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ESCUELA DE EDUCACIÓN
Propuesta de Evaluación
EVALUACIÓN EDUCATIVA
Julio de 2017.
Chiclayo, Perú.
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I. DATOS INFORMATIVOS
1.2. Autores:
Castro Arteaga, Johelly
Díaz Díaz, Geraldine.
Guerrero Fuentes, J. Armando
Rivadeneyra Flores, William
1.3. Asesor:
Dr. Santiago Bobadilla Ocaña
Por su parte, Balarin y Cueto (2008) señalan que “la Ley General de Educación N°
28044, aprobada por el Congreso Peruano en el año 2003, enfatiza la necesidad de
fomentar la participación de los padres de familia en las cuestiones relacionadas con la
escuela” (p.6). Sin embargo, esta ley está centrada y orientada a fines políticos y
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administrativos, dejando de lado la participación de los padres para el logro de
aprendizajes significativos como para la mejor comprensión de la evaluación educativa
de sus hijos, desde el enfoque actual por competencias. Enfoque con el que se intenta
dejar atrás todo rastro de tradicionalismo bancario.
Es así, que se está dando menor importancia al rol fundamental que tienen los padres
de familia para apoyar los procesos de aprendizaje de sus hijos en la escuela. No obstante,
las directrices específicas y generales, del documento de Evaluación de los aprendizajes
de los estudiantes en la educación básica regular del Ministerio de Educación (Directiva
Nº 004-VMGP-2005), aprobado el mismo año, hacen cuenta de lo siguiente: a) De una
comunicación de la información obtenida durante el proceso de evaluación (los logros,
avances y/o dificultades de los aprendizajes) en forma permanente y oportuna, de
docentes a padres de familia. b) De los comentarios que éstos pueden dejar en el Informe
sobre mis Progresos (inicial y primaria) y las Libretas de Información (secundaria),
respecto a las calificaciones de los aprendizajes que se consignan en ellos. c) De la
responsabilidad de los padres de familia de solicitar la información correspondiente sobre
el proceso de aprendizaje, a fin de apoyar a sus hijos para el afianzamiento de sus logros,
fortalecimiento de sus avances y superación de sus dificultades. d) Y de la responsabilidad
de los docentes de comunicar de forma clara y oportuna el proceso y los resultados de la
evaluación de los aprendizajes, tanto a los estudiantes como a los padres de familia o
apoderados.
Aun cuando aparece una relación directa entre la escuela y los padres de familia, esta
preocupación no concentra todavía, una correlación coherente y, en consecuencia con los
fines educativos por ambas partes. De una centralización con fines políticos y
administrativos, pasamos a subrayar una orientación en la participación de los padres por
mero compromiso social. Por ello, necesitamos comprender mejor los aspectos en esta
relación de los padres de familia con la escuela y con sus hijos, porque es aquí donde la
escuela no puede influir directamente; esta es la responsabilidad de los padres como co-
educadores.
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socioeconómico de las familias. Resaltando la escasa orientación que reciben las familias
sobre cómo interpretar las experiencias de aprendizaje de sus hijos y la importancia de su
papel en ellas.
Comenta, además, que no se niega las indicaciones que las escuelas brindan a los
padres de familia, pero éstas son todavía vagas y pobres, por lo que los padres quedan
abandonados a sus propios recursos. Se deduce, entonces, que aun cuando los padres de
familia tienen mayor participación en las actividades de la escuela, pocas veces se obtiene
como resultado un impacto significativo sobre el aprendizaje, la motivación y el logro de
los niños.
Existe pues una necesidad de investigar más sobre la forma que los padres de familia
desarrollan su comprensión sobre cuestiones relacionadas con el aprendizaje y de cómo
se podrían elaborar estrategias para promover estos vínculos. Ya que aun cuando existen
aproximaciones en la importancia de integrar a los padres de familia dentro de los
procesos educativos en el Perú, estos se limitan a formas superficiales.
