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Arte contemporáneo

Museo Guggenheim Bilbao, una institución dedicada a patrocinar el arte contemporáneo y un edificio
representativo de la arquitectura actual (Frank Gehry, 1997). En su exterior se encuentra una colección de
esculturas contemporáneas de grandes dimensiones.

El arte contemporáneo, en sentido literal, es el que se ha producido en nuestra época: el arte actual. No
obstante, el hecho de que la fijación del concepto se hizo históricamente en un determinado momento, el
paso del tiempo le hace alejarse cada vez más en el pasado del espectador contemporáneo.

El concepto de la contemporaneidad aplicado al arte puede ubicarse cronológicamente con distintos criterios:

 Con un criterio extenso, incluye el arte de toda la Edad Contemporánea (que comienza a finales del
siglo XVIII)
 Con criterios sucesivamente cada vez más limitados, incluye únicamente:

Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento cultural originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo
XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Neoclasicismo, confiriendo
prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en
un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su
rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el Romanticismo es una manera de sentir y concebir la
naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se
desarrolla, incluso dentro de una misma nación, se manifiestan distintas tendencias proyectándose también
en todas las artes.

Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra y Alemania hasta llegar a
otros países. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el
parnasianismo, el simbolismo, el decadentismo o el prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de
posromanticismo, del cual derivó el llamado modernismo hispanoamericano.

Realismo artístico

El Realismo es un movimiento artístico y literario, originado en Francia a mitad del siglo XIX (1840-1880),
cuyo propósito consistió en la representación objetiva de la realidad basándose en la observación de los
aspectos cotidianos que brindaba la vida en la época.

La aparición y desarrollo del Realismo fue fruto de la agitada situación política que protagonizó Francia a raíz
del derrocamiento de la monarquía burguesa de Luis Felipe y de la proclamación de la II República en 1848.
Es a lo largo de esos años cuando surgen los movimientos obreros y proletarios que se inspiran en nuevos
sentimientos sociales y en nuevas ideas políticas, cuya influencia también se dejaría sentir en el mundo
artístico.

Los artistas entendían el realismo como una reacción frente al movimiento romántico que se evadía en sus
mundos de ensoñación, de recuerdos históricos; es un estilo que refleja la realidad histórica y que no copia
objetos mitológicos, religiosos o alegóricos. Su fidelidad al detalle lo diferencia de la glorificación idealizadora
romántica, y su concentración en los rasgos esenciales y típicos de los caracteres, situaciones y acciones lo
distingue del reflejo de la realidad en sentido naturalista o fotográfico. El hombre, sin exaltaciones místicas ni
abstracciones académicas se convierte en el centro de la nueva estética, por lo tanto el eje central del
realismo es el vínculo directo con todos los aspectos de la vida, incluidos los más inmediatos y cotidianos; se
destierra la mitología, la evocación histórica, la belleza convencional de los cánones clásicos.
Impresionismo

es la denominación de un movimiento artístico1 definido inicialmente para la pintura impresionista, a partir


del comentario despectivo de un crítico de arte (Louis Leroy) ante el cuadro Impresión, sol naciente de
Claude Monet, generalizable a otros expuestos en el salón de artistas independientes de París entre el 15 de
abril y el 15 de mayo de 1874 (un grupo en el que estaban Camille Pissarro, Edgar Degas, Pierre-Auguste
Renoir, Paul Cézanne, Alfred Sisley y Berthe Morisot). Aunque el adjetivo "impresionista" se ha aplicado
para etiquetar productos de otras artes, como la música (impresionismo musical -Debussy-) y la literatura
(literatura del Impresionismo -hermanos Goncourt-),2 sus particulares rasgos definitorios (luz, color,
pincelada, plenairismo) lo hacen de muy difícil extensión, incluso para otras artes plásticas como la escultura
(Rodin)3 y la arquitectura;4 de tal modo que suele decirse que el Impresionismo en sentido estricto sólo
puede darse en pintura y quizá en fotografía (pictorialismo) y cine (cine impresionista francés o première
avant-garde: Abel Gance, Jean Renoir -hijo del pintor impresionista Auguste Renoir-).5

