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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

UAPA

Asignatura: Legislación de tránsito.

Trabajo final.

Tema: Incidencia de la ley 241 en la organización de las rutas del


transporte público en la ciudad de Santiago, República
Dominicana.

Facilitador/a: María del Carmen Sánchez Espinal.

Estudiante: María Auxiliadora Bonifacio Rodríguez.

Matricula: 13-5287

Fecha: 20/ 02/2017


ÍNDICE

INTRODUCCION………………………………………………………….3.

DESARROLLO DEL TEMA……………………………………… ..4 al 12.

CONCLUSIÓN ………………………………………………………… ..13.


Introducción

La gran importancia que tiene la ley 241 sobre tránsito Vehicular queda
demostrada cuando surge responsabilidad Civil, porque dicha ley 241 junto con el
sistema judicial de nuestro país se encargara de resarcir los daños ocasionados
para volver a poner a las partes involucradas en una situación justa, dar a cada
uno lo que le corresponde, evitando un enriquecimiento o empobrecimiento
injustos.

Es importante valorar la relevancia que le dieron nuestros legisladores a los daños


no tangibles que pueden ser ocasionados por cualquier persona sea que esté
involucrado, imputable o no, sencillamente impone a todos por igual la obligación
de restituir a los demás los daños causados, con el fin de procurarles el mayor
sentido de equidad y justicia posible a la parte agraviada.
El tema de la responsabilidad Civil en nuestro país en materia de accidente de
tránsito es un tema jurídico que avanza al paso del tiempo para fortalecer,
proteger y ayudar tanto nuestro sociedad.

La Ley No. 241 fue puesta en vigencia el 28 de diciembre del año 1967, y
modificada por la Ley No. 114-99 y promulgada el 16 de diciembre de 1999. Esta
ley fue promulgada y mandada a que fuera publicada en la Gaceta Oficial, para su
cumplimiento y conocimiento, por el entonces Presidente de la República Dr.
Leonel Fernández Reyna, en los poderes y atribuciones que le confiere el artículo
56 de la Constitución de la República Dominicana.
Ensayo Analítico sobre el Tema "Incidencia de la ley 241 en la organización
de las rutas del transporte público en la ciudad de Santiago, República
Dominicana".

El transito es una actividad que se remonta a los tiempos más remotos de los
orígenes del hombre, pues desde su origen el hombre ha necesitado moverse de
un lugar a otro para poder subsistir y progresar.
Al principio se transportaban a pie y en animales, luego inventaron la rueda y a
partir de ahí se continuó avanzando hasta alcanzar el sistema de transporte
actual, ya en forma masiva.

Es de imaginarse que en aquella época los accidentes eran atropellamiento de


peatones, causados por carruajes con caballos desbocados.

El sistema vial de República Dominicana se estableció durante la intervención


estadounidense de 1916 a 1924. Antes de los yanquis, hacer un viaje a caballo de
Santiago a Santo Domingo requería de dos o tres días, en el caso feliz de que los
ríos no estuviesen desbordados. En efecto, nuestra carretera troncal, de Santo
Domingo al Cibao.

La génesis del tránsito de vehículos de motor en nuestro país comenzó a partir


de los años treinta, básicamente en la Ciudad Capital. Un hecho histórico
fundamental fue la ocupación militar que concluye en 1924 y el expansionismo de
la industria cañera. Finalizada la década del 30, ya con diez años de dictadura, se
acelera la importación de vehículos con el surgimiento de una nueva clase
económica, el inicio de construcción de las carreteras troncales y regionales y los
nuevos ensanchamientos urbanos, como Gazcue y Ciudad Nueva.

Comenzaba entonces el servicio de carros de transporte público interurbano y


urbano, con el dato importante de que la parte oriental de Santo Domingo, con
escasa población urbana, tan solo se comunicaba por el llamado Puente de Calero
o Pajarito, que fue dañado seriamente por el Ciclón de San Zenón.
Ya en los años cincuenta, se establecieron o comenzaron a establecerse las
primeras empresas importadoras de vehículos, mayormente de fabricación
norteamericana y europea y se comenzó a masificar el automóvil, proceso que se
aceleró significativamente durante el Consejo de Estado y el Gobierno del
Profesor Juan Bosch; aunque no fue sino hasta después de la Guerra Patria de
1965, y finales de la década de los sesenta, que aumenta notablemente la
presencia de automóviles, camiones y algunos autobuses en las calles de la
Capital.

Ello hace necesaria la promulgación de la Ley 241 del 28 de diciembre de 1967,


con el objetivo de normar el tránsito vehicular en todo el territorio nacional,
fortalecida por la Ley 222, que establece por primera vez la señalización vial;
ambas sustituyen y derogan algunas legislaciones anteriores de tránsito y
circulación, así como Decretos y Resoluciones municipales dirigidas al
ordenamiento del sector. Ya en los años setenta se establecen los primeros
sindicatos de choferes, se masifica el servicio de transporte público en carros y
autobuses y se comienza a construir las grandes avenidas troncales de la Capital,
como la 27 de febrero y otras.