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en las acciones para una más completa atención educativa a sus hijos es un factor
principal en el éxito de los programas a favor de la infancia (p. 100)
Epstein (2005, como se citó en Balarin y Cueto, 2008) manifiesta que las formas más
positivas de participación parecen depender de cómo los padres de familia y los maestros
entienden la complementariedad de sus roles, en términos de una colaboración en la que
existen ciertas continuidades básicas entre el hogar y la escuela, como por ejemplo en
cuanto a las expectativas sobre el aprendizaje de los niños, y aún más, a la comprensión
del proceso de evaluación que en su forma más íntegra es valorativo, formativo,
constante, integral y transversal.
Y a pesar de los esfuerzos, todavía resulta ser escasa, e inclusive nula esta
participación, por falta de conocimiento y comprensión del proceso educativo entre los
que encontramos a la evaluación como un proceso permanente y transversal. Necesitamos
entender mejor aquellos aspectos de la vida de los niños que influyen sobre sus
experiencias escolares y sobre los que la escuela no puede influir directamente.
Es así como luego de haber realizado un breve análisis acerca de la situación que
afronta el Perú en relación a la participación de los padres de familia en el proceso de
aprendizaje de sus hijos, es necesario preguntarse: ¿Qué se puede hacer?
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2.2. Formulación del problema
2.4. Justificación
Por ende se necesita la participación de las familias con los procesos y no solo con
los resultados educativos, de este modo haya un mejor beneficio en los logros de los
estudiantes, así como una superación efectiva de sus dificultades. Por lo cual, los docentes
deben asumir su rol con plena responsabilidad, debido a que el apoyo de las familias,
durante todo el proceso educativo y sobre todo en la evaluación continua, es fundamental
y favorable para un óptimo progreso de los estudiantes.
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fundamentos teóricos. De este modo, aportando a sumar nueva información que pueda
servir como antecedente para otras investigaciones. Además de iniciativa para saldar las
ausencias y debilidades de nuestro sistema educativo, sumando con ello una justificación
también práctica.
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en la importancia de realizar un trabajo organizado con los padres de familia en beneficio
de sus hijos.
Por otra parte, la investigación teórica de Bejerano (2011) sobre la acción y práctica
profesional de los profesores en cuanto al sistema de evaluación subraya tres conclusiones
importantes. En la primera indica la exigencia de la evaluación para los docentes, en
cuanto al grado de conocimiento de sus estudiantes, permitiendo una observación
sistemática y una reflexión continua, pero no sólo del alumno sino también de los
objetivos educativos (evaluación en términos de capacidades) adecuando así el proceso,
continuamente al alumno. Luego subraya a la evaluación como parte del proceso
educativo, interrelacionada con todos los elementos del mismo, situándose en un marco
educativo, del que no puede desligarse en su totalidad, por lo que el intercambio de
información es imprescindible en el proceso evaluador y para coordinar la intervención
educativa; lo cual se realiza entre los educadores, estudiantes y familia. Por último, señala
el papel prioritario de la actuación de los docentes dentro del sistema educativo, pues de
ellos depende que los padres reciban una correcta información respecto a lo que concierne
en evaluación y puedan intervenir oportunamente en el apoyo que requieran los
estudiantes.
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Señalando que los problemas que existen para la implementación de nuevas políticas
que busquen aumentar la participación de los padres de familia en la escuela, de modo
que ésta tenga un impacto positivo en el logro educativo, contribuyendo a la mejora del
aprendizaje y el rendimiento escolar de sus hijos. Por lo que el estudio identifica las
formas de lograr un impacto positivo buscado por la Ley de Educación del 2003 en esta
relación hogar-escuela, indicando que existe una ausencia en el conocimiento de los
padres, de cómo participar en las cuestiones educativas de sus hijos, dificultando un apoyo
mucho más adecuado.
Son muchas familias que encuentran sumamente difícil cumplir con las expectativas
de participación en las actividades escolares, en parte por sus limitaciones de tiempo y
dinero, pero también porque a menudo carecen del capital cultural necesario para
comprender cómo se manejan las escuelas y cómo tiene lugar el aprendizaje. El énfasis
de esta participación está desligado de la necesidad de establecer relaciones significativas
entre el hogar y la escuela, pero también está desvinculado de las relaciones dentro del
hogar, las que podrían promover el aprendizaje, la motivación y el desarrollo de niñas y
niños.