El simbolismo en las artes plásticas

El simbolismo es posiblemente la corriente estética que mejor describe los gustos del fin de siglo en todo el
mundo occidental. El simbolismo, en Europa, se elabora lentamente desde la evolución de la estética
romántica y culmina en pluralidad de opciones plásticas que se definen por la sobrevaloración de los
significados de la obra de arte, por encima de sus resultados formales. Pero en España, las distintas
tendencias simbolistas -prerrafaelismo, parnasianismo, esteticismo o decadentismo- que en Europa se
desarrollan a lo largo de medio siglo, son asimiladas al mismo tiempo y de manera global, al margen de las
muy diferentes connotaciones que pudieran tener en sus orígenes.
En el ámbito de la pintura, el simbolismo responde a un planteamiento plástico que se sitúa en una posición
antitética a los logros técnicos del impresionismo y del postimpresionismo. Los elementos que mejor definen
el impresionismo pictórico son de tipo técnico: la pincelada de color puro y sus calidades lumínicas; en
cambio el simbolismo, como reacción, propone una pintura conceptual en la que domine el tema sobre la
representación: un arte de contenido. Esto sin embargo, no excluye que algunos artistas del
postimpresionismo, como Gauguin, integren las aportaciones técnicas impresionistas a contenidos
claramente ideológicos.
Los artistas españoles, por su parte, no comprenden esta posible contradicción entre simbolismo y técnica
impresionista, pues todo es novedoso en el panorama artístico del momento, y así pueden elaborar un
programa simbólico sin renunciar a las aportaciones técnicas del impresionismo. Será, por otro lado, un
movimiento desigual pero de singular fortuna, que se alargará en el tiempo hasta los años anteriores a la
guerra civil, con artistas que elaborarán una manera muy especial y cosmopolita de definir lo español y que
aseguraba un fiel mercado en Europa y América.

Modernismo (arte)

Modernismo es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a
finales del siglo XIX y principios del XX, durante el periodo denominado fin de siècle y belle époque. En
distintos países recibió diversas denominaciones: Art Nouveau –en Bélgica y Francia–, Jugendstil –en
Alemania y países nórdicos–, Sezession –en Austria–, Modern Style –en los países anglosajones–, Nieuwe
Kunst –en Países Bajos– y Liberty o Floreale –en Italia–.

Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno,
que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición academicista (el
historicismo o el eclecticismo) como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se
trató de crear predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas
de la revolución industrial, como el hierro y el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro
de mediados del siglo XIX.

Vanguardias del arte

Fauvismo

El fauvismo fue un movimiento pictórico francés de escasa duración. Se desarrolló entre 1904-1908
aproximadamente.

El Salón de Otoño de 1905 supuso la primera exhibición para el grupo. El crítico de arte Louis Vauxcelles
tras contemplar las gamas cromáticas estridentes y agresivas de los trabajos expuestos les atribuyó el
término "fauves", que en español significa fieras. El nombre asignado era en origen un calificativo peyorativo,
como les sucedió a otros movimientos artísticos del S. XX, pero fue asumido por el público y posteriormente
introducido en la historia del arte sin connotaciones despectivas.

El movimiento se fraguó en torno a Henri Matisse y sus integrantes fueron André Derain, Maurice de
Vlaminick, Henri Manguin, Albert Marquet, Jean Puy y Emile Otón Friesz. En 1906 se unieron también
George Braque y Raoul Dufy.

El Fauvismo no fue un movimiento conscientemente definido, careció de un manifiesto. Fue un mosaico de


aportaciones en el que cada pintor acometía sus obras como una experiencia personal cargada de
espontaneidad y de frescura.

Expresionismo. Pintura Expresionista

El Expresionismo es una corriente artística que busca la expresión de los sentimientos y las emociones del
autor más que la representación de la realidad objetiva.

Revela el lado pesimista de la vida generado por las circunstancias históricas del momento. La cara oculta
de la modernización, la alineación, el aislamiento, la masificación, se hizo patente en las grandes ciudades y
los artistas, creyeron que debían captar los sentimientos más íntimos del ser humano. La angustia existencial
es el principal motor de su estética.

El fin es potenciar el impacto emocional del espectador distorsionando y exagerando los temas. Representan
las emociones sin preocuparse de la realidad externa, sino de la naturaleza interna y de las impresiones que
despierta en el observador. La fuerza psicológica y expresiva se plasma a través de los colores fuertes y
puros, las formas retorcidas y la composición agresiva. No importa ni la luz ni la perspectiva, que se altera
intencionadamente.

El cubismo

fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, nacido en Francia y encabezado por Pablo
Picasso, Georges Braque, Jean Metzinger, Albert Gleizes, Robert Delaunay y Juan Gris.1 Es una tendencia
esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. No se trata de un ismo más, sino de
la ruptura definitiva con la pintura tradicional.