El gran salto surge a partir de la construcción de las grandes soluciones viales


modernas, como los túneles, elevados, pasos a desnivel y trabajos de ampliación
de algunas avenidas, para facilitar el tránsito del gran parque automotor y facilitar
la movilidad vehicular y de peatones en la capital y las principales ciudades del
país. Se caracterizó este proceso de crecimiento por la creación, sin políticas
definidas, de una serie de instituciones y organismos, OTTT, OMSA, OPRET,
FONDET y otras, atendiendo a coyunturas políticas y crisis circunstanciales, que
no han podido dar solución real al problema, originando traslapes institucionales y
dispersión de recursos y esfuerzos.

Ello obliga a la creación de la Autoridad Metropolitana de Transporte, mediante


Decreto 393, el establecimiento del carril exclusivo para autobuses, y la reforma
de la Ley de tránsito para exigir el uso del cinturón y el no uso del celular al
conducir. Al momento la legislación de la materia exige revisión y reforma con
miras a su actualización y mejora de su efectividad, así como el ordenamiento de
las distintas instituciones que trabajan con el tránsito en la República Dominicana.

Según lo establecido en la ley 241, los vehículos de motor y remolques, que


podrán transitar por las vías públicas deberán hacerlo con la debida autorización.

Esta ley de tránsito y vehículos está compuesta de 15 títulos y 244 artículos los
cuales en el título l, con el art. 1, trata sobre las definiciones de todas las
palabras correspondiente al tránsito. Entre ellas podemos encontrar: acera,
autobús guagua u ómnibus, automóvil, bicicleta, calzada, camión, conductor,
estacionar, intersección, licencia de conducir, matrícula, peatón, señales de
tránsito entre otras más.

El titulo ll se refiere al registro de vehículos de motor y remolques que podrán


transitar por las vías públicas, las placas de los vehículos de motor y remolques y
cobros de impuestos, vehículos de motor y remolques destinados a la ventas,
casos en que se negara la autorización para transitar a un vehículo de motor o
remolque, traspaso de vehículos de motor o remolques, requisitos para la
introducción en el país de vehículos de motor y remolques cuyo dueño residía en
el extranjero, y autorización para transitar, cancelación de la autorización para
transitar concedida a un vehículo de motor o remolque, delitos contra la
inscripción, autorización para transitar, traspaso e identificación de vehículo de
motor o remolques

El título lll nombra lo de la licencia de conducir, esta comprende expedición,


expiración y renovación, cancelaciones o suspensiones por el director, violaciones
a la autorización necesaria para conducir un vehículo de motor en las vías
públicas; mientras que el título IV habla sobre lo concerniente a los accidentes.

En el título V encontramos disposiciones sobre tránsito y seguridad, de la


velocidad, conducción temeraria o descuidada, reglas para transitar los vehículos.
y sus retroceso, derecho de paso, reglas para doblar. Señales para salir, doblar y
detenerse, parada, detención y estacionamiento de vehículos, inicio de la marcha,
conducción en estado de embriaguez, normas generales de la señalización
semáforos. Señales y marcas, de los peatones, de los pasajeros, revista de
vehículos de motor, reglas misceláneas, disposiciones relativas al uso de
motocicletas, motonetas, bicicletas y triciclos en las vías públicas.

El título VI se refiere a los equipos de los vehículos, frenos, alumbrado, otros


requisitos; mientras el título Vll, nos hablas de las dimensiones y peso de los
vehículos y de sus cargas.

Y nos encontramos en el título VIII, lo concerniente a servicio público urbano e


interurbano, EL título IX expresa el sistema de denuncia y citación simultánea.

El título X nos habla de las escuelas para conductores de vehículos de motor;


mientras el título xi corresponde a vehículos de motor conducidos por quien los
alquila.

Mientras que el título XII nos habla de las suspensiones y cancelaciones de


licencias y notificación de sentencia.

Cita el título XIII el uso de las vías públicas por los vehículos de motor y el título
XIV nos expresa las disposiciones generales, mientras que el último título XV las
disposiciones transitorias.

El artículo 2 establece que: "Ningún vehículos de motor o de remolque, podrán


transitar por las vías públicas sin estar debidamente autorizado para ello por el
director de Rentas Internas, de acuerdo a lo dispuesto en esta la ley.

