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La educación en el Ecuador en el período 1944-1983

Gabriela Ossenbach (Ossenbach, 1999)


Universidad Nacional de Educación a Distancia - Madrid

Se aportan datos esenciales de la educación sobre la evolución de la educación durante cuatro


décadas (no es una descripción pormenorizadas de la política educativa). Se adelantan algunas
interpretaciones de la política educativa de una época en que se producen tensiones entre Velasco
Ibarra (quien gobierna cuatro ocasiones) y las presiones internacionales de una política desarrollista
y planificadora (que afectó a toda América Latina).

Este artículo quiere contribuir “a la discusión que se ha generado en el Ecuador en torno a la


caracterización y significación del velasquismo” la cual, a partir de la 2da. GM toma en cuenta las
tendencias internacionales en favor del desarrollismo y “la traslación de muchas de las decisiones en
política social y económica desde el ámbito nacional a las esferas internacionales”. El velasquismo
durante los años 30 y 40 se inscribe dentro de un reformismo social nacionalista y el inicio de una
política de masas, caracterizado como populismo.

A partir de los años 50, “el nuevo panorama latinoamericano se ve fuertemente condicionado por la
acción de los organismos internacionales y por la adhesión de los países latinoamericanos a sus
recomendaciones y requisitos”.

En Ecuador se plantea “la coexistencia de dos estilos políticos en una coyuntura en la que se pone de
manifiesto elementos discrónicos en pugna entre sí”. (populismo y desarrollismo). El populismo es
un fenómeno que sigue teniendo gran peso en la política actual.

Entre 44 – 83: populismo y desarrollismo (sentimiento y la razón; lo político y lo técnico). En estilos


de política en pugna entre sí.

Antecedentes y caracterización del período

1944: Asume la presidencia JMVI por 2da vez. Aunque el velasquismo como movimiento había
surgido en los años 30, sólo a partir de 1944 se pone en práctica su peculiar impronta populista. A
partir del 44 el comportamiento político de las élites tradicionales cambiaría debido a las
transformaciones de la estructura social del Ecuador (urbanización, nuevo estilo político inaugurado
por Velasco en los 30). Fenómeno internos.

Con el fin de la II GM se da también los primeros pasos de los hoy denominamos globalización,
“cobrando protagonismo las políticas diseñadas desde organismos internacionales en el contexto de
la Guerra Fría”. Para América Latia comienza el inicio de una nueva era desarrollista auspiciada por la
CEPAL: “Desde estos organismos se promovió un importante intervencionismo del Estado en
políticas de desarrollo económico y social a través de estrategias de planificación”.

Fin de la hegemonía liberal 1985-1925, que había logrado institucionalizar el Estado nacional. El
proceso revolucionario liberatl tuvo grandes dificultades para lograr la integración nacional:
obstáculos a la secularización de la sociedad y las instituciones, el regionalismo, etc. El retraso de
esta consolidación de ese Estado liberal (I GM y crisis 29) impidieron contar con la estabilidad
suficiente para el desarrollo material e institucional que otro países de América Latina consiguieron a
final del siglo XIX e inicios del XX.

Entre 1925 y 1944 hizo crisis el sistema liberal tradicional y la clase media aún muy incipiente, aliada
al Ejército, no fue capaz de consolidar una nueva forma de poder político. Este periodo se
caracterizó por una “inusitada inestabilidad política”. La estructura económica del país cambia, y se
inicia la emigración del campo a la ciudad. En este contexto surge Velasco y “se inician nuevas
formas de movilización política y una alternativa a los partidos políticos tradicionales”.

Debate en torno a l interpretación velasquista, quienes ha dado importancia al origen de una política
de masas, pero que han discrepado en el papel pasivo y activo de las clases subalternas. Crisis
económicas, diversificación de la economía y transformación de las relaciones sociales tradicionales
(crisis de la autoridad paternal según Maiguashca).

Transformaciones en la estructura social y demográfica crearon nuevas relaciones entre la Sierra y la


Costa, alteraciones en el equilibrio político que desde el siglo XIX se estableció en ambas regiones. A
comienzos del siglo XX la población de la costa representaba el 20% de la población para 1950 el
40%, junto al crecimiento urbano hizo que se incrementara en el país las fuerzas no conservadoras.
Guayaquil creció a un ritmo anual de 5,33% durante 29-34, y de 2,5 de 34-46 (Cueva).

