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Laudes Durante cuarenta años aquella generación me repugnó, y dije:

Jueves Santo "Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi


camino; por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi
INVITATORIO descanso."

V. Señor, abre mis labios.


R. Y mi boca proclamará tu alabanza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

INVITATORIO Ant A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por
--Salmo 94— nosotros murió, venid, adorémosle.

Ant A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por


nosotros murió, venid, adorémosle. HIMNO

Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos ¡Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza! Jamás el bosque dió mejor
salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con tributo en hoja, en flor y en fruto. ¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol
cantos. donde la Vida empieza con un peso tan dulce en su corteza!

Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: Cantemos la nobleza de esta guerra, el triunfo de la sangre y del
tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de madero; y un Redentor, que en trance de Cordero, sacrificado en
los montes. Suyo es el mar, porque él lo hizo, la tierra firme que cruz, salvó la tierra.
modelaron sus manos.
Dolido mi Señor por el fracaso de Adán, que mordió muerte en
Venid, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador la manzana, otro árbol señaló, de flor humana, que reparase el
nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el daño paso a paso.
rebaño que él guía.
Y así dijo el Señor: «¡Vuelva la Vida, y que el Amor redima la
Ojalá escuchéis hoy su voz: "No endurezcáis el corazón como en condena!» La gracia está en el fondo de la pena, y la salud
Meribá, como el día de Masá en el desierto: cuando vuestros naciendo de la herida.
padres me pusieron a prueba, y dudaron de mí, aunque habían
visto mis obras."

1
¡Oh plenitud del tiempo consumado! Del seno de Dios Padre en
que vivía, ved la Palabra entrando por María en el misterio Pastor de Israel, escucha, tu que guías a José como a un rebaño;
mismo del pecado. tu que te sientas sobre querubines, resplandece ante Efraím,
Benjamín y Manasés; despierta tu poder y ven a salvarnos.
¿Quién vió en más estrechez gloria más plena, y a Dios como el
menor de los humanos? Llorando en el pesebre, pies y manos le ¡Oh Dios!, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
faja una doncella nazarena. Señor Dios de los ejércitos, ¿hasta cuando estarás airado
mientras tu pueblo te suplica?
En plenitud de vida y de sendero, dió el paso hacia la muerte
porque él quiso. Mirad de par en par el paraíso abierto por la Le diste a comer llanto, a beber lágrimas a tragos;
fuerza de un Cordero. nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos, nuestros
enemigos se burlan de nosotros.
Vinagre y sed la boca, apenas gime; y, al golpe de los clavos y la
lanza, un mar de sangre fluye, inunda, avanza por tierra, mar y Dios de los ejércitos, restáuranos, que brille tu rostro y nos
cielo, y los redime. salve.

Ablándate, madero, tronco abrupto de duro corazón y fibra Sacaste una vid de Egipto, expulsaste a los gentiles, y la
inerte; doblégate a este peso y esta muerte que cuelga de tus trasplantaste; le preparaste el terreno y echó rices hasta llenar el
ramas como un fruto. país;

Tú, solo entre los árboles, crecido para tender a Cristo en tu su sombra cubría las montañas, y sus pámpanos, los cedros
regazo; tú, el arca que nos salva; tú, el abrazo de Dios con los altísimos; extendió sus sarmientos hasta el mar, y sus brotes
verdugos del Ungido. Al Dios de los designios de la historia, que hasta el Gran Río.
es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza; al que en la cruz devuelve la
esperanza de toda salvación, honor y gloria. Amén. ¿Por qué has derribado su cerca para que la saqueen los
viandantes, la pisoteen los jabalíes y se la coman las alimañas?

SALMODIA Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate,


- Salmo 79 - ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó,
Ven, Señor, a visitar tu viña y que tú hiciste vigorosa.

Ant. 1 Mira, Señor, y contempla que estoy La han talado y le han prendido fuego: con un bramido hazlos
en peligro, respóndeme en seguida. perecer.

2
Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tu gritad jubilosos, habitantes de Sión: "¡Qué grande es en medio de
fortaleciste. No nos alejaremos de ti: danos vida, para que ti el Santo de Israel!"
invoquemos tu nombre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el
Señor Dios de los ejércitos, restáuranos, que brille tu rostro y principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
nos salve.
Ant. 2 Él es mi Dios y Salvador:
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el confiaré y no temeré.
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 1 Mira, Señor, y contempla que estoy - Salmo 80 –


en peligro, respóndeme en seguida. Solemne renovación de la alianza

Cántico Ant. 3 El Señor nos alimentó con flor de harina, nos sació con
Is. 12,1-6 miel silvestre.