El artículo 5 de la Ley de Tránsito expresa en su literal (a): "Las placas de los


vehículos de motor y remolques podrán conservar un número fijo y ser expedidas
cada cuatro años debiendo pagarse anualmente el impuesto por concepto de
expedición de placas, en la forma que establezca el Director de Rentas Internas
durante los períodos que se indican a continuación:
vehículos de carga, máquinas pesadas, guaguas u omnibuses y jeep del servicio
privado y carro fúnebres: del 1º al 31 de enero del año fiscal al cual corresponda el
impuesto."

Este artículo es muy preciso al indicar que se prohíbe a los vehículos de motor
transitar en la vía pública sin la placa que le identifique, sin importar el tipo de
vehículo. De igual modo, el artículo 6 plantea la expedición de la placas de
vehículos de motor y remolque, la cual se hará por medio del director de Rentas
Internas, a través del colector de Rentas Internas previo al pago del impuesto
correspondiente y de haber presentado certificado de propiedad y origen o
matrícula de las mismas otorgado por la Dirección General de Rentas Internas.

Tipo de licencia para conducir vehículos de motor.


El tránsito en la República Dominicana es una actividad regulada por la Ley 241-
67, sobre tránsito de Vehículos de Motor, por lo que esta actividad requiere del
correspondiente permiso oficial.

La Dirección General de Tránsito Terrestre (DGTT), conforme la ley, es el


organismo del Estado responsable de la normalización y regulación del tránsito
vehicular.

La Licencia de conducir, conforme la ley, tiene vigencia por cuatro (4) años a partir
de su emisión. La Revista para los vehículos de motor tiene vigencia por un (1)
año a partir de su emisión.

Las Licencias de Conducir están clasificadas en categorías, determinadas por el


tipo de vehículo:

Categoría I: Motores.

Categoría II: Vehículos Livianos.


Pesada, Vehículos Pesados Primera: Minibús, Autobús hasta 40 pasajeros y
camiones de 2 ejes.

Pesada, Segunda Categoría: Autobuses de más de 60 pasajeros, patanas y


camiones de más de 2 ejes.

Categoría V: para operadores de equipos especiales (gredas, moto niveladora,


retroexcavadoras, etc.).

Condiciones requeridas para el otorgamiento de la licencia.

Para la autorización a una persona a conducir un vehículo de motor deberás:


Estar capacitado mental y físicamente para ello.
Saber leer y escribir.
Haber cumplido los dieciocho (18) años de edad, salvo los dispuestos los inciso b)
del art. 31 de la ley 241 de transito de vehículo.
Poseer un permiso de aprendizaje para la licencia de conducir.
Haberse sometido a un examen teórico y práctico.
Ser una persona de solvencia moral suficiente para conducir un vehículo con la
debida consideración a la seguridad pública, para lo cual deberá presentar un
certificado de buena conducta expedido por el Procurador Fiscal de su Jurisdicción
cuya validez será de treinta (30) días contados a partir de la fecha en que fue
expedido, así como cualquier otro documento que para estos fines exija el
Director.
El Director sólo podrá expedir Licencias para conducir vehículos de motor a los
mayores de dieciséis (16) años y menores de dieciocho (18) años, en los
siguientes casos:

1.- Cuando la persona se ha emancipado por efecto del matrimonio.

2.- Para manejar su propio vehículo de motor o el de su padre, madre o tutor,


cuando dicho vehículo se utilice para servicio privado solamente,
comprometiéndose dicho padre, madre o tutor, mediante escrito legalizado
notarialmente, presentado al Director, a hacerse responsable de todas las multas
que se impusieran al conductor por cualquier infracción de esta Ley y sus
reglamentos, y el pago de los daños y perjuicios que dicho conductor causare. En
este caso el Director solo podrá expedir Licencias de Conductor y de Conductor de
Motociclos. Fuera de estos casos, no se expedirá licencia alguna personas
menores de dieciocho (18) años.

El padre, madre o tutor de personas mayores de dieciséis (16) años y menores de


dieciocho (18) años, no emancipados por el matrimonio, deberán depositar en el
Departamento de expedición de Licencias de conducir, la licencia que haya
obtenido dicho menor, cuando este, su padre, madre o tutor dejaren poseer
vehículos de motor.

Seguro obligatorio para vehículo de motor:


Todo vehículo de moto deberá estar provisto de un seguro obligatorio el cual será
emitido a nombre de la persona que aparezca en el certificado de propiedad del
mismo.

La cancelación de licencias como resultado de sentencias judiciales,

Según el art. 44 de la ley 241 el director de rentas internas podrá cancelar o


suspender, según fuere el caso, cualquier licencia de conducir, en los siguientes
casos:

Suspenderla o cancelarla, cuando la persona autorizada tuviere record de


frecuentes condenas en los tribunales de justicias, por violaciones a las
disposiciones de la Ley 241 y sus reglamentos, según se determina en el artículo
46.