El término cubismo fue acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles, el mismo que había bautizado a los
fauvistas motejándolos de fauves (fieras); en el caso de Braque y sus pinturas de L'Estaque, Vauxcelles dijo,
despectivamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos». Se originó así el concepto de
«cubismo». El cubismo literario es otra rama que se expresa con poesías cuya estructura forma figuras o
imágenes que ejemplifican el tema, la rima es opcional y ni tienen una métrica específica ni se organizan en
versos.

Características del Futurismo

El Futurismo fue una vanguardia que buscaba reflejar el movimiento, el dinamismo, la velocidad, la fuerza
interna de las cosas, la exaltación de la guerra, las máquinas, lo nacional y lo sensual y todo lo que fuese
moderno. Este movimiento rompía con lo tradicional, el pasado y el academicismo.

Para lograr el efecto de movimiento se basaron en diferentes técnicas: vibrantes composiciones de color, el
divisionismo (heredado del neoimpresionismo), la abstracción y desmaterialización de los objetos (tomada
del cubismo) y finalmente la multiplicación de las posiciones de un mismo elemento (objeto o persona),
realización de las líneas de fuerza, intensificación de la acción a través de la repetición y la yuxtaposición de
frente y dorso de la figura (Simultaneismo).

Particularidades:
– Exaltación de la originalidad.
– Estructuras del movimiento: tiempo, velocidad, energía, fuerza, etc.
– Contenido relacionado con el mundo moderno, las ciudades y los automóviles, su bullicio y dinamismo. Así
como máquinas, deportes, guerra, etc.
– Utilización de formas y colores para generar ritmos.
– Colores resplandecientes
– Transparencias
– Multiplicación de líneas y detalles, semejantes a la sucesión de imágenes de un caleidoscopio o una
película, (como resultado da la impresión de dinamismo).

Arte abstracto

es un concepto general, opuesto al concepto de arte figurativo, que remite a lo más esencial del arte,
reducido a sus aspectos cromáticos, formales y estructurales. La abstracción acentúa las formas,
abstrayéndolas, alejándolas de la imitación o reproducción fiel o verosímil de lo natural (mimesis); rechaza
cualquier forma de copia de cualquier modelo exterior a la conciencia del artista.

El concepto de arte abstracto se aplica a muchas y a distintas artes visuales: pintura (pintura abstracta),
escultura (escultura abstracta) y artes gráficas (artes gráficas abstractas). Su aplicación a otras artes
plásticas, como la arquitectura (arquitectura abstracta) o a artes no plásticas (música abstracta, danza
abstracta o literatura abstracta), es menos evidente, pero existe uso bibliográfico de tales expresiones.

Constructivismo.

1.- Como constructivismo se entiende al movimiento artístico de vanguardia que incorpora a la obra artística
los conceptos de espacio y tiempo, a fin de conseguir formas dinámicas: el constructivismo nació en Rusia a
principios del siglo xx.

2.- Se aplica en psicología y pedagogía a la teoría explicativa de los procesos de aprendizaje a partir de
conocimientos ya adquiridos.

3.- En filosofía se denomina constructivismo a una corriente de pensamiento surgida hacia 1980, de la mano
de investigadores de disciplinas muy diversas (psiquiatras, físicos, matemáticos, biólogos, etc.). Para el
pensamiento constructivista, la realidad es una construcción hasta cierto punto "inventada" por quién la
observa. Popova. Constructivismo
Nosotros vamos a desarrollar la primera acepción.

El término constructivismo lo emplea por primera vez N. Punin en 1913 al criticar los relieves de Vladimir
Tatlin, aunque, como movimiento, no surgió hasta 1920, respaldado por el Manifiesto realista de los
hermanos Pevsner y Gabo: "Proclamamos: el espacio y el tiempo han nacido hoy. El espacio y el tiempo: las
únicas formas sobre las cuales se edifica la vida, las únicas sobre las que debería edificarse el arte. Los
estados, los sistemas políticos y económicos mueren con el paso de los siglos; las ideas se agostan, pero la
vida es robusta; crece y no puede ser arrancada, y el tiempo es continuo en su duración real. ¿Quién nos
enseñará formas más eficaces? ¿Qué hombre genial nos dará fundamentos más sólidos? ¿Qué genio
concebirá para nosotros una leyes