Ant. 2 Él es mi Dios y Salvador: Aclamad a Dios, nuestra fuerza: dad vítores al Dios de Jacob:
confiaré y no temeré.
acompañad, tocad los panderos, las cítaras templadas y las
Te doy, gracias, Señor, porque estabas airado contra mí, arpas; tocad las trompetas por la luna nueva, por la luna llena
pero ha cesado tu ira y me has consolado. que es nuestra fiesta;

Él es mí Dios y salvador: confiaré y no temeré, Porque es una ley de Israel, un precepto del Dios de Jacob,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. una norma establecida para José al salir de Egipto.
Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
Oigo un lenguaje desconocido: "Retiré sus hombros de la carga,
Aquel día, diréis: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, y sus manos dejaron la espuerta.
contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es
excelso. Clamaste en la aflicción, y te libré, te respondí oculto entre los
truenos, te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.
Tañed para el Señor, que hizo proezas; anunciadlas a toda la
tierra; Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti; ¡ojalá me
escuchases, Israel!
3
No tendrás un Dios extraño, no adoraras un dios extranjero:
yo soy el Señor Dios tuyo, que te saqué del país de Egipto: RESPONSORIO BREVE
abre tu boca y yo la saciaré.
V. Nos has comprado, Señor, por tu sangre.
Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no quiso obedecer: R. Nos has comprado, Señor, por tu sangre.
los entregué a su corazón obstinado, para que anduviesen según V. De entre toda raza, pueblo y nación.
sus antojos. R. Nos has comprado, Señor, por tu sangre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
¡Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi R. Nos has comprado, Señor, por tu sangre.
camino! En un momento humillaría a sus enemigos y volvería
mi mano contra sus adversarios, CÁNTICO EVANGÉLICO

los que aborrecen al Señor te adularían, y su suerte quedaría Ant. Con verdadero ahnelo he deseado comer esta Pascua con
fijada; te alimentaría con flor de harina, te saciaría con miel vosotros antes de padecer.
silvestre." Cántico de Zacarías
Lc 1, 68-79
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. (se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)

Ant. 3 El Señor nos alimentó con flor de harina, nos sació con Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y
miel silvestre. redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde
antiguo por boca de sus santos profetas.
LECTURA BREVE
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano
Hb 2, 9b-10
de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que
Vemos a Jesús coronado de gloria y de honor por haber padecido tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el
la muerte. Así, por amorosa dignación de Dios, gustó la muerte juramento que juró a nuestro padre Abraham.
en beneficio de todos. Pues como quisiese Dios, por quien y para
quien son todas las cosas, llevar un gran número de hijos a la Para concedernos que, libres de temor,
gloria, convenía ciertamente que perfeccionase por medio del arrancados de la mano de los enemigos,
sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación. le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días
4
sana nuestra heridas.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante
del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la  Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol, de
salvación, el perdón de sus pecados. vida,

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol haz que los renacidos en el bautismo gocen de la
que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla abundancia de los frutos de este árbol.
y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino
de la paz  Tú que, clavado en la cruz perdonaste al ladrón
arrepentido,
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. perdónanos también a nosotros, pecadores.

Ant. Con verdadero ahnelo he deseado comer esta Pascua con Se pueden añadir algunas intenciones libres
vosotros antes de padecer.
Como Cristo nos enseñó, pidamos al Padre que perdone
nuestros pecado, diciendo:
PRECES.
Padre nuestro .............
Oremos a Cristo, Sacerdote eterno, a quien el Padre ungió
con el Espíritu Santo para que proclamara la redención a ORACIÓN.
los cautivos, y digámosle:
Dios nuestro, digno, con toda justicia, de ser amado sobre todas
Señor, ten piedad las cosas, derrama sobre nosotros los dones de tu gracia, para que
la herencia celestial, que la muerte de tu Hijo nos hace esperar
 Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y confiadamente, logre ser alcanzada por nosotros en virtud de su
entrar así a la gloria, resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna. CONCLUSIÓN.

 Tú que, elevado en la cruz, quisiste ser atravesado V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la
por la lanza del soldado, vida eterna.
R, Amén.

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