Por ello señala, por último, cuán importante es diseñar estrategias para mejorar las
capacidades de las escuelas para modelar la participación de los padres de familia, para
promover programas de colaboración familia-escuela y para cerrar las brechas entre la
escuela y el hogar. Tan importante como urgente, porque el logro académico no es la
única razón de ser de la educación, sino que existen otros aprendizajes que ocurren dentro
y fuera de la escuela que también son relevantes, como lo es la familia.
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tienen los estudiantes. Además, ofrece lineamientos en torno a la planeación de la
evaluación con estrategias e instrumentos basados en niveles de desempeño, que abordan
los saberes académicos, afectivos y sociales.
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Según Romagnoli y Cortese (2015) existen diversas actitudes de los padres como:
a) Nivel de compromiso y participación: el interés de los padres es un elemento clave
en su educación pues genera un mayor éxito educativo ya que es una forma activa de
participar del proceso de aprendizaje. Existen algunas investigaciones que lo respalda
como el reporte de OREALC/UNESCO que plantea que el contexto educativo del hogar
es una de las variables que tiene más relación con el aprendizaje. Aquí se incluyen la
participación de los padres en la escuela, y el conocimiento y opinión que tiene de ésta y
de sus docentes.
Es el hecho del involucramiento familiar al preguntar sobre las tareas escolares, el
trabajo que realizan en las asignaturas, la forma en que el profesor evalúa, lo que permite
que los menores perciban que sus familias creen que el trabajo escolar, y la escuela en
general, es importante, que vale la pena hablar de ello y esforzarse más. Todo esto
desemboca en una mentalidad positiva del estudiante ante el proceso educativo. Como
vemos es importante el compromiso del padre de familia y la participación activa en el
proceso de aprendizaje de su meno hijo (a), sin embargo esto no se muestra comúnmente,
es por ello que proponemos desarrollar los talleres mencionados en los objetivos.
b) Nivel de expectativas: Diversos estudios muestran que uno de los predictores del
éxito escolar en los estudiantes es la expectativa que tiene el padre de familia sobre los
logros académicos y la satisfacción con la educación de sus hijos en la escuela. Esto va
muy de la mano con el punto antes citado ya que si el padre de familia se preocupa y
participa activamente del proceso de aprendizaje de su menor hijo (a) podrá entonces, por
causalidad, traducir esas expectativas en comportamientos concretos que llevan a los
estudiantes a obtener aspiraciones altas y una motivación especial por aprender, trazarse
metas realistas e incentivar en el desempeño de los mismos. En este nivel el padre de
familia usualmente demuestra todo lo contrario lográndose evidenciar en las sesiones de
aprendizaje llevadas a cabo por diversos docentes en diversas áreas; la pasividad e
indiferencia de los mismos estudiantes es efecto del bajo nivel de expectativa que sus
padres o apoderados generan en su ambiente familiar.
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los esfuerzos y logros, reconociendo sus talentos especiales, les hace sentir que son
capaces de desarrollar una percepción positiva de sus propias capacidades generando en
ellos un mayor interés por aprender y asistir a la escuela.
Así pues, al carecer estas actitudes en las diversas escuelas de la localidad y a nivel
nacional con respecto a los padres de familia, genera en ellos, las consecuencias adversas
de lo descrito anteriormente. Es importante por tanto que la organización en la familia se
encuentre capacitada para ejercer una ayuda al estudiante.
Es, sin embargo, evidente las distintas experiencias traumáticas que viven los
estudiantes por problemas generadas en sus familias, no entraremos a considerar de lleno
los diversos motivos que generan la problemática, sin embargo esto es importante pues
ejercen un influjo directo sobre los resultados del proceso de aprendizaje, según el ideal
que marca la pauta a las competencias curriculares.