Porcentaje de población urbana respecto de la población total

Alrededor de: 1950 1960 1970 1980


Población en localidades de 20.000 habitantes y más 18,0 28,2 35,2 42,9
Población en localidades de 100.000 habitantes y más 14,8 19,6 23,7 33,2

Concentración urbana en la ciudad de Guayaquil (porcentaje respecto de la población total)

Alrededor de: 1950 1960 1970 1980


8,3 11,7 12,9 15,5
Fuente: CEPAL, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, ed. 1988, Santiago de Chile, 1989, pp. 6-7.

La fuerte migración a la ciudad del campo crea un fuerte sector marginal, sectores populares
empobrecidos que Cueva llama subproletariado. No puede hablarse de apoyo de movimiento
sindical debido a la escases de un proletario urbano propiamente dicho, sino hasta la década del 70.

En 1972 se da el fin de la era velasquista y el inicio de la explotación petrolera del país. Asumiendo el
poder un gobierno militar que aplica medidas nacionalista, permitió al Estado emprender
importante medidas modernizadoras, aumentó el gasto público, así como la burocracia estatal y la
consecuente clase media urbana, aunque para 1973 la agricultura seguía siendo el sector que
ocupaba a la mayor parte de la población (más del 50%) mientras que el sector secundario un 18%.

1978 se da una transición democrática, se proclama una constitución de 1979 y se elige a Roldós. En
los años 80 se da una serie de ajustes a la economía conocida como neoliberalismo, con lo que
queda definitivamente clausurado el ciclo desarrollista. En esta época se da un nuevo planteamiento
del papel del Estado y políticas liberalizadoras de la economía: “La coincidencia de la transición a la
democracia y la reducción de la política social del Estado tuvo su efecto también en una reforma
educativa (1983), que podemos considerar el límite del período que estudiaremos en este ensayo”.

a) Líneas generales de la política educativa en el período 1944-1983

Sistema educativo liberal instaurado en 1895 favoreció a las clases medias urbanas, cuyo ascenso
social se vio impulsado por el acceso a los colegios secundarios laicos, Escuelas Normales y ciertas
instituciones educativas militares. En los años 40 el panorama social se transforma y se plantea
nuevos reto para la educación pública (atención a la población rural e indígena excluida).
El velassquismo aborda la política educativa con preocupación moralista, en un momento en que las
transformaciones sociales hacían tambalear los parámetros tradicioales de convivencia social. Existe
una oposición al magisterio nacional laico que tenían un importante protagonismo político. La
política educativa de Velasco “desarrolló todo un discuros en favor de la libertad y la despolitización
de la enseñanza, que favoreció la acción de la Iglesia Católica en la educación. Su discurso
moralizante y universalista se enfretó a la idea de la “cultura nacional” que simbolizaba el maisterio
laico. No obstante, Velasco Ibarra mantuvo siempre el principio liberal en cuanto a mantener alejada
a la religión de la política, defendiendo el Estado laico y el laicismo en la enseñanza oficial… Sin
embargo, la Constitución de 1946 contempló la posibilidad de subvencionar la enseñanza particular
y en el mismo año de 1946 se autorizó la creación de la Universidad Católica en Quito. Para A. Cueva,
esta estrategia de Velasco Ibarra es un componente de su postura populista, ya que era consciente
de la fuerte influencia católica sobre el pueblo ecuatoriano y ello le apartó de toda … M.C. Cárdenas,
quien puntualiza que la religión se erige en Velasco Ibarra como un instrumento de control social
(CÁRDENA),”.

Durante este periodo de tiempo existen un discurso moralizante y encubierta de aspectos


moralizantes: “La política velasquista hubo de convivir y alternarse con el nuevo discurso
economicista y con la política desarrollista y planificadora que se impuso de forma arrolladora en
toda América Latina y que encontró importantes auspiciadores en los gobiernos de oposición a
Velasco Ibarra”. Durante estas décadas hubo un considerable consenso en toda América Latina con
este tipo de reformas, pero habría que analizarse comó estas políticas internacionalistas entraron en
conflicto con los referentes nacionales. Por otra parte, tampoco parece justo sobrevalorar la acción
de Velasco Ibarra, pues no existe ninguan ruptura con el sistema económico existente ni con el
orden agrario.