El dadaísmo

es un movimiento cultural y artístico que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue
propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió el rumano Tristan
Tzara que llegaría a ser el emblema del Dadaísmo. Una característica fundamental del Dadaísmo es la
oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. El Dadaísmo se caracterizó por rebelarse en
contra de las convenciones literarias, y especialmente artísticas, por burlarse del artista burgués y de su
arte.1 Su actividad se extiende a gran variedad de manifestaciones artísticas, desde la poesía a la escultura
pasando por la pintura o la música.2

Para los miembros del Dadaísmo, este era un modus vivendi que hacían presente al otro a través los gestos
y actos dadaístas: acciones que pretendían provocar a través de la expresión de la negación dadaísta. Al
cuestionar y retar el canon literario y artístico, el Dadaísmo crea una especie de antiarte moderno, es una
provocación abierta al orden establecido.3

El surrealismo

(en francés: surréalisme; sur ['sobre, por encima'] más réalisme ['realismo']) es un movimiento artístico y
literario surgido en Francia a partir del dadaísmo, en la década de los años 1920, en torno a la personalidad
del poeta André Breton.

Origen del término

Los términos surrealismo y surrealista proceden de Guillaume Apollinaire, quien los acuñó en 1917. En el
programa de mano que escribió para el musical Parade (mayo de 1917) afirma que sus autores han
conseguido:

una alianza entre la pintura y la danza, entre las artes plásticas y las miméticas, que es el heraldo de
un arte más amplio aún por venir. (...) Esta nueva alianza (...) ha dado lugar, en Parade a una especie
de surrealismo, que consideró el punto de partida para toda una serie de manifestaciones del
Espíritu Nuevo que se está haciendo sentir hoy y que sin duda atraerá a nuestras mejores mentes.
Podemos esperar que provoque cambios profundos en nuestras artes y costumbres a través de la
alegría universal, pues es sencillamente natural, después de todo, que éstas lleven el mismo paso
que el progreso científico e industrial.

La palabra surrealista aparece en el subtítulo de Las tetas de Tiresias (drama surrealista), en junio de 1917,
para referirse a la reproducción creativa de un objeto, que lo transforma y enriquece. Como escribe
Apollinaire en el prefacio al drama:
Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del
mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se
parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna.

Historieta

Una historieta o cómic es una serie de dibujos que constituyen un relato, con o sin texto,1 así como al
medio de comunicación en su conjunto.2

Partiendo de la concepción de Will Eisner de esta narrativa gráfica como un arte secuencial, Scott McCloud
llega a la siguiente definición: ‘Ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada con el
propósito de transmitir información u obtener una respuesta estética del lector’.3 Sin embargo, no todos los
teóricos están de acuerdo con esta definición, la más popular en la actualidad, dado que permite la inclusión
de la fotonovela4 y, en cambio, ignora el denominado humor gráfico.5

El interés por la historieta «puede tener muy variadas motivaciones, desde el interés estético al sociológico,
de la nostalgia al oportunismo».6 Durante buena parte de su historia fue considerado incluso un subproducto
cultural,7 apenas digno de otro análisis que no fuera el sociológico, hasta que en la década de 1960 se asiste
a su reivindicación artística, de tal forma que Morris8 y luego Francis Lacassin9 han propuesto considerarlo
como el noveno arte, aunque en realidad sea anterior a aquellas disciplinas a las que habitualmente se les
atribuyen las condiciones de octavo (fotografía, de 1825) y séptimo (cine, de 1886). Seguramente, sean este
último medio y la literatura los que más la hayan influido, pero no hay que olvidar tampoco que «su particular
estética ha salido de las viñetas para alcanzar a la publicidad, el diseño, la moda y, no digamos, el cine»

Arte efímero

Se denomina arte efímeronota 1 a toda aquella expresión artística concebida bajo un concepto de fugacidad
en el tiempo, de no permanencia como objeto artístico material y conservable. Por su carácter perecedero y
transitorio, el arte efímero no deja una obra perdurable, o si la deja —como sería el caso de la moda— ya no
es representativa del momento en que fue creada. En estas expresiones es decisivo el criterio del gusto
social, que es el que marca las tendencias, para lo cual es imprescindible la labor de los medios de
comunicación, así como de la crítica de arte.1

Independientemente de que cualquier expresión artística pueda ser o no perdurable en el tiempo, y que
muchas obras concebidas bajo criterios de durabilidad puedan desaparecer en un breve lapso de tiempo por
cualquier circunstancia indeterminada, el arte efímero tiene en su génesis un componente de transitoriedad,
de objeto o expresión fugaz en el tiempo. Es un arte pasajero, momentáneo, concebido para su consunción
instantánea.

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