Esto posee un efecto transmisor de roles que hoy en día genera una confusión tanto
en los padres de familia como en los propios estudiantes. La pregunta sería: ¿La escuela
ha de sustituir la primera educación de familia? La respuesta inmediata sería un rotundo
no, sin embargo, sin darnos cuenta, los padres de familia ejercen presión sobre los
profesores para una suplantación de sus funciones. Por lo que Ayllón (2005) manifiesta
que: “Nuestras mejores instituciones sustitutivas son, respecto de la familia, lo que un
corazón artificial respecto de un corazón auténtico. Puede que funcionen. Incluso puede
que funcionen mucho tiempo. Pero nunca serán tan buenas como aquello a lo que
sustituye” (p. 53)
Por más que se agoten los esfuerzos por tratar de salir al encuentro de lo que no se ha
enseñado en casa, estamos navegando al naufragio ya que solo la familia es “capaz de
transmitir con eficacia valores fundamentales que dan sentido a la vida”, y eso la hace
valiosa en un mundo donde quiere dominar el sinsentido.
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social”. Esas normas y hábitos según el contexto donde se desenvuelva generarán en el
estudiante el crecimiento personal y social.
Esta unión que se aclama en este trabajo se encauza en un mutuo trabajo en la labor
noble de educar a la prole, escuela y familia deberían formar un todo consolidado no
como mera yuxtaposición de funciones sino como todo orgánico que permitirá que el
estudiante logre exitosamente educarse en todos los ámbitos de su persona.
Este trabajo mutuo ha de partir desde un mutuo conocimiento: el de los padres con
respecto a la labor realizada en las escuelas, el modo de llevar una sesión de clases, lo que
se busca en cada unidad con respecto a sus menores, y de un modo transversal cómo se
va valorando el trabajo realizado por ellos según su estilo y ritmos de aprendizaje. Por
otra parte es menester también de la institución educadora el conocer la situación social,
económica y cultural de las personas que tienen a cargo, tomando en cuenta para ejercer
la labor formativa y poder comprender algunas situaciones especiales según las
características propias de la zona.
Por lo tanto, y siguiendo a Montes (2016), es importante que los padres de familia se
mantengan en contacto con los docentes y que se empeñen en saber las condiciones en la
que se encuentran sus hijos, con la finalidad de que el proceso enseñanza aprendizaje se
logre de una manera exitosa. Para una buena formación es importante que exista una
estrecha relación entre la escuela, los padres de familia, donde ambas instituciones se
apoyen y se proyecten hacia los logros de resultados comunes, que beneficien al
estudiantado.
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únicamente por el docente, por ejemplo, al final de una sesión en la cual tenía que calificar
el conocimiento; a una valoración formada por el docente y, además, por el estudiante
acerca de su propio proceso de aprendizaje. Será importante entonces preguntarnos: ¿Qué
tanto saben los estudiantes?, o mejor ¿Es significativo lo que aprendieron? La evaluación
va más allá de una simple medición de conocimientos. El Currículo Nacional de
Educación Básica Regular (2016) indica que:
Por tanto es un proceso reflexivo porque implica una retroalimentación por parte del
docente a los estudiantes acerca de sus logros y avances, y viceversa. También
participativo, porque como ya se mencionó líneas arriba, interviene tanto el docente como
el estudiante. Además formativo, pues el Currículo Nacional, plantea para la evaluación
de los aprendizajes el enfoque formativo. Enfoque que se explica a continuación.
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El Currículo Nacional de Educación Básica Regular (2016) recalca que la evaluación
debe ser formativa porque es necesario valorar el desempeño de los estudiantes a lo largo
del proceso de aprendizaje y, además, “le permite al docente identificar el nivel en el que
se encuentran respecto a las competencias que deben lograr y crear oportunidades para
que demuestre y conozca hasta dónde es capaz de combinar las diversas capacidades que
integran una competencia” (p.196). El enfoque formativo está direccionado al logro de
competencias en los estudiantes.
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III. Propuesta
3.1. Descripción
3.2. Objetivos
3.2.1. Objetivo general:
Diseñar un seminario-taller para involucrar a los padres de familia en el acompañamiento
de sus hijos durante la evaluación de los aprendizajes desde un enfoque por competencias
y una comprensión integral del mismo.