En los años 50 las medidas de planificación del desarrollo incluían la ampliación de la educación
pública. El nuevo sustrato teórico que acompaña el paradigma del desarrollo es constituye la teoría
del capital humano: “mediante la cual se intentaron acompasar las reformas educativas con los
requerimientos del sistema ocupacional, entendiéndose las decisiones en el campo de la educación
como inversiones de capital”. Estas medidas estaban acompañadas de organismo internacionales
(UNESCO, CEPAL y OEA), que entre otras medidas supusieron la incursión decidida del Estado en las
estrategias de modernización. Tanto el boom bananero y petrolero favorecieron estas políticas, en la
crisis de los años 60, la Alianza para el Progreso encaminó fondos destinadas “a promover el
desarrollo y a frenar la expansión del comunismo, pusieron fondos a disposición para la expansión
educativa”.

Los planteamientos desarrollista, incluso en el velasquismo, también imprimieron una característica


educativa común, incluso en el gobierno militar (72’78): “La tónica general fue la de la expansión
acelerada del sistema educativo y la atención a la alfabetización. Sin embargo, a pesar de que se
elaboraron medidas de planificación del desarrollo, los gobiernos velasquistas se caracterizaron por
prescindir de toda planificación, adoptando más bien medidas de tipo asistencial de atención
urgente a los requerimientos populares, dando prioridad sobre todo a la realización de obras
públicas y a la extensión de la educación”. “Los gobiernos velasquistas contrastarían con los afanes
desarrollistas de Galo Plaza o con la política planificadora de la Junta Militar de 1963-66, pero el
resultado de ambas políticas, asistencialista y planificadora, redundaron a lo largo de todo este
período en beneficio de la extensión de la educación pública:

Aumento de las tasas brutas de escolaridad y analfabetismo


Primaria (*) Media (*)
1950 56,7 4,4
1960 72,6 10,6
1975 93,7 27,5
(*) Se consideran educación primaria los cursos 1º a 6º, y educación media los cursos 7º a 12º.

Analfabetismo en la población de 15 años y más


1950 1960 1970 1980
44,0 32,5 25,8 16,5
Fuente: R. Nassif, G.W. Rama, J.C. Tedesco, El sistema educativo en América Latina, Buenos Aires, Kapelusz, 1984, pp.
136-137; CEPAL, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, ed. 1991, Santiago de Chile, 1992, p. 54.

En 1954 con JMVI se cera la Junta Nacional de Planificación Económica, la cual elaboró estudios de la
realidad nacional y formuló diversos programas, entre ellos también de educación. En 1960 se creó
el Departamente de Planificación Integral de la Educación en el Ministerio de Educación. Estos
programas se hallan en los tres planes de desarrollo: decenal (1964-73), cuatrianual (1970-73) y
quinquenal (1973-77).

En 1964 se da una reforma del sistema educativo, debido a las desigualdades entre el campo y la
ciudad (en el campo eran 4 años de educación primaria obligatoria y en la ciudad 6, y este último era
el único que garantizaba acceso a la enseñanza secundaria). La secundaria se subdividía en diversas
ramas de estudio: especialidades técnico profesionales, Ciencias de la educación y formación de
maestros de enseñanza primaria: “En general, la política educativa anterior a los años 60 prestaba
escasa atención a la formación de profesores y a la educación rural, siendo muy considerable el
número de enseñantes que ejercían sin tener la titulación requerida”.

En los años 60 a nueva concepción economicista y práctica de la educación impulsó importantes


reformas en la educación (primaria y secundaria), aumentó los presupuestos, realizó convenios
internacionales para proyectos de educación, extensión de la educación primaria en zonas rurales
(se igualó a 6 años la educación obligatoria en el campo), crecimientos de la enseñanza secundaria
pública en las ramas de la enseñanza general y técnica. Para reducir la tasa de abandono se cambió
los exámenes anuales por exámenes de medio ciclo, la reforma del 64 instituyo un ciclo básico y otro
diversificado, este último incluyó la opción de obrero cualificados. En 1977 se amplió la
obligatoriedad de la educación hasta primer ciclo de secundaria, la enseñanza básica era de 9 años.

