriendo sus primeros conocimientos y conductas, sabiendo que
estos están intrínsecamente unidos por la mucha o poca atención que los adultos tengan
sobre ello.

Esta unión que se aclama en este trabajo se encauza en un mutuo trabajo en la labor
noble de educar a la prole, escuela y familia deberían formar un todo consolidado no
como mera yuxtaposición de funciones sino como todo orgánico que permitirá que el
estudiante logre exitosamente educarse en todos los ámbitos de su persona.

Este trabajo mutuo ha de partir desde un mutuo conocimiento: el de los padres con
respecto a la labor realizada en las escuelas, el modo de llevar una sesión de clases, lo que
se busca en cada unidad con respecto a sus menores, y de un modo transversal cómo se
va valorando el trabajo realizado por ellos según su estilo y ritmos de aprendizaje. Por
otra parte es menester también de la institución educadora el conocer la situación social,
económica y cultural de las personas que tienen a cargo, tomando en cuenta para ejercer
la labor formativa y poder comprender algunas situaciones especiales según las
características propias de la zona.

Por lo tanto, y siguiendo a Montes (2016), es importante que los padres de familia se
mantengan en contacto con los docentes y que se empeñen en saber las condiciones en la
que se encuentran sus hijos, con la finalidad de que el proceso enseñanza aprendizaje se
logre de una manera exitosa. Para una buena formación es importante que exista una
estrecha relación entre la escuela, los padres de familia, donde ambas instituciones se
apoyen y se proyecten hacia los logros de resultados comunes, que beneficien al
estudiantado.

2.6.2. Evaluación educativa

La concepción de evaluación a lo largo del tiempo ha ido evolucionando debido a los


grandes cambios en la educación. Pasó de ser un proceso pedagógico realizado

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únicamente por el docente, por ejemplo, al final de una sesión en la cual tenía que calificar
el conocimiento; a una valoración formada por el docente y, además, por el estudiante
acerca de su propio proceso de aprendizaje. Será importante entonces preguntarnos: ¿Qué
tanto saben los estudiantes?, o mejor ¿Es significativo lo que aprendieron? La evaluación
va más allá de una simple medición de conocimientos. El Currículo Nacional de
Educación Básica Regular (2016) indica que:

La evaluación ha pasado de comprenderse como una práctica centrada en la


enseñanza, que calificaba lo correcto y lo incorrecto, y que se situaba únicamente al
final del proceso, a ser entendida como una práctica centrada en el aprendizaje del
estudiante, que lo retroalimenta oportunamente con respecto a sus progresos durante
todo el proceso de enseñanza y aprendizaje (p. 196).

Es decir, al contrastar la evaluación que muchos docentes realizan en la actualidad,


siguen con el enfoque tradicional de evaluar los conocimientos de los estudiantes, por
ende la evaluación es considerada como resultado. En realidad, es durante todo el proceso
de aprendizaje; no se limita a un rol de exámenes, sino más bien, a la diversidad de
técnicas e instrumentos de evaluación que el docente puede utilizar para valorar los
aprendizajes.

Por tanto es un proceso reflexivo porque implica una retroalimentación por parte del
docente a los estudiantes acerca de sus logros y avances, y viceversa. También
participativo, porque como ya se mencionó líneas arriba, interviene tanto el docente como
el estudiante. Además formativo, pues el Currículo Nacional, plantea para la evaluación
de los aprendizajes el enfoque formativo. Enfoque que se explica a continuación.

2.6.2.1. Enfoque formativo de la evaluación de los aprendizajes

Éste es considerado como tal, ya que la evaluación de los aprendizajes es un proceso


sistemático orientado a la evaluación por competencias. Por ello el docente debe dar
oportunidad a los estudiantes durante el proceso de aprendizaje para que identifiquen sus
logros y dificultades; con el fin de brindarles el apoyo pedagógico que necesiten para
mejorar.

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El Currículo Nacional de Educación Básica Regular (2016) recalca que la evaluación
debe ser formativa porque es necesario valorar el desempeño de los estudiantes a lo largo
del proceso de aprendizaje y, además, “le permite al docente identificar el nivel en el que
se encuentran respecto a las competencias que deben lograr y crear oportunidades para
que demuestre y conozca hasta dónde es capaz de combinar las diversas capacidades que
integran una competencia” (p.196). El enfoque formativo está direccionado al logro de
competencias en los estudiantes.