3.3. Justificación
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o privadas. Esto como primer paso, para generar un vínculo fuerte entre familia y centros
educativos.
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3.5. Competencia y capacidades
3.5.1. Competencia.
Actúa con co-responsabilidad en el proceso de evaluación del aprendizaje de su
menor hijo, junto al docente, tanto en el hogar así como también en la escuela, para lograr
en este, un impacto positivo, traducido en el logro significativo de su aprendizaje así como
del desarrollo de sus competencias, y de la superación efectiva de sus dificultades.
3.5.2. Capacidades
i Toma conciencia acerca de la importancia de la evaluación de los aprendizajes de
sus hijos
ii Comprende el proceso de evaluación de aprendizaje de su hijo, como co-
educador.
iii Aplica lo aprendido en las relaciones con su hijo desde el hogar, sin descuidar su
co-participación en la escuela.
iv Refuerza lo aprendido, teniendo en cuenta los puntos más importantes en el
Seminario-Taller.
I. Seminario de sensibilización
Objetivo:
Sensibilizar a los padres de familia, sobre la importancia que tiene el “Seminario-Taller,
sobre evaluación de los aprendizajes de sus hijos desde un enfoque por competencias.
Capacidad:
Toma conciencia acerca de la importancia de la evaluación de los aprendizajes de sus
hijos.
Duración: 4 horas.
Actividades - Estrategias Indicadores
1. Se realiza el sketch “la locura de los exámenes”, el cual
cuenta con una trama divertida sobre lo complicado que
puede ser el ciclo de exámenes para los estudiantes.
Estrategia: puesta en escena.
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2. Presentación de los padres de familia. Sirve para que
los padres de familia se conozcan un poco, Expresa verbalmente su posición
intercambiando información personal que vaya de ante la presentación de la
acuerdo al tema tratado. propuesta.
Estrategia: dinámica “la telaraña”.
Actividades-estrategias Indicadores
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1. Presentación de un video; elaborado de forma
didáctica para brindar información sobre los enfoques de Realiza un cuadro
evaluación. comparativo acerca de las
Estrategia: visualización de un video. consecuencias de
comprender y apoyar a sus
2. Elaboración de un cuadro comparativo sobre hijos, desde el enfoque
evaluación tradicional y por competencias. tradicional de la educación
Estrategia: trabajo en equipo y el enfoque por
competencias.
3. Exposición del cuadro comparativo. Una vez acabado
el cuadro por equipos, se realiza la exposición que dará
pie al discernimiento sobre la mejor manera de evaluar.
Estrategia: exposición oral
Actividades-estrategias Indicadores
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IV. Taller de seguimiento y acompañamiento
El taller de seguimiento y acompañamiento a los padres de familia, se realizará por grupos
que se formarán en base a los resultados del taller previo de evaluación, y cada grupo será
invitado en diferentes días.
Objetivo:
Realizar un seguimiento-acompañamiento a los padres de familia, para fortalecer las
capacidades a lograr en los mismos.
Capacidad:
Refuerza lo aprendido, teniendo en cuenta los puntos más importantes en el Seminario-
Taller.
Duración: 2 horas
Actividades-estrategias Indicadores
V. Monitoreo (Pots-SeminarioTaller)
El Monitoreo, es la etapa de evaluación después de haber aplicado el Seminario-Taller,
por los próximos tres meses, en la que el trabajo se comparte con el docente de aula, el
que verificará desde la escuela el impacto de la participación de los padres de familia con
respecto a sus hijos, y con ellos a través de una Asamblea General.
Objetivo:
Analiza el grado de avance en el acompañamiento del proceso de aprendizaje según las
capacidades adquiridas en los talleres anteriores.
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Criterio Actividades Instrumentos
IV. REFERENCIAS
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Educación Comparada. Recuperado de: http://www.ugr.es/~fjjrios/pce/media/2a-
ParticipacionPadresSEeuropa.pdf
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