Evolución del porcentaje del presupuesto nacional dedicado a educación


1940 1950 1960 1970 1975 1979
15,64 19,77 15,41 21,26 22,61 25,21
Fuente: L.F. Bilbao, Economía y educación en el Ecuador a partir de 1960, Quito, Banco Central del Ecuador, 1980, p. 105.

En las áreas rurales se implementaron los núcleos de educación, los cuales aseguraban la enseñanza
tradicional (en edad de estudiar), actividades de alfabetización y cualificación profesional. Aunque
de extensión reducida perseguían provocar un “efecto de motivación y organización de la población
hacia el progreso económico y social”.

Debido al incumplimiento parcial de los planes de desarrollo (reforma agraria y diversificación de la


industria) se crearon desequilibrios importantes entre la estructura económica y social y el sistema
escolar: “la imposibilidad de la economía de absorber los recursos humanos formados a través del
sistema educativo”.

El velasquismo supuso un obstáculo para el magisterio nacional laico, pero “no hay que perder de
vista que, en general, en América Latina los docentes perdieron sus mayores posibilidades de
orientar las políticas educativas cuando se implementaron las estrategias de planificación del
desarrollo. El tecnocratismo que fue característico de esas estrategias trasladó a los organismos de
planificación nacional y a los expertos internacionales el campo de las decisiones en temas como la
innovación educativa, el diseño curricular y la elaboración de guías y materiales de enseñanza. En
ese sentido, se produjo una gran pérdida de protagonismo por parte de los docentes y los
pedagogos en todo el proceso reformador… Habría que analizar hasta qué punto los maestros, que
en parte se han visto ellos mismos eclipsados por el discurso economicista que les ha mantenido al
margen, abandonaron el campo de la renovación escolar para preocuparse por reivindicaciones
mayoritariamente laborales.

b) La educación en el período de restauración democrática a partir de 1979

1979 Constitución Política, se otorga por primera vez el derecho de ciudadanía y sufragio a los
analfabetos (aunque facultativo). Las principales metas de los gobiernos democráticos en política
educativa es la disminución del analfabetismo (pues ahora pueden votar), servicios educativos para
adultos y los del medio rural. Además, la constitución establece que el 30% de los ingresos corrientes
del gobierno central de destinen a la educación y erradicación del analfabetismo. Programa de
alfabetización: “Jaime Rodós Aguilera” (80-84); “Monseñor Leónidas Proaño” (89-90), ambos con
importantes ayudas internacionales; demás, de la educación intercultural bilingüe.

1980: Ministerio de Educación y Cultura promovió un debate pedagógico nacional con la


participación de más de 200 educadores del país.

1983: Nueva ley de educación, priorización de la educación preescolar, hacer efectiva la cobertura
de la enseñanza básica de 9 años (entre 6 y 14 años).

Después del espectacular crecimiento, la preocupación en los 80 se da en torno a la calidad de la


enseñanza, siempre dentro del paradigma economicista, en un contexto de dificultades financiera y
de la reducción de recursos para las políticas sociales. La preocupación de la calidad se da en
reacción a las alarmantes cifras en la deserción y la repetición dentro del sistema escolar; pero,
también, como respuesta al reto de la globalización y la competitividad internacional, además de
cuestiones relativas a la convivencia y la gobernabilidad. Mientras el presupuesta de la educación
debido al ajuste disminuyó en los años 80.

Matrícula del 6o curso de enseñanza primaria sobre la población de 12 años (%)

1960 1970 1975


36,3 60,4 51,9

(Estos datos hay que compararlos con la tasa de escolarización general para la enseñanza primaria, que para
1960 era del 72,6% y en 1975 era ya del 93,7%.)