Por ende, una competencia integra habilidades, destrezas, conocimientos,


potencialidades; como abarca tanto se da origen a las capacidades. Es decir, la suma de
éstas describe el desarrollo de una competencia. Por eso es importante que el docente
identifique en qué nivel se encuentran los niños en relación a las competencias para
ayudarles en los demás niveles a alcanzar.

Asimismo, al mencionar que la evaluación de los aprendizajes valora las


competencias de los estudiantes, Tobón (2011) señala:
La evaluación de las competencias es un nuevo paradigma en el campo de la
educación y la gestión del talento humano, que está ayudando a identificar con mayor
claridad los logros y aspectos por mejorar en las personas, con base en la actuación
integral ante situaciones y problemas contextualizados. Con ello, se está
trascendiendo el enfoque tradicional de la evaluación, que se orienta a los contenidos
fragmentados sin considerar el contexto (p.7).

Así como lo señala Tobón, la evaluación de competencias es algo nuevo en el campo


educativo. Con este enfoque se trata de que la evaluación sea más humanizadora. Pues a
quien se les está evaluando es a personas, en este caso a los estudiantes, que por serlo se
necesita que se valore todo aquello que realiza para aprender; un número, en cuanto a
calificaciones, no lo define como tal. Por ello las competencias integra el saber ser, hacer,
conocer y convivir.

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III. Propuesta
3.1. Descripción

La propuesta consiste en la creación de un Seminario-Taller dirigido a los padres de


familia en las instituciones educativas, y en correlación con los docentes como co-
educadores de los estudiantes, quienes serán los beneficiarios indirectos. El Seminario-
Taller se orienta a capacitar a los padres de familia en cómo se desarrolla el proceso de
aprendizaje de sus hijos, específicamente el proceso de evaluación de los aprendizajes
desde el actual enfoque por competencias en el que se basa el Currículo Nacional. Con
ello se pretende una mayor y mejor participación de los padres en la vida educativa de
sus hijos, apoyándolos, motivándolos y acompañándolos a lo largo de su proceso, con
una visión integral y sistemática de la educación, orienta a marcar una diferencia en la
educación que te enseña a ganarte la vida y la que te enseña a vivir.

3.2. Objetivos
3.2.1. Objetivo general:
Diseñar un seminario-taller para involucrar a los padres de familia en el acompañamiento
de sus hijos durante la evaluación de los aprendizajes desde un enfoque por competencias
y una comprensión integral del mismo.

3.2.2. Objetivos específicos:


i Sensibilizar a los padres de familia, sobre la importancia que tiene el
“Seminario-Taller, sobre evaluación de los aprendizajes de sus hijos desde un
enfoque por competencias”
ii Capacitar a los padres de familia sobre el proceso de evaluación de los
aprendizajes en sus hijos, teniendo en cuenta el enfoque por competencias.
iii Valorar en los padres de familia lo comprendido respecto al seminario-taller.
iv Realizar un seguimiento-acompañamiento a los padres de familia, para
fortalecer las capacidades a lograr en los mismos.

3.3. Justificación

Ante la problemática citada anteriormente cabe la necesidad de proponer una solución


de corto plazo para generar cambios significativos en las instituciones educativas públicas

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o privadas. Esto como primer paso, para generar un vínculo fuerte entre familia y centros
educativos.

Esto es importante ya que, a mayor involucramiento de los padres de familias en la


labor académica de sus menores hijos, mayor es el nivel de éxito educativo logrado. Sin
embargo es una empresa que no queda únicamente en la participación activa de los padres
de familia y los estudiantes, sino que lo más importante es desarrollar una comprensión
compartida sobre el rendimiento, el aprendizaje y los objetivos de la escuela, que permita
a los padres de familia interpretar y contribuir al progreso de sus hijos en la escuela y, a
la escuela, orientar a los padres de familia sobre cómo apoyar mejor el aprendizaje de sus
hijos.

Es en este último punto en donde ubicamos a nuestra propuesta, como orientadora a


los padres para apoyar a sus menores en el proceso de aprendizaje y así ir consolidando
una formación integral para ellos. Para lograrlo hemos considerado cinco talleres con el
fin de buscar una mayor participación de los padres e informarles sobre el proceso
educativo en una formación por competencias, lo cual ayudará a que ellos apoyen a sus
hijos a lograr una auténtica formación.