Suspenderla o cancelarla, según fuere el caso cuando la persona autorizada


hubiese sido condenada por violaciones a las Leyes y reglamentos de países
extranjeros y dichas violaciones fueran por actos u omisiones que constituyeran
delitos en la República Dominicana y que justificaren las suspensiones o
cancelaciones bajo las disposiciones de esta Ley.

La cancelación de la licencia de conducir se dejará sin efecto cuando se subsane


el error o la ilegalidad, o desaparezcan o se subsane la incapacidad que dio origen
a la actuación del Director en los casos previstos en los párrafos 1 y 2 del inciso
(a) de este artículo y en el párrafo 5 del mismo, cuando este fuere aplicable.

La suspensión no será por un período mayor de un (1) año.

El marbete.

Es el impuesto anual sobre el derecho de circulación de vehículos de motor de


todo tipo, según lo establece la Ley 225-07.

Utilidad es una etiqueta adhesiva (sticker) con una secuencia numérica, utilizado
como control del pago del impuesto por derecho a circulación de los vehículos de
motor. Tanto la Placa (o Chapa) como el Marbete son administrados por la DGII.

Condiciones.
Para obtener el marbete es necesario presentar la siguiente documentación:
Copia de la matrícula del vehículo.
Realizar el pago correspondiente de acuerdo a la tarifa vigente para el año del
vehículo.

Precio de acuerdo al tipo de vehículo.

Ley 225-07 establece en su Artículo 9 el impuesto anual sobre el derecho de


circulación de vehículos de todo tipo de acuerdo a la siguiente tarifa:

1. Los vehículos con más de cinco (5) años de fabricación pagarán como derecho
a circulación la suma de mil quinientos pesos (RD$1,500.00)
2. Los vehículos con cinco (5) años o menos de fabricación pagarán tres mil pesos
(RD$3,000.00)

El costo del marbete para el año 2016-2017.

Vehículos hasta el año 2011 pagarán RD$1,500.00.

Vehículos del año 2012 en adelante pagarán RD$3,000.00

Condición.

Copia de la matrícula del vehículo (debe estar legible).

Los vehículos exentos de realizar la renovación de marbete son:

 Vehículos oficiales (placas que inician con las letras EA, EG, EL, EM, EF, EI,
OP).
 Vehículos consulares (placa que inicia con la letra VC).
 Vehículos diplomáticos (placa que inicia con la letra WD).
 Vehículos de organismos internacionales (placa que inicia con las letras OI).
 Vehículos exonerados (placas que inicia con la letra EX, YX).
 Las placas de dealer que inician con la letra (DD).
 Las placas de exhibición que inician con la letra (X).

Justificación.

el país exige la renovación del marbete cada año, establecido por ley 225-7, la
misma le da el derecho a circular de todo tipo de vehículo de motor, todo vehículo
debe tener su marbete para estar acorde con la ley y poder circular libremente,
pagar los impuestos correspondientes, es una responsabilidad de cada ciudadano
apoyarse en las leyes vigentes.

Conclusión

Después de haber analizado el contenido de lo investigado, puedo decir,


finalmente, que todo vehículo para transitar debidamente debe tener estar
asegurado, para que la entidad aseguradora en caso de accidente cubra
civilmente los daños causados, aunque muchas veces los conductores tienen un
seguro de ley mejor conocido como “seguros carabelitas”, que no tienen suficiente
cobertura para resarcir los daños causados.
Es por esa razón que necesitamos una ley más rigurosa con relación al tránsito en
nuestro país.

Con relación a la presentación de fianza el procedimiento comienza con las


presentación de las pruebas que se va a realizar y la presentación de documentos
depositados por demandante quien persigue la sanción penal o el resarcimiento
civil de los daños que dicen que se le han ocasionado.

El contrato de fianza es aquel de carácter accesorio por el cual una de las partes
(Afianzador), mediante el cobro de una suma estipulada (Honorarios) se hace
responsable frente a un tercero (Beneficiario) por el incumplimiento de una
obligación o actuación de la segunda parte (afianzado) según las condiciones
previstas en el contrato suscrito entre las partes.

En cuanto al acta policial, la ausencia de esta no impide a los tribunales civiles


ordenar la reparación de daños y perjuicios en base a las pruebas del derecho
común, el Juez puede, sin oír a un testigo, fallar una sentencia sobre las
declaraciones que figuran en el acta policial, pues esas actas son creídas como
verdaderas hasta que se pruebe lo contrario, además este mecanismo sirve de
soporte para mantener la acusación presentada por el Ministerio Público.

Los principales incidentes en términos generales pueden referirse a medidas de


instrucción, a las excepciones del procedimiento y a los medios de inadmisión.
Para finalizar, las partes que se encuentran envueltas en el proceso en materia de
accidentes de tránsito son: los testigos, la compañía aseguradora, la parte civil, la
parte civilmente responsable, el ministerio público, y el prevenido.

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