Fuente: R. Nassif, G.W. Rama, J.C. Tedesco, El sistema educativo en América Latina, Buenos Aires, Kapelusz,
1984, p. 138

Presupuesto del sector "Educación" sobre el total del Presupuesto del Estado, 1980-1990 (%)

1980 33,02
1981 31,26
1982 29,32
1983 25,67
1984 25,04
1985 22,65
1986 20,67
1987 21,29
1988 19,57
1989 19,14
1990 17,01
Fuente: Ministerio de Educación Nacional de Ecuador, Ecuador, Serie "Sistemas Educativos Nacionales", Madrid, OEI, 1994, p. 74.

Educación indígena y política de alfabetización

La mitad de la población rural es indígena, y se dedica a la agricultura, que hasta el 70 es la mayor


parte de la población activa. Atención especial a la educación rural, educación indígena y
alfabetización.

1944: a partir de esta fecha la alfabetización es parte importante de la política educativa


ecuatoriana. Campaña Nacional de Alfabetización fueron promovidas por dos instituciones privadas
“Unión Nacional de Periodistas y la Liga Ecuatoriana de Alfabetización”, sin embargo era una
actividad exclusiva de zonas urbanas. En el campo el 45% mayor de 15 era analfabeta para 1960.

En los años 60 el Estado asumió oficialmente el proceso de alfabetización a través del sistema
escolar público, a través de campañas: Proyecto Piloto de Alfabetización, 1967-72 y Programas de
Alfabetización 1972-75 y 1977-79. Esta contó con asistencia técnica de la UNESCO y otras
instituciones, Proyecto piloto de 1967 estuvo inspirada en la alfabetización funcional de Paulo Freire.
Esta campaña pretendía reforzar la relación entre alfabetización y estructura económico-social de las
regiones a las que se aplicó: “Las dificultades para llevar a cabo una reforma agraria y la pervivencia
en el medio rural de estructuras muy tradicionales obstaculizaron, sin embargo, el impulso de una
alfabetización ligada al desarrollo local y regional”.

En los años 80 las campañas de alfabetización interpelaron a los indígenas, el nuevo paradigma era
la integración del indio a la nacionalidad ecuatoriana. En el debate político también apareció la
reivindicación étnica. Se discutieron categorías como “nacionalidades indígenas”, “estado
pluricultura o plurinacional”. La educación indígena adquirió estatus legal en 1983 cuando la nueva
Ley de Educación reconoció la Educación Intercultural Bilingüe.

Hasta los años 70 bajo el paradigma de desarrollo económico había sido indiferente a la herencia
cultural, los valores y las creencias de los once grupos étnicos del país. Las políticas educativa
(crecimiento de la escolarización y la alfabetización) habían favorecido el aprendizaje del castellano,
lo cual provocó una fractura entre la cultura blanco-mestiza y la vernácula. Los indígenas
castellanizados eran los más inclinados a la migración.
La nueva concepción de la educación bilingüe intercultural pretende la reidentificación cultural de los
sectores indígenas, para que, aun dentro de un proceso de modernización y de integración a la sociedad
nacional, puedan no sólo mantener el uso de su lengua materna, sino también reproducir su propia
diferencia étnica.

La educación intercultural bilingüe es un principio básico de la educación pública ecuatoriana. Pero


también hay que estudiarlo con la cuestión de la multiculturalidad y la globalización. También se
debe rescatar la decisiva participación de las propias comunidades indígenas, así como el fuerte
apoyo internacional de ONGs, la Iglesia Católica y otras instituciones privadas.

La educación superior y el movimiento estudiantil


1946: fundación de universidad privadas confesionales que supuso una fuerte competencia para las
universidades públicas. A partir de 1937 empiezan a normalizarse las relaciones entre Iglesia y
Estado: “la postura de Velasco Ibarra, dieron pie a la creación, en 1946, de la Universidad Católica de
Quito, a la que se sumarían en 1961 la Católica de Guayaquil, en 1970 la Católica de Cuenca y en
1971 la Universidad Técnica Particular de Loja. En un país donde la lucha por la secularización de la
enseñanza había sido tan determinante en el debate político… establecimiento de Universidades
privadas católicas debe entenderse como un fenómeno de enorme significación ideológica y
política.” Para Enrique Ayala Mora: “una vez que el sector conservador terrateniente de orientación
católica vio perdida la Universidad estatal como lugar de formación de los cuadros necesarios para el
control del Estado, sintió la necesidad de fundar un centro que tuviera esas características".