3.4. Modelo teórico

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3.5. Competencia y capacidades

3.5.1. Competencia.
Actúa con co-responsabilidad en el proceso de evaluación del aprendizaje de su
menor hijo, junto al docente, tanto en el hogar así como también en la escuela, para lograr
en este, un impacto positivo, traducido en el logro significativo de su aprendizaje así como
del desarrollo de sus competencias, y de la superación efectiva de sus dificultades.

3.5.2. Capacidades
i Toma conciencia acerca de la importancia de la evaluación de los aprendizajes de
sus hijos
ii Comprende el proceso de evaluación de aprendizaje de su hijo, como co-
educador.
iii Aplica lo aprendido en las relaciones con su hijo desde el hogar, sin descuidar su
co-participación en la escuela.
iv Refuerza lo aprendido, teniendo en cuenta los puntos más importantes en el
Seminario-Taller.

3.6. Proceso de aplicación:

I. Seminario de sensibilización
Objetivo:
Sensibilizar a los padres de familia, sobre la importancia que tiene el “Seminario-Taller,
sobre evaluación de los aprendizajes de sus hijos desde un enfoque por competencias.
Capacidad:
Toma conciencia acerca de la importancia de la evaluación de los aprendizajes de sus
hijos.
Duración: 4 horas.
Actividades - Estrategias Indicadores
1. Se realiza el sketch “la locura de los exámenes”, el cual
cuenta con una trama divertida sobre lo complicado que
puede ser el ciclo de exámenes para los estudiantes.
Estrategia: puesta en escena.

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2. Presentación de los padres de familia. Sirve para que
los padres de familia se conozcan un poco, Expresa verbalmente su posición
intercambiando información personal que vaya de ante la presentación de la
acuerdo al tema tratado. propuesta.
Estrategia: dinámica “la telaraña”.

3. Presentación de la propuesta. Mediante el uso de Redacta su compromiso de


organizadores gráficos virtuales se hace una participación dinámica durante el
consolidación entendible sobre lo que se trabajará, el por desarrollo de los talleres.
qué y para qué.
Estrategia: Exposición oral y uso de organizadores
virtuales.

4. Damos a conocer nuestra opinión. Los padres


expresaran su parecer con los expuesto anteriormente,
mediante una divertida dinámica.
Estrategia: Dinámica la pelota bailarina.

5. Escribe su compromiso. Cada padre de familia realiza


su compromiso por escrito sobre su responsable
participación en los talleres.
Estrategia: Trabajo individual

II. Taller de capacitación


Objetivo:
Capacitar a los padres de familia sobre el proceso de evaluación de los aprendizajes en
sus hijos, teniendo en cuenta el enfoque por competencias.
Capacidad:
Comprende el proceso de evaluación de aprendizaje de su hijo, como co-educador.
Duración: 4 horas

Actividades-estrategias Indicadores

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1. Presentación de un video; elaborado de forma
didáctica para brindar información sobre los enfoques de Realiza un cuadro
evaluación. comparativo acerca de las
Estrategia: visualización de un video. consecuencias de
comprender y apoyar a sus
2. Elaboración de un cuadro comparativo sobre hijos, desde el enfoque
evaluación tradicional y por competencias. tradicional de la educación
Estrategia: trabajo en equipo y el enfoque por
competencias.
3. Exposición del cuadro comparativo. Una vez acabado
el cuadro por equipos, se realiza la exposición que dará
pie al discernimiento sobre la mejor manera de evaluar.
Estrategia: exposición oral

III. Taller de evaluación


Objetivo:
Valorar en los padres de familia lo comprendido respecto al seminario-taller.
Capacidad:
Aplica lo aprendido en las relaciones con su hijo desde el hogar, sin descuidar su co-
participación en la escuela.
Duración: 3 horas

Actividades-estrategias Indicadores

1. Trabajo en pares. Unidos en parejas,


llevan a cabo una autoevaluación en la
que consideran las cosas que ya no se Interpreta las experiencias de
deben hacer tomando como referencia su aprendizaje de su hijo en coherencia con
testimonio. lo aprendido, para ayudarlo a superar las
Estrategia: Tandem. dificultades de la escuela mediante el
diálogo dirigido.
2. Socializa sus conclusiones.
Estrategia: exposición oral.

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IV. Taller de seguimiento y acompañamiento
El taller de seguimiento y acompañamiento a los padres de familia, se realizará por grupos
que se formarán en base a los resultados del taller previo de evaluación, y cada grupo será
invitado en diferentes días.

Objetivo:
Realizar un seguimiento-acompañamiento a los padres de familia, para fortalecer las
capacidades a lograr en los mismos.
Capacidad:
Refuerza lo aprendido, teniendo en cuenta los puntos más importantes en el Seminario-
Taller.
Duración: 2 horas

Actividades-estrategias Indicadores

1. Comparte con todos los presentes,


sobre cómo lo aprendido en lo que va del
taller, lo ha ido aplicando en su familia. Acompaña permanentemente el proceso
Básicamente guiándose de dos preguntas: de evaluación de los aprendizajes de su
¿Qué he hecho por mi hijo para que hijo, lo ayuda teniendo en cuenta sus
mejore en su aprendizaje significativo ritmos y estilos de aprendizaje, y le
desde el hogar? ¿Qué haré por mi hijo en orienta a superar las dificultades.
adelante?
Estrategia: mesa redonda

V. Monitoreo (Pots-SeminarioTaller)
El Monitoreo, es la etapa de evaluación después de haber aplicado el Seminario-Taller,
por los próximos tres meses, en la que el trabajo se comparte con el docente de aula, el
que verificará desde la escuela el impacto de la participación de los padres de familia con
respecto a sus hijos, y con ellos a través de una Asamblea General.
Objetivo:
Analiza el grado de avance en el acompañamiento del proceso de aprendizaje según las
capacidades adquiridas en los talleres anteriores.

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Criterio Actividades Instrumentos

El docente realiza un informe sobre sobre la  Ficha de


ESCUELA aplicación de lo aprendido en los padres de familia, observación.
reflejada en su participación con la escuela.  Informe.

Se realiza una Asamblea General, para compartir las  Informe final.


HOGAR experiencias de cómo evidencian el cambio en la
(PADRES) mejora de los aprendizajes de sus hijos, desde una
evaluación con el enfoque por competencias.

IV. REFERENCIAS

Ayllón, R. (2005). Diez claves de la educación. Barcelona: STYRIA.

Balarin, M., y Cueto, S. (2008). La calidad de la participación de los padres de familia y


el rendimiento estudiantil en las escuelas públicas peruanas. Lima: GraDe; Niños
del Milenio.

Bejerano, F. (2011). La evaluación en educación infantil. Cuaderno de Educación y


desarrollo. Recuperado de: http://www.eumed.net/rev/ced/29/fbg.htm

CELEP. (s.f.). Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar.


Obtenido de http://campus-oei.org/celep/celep6.htm

Currículo Nacional de Educación Básica (2016). Orientaciones para la evaluación


formativa de las competencias en el aula. Ministerio de Educación del Perú

Espitia, R., y Montes, M. (2009). Influencia de la familia en el proceso educativo de los


menores del barrio Costa Azul de Sincelejo (Colombia). Investigación y Desarrollo,
17(01), 84 - 105.

Navaridas, F. y Raya, E. (2012). Indicadores de participación de los padres en el sistema


educativo: un nuevo enfoque para la calidad educativa. Revista Española de

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Educación Comparada. Recuperado de: http://www.ugr.es/~fjjrios/pce/media/2a-
ParticipacionPadresSEeuropa.pdf

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educación básica regular. Directiva Nº 004-VMGP. Recuperado de
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Montes, C. (2016). La inclusión de los padres de familia en el proceso educativo de sus


hijos en el nivel medio superior. In Docencia.

Organización de Estados Americanos (2010). Metas Educativas 2021. La educación que


queremos para la generación de los bicentenarios. Recuperado de
http://www.oei.es/historico/metas2021/libro.htm

Romagnoli, C., y Cortese, I. (2015). ¿Cómo la familia influye en el aprendizaje y


rendimiento escolar? Valoras, 1 - 9. Recuperado de:
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recursos/familias/ApoyoAlAprendizajeEnLaComunidad/Fichas/Como-la-familia-
influye-en-el-aprendizaje-y-rendimiento.pdf

Tobón, S. (2011). Evaluación de las competencias en la Educación Básica. México:


Santillana

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