En 1969 se decreta la supresión de exámenes de ingreso a la educación superior, por lo que


aumenta el número de estudiantes, pero debido a las grandes carencias, también se da un descenso
en el nivel académico de la universidad pública. Además, siguieron predominando los estudiantes
provenientes de las clases media y alta.

Evolución de la matrícula en la enseñanza superior (número de estudiantes)


1959 1964 1975 1977
8.331 11.564 170.391 190.548
Fuente: L.F. Bilbao, Economía y educación en el Ecuador a partir de 1960, Quito, Banco Central del Ecuador, 1980, pp. 247, 251-252 y 255.

La autonomía gozaba de bastante tradición, la reforma de Córdova tuvo un fuerte impacto en


Ecuador: “la Ley de Educación Superior de 1938 y en la Constitución de 1946, la cual contempló la
autonomía incluso para las universidades particulares”. A partir de 1944 la FEUE se convierte en un
fuerte grupo de presión y de influencia en la política ecuatoriana, los dirigentes provenían de las
clases medias. Las políticas educativas trataron de despolitizar la universidad (1950-1975), varias
veces clausurada y destituyendo a muchos profesores.

La hegemonía política fue de la izquierda. En los años 50 predominó el Partido Socialista Ecuatoriano
en alianza con el Partido Comunista, en los 60 se produce una escisión de ambos partidos y surge el
Partido Comunista Marxista Leninista que será de mayor influencia. Aunque el Partido Liberal y la
Democracia Cristiana Universitaria también adquieren protagonismo en esos años. Las universidades
católicas el movimiento estudiantil ha sido reducido. En los año 70 se produce un agotamiento del
movimiento estudiantil. En 1982 se da la Ley de Universidades y Escuelas Politécnicas.

Corrientes pedagógicas y desarrollo de las ciencias de la educación

Década del 30: Escuela Activa, metodología decrolyana. En 1930 se da el Primer Congreso de
Educación Primaria, 1929 se crea la Sección Pedagógica de la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Quito. Se incrementa las escuelas Normales. A partir del 30 se da un incremento de
las publicaciones de temática pedagógica: Cuadernos Pedagógico y Nueva Era, relacionados con la
escuela activa. El pedagogo mexicano Moisés Sáenz le da una alta calficación a la educación
ecuatoriana.

En la década del 60 y 70 se adoptan ampliamente las teorías del capital humano y las perspectivas
desarrollistas de la educación, se difunden las ideas de Paulo Freire de la alfabetización funcional. La
UNESCO y la OEA promueven ayuda técnica a la educación del país.

El país ha carecido de centro de investigación y bibliotecas especializadas en asuntos educativos. En


la Casa de la Cultura funcionó la Sección de Ciencias Filosóficas y de Educación hasta finales de los
70, la cual se difundió a través de la Revista Ecuatorian de Educación (creada en el 47): “La
desaparición de una revista tan emblemática como la Revista Ecuatoriana de Educación podría
quizás interpretarse como la consecuencia de la pérdida de protagonismo de los pedagogos y
normalistas en las estrategias desarrollistas de reforma educativa, tal como lo sugeríamos al
referirnos al magisterio ecuatoriano en el período 1944-1979”. La Facultad de Filosofía, Letras y
Educación, tenía una revista con el mismo nombre fundada en 1948.

Mención aparte merece la educación indígena, el Centro de Investigaciones para la Educación


Indígena, Abya-yala, y el Centro Andino de Acción Popula.

http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,25712019&_dad=portal&_schema=PORTAL

Paginas sugeridas:

http://eial.tau.ac.il/index.php/eial/article/view/1050/1082

http://eial.tau.ac.il/index.php/eial/article/view/1051/1083

http://eial.tau.ac.il/index.php/eial/article/view/1047/1079

Bibliografía
Ossenbach, G. (1999). La educación en el Ecuador en el período 1944-1983. Estudios
Interdisciplinarios de América Latina y el Caribe, 10(1). Obtenido de
http://eial.tau.ac.il/index.php/eial/article/view/1048